Mi Adicción A Ti ( parte II )
Capítulo 25
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Holis gente linda paso a decirle que hoy hice doble actualización tanto de este fic como el de Mi ama, espero que lo disfruten ❤️ mil abrazotes para todos ustedes y para la página Es Sesshome que me regalan las más hermosas portadas ❤️🙌
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Sesshomaru jugaba con su rostro acariciándola por momentos mientras ella movía sus piernas divertida por como se comportaba el hombre cuando se econtraban juntos.
Había visto lo serio y lo respetado incluso podría llegar a decirse " temido" que era, en su ámbito laboral y no solo allí pero con ella parecía ser era otro hombre, uno sacado de de un libro de fantasías.
La trataba con amor desmedido y una devoción tan única, que realmente le gustaba sentirse así, tan deseada.
Terminó por besarla de una manera muy sensual solo como él, sabía hacerlo.
Haciéndola temblar en el proceso de sus manos exploradoras.
__ No me darás mí premio, bebé?__
Preguntó, de manera seductora en su boca al ver que ella no cedía.
La joven solo sonrió y negó.
__ Por qué? __
Acarició con sus grandes manos sus nalgas desnudas porque le había subido totalmente hacía arriba la pollera mientras las acariciaba de una manera vulgar y no dejaba de mirarla fijamente suplicando en susurros por es. Definitivamente el hombre quería comerla, era su tierno conejito y el un león que la iba a disfrutar.
__ Porque llegaremos tarde a la función. __
__ Comienza en varias horas. __
__ Pero tú, no te detendrás y querrás hacerlo por horas y horas y no podemos, te conozco, Taisho.__
__ Ajá.. __
__Sesshomaru! __ Exclamó, cuando sintió tirar de su braga y el elástico de esta resonar contra su piel.
__ Harás que me de un infarto, deberías ser ilegal, mujer. __
Inclinó un tanto su cabeza para mirar más allá de su espalda baja y volverse loco con la imágen del perfecto trasero que con ese pequeño hilo de encaje y esas nalgas que se econtraban sobre su escritorio, lo estaban haciendo enloquecer si es que se podía estar más loco por ella.
Ese pequeño y prefecto cuerpo estaba sobre su escritorio.
Era suya solo de él, de su pertenencia, para siempre, para toda la vida, porque si algo no sabía la Azabache, es que él, era capaz de matar a quien tratase de alejarla de su lado luego de tanto anhelarla, ahora era su mujer y nada ni nadie cambiaría ello.
Kagome quería ceder ante el delicioso placer y sobretodo le era sumamente difícil resistirse ante el gran poder de seducción del Platinado, no sabía todas las emociones que ejercía sobre ella. Incluso por momentos se desconocía antes tantos pensamientos impuros para con su hombre.
No podía explicarse como es que él se econtraba tan arraigado dentro de su ser.
Que podría decirse que su cuerpo ya no era de ella, ya no la obedecía, ya no le pertenecía.
La convivencia que habían llevado en ese corto periodo, era simplemente perfecta, un sueño, y todo había sido más que maravilloso hasta el momento.
Sesshomaru no se había detenido de querer hacerle el amor durante todo el tiempo.
Aún seguía sin asimilar que ella tuviera semejante poder sobre el hombre más codiciado del mundo y para ser sincera con ella misma, se había vuelto un hobbie volverlo loco, le fascinaba, porque después de todo, ella también lo estaba por él.
Kagome desprendió su blusa delicadamente, botón por botón para así dejar al descubiertos sus pechos en su totalidad.
Él en respuesta se relamió los labios e inmediatamente la recostó sobre su escritorio.
-- Que bonitas bebé --
En ese momento no le importó absolutamente nada más que ella y solo ella.
Y con su brazo arrojó todo lo que había arriba de este, incluso su computadora había ido a parar al suelo.
Colocó todo su cuerpo sobre el de la Azabache sin presionarla mientras besaba delicadamente sus senos y los acariciaba con sutileza, le encantaba la perfección y el poder cubrirlos completamente con la palma de su mano.
kagome comenzó a gemir levemente y suspiros salían de sus labios junto con unos agudos ronroneos que al hombre enloquecían y que solo calentaba más el ambiente.
Estaba tan excitado tan necesitado de todo su ser.
Anhelaba comerse todo su pequeño y sabroso coñito antes de entrar en su sitio favorito.
