Lo que está destinado a suceder, encontrará una forma maravillosa de manifestars
(Cuando una frase está entre comillas es porque Chanyeol está usando lengua de señas).
Al llegar a su casa se tiró sobre la cama y empezó a patalear como niño chiquito de puro coraje y frustración. De verdad, nunca ser mudo le molestó tanto como en ese preciso día, tan cerca y a la vez tan lejos. Si hubiera podido gritar nada de eso hubiera pasado. Mandó mensaje al grupo que tenía con sus amigos y pidió que fuera a verlo con algunas cervezas.
No tardaron en llegar, porque a esos dos los movía el chisme.
—¿Sabes que necesitas? —Chanyeol negó—. Un pito —. Jongin escupió todo en la cara de sus amigos y empezó a carcajearse—. No es joda, Jongin. Eso que utilizan los árbitros en los partidos.
—Se llama silbato, imbécil.
"Solo sé que la vida me odia".
—Sí, yo también —contestó Sehun.
—¿Lo entendiste?
—Dijo que necesita otra cerveza.
🐶✨
No era un chico que andaría por el mundo fijándose en otros. Realmente Baekhyun era alguien que no iba por el mundo buscando a su príncipe azul o algo parecido porque creía que lo mejor era servir a la gente que lo necesita. Además, que creía en el destino, él creía que todo se movía a su favor para que las cosas sucedieran, era por eso que no estaba apresurado a vivir un amor de cuento de hadas porque cuando menos se lo esperase lo viviría.
Era un soñador. Porque se imaginaba que el día que conociera al amor de su vida sería mágico y especial, además que estaba seguro que mientras él esté cumpliendo su deber como ser humano. Su príncipe azul lo buscaría en cielo, mar y tierra.
Cuando llegó a las clases abrazó a su alumno favorito. Él pequeño Kim MinYoo era un niño que apenas estaba aprendiendo el lenguaje de señas, pero era demasiado adorable y le gustaba a Baek trabajar con él.
"En poco tiempo será mi cumpleaños, profesor Byun".
—¿Harás una fiesta?
"Mis padres y mi tío Minnie ya lo están organizando".
—Espero estar invitado.
"Sí. Será en casi tres semanas".
—Ahí estaré —le dio un abrazo y sacudió su cabello para después despedirse de él.
Ese día llegó a su casa y se dejó caer en la cama, tenía mucho sueño y muchas ganas de decir que no iría a la salida que él mismo organizó. Una de sus amigas cumplía años y le dijo que deberían ir a un antro que recién abrieron, ya se lamentaba de decir eso, sin embargo, se levantó y comió un poco para después dormirse y poder salir en la noche.
Se encontraba en aquel antro y se sentía terrible ver que todos tenían pareja menos él y no por las razones de la soledad, sino porque se sentía sujeta velas de todos, así que decidió escaparse sin que nadie lo viera, pero cuando caminaba pudo visualizar ese hermoso chico sentado solo y algo dentro de su pecho le decía que tenía que acercarse y hablarle.
Así lo hizo.
—Parece que te dejaron solo.
Cuando el chico levantó la mirada Baekhyun sintió una revolución de mariposas en el estómago, entonces le dio mucha veracidad a su teoría, las cosas siempre pasaban por algo y si él quería huir era para pasar cerca de aquel chico y fijarse en él.
—¿Puedo sentarme contigo? —el chico asintió y a Baekhyun se le hizo adorable esos ojos enormes—. Eres algo callado.
Se sentía estúpido porque pudo decir tantas cosas, pero era lo primero que se le ocurrió.
—¿Eres tímido? —Baekhyun ya se estaba haciendo historias en su cabeza de que los polos opuestos se atraen porque él era muy hablador, pero el chico negó—. Me estás privando de escuchar tu voz.
Cuando el chico sacó su teléfono quiso darse un tiro porque no le gustaba mucho la gente que se la pasaba en el teléfono. Pero cuando leyó la razón bajó la mirada y fingió cara de decepción, aunque por dentro estuviera sonriendo porque la vida trabaja de maneras misteriosa y algunas veces movía todo a la perfección.
—Mierda, lo lamento. —e inmediatamente recurrió a la lengua de señas. La cara de aquel hermoso chico cambió y podía estar oscuro, pero ese hermoso sonrojo jamás se le olvidaría.
Fue el inicio de una amena plática. Le comentó que era maestro y que por eso sabía comunicarse así, además que se dijeron cosas simples como el tipo de música que escuchaban y sus bebidas favoritas. Baekhyun estaba embelesado con Chanyeol y estaba seguro que encontró a su príncipe.
—Necesito ir al baño. Regreso en un momento.
El baño estaba jodidamente repleto. Había gente muy ebria en el pequeño espacio, a pesar de que no era la primera vez que iba a un antro no terminaba de acostumbrarse a la aglomeración en espacios pequeños. Justo cuando era su turno un chico demasiado ebrio vomito sobre su ropa y casi le da un infarto al verse así, además que la peste era terrible. Tuvo que quitarse la camisa e intentar lavarla, pero era inútil, así que con todo el dolor de su corazón se tuvo que ir y cuando se subió al taxi empezó a hacer un berrinche.
—No supe su nombre, ni siquiera su número de teléfono, no todo podía ser tan bueno, ¿verdad?
💖🐶
Por si fuera poco tuvo que irse a provincia a ver a su familia porque su abuela enfermó y eso no eran buenas noticias al ser una persona mayor. Sin embargo, su abuela era fuerte y después de una semana ella ya estaba muy repuesta y aprovechó unas cortas vacaciones para después regresar a la ciudad, además, no podía dejar mal a su alumno favorito porque en pocos días sería su fiesta de cumpleaños.
