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Parte 4

—¿Como esta tu pie?— El doctor le pregunto un tiempo despues, al fin le habian quitado ese artefacto tedioso.

—Perfecto, ya no lo soportaba— Le sonrio como un niño. Por algun motivo que desconocia, se sentia energico, casi euforico.

—Fantástico, tendrás que hacer un poco de rehabilitación—  Asintió, era algo que ya estaba preparado. Se había aprendido el camino hasta el hospital para no molestar a ninguno en la casa y poder hacer sus cosas por el mismo —Tu muñeca seguira un tiempo más inmóvil—

—Muchas gracias doctor—

Terminó los últimos papeles correspondientes, tratando de firmar como persona normal y luego salir de ese edificio. Su mano todavía le molestaba, pero sabía que sería lo que más duraría en sanarse. Sólo le quedaban algunas manchas donde antes eran horribles moratones, tener un enfermero en la casa había ayudado, tampoco podía escapar de Jeno y su estado de madre sobreproctora.

La pierna no tenía la misma fuerza de siempre, pero aún así se sentía mejor por poder pisar más cómodamente. Despacio caminó unos pasos y miró al cielo, era un bonito día, así que decidió que sería buena idea caminar hasta la casa de su mejor amigo. Tomaría aire, ver el barrio donde vive, tal vez buscar algún alquiler en el camino. Le apetecía una taza de café y poder terminar las primeras horas del día, en mejores condiciones. Sabía que esa noche cuando Mark cruce la puerta, sería oficialmente un hombre divorciado. Todavía era guapo, podía conseguir alguna cita en cualquier lado ¿Quien se iba a resistir?

Perdido en sus pensamientos llegó hasta lo que parecía ser una parada de autobús, el sol golpeaba con más fuerza de lo que había pensado y su pie todavía no estaba en condiciones para seguir caminando, se sintió cansado y agotado ¿Cuánto había caminado? Y lo más importante ¿Donde se encontraba? Intentó relajarse y pensar con más calma, podría sacar su teléfono móvil y consultar en el gps cual era el camino hasta la casa de Jeno. La idea sonaba bien en su cabeza, hasta que recordó que no sabía la dirección.

Suspiró más fuerte. Ya se había perdido y no pensaba ir hasta su antigua casa, con algo de suerte Jeno no iba a trabajar todavía. Llevo dos dedos a su nariz y soltó el aire con pereza. Tenía que ser una broma, debía solucionar el problema.

Jeno tardó un poco en responder, pero al tercer intento la llamada fue tomada.

—¿Jaemin? ¿Que sucede?—  escucho unas voces por el fondo, seguramente ya estaba en el hospital. Si tan sólo no se hubiera apurado en salir rápidamente del lugar, se lo hubiera cruzado.

—Estoy perdido. Comencé a caminar y me di cuenta que no conozco tu dirección— miró a su alrededor y le indicó el lugar donde se encontraba. Sólo había caminado unas seis cuadras, pero su amigo estaba a punto de empezar su turno.

—¿Caminaste con tu pie en ese estado?— preguntó preocuado su mejor amigo.

—Estoy bien. Sólo algo cansado—  Escuchó como suspiraba del otro lado y contuvo una risa —Enviala por mensaje—

—No—  Abrió su boca sorprendido. Le había negado su pedido ¿Como iba a regresar? —Jisung está por la zona, le diré que pase por ti— Antes de cortar lo escuchó cambiar el tono de voz—  Quédate ahí—

Na Jaemin se sentía como un niño, uno que se perdió al salir por primera vez a la calle sin el permiso de sus padres. Tal vez eso era, de nuevo el chico pequeño que su mejor amigo debía cuidar. Como esas veces en las que bebía tanto que despertaba a Jeno para que lo pase a buscar a la puerta de alguna fiesta en la secundaria. Las personas pasaban por ahí y lo miraban ¿Por que no se tomaba ningún autobús? Hubiera sido más fácil si le dieran la dirección o menos vergonzoso si Jisung no tardara tanto. Miró para abajo un segundo y escuchó un nuevo transporte frenar en esa esquina, luego escuchó una voz que decía su nombre. Al observar bien, vio como Jisung en la puerta del autobús lo llamaba.

Dudando de todo el resto lo siguió, el menor pagó por él el transporte público y luego lo guio hasta uno de los asientos del final. Lo miró durante todo el trayecto con una sonrisa divertida en su rostro.

