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Capítulo 10 "Hueles a amor"


—Todavía no sé quién, pero alguien se va a quemar.

—¿De qué estás hablando? ¡Rob, ella es su novia!

—Pero tú eres "su persona", así que ya cállate y deja que el director dirija.

—Esto no es tu jodida película, esto es la vida real, la mía; por cierto.

—Así que ¿Vas a dejar que lo mejor de tu vida se vaya, así como así? Louis, Harry está con ella porque "tiene que", pero no por amor.

—Está enamorado...

—¡Por supuesto que lo está! ¿Has visto cómo sonríe cuando habla del amor y esos brillitos en sus ojos? El hombre casi suda purpurina!

Louis lo observó con tristeza y solo asintió. Durante los últimos años, había utilizado sus noches de soledad para escribir canciones completas donde gritaba su amor inconcluso y secreto. Escuchar que Harry estaba enamorado de alguien más, dolió, pero resistió. 

Finalmente había hecho de la resistencia una habilidad.

—No dejes que tus propios miedos o prejuicios te ahoguen y te impidan ver lo que hay más allá de ellos, Harry está enamorado sí, pero no de ella —apretó su hombro cuando notó el cambio en su semblante.

Louis negó con una sonrisa triste.

—Es heterosexual.

—Sí, igual que yo...para mi madre —respondió con un bufido —tú sabes que no todo lo que ves en televisión es cierto, no dejes que tus inseguridades te dominen, son cuerdas falsas que solo se fortalecen cuando las tomas en cuenta.

—Esto no es una película Rob, además ¿Qué ganas con esto? ¿es algún experimento para ver cómo un cantante gay se destroza por dentro mientras juega al actor de closet?

Rob entendió ese ardor en el tono del cantante, estaba diciendo mucho sin decir nada, pero sus ojos, sus gestos y su voz quebrada, aquella congoja con la exhaló, fue suficiente.

—Él no me ama.

—Louis...—dijo Rob después de varios minutos en silencio —No eres un experimento, eres un hombre enamorado y asustado pero; si no te arriesgas, si no lo intentas nunca sabrás qué pudo haber pasado. Esto podría ser el final de todo... O el inicio de la mejor parte de tu vida... Eso que llaman felicidad.

"El final de todo", aquella frase fue lo que más eco hizo en la mente de Louis, el miedo le recorrió desde la nuca hasta el dedo más pequeño de los pies. Bajó de la camioneta de Rob y entró a su departamento, con la ansiedad picando sus puntos débiles y carcomiendo su mente.

El cielo gris era apenas un reflejo de cómo se sentía por dentro, abrió una hoja del ventanal y se dejó caer sobre el suelo, sobrepensando, porque su mente le esclavizaba sin tregua, llevándolo a escenarios donde Harry lo repudiaba por aquellos sentimientos que tenía porque ¿en qué universo alguien como Harry se podría enamorar de alguien como Louis?

Si tan solo hubiese leído las miradas y entendido los silencios y los sonrojos, si Louis hubiese sentido el palpitante corazón desenfrenado que Harry tenía cuando estaban juntos, si tan solo entendiese que la necesidad urgente de tocarlo era recíproca. Harry estaba tan enamorado de él y Louis nunca lo notó porque sus muestras de amor eran familiares que se confundían con simple amistad y porque el miedo era una mierda.

Su teléfono sonó una y otra y otra vez sin descanso, hasta que decidió apagarlo sin mirar quién llamaba. En su mente solo estaba el viaje a Italia, ellos habían hablado acerca de dónde sería su cita ideal para una propuesta, Louis había dicho que París, mientras Harry se decidió por Italia y ahora, Amelia sería la persona que haría ese viaje y Louis sabía lo que eso significaba: Harry iba a proponerse.

La lluvia comenzó a descender después de un rato de permanecer en la misma posición y el clima frío helaba sus dedos, Louis estaba sentado en el borde recibiendo toda la ventisca y permitiendo que los golpes en su puerta se perdieran entre la voz de su alrededor.

—¡Louis!, ¡Louis!... ¡Abre por favor!

