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El Reencuentro

(Capítulo 16)

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Antes que comience el capítulo quería desearles un hermoso comienzo de Año ❤️ Que cada meta que se propongan en este 2023 la cumplan y que este lleno de salud y alegrías para todos ustedes.
Los quiero mucho y también quería agradecerles por siempre acompañarme en mis locas historias y brindarme su apoyo con sus bellas palabras ❤️🎇🥂 Salud 🥂

Por un año lleno de Historias Sesshomes 🥂🙌 y de mucha suculencia 😈😏

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Luego de haber estado hablando por algunos minutos con el hermano de su platinado quien amablemente había respondido la llamada, informándole que Sesshomaru había dejado en la oficina su celular.

La Azabache decidida, comenzó a hacer un poco de espacio en su gran habitación.
La casa estaba repleta de flores de todos los colores y a diferencia de las rojas que había en la recepción de su edificio, las de su cuarto eran combinadas entres blancas y rosadas, definitivamente un sueño.

Amablemente la joven dejó a su madre y a sus amigos en la cocina, mientras apreciaban la postal que Sesshomaru se había encargado de dejar por cada rincón de su hogar.
Ella simplemente había decidido tomar una ducha de agua caliente para luego regresar con ellos y almorzar.

Envuelta en un toallón fue corriendo algunos globos con su pie y de su armario sacó ropa comoda para colocarsela, no era necesario esforzarse mucho en su aspecto para lo que ella según pensaba.
Sus brazos aún mostraban moretones visibles tras haber tenido las vías durante una semana entera.
Pero sabía que de todos modos, no era nada que no tuviese solución de que solo bastarían algunos días para que desaparezcan por completo,  dolían sí, pero podía con eso.

-- Quizas Sessh me llame luego --

Pensaba sonriendo mientras colocaba el short y el pequeño top naranja.
Secó sus cabellos un poco con la blanca toalla y camino hacia un espejo que tenía para comenzar a cepillar su cabello.

Por un momento se concentró en la imagen que le devolvía este, era cierto que se veía un tanto delgada aunque por su estatura y sus bien formadas caderas, siempre había sabido disimularlo bien.
Con sus manos acarició sobre la piel sus moretones y decidió caminar hacia su cama donde un oso gigante la esperaba.

Kagome solo negó sonriendo y lo abrazó con todas las emociones que tenía contenida dentro, para luego cerrar sus ojos y aspirar el aroma del perfume del platinado que tenía impregnado el peluche y eso solo la hizo imaginar, que se econtraba entre sus brazos.

-- Creo que lo mejor será descansar por ahora, hasta el almuerzo, sino estoy segura que enloqueceré por extrañarlo  --

Besó la suave nariz y se recostó sobre él.


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Sesshomaru estacionó y bajó rápidamente corriendo de su auto para abrir la puerta de su madre y tomar a shippo en brazos.

__ Ven aquí, pequeñito __

__ Oye !__ Exclamó, Irazue.

__ Su apartamento es el último, piso 32, kagome Higurashi __

Fue lo último que dijo cuando salió caminando apresurado mientras llevaba aferrado en brazos al pequeño Shippo que al parecer disfrutaba de la velocidad mientras iba riendo, jugaba con los chupetes que Taisho llevaba en su cuello.
Una de las tantas órdenes que había dado de su madre
De allí, el colgante con tres chupetes por si alguno llegaba a extraviarse, no había que hacer llorar a Shippo por nada en el mundo.

Subió de forma rápida en el elevador, no esperó a su familia, simplemente les había dejado dicho que subieran.
Todos quedaron sorprendidos nunca habían visto actuar de ese modo al mayor de los Taisho, rieron por lo bajo al ver la imagen del joven sostener al pequeño mientras parecía correr.

__Tu hijo ha enloquecido madre __ dijo , Inuyasha con una pequeña gasa que sostenía en su boca.

__ Mí niño se ha enamorado eso es todo __

El platinado subió al elevador marcó el piso y comenzó a jugar con las manitos de shippo.

__ Hijo escucha si? Tienes que regalarle una de esas sonrisas enormes a mamá, así ella estará muy felíz.__

El pequeño sonrió enormemente y sus mejillas se vieron más rellenas y regordetas.
El ojidorado sonrió del mismo modo, acariciando suavemente la suave piel del infante.

No había podido dejar de ir a ver a Shippo incluso cuando su pequeña debilidad había estado  internada.

