11.Punto de vista, Consejos...Tiempo.
Salió presuroso de su morada, tenía que ir a la variación de la realidad donde Tiempo se encontraba; No era como si ese ser pudiera estar en el mundo creado por Ithis.
Tiempo vivía ajeno a las tres realidades y al igual que él podía desplazarse en ellas sin embargo, no de forma física por supuesto; Eso sería imposible, ya que en sus manos él sostenía el flujo de acontecimientos de las mismas y hacerlo implicaría una catástrofe para todos.
Dio unos cuantos pasos y se detuvo un instante a admirar su jardín, perdiéndose en aquel y la noche; Respirando el dulce aroma de las flores que era transportado por una brisa fría; Resoplo resignado y dio una rápido vistazo a la puerta, aun estaba a "tiempo" de no ir, no le gustaba del todo aquella idea, sin más se teleportó hacia ese lugar. El punto de los límites de Ithis; Donde la realidad se distorsionaba para mezclarse con la humana o por lo menos eso pensaban todos los demás dioses.
Bien se decía que todos nacemos con distintos ojos; Siendo tan diferente el punto de vista de los humanos para los que aquel sitio era un cruce con el infierno, lugar que se habían atrevido a llamar tártaro; Río, no estaban del todo equivocados cuando decían que era un lugar más profundo que el averno, donde las almas eran enviadas.
Sin embargo, para el juez, ese era el cruce de las tres realidades, un ojo enigmático, donde el cosmos se sumergía mezclando, la infinita realidad humana con las gigantescas nubes policromáticas de Ithis, creando un torbellino multicolor, como si fueran el iris de aquel; Aquello se perdería en un abismo central, desde el cual, como una lágrima carmesí, se deslizaría; Algo que únicamente él podía ver; La Entrada a Nim.
Suspiro al estar en los confines de las realidades, a nadie le gustaba aquella mira tan caótica, donde no podrías distinguir una realidad de otra; Únicamente dos dioses podían estar ahí, uno por elección y el otro por obligación.
Cerca de aquel sitio se encontraba el "nido" como él había llamado durante años a la residencia de Vida, Una enorme estructura metálica barroca que se erguía hacia el cielo de Ithis, donde podrías jurar que desde la parte más alta de ella, podrías tocar otro cielo. Los fuertes pilares de acero la sostenían entrelazándose unos con otros en arcos perfectos, terminando todos en el centro de la parte superior, donde él sabía que se hallaba la habitación del benefactor.
Muerte no gozaba de ver aquel lugar, donde los cristales entre el armazón de acero, eran tan transparentes que podrías ver el interior desde fuera, Un aparador para el creador.
Pasó de largo y se dirigió hacia el centro del ojo, un dios residía adentro viéndolo todo y sosteniendo desde ahí, el tiempo que fluía, piso los peldaños que se creaban con sus pasos y se perdió en la pupila. Sin darse cuenta que alguien lo veía desde lo alto de una jaula.
— ¿Donde estas Tiempo? — Pronuncio Muerte al hallarse en la absorta obscuridad, la cámara de tiempo era un lugar cambiante e inmenso. — No estoy para tus juegos...—Mascullo al no ver nada.
— Los años te han amargado, Muerte. — Una voz calmada, resonó en la oscuridad. — Ha sido demasiado tiempo. — Río.
La cámara se ilumino, Muerte había sido bienvenido a esa habitación, dejando ver, múltiples pilares de luz que se levantaban al infinito, incontables escaleras que conducían a la nada y se perdían en la lejanía; Fácilmente podría encontrarse en un cuadro surrealista.
Tomo asiento en el sofá de la excéntrica sala, la cual contrastaba con aquella habitación blanca.
—¿Y a que debo el placer?— El dueño de la voz no aparecería, él formaba parte de aquel sitio. Por no decir que él era aquel lugar.
—¿Podrías materializar un holograma? No quiero parecer estúpido al hablarle a la nada. — Pronuncio Muerte impasible.
— Tan "tú" como siempre. — Dijo aquella voz con sarcasmo.
Una figura más alta que Muerte apareció en frente del sofá a él, su peculiar túnica lo cubría.
—¿Estas conforme con esto? — Le pregunto alzando sus tres brazos.
—No me puedo quejar, sin embargo no quisiera verme hablando con los señores ¿Podrías?—Decía Muerte.
—Quitarme la capa. — Completo el otro mientras la retiraba, El largo cabello plateado de aquel cayó a sus lados, mientras abría sus grandes ojos enigmáticos.
—Ha si te recordaba. — dio una leve sonrisa Muerte.