Transcurrieron varios minutos sin que respondiera, no estaba realmente prestando atención hasta que la lluvia se hizo más fuerte y sus manos heladas comenzaran a temblar. Observo aquellas notas enmarcadas sobre su mesita como el fin del túnel, 11-07-20, a un lado se podía observar 17-08-22 ambas fechas subrayadas con tanta fuerza, quizás la misma con la que anhelaba que llegara la segunda, el final de su mentira más grande y el adiós definitivo para Helena, sonrió triste porque aquello era la puerta a muchas cosas que quería compartir con Harry, pero si él se comprometía, entonces no tendría sentido.

—¡Louis! ¡Bebé! Por favor abre, me estoy mojando y hace mucho frío aquí.

Aquello fue lo que hizo reaccionar a Louis, se dirigió de prisa a la puerta solo para encontrar a un Harry seco pero angustiado.

—¿Harry?

—¡Amor! —tiró de él en un abrazo fuerte como si tratase de fundirse en uno solo, Louis respondió el abrazo con los ojos cerrados y el corazón cargado de miedo a perderlo —¡Dios, estás helado!

Tomó sus manos entre las suyas y las besó sin pensarlo, las atrapó dentro de las suyas mientras se inclinaba a su altura, buscando su mirada.

Su corazón se rompió un poco cuando las venas rojas resaltaban en sus ojitos azules, sabía que había estado llorando. Llevó las manos de Louis hacia su propia espalda y lo abrazó.

—¿Qué pasa Cariño?

Louis negó con la cabeza como única respuesta, pero se escondió aún más en el pecho de Harry, el actor le acarició el cuello con su nariz mientras lo olía, siempre buscando el aroma particular de Louis, se sonrojó cuando se dio cuenta de que su piel estaba erizada pero no supo cómo disimular lo que Louis causaba en él.

Caminaron así, abrazados, Louis en reversa, escondido en el pecho de Harry mientras éste los conducía a ambos al interior. Tropezaron un poco y cuando Harry le tomó de la barbilla, Louis bajó la mirada mientras un suspiro escapaba de su boca. A ambos se les aceleró el corazón y Louis atinó a morder su labio inferior, un simple acto que enamoró más a Harry sin proponérselo.

Siguiendo sus propios impulsos, Harry le tomó de la parte trasera de sus rodillas y lo cargó, como si de su luna de miel se tratase, lo cargó con delicadeza pero el peso de amor exacto para no hacerlo sentir frágil o pequeño.

Caminó con él dentro de su departamento y cuando se sentó en el sofá, aquella fría ventisca se coló de nuevo impactando sus cuerpos. Harry quiso levantarse para cerrar la ventana pero Louis no cedió a moverse.

—Lohue...

—Sh...

Se quedaron ahí, sin decir nada en voz alta, dejando que sus pensamientos los arrullaran y que el amor creciera en el silencio más cómodo.

Harry no dejó de acariciar sus manos y jugar con sus dedos todo el tiempo.

—Estoy tratando de entenderte, —dijo al cabo de mucho rato —pero me está saliendo mal cariño. Habla conmigo Lou, dime qué pasa y lo arreglaré.

—No me hagas sentir que sí...cuando no.

—¿No, qué?

—No puedes arreglarlo.

No comprendió esa respuesta y se sintió inútil en ese momento, ellos siempre se cuidaban y solo había un área donde no entraban; sus parejas.

—¿Se trata de Helena? —preguntó con recelo —¿Pelaste con ella?

—Nunca se trata de ella.

—Claro, ella es perfecta ¿no? —cuando no obtuvo respuesta audible, volvió a cuestionar, pero ahora el tono era evidentemente seco —Entonces ¿soy yo, Louis?

Louis exhaló con cansancio, se apartó de él cuando respondió —No sabes las ganas que tengo Harry, ganas de decirte que te calles porque no tienes ¡ni puta idea de nada! —masculló entre dientes sin elevar su tono, no hacía falta pues su mandíbula apretada indicaba un poco cómo se sentía por dentro —ni conmigo ni con Helena.

—¡Claro! la defiendes porque es tu novia pero sabes qué? ¡Ella no es buena y dudo que te ame!

—¿Y crees que me importa?! —devolvió —¿En serio crees que la única novia perfecta es Amelia?

—¿Qué tiene que ver Amelia en todo esto?

—¡Ah! Eso, ¡amárgame la vida hablándome de ella!

—¡¿Qué?!

