7. Asímilalo, Descubrelo...Sé fuerte
Se adentraron nuevamente a la residencia de Muerte, él caminaba enfrente subiendo por unas escaleras de caracol; Llegaron a su habitación.
Vida durante todo el camino se sintió intranquilo como si supiera a donde dirigían sus pasos, una sensación de haber recorrido ese lugar antes, cuando Muerte abrió la puerta de su habitación y entro a ella quedo impactado.
Todos sus obsequios y algunas otras cosas estaban en esa habitación, meticulosamente acomodados y cuidados.
—Bueno, aquí estamos ¿Qué sucede? —Volteo a verle, encontrando a Vida perdido, observando todos los detalles de su cuarto, reacciono —Me gusta guardar las cosas.... Es como—Decía intentando sonar creíble. —Como cuando acumulan cosas los humanos, mal del cuervo, tú sabes....— aparento una risa.
—Cambiemos tus vendajes—dijo Vida, no sabía cómo procesar todo eso y quería cambiar el tema.
Todas las cosas en ese cuarto se le hacían familiares, inusualmente familiares casi tanto como Muerte, su corazón latía sin control podría perderse en los ojos de su contrario, añorando que lo miraran por siempre, se sorprendía de sus decisiones, como atrevidamente decidió intimar con él cuando no habían hablado durante años o llevarlo a su mente porque de alguna forma sabía que le gustaría estar ahí.
—Claro —Dijo Muerte apenado, quitándose su saco, dirigiéndose a la cama, aflojo su corbata y sentando en la orilla empezó a desabotonar su camisa, bajo la mirada expectante de Vida.
Se perdía en la figura del Dios alto, inquieto, ansioso se preguntaba ¿Sus labios serían igual de tersos que su piel? ¿Cómo sabia eso si nunca lo había tocado?, ¿por qué no podía odiarlo aunque lo intentará? ¿Era algo tan superficial como su mera apariencia?, No... Estaba seguro que el sentimiento que lo empezaba a embargar era más profundo que un deseo pasajero y era por ello que quería conocerlo más.
Fue ahí cuando se dio cuenta de lo que significaba cambiar los vendajes, ahora se sentía avergonzado, hubiera dejado que el dios alto se hiciera cargo él solo, se aproximo a él, notando el adorable rubor en las mejillas de Muerte, dibujo una sonrisa en sus labios.
—Voy a quitarlas —Muerte asintió, mirando hacia un lado.
Vida empezó a quitar las vendas, y a limpiar con cuidado la herida —Medico me advirtió que arde un poco— dijo colocando el medicamento.
Muerte solo dio un leve respingo mientras cerraba fuertemente sus parpados, con ambas manos a los lados apretando la sedosa cama, quería que eso pasara rápido.
Que el dios de piel turquesa no se diera cuenta de su nerviosismo, de los fuertes latidos de su corazón que desde hace millones de años latían intentando alcanzarlo y al tenerlo tan cerca sólo quisieran atraparlo, cumpliendo las promesas que se habían jurado.
Abrió lentamente sus ojos, al sentir el vendaje puesto y que Vida se había apartado—¿Ya está? —Pregunto mientras volteaba a ver a Vida y buscaba su camisa para cubrirse.
Fue ahí que lo vio, Vida lo miraba curioso y parecía en trance, el hombre ni siquiera se percato de su pregunta, toda su pálida piel adquirió un sonrojo notable casi tanto como el de sus pómulos, se cubrió rápidamente.
—Ya esta— sentencio, mientras se levantaba y le daba la vuelta a Vida, no podía verlo a los ojos lo empujo hacia la salida—Muchas gracias, Nos vemos mañana —decía rápidamente, sacándolo de su cuarto—Conoces la salida, Adiós—Fue lo último que dijo antes de cerrar la puerta y dejarse caer sonrojado. ¿Qué había sido todo eso?
No cometería una imprudencia otra vez, él debía resistir, al ser el único que podía recordar, forzar su acercamiento con Vida o actuar sin meditar sólo lo confundiría más, ese beso en el mundo mortal había sido necesario para hacerle ver sus intenciones, el dios de piel turquesa era un despistado, necesitaba una acción directa para hacerlo entender; Cosa que fue hecha en un momento malo y por lo tanto el precio había sido alto.