La ojiazul sabía de esto y veía las fotos cada vez que se sacaba con él o simplemente el platinado le hacía videos llamadas cuando estaba junto con el pequeñin para alegrar un poco sus días, durante toda su estadía en el hospital.
Su propósito era hacerla felíz y ella así se veía, cada vez, que se trataba de Shippo, asíque estaba más que seguro que amaría la sorpresa.

-- Eres hermoso, hijo mío --

__ Exacto, así mismo __ dijo , besando su frente con todo el amor que había despertado el pequeño pelirrojo en él.

Shippo abrazó aún más al ojidorado y reposó su cabecita en su pecho.

-- Te quiero tanto como la quiero a ella, ahora ambos son mí prioridad --

Y con este pensamiento el joven subió en el elevador, dando la imágen más adorable que se había podido ver.

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Inuyasha cargaba con cuidado a Rin que en ningún momento se había despertado, la pequeña tenía el sueño bastante pesado.

__ Vaya solo una demente como Sesshomaru, vive en el piso 32 __

__ Inuyasha... __ reprochó, la elegante mujer.

__ Qué? Sabes que no me gustan los elevadores, estás cajas metálicas, puedes invertir todo el dinero del mundo en ellas,  pero siempre terminan fallando, no expondré a Rin a quedarse encerrada __

La madre arqueó una ceja y quiso reír pero su hijo sufría de claustrofobia desde que había caído a aquel viejo pozo que siempre le había dado curiosidad, y sabía lo cabezota y testarudo que era, nunca se había dejado ayudar con aquel problema asíque solo lo respetaba en silencio, después de todo, sabía que casi todas las personas experimentan fobias a lo largo de sus vidas.

__ Okey, hoy debía haber ido al gimnasio, asíque subiré los 32 pisos en reemplazo. __

__ Tsks...
Mí deber es cuidarlas cuando padre, no se encuentra __

Ambos caminaron en silencio hasta la escaleras comenzando a subir por ellas.

__ Puedo preguntar que ha sucedido con el joven Koga, hoy en tu oficina ?__

Inuyasha la miró por unos momentos, seguramente su padre ya le habría ido con el chimento a su madre.

__ Simples palabras __

__ Okey __

Irazue no quiso indagar más sabía que Inuyasha había discutido con el menor de los Wolf porque su marido la había llamado hace unos momentos atrás cuando venían en el auto. Contado del porque también había salido despavorido Inuyasha y no solo para alcanzarlo a Sesshomaru si no más bien, para evitar pensar en lo que había sucedido, y el sermón que se había tenido que aguantar por parte de su padre ya que este, consideraba un hijo más al moreno.

( Flasback)

El menor de los Taisho, se econtraba arreglando unos contratos que debía presentar su padre para una junta cuando sintió los golpes en la puerta de su oficina.

__ Adelante __

__ Buen día, Inuyasha..
Cómo has estado? He venido a dejar los papeles que ha enviado mí padre para el tuyo __

El nombrado levanto la vista y lo miró sin expresión alguna.

__ Puedes dejarlo en la mesa __ apuntó con su dedo y volvió a lo suyo.

Koga entrecerró los ojos y decidido terminó por entrar a la oficina, caminando lentamente derrochando su belleza habitual y tiró las hojas sobre el mármol del escritorio.

__ Es bueno verte Inuyasha y también es bueno saber que rayos te sucede conmigo ?

__ Y Por qué tendría que sucederme algo contigo?__

El platinado se puso en pie y rodeó su escritorio, se cruzó de brazos, quedando frente al ojiazul esperando a que agregara algo más, y muy en su interior, deseaba que dijera algo más, solo para poder golpearlo.

__ Te comportas como un idiota, si tu hermano aún no te lo ha dicho, pues te lo diré yo...

Nosé en que momento de tu vida, has decidido ser un cretino

Me he perdido de algo?
Porque la noche anterior cuando me has visto llegar a la casa de tu hermano, no pase el umbral de la puerta y te retiraste sin siquiera responder mí saludo.
Si realmente tienes algo contra de mí persona, al menos, podrías decírmelo, no lo crees?

Me hiciste sentir peor de lo que ya me había sentido por el hecho de haber llegado tarde y sentir que le había fallado a Sessh, ese día estuve hasta las 1:00 en la empresa de mí padre.

