
No Es Mi Problema
( Capítulo 42)
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Holis mi gente linda, hermosa, preciosa y sobretodo muy paciente 🤭
Aquí estoy de regreso, la verdad tengo meses de no actualizar y ni que hablar de Mi Ama que ya ni se deben acordar jeje solo espero que si 🙏 le ando pegando una XXX 😏😏😏 a Toga e Irazue que ni les cuento jaja 🤣 Spoiler.
En fín, los dejo con la lectura 👉 y les mando un fuerte abrazo de 🐻 a todas las quiero y nos leemos pronto 💕
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__ ¡ Maldición que asco! __ gritó, Inuyasha quitándose su
remera, casi vomitando del mismo modo en que lo había hecho su hermano sobre suyo.
Sesshomaru se sujetaba el abdomen y respiraba pausadamente mientras contaba.
1...2...3
1...2...3
1...2...3
Al oxígeno le costaba ingresar en su sistema.
__ Sesshomaru... Dime que te encuentras bien. __ fue una suplica por parte de Koga al ver el mal semblante en su amigo.
No quería desmayarse, sentía que podía controlarlo. Definitivamente, debía dejar de tener cierto tipos de impactos en su vida porque ese síndrome iba a acabar con él.
Debía controlar su mente.
¿ Pero cómo rayos luego de ver semejante escena montada por su hermano junto con su mejor amigo? Era imposible.
Mientras que Inuyasha parecía desesperado corriendo a lavarse. Sesshomaru se focalizaba en no caer.
Solo asintió ante la pregunta de su amigo.
__ Ven, siéntate __ pidió amablemenre el moreno, ayudándolo a caminar.
Se sentía muy mal, era lógica la reacción , lo ayudó a sentarse en el sofá.
Y mientras que el platinado recuperaba el aire. Inuyasha salía del baño sin camisa.
__ Que asco. __ soltó, sacudiendo su cabeza.
Tanto Koga como Inuyasha suspiraron aliviados, al saber que eso mismo, hubiera dicho un Sesshomaru normal, lo que quería decir que él, se encontraba bien solo impactado.
__ Creí que te infartarías. __ Inuyasha quiso bromear un poco.
__ A padre infartarás. __ señaló, con su dedo índice, temblorosamente.
Koga apoyó su mano sobre su hombro tratando de calmarlo.
Inuyasha algo extraño no por el comentario porque eso era más que una obviedad que sucedería llegado el momento pero que su hermano no se hubiese levantado a golpearlo o intentar algo malo con Koga después de todo, era su mejor amigo pese al vómito parecía muy calmado, extrañamente muy pero muy tranquilo.
Sesshomaru echó su cabeza hacía atrás peinando sus cortos cabellos con la palma de su mano, respirando y asumiendo que Inuyasha era gay y no solo ello para agregar la frutilla al postre, estaba con su mejor amigo.
¿Tendría que matarlos a ambos? Pues, si. ¿Lo haría? Obviamente, no.
__ Hablemos hermano. __
Se colocó en cuclillas frente a él y Koga.
Dorados con Dorados entraron en un sin fín de discusiones mudas como cuando solían ser niños y no sabían si acusarse mutuamente ante sus padres.
__ Koga... __ Inuyasha lo miró tomando su mano. __ Él y yo somos pareja. __
Respiró, profundamente pasándose su mano por el rostro. Debía ser una maldita broma pero claramente, no lo era. Obvio que no, si estaban besandose como si él mundo se acabará el día de mañana.
-- Asquerosos y sucios. ¡ Maldito Johiel! ¡Esto es tu Maldición! --
Hizo un gesto de disgusto y volvió a respirar profundamente. ¿ Qué podría hacer? ¿ Cambiar de hermano? Pues a eso siempre lo había pensado pero nunca fue opción para sus padres abandonar a Inuyasha. Ya no podía cambiarlo a esas alturas de la vida.
Además...