Aunque se estaban acercando y el otro continuo hablando con él aun después de lo que sucedió aquel día, Vida ya no le mostraba por completo sus emociones y eso le dolía.
Hubiera deseado tanto atraparlo entre sus brazos y besarlo, adoraba el brillo de los ojos chartreuse de su contrario, la mirada que le había brindado lo había dejado paralizado regresándolo por ese breve instante al pasado pero, no podría haber actuado como lo hubiera hecho antes.
Tomo su rostro con desesperación, eso había sido embarazoso, tal vez demasiado ¿Qué era un adolescente? Vida era el único que alteraba tanto su mente, el único que había derretido su desierto de nieve para crecer dentro de él, creando un oasis permanente, suspiro.
Vida lo había visto millones de veces, y él al otro... pero seguía siendo Vergonzoso; Habían pasado tantos años, que esta experiencia parecía nueva, o por lo menos la sensación así lo era, se abrazo así mismo, mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios, recordando el instante en que vio su rostro, que mirada... enserio, que mirada.
Se dispuso a cambiarse, se levanto del suelo y se coloco sus prendas para dormir.
Antes de acostarse miro sobre su tocador, donde se encontraba el primer regalo que había recibido del benefactor, deposito un beso en la pequeña flor, tenía que ser fuerte y seguir, aunque los recuerdos fueran difíciles de manejar y sus emociones de controlar.
Un golpeteo en la puerta lo hizo girarse, ¿Vida seguiría ahí? Imposible.
— ¿Si?
—Muerte, ¿puedo pasar?— se escucho desde el otro lado.
Dudo, ¿Por qué Vida seguía ahí?— Claro.
Vida abrió la puerta con la mirada baja y un leve rubor —Muerte, yo...yo siento lo que— decía mientras levantando la vista, encontrando a Muerte de pie frente a él, vestido para dormir.
—¡¿Eso es un camisón?!— grito sin poder contener su impresión, mientras los tonos subían en su cara, eso dejaba ver demasiado o por lo menos eso pensaba su mente traviesa, cuantos golpes más iba Muerte a proporcionarle a su cordura.
Muerte lo miro indignado y sonrojado— ¡Es... es una Bata¡ —Replico —Ya paso, ve a tu casa —decía mientras se disponía a salir con él.
—No...no vas a salir así... ¿o sí?— decía entrecortado y apenado.
—¡OH! Por el gran señor ¡¿que tiene malo?!
—¡Es endemoniadamente RARO!— decía volteando a encararlo.
Se quedaron viendo fijamente sin saber que decir, muerte estaba completamente apenado.
Por lo menos ya no dormía como antes pensó en sus adentros, volteo hacia el otro lado esquivando la mirada de Vida, mirando al piso.
Él no había querido herir a Muerte y parecía que lo había hecho, se exalto por todo lo que el otro le hacía sentir y saco lo primero que estaba en su mente, se reprendía de sus reacciones y las desquitaba con el Dios pálido que tenía enfrente...
"Bien hecho Vida, hazlo sentir mal con tus comentarios, Imbécil"– Pensó, debía aclarar esa situación, encargarse de las cosas que cometía mal.
—Lo siento—Pronunció, tomándolo rápidamente por el cuello depositando un beso en la mejilla del de ojos ámbar — nos vemos mañana— murmuro, mientras se teleportaba fuera de ese lugar.
Muerte se quedo ahí parado sintiéndose extrañamente cálido, una sensación ardiente impregnaba su mejilla, la sensación de los labios del otro sobre su piel hacían cosquillar ese lugar, un detalle tan simple como ese lo embriagaba de felicidad, era un hombre fácil de complacer, sonrió; Sería difícil conciliar el sueño esa noche.
Vida se encamino por el sendero de galantos, caminando pesado, murmurando cosas sin sentido y una que otra mala palabra para sí mismo.
—¡¿Quién usa batas en esta época?! — vocifero al salir del sendero despeinando sus cabellos.
Se escucho una leve risa —Y eso que hoy refresca, si no tal vez no tendría nada puesto. —Decía una voz con fingida reflexión e inocencia, volteo a la dirección de dicha voz.