Agradezco que tu hermano y Miroku no sean como eres tú. __

Inuyasha hizo un mohín con su boca en forma de disgusto sobre todo por la comparación.
El era la persona más despreocupada del universo entero cuando se trataba de oír lo que tenían que decir los demás.
Pero la comparación que acababa de hacer justamente Koga, le hacía hervir su sangre.
Nunca había entendido porque las palabras del maldito que tenía en frente le molestaban y le afectaban tanto.

__ Porque ellos son tus amigos, y claramente yo no te considero el mío. __

( Vaya)

__ Tú fuiste mí primer amigo en el vecindario y eso no se me olvida, lamento realmente que tú, ya no seas como cuando eras pequeño. __

( Idiota)

__ Hace como 2 años que no te veo y aún crees que me importa lo que me estás diciendo ahora?
Ya no somos niños, koga.__

El ojiazul rodó los ojos no tenía caso discutir con Inuyasha, lo mejor opción era retirarse.
El había hecho su aporte para saber que le sucedía al joven pero si su ex amigo no quería saber nada acerca del tema, el respetaba su decisión.

-- Imbécil --

Fue el pensamiento de ambos, Inuyasha se marchó despavorido a la oficina de su hermano sin mirar atrás y Koga tomó los papeles que había depositado en el escritorio y decidió llevarlos a la oficina del Sr. Inu-No y dárselos al Señor. Jaken, eran de suma importancia y su padre se enojaría si no llegaban a mano del Patriarca Taisho.

Metió su mano en el bolsillo de su saco y tomó dos precintos rojos para un partido de football de su equipo favorito una pasión que compartían con el platinado menor.
Las colocó en su escritorio, estaba seguro que cuando vuelva a su oficina, el joven las vería.

Aquellas entradas habían estado destinadas para él y su hermano  Kirin pero no habría podido ser ya que su hermano mayor tenía guardia nocturna en el hospital aquel día y claramente el joven se había quedado sin acompañante.

Recordando la misma pasión que compartían por aquel equipo y con un pequeño destello de esperanza de volver a acercarse a su viejo amigo, Koga decidió dejarle una nota.

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Vamos pulgoso no seas aguafiestas!
Tú hermano se ha enamorado, Miroku nosé bien aún, pero creo que va encaminado para el mismo sitio y se por boca de mis primos que Shaoran se ha casado asíque seguramente no tienes con quien asistir a semejante propuesta, piénsalo, la casa invita .

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El moreno salió de la oficina con una enorme sonrisa y se encaminó hacia los últimos pisos, no sabía porque siempre había sido así con el ojidorado .

Inuyasha se encerró en la oficina de Sesshomaru para tratar de controlarse la presencia de su ex mejor amigo, siempre lo había alterado pero el ruido incesantes de un celular lo estaba alterando aún más, un poco aturdido, no le quedó más remedio que contestar la llamada y allí fue cuando por primera vez hablo con quién hoy en día era su cuñada.

( Flasback)

__ La novia de Sesshomaru tiene una muy bonita voz __

La madre lo miró curiosa.

__ Has hablado con ella?__

__ Algo así, solo respondí su llamada porque no soportaba más el ruido del timbre de celular de Sesshomaru __

__ Ella se ecuentra está bien? __

Asintió con la cabeza.

__ Solo ha dicho que extrañaba a don gruñón y que quería saber si el se econtraba bien, eso es todo.

Sabes madre, me causo mucha ternura la genuina preocupación que demostraba por él, asique decidí buscarlo para entregarle su celular, así fue como terminé en la ruta. __

__ Apesar de todo se te ve contento __ dijo, señalando el golpe de su boca.

Inuyasha sujetó solo con un brazo a Rin mientras seguían subiendo por las escaleras.

Y disimuladamente palpó en los bolsillos de su costoso pantalón unos precintos rojos que por un extraña razón le habían alegrado la mañana.

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Las mujeres picaban verduras junto con Miroku, cuando escucharon el timbre.

__ No se preocupen, seré yo quien vaya, bellas damas.__

Sango rodó sus ojos y Nahoni solo cubrió su boca riendo por lo bajo.

El pelinegro se dirigió por el pasillo y abrió la puerta sabiendo de antemano de quién se trataba.

__ Adónde se encuentra?__

__ Buen día Miroku, te extrañé mí mejor amigo.__

Sonrió el pelinegro, burlandose del desesperado Platinado.

Sesshomaru lo ignoró e ingresó a la cocina saludando a Nahomi y a Sango.

Ambas mujeres gritaron y arrebataron al pequeño de sus brazos, llenándolo de besos y abrazos.
Nahomi lagrimeó de emoción, y besó con cuidado su cabecita, era una hermosa postal y ambas querían quedarse con Shippo mimandolo.

