Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte 3

Habían pasado dos o tal vez tres semanas en esa casa, Jaemin ya tenía su pie en mejores condiciones, ahora sólo rengueaba un poco. Faltaba menos de lo que pensaba para que le quitaran todo eso que le molestaba tanto.

Sólo un poco más, se repetía una y otra vez.

En esas semanas había aprendido el ritmo de vida de sus habitantes. Jisung estudiaba todo el día y cuando no lo hacía, se sentaba en el sofá a leer algún nuevo libro, hablaban un poco y se conocían entre risas. Había días donde lo escuchaba llorar, algunas noches jeno caminaba hasta su puerta y lo consolaba, pero otras, Mark se pasaba horas intentando convencerlo de que lo deje entrar. Sin éxito cada vez.

Jeno dormía por las tardes y trabajaba por las noches hasta el amanecer, cuando Mark se vestía para ir a trabajar en su oficina. Al parecer era un buen abogado y tenía muchos clientes, Jaemin sólo debía preocuparse por su salud, su abogado tenía todo en orden y lo mantenía al tanto de cada paso. El viernes sería la última reunión y finalmente estaría totalmente desvinculado con esa mujer. Todo parecía ir de maravilla.

Pero existían días como esos, donde se sentía una molestia, donde quería arrancarse ese yeso de su muñeca y volver a cocinar como antes. La cocina había sido su refugio de la realidad en los días amargos, ahora sólo pensar en eso le provocaba un nudo en el pecho. Justo en el centro

Miró a Jisung sirviendo un poco de café en su taza, le dirigió un buenos días con una sonrisa. Como si esa misma noche no hubiera estado llorando durante horas. Tampoco se atrevía a preguntarle que le ocurría.

-Tienes que dormir un poco. cariño- escucho las palabras de Mark que se acercaba con su novio detrás.

-Estoy bien, esta noche sólo trabajo cuatro horas-

-¿Tienes cambio de turno?- Le preguntó a su mejor amigo, este asintió.

-Si. La semana que viene comienzo a trabajar durante las tardes-

-De todas formas, descansa un poco- con unas últimas palabras se despidió con un beso de Jeno. Lo saludó con una mano a Jaemin e intentó despedirse de Jisung quien lo ignoró olímpicamente.

-¿Vas a seguir evitandolo?- El mayor habló primero. Con un tono autoritario, casi no parecía el niño joven con el que creció.

-Lo haré cuando su rostro sea diferente y que no tenga la misma sonrisa que ella- Jaemin se asustó por el repentino arrebato del menor. Los dejó intercambiar miradas, pasar de la molestia a la tristeza. Supo en ese momento que no debía interferir en la conversación, así que con cuidado se levantó de su silla y se encaminó hasta su habitación.

Jaemin miró al techo, pensó cuánto había cambiado su vida en esos momentos. En otras circunstancias estaría con su mujer a su lado, preguntándole si necesitaba algo. Sonrió con amargura, se estaba mintiendo así mismo. Seguramente Yerin contraraba una enfermera mientras ella se iba a trabajar, a veces pensaba que amaba más a su trabajo que a él mismo. Ahora lo comprendía, había algo que la hacía levantarse e ir a trabajar, mas bien un alguien. Mirando atrás a su matrimonio, tal vez no era todo tan perfecto como pensaba. Había vivido en una burbuja durante muchos años.

Esa mujer se lo había dicho, había cambiado. Pero Jaemin pensaba que esos cambios era para el bien de ambos.

Sacudió su cabeza y decidió que no era momento para lamentarse el pasado, ya estaba hecho y en poco tiempo ya no la volvería a ver. Así que se levantó y decidió tener una charla con su mejor amigo. Recordaba las tantas veces que lo había escuchado, no sería mala idea tener una conversación profunda con Jeno y pedirle ayuda.

Caminó hasta la puerta de la habitación de los novios y rogó para no interrumpir el sueño del joven. No quisiera molestarle cuando debía ir a trabajar esa misma noche. Golpeó la puerta dos veces, recibió una indicación de "Adelante" a los segundos.

Abrió la puerta con parsinomia, su amigo estaba en su cama de dos plaza con su pijama, la computadora en su falda y los lentes en su rostro, los ojos en media Luna lo observaron y lo invitaron a pasar.

