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13. Pasión, deseo... Amor. (+16)

Un beso fue lo que se necesito para desencadenar aquella pasión que venía acumulándose a través del tiempo, tal vez era porque sus manos conocían a la perfección el camino correcto, sus dígitos se deslizaban sin pudor en el cuerpo ajeno, estimulándolo para embriagarlo en el deseo, quería gozar de haber tocado y probado cada parte de la piel del otro cuerpo; Se deshizo de la estorbosa tela, quería verlo, sentía una urgencia de recorrer con sus ojos todo lo que aquel dios ocultaba tras ese traje negro.

Un suspiro, un jadeo; Respiraciones que se iban haciendo cada vez más errantes y entrecortadas; Haciéndolos hervir en el fatuo anhelo, de pertenecerse mutuamente.

Una mirada en los ojos del contrario, bastaba para comprender que aquello era una entrega única, sonrieron con complicidad mientras volvían a unir sus labios.

Empezó a desabotonar la camisa del dios alto, dejando aquella blanca piel expuesta, que temblorosa le mostraba sin decencia, las partes más sensibles de su cuerpo, recorrió con su mirada la delgada figura de aquel dios, sin duda alguna la imagen de la muerte era algo muy sensual; Sus hipnóticos ojos color ámbar lo invitaban a continuar, sus largas pestañas rozaban en cada pestañeo su cara.

Tal vez era aquella mirada, la que lo embriagaba, haciéndolo perder la cordura, mordió el cuello de aquel dios bajo de él, marcándolo suavemente desde su boca hasta su pecho, acariciándolo lentamente con sus dedos.

El otro se estremecía a su contacto, su espalda se curveaba al sentir aquellas manos sobre su cuerpo, los jadeos de su pareja eran una invitación abierta, que decía a gritos quedemos juntos siempre.

Miraba con curiosidad y pasión al dios alto, se sentía travieso de sólo observarlo, ¿Cuantas facetas distintas tendría la muerte? Estoico, galante, suave, tímido, sarcástico... Incontables eran las palabras con las que podría definirlo.

Vida aprisiono los rosados botones de Muerte, entre sus dedos, haciendo que el otro soltará un fuerte gemido de entre sus rosados labios. Habían sido muchos años sin sentir aquel contacto; su piel se estremecía con sólo una caricia, su corazón latía a un ritmo acelerado; Recordar algo es muy diferente a tenerlo frente a tus ojos, entre tus manos.

Es embriagante el sentimiento que te llena cuando estas con aquella persona que te lleva a los limites de tu cordura, que cálida crece sin miedo en tus adentros, invadiendo tu alma, invadiendo tu mente, ensombreciendo tu juicio, te hace caer con ella en los brazos del sentimiento más puro en insano de todos; El amor .

Miro aquellos pequeños puntos rosados temblar entre sus manos, la piel pálida del dios alto adquirió un tono sonrosado, sus labios se hallaban humedecidos y sus ojos cristalizados, intentó acallarse a si mismo mordiendo su labio, hecho que sólo lo incitaba a continuar con sus actos. Besó su cuello, regalándole un suspiro sobre de él, marcando sutilmente en su piel lo que se había mantenido callado, en el fondo de su ser.

Con provocación Muerte irguió lentamente su cuerpo, apoyando sus manos en Vida lo empujo hasta quedar ambos de frente, se acerco hasta su boca, regalándole sutiles besos, sus ojos entrecerrados ardían en la ansía de estar juntos; Jadeando entre besos descendió por su cuerpo sin parar de verlo; Sus dígitos se movieron ágilmente entre la tela, descubriéndolo por completo, sus escurridizos dedos invadían la piel del ajeno, mientras no paraba de verlo, besarlo, marcarlo... De querer hacerlo suyo por completo.

Aquel acto era algo más que un acto de recreación, curiosidad o necesidad... Para seres como ellos, que han vivido tanto tiempo; Era una promesa. Sé uno conmigo, para la eternidad.

Las almas se entrelazan para siempre, jurando encontrarse nuevamente en otra vida, esperando tomar el camino correcto que los lleve a estar juntos otra vez; En el caso de los dioses que las vigilan, es un caso similar, jurando con cada acto que dan, un sólido eslabón que los lleve a permanecer uno al lado del otro por la eternidad.

Muerte beso sus labios de manera tierna para seguir por su cuello, descendiendo hasta llegar a su pecho, dejando leves mordidas y pequeñas marcas, rió divertido mientras le decía.