—¡Que no quiero hablar de ella, de Helena o de nadie más! —se había apartado cuando la discusión se tornó más densa y caminó hacia la habitación, y Harry fue tras él —¡¿Qué estás haciendo aquí finalmente?! Pensé que estarías en casa disfrutando de tu historia de amor.

—Me quedé preocupado por ti después de que-

—Después que tu prometida llegó a reclamar tu atención, lo recuerdo—respondió y entonces volteó a verlo —Estoy bien Harry, como puedes ver.

—Louis...

—Ve a casa Harry— pidió, aunque no quería que se alejara.

—Ella no es mi prometida —respondió a cambio, como si con esa aclaración pudiera frenar todo.

—Pero vas a llevarla a Italia.

—Sí, porque se lo prometí y porque Jack, mi manager cree que es lo mejor.

Aquello no disminuyó su malestar, Harry todavía estaba llevándola al lugar donde el cantante había dicho años atrás que sería su cita ideal para una propuesta, con eso en mente Louis respondió.

—No te pedí explicaciones Harry, eres un adulto puedes tomar tus propias decisiones. —salió de la habitación y se dirigió a la sala nuevamente.

—¡Joder Louis! Estoy tratando de explicarte las cosas ¡¿por qué no quieres escuchar?! —le tomó del brazo pero el castañito se soltó.

—¡No me grites idiota! —esta vez, al soltarse se dirigió a la cocina solo para tener un pretexto de escapar del actor.

—¡Entonces deja de ser un maldito crío y escúchame! —se acercó nuevamente para tomarlo del brazo.

—¡No quiero hablar contigo! —Harry le tomó de ambos antebrazos y lo sujetó cerca mientras Louis intentaba con poco esfuerzo liberarse —¡Suéltame animal, me estás lastimando!

—¿Te digo algo Louis? —lo miró a los ojos pero su mirada descendió a sus labios.

—¿Q-qué? —tartamudeó cuando Harry no dejaba de mirar sus labios, la misma sensación le azotó cuando se encontró deseando besarlo nuevamente.

—Te quiero.

Parpadeó un par de veces antes de rectificar las palabras del actor, estaban en medio de una típica pelea de novios celosos y contra todo pronóstico; el ojiverde bajó la defensa y optó por hacer el amor y no la guerra.

Harry acortó la distancia y fue directo a su cuello, aquello parecía su punto débil porque siempre buscaba olerlo. Inhaló sin vergüenza, fuerte y profundo como si quisiera grabar todo el aroma de Louis en su memoria olfativa para cuando estuviera solo, aún tuviera algo de él.

—Hueles a...

—A qué? —pregunto el castañito, pero había cerrado sus ojitos y estaba cayendo en un abismo donde solo la voz de Harry era todo lo que escuchaba.

—A amor...

Louis se relajó ante esas palabras por un instante, de pronto recordó por qué estaba enojado, Amelia, Italia, una propuesta...

—¡No Harry! —le empujó lejos de su cuerpo —¡No puedes hacer esto! Estamos discutiendo.

—Pero es verdad, —intentó acercarse nuevamente —aún con lo molesto que estoy en estos momentos ¡te quiero!

—Pero...pero...

—Abrázame...—pidió mientras él mismo se enrollaba entre los brazos ajenos —dejemos de discutir, por favor Lou.

—N-no te me acer-ques. —le empujó tan suave que casi ni se movió.

—¿Por qué?

—Porque no... no quiero golpearte, me gritaste Harry y eso no me gusta —susurró, ya rendido entre los brazos de su chico.

—Abrázame o golpéame cariño, —le sonrió— anda, te doy permiso, pero no me alejes.

Harry se acercó y sin esperar respuesta lo abrazó y volvió a hundir su nariz en el cuello esbelto de Louis—nadie se siente igual que tú.

—Harry...

—¿Si Bebé?

—Esto ya no es una pelea—declaró casi dormido entre los brazos ajenos.

—No, no lo es pero; me gusta más ésto.

—No seas cruel conmigo —declaró sin darse cuenta exactamente lo que estaba a punto de decir —mira que me estoy enam...—el celular de Harry sonó, interrumpiendo el momento.

