Capítulo Cuatro
Vanessa
La escuela estaba llenísima. Habían chicos los cuales reconocía y otros que no estudiaban aquí. El espacio personal parecía no existir. Se escuchaban gritos y risas por encima de la música. El olor a alcohol y cigarrillo junto con las luces parpadeantes me comenzaban a marear. Encontrar a Jada sería más difícil de lo que pensaba. Estaba enojada con ella. Por mentirnos. Por drogarse. Por meternos en esto.
"¡Hola, muñeca!" alguien me tomo del brazo y me empujó hacía la pared.
Me quejé de dolor y mire al causante: Michael. Sus ojos estaban rojos, su cabello rubio estaba despeinado, y tenía puesta una sonrisa burlona.
"¿Qué te pasa idiota?" lo empuje fuerte en el pecho pero él no se movió. Comenzó a reírse y se acercó más a mi. Dejándome entre su cuero y la pared.
"¿Porqué tan ruda conmigo muñeca?" su asqueroso aliento acarició mis mejillas. Michael colocó sus manos en la pared atrapándome.
"Vanessa idiota, me llamo Vanessa. Y ya aléjate de mi." lo volví a empujar pero no logré moverlo.
Mire a mi alrededor y nadie parecía darnos importancia. El miedo y asco se empezaba apoderar de mi. Michael se inclinó hacía mi y cerré los ojos con fuerza.
"Te iba a invitar sabes, pero tú noviesito se puso todo territorial." su aliento en mi cuello hizo que me encogiera.
Mi pulso comenzaba a acelerarse. Abrí mi boca para insultarlo y reclamarle que se alejará pero no salió nada. El miedo era mayor.
"Ni siquiera se que le ves a ese ñoño, muñeca. Yo soy mucho mejor que él..." sus manos bajaron hacía mis caderas y sus labios rozaron mi cuello.
"¡Aleja tú asqueroso cuerpo de mi!" grite mientras lo volvía a empujar mucho más fuerte que la última vez.
Logre alejarlo de mi y comencé a caminar lejos de él. Quería correr pero no podía permitir que él supiera que su cercanía me había aterrorizado. De repente, vi a Aiden. Se veía nervioso. Levante mi mano para llamar su atención. Cuando me vio su rostro mostró alivio y luego corrió hacía mi con enojo. De la nada alguien me tomó del cabello y me lanzó al suelo.
"¡Te enseñaré a respetarme estupida!" Michael gritó mientras se arrodillaba junto a mi.
Me tomo del cuello y me obligó a sentarme. El aire me comenzaba a faltar y trate de hacer que me soltara pero fue inútil.
"¿Que pasa muñeca? ¿Porque ya no insultas?" preguntó apretándome más el cuello.
Abrí los ojos y comencé a golpearlo para hacer que me soltara. Iba a morir. Iba a morir en una estupida fiesta en manos de un idiota drogado y borracho. Mamá se quedaría sola. Aiden iba a sufrir. ¡Aiden! Trate de buscarlo pero Michael no me dejaba moverme. Sentía como mis latidos se hacían más lentos con cada segundo. Cerré mis ojos, tratando de aceptar lo que estaba pasando. Tal vez mamá estaría mejor sin mi. Tal vez saldría con amigas y tendría un novio. Tal vez Aiden conocería una buena muchacha. Tal vez Jada se volvería más responsable. Tal vez, solo tal vez mi muerte se convertiría en algo positivo. Justo cuándo comenzaba a irme, las manos de Michael me soltaron con brusquedad. Jadeé con fuerza. Inhale y exhale aire por unos segundos con mis ojos cerrados hasta que los abrí con terror. Aiden estaba encima de Michael. No lo reconocía. Estaba muy enojado, nunca lo había visto así. Estaba apretando su mandíbula con mucha fuerza. Sus puños golpeaban una y otra vez la cara sangrienta de Michael.
"¡Te voy a matar!" gritó Aiden y lo comenzaba a golpear aún más fuerte mientras Michale trataba de cubrirse. Me levanté del suelo y corrí hacía Aiden. Lo traté de acercar a mi pero Aiden no me hizo caso.
"¡Basta Aiden!" mi voz salió ronca. Las personas empezaban a llegar y nos rodeaban gritando y riéndose. Aiden no se detuvo, y lo empujé lejos de Michael. Aiden cayó en el piso enojado.