Deseaba beber de su miel esa miel que le servía todo los días como el desayuno mas delicioso que había probado en su vida, su néctar exclusivamente de él.
Se econtraba tan concentrado acariciándola, degustando de su suave piel y de como sus montículos de carne se endurecían más y más, mientras los succionaba como un hambriento bebé.
__ sigue mí amor.. __
Todo el pequeño cuerpo se arqueaba de placer sobre el escritorio cuando de golpe se sintió el ruido de la puerta abrir y tanto él, como la azabache se asustaron ante la presencia de alguien.
__Oh, por dios..__ Susurró la ojiazul que aún sentada en el escritorio se cubrió sus senos con los brazos.
Sesshomaru se puso rápidamente de pie y la cubrió en un gran abrazo a la joven que claramente se econtraba totalmente avergonzada ante la situación de ser descubierta en casi pleno acto.
Natsuki había entrado convencida que el hombre de econtraba solo.
Jamás creyó ver a Sesshomaru apunto de tener sexo en su oficina donde siempre sentenció que jamás usaría su lugar de trabajo para tales actos.
-- La niña--
En su cabeza no conseguía entender que se econtrara con esa joven de preparatoria para lo que ella pensaba.
__ Cómo demonios te atreves a ingresar a mí oficina, sin mí autorización!?
Eso es una norma que todos tienen! incluso mí padre golpea la puerta antes de entrar.__ gritó, enfurecido.
La mujer estaba muda parecía que los ratones le habían comido la lengua.
Se econtraba con las carpetas atónita ante el fuerte grito de su jefe.
Pero lo que la había llenado de emociones era ver la manera protectora en que Sesshomaru sostenía a kagome y ayudaba a abrochar la prenda de una manera muy amorosa.
Simplemente no podía creerlo, mucho menos aceptarlo.
__ Tranquilo, Sessh. __ Susurró y acarició levemente su rostro.
Kagome creía que quizás era algo importante y solo por eso había abrazado al hombre para tranquilizarlo, no le gustaba verlo de ese modo y tampoco pese a lo mal que la mujer se había comportado con ella momento atrás, se merecía ser tratada de ese modo.
Natsuki seguía sin hablar pero tampoco podía moverse de allí. Era masoquista de su parte pero no podía dejar de observar la escena y enfurecida arrojó sobre una mesa la carpeta que Inuyasha le había dado.
__ Ella quizás solo ingresó por algo importante Sessh, porfavor tranquilo. __
Lo acarició y él, beso el dorso de su mano, asintiendo.
La mujer estaba que irradiaba furia de los poros y ni se molestó en responder, se dio media vuelta, iba directo a marcharse.
__ Estás despedida.__
Escuchó, lo cual la dejó petrificada y giró para poder ver directamente a Sesshomaru a sus ojos.
-- Maldito! Eres un maldito Sesshomaru Taisho! Yo te amaba!--
Si ya estaba despedida.. Qué perdía? Necesitaba sacarse del pecho a Sesshomaru y así como había roto su corazón ella también jugaría sucio, estaba muy enojada.
__ Por qué, no le dices a las niña que nos hemos acostado?__
Natsuki sonrió victoriosa sabía que eso era suficiente para que cualquier mujer se enojara.
El platinado se congeló en su lugar ante la sorpresa de lo dicho.
Jamás se imaginó que diría algo así y quería arrancarle la lengua por haber dicho ese detalle que nadie le había preguntado.
Kagome se limitó a escuchar y solo se quedó callada inmediatamente el hombre chocó mirada con la ojiazul que se econtraba en absoluto silencio.
__ Largo de mí oficina. __
__ No lo negaras, no? Porque sabes que estoy diciendo la verdad.__
--No tengo porque tolerar todo esto.--
Kagome quería irse de allí, sentía que algo en su estómago se removía era la misma sensación como cuando aquella vez vio en en el restaurante a la mujer de nombre Sarah quien le había dado un condón frente a ella Aunque ahora había una diferencia abismal ante la situación pues por aquel entonces,
Sesshomaru y ella no tenían establecido nada, lo que hizo que pese al malestar del momento le restara importancia al asunto, ahora no era el caso.
Si bien, no sabía porque quedaba prácticamente muda cuando algo la abrumaba demasiado.