—¡Mierda! —masculló ante el molesto timbre, intentaron ignorar el espantoso sonido pero fue insistente y en contra de su voluntad, tomó la llamada —¿Hola? Sí, no ¿Cómo? Ok, entiendo. Sí, adiós.

Louis descubrió con horror el peso de aquella declaración que casi se deslizó de su boca, no había prestado demasiada atención a quién había llamada do hasta que Harry le aclaró y entonces la pelea reinició.

—Era Amelia, parece que... ¡Maldición! ¡Louis! —exclamó cuando Louis se desprendió de él y pasó sobre uno de sus pies, totalmente a propósito.

—¡No me digas así!

—¡Así te llamas!

—¡No! —respondió por el pasillo mientras iba de regreso a su habitación, la lluvia había cesado hacía ya un tiempo —Para ti soy ¡Amor!

Harry sonrió contra sus propios resoplidos porque definitivamente, Louis lo volvía loco, de la mejor manera que una persona puede hacerlo —¡Lo que tú digas, Amor!

—¡Me voy a dormir! Buenas noches, —gritó mientras cerraba la puerta de su recámara dejando a Harry fuera.

—¡Son las 4 de la tarde, no puedes dormir a esta hora!

—¡Es mi jodida casa y mi jodida vida y si quiero desayunar a las 10 de la noche o dormir a las 5 de la tarde ¿qué?!

—¡Eres un Bebé!

—¡Pero a sí me quieres!

Harry sonrió cuando escuchó aquella declaración, Louis enojado era una versión que Harry amaba y celoso, lo volvía loco.

—Sí...¿Y?

—Cierra la puerta al salir idiota! ¡Y para la próxima usa tus malditas llaves!

—Me voy, pero ¡No olvides soñar conmigo Bebé! —escuchó romperse un florero en la puerta, como única respuesta y solo cerró los ojos y revolvió su cabello cuando salió.

Sí, definitivamente estaban enamorados.


(...)

Rick estuvo puntual por la mañana esperando a Louis dentro de aquella suburban negra. Alrededor de las 10:30 de la mañana se encontraba en el set escabulléndose dentro del gran abrigo que cubría más de la mitad de su cuerpo, no había visto a Harry todavía pero se sentía nervioso igual que siempre. Una de las chicas de maquillaje le había arreglado el cabello como Patrick y le habían dado una camisa arremangada de tal forma que sus antebrazos y manos ya maquilladas se notaban perfectamente.

—Bien—habló Michael —Louis, para la escena de hoy vamos a grabar sobre este sofá ¡¿Dónde está Harry?! ¡Rob!

—Aquí estoy —Harry salió detrás de Rob mientras caminaban hacia el sofá en el medio del set, Louis sintió los nervios jugar con su labio inferior cuando el actor apareció, gallardo con aquella vestimenta del personaje —Buenos días Louis.

—Harry.

—Bien, Harry supongo que leíste la escena, para hoy vamos a grabar la primera parte del encuentro sexual, así que necesito mucha concentración. Harry, tú vas a estar aquí —señaló hacia el lado izquierdo del mueble —Jack va a grabar desde este ángulo y tendremos las primeras interacciones sexuales entre los personajes, Louis, tú estarás a su lado y vas a acercarte, estarás de espaldas a la cámara y Jack solo va a tomar la parte de tus manos y tu boca —Louis asintió sin mirar a Harry porque seguía un poco enojado, mientras Harry no le quitaba la vista de encima, divertido —quiero que vayas directo al cuello de Harry y lo beses, quiero un primer plano Jack —se dirigió al camarógrafo— Louis, quiero algunos besos por todo el cuello y cuando yo te indique vas a morder ligeramente su oreja.

Louis tragó grueso imaginando la escena, se mantuvo inmóvil y solo asentía mínimamente para que Michael supiera que estaba escuchándolo, pero el castañito estaba frenético y su pulso muy por encima de lo normal, quizás deberían haberlo revisado porque un ataque no sería raro en ese momento.

—Harry —habló Michael—¿estás escuchando? ¿Qué carajos? —siguió la línea de la mirada verdosa y encontró a un Louis casi estático, con los ojitos perdidos en el espacio —¡¿Qué mierda les pasa hoy?! —Michael los miró a ambos y solo movió la cabeza negando —pelea de novios, entiendo...pero dejen eso para después, ahora vamos a trabajar. ¡Jack!