Tiempo se la devolvió con una sonrisa de lado — Sabes que esto es una creación de tu mente ¿No?
El dios del tiempo fue creado para sólo un propósito, ser un administrador de los acontecimientos. Los grandes señores no pensaron una forma para él. Así que, este dios alejado de los otros, fue restringido en la pupila del ojo que lo ve todo; Aprendiendo de lo poco que sus semejantes dejaban ver y en esa recamará que era él, había creado su imagen como la de aquellos.
—Lo sé, pero es así como tú te quisieras ver.—Hizo una leve pausa— No lo niegues.
Medito las palabras de Muerte, era cierto; al igual que todos ellos tenía sentimientos, sin embargo conocía su trabajo perfectamente y al haber estado alejado de ellos, se había hecho frío y sin empatía hacia todos los dioses... Con la única excepción, del que tenía enfrente.
—¿A qué regresaste? — Pronuncio un poco malhumorado. —¿Me dirás que me extrañaste? — Se burlo.
—Sabes que no me gusta este lugar— Lo miro directamente.—Venir a visitarte implica que primero me consuma la oscuridad... — dijo dudoso, ese sitio había sido su primer hogar.
—Dormiste muchos años a mi cuidado, hermano. —Dijo tranquilo —No es un reclamo ¿A qué has venido? —pregunto, no debían inmiscuirse en una charla personal.
Muerte suspiro. — Tengo dudas; Esperaba que pudieras contestarlas. — Dijo con recelo.
—Sabes que no puedo, si aquellas son acerca de los acontecimientos, podría alterar el equilibrio.
—No es eso, sólo— Decía algo frustrado— Tiempo ¿Cómo funcionan los relojes que me das? — el dios enfrente a él lo miro con confusión. — Si, unos otorgan segundos, otros minutos—decía enumerando la función de aquellos relojes de bolsillo— otros dan horas y otros sirven para borrar memorias...
—Muerte—Interrumpió su cuenta. —¿Qué es el tiempo?— Le pregunto.
No podía responder sus dudas directamente, el otro lo sabía; Pero sólo por ser su pequeño hermano se lo diría, le daría esas pistas que alterarían el flujo de su destino.
Muerte lo miro, debía dejar hablar a Tiempo; Responderle era sinónimo de que no le diera una pista, habían convivido bastante como para entenderse.
— ¿Que son los recuerdos? Sino momentos que remarcan algo importante para tu persona, así que dime ¿Qué es el tiempo para ti? — Volvió a preguntar.
¿Debería contestar? había hecho la misma pregunta dos veces, sin embargo se perdió en las enigmáticas pupilas del otro que le decían que lo dejará continuar.
—¿Enserio crees que puedes pararlo? El tiempo es un flujo continuo, nunca es perfecto, nunca es positivo o negativo, el tiempo es como el agua, fluyendo desde el cielo hasta el centro de la tierra y regresando de nuevo.
Prestaba atención de las palabras de aquel dios, Tiempo no le revelaría las cosas, pero con sus ojos que lo habían visto todo desde todas las perspectivas, él sabía de sus dudas, inquietudes y anhelos; Dándole consejos en forma de acertijos que se escondían en sus discursos.
— Puedo decir que no es una medida confiable; Ya que fácilmente es alterado; Sustituyendo, revolviendo tus recuerdos; Perdiéndolos — Hizo una pausa.
Admiro la cara de intriga de Muerte, esperaba que eso sirviera, se estaba arriesgando demasiado, si se inmiscuía demasiado podría arruinar el equilibrio, pero por su joven amigo lo haría; Correría el riesgo.
—Y sin embargo, los sentimientos, que manchan con sus colores tu paso por el tiempo; Esos, mi amigo, son eternos, esos son el único recuerdo permanente, que el tiempo — se señalo así mismo — No puede cambiar.
Muerte quedo sumergido en la completa intriga, los acertijos de Tiempo eran extraños, no sabía cómo eso lo ayudaría con los Blights; No lo daría más pistas aquel dios frente a él, se sentía un tonto, tal vez se había oxidado después de tantos años de no verlo.
—Lo mantendré presente—Dijo quedo.
—Me contestaba a mí mismo—le dijo como si no se hubiera dado cuenta de su presencia, debía jugar un rol— Ya que no respondías; Te has vuelto flojo con los años, Muerte.
Muerte reflexionaba, Tiempo siempre se dirigía a el por su nombre o por el apodo de hermano, le había dicho amigo en su discurso... ¿Por qué?
—Fue un placer volver a verte. —Decía mientras se levantaba.
—Lo mismo digo—Una tenue sonrisa se dibujo en sus labios mientras aquella figura desaparecía.