No había que ser muy sabio para saber que la mujer que estaba allí, si había estado con Taisho, en fín le dolió.
__ Te encuentras bien, princesa?__
A sesshomaru le asustaba el silencio de la joven y quería matar a la castaña.
__Largo Natsuki!!__
La esbelta mujer parecía disfrutar de como se estaba alterado el platinado quien rápidamente se puso al lado de la Azabache cuando la vió de pie casi atrás suyo escuchando todo y con sus azules totalmente opacados.
Kagome estaba enojada, triste y tenía un rejunte de emociones, eso que había sido un hermoso día para ella y quería terminarlo del mismo modo pero aparentemente no sería así.
-- Tranquila Kagome no hay nadie alrededor tuyo, tu puedes siempre puedes--
Pensó tratando de controlar los nervios, tenía pánico de sufrir en cualquier momento un ataque de ansiedad delante de otras personas.
Asíque sin responder la pregunta del platinado caminó rápidamente hasta el sillón donde se encontraba su cartera para marcharse.
La mujer la miraba con odio y recelo viendo que la joven ignoraba toda la situación, sin siquiera mirarla.
__Bebe ,porfavor __
Sesshomaru corrió desesperado hacía ella pero Kagome no quería hablar y justo cuando la azabache pasó por el lado de la mujer está le dijo de manera burlona algo que desató el caos por completo en la joven.
__ Me lo follo todos los días, no creas sus mentiras, niña. __
Frenó su caminar y la miró detenidamente con altivez, camino hacía ella y su pequeña mano la estampó contra la mejilla de Natsuki que quedó sorprendida por la acción y con su piel ardiendo.
__ Usted, nunca más se atreva a ponerme una dedo ensima o la denunciaré. __
-- Princesa --
Sesshomaru ni se gastó en mirar a Natsuki pero rápidamente en su cabeza se preguntó que era eso de que no le ponga un dedo ensima.
Luego se lo preguntaría a su adorada Azabache, porque en ese momento solo tenía espacio para salir corriendo tras ella.
__ Porfavor, bebé hablemos, porque sales así.? Déjame que yo puedo explicarte todo.__
Ella se detuvo y guardó un poco su enojo solo para ella.
__ Shippo nos está esperando, por la noche lo hablaremos, no ahora.
No quiero decir algo de lo que luego pueda llegar a arrepentirme. __
-- Cosita no me digas eso--
Disimuladamente tragó en seco y acomodó un tanto su ropa y simplemente aceptó aunque su nerviosismo lo estaba matando.
Bajaron por las escaleras en sumo silencio,
hasta llegar a la cochera de la empresa, de su bolsillo sacó la alarma de su auto abriéndole la puerta para que ella ingresara.
-- No hagas eso mí princesa--
Conducía hacía el lugar de comidas y juegos donde se encontraba su hermano sin dejar de observarla por momentos.
Kagome solo miraba por la ventana y su cabeza era una especie de zamba en total movimiento.
No podía dejar de preguntarse el porque las mujeres que había visto siempre junto a él, cumplían un patrón tan distinto con lo que era ella.
Sería que con alguna se comportaba como lo solía hacer estando con ella? Qué tan cierto era que nunca había tenido una relación?...
La cabeza de Kagome dolía de tantas preguntas que su mente se hacía.
Y sesshomaru no podía ni siquiera imaginarse como es que la cabeza de alguien que padece ansiedad trabaja creándose miles de escenarios catastróficos por segundos.
Apretaba sin darse cuenta sus manos dañando sus palmas y emitió un largo suspiro tratando de tranquilizar ese mal rato debía distraerse y pensar en otra cosa debía concentrarse en Shippo y en lo bien que la pasarían en los juegos junto con su pequeño.
__ hey. __ Susurró, apartando una mano del volante para poder sostener la de ella. __ No hagas eso.__
El platinado se moría por dentro al ver eso pequeños pucheros de niña que hacía, obviamente todo sin percatarse, que los hacía.
Sintió dolor al ver nerviosismo en ella y de la manera en que apretaba sus propias manos se estaba dañando a ella misma y él no podía sentirse peor de lo que ya se sentía.
Quería explicarle con suma desesperación que esa mujer no era nadie, que no significó nada para él pero le había pedido no hablar del tema hasta la noche y debía respetar su decisión.
Kagome solo miró la mano de Sesshomaru sobre la suya y abrió su palma para dejar de lastimarse, lo había hecho sin darse cuenta.
__ Puedo explicarlo. __
__ Lo sé, se lo que dirás. __
solo agachó su cabeza pero nunca apartó la mano de él al contrario la apretó con la suya.
__ Esa mujer no ha significado..
__ Nada para ti y ha sido otra de tus mujeres de turno, no es así?. __ terminó por decir.
El hombre sabía que no debía apartar la vista del frente pero moría por mirar su rostro y llenarlo de besos.
Asíque estacionó el auto cerca de un parque antes de llegar a destino.
__ P.. por qué.. te detienes?__
__ No estoy tranquilo si no puedo explicartelo y se que estás enojada. __ dijo, desabrochando el cinturón y girando levemente sobre su asiento.
__ Siento que no es necesario. __
__ Claro que lo es __
__ Y no estoy enojada. __
Si que lo estaba aunque sentía que no venía al caso, se sentía triste, solo un poco, pero quería disfrutar del lugar adonde Inuyasha había llevado a Shippo seguramente encontraría a Sango allí hablaría con ella, se desahogaría y trataría de tomar las cosas con calma después de todo estaba con él, junto con Sesshomaru taisho el hombre de las miles de mujeres y sabía que este tipo de cosas sucedería, ella lo sabía, lo había aceptado de ese modo.
-- Debo recordar porque me arriesgue a esta locura?--
__ No puedo soportarlo bebé. __
La tomó con ambos brazos mientras ella se movía para todos lados.
__ Q... qué hacés?... __
__ Necesito abrazarte. __
Los movimientos de Kagome eran en vano porque sesshomaru la había aferrado contra su pecho, escondiendo su rostro en el cuello de ella sin responder, necesitaba sentirla cerca, necesitaba aspirar su aroma.
__ No me dejes de querer, porfavor.__, Susurró.
No le importaba nada al joven incluso si debía humillarse suplicando.
Nunca podría aceptar que su relación durase un abrir y cerrar de ojos todo por culpa de una mujer por quien le daba igual su insignificante existencia.
Comprendía perfectamente el enojo de su azabache incluso le sorprendía el fuerte carácter porque jamás se hubiese imaginado que la pequeña que tenía en brazos llegaría a abofetear a Natsuki aunque recordaba latente, que si él, había tenido una oportunidad con ella fue justamente gracias a su carácter y el gran enojo que la llevó a besarlo en la azotea aquella vez.
-- Eres un peligro estando enojada muñeca --
La Azabache se sintió terrible por unos segundos.
Sentía como sesshomaru la sostenía contra su cuerpo y la nariz en su cuello le hacía querer largar una risita pero no lo haría. Sus emociones se mezclaban y era una joven bastante racional pese a sus miles de inseguridades.
-- Me lo follo todos los días --
Resonó en su cabeza y fue cuando se preguntó, si el hombre que mostraba tener una especie de devoción hacía ella, sería capaz de serle infiel justo cuando recién comenzaban su historia.
A caso, él podría fingir tan bien?
Ya lo había dicho, él era el magnífico Sesshomaru Taisho y bien podría estar con quién el quisiese, sin tener la necesidad de estar pidiendole que no lo dejase de querer cosa que solo provocaba en ella ganas de besarlo y ceder ante su enojo.
Pero claro que no lo haría tan fácil.
__ Esa mujer dijo que mantiene relaciones contigo todos los días y trabaja para ti. __
El platinado con pesar salió de su cuello que se había vuelto su escondite habitual.
__ Eso no es verdad.
No te negaré lo obvio, si he compartido alguna que otra hora junto con ella pero ha sido en un pasado.
No quiero que mal entiendas las cosas.
Juro que jamás he tocado una mujer desde el día en que me besaste en la azotea.
Sabía que no éramos nada y que me habías dejado en claro, en más de una ocasión, que me aleje de ti, pero nunca perdí las esperanzas de que quieras estar conmigo así tanto como como yo lo deseaba. __
Kagome solo lo miraba y apretaba su pequeño bolso, mientras inflaba levemente sus mejillas tratando de contener el aire, si estaba celosa pero por obvias razones.
Él acarició su rostro totalmente enternecido.
__ Bebé.. __
__ Si estoy enojada. __ admitió con pesar.
Kagome corrió su rostro y mordió levemente la mano del Platinado para que la quitara.
__ P.. pero.. __
__ Pero Shippo es nuestra prioridad ahora y nuestros problemas de pareja lo solucionaremos en casa porque tu hermano nos está esperando. __
El platinado cerró sus ojos y suspiró.
No quería que se encuentre tan enojada con él porque se desesperaba al creer que ella podría querer apartarse de su lado, así mismo todo lo que salía de sus labios era expresado con tal dulzura que lo enloquecía. Admiraba la sensatez pese a su corta edad y su corazón se alborotaba aún más
Ya lo había hablado con su psicólogo, no podía dejar de adorar a la joven se había vuelto su droga, la Azabache corría por su torrente sanguíneo estaba dentro de él.
Se acercó a ella y le colocó el cinturón.
La joven solo se ocupaba en mirar hacía abajo se notaba el enojo porque sus mejillas la delataban y el extraño y encantador gesto que hacía con su boca lo volvia loco.
-- Estás tan enojada princesa y no debería querer besarte porque puedes enojarte aún más pero no puedo controlar este deseo intenso. --
Y así fue, no lo soportó más y cuando terminó de abrochar el cinturón con una de sus mano la tomó por la barbilla y apoyó su nariz con la de ella y dejó su boca a centímetros.
__ Si no me besas siento que moriré. __
Kagome no sabía la adicción que había despertado en el hombre hace meses atrás con su sola presencia, no era consciente de la magnitud de ese deseo desesperante que lo embargaba cada vez que se econtraba cerca de ella.
Se había vuelto adicto a su rostro, a su cuerpo, a su aroma a todo lo que la representaba pero claramente la Azabache no era consciente de lo que significaba para el hombre y que luego de haber probado sus labios no sabía que iba a ser desesperante estar apartados de ellos, estaba loco, loco por ella.
( Flashback)
El joven se econtraba en el campus dos mujeres lo acompañaban sin su infaltable amigo Miroku.
El platinado estaba apoyado contra una mesa viendo como su amigo coqueteaba con una de ellas y la mujer que estaba en frente de él no dejaba de insinuarse, quizás sería alguna conquista más otra fémina a su larga lista.
La Azabache por primera vez caminaba sola por el campus no acostumbraba a hacerlo pero necesitaba sacarse de la cabeza todo lo que había atravesado sola y no entendía porque había dejado todo atrás solo para poder compartir más tiempo con Bankotsu cuando él ni siquiera quería tomarla de la mano o decir que ella era su prometida, le dolía y quería gritarselo en la cara pero sabía como actuaría su moreno.
-- Te comportas de manera impropia --
Eso sería lo único que diría y era la primera razón por la que caminaba sola. No quería sermones.
Necesitaba demasiado aclarar su mente y todo lo que había puesto en la balanza solo para estar cerca de quién consideraba su amor.
Pero el hecho de que él no se mostrase más cariñoso con ella aunque sea una sola vez, la hacía ir poco a poco alejandose más y más y ella lo sabía, sabía que haber dado tanto y haber recibido tan poco la estaba agotando sin contar eso que no dejaba de atormentarla día tras día.
Se sentó en una fuente inmensa que había y se colocó sus auriculares mientras con una de sus manos tocaba el agua la Azabache estaba perdida en sus pensamientos ajena a lo que provocaba en un bello joven que la veía embelesado y se había olvidado de su mejor amigo y de las mujeres que lo acompañaban segundos atrás.
-- Que hermosa eres princesa --
Cuando la había visto pasar caminando por la mano contraria trato de no mirarla pero fue inevitable porque sus pies se hicieron solo, siguiéndola sigilosamente como se había vuelto costumbre en él, sabía que la joven era distraída y nunca prestaba atención a su alrededor mucho menos ponía interés en él.
Sabía que no debía ir tras ella porque estaba mal pero..
Acaso, no podía admirarla aunque sea de lejos?..
Por instinto fue caminando hacía la dirección en donde se encontraba y se sentó en la misma fuente quedando casi a su lado.
Sin embargo, Kagome estaba luchando con sus pensamientos asíque siguió sin notar su presencia su vista estaba más puesta en el agua que en el panorama a su alrededor.
__ Crees que está fuente realmente conceda deseos?__preguntó, mirándola y a pesar de que ella llevaba los auriculares, logró escuchar una leve voz que la hizo levantar su rostro de inmediato encontrando sentado cerca de ella al platinado que la miraba detenidamente.
-- Estúpido y sensual Taisho.. --
Kagome sacó sus auriculares.
__ Qué ?__ preguntó, sin interés.
La azabache quería mantener a su compañero.
A ese cretino por quienes las mujeres suspiraban. Lo más lejos posible.
Pero el hombre trataba de seducirla a toda costa y no entendía el porque teniendo tantas mujeres alrededor con las que acostumbraba a verlo, por qué se empecinaba tanto en molestarla?
Pues no había respuesta para ello..
Pero si de algo tenía la certeza es que estaba muy equivocado si pensaba que ella, era esa clases de mujeres con la cual tendría un revolcon y ya.
De nada le serviría ese perfecto rostro, no tenía ese efecto en ella, aunque bueno...
Alguna que otra vez aparecían ciertos pensamientos pecaminosos que se colaban en su mente sin permiso alguno, pero eso no importaba porque ella seguía teniendo la fe de que se casaría con Banki y que serían muy felices juntos.
__ Te preguntaba...
si crees que esta fuente realmente cumple los deseos?__
La Azabache solo negó moviendo su cabeza.
__ Veremos. __ , Dijo.
El platinado del bolsillo de su campera sacó unas monedas que Rin había metido en su bolsillo sin ningún motivo alguno.
Y él simplemente se había olvidado de sacarlas de allí.
Tomó la moneda y con su pulgar la echó hacía atrás.
La observó y sonrió de lado.
__Si la fuente funciona.
Algún día me besarás...
__ Podrás tirar toda tu fortuna en la fuente y eso nunca sucederá, Taisho, sigue soñando.__
Se acomodó sus lentes y se puso en pie con su hermoso y pequeño outfit de ese día.
Al hombre no le importaba absolutamente nada, mucho menos que ella lo rechace tantas veces.
Ya estaba aprendiendo a convivir con que nunca iba a tener una oportunidad con la Azabache por más que él fuese Taisho Sesshomaru, no era algo que impresionara a su nueva compañera.
__ Soñar es gratis!__, terminó diciendo.
La Azabache se giró y mostró su dedo corazón .
Solo negó con una sonrisa de oreja a oreja.
Aunque sea casi nula la interacción, lo hacía felíz.
No le quedó más que ver como la joven se marchaba del lugar y el de atrás se quedó admirando el hermoso y perfecto trasero que tenía la mujer de sus sueños, la inalcanzable Kagome Higurashi.
--Eres perfección pequeña--
( Fin del flashback)
-- Te aprovechas porque te quiero demasiado, Taisho--
Kagome terminó por unir sus labios a los de él y el platinado tomó su rostro, comenzando a dar leves y pausados besos en su boca.
Se alejó con pesar, ambos se miraron pero no dijeron más nada, solo se acariciaron con sus narices.
Sesshomaru simplemente trató de calmarse si lo había besado al menos sabía que a la noche podrían hablar, se dispuso a manejar para llegar rápido adonde se encontraba su pequeño, seguramente disfrutando.
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__ Eres un idiota. __
__ Tsk, por qué me dices eso?__
__ Por qué rayos no lo hablas con él y ya? se conocen de prácticamente toda la vida.__
La castaña dió un sorbo a su jugo de manzana mirando sus calcetines.
El platinado miró lo mismo que ella por un momento y sonrió melancólicamente.
__ No es fácil. __
Inuyasha observaba a Shippo viendo como el pequeño jugaba junto con Rin y Kohakku no muy alejados de ellos que estaban sentando en unas colchonetas en el suelo rodeados de niños y jóvenes que corrían alrededor del lugar.
Sango se arrodilló y se dedicó a observarlo directamente.
__ Siento que al menos deberían hablarlo. __
__ No tiene sentido hablar con alguien que no quiero ver nunca más. __
__ Realmente no quieres verlo nunca más?__
__ Neh.. __
La castaña rodó los ojos Inuyasha le recordaba a Kag cuando se encaprichaba o solía enojarse por algo.
__He escuchado que tiene novia. __
__ Bien por él. __ terminó diciendo el menor de los Taisho.
__ Y tú? al menos has contestados uno de sus llamados?.__ Retrucó el joven. __Se por boca de mí hermano que la está pasando mal y que no deja de preguntar por ti.__
__ Claro, y por eso se ha ido de vacaciones sin ningún tipo de explicación en vez de al menos tener el valor de decir que fui una más de su lista. __
Sango hizo un gesto desinteresado, observando la gran cantidad de gente en el lugar pero se sintió tan vacía por un momento que le costó disimular su angustia.
Tanto ella como el bello joven que tenía al lado estaban tristes y estos días habían estado compartiendo sus penas juntos, realmente ni ellos mismos sabían como habían llegado a congeniar tanto juntos.
No solo disfrutaban del sexo sino que tenían una conexión única, sin contar que ambos se usaban mutuamente de psicólogos.
__ No lo sé Sango, conozco al desgraciado de Miroku y no creo que es de esos hombres que sea tan insistente, si algo no sintió. Mí hermano era igual y lo habrás visto ahora con Kagome parece que se comió a Romeo. __
Sango no quería hablar del tema que aún le molestaba demasiado.
Aunque el comentario de Inu la hizo reir por lo bajo
Pero lo que la terminó de sacar de sus pensamientos fue ver pasar corriendo a kagome sin zapatos y tirarse alegremente a uno de los enormes peloteros.
Shippo , Rin y Kohakku vieron a la azabache y corrieron a abrazarla.
De lejos Sesshomaru miraba la escena con los zapatos de su mujer en mano, sin creer como había reaccionado Kagome ante los juegos, lo había dejado hablando solo.
A lo lejos divisó a su hermano sentado en un colchón inflado en el piso junto con la castaña.
Y caminó hacia ellos.
__ Claramente diferimos de gustos.
Este era el lugar fenomenal del que hablabas tanto, no es así? Parece un kinder.__
Terminó por sacar los zapatos y los colocó al lado de su hermano junto con los de kagome.
__ Qué haces?__
__ Iré a los juegos. __
Inuyasha no podía creerlo
__ Tú?. __
solo asintió.
__ Niña ruda. __
Saludó, el ojidorado a Sango.
__ Bonita Tarde , cretino.__ respondió, la castaña.
Si Sango y Sesshomaru se trataban de ese modo.
La castaña lo había amenazado tantas veces con que tenga cuidado de dañar a Kagome que no había otra forma de no tratarse así pero a pesar de todo ellos se llevaban muy bien.
__ Dijo Kagome que en la mochila están los biberones de Shippo, solo se le debe agregar agua caliente. __
Inuyasha asintió.
__ Los estábamos esperando. __
El mayor asintió y se encaminó a los juegos no creía lo que estaba por hacer.
Incluso ni cuando era pequeño le gustaba ese tipo de lugares repletos de infantes y jóvenes adultos.
Debía admitir que habían puesto mucho esmero en el lugar ya que se veía inmenso incluso para él.
Se encontraba repleto de juegos y colores muy atrayentes pero él tenía 25 años y era un respetado empresario, alguien que había vivido mucho más por las noches que por el día.
Antros, viajes exóticos, restaurantes de renombres.
Era verdad todo esto?.. Estaba pensando entrar en unos juegos repletos de niños?.
Escuchó la melodiosa risa de su Azabache que se encontraba girando junto a su pequeño que reía del mismo modo en medio de tantas pelotas, definitivamente lo disfrutaban mucho.
Y si, era verdad, claro que lo era, su vida ya no era la misma.
Todo había cambiado drásticamente, pensó.
La joven quedó de espalda hacía él y shippo causalmente miró hacía su dirección y sonrió enormemente, llamándolo con sus bracitos abiertos al notarlo.
__ P.. papá.. __
Kagome se giró junto con Shippo totalmente emocionada y mirándolo con ese mismo anhelo que tenía él, su pequeño le decía papá, lo llamaba como tal y era lo más gratificante del mundo.
-- Hijo mío--
No sabía en que momento había ingresado al inmenso juego, sus pies parecían haberse movido solos por inercia y lo único que tenía claro, es que ese, era el lugar justo donde él, quería estar.
Siempre así, con su mujer y su hijo entre sus brazos.
Nunca se arrepentiría de su decisión, no importaba las diferencias que ocurrirían en su vida y que haya cambiado las latas de cerveza por las de leche.
Desde el momento que decidió convertirse en padre no aceptaba estar estar separados de ellos ni por un minuto, moriría antes de estar lejos de quién ahora se había convertido en su familia...
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