Amor lo estaba esperando a fuera, reía al ver la expresión de Vida, era irreal, sus ojos abiertos exageradamente y su rostro completamente rojo.
—¿Có...cómo sa.. Sabes eso?— murmuro.
—Soy su mejor amiga, Vida — se le acerco, mirándolo a los ojos — la pregunta aquí es: ¿Qué es lo que no sé?— dijo yéndose de ahí clavando la intriga en el corazón de su superior, una pequeña chispa empezaba a crecer en esos ojos olivas y eso la hacía feliz.
Amor ex oculis oriens in pectus cadit *, ayudaría a su mejor amigo a cometer sus objetivos.
Se quedo ahí parado pensando en lo que había dicho Amor, necesitaba calmarse o algo, no podía dejar de pensar en esos hermosos ojos dorados.
Se dirigió a su casa, estaba inquieto, no podía conciliar el sueño, siempre que cerraba los ojos en su cabeza se recreaba la forma de Muerte, con pensamientos no muy sanos y algo extraños...
Fue a su cocina sacando las botellas de licor, tal vez el alcohol conseguiría adormecer a su cuerpo pero, aun después de dos botellas y varios tragos a ese ginebra, no lo conseguía, necesitaba un consejo. Tomo el teléfono.
Marco un número rápidamente esperando que respondieran del otro lado de la línea, tres timbrazos, si no respondía al cuarto se rendiría.
— ¿Qué quieres brócoli con patas? — se escucho del otro lado de la línea, una voz irritada y somnolienta.
—Locura, dame el teléfono— se escucho del otro lado de la línea — ¿Qué sucede Vida?— contesto la voz de su mejor amigo.
— Amm... Sabiduría ¿con que duermes? — pregunto.
Sabiduría intento procesar la extraña pregunta— ¿con pijama? — contesto confundido.
— ¡Verdad!, es que fui a casa de Muerte y... — empezaba a relatar.
—No es cierto, Duermes con-migo— se escucho la interrupción de Locura— Apio, ya es muy tarde, si te sirve una voz dice que es normal dormir desnudo —colgó.
Se quedo pensativo y preocupado del otro lado de la línea ¿él era el raro?, todos tomaban el tema de forma natural, lo estaba pensando de más... por el señor, había pensando en ropa interior no en... Por ithis... él se merecía el Nim, agarro entre sus manos sus rostro sintiéndose inmensamente apenado, esos días cuidando a Muerte iban a ser los más largos de su existencia.
Se dejo caer en el sofá, esa noche perdería el sueño no por sus pesadillas si no por sus constantes pensamientos.
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*Amor ex oculis oriens in pectus : "el amor nace por los ojos y se hunde en el corazón". Me gusta mucho esa frase aunque suene algo superficial, lo analice y creo que realmente no lo es, si no más bien que para descubrir algo y saber más de él debes primero notar su existencia.
Y pensando que originalmente fue Vida el que noto la existencia de Muerte y aprecio los detalles de él, ahora esta historia debería escribirse de forma diferente.
Jeje Muchas gracias por apoyar esta historia que es simple, pero hecha con mucho cariño.
Yo siempre he creido que cada cosa que haces sirve en tu vida y/o en tu profesión, por grande o pequeña que sea por eso no hay que dejar de experimentar y hacer cosas nuevas, aunque de miedo hacerlas, no salgan como tu quisieras, o el tiempo se te escape de las manos como conmigo.
Muchas gracias por leer y continuar este pequeño fanfic, enserio muchas gracias, nos vemos en la proxima actualización.
Creditos: Canción Ed Sheeran - Photograph (las fotografías son para recordar; Lean la letra de la canción por favor >u< )
¿por qué? cuasi-spoiler abajo de mis motivos al seleccionar la canción:
las fotografías son para recordar,Segun la canción yo creo que Muerte esperará a que Vida recuerde, a que regrese a "casa", aunque sea dificil lograrlo y se lastime en el proceso, porque el amor que tuvierón no es algo que pueda reemplazar, es lo que lo hizo continuar y se sentiria vacio sin el, por eso no puede borrar sus propios recuerdos... dije demasiado.
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