—Aquí...

—¡Mierda! Maldito seas ponte un cascabel! ¡Joder, vamos, vamos que hoy traje palomitas de maíz!

—Harry —habló Rob solo para él— el protector ¿lo colocaste? Necesitamos profesionalismo aquí.

—Sí,—se sonrojó mirando a Louis darle la espalda— además, mucho profesionalismo que nuestro director está comiendo palomitas de maíz mientras sus actores filman.

—Sí, pero él sabe lo que hace. Me preocupa más Louis ¿Qué le hiciste?

—¿Yo? Por qué le haría algo? Louis es mi mejor amigo y mi...mi, mi...

—Sí, si, lo entendí hombre, lo entendí, pero —Louis se había colocado donde le indicaron y evadió la mirada de su amigo con elegancia —parece que está muy cabreado. Arregla esto antes que sea peor.

—Louis, ¿todo bien? —Rob preguntó cuando se acercó a él— Harry parece un cachorro que se ha comido el almuerzo entero de la familia. Juro que si no lo volteas a ver es capaz de arrodillarse aquí mismo ¿Qué pasó?

—Nada. Estamos bien.

—No lo parece pero recuerda que la vida es ahora y es frágil así que no pierdan tiempo en peleas inútiles, amenos que la reconciliación sea muy buena...Pero a lo que venía; escucha, en esta escena necesitamos que Patrick le demuestre a Tom lo bello del amor, de entregarse a esa persona que amas, de dejar en cada beso su amor ¿Te suena? —sonrió ladino —quiero que mientras acaricias su cuello con tu boca, le muestres a Harry cómo es el amor verdadero, el que no es por contrato.

Louis lo miró con cierta duda, pensó en los pocos besos que él había tenido con Helena mientras las cámaras los captaban, y cómo se sintió el beso anterior con Harry, un mundo de diferencia entre ambos. Con Harry todo había sido mucho, de forma extraordinaria y rítmica, con mil sensaciones explotando en su vientre y subiendo por su pecho y cuando Harry succionó su cuello, todo se fue directo a su entrepierna y ¡joder! Era maravilloso. Con su novia había sido incómodo y simple.

La claqueta sonó y la voz de Jack anunciando el inicio se escuchó.

Se miraron y Louis desvió su mirada hacia su frente y luego a su nariz, sin caer en sus ojos. De tres pasos acortaron la distancia y entonces Louis le tomó de la nuca con una mano y llevó la otra hasta el pecho ajeno, se movió lento sobre la ropa del actor, Harry sentía el temblor de Louis en su nuca mientras tiraba lentamente de él buscando su cuello. Harry se inclinó lentamente hasta que sintió los labios de su mejor amigo sobre él. Sus rodillas, débiles, temblaron de manera que no lo esperaba y su voz no podía ser audible porque revelaría cuán afectado estaba por su proximidad, cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás y eso originó que Louis pudiera seguir besándolo.

—¡Corte! ¡Harry no eches la cabeza atrás, joder Louis no te alcanza! Repetimos todo.

Louis estaba sonrojado hasta las orejas, un poco por la temperatura de la escena y otra por la estupidez que dijo Michael.

—Perdón —se disculpó igualmente avergonzado Harry, le tomó del brazo a Louis cuando éste quiso huir y le habló suave mientras su pulgar dejaba pequeñas caricias —¿Sigues enojado conmigo cariño?

—No —respondió cabizbajo, con las mejillas rojitas y su boca palpitante por los besos esparcidos en el cuello del actor —¿lo hiciste a propósito?

—No, pero en mi defensa... besas maravilloso.

Sus ojitos azules se abrieron y su rostro nunca se vio tan impactado, el sonrojo siguiente fue feroz y no pudo responder porque sus oídos simplemente repitieron aquellas palabras como un bucle. Louis lo miró y sus labios abiertos no fueron capaces de producir ningún sonido. El amor corrió veloz por sus venas y su corazón enamorado cayó un poco más en cuanto escuchó aquellas palabras.

—¡A sus lugares! —habló Michael —vamos, vamos que tenemos una pareja ansiosa aquí!

Después de la claqueta, Louis solo podía sentirse más nervioso, era imposible sacar de su sistema aquella sensación de estar flotando, a Harry le gustaban sus besos!