Muerte se dispuso a salir de la recamara, sin embargo un último mensaje de tiempo lo hizo regresar la vista.
—Si te aburres de jugar en Ithis, Puedes volver siempre a dormir a mi lado— Remarco el otro de manera provocativa, mientras su forma se volvía a materializar en el sofá.
Volteo rápidamente, contestándole de la misma manera. — Lo pensaré, aunque me gusta hacerlo en mi cama. — Dijo, cargando su voz con mucha doble intención. — Te espero allá.— Regreso su andar hacia la salida mientras alzaba su mano como despedida.
Tiempo se limito a hacer una sonrisa de lado, Muerte era devoto al dios de la vida y sabía que no podría nunca salir de ese lugar, era un hombre bastante cruel.
Muerte salió con premura de aquel sitio, para dirigirse a su casa a meditar lo dicho por aquel dios y pensar, en qué hacer el día siguiente con su intrépido hombre resplandeciente.
Dentro de la recamara, Tiempo dejo su forma otro rato y miro discreto hacia uno de los pilares, él sabía que un dios se ocultaba entre ellos, un dios de inusuales estrellas... Un amigo*. Al que nunca había podido aconsejar por su temperamento, esperaba que ese consejo, lo ayudara a calmar las dudas que inundaban su mente.
Muerte lo había estado intentando, más sin embargo, no sólo era él, el que debía hacer un cambio. Para formar un dueto, necesitas dos partes interesadas.
Salió como un gato de la habitación de aquel dios, era un curioso por naturaleza y se había inmiscuido no una sino tres veces en las conversaciones personales de Muerte; Camino con pesar hacia su casa, no podría decir que estaba arrepentido, había aprendido algo.
Había escuchado toda la conversación entre Tiempo y Muerte, Concluyendo algo sobre lo dicho por el dios de tres brazos; No importaba el tiempo sino sus sentimientos, los cuales se estaban manifestando como un llamado de su mente hacia el dios de la muerte; Sonrió mientras un sonrojo aparecía en sus pómulos, llegando a su habitación.
Vida de a poco comenzaría a tratar de formar parte de esta canción, haciendo que las cosas avanzarán de la forma favorable que el otro ansiaba.
Cerro sus parpados cansado, estaba de regreso en su casa; acostado sobre la mullida cama tomo una de las múltiples almohadas, dejándose caer sobre ella, abrazándola con fuerza. Mañana se vería con el dios que hacia latir tan fuerte su corazón.
Esto había comenzado, Vida y Muerte, cada uno buscaría de acortar la brecha entre ambos, a su única y particular manera.
Vida había aceptado a sus recuerdos como un sentimiento de afecto hacia su contrario.
Vida suspiro y cayó rendido en su cama, la paz inundaba su alma, su mente revoloteaba en múltiples ideas de cómo impresionar a Muerte; Hoy no tendría pesadillas, empezaba a comprender y a simpatizar con el dios alto, esa noche soñaría nuevamente con un cuento.
La luna y la estrella brillaban sinceras en el cielo, nunca opacadas por nada, la duda no vivía en el alma de alguna de ellas; Cumplían de forma sincera las promesas que juraron ante el manto nocturno. Sin embargo; No todo es bello en esta historia... las nubes fácilmente pueden cubrir la trémula luz que empieza a nacer, e indudablemente cuando el sol nazca, sus rayos se llevarán las promesas que se juran bajo el anochecer.
Las estrellas son luces pasajeras que frágilmente se pueden romper, más para una, que había nacido sola y que fue rechazada por las otras, que no entendían su forma de ser.
Vivir es doloroso para las almas errantes que buscan comprensión en quienes no la tienen, eso no quiere decir que aquellas fueran malas; Simplemente no entendían su pena, el dolor de alguien más, muchas veces es subestimado y tachado como poca cosa, haciéndolo para los otros, invisible a sus ojos; Sin tomar en cuenta lo diferentes que somos todos...
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Hola a todos¡
Oh por dios, jeje dije que lo subiría y aquí esta !Espero les guste¡ (dudas, comentarios, jitomatazos?) siempre serán bien recibidos)
*Tiempo se refiere a vida como un amigo, su discurso iba para él, no para Muerte ya que sabía que estaba de fisgón jajaja xD.
Nos aproximamos a la catastrofe pero aun no <3 no se me angustien.
jajaja xD que decir, me encanta la ship crack... Tiempo x Muerte :B (no me maten)
Muchas gracias por leerme¡¡ nos vemos en la siguiente actualización¡¡ <3
Creditos: Akira Yamaoka Promise. (Silent hill theme)
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