"¿Que rayos Vanessa? ¡Unos segundos más y te hubiera matado!" me gritó. Trató de acercarse nuevamente a Michael y me lancé a él abrazándolo. Se cuerpo estaba tenso, caliente, y agitado.
"Por favor, basta. Quiero irme de aquí. Por favor Aiden. Me asustas." le implore mientras comenzaban a caer algunas lágrimas. Después de unos segundos, los brazos de Aiden me cubrieron.
"Diablos Vanessa, perdón...no debí dejarte entrar sola. Perdón." sus brazos me apretaron con fuerza. No quería que sintiera una culpabilidad que no era suya.
"No es tu culpa." me aleje de él un poco para que me viera. Quería que supiera que hablaba enserio. Aiden puso sus manos en mis mejillas y besó mi frente.
"Ya, vámonos de aquí. Anthony encontró a Jada." asentí y nos levantamos del suelo alejándonos de Michael y el grupo de espectadores. Aiden tomo mi mano y cuando dirigí mi mirada en ella vi sangre en sus nudillos.
"¿Te duele?" pregunte haciéndole un gesto hacía su mano. Él negó la cabeza y sonrió.
Cuándo salimos de la escuela encontramos a Anthony tratando de vestir a Jada. Mire a Aiden quien negó la cabeza.
"¿Que te paso?" preguntó Anthony al ver las manos de Aiden.
"Deja que Vanessa se encargue de eso. Mejor ve por el auto, ¿si?" Anthony asintió y tomó las llaves del auto.
"Vamos Jada, tenemos que irnos." tome su vestido y trate de vestirla.
"¡No!! Yo no me quiero ir de aquí. La estoy pasando super. Vete tú. A ti no te gustan las fiestas, por eso ya no te voy a invitar a otra." Jada se quejó aún drogada y borracha. Alejo mi mano y lanzo su vestido al suelo.
"No sabes por lo que he tenido que pasar, y no me importa lo que quieras. Ya estoy harta de ti y tu comportamiento." le grité. Jada bajo la cabeza y tomé de nuevo su vestido.
"Tienes dos opciones. Uno, cooperas y nos vamos. O dos, te quedas solas." Jada levanto la mirada y negó la cabeza lentamente.
La vestí y esperamos a Anthony. Cuando Anthony llegó, Aiden me ayudó con Jada y me senté en la parte de atrás con ella. Anthony manejó hacía la casa de Jada, en donde la dejé con sus padres y me fui. Luego dejamos a Anthony en su casa y nos fuimos a las nuestras.
"¿Que hora es?" me preguntó Aiden. Mire mi teléfono y vi un mensaje suyo. Debió de habérmelo enviado en la fiesta.
"10:53pm." le contesté sin mirarlo. No podía hacerlo. Sentía vergüenza.
"Te puedes quedar en casa si quieres. Así no..." lo interrumpí.
"Gracias, pero no. Prefiero estar sola." lo mire y forcé una sonrisa. Su mirada bajo hacía mi cuello y frunció el ceño mientras apretaba su manos en el volante.
Al llegar a casa me despedí muy rápido de él y corrí hacía mi cuarto. Mamá debió de haberse bebido unas pastillas para dormir así que no se despertaría. Tome un ducha rápida y al verme en el espejo entendí la reacción de Aiden al ver mi cuello. Tenía moretones. Moretones feos que no los podría ocultar de mamá. Me vestí y luego me acosté en la cama. No podía dormir. Hoy casi muero. Si no hubiera sido por Aiden, estuviera muerta. Y mamá estuviera despierta sufriendo ante la noticia. Unos minutos después escuché la ventana abrirse. El miedo volvió a apoderarse de mi. Quería correr fuera de la habitación pero mi cuerpo no reaccionaba. Escuché como un cuerpo caía al suelo y se quejaba, luego caminaba a mi cama. Se acosto junto a mi. Mi respiración delataba mi miedo, mis manos temblaban.
"Vanessa..." me hablo y entré en pánico. Comencé a llorar y trate de alejarme de él. Me tomo por la cintura y me acerco a su pecho.
"Soy yo Vanessa. Aiden. Nadie te hará daño." el alivió remplazó el miedo y mis brazos lo cubrieron. Lloré y Aiden me consoló hasta quedarme dormida. Ninguno habló, solo nos abrazamos hasta quedarnos dormidos. Ambos alejando nuestros miedos.
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