Lo miró a pocos metros y Harry solo guiñó un ojo mientras le arreglaban la ropa. ¿Era verdad o solo una broma de mal gusto por la discusión del día anterior?

Se colocaron en sus posiciones y la claqueta sonó, su ansiedad por volver a besar el cuello de Harry era como la de un sediento cuando una gota de lluvia está por caer de la nube más pequeña, estratosférica, demasiado elevada para ocultarla. Se retorció las manos buscando calmarse y lo miró acercarse lentamente como si el tiempo le perteneciera.

Rob cerró la línea de Harry mientras le hablaba solo a Louis a través del apuntador.

—Louis, no te cierres, no dejes que tus miedos te gobiernen.

Mientras su pecho subía y bajaba recordó las palabras de su madre hace unos años, cuando comenzaba subir sus primeros cover's a las plataformas "¿Cómo puedes decidir que esto saldrá mal si no le das una oportunidad? dale una más siempre, después de 500 oportunidades y con el mismo resultado, entonces sabrás con certeza que eso saldrá mal. Hasta entonces no abandones okay? Nunca dejes de intentar ni aplaces nada en la vida, porque a veces no hay más tiempo que éste".

Harry lo miraba a los ojos y Louis no pudo rechazar su mirada, "No vas a vivir para siempre, entonces ¿esta es la vida que quieres para ti? Lleno de temor y nervios o prefieres ser valiente y disfrutar hoy, porque quizás mañana toque llorar..." se dijo a sí mismo.

Tomó una respiración en la que no solo inhaló oxígeno, también llenó su cuerpo de una ráfaga de valentía y elevó su bandera del amor como nunca lo había hecho en sus conciertos, era su corazón agitado dentro de su pecho lo que ordenó a su cuerpo a cooperar, sus ojos no se desviaron de los verdes y su mano tomó el escaso cabello de su nuca hasta atraerlo a su rostro, Harry se inclinó de nuevo buscando su aroma pero de inmediato ladeó su propio cuello para que el castañito se pegara.

Su mente enloqueció por un instante cuando sus labios volvieron al lugar donde encontró miel porque la piel de Harry tenía ese sabor dulce que se mezclaba con el sudor, su cabeza zumbaba con mil pensamientos a la vez sobre lo que estaba sucediendo, ¡él estaba besando y mordisqueando el cuello de Harry! todo era confuso porque Louis juró escuchar ahora los preciosos gemidos de Harry a pesar de que Michael nunca los mencionó.

Su mano fue directo al primer botón mientras Jack hacía las tomas perfectas y la voz de Michael guiaba hacia dónde tocar, no hacía falta, Louis estaba seguro que sus manos tenían vida propia cuando despojaron hasta el último botón y su boca no abandonó en ningún momento el cuello del que había sido su gran amor.

Las respiraciones de ambos eran entre cortadas sin poder evitarlo y solo era el inicio de aquella escena. Louis no sabía cómo iba a sobrevivir sin una erección porque finalmente era un hombre enamorado, no una máquina sin emociones.

—¡Corte! ¡Excelente! Muy bien chicos, estuvieron muy bien, se han ganado cinco minutos de descanso!

Louis se retiró de inmediato al roulette y Harry, obviamente le siguió.

—¿Lou?

—Estoy bien Harry, no te atrevas a preguntar cómo estoy.

—No, quería darte esto —mostró un pequeño arreglo de narcisos amarillos— flores para el más bonito.

Louis se enamoró un nivel más, escondió su bellísima sonrisa detrás de una mueca en V, pero por dentro estaba orbitando de lo feliz que se sentía —¿Ahora me darás flores? —respondió como si no fuese la gran cosa.

—Siempre te he dado flores.

—Hace mucho dejaste de hacerlo —Harry notó un aire de reclamo pasivo pero que no pasó desapercibido e hizo la nota mental de no olvidarlo.

—¿Cuánto?

—Mucho, como... un mes.

—Demasiado —respondió juguetón.

—¿Qué puedo hacer para que me vuelvas a querer hum?

Harry se colocó detrás de él y tomó sus caderas con delicadeza, una acción que erizó los vellos de la columna de Louis mientras sus palabras golpearon con su aliento contra la oreja del castañito.

—¿Te gustan?

—¿Qué?