Pero eso no sucedería porque el quería darle la sorpresa a su pequeña mujer asíque las castañas, aún con el corazón en la boca, le informaron que kagome
había decidido ir a tomar una ducha, por ende se econtraba en su cuarto.
Entregaron al pequeñín que se econtraba complacido con tanto amor.

__ Prepararé una papilla para mí bello nieto __ dijo, Naomi tomando zapallo y pollo del refrigerador.

__ Muchas gracias Sra. Naomi __  

__ Taisho realmente se comporta como todo un caballero __ murmuró, la joven.

__ Lo mismo opino, mí pequeña Sango __

El platinado se dirigió a la habitación y tocó la puerta varias veces, al no recibir respuesta alguna, decidió abrir lentamente viendo una Azabache recostada sobre el oso que el había regalado, lo que le pareció lo más tierno del mundo pero a la vez no pudo pensar que era lo más sensual que había visto.

-- Que mujer por dios! Definitivamente, me volverá loco --

__Mamá duerme __ Susurró, al pequeño.

El niño lo miró mientras esté lo apoyaba en la almohada al lado de kagome y el se sentaba
en frente.

__ Parece que alguien está cansado, no es así? __  preguntó en un tono extraño para su voz que solo utilizaba con ella y con quién ya consideraba su hijo.,

Sesshomaru, acariciaba sus Azabaches y suaves cabellos admirando su perfección, no se cansaría nunca de ello.

Shippo del mismo modo también jugaba con los cabellos de kagome que comenzó a sentir que alguien tocaba su rostro y lentamente fue abriendo sus parpados para encontrarse con unos verdes intensos y una hermosa sonrisa que tanto extrañaba.

__ Shippo __ 

Se sentó de golpe y lo tomó abrazandolo con todas sus fuerzas, el niño sonreía devolviendo el gesto y balbuceando algunas palabras, mientras era cubierto de pequeños besos por parte de la joven sonriente, que parecía que su corazón estallaría por tanta felicidad.

Tras tantos obstáculos durante la mañana podía decirse que al fin había visto esa hermosa sonrisa que tanto había anhelado ver en su bello rostro.
Sus azules se empañaron mirando sus dorados con tanta dulzura que no podía definirse mediantes palabras.

__ Tú también debes abrazarnos __ musitó, apoyando su rostro contra la cabeza del pequeñin que parecía no quererlo soltar jamás.

Sesshomaru los envolvió en un fuerte abrazo y los aferró a su pecho.

__ Lamento no haber estado en tu alta...__

Kagome subió su rostro y estampó su boca contra la de él besandolo dulcemente sin dejarlo terminar de hablar.

__ Te extrañé Sessh __ dijo, aún en sus labios.

__ No sabes cuanto lo he hecho, princesa __

Shippo miraba sonrojado la escena, apoyando sus manitos en los rostros de ambos.

Los jóvenes rieron en sus bocas avergonzandose por la situación de tener un pequeño espectador.

__ Mamá quiere demasiado a papá, es por eso __ explicó, al pequeño, ganándose un golpecito en su pecho por parte de la joven.

Miró a Shippo y kagome sonrió meciendolo para disimular la vergüenza.

__ Cómo, es que se pudo?__

Trató de no lagrimear, mientras hundía su rostro en el pecho de él con un pequeño que parecía aferrarse a ellos del mismo modo, estaba felíz demasiado era inexplicable lo que sentía en esos momentos.

__ Digamos que tengo un arma secreta __

Dejó a Shippo con cuidado sobre el peluche que de forma inmediata se puso a jugar con este.
La azabache se arrodilló colocando sus brazos en forma de jarra, indagandolo con la mirada.

__ Mnn, que arma secreta Taisho? A caso tú?.. __ entrecerró sus ojos.

Por su cabeza pasaron muchas situaciones desde una suma alta de dinero en forma de soborno, hasta pensar que podía haber llegado a utilizar la seducción como un recurso.

__ De qué me crees capaz eh-?__

La atrajo entre sus brazos y acarició su rostro mirando aquellos azules en donde tanto le gustaba perderse.

__De muchas cosas__

__ Pues solo solicite ayuda de mí madre, Señorita Higurashi __ dijo, tocando la punta de su respingada nariz.

Vio el  delicado rostro totalmente rojo y arqueó una de sus cejas burlándose aún más de lo que había pensado.