( No es mi problema. Es el suyo. Solo él, deberá hablar con nuestros padres. Nada de ello es asunto mío.)
Eso fue como un balde de agua helada para Sesshomaru que siempre tras algún error de Inuyasha, él debía asumir las responsabilidades de estos.
Casi le cuesta un brazo cuando tan solo eran unos pequeños. Vivía metido en problemas por culpa de Inuyasha y siempre había hecho doler la cabeza a sus padres hasta tan solo un corto tiempo atrás pero esta vez...
Finalmente, tendría que ver por si mismo, ante sus actos.
Algo en su interior sonrió complacido.
Ver a Inuyasha asumir y hacerce consecuente de sus actos con responsabilidad adulta sería un espectáculo digno de ver.
Claro que no era su problema.
En su cabeza sonaba...
🎶 No es mi problema, No es mi problema 🎶
Tanto que Rin solía cantar aquella contagiosa canción, se había quedado en su sistema auditivo y encajaba justo con la situación.
Se colocó en pie sacudiendo su traje con su elegancia inata como si minutos atrás no hubiese devuelto todo alimento dentro suyo y caminó tranquilamente.
Ambos hombres lo miraron esperando alguna respuesta por parte suya.
__ ¿ No dirás nada? __
Koga se mantenía en silencio.
Altivo y con una sonrisa de lado, habló.
__ Solo trata de no quedar embarazado. __
Koga estalló en una sonora carcajada. Inuyasha frunció el ceño, esperó de todo incluso estar muerto a golpes por parte de su hermano pero jamás una burla.
__ ¿ Le dirás a padre? __
Se cruzó de brazos y negó.
__ No es mi problema. Ahí nos vemos. __ dijo con dos de sus dedos en la frente.
Pero justo antes de cerrar la puerta un mensaje con una foto le llegó, a su celular.
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Perdón por molestar en tu horario laboral, amor mio.
A riesgo de sonar cursi, te extraño demasiado.
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Era una foto donde se encontraba su madre, su hermanita y también la Sra. Higurashi junto a su pequeño en brazos.
El amigo de Rin, Kohakku tomando su manito y en el centro de la foto su hermosa mujer tan radiantemente, hermosa con sus mejillas totalmente, rojas mientras era abrazada por cierta castaña.
--¡ Un momento! La niña Ruda... --
Se giró de manera rápida como si había descubierto algún crimen e ingresó cerrando la puerta con un fuerte portazo, poniendo seguridad para caminar firmemente, en dirección al escritorio donde ahora estaba sentado Inuyasha.
Él había visto el actuar de la castaña hacía con su hermano. Aquella mujer que jamás le agradó en su vida por ser tan grosera. Era alguien muy importante para su mujer, eran hermanas aunque llevasen diferente tipo de sangre y si bien, reconocía que el era responsable por parte de que Inuyasha se encontrase junto a ella, eso no venía al caso justamente en ese momento.
¿ Dónde quedaba Sango en la ecuación, si Inuyasha estaba junto con Koga?
Nada de eso podría salir bien.
Él la había visto con sus propios ojos como ella miraba a su hermano con ojos de cachorro mojado. Apostaba todo a que Sango se había enamorado.
__ O.. oye... no comiences, Sesshomaru ¿ Qué sucede? __
__ ¿Qué sucederá con Sango? Porque creo hace tiempo cruzaron la línea del "Amigos con derecho". __
El menor entrecerró los ojos cuando lo soltó de su brazo.
__ Eso no debería de importarte. __
__ Claro que me importa. Esa mujer es la hermana de mi mujer y si mi mujer la ve sufrir, sufrirá del mismo modo. No juegues Inuyasha porque hasta su pequeño hermano te admira. ¿ Qué opinas de todo esto Koga?. __El platinado lo miró seriamente. __ ¿ O a caso eres el amante?