—¿Terminaste de reírte de mi?— eso sólo provocó que soltara una risa más fuerte.

—Lo siento. Es que no creí que realmente te perdiste— Jaemin lo miro y sólo pudo llevar sus manos hasta la cara, frustado.

—Pensé que recordaría el camino—

—Estabas caminando para el lado contrario. Vivimos en el este y esa parada está al oeste— Quiso golpearse por ser tan ansioso, la próxima vez escucharía mejor a Jeno cuando le da las indicaciones. Nunca hubiera llegado a la casa.

—¿No fuiste a la Universidad?—  decidió cambiar de conversación.

—No— el semblante de Jisung cambio repentinamente, en su rostro se dibujo una sonrisa amarga —Los tíos me dejan faltar a clases en esta fecha —

—¿Puedo saber por que?— El autobús frenó y lo vio pararse para bajar en esa parada.

Caminaron en silencio unos metros hasta que se encontraron con la puerta del hogar donde vivía el menor con sus tíos. Jaemin intentó no pensar mucho en el rostro triste de Jisung o en las últimas noches en las que lloraba, llevo sus pensamientos a otros lados como el hecho de que le pareció ver el hospital por las ventanas del autobús. Para la próxima vez ya sabría, de todas formas, ahora debía ir hasta ahí por unos días para su rehabilitación.

Jisung se dejó caer en el sillón y con una mano lo invitó a sentarse junto a el.

—Voy a contarte, pero promete que no te pondrás triste, tampoco frenes tus festejos de esta noche— Asintió. Ya habían planeado salir los cuatros a festejar su divorcio o por lo menos distraerse de todo lo que estaba pasando.

—Es una promesa—

—Hoy es el aniversario de la muerte de mi madre— Jaemin asintió despacio y lo dejó continuar al ritmo que quisiera —Tuvimos un accidente, mi padre murió en el acto y mi madre estuvo en coma un año y una semana. Es por eso que durante estos días me vuelvo sensible—

—¿La hermana de Mark?— Cuando lo vio asentir, comprendió. Las lágrimas de Mark, el estado pesado que iba aumentando en el transcurso de los días. La frase de Jisung cobraba sentido.

—Estoy bien. Sólo que es doloroso cuando llega el día, pero— El chico tomó aire en sus pulmones y sonrió —Cada año vamos a visitarlos, los tres, después de hacerlo siempre me siento mejor—

—¿Estas seguro de ir esta noche?— Pregunto con cautela. Jisung se quejó

—Lo prometiste Jaemin. Estoy bien ahora, a mi madre le gustaban las fiestas— Se encogió de hombros.

—¿Puedo preguntar algo más?— Hubo un largo silencio, tenso.

—Mejor cambiemos de tema. Otro día te contaré más— No lo pudo evitar, tomó una de las manos del menor y la apretó con fuerzas. Agradecía que le tuviera la confianza para decirle algo así.

Pasaron la tarde hablando sin parar, cuando menos se dio cuenta, Mark llegaba a la casa con su cara cansada. Le mostró la firma del juez y efectivamente ya estaba hecho, era un hombre soltero nuevamente. Solamente faltaba arreglar el tema de la casa, pero Jaemin estaba de acuerdo en dejarsela a la mujer. Tendría un hijo muy pronto y no se iba a permitir dejar a una mujer embarazada en la calle. A pesar de las palabras de Jisung y lo que se imaginaba que era el proceso de duelo, ellos se veían bien, parecían esas personas que conoció los primeros días.

Un tío y su sobrino rebelde que le gusta hacerlo enojar por cualquier cosa. Comprendió que así era como ellos tomaban las cosas, si mal no había escuchado, Jisung estaba con Mark y Jeno desde que tenía seis años. Hasta el año pasado, Mark era el tutor legal de Jisung por pedido de los padres del último.

Los miró desde afuera y sonrió, si ellos estaban bien, no debía preocuparse.

Jeno llegó de trabajar y les recordó que mañana tenían que ir a probar sus trajes para el casamiento, así que la fiesta sería en la casa. Un par de pizzas, bebidas y anécdotas. Tal vez un poco de música, Jaemin haría que Jeno volviera a bailar como lo hacia antes.

—Jaemin— Lo llamó mientras servían un poco de palomitas para ver una película, a pedido de Jisung —Muchas Gracias— Lo miro confundido.

