La semana paso con rapidez, mientras todos seguían su vida, la mía no podía continuar bien porque mi mente jamas lograba sentirse tranquila. Como un loco, observó el chat de Teddy, el último mensaje del lunes continúa ahí, como una incógnita. Mis llamadas no son respondidas, ellas las ignora, ignora cada parte que se relacione a mi.

¿Me estoy volviendo loco? Posiblemente lo haya estado desde hace tiempo.

Entre a mi hogar, dejé los zapatos en la entrada y camine hacia la sala. Podía oir unas risas desde aquí. Cuando entre, mis ojos se abrieron en grande al ver a los amigos de Lea en la sala, entre ellos, a Teddy noona quien bebía una cerveza. Remoje mis labios por los nervios cuando todas las miradas fueron a mi sin discreción.

—¡Hey, JK! —Jin hyung se levantó del sofa para acercarse a mi— ¿Vuelves de la escuela?

—Sí —asenti avergonzado. Él pasó un brazo por mis hombros, y yo apreté mis manos hechas puños en las tiras de mi mochila.

—Woah, JungKook, no recordaba que hayas estado tan alto. —Dabin noona, la novia de Hyung y también mejor amiga de mi hermana mayor, me observó con una sonrisa— Te ves guapo, niño.—guiño un ojo con diversión.

Yo apreté mis labios y bajé la mirada tímido.

—Ya deja al niño, seguro quiere encerrarse en su habitación.—intervino Teddy. Ella no tenía mala intención, aún así, su comentario no me agradó.

SeokJin se despegó de mi entre risas, y agradecí eso desde lo más profundo de mi corazón. Pero la palabra 'niño' no es algo que pueda ignorar con facilidad.

—No soy un niño. —dije sin pensar. Nuevamente, sus ojos se posaron en mi— No me trate como uno, noona.

Teddy arqueo su ceja incrédula. ¿A que juega?

—Hey, ¿De qué me perdí? —pregunto entre risas Dabin, sentándose en las piernas de su novio— ¿Ustedes discutieron?

—No. —negó Teddy, sin apartar sus ojos de sobre mi— No lo hicimos, ¿Cierto, Kook?

—Noona cree que soy un niño. —la contradecí, disfrutando de sus facciones— ¿Acaso lo soy? Un niño tonto...

—Eres un niño, Kook. Y yo soy una adulta. —se levantó bajo la atención de todos sobre ella, se acercó a mi con su ceño fruncido— Y como la adulta que soy tengo todo el derecho de decidir cuando quiero algo o no.

—Sólo eres egoísta y ambiciosa, noona.—susurre en su rostro— Quieres un hombre mayor con dinero para follartelo.

Pero antes de siquiera pensar en lo que dije, la palma de su mano se estrelló en mi rostro.

Sí, realmente odio disfrutar de esto.