—Me haces sentir como un pervertido, sino haces nada. — le decía completamente rojo, mientras desabrochaba el cinturón de él, deslizando aquella prenda junto con su ropa interior.

Se necesita de todo y a la vez nada para tener la confianza de mostrarle a alguien las impurezas del alma, dejando al descubierto tu corazón, aquel que durante años latía con dolor, podrías terminar herido, podrías terminar reparado a medias, o podrías por fin... Estar completo.

Debía participar también en eso, sus manos rápidamente profanaron el pantalón ajeno, se movieron una adelante y otra atrás de Muerte, quien lo miro con sorpresa, cuando aprisiono con su mano su miembro estimulándolo; Sólo pudo abrazarlo, intentando ocultar un poco su pena, ahogando en su cuello sus gemidos.

—¿Esta mejor así? — pregunto con sorna, mientras desvestía al dios de la muerte, recostándolo de nuevo sobre el pasto.

La mirada traviesa de Vida lo rebosaba en éxtasis, haciéndolo sentir divertido, inquieto, alegre... Tan vivo.

El dios de piel turquesa no sólo le había mostrado el mundo, le había hecho sentirlo, amarlo, respetarlo, admirarlo, tanto como a él. Una vez más tocaría esos labios, lo que inundaba su alma estaba muy lejos de poder ser expresado con palabras, las caricias y besos iban y venían de un lado a otro; Hacer el amor es más que desnudar un cuerpo, para ellos era entregarse por completo.

Debajo de él, completamente desnudo jadeando y dispuesto estaba el dios más reservado de la creación, quien entrelazaba sus largos brazos por su cuello, incitándolo a continuar para recrearse en su cuerpo, sus delgadas piernas se acomodaban a la perfección en su cadera para tenerlo más cerca de él, para estar unidos de todas las formas que pudieran.

Era bello, el dejarse caer en los brazos de la muerte, dichoso quien estuviera entre ellos, la paz que lo embriagaba era casi tan grande como su deseo, Muerte era estabilidad para su mente, río con dicha ¿Quién era él para ser merecedor de tal mirada? Él descubría su corazón tocándolo como una fina pieza, admirándolo de cerca sin importarle sus grietas, las fascinación en sus ojos cuando estaba con él, lo hacía sentir dichoso... quisiera ser el único que supiera de lo gentil que puede ser la Muerte.

—Gentil, educado, tímido, sincero... Caballero de la muerte ¿Cuáles son tus defectos? —Decía mientras robaba un fino beso de los labios del otro.

Muerte lo miro con ironía mientras se levantaba lo suficiente para estar su rostro frente al otro de nuevo. —Posesivo, impulsivo,— iba listando las cosas mientras otorgaba seductores besos al rostro del benefactor —sarcástico y en este momento muy pervertido. —Decía en su oído mientras lo iba inclinándolo bajo de él, posicionándose encima.

—Yo no los veo como defectos...— rió un poco mientras le brindaba una feliz mirada.

Aquello ojos chartreuse reflejaban con sinceridad sus palabras, Es algo realmente extraño como te entregas a lo desconocido, aventurándote con alguien en aquello que es tan difícil de definir y tan fácil de sentir.

—Es que eres muy suave, me deslumbras con tu pureza, benefactor de las estrellas.—Beso con ternura sus labios, sin dejar que el otro contradijera aquello, prosiguió —Un guía, un amigo, un confidente... —Lo miro directo a los ojos —No te atrevas a decir lo contrario.

Sin duda es demasiado extraño, cuando por fin te sientes tan cálido, Muerte quemaba cada uno de sus malos recuerdos, sustituyéndolos con nuevos, con palabras, con miradas, con sentimientos, era el ser más afortunado de la creación, un beso más, él le daba un sentido diferente a su existencia.

—Estoy realmente contento—Decía mientras continuaban con sus caricias.

El momento se iba volviendo más candente, un ruido entre la maleza y sentir a las piernas del contrario aprisionar su cadera, hizo que Vida comprendiera lo que su contraparte había dicho en un principio, susurro un breve lo siento mientras se teleportaban juntos.

El lugar donde se encontraba era inusualmente familiar; Su cama, era lógico que pudieran estar ahí, Vida conocía el lugar pero ¿Por qué ahí? lo miro un poco intrigado, el otro solo desvió la mirada, lo hubiera llevado a su habitación sino supiera que un amiguito estaba en ella; Aquella mariposa no los hubiera dejado continuar.