-¿Sucede algo?-

-¿Que haces con Jisung cuando está triste?- Los ojos de Jeno mostraron preocupación y dejo la computadora portátil a un lado. Palmeo la cama a su lado, Jaemin entró sin pensarlo dos veces.

-¿Tu novio no sé pondrá celoso?- Le pregunto, intentando calmar el pesado silencio a su alrededor.

-No serías la primera persona que abrazo y eres mi mejor amigo- Sonrió nuevamente y le hizo caso, dejandose caer a su lado. -¿Vas a decirme que sucede?-

-Nada. Sólo las voces en mi cabeza- Jeno sólo asintió, entendiendo a lo que se refería. Era de esperar, no había dicho una palabra desde ese día tedioso en el hospital.

-Piensas en todo lo que ocurrió- No era pregunta, y Jeno sabía la repuesta de todos modos -Todo estará bien, encontrarás a otra persona que te haga feliz-

-Lo siento, tu estas a punto de casarte y yo vengo con mi divorcio y problemas- Se sintió incómodo. Mark y Jeno estaban enamorados, no quería que sus problemas los haga dudar.

-Esta bien Nana. Nosotros somos diferentes a ustedes- El asintió de acuerdo. Lo había visto en sus ojos, no recordaba mirar con tanta admiración, que brillara en sus pupilas cuando miraba a su esposa. Así como lo hacen ellos dos.

Se sintió celoso de su amor. Quería algo así, por lo menos ya no se mentía a si mismo.

-¿Quieres ayudarme con esto?- El joven le mostró la imagen en su computadora, eran como una suerte de centros de mesa. Jaemin se emocionó al darse cuenta, estaba eligiendo la decoración para la recepción de su boda.

-¿No lo harás con Mark?- preguntó sigiloso. No quería ser entrometido, tenía suficiente con aparecer de repente en su vida y ser invitado en la fiesta, se recordó que debía hablar con su contador nuevamente.

-El ya eligió estas, yo debo decidir cual se queda y mandarla al organizador- los puntos de unieron. -Voy atrasado. El sábado iremos a probarnos los trajes y se supone que debo tener todo para la reunión-

-Por eso Mark quería que descansaras - Escucho una respuesta afirmativa, ambos miraban las imágenes, Mark tenía buen gusto.

Pasaron un tiempo eligiendo, riendo como dos niños por sus ocurrencias. Se sintió como la secundaria, esos momentos donde Jeno lo ayudaba a elegir el mejor atuendo para ir a salir con alguna chica que acababa de conocer o como ese día que lo ayudo a buscar las palabras correctas para confesar sus sentimientos a Renjun.

Renjun, ahí estaba otra vez en sus pensamientos. Todo lo que hacía con Jeno lo hacía recordar al chino, los olores, los colores y la voz de su amigo. Sólo quería regresar el tiempo y quedarse en Corea, pero no sólo había escapado de su realidad, había ido por sus sueños.

Sólo quería saber que había sucedido con su primer amor.

-Jeno- Tomó aire en sus pulmones. Su mejor amigo había estado evitando el tema, si el no lo preguntaba nunca tendría las respuestas.

-¿Que sucede?- se miraron a los ojos unos momentos.

-¿Como esta Renjun?- Su amigo se quitó las gafas y se rasco los ojos con cansancio. Había visto a Mark hacer ese gesto muchas veces en ese tiempo, pero los hábitos pueden imitarse cuando pasen tanto tiempo juntos.

-Sabía que este momento llegaría. Tardaste más de lo que pensé- ambos rieron. Si su mejor amigo hubiera estado ahí desde un principio, seguramente no se habría casado. -El sigue en contacto con nosotros, se hizo amigo de Mark también-

-Entonces, irá al casamiento ¿Verdad?- ¿como sería volver a ver a su primer amor después de más de una década?

-Si, pero no te hagas ilusiones- Jeno suspiró,  soltando todo el aire contenido en sus pulmones -Está casado y tiene un hijo con su pareja-

Esas últimas palabras se reprodujeron una y otra vez en su cabeza. Casado y con un hijo, sonrió para si mismo, obviamente había encontrado a una mujer que quisiera pasar toda su vida con él . Era el hombre que cualquier persona quiere en su vida, Jaemin lo anhelaba.