__ Oye.. un minuto, Sesshomaru. Estas mal entendiendo todo. No le digas de ese modo a Koga. __ lo señaló. __ Y con respecto a Sango yo jamás podría herirla...
Ella... ella, es uno de los amores de mi vida. La amo con todo mi corazón, me hace felíz. Quiero que me creas. No tengo el deseo de estar con otra mujer que no sea ella. __
Inuyasha se bajó del escritorio, colocó un código de seguridad en el cajón y este se abrió.
Sacó un estuche muy conocido para el mayor que quedó mirándolo por unos segundos para volver a ver el rostro de su hermano.
__ Este es el que me obsequió papá, yo también recuerdo lo que nos dijo aquel día cuando éramos niños. Tú se lo diste a Kagome y yo no podía creerlo.
Pero ahora más que nunca te entiendo hermano, también quiero que permanezca el resto de mis días a mi lado Ella y Él.
Abrió dejando ver el mismo collar que el de su amada azabache pero en vez de tener zafiros, el de Inuyasha poseía rubíes y al lado un hermoso anillo con una piedra enorme.
Él no recordaba haber recibido un anillo.
__ El collar será de Sango y el anillo que mandé a hacer en una joyería quitándole algunos rubíes del collar para que fuese el mismo rubíe para ambos. __
Se preguntaba si estaba entendido bien. Su hermano le estaba diciendo ¿ Qué estaría con los dos?
Sesshomaru miró a Koga que veía asombrado la caja con el collar y el anillo.
¿Inuyasha le propondría matrimonio a ambos?
Koga se decidió a hablar al ver el gran desconcierto en Sesshomaru, totalmente entendible.
__ Tenemos una relación los tres. Ambos aceptamos ciertas condiciones entre nosotros y todo ha sido hermoso para mi. Sango es nuestra princesa. __
-- enfermos.--
__ Por un momento creí que tendría que salir corriendo a buscar a Miroku para que la consuele. __
__ Eso ni de chiste Sesshomaru. __ le dijo, Inu apuntandolo con su dedo. __ Ya demasiado con que arruinaste mi sorpresa. Quería dárselos en una velada hermosa o algo significativo para ambos pero ahora Koga ha visto todo __ pasó ambas manos por su rostro, frustrado, su sorpresa había sido arruinada.
Sesshomaru rodó sus ojos.
A él era a quien le debía una disculpa por involucrarse con su mejor amigo.
Pero tenía que hacerse responsable una vez más por el hecho de haber arruinado "la sorpresa", dicho así sorpresa que él mismo, quiso mostrar.
__ Lo siento ¿ bien?. No fue mi intención arruinar tu rara sorpresa. Te lo compensaré. __ apoyó sus manos sobre los hombros contrarios. __ Luego de mi Boda, eventualmente, tendré mi luna de miel.
__ No estoy entendiendo __
__ Iremos a las Maldivas o a Noruega aun no me decido. Pero pues están invitando ambos y Sango también. Yo invito. __
Inuyasha incrédulo, parpadeó reiteradamente y luego saltó de emoción.
__ ¡ Si! Te luciste, eh. __ palmeó el brazo de Sesshomaru.
__ Pero es tu luna de miel. __ reprochó, Koga sintiéndose mal en aceptar tal oferta cuando ese momento solo debía ser de su amigo y su mujer.
__ No debes preocuparte por ello. Kagome estará muy feliz de tener cerca a su amiga. __
__ ¡ Si, vacaciones! __
Inuyasha arrojó los papeles por el aire sin saber que de todos modos Sesshomaru lo invitaría puesto a que eran más bien unas vacaciones familiares aunque el encontraría muchos momentos para hacerle el amor a su diosa azabache.
__ Bien, con todo resuelto, Me iré temprano. Huelo a vómito por tu culpa asi que hazte cargo de todas las reuniones. __ miró a Koga. __ Luego hablaremos a solas. __
__ Pero... __ Inuyasha iba a protestar pero su hermano ya se había marchado.
__ Es un malvado. __
Koga, sonrió.
__ Siempre le gustó fastidiarte. __
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El día había transcurrido amenamente y Kagome junto con Shippo se la habían pasado festejando junto con su amiga, suegra, madre y niños.
Perdieron la noción del tiempo pero sabía que su hermoso prometido ese día llegaría tarde por tener varias reuniones en el día así que no se percató que eran más de las 20 hs.
Se encontraban todas en un hermoso restaurante.
Ella más precisamente
Estaba observando con sumo interés por un gran mostrador atenta para ver bien que vino especial elegiría para la ocasión. Hasta que sorpresivamente sintió como unos fuertes brazos la sujetaron por detrás, asustandola, totalmente.
__ Shss... Ensima que te olvidas de tu esposo. ¿ Te atreves a gritar, mujer? __
La azabache cerró sus ojos relajada y acarició sus manos. Dejando reposar su cabeza, olvidándose por completo de todo a su alrededor.
__ Sessh... __
Sus pompas podían sentir la firme dureza de su hombre pero no era el lugar claramente, solo gozaría unos segundos del gran poder que tenía sobre su hombre.
__ Eres tan ,sensual mujer... __
La apretó contra suyo __ Te hemos extrañado...
Sonrió y se dignó a abrir los ojos para ver aquellos dorados que parecían brillar con la misma intensidad del primer día en donde se conocieron.
__ No sea grosero, Sr. Taisho. Estamos en público. __
Él sonrió, sensualmente sabiendo que su mujer cedía ante la tentación.
__ No me des ideas. __
Abrió su pequeña boca que pronto fue callada por un apasionado beso antes de escuchar un tierno sermón.
Algunas camareras veían sonrojadas la escena como el hombre parecía devorar a la joven y por un momento quisieron ser ellas quienes estuviesen en el lugar de la azabache mientras que los hombres querían ocupar el lugar del peliplata.
__ Sessh... __
No quería soltarla y ella tampoco pero ya lo habia dicho no era el lugar asique con un beso en su nuca acabó su muestra de amor. Eso si, en ningún momento la soltó, sino que se dedicó a ver lo que había captado la atención de su mujer.
__ ¿ Me invitarás a cenar? __ preguntó, acariciando su vientre amaba tocar su pancita tan diminuta y su cintura que podía cubrirla con sus grandes manos.
__ Si, solo porque te extrañé mucho. Por cierto...__ Finalmente, se giró y acarició su rostro. __ ¿ Sabes a que se debe este festejo?. __
__ ¿ Festejo? __
No había llegado a la mesa puesto que lo primero que vio fue a su tierna esposa concentrada mirando la diversidad de vinos para acompañar seguramente lo que habían pedido para cenar.
__ Ajá.. __ dijo, tomando su mano, para pasarle una carta para que el viera el menú. __ Tu esposa ya es una titulada. __ imitó la elegancia innata de su hombre y acomodó sus rizos tras su oreja mirándolo con superioridad.
El rostro de Sesshomaru se desencajó.
-- No puede ser .
__ Niña mala. __ La pegó contra suyo pero esta vez mirando sus ojos luego su nariz para finalmente mirar sus labios e inclinarse contra ellos y susurrar. __ Ya verás en casa.__ la hizo sentir su dureza nuevamente, besando su mejilla. __ Niña mentirosa. __
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Sesshomaru se acomodó en su sofá un tanto agotado.
Su día había sido un sin fín de emociones. Su hermano junto a su mejor amigo eso era raro tan raro que lo asustaba pero Inuyasha nunca había sido normal asi que, quizás en su mundo de fantasías, una relación de tres personas era aceptable. Para él seguía siendo muy extraño pero si él era felíz pues ni modo, era su pequeño hermano raro y feo.
¿ Cómo lo tomarían sus padres? No podía imaginarlo pero no debía pensar en ello. Era problema de su hermano.
Y luego para completar el cartón de la lotería, su mujer ocultándole que se había graduado.
Si hubiese sabido que ese era el caso y que había dado dos exámenes en un mismo día. El mismo la hubiera ido a recoger a la universidad con un gran ramos de flores y algunos otros obsequios.
Pero no, su hermosa mujer quería sorprenderlo y aunque eso lo llenaba de emoción y alegría al mismo tiempo, también lo hacía sentirse un poco mal por el hecho de no haber estado allí para ella. Pero sabía de antemano que estuvo más que bien acompañada durante todo el día y que había sido maravilloso. Su bebé se lo merecía luego de tanto vivido.
Y después de tantas horas de cena y algunos tragos de más, su azabache finalmente venía arrastrando sus pies por la sala con sus mejillas sonrojadas y una mueca extraña pero muy conocida para él.
-- Aquí vienes, bebé mío. --
Sonrió por sus adentros sabiendo que su mujer venía en su búsqueda. Últimamente, esos berrinches que le hacía cuando debía despertar, no dejándolo ir. Lo volvía loco.
__ Creí que estarías en la cama esperandome. ¿ Qué haces? Eh-. __
Miró la netbook sobre la mesa y no dudó en tomarla para mirar un tanto celosa.
__ ¿ Qúe piensas que encontrarás? ¿ Mn?__
Rio roncamente. Y kagome solo se sonrojó mirando hacía otro lado. Estaba un poco ebria era la realidad por eso se había tomado un baño para no parecer una borracha. Le pareció sumamente extraño que su hombre no insistiese por bañarse juntos pero que no la esté esperando acostado en su cama listo para hacerle el amor, le pareció aún más extraño. Y su sensible corazón estaba desbordado de emociones últimamente.
__ Lo siento. __
Dejó la computadora en el sitio donde estaba, muy avergonzada por su comportamiento. __ Creo que iré a dormir, es tarde. __
Quiso levantarse y correr de la vergüenza. ¿ Por qué se comportaba así de posesiva ? ¿ Por qué parecía cada vez más difícil manejar sus celos? Estaba a punto de casarse y estaba actuando como adolescente. Se sentía totalmente apenada.
-- ¡ Por el amor de Dios, Kagome ! Se que este hombre parece un sueño pero eso no quita el hecho que es mi prometido. Debo comportarme. ¡ Tenemos un niño ! --
Sesshomaru tenía una sonrisa plasmada, llena de victoria al saber que su mujer sentía muchos celos.
La jaló hacía él, sentandola sobre su regazo. Sujetando su rostro para que lo mirase.
__ Que cosita más celosa. __
Comenzó besandola, suavemente. acariciandola, permitiendole que se acomode a su gusto. Cuando quedó ahorcadas suyo fue suficiente para que el hombre comience a explorar lo que le pertenece.
Primeramente, acarició sus desnudas nalgas cubiertas apenas por ese hilo que tenía por ropa interior luego subió levemente por la curvatura de su cintura. Agradecía que esa bata sea tan holgada para agilizarle el candente trabajo de deleitarse con la suavidad de su piel.
Kagome se dejaba hacer gustosa, le encantaba como la llenaba de besos por todos lados mientras que ella hacía pucheros con su boca al verse descubierta celandolo. Seguía avergonzada.
__ N.. no, lo soy. __
__ ¿ Qué buscabas entonces?. __
Los besos de Sesshomaru recorrían la piel de su cuello y kagome parecía no tener uso de su razonamiento cada vez que él mordía de este levemente, dejando al día siguiente marcas notorias.
__ Mn.. __
__ ¿ Mi esposa está celosa? ¿ Muy celosa de su esposo? __
Jaló fácilmente de ese flojo moño dejando al descubierto sus bellos senos con sus pezones tan erectos como lo estaba él.
Los contempló, venerandolos por unos segundos para luego besarlos con suavidad mientras se deleitaba con las expresiones del pequeño rostro cargado de deseo.
Deseo que solo él, provocaba.
__ Dime la verdad. __ ordenó y succionó con fuerza de uno de sus pezones.
__ Oh... si... __
La ojiazul terminó por arrojar su bata lejos y tomar la cabeza de su hombre para que la comiera mejor. Que se alimentara chupando hambriento. Lo había extrañado tanto durante el día no importase que ya llevaran tiempo conviviendo juntos, ella necesitaba todo el tiempo de él y él de ella.
__ ¿ Si, qué? __ preguntó, aún sonriente.
Esta vez, fue ella quien lo sujetó por su rostro y con posesividad le dijo;.
__ Muy... muy celosa, estoy. __
Tomó su gran mano y la colocó sobre su humeda intimidad que pese a estar cubierta por la fina tela, esta se adhería a sus labios del pecado.
El corazón del hombre comenzaba a agitarse a ese nivel que no era bueno pero era inevitable con su mujer. Él siempre sería así porque ella era dueña de su vida.
Con cuidado corrió la tela con dos de sus dedos. Todo el frágil cuerpo se arqueó sobre el suyo pero fue sostenido de manera simple con un posesivo brazo que se encargaba de sujetarla por su cintura mientras que con sus dedos acariciaba desde su titilante botón hasta la pequeña entrada de su vagina.
__ ah... __
__ Shss.. tranquila __
Sus frentes apoyadas mientras la acariciaba y le decía palabras cargadas de deseo y amor.
Los dos juntos fueron al equivalente de un certero puñal atravezando su cavidad uterina penetrandose en sus entrañas porque de la suavidad del comienzo no quedó nada cuando comenzó a bombear de manera desenfrenada comiéndose los gritos de dolor y placer ahogados por la batallas de sus frenéticas lenguas que parecían pelear por ver quien se devoraba más.
Escarbaba buscando con sus dedos lo prohibido, girandolos, abriendo y cerrando como si fuese una tijera en su interior, sin dejar de sacarlos y meterlos.
Cuando sintió que sus dedos eran abrazados por el intenso calor de la piel de sus paredes internas, los quitó de manera abrupta, impidiendole llegar a lo que tanto ansiaba.
__ No... __ susurró, contra su hombro mordiéndolo no tan fuerte pero si como para que notara su frustración.
__ Recuerda que estás castigada. __
Sensualmente, susurró contra su oído y con habilidad la giró dejando su abdomen contra sus piernas y su trasero bien en lo alto.
__ ¿ Q... qué haces? __ giró, levemente su rostro para ver que es lo que haría.
Sesshomaru con sus manos tomó su trasero y en una de sus nalgas depositó un casto beso.
Para ir quitando con delicadeza aquel fino hilo.
Al quitarlo como de costumbre, lo llevó hacía su nariz, sonriendo, aspirando como un pervertido.
Estaba claro que su obsesión más grande luego de su mujer, eran las bragas de esta, tenía un cajón solo de ellas y la de ahora solo sería una más a su larga colección, su trofeo al dejarla tan mojadita para su deleite y fascinación.
-- Soy un maldito loco. --
Sus ojos quedaron por un momento en blanco por el total extasis en el que quedó cuando aspiró su esencia natural aquel perfume cual elixir que se había vuelto su droga personal.
-- dulce tan dulce--
Kagome quería mirar más pero él la estaba apretando tan fuerte sin percatarse que no podía hacer mucho más que permanecer boca abajo mordiéndose los labios.
Levantó su trasero y lo llenó de besos, hasta que su lengua comenzó a desender desde su coxis hasta la unión de su coño.
__ ¡ Sesshomaru! __
Fue el primer grito que rezonó en el amplio living cuando el hombre mordió su intimidad, enterrando su perfilada nariz dentro de su interior mientras todo su coño era devorado como una naranja dulce y jugosa.
Las manos grandes abriendo sus pliegues para permitirse explorar más con su boca. Bebiendo desesperado cual persona extraviada en el desierto.