No importaba, acerco sus labios donde lo había dejado, se sentía más cómodo al estar en su habitación.

Ellos embonaban a la perfección, sus manos recorrían alrededor de la esbelta cintura de Muerte, llegando hasta su parte posterior, apretó entre sus dedos sus glúteos haciéndolo estremecer, aferro sus manos a su espalda soltando aquellos gemidos de placer.

Es extraño cuando cruzas la línea del cariño a la del amor y todo lo que esto con lleva, indescriptible la sensación de amar y ser correspondido con la misma intensidad y pasión; Amar es aceptarte a ti mismo y entregarte sin recelo, abierto de manera sincera a la persona que te ayuda a ser tu mismo.

Muerte respingo al sentir el miembro de Vida colarse entre sus glúteos, el vaivén del otro lo hacía sentir intranquilo.

—Es...espera... Vida... n...no va entrar así — Decía entrecortado completamente abochornado, introdujo dos de sus dedos a su boca comenzando a lamerlos.

Vida lo miro extrañado, él sabía aquello ¿Que tan ingenuo lo creía? — ¿Ah sí? — Dijo aparentando desconocimiento, mientras presionaba contra la entrada del otro.

Muerte soltó un pequeño quejido y antes que Vida hiciera algo, susurro un rápido lo siento mientras lo empujaba abajo, deslizo su mano por su trasero y empezó a estimular su entrada, preparándola.

Vida lo miro sorprendido el cuerpo de muerte era completamente erótico, se apoyaba con una mano sobre su pecho mientras la otra la ocupaba para adecuar aquel lugar, veía su rostro sonrojado, sus orbes color oro entrecerradas ardiendo en placer, de sus labios escurrían de a poco los gemidos y jadeos, Muerte estaba completamente excitado y absorto en la tarea de prepararse.

Decidió entonces echarle una mano, moviendo su mano, masturbándolo, el alto no aguanto más saco sus dedos de dentro de sí mismo dejándose caer sobre de Vida, llegando a eyacular sobre de él, sus piernas temblaban alrededor de las caderas del benefactor y antes de que pudiera reclamarle algo Vida deslizo aquella mano comprobando con sus dedos que estuviera bien, comenzando a entrar en él.

Giro sobre la cama, para acomodarlo y comenzar a penetrarlo, los sonidos húmedos que se generaban entre ellos sólo eran acallados por los gemidos y jadeos de ambos, Vida besaba las lágrimas que escurrían de las mejillas del dios pálido, quien se aferraba a su espalda, moviendo sus caderas al ritmo de él.

Muerte lo besaba con ansia, tan juntos que podrías jurar que eran uno, era realmente extraño que sus corazones latieran en sincronía ya que su palpitar era acelerado, Vida entrelazo sus manos, besando la frente del dios delante a él.

No desearía estar con alguien más en ese lugar, entregar tu corazón no es quedarte sin nada, es cuidarlo junto con otro a su lado; Hay heridas que puedes reparar, sin embargo hay grietas que solo puedes admirar y que en ocasiones, embonan con las espinas de otro corazón dañado; Porque imperfectos como somos, basta con aceptarnos para ser felices, sin embargo nada se compara al sentimiento de encontrarnos.

Muerte lo miro contento, le brindo una brillante sonrisa que hizo a Vida estremecer, se sintió muy tierno cuando el alto acaricio con su nariz la de él.

—Sabes, n...no lo he dicho... pero....

—T..te amo — dijeron al mismo tiempo, mientras llegaban al clímax de ese momento.

La noche transcurrió entre besos y juegos, las palabras juradas de amor tampoco se hicieron esperar, terminaron por caer rendidos y abrazados.

En medio de este mar nos encontramos, en esta oscura noche nos amamos, gracias por permanecer conmigo y comprender a esté corazón desgastado.

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Matenme, perdón por el retraso, ando saliendo de clases y vine a dejar este pequeño lemmon... dudas, jitomatazos, golpes, todo es bien recibido ?) jajaja

Espero lo hayan disfrutado tanto como yo al escribirlo, Muchas gracias por sus animos, hoy todo salio muy bien, esperemos que mañana tambien jaja.

Muchas gracias por leerme enserio, muchas gracias¡¡  espero tengan un lindo día¡

(+16) x//_//x (se murio)

Creditos:

A thousand years (christina perri)  cover instrumental: piano guys.

Que decirles adoro esa canción (soy una sentimental de lo peor),

Amor, no tengas miedo de que te haya querido, durante mil años.
Te querré por otros mil más~~


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