Pero no podía tener el corazón de alguien que nunca estuvo a su disposición.

Mañana, el viernes. Era el día en que la última sesión se realizaría, pensaba festejarlo invitandolos a cenar a todos. Temprano iría con su contador, sacar su pasaporte y comprar los boletos de avión para viajar a Canadá, el sábado buscar un traje y olvidar su vida pasada. Sería como un reinicio, también debería buscar un departamento más chico, para un hombre soltero. Luego tendría que ir con su doctor para que le quite por fin la fedula y conenzaria a caminar por su cuenta. Sólo un poco más.

Recitó su plan una y otra vez, intentando que eso lo haga dormir. No sabía que hora era, pero estaba seguro que ya era tarde. Jeno estaba trabajando y los demás dormían. O eso pensaba cuando escuchó nuevamente los llantos de Jisung, no pasaría mucho tiempo hasta que Mark saliera de su oficina o habitación si estaba cansado para ir a intentar consolarlo.

Pasaron unos minutos hasta que escucho las súplicas de Mark, lo confirmo, estaba durmiendo. Se preguntó a si mismo porque sucedía aquello, tal vez debió preguntarle a Jeno y no ser egoista intentando recuperar los fracasos del pasado.

Se levantó de su cama y decidió caminar hasta la puerta. Ahí vio, del otro lado, al novio de su amigo habando a una puerta cerrada.

-Por favor Jisung. Jeno no viene hasta un par de horas-

-¡Lárgate! Sólo quiero hablar con él- Grito el menor desde su lugar. Un llanto descontrolado del otro lado.

-Lo siento sung, no puedo evitar parecerme a ella- El mayor Cerró sus ojos, presionando su cabeza en la puerta. Soltando un par de lágrimas en el proceso, el también estaba llorando. Tal vez incluso desde antes de llegar al pasillo.

-¿Por que tuvo que trabajar hoy?- Jaemin se sentía mal por escucharlos hablar, pero no podía evitarlo. No quería interrumpir.

-¿Crees que a mi no me duele? También la extraño y quisiera que Jeno estuviera para abrazarme-

-¿Por que dejaste que se fuera?-

-Debe ir a trabajar- Escuchó un fuerte golpe venir de la puerta y luego un grito desgarrador.

-¡Hablo de mamá!-

No lo soporto más y se acercó a la puerta. Con la mirada intentó calmar a Mark, este lo entendió y secó sus lágrimas.

-¿Puedo hablar con él?- El abogado asintió y dio unos pasos atrás. Regresando a su habitación. Antes de entrar se dio la vuelta y le dijo.

-Cualquier cosa, estaré despierto un rato- Le agradecio por lo bajó y espero a que entrará a su habitación.

Golpeó despacio la puerta y con voz calmada le habló al chico.

-Jisung, soy Jaemin. Se que quieres que éste Jeno. Pero déjame intentar consolarte- Entonces recordó las palabras del menor de hace unos días -Tu lo dijiste, pude calmarte como lo hace Jeno-

No escucho más nada, sólo el sonido de la puerta abrirse, las llaves en la cerradura. Al abrirse la puerta vio a Jisung con sus ojos rojos por el llanto, su nariz roja de ser refregada repetidas veces. Sostuvo las manos del menor y con cuidado lo dejó guiarlo.

No supo bien que sucedió, sólo recuerda la respiración agitada del chico en su pecho. Luego de unos momentos, se volvió más calmada, le dolía la espalda por estar en la misma posición durante tanto tiempo. Se había dormido abrazando a Jisung y se despertó con la casa vacía y silenciosa. Una nota en el refrigerador y en su mano, en donde está el yeso un pequeño "Gracias" con una cara sonriente, no debió pensarlo mucho cuando lo leyó. Era sin dudas un mensaje de Jisung agradeciendo.

Disculpen la demora! Cambie de celular y no me siento todavía cómoda con el nuevo teclado y demás. (Mi computadora tampoco funciona) en fin. Espero les este gustando esta historia que recién empieza! Gracias Kou por leerla!!!

Perdón si hay algún error de tipeo!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro