( Capítulo 37)

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Holis gente ❤️  Aquí vengo con un nuevo capítulo QUE UFFF!!! No le ha faltado nada de nada así que no diré mucho solo espero lo disfruten como yo lo he hecho escribiéndolo 🙈

Sin más que agregar, los dejo con la lectura 📖 y les mando un fuerte abrazo de oso 🐻

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__ Y..yo.. Kagome.. ¿ Hablas encerio?. __

Sus ojos azules lo miraron aún con lágrimas en ellos.
Agachó su cabeza, sabía que era una locura lo que le estaba pidiendo, quizo cambiarle de tema.

__ ¿ Los juguetes son nuevos?. __

Sesshomaru solo la observó seriamente esta vez, no la dejaría salir victoriosa.

__ Se los regaló Inuyasha. __

__ Son muy lindos. __

Tomó a Shippo y recogió los juguetes sin hablarle. 

La azabache no supo que le sucedia o quizás si, por eso mismo lo siguió, no quería que se enoje.

Dejó a Shippo en el suelo y el pequeño corrió a su sala de juegos perdiendose entre tantas cosas que tenía.

Sesshomaru se sentó en uno de los sillones apeluchados observándolo ignorando a su bella mujer aunque le costase mucho hacerlo, le dolía que quisiera evadirlo como si fuera un niño.

¿ Por quién lo tomaba?

Sabía que ocultaba cosas pero quería respetar su privacidad es por ello que nunca indagaba en eso y porque deseaba fervientemente que fuese ella quien le contara todo sin necesidad de preguntar nada.

¿Además con semejante y osada petición que le había solicitado quería que llegue así como si nada a hablar con su suegro?

¿ No se percataba que todo ello, solo iba a traer problemas?

¿ Qué tan grave podría ser para que enfermara? Porque estaba más que seguro que eso era la consecuencia de lo otro.

Sintió el sillón hundirse y como su pequeña cabeza era apoyada en su hombro. Unió su mano con la suya  acariciandolo, buscando su contención.

Comprendía el enojo de su amado.
Ella estaría igual pero era algo tan difícil de expresar que nadie que no lo haya tristemente experimentado lo entendería.
Algo con lo que había acarreado ya más de un año sola, todo esto le trajo muchas consecuencias, una era su salud, y un dolor intenso que no sanaba.

Su alegría había vuelto gracias al hombre que tenía a su lado y a su pequeño que andaba jugando alegre ajeno a todo.

No estaba dispuesta a perderlo.

__ Te amo. __ apretó, su mano fuerte tratando de transmitirle así, todos sus sentimientos.

( Cosita hermosa no quiero ser duro contigo)

Sesshomaru acarició suavemente sobre  donde recientemente habían tomado una muestra de sangre.

__ Si es así, déjame ayudarte. __

__ Lo prometo. __

El platinado no pudo más y tomó sus labios con desesperación comiéndose unas cuantas lágrimas de su hermosa mujer que realmente más que nunca necesitaba de él, no podía enojarse, no con ella. La amaba, la ayudaría, la cuidaría por el resto de su vida aunque tuviese que enfrentar al temido Kenta.

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__ ¿ Qué haces aquí?. __

Sango quedó sujetando la puerta por la impresión de tener en frente al hombre que creyó no volvería a ver.

__ Creí.. que me debía una charla contigo y por eso estoy aquí.  Además que me has bloqueado de todos lados quizás, intentar contactarme contigo se me sería difícil.  __ se rascó la nuca levemente sonriendo.

__ Tú y yo.. no nos debemos nada. Absolutamente nada. __ quiso cerrar la puerta en su rostro pero Miroku sujetó con fuerza esta y en un rápido  movimiento la tomó por la cintura.

__ ¡ Oye! ¡Degenerado sueltame!__ lo golpeó pero ningún forcejeo obtuvo resultado.

__ Escúchame porfavor Sango, no he dejado de pensar en ti. __

La risa congestionada de la castaña resonaba por el hall de su casa. No le creía absolutamente nada al joven que había roto su corazón.

__¡ Ay Ajá! ¿ Y qué más imbécil?.¿ Crees que vendrás luego de nose cuanto tiempo a querer enmendar "tú " error y creer que yo fingiré demencia solo por tu rostro bonito? ¿ A caso, crees que eres el único hombre en la Tierra? Pues te informo que..

__ Te amo. Te amo Sango. __

Las piernas de la joven flaquearon no sabía si era la fiebre, la gripe o la impresión que le causaron aquellas fuertes y contundentes palabras que acababa de oír.

El agarre de Miroku fue más entusiasta y al notar la confusión de la mujer aprovechó su distracción y devoró sus labios sin permiso alguno, la había extrañado tanto pero tanto y estaba dispuesto a enmendar su error a recuperarla.

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( ¿De dónde habrá sacado padre eso de que Sango está enamorada de mi?)

Inuyasha acomodaba todo para retirarse del trabajo. Había estado en la oficina de su hermano dejando en orden las últimas diligencias del día. Hasta que la puerta fue abierta.

__ Hola amigo..

Se giró al oir aquella voz.

__ ¿ Miroku?. __

__ ¡ Oh ! Inu.. eres tú, creí que eras tu hermano. __

__ Se ha retirado unas horas antes. __

__ Ya veo.. bien. __ miró su reloj. __ Solo pasaba a saludar. __

Asintió notando la bolsa que llevaba en sus brazos.

__ ¿ Medicina?. __

El pelinegro sonrió como de costumbre.

__ Es para mi Sango anda con gripa. __

( " Mi Sango")

Inuyasha sintió un profundo dolor en la boca de su estómago con la sola mención de su amiga porque eso era, ¿ no?.

__ ¿ Has vuelto con ella?.__

(¡ Demonios! ¿ De dónde ha salido ello? )

El pelinegro se cruzó de brazos curioso, Inuyasha nunca le sacaba charla a él.

__ Aún no pero tengo fe que podremos limar asperezas.  __

El platinado parecía haberse atragantado con un hueso, no le quedó otra opción más que solo asentir.

__ Adiós Inu. Nos vemos pronto. __

Cerró la puerta dejando atrás al ojidorado que rápidamente tomó su celular y en un acto desesperado marcó al número de la castaña que lo mandaba directo al buzón de voz.

( ¿ Por qué no responderá a mi llamada?)

Fue inevitable no sentirse impaciente. Tomó sus cosas y se retiró de la empresa.

En todo el trayecto del viaje que tuvo desde la empresa hasta su casa no dejó de llamar a la castaña nunca pero ni un solo mensaje fue respondido.

Comprendió que quizás tras la llegada de Miroku ya no habría lugar para su extraña amistad quizás, ya no había espacio para él en su vida.

No iba admitirlo jamás pero se sentía malditamente mal. Había optado por no parar en ningún lado a cenar porque por primera vez en su vida, no sentía hambre.
O se estaba por morir o estaba tan triste como jamás creyó estarlo.

Los grandes árboles le avisaban que llegaba a su hogar.
Sacó el manojo de llaves y colocó esta en la puerta para ingresar percatandose de que estaba sin cerrojo.

Entró lentamente, con cuidado, parecía todo normal hasta que vió el gran leño hogar encendido.

( ¿ No lo había apagado?)

Lo tomó como un acto descuidado de su parte pero agradecía en su interior, ya que su hogar era un hermoso hornito por la temperatura.

Sacó sus zapatos, aflojó su corbata y se encaminó hacía el living. Iba a prender su gran Smart cuando se percató justo que uno de sus amplios sofás un pequeño bulto, estaba acurrucado cubierto por su manta roja preferida, justo al lado de la gran estufa.

( ¿ Sango?)

Se arrodilló quedando a su altura.

En efecto, la bella castaña se econtraba en su hogar, durmiendo con sus mejillas más rojas que nunca.

Acarició su cabello y besó su frente sin saber porque ni como pero aquella fuerte opresión en su pecho y ese malestar estomacal habían desaparecido como por arte de magia.

__ Sango... __

Trató de sonar dulce y tocó su piel notando que ardía.

Abrió con dificultad sus ojos, enfocando esos dorados en los cuales había pensado todo el día después de aquel beso con el pelinegro.

__ Inu.. no pude avisarte.. __

Quiso sentarse, él la ayudó con mucho cuidado.

__ Tsk.. Tonta no te esfuerces, estás ardiendo en fiebre. Buscaré algo para que puedas tomar...

Quiso alejarse pero lo sujetó por su brazo.

__ Por favor, quédate. Quédate conmigo..

__ Pero..

Se sentó junto a ella. Sango dejó caer su cabeza contra su pecho.

__ Te amo Inuyasha. __

El rostro del mencionado era un poema ahora se batía a duelo con las mejillas de Sango para ver cual estaban más rojas por diferentes motivos claramente.

Su corazón latía con fuerza dudaba que le pasara lo que a su hermano pero vaya que ni haciendo deportes se le aceleraba tanto.

¿ Felíz? Eso era poco para describir lo que sentía. Aunque las dudas y todo el rejunte de emociones era indescifrable para el hombre.

__ Sango yo.. __

Quiso hablar pero se dió cuenta que la joven se había vuelto a dormir contra suyo. Era evidente había sido la fiebre y todo el delirio que esta conlleva. O al menos eso había creído él...

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El moreno estaba alistando algunas cosas para dejar todo en orden en su hogar.
Sabía que Inu en ese día no lo esperaba pero deseaba darle una grata sorpresa.
Quizás, una cena romántica, un tiempo para ellos solos y dormir juntos como lo hacían cuando podían por las demandas de la vida.

Tenía casi todo listo cuando escuchó el timbre de su casa sonar.

Se apresuró en abrir la puerta y quedó un tanto sorprendido cuando vió a la fémina que lo observaba con un deje extraño en su hermosa ,esmeralda, mirada.

__ Buenas Noches, Koga. __

__ Buenas Noches,  Ayame. __

Tenía casi dos semanas de no verla o más. Habían dejado de hablar de la noche a la mañana luego de frecuentarla algunos meses. No estaban en malos términos pero tampoco había entendido mucho la situación de ellos.

__ ¿ Puedo pasar? Eso si, si no te encuentras ocupado. __

Un tanto dudoso aceptó.

Hizo un ademán con su mano y esta ingresó.

Una vez que la pelirroja tomó asiento. Koga decidió ser un buen anfitrión por cortesía. Sabía que cuanto menos durase la charla, más tiempo de estar con su peliplata tendría.

__ ¿ Deseas algo de beber?.__

__ Agua estaría bien. __

Colocó un vaso de agua frente suyo y se sentó frente a frente. Ayame parecía preocupada incluso nerviosa algo poco habitual en la mujer .

__ Bien.. Koga .. mira yo quiero ser clara y no dar más rodeo al asunto porque me he estado debatiendo durante toda una semana para focalizarme y venir hasta aquí.  __

__ Comienzas a preocuparme Ayame. ¿ Sucede algo?. __

Sus dedos parecían jugar hasta que de su bolso sacó un extraño objeto de su interior y lo colocó sobre la mesa justo al lado del vaso.

El ojiazul lo observó por uno minutos queriendo creer que no era lo que estaba imaginado, lo tomó entre sus manos para poder apreciarlo mejor aún así posó nuevamente su vista en ella.

__ Estoy embarazada.  __

Dos fuertes palabras que dieron vuelta el mundo del moreno.

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La azabache había prometido juntar el valor necesario para poco a poco ir abriéndose con el amor de su vida pero le pidió tiempo, ya que hizo mención que era algo sumamente difícil de asimilar y contar. Sesshomaru comprendió aunque nunca por su mente imaginó que tan grave podría llega a ser el asunto.

Transcurrió todo el resto del día en brazos de su pronto esposo y con su pequeño junto a ellos.
Recargandose con esa inyección de amor y energía había sido tan reparadora que no contó con que pronto debería develar la oscura verdad que tanto mal le hacía.

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__¡¡Ah!!__

Los platos se rompían, sus manos sangraban al igual que algunas partes de su frágil cuerpo maltratado.

Se jalaba de sus cabellos y arrancaba de estos mientras caía desplomada en aquel piso donde alguna vez, jugó de pequeña...

Su bata rasgada, su cara golpeada y su cuerpo.. su cuerpo ultrajado por el mejor amigo de su novio.

Tenía muchas marcas, con terror miró su intimidad que sangraba.
La había mordido, sus dedos la habían lastimado cruelmente.
Los moretones por sus costillas se hacían visibles...

Corrió hasta el baño y se encerró en este gritando... llorando...

Suplicando porque jamás pasara otra vez por lo mismo...

__ ¿¿P.. por qué??.. por que a mi!!!?__

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__ ¿Por qué... ? ¿Por qué a mí?__ gritó, desgarradoramente aún, estando dormida pero se levantó abruptamente mientras lágrimas caían por su rostro.

El llanto del pequeño no se hizo esperar ni el despertar del platinado tampoco.

Kagome estaba agitada temblando de miedo otra vez la recurrente pesadilla que la trasladaba un año atrás, haciendola vivir nuevamente aquel cruel momento.
Tener que volver a ver a Naraku había despertado más que nunca su temor. Todo su ser estaba más alerta que nunca.

__ Mi.. mi pequeño.. __

Lo sujetó entre sus brazos tratando de calmarlo, de consolarlo, lo había asustado, se sentía aún peor.

__ Pequeña, calma, dámelo a mi. __

Acarició su cabellera y ella solo asintió.
Shippo aún adormilado gimoteaba.

Sesshomaru se colocó en pie con él, no sin antes ver el rostro de su mujer.

__ Por favor tranquila, regreso en un momento, te traeré agua mientras preparo un biberón para Shippo. __

Limpió su rostro y asintió.
Se sentía la peor madre del mundo pero no podía sacarse aquello de la mente.
Ni bien, lo vio salir del cuarto, corrió hacía al baño y devolvió al retrete todo lo que había ingerido en la cena.

Asco, repulsión, dolor...

Una vez más lloró ,desconsoladamente, se odió..

Miró su reflejo en el espejo con mucho asco mientras cepillaba sus dientes y la imágen de aquel hombre que arruinó su vida llegó a su mente una y otra vez.

-- Yo soy feliz, él no puede dominar mis pensamientos --

Comenzó a quitarse su pijama, no había marcas, ni moretones como aquella vez lo hubo, solo un pequeño recuerdo por parte de su agresor que con un anillo hizo un corte sobre el hueso de su cadera, una cicatriz que llevaría de por vida como recordatorio.

Su corazón dolió....

Arrastrando sus pies como si llevara las cadenas de estar presa de su propia pesadilla, abrió el cubículo  de la ducha.

El agua comenzó a caer y sin pensarlo empezó a restregar con fuerza todo su cuerpo. Como cada vez que por desgracia tenía alguna pesadilla.

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__ Tranquilo mi pequeño, mamá no ha querido asustarte, solo ha tenido un mal sueño. __

Se movía lentamente mientras daba su mamila a su pequeño quien ya tenía sus ojitos totalmente cerrados.
Se había vuelto un experto en el tema.

El ruido del hervidor lo sacó de su transe.
Colocó agua en una taza para preparar un té para su Azabache.

Se dirigió a la habitación de Shippo y lo colocó en su tren para que descansara tranquilo.
No sabía porque pero estaba seguro de que esa noche, sería larga.

__ Descansa mi niño. __ besó su manito, lo cubrió con su manta de zorritos y se dirigió a la cocina nuevamente en busca del té.

Cuando regresó al cuarto creyó que la encontraría en la cama pero no fue así.
El ruido del agua correr proveniente del baño le avisó donde se econtraba su princesa.

Dejó la taza sobre de la mesita y golpeó tres veces la puerta del baño, más no recibió
respuesta alguna.

Abrió lentamente la puerta.

Se sorprendió al verla en el suelo con su cabeza entre sus pieras flexionadas y sus manos en la cabeza.

Corrió y se adentró en el cubículo pero cuando el agua helada lo golpeó se estremeció.

__¡ Maldición Kagome! ¿Quieres morir de hipotermia?. ___

No esperó respuesta de ella simplemente apagó la regadera se inclinó y la tomó como pudo, no opuso resistencia.

Al salir la cubrió con una toalla, estaba llorado, temblando ida como si estuviese en transe.

-- ¿qué es lo que te sucede bebé?--

La aferró a su cuerpo tratando de darle calor pero él también estaba mojado.

Rápidamente aumentó la calefacción y la cubrió con una frazada.
Él por su parte quitó su pijama mojada.

Tomó su pequeño rostro entre sus manos
Acariciandola con su gran mano.

__¿ Por qué te comportas así? . Puedes contarme lo que ocurre yo te ayudaré. ¿Necesitas que llame a tu doctor? No sientas vergüenza eres mi mujer .__

__¡ No, porfavor! __ tomó sus hombros __ A mi médico, no. __

__ Aquella noche cuando enfermaste también estabas teniendo una pesadilla.__

Los ojos de Kagome se abrieron desmesuradamente.

Él comenzó a secarle su cabello con una toalla.

__¿ Realmente no te has dado cuenta que el agua estaba helada? ¿Y qué estamos entrando al invierno?__

__ No quiero volver hacer llorar a mi bebé, no quiero ser una carga para ti. Lo siento tanto. __

Pegó su frente contra la suya, su corazón ya no soportaba verla en ese estado. Iría a hablar con su padre sea cual fuese el resultado. Y si era que la universidad la ponía en ese estado, claramente no podia seguir asistiendo. Haría lo que fuese pero no podía verla llorar un segundo más.

__ Nuestro niño se ecuentra bien y ya deja de disculparte por lo que te hace mal, nunca serás una carga para mi porque te amo más que a mi vida.  Solo necesito que confíes en mi, porfavor bebé.  __

Pánico.. eso sentía la azabache estaba entrando en un claro ataque de pánico.

__ Solo no dejes que él me dañe. Prométeme que no me dejarás sola. Ya no puedo vivir más así, ya no puedo Sesshomaru.__ si no fuera porque la aferraba a su cuerpo ella hubiese caído al suelo.

-- Me asustas bebé --

__ ¡ Necesito que se aleje !__ tomó sus cabellos con sus manos y sacudió su cabeza.

__¡ Kagome ! __ la sujetó por sus hombros, temía que se dañase.

__ ¿ Quién quiere dañarte?.. ¿ De quién estás hablando?. __

__ ¡Naraku!.. Naraku Onnigumo él... fue él!__

Continuará......

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