Kagome solo quería enterrarse bajo las sábanas, ni ella misma se reconocía, no podía creer sentir tantos celos por el platinado, ella no era así.

Él sabía bien que su pequeña manía, era una niña muy desconfiada y testaruda, y no la culpaba después de todo, a esa fama se la había ganado por mérito propio, pero también le enternecía el corazón, saber que pese a sus inquietudes ella se aferraba a él de una manera única y llena de amor, en tan poco tiempo habían comprendido que la compañía mutua que se hacían era algo que habían necesitado siempre y que no podían darle una explicacion aún, sino simplemente dejarse llevar por lo que sus corazones gritaban.

Acarició su cuerpo delicadamente para tomar su rostro y jugar con su boca, la deseaba tanto.


__ No quiero despertar de este sueño, mí amor __

A sesshomaru se le estremeció cada terminal de su cuerpo era la primera vez que de sus labios salía aquella palabra -- Mi amor--

__ Que dure para siempre, entonces __

Ese juego que sabía bien que a ella enloquecía, solo le hacía inflar su ego.
El platinado tan astuto como de costumbre, se había percatado que tenía cierto poder sobre ella, no tanto como él poder que ella tenía sobre él, claramente, estaba pero percatarse que lo que sentían era tan mutuamente recíproco, hacía que él, tampoco quiera despertar de ese sueño que estaban viviendo juntos.
Ella, su niño y él, solamente los tres.
No entendía de compromisos, tampoco de noviazgos, no tenía la menor idea de que trataba una relación pero el solo se estaba dejando guiar por su corazón y lo que este, le dictaba
Su meta era simple y clara, hacerla meramente felíz, si ella lo estaba pues él, también.

-- Si tu madre , tú y tus hermanos se encuentran felíz yo también lo estaré --

El platinado comprendía cada vez más a su padre.

Ambos se abrazaron tratando de demostrarse así todo lo que sentían, ya que ninguno de los dos podía darle una explicación lógica a tanto sentimiento en tan, pero tan, poco tiempo.
Ese deseo de quererlo todo con el otro, de añorarse aún teniéndose a centímetros de distancia.
Incluso de poder sentir el agitado palpitar del corazón del otro cuando sus pieles se tocaban.
Sus cortos besos llenos de susurros diciéndose palabras cargadas de cariño, amor y deseo se terminaron cuando recordaron que un pequeñin estaba junto a ellos.

__ Shippo ___ dijo, separándose con pesar de los labios del platinado.

Ambos rieron y giraron su vista para ver qué era lo que el niño estaba haciendo.

Y grande fue la sorpresa de verlo dormido tranquilamente ajeno a su alrededor.

__ Oh por Dios! __ musitó, escabulliendose de los brazos del hombre para apoyar su rostro contra la almohada en donde reposaba el pequeño que ya había caído nuevamente en un sueño profundo con su pequeño osito que no había soltado desde el momento que su abuela se lo había dado en aquella intensiva busqueda por el anhelado tarro amarillo de leche.
Sesshomaru solo miraba la escena maravillado, se sentía en una de esas películas que tanto odiaba mirar curiosamente, al fin comprendía muchas cosas.

-- Con qué así se siente --

Fue el pensamiento del platinado al ver como ella tomaba la manito del pelirrojo y la llenaba de besos, ese calor intenso que sentía en su pecho era hermoso y no tenía comparación con nada hasta al momento.

Kagome lagrimeo mientras acariciaba sus cabellos y no podía dejar de besar todo esos rollitos que se formaban en el pequeño.

__ Hoy dormiremos así, lo tres juntos? __ preguntó, sonriendo, sin dejar de ver el rostro angélical de quién sabía cambiaría su vida por completo y para siempre.

Porque ella no creía en las casualidades sino simplemente en el destino.
Y si Shippo había aparecido aquella noche en la ventana de aquel restaurant era por algo y ella sabía que aquellos cuentos que su abuelo solía relatar cuando aún, era una niña, debían tener algo de cierto.

-- Todas las personas tenemos nuestro ángel, aveces llegan disfrazados solo hay que saberlos reconocer --

Sonrió por la ocurrencia y por la clara invitación de pasar la noche junto con ella.
Suspiró, quería hacerla felíz siempre, pero también debía explicarle lo que conllevaba todo el asunto legal, tal cual, se lo había explicado su madre a él.

Se recostó a su lado abrazándola y ella hizo lo mismo con Shippo.
Dejó que el joven hundiera su rostro en su cuello como acostumbraba hacer.