—Las flores —respondió con una preciosa sonrisa —¿o qué otra cosa de mí podría gustarte?

—N-nada—exhaló, pero sus rodillas temblaron con la forma en como Harry se acercó y el tono que estaba usando, era coqueteo puro y ni en las mejores películas Harry actuaba así de natural y seductor, aquello era por demás; todo un espectáculo reservado solo para Louis.

—¿Seguro Bebé?—apretó un poco sobre la tela de la camisa mientras sus dedos se hundían en la cintura del ojiazul.

Louis exhaló e instintivamente empezó a inclinar su cuello hacia un lado mientras Harry ganaba terreno ahí mismo.

—S-si... 

—Es una pena escucharlo...Pero confío en que mi suerte cambie. Entonces ¿te gustaron las flores?

—¿Por qué hiciste eso?

—Porque me echaste de casa ayer, me dejaste ir y no me gusta cuando estamos enojados.

—Quería dormir.

—Eran las 4 de la tarde cariño —susurró muy cerca de su mandíbula mientras sus brazos se cruzaban sobre el estómago de su amigo.

—Quería una siesta— respondió, y su corazón casi se salía por la boca gritando "te amo, bésame".

—¿Y por qué no me invitaste a tomarla contigo? —acarició su mejilla con la nariz.

Harry pedía caricias como si las mereciera y aunque nunca se las retuvo, estaba seguro que si Louis se negase él tomaría todo de él porque le pertenecía, porque aunque públicamente Louis fuera el novio de Helena y Harry de Amelia, ellos dos estaban enamorados y contra éso, ningún contrato tendría efecto.

—P-porque... tenías que irte a casa.

—Pero ya estaba en casa...

—Harry...

—¡Harry! ¡Louis! A trabajar muchachos que el tiempo es oro! —interrumpió Michael.

Harry exhaló fastidiado mientras Louis sonreía divertido.

—Lo siento campeón, parece que tu suerte no cambia —frunció los labios mientras hacía un gesto coqueto y mordía su labio inferior.

—Lou —llamó antes de abrir la puerta del roulette —gracias por estar aquí, haces que todo sea...mejor. No podría hacer esto con nadie más.

—Eres un actor Edward, haces esto siempre con todos.

—No de esta manera.

—¿Cómo es eso? —preguntó, con las esperanzas a flor de piel.

—Natural...—dejó un besito en la punta de la nariz y sonrió sin alejarse completamente —hueles a amor.

Todo mundo se dispuso a grabar las siguientes escenas y aquel par no dejó de mirarse por el rabillo y sonreírse como lo que eran, un par de tontos enamorados.

—Louis, —habló Michael mientras dirigía la escena —vas a recostar a Harry y haremos una toma de tus manos mientras subes la camisa y —ahora le habló a Jack— quiero un primer plano de sus manos cuando toquen el abdomen en estas partes, quiero un primer plano del rostro de Harry en todo momento, Harry —giró a mirar al actor —no te salgas del personaje hasta que cortemos, el libreto pide un par de gemidos y aquí sí echas la cabeza hacia atrás, Louis va a subirse sobre ti mientras te recuestas en este sofá y cuando yo te lo indique Louis vas atacar su boca y luego bajas hasta su vientre ¡Rob! —buscó al otro hombre —dale unos protectores, de esto ni el mismísimo Di Caprio saldría ileso.

Ellos se miraron entre sí cuando escucharon las palabras del director, con el pulso desorbitado y el cuerpo en ebullición. Louis buscó apoyo en Harry y el actor no pudo evitar sonreír, aunque mordió su mejilla para no demostrar su emoción, y cuando sus corazones se retorcieron a la par en sus pulsaciones, supieron que ellos eran la secuela de una guerra o la precuela de la mejor historia de amor.

Porque es cierto, donde se encuentren las miradas, se crucen las sonrisas y coincidan los latidos...ahí es.


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"Que tu corazón esté hambriento, no justifica que debas comer mierda, eres el destino maravilloso de alguien, no te ofertes cariño".

Y si hoy fuera tu último día ¿Qué harías?

Espero que hayas tenido un excelente día/noche, lo mereces.

No olvides votar y comentar, eres la notificación que más feliz me hace.

¿Dedicatorias?

Besos. 

MAKI<3

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