Los gemidos y alaridos solo eran el alimento ideal para incrementar su ego de hombre y saber que era el único dueño de la más pura y sublime fuente de donde podría beber toda su vida.
Con su boca bien abierta recibió el primer, abundante orgasmo. Bebió del malantial más dulce mientras su dedo pulgar bajaba lentamemte por el camino de su espina dorsal acarciandola luego de tantos espamos involuntarios producidos al alcanzar la cúspide tan ansiada por la azabache.
La joven respiraba agitada apoyando su mejilla contra la suavidad del sofá mientras su hombre la limpiaba totalmente con su lengua.
Cuando Sesshomaru terminó su actuar felino, la volvió a sentar sobre suyo. Ella por su parte, no tardó absolutamente nada en pasar sus delgados brazos por su nuca, lamiendo provocativamente su labio inferior al ver rastros de su esencia aún en su boca.
__ Tenía sed. __ limpió su comisura con su pulgar y luego lo lamió devolviéndole la sensual sonrisa a su mujer.
__ ¿ Mucha sed?. __ preguntó, desabrochando la evilla del cinturón para dejar libre aquella bestia lujuriosa que llevaba oculta tras ese costoso bóxer.
Sesshomaru asintió quitando su camisa para quedar con el torso desnudo y solo con su cobarta.
__ También siento mucha sed. __
Se bajó de su regazo y quedó entre sus piernas luego de arrodillarse ante suyo.
-- Que insolente mujer tengo. --
La vio quitarle el pantalón y bajar sus bóxer besando sus musculosas piernas.
__ Mierda... __
Cerró sus ojos y echó su cabeza hacía atrás cuando ella con su mano tomó su hirviente carne y comenzó a lamer muy suavemente, torturandolo de manera exquisita.
Sus testículos duros, totalmente cargados eran acariciados por la suavidad de su lengua que por momentos intercalaba entre su falo y estas.
Sesshomaru la tomó con sus manos por su cabeza dando mayor profundidad, embistiendo su boca cuando la sintió chupar con vehemencia.
Una locura que lo llevó al abismo más profundo cuando sentió como con su glande rozó su cúpula.
Así mismo, ella lo siguió comiendo frenéticamente.
__ Bebé... no quiero.. no quiero hacerlo en tu boquita. __
Suplicó con el último astibo de cordura que le quedaba en esa caliente situación.
Los azules con unas cuantas lágrimas en sus ojos enfocaron los dorados que la veían embelesado desde arriba y acariciaba sus cabellos tratando de apartarla delicadamente. La amaba tanto que pese a cualquier deseo morboso que sintiese, no se atrevía a hacerle eso.
Claramente, a la joven no le importó absolutamente nada, más que nunca quería todo con él, así como él siempre bebía de todo su ser. Ella también deseaba probarlo, sentirlo suyo. Era una necesidad que había surgido tras la curiosidad de saber a que sabía su hombre, sería su primera vez. Así como aquella vez donde por primera vez en el auto de su amor, le hizo una felaccion solo a él.
Siendo un tanto brusca e imponiendose como siempre, apretó su miembro y sin dejarlo de mirar dibujo círculos con su lengua sobre su glande para pasarse el enorme pene por su rostro y acaariciarse con el de manera muy vulgar, lamiendo toda su boca para volver a chuparlo.
__ Mujer... __
Sesshomaru apretaba con fuerza el respaldo del sillón. Era demasiado. O se infartaba o se corría. Y ninguna eran válidas en ese momento.
Ella siguió perdida en lo que tanto le gustaba.
Su velocidad aumentó de una manera experta conocía tanto los gustos de su peliplata que sabía que lo estaba enloqueciendo y no estaba en sus planes detenerse.
No se iba a detener jamás, no importaba para nada si su hombre no quería hacerlo porque ella...
Bebería de él... Hasta saciar su sed....
Continuará
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