Regresar a la ciudad siempre era bueno, porque ya se acostumbró a vivir en ella y, aunque extrañaba a su familia, extrañaba las sorpresas que la ciudad preparaba.
Su teléfono sonó y pudo identificar el número del tío de Kim MinYoo. Era un mensaje en donde adjuntó la ubicación y la hora para su fiesta. Fue al centro comercial para comprar un regalo y cuando estaba en la parada de autobús para tomar el suyo sintió algo, una extraña sensación, pero se le olvidó cuando su autobús hizo parada y se subió a él.
La fiesta de su alumno era en casa de su tío y cuando llegó pudo reconocer a varios de sus alumnos y, claro, al tío del chico, Minseok.
—Maestro Byun.
—Dime solo, Baekhyun. Cuando me dicen maestro hace que me sienta viejo. Traje este regalo para Min. Espero que sea de su agrado.
—Me da gusto que viniera. Hay alguien que quiero presentarle, pero no ha venido —Minseok miraba su reloj una y otra vez—. Por mientras le presentaré a mi novio, acompáñeme.
Jongdae era un chico agradable y le hizo pasar momentos muy chistosos a Baekhyun, quien cuando se dio cuenta ya pasó dos horas en aquella reunión y tenía unos pendientes que resolver.
—Minseok, muchas gracias por todo, pero tengo que irme.
—Oh, bueno. Otro día será. Perdona mi atrevimiento, pero ¿te gustaría venir mañana? Jongdae cocinará algo delicioso y veo que se han caído bien. Él no es de muchos amigos.
—Claro, ¿a qué hora?
Se pusieron de acuerdo y sin más el maestro se fue.
Minseok estaba tomando algunas fotos cuando sintió que alguien tocó su hombro.
—Chanyeol, ¿qué horas son estas de llegar?. Deberías ser puntual.
"Lo siento. Kai y Sehun no se iban de mi casa y no quería traerlos".
— Bueno. Te serviré comida.
🐶💖
Baekhyun era una persona que amaba hacer amigos nuevos, por eso no rechazó la invitación de Minseok y cuando iba a tocar la puerta de su casa vio algo que le llamó la atención. Era un cartel, muy mal hecho, por cierto, pero lo que más le llamó la atención era eso de "hablar con un mudo en un antro". Tocó la puerta y Minseok la abrió sonriente.
—Hola, Baekhyun.
—Hola. Oye, ¿tú hiciste este cartel?
—¡Oye! No soy tan malo editando.
—Es solo que, hace unos días conocí a alguien en un antro y era mudo, pero no luzco como en los dibujos. ¿O sí?
—Espera.
Baekhyun siguió a Minseok por su casa ignorando a un Jongdae que les habló al ver su cara de "preocupación". Él mayor de ambos tomó su teléfono y le mostró una foto que tenía.
—¿Lo conoces? —preguntó Minseok.
—Es el chico que conocí, pero... ¿cómo?
—Él es justo el amigo que te quería presentar, sus amigos te estuvieron buscando y ellos son los culpables de tal cosa.
—¿Cómo se llama?
—Chanyeol
—¿Me estuvo buscando? – Minseok asintió.
—Debería hablarle y hacer que venga para que se reencuentren.
— ¡No!— gritó Baek—. Espera. Tengo una idea y ustedes van a ayudarme.
💖🌟
No estaba deprimido, pero sí muy frustrado. El tiempo pasaba y no ponía a ese chico en su camino otra vez. Era oficial, la vida lo odiaba mucho. Jongin y Sehun insistían en que lo mejor era volver a colocar los carteles, pero inmediatamente se negó. Ese cartel le daba mucha vergüenza. Su teléfono sonó con una notificación, mejor dicho, muchísimas porque la campanita no dejaba de sonar haciendo que su teléfono colapsara. Abrió las notificaciones y vió que lo etiquetaron muchas veces, además que tenía cientos de mensajes, no esperaba encontrarse con esa imagen. Estaba siendo compartido por muchas personas, otros conocidos se lo enviaban. Él corazón empezó a latir con velocidad y vio el reloj, eran las 7.
💖
Cuando llegó eran las ocho y estaba casi temblando de emoción. Incluso había algunos curiosos viendo que sucedería porque cuando se dio cuenta la publicación tenía dos horas en internet, así que tenía tiempo suficiente para hacerse un poco viral. Vio a Sehun y a Jongin con letreros de ¡Go Chanyeol! e iba a ir a quitárselo cuando...
—Al fin te encontré.
Giró y ahí se encontraba el precioso chico sonriéndole de una preciosa manera. Se acercó y pudo escuchar como todos murmuraban a su alrededor, pero no importaba, no ahora.
"Me llamo Chanyeol".
—Mucho gusto. Me llamo Baekhyun. Dime, ¿te gustaría tener una cita conmigo?
"Me encantaría"
A lo lejos Sehun y Jongin los observaban.
—Nuestro cartel estaba mejor. —Vieron que Chanyeol contestaba con señas y Sehun se emocionó—. Aawww. Que hermoso.
—¿Entendiste? —preguntó Jongin.
—Sí, Chanyeol primero dijo que se llamaba Chanyeol.
—Aaaah. ¿Y después?
—Que tenía hambre. No sé por qué dijo eso.
Fin.
Si es la primera vez que lees, hay un epílogo 😘
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