—¿Que hice?—

—Todos los años intento subir el ánimo en esta fecha y hoy...— Los ojos de Jeno se iluminaron con ilusión cuando los vio sentados discutiendo que película ver —Ayudaste a que sus mentes se distraigan. A veces caen en la tristeza y otras no—

—¿Tu estabas?— Su amigo lo vio y asintió.

—Fue mi primer paciente cuando hice las prácticas—

—Realmente le tienes aprecio ¿No?— Sus ojos se encontraron y le sonrió avergonzado.

—Vi crecer a Jisung, es como si realmente fuera mi sobrino y estoy enamorado de Mark. Si es lo que preguntas—

No tenía idea de que hora era cuando Mark arrastró a Jeno hasta su habitación compartida, había bebido de más y luego de bailar en medio de la sala con un vaso en la mano, su novio le dijo que era hora de irse a dormir. Aún le dolía el estómago de reírse tanto por la escena, su mejor amigo seguía siendo pésimo para aguantar las bebidas.

Dejó de reírse y escucho otra risa desde su derecha, se giró y observó como Jisung se reía con sus mejillas coloradas. No supo decir si era por la risa o por el alcohol que había digerido, si era como su tio, la pequeña lata en su mano era suficiente.

—¿Puedo preguntarte algo?— Escucho decir.

—Claro— Intentó calmar su risa y prestar atención al chico que le hablaba.

—¿Como supiste que decir cuando Chenle terminó conmigo? No, espera. Yo termine con el—

—Soy divorciado ¿Lo olvidas?— Jisung negó, sus ojos estaban fijos en su rostro. Dejó de sonreír y lo pensó más calmadamemte.

—Me dijiste que ese no fue tu primer amor—

—Es cierto. Pero mi primer amor quedó en el pasado, el está casado. Jeno me lo dijo— A pesar del tono melancólico en su voz, Jisung sonrió mientras lo miraba de arriba abajo. Casi triunfante.

—Entonces ¿Eres bisexual?— Asintió despacio. No estaba muy seguro, pero era la única forma de entenderlo. Había tenido un par de parejas, había estado enamorado de un chico y se había casado. Tampoco le molestaba la idea de estar con un hombre.

—¿Por que lo preguntas?—

—Curiosidad— El chico tomó un sorbo de su lata y se relamio los labios. Instintivamente los ojos de Jaemin se movieron hasta los labios ajenos.

Cerró los ojos con fuerza, no debía permitirse tener esos pensamientos. Seguramente era el alcohol en su sistema, sólo su subconsciente jugando con él. Era el sobrino de su mejor amigo o algo parecido, era menor, mucho más menor que el.

—Lo siento— De disculpó. No sabía de que, pero sintió las ganas de hacerlo.

—Jaemin. Si te beso ¿Sería correspondido?— Lo miró con los ojos abiertos, sorprendido por la repentina pregunta. Su mente estaba nublada

¿Que se suponía que debia responder?

—No-no lo se— Fue sincero. Con algo de suerte, el chico estaría borracho y luego no recordaría nada.

—Entonces la próxima vez que me mires los labios, no te detengas. Yo no lo voy a hacer — Sintió como el rostro ajeno se acercaba a el, cada vez más cerca. Podría sentir la respiración agitada de Jisung.

—Yo— De detuvo sin saber que decir. No, no, no podía hacer esto. Si el era amigo de su tio, Jaemin era también algo parecido. Estaba confundido.

—Ahora estoy un poco borracho y no tengo filtro— Cerró con fuerza sus ojos, los labios del menor eran como fantasmas sobre su boca. Si se dejaba llevar caería en un profundo abismo.

—Sería un error—

—Lo sé. Sólo quería decirte algo que no pienses que lo diré sobrio— Abrió por fin los ojos cuando sintió que el otro se aparto, volviendo a respirar con fuerzas. Lo vio levantarse del lugar —Creo que eres muy apuesto y empiezo a pensar que me gustas—

No dijo más nada, se fue como si nada hubiera pasado. Como si nunca hubieran estado a punto de besarse, como si no se hubiera, de cierta forma, confesado hace menos de unos diez segundos. Jaemin se quedó mirando a la nada, pensando en lo que acababa de ocurrir.

Voy a intentar hacer un pequeño maratón, si no subo todo junto, voy a tratar de actualizar todos o casi todos los días. Por lo menos unos tres o cuatro capítulos

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