__ Por hoy podremos hacerlo, pero tenemos horarios que respetar, días específicos para el régimen de visita que mí madre ha podido obtener, sus salidas serán transitorias y reducidas a dos o una vez por semana. __

Besó su hombro al terminar, tratando de que no se sintiera mal, quería que justamente esa charla sea lo último que tocasen en el día pero también era muy necesario ser sincero.

__ Comprendo __

Siguió concentrada aferrada al pequeño cubriendolo con sus brazos.

__ No quiero que estés triste -- bebé-- __

El ojidorado sabía que esa semana en la estadía del hospital había sido un sin fin de emociones para ella.
Se había enterado de cosas que lo habían dejado helado, perplejo y con un solo propósito, ayudarla.

Esa Princesa, la única quien no se había sucumbido a él, aquella muchacha que con 1,50 de altura, pasaba restregando su belleza inalcanzable para él y para unos cuantos más que no queria ni recordar.
La misma joven que jamás se mostraba por los corredores o en el bufet de la cual no sabía nada.
La mujer más reservada que había conocido por aquellos tiempos en donde solo podía adorarla e idealizarla siempre desde los lejos, sin saber que ella, vivía sumergida en su propio mundo y ahora recién comprendía el porque.

La había visto llorar pidiendo una disculpa a sus padres, cosa que le había roto el corazón, al ver como ellos sufrían del mismo modo.

También había estado presente cuando la vio temblar aferrada a su amiga llorando diciendo que la perdone por no haber confiado en ella.

La había escuchado gritando y terminar sollozando en sus hombros esperando que cierto moreno llegase a visitarla, algo que nunca sucedió y que por una extraña manera a él también enojó.

Se había enterado que manejaba sola un edificio donde daba la oportunidad a estudiantes de bajos recursos, becados, por sus buenas calificaciones, solo para que pudiesen tener un lugar digno y cerca de su universidad, algo que le pareció fascinante y admirable.

Aprendió a ver también la metodología precisa que utilizaba al manejar acciones de la propia empresa de su padre como una total experta.
Era una mujer muy jóven algo que cuando se enteró le hizo ruido en su interior pero el comprender que con tan solo 20 años, era capaz de tanto le hacía pensar que la Azabache habia vivido unas 3 vidas juntas pero mayor fue su dolorosa sorpresa al enterarse que ella podía contra el mundo entero si se lo proponía  pero con lo único que no podía era con su propia mente.

-- Aún con mis problemas, deseas acompañarme?--

Recordó aquellas palabras cargadas de tristeza y la abrazó más fuerte, besando su mejilla sin soltarla.

__ Me es imposible sentirme triste cuando te tengo a mí lado __ respondió, mientras cubría a Shippo con una manta y se giraba lentamente para poder acariciar el rostro del platinado que sonreía de lado.

El solo tomó su mano para besarla.

__ Se que es todo muy pronto incluso dudo que existan personas que casi ni se conocen en su totalidad que quieran y deseen convertirse en padres juntos sin haberlo aunque sea planeado. __

-- Qué?--

A Sesshomaru se le paralizó el corazón por unos segundos.
Pero no podía emitir palabras  solo la veía fijamente, tratando de descifrar que le estaba sucediendo.

__ Se que nunca has tenido una relación o al menos eso fue lo que me has dicho en más de una ocasión y.. pues... __

Kagome se estaba impacientando no sabía cómo decírselo, más bien como proponerle sin asustarlo, no quería asfixiarlo con un compromiso sino dejar que todo fluya hermosamente como iba pasando.
Pero necesitaba sacarlo de su pecho.

Sesshomaru quitó sus brazos de sobre ella y se alejó un poco, sentándose confundido.

-- Se ha arrepentido?--

La Azabache imitó la acción, viendo la seriedad del joven  sin comprenderlo.

__ Sucede algo Sessh?__

__ No lo sé, dímelo tú __

No quiso mirarla y acarició los cabellos del pequeño que dormía plácidamente.

La Azabache se mordió los labios, su cara ardió sus orejas también pero no quería que su bello príncipe se confundiera por sus palabras dichas segundos atrás.

-- Bien... 1....2....3--

__ Sesshomaru Taisho, Quieres ser mí novio? __

Kagome inmediatamente se tapó los ojos con sus manos, totalmente avergonzada, esperando una respuesta.
Taisho casi se cae hacía al costado, tratando de reaccionar pero un golpe de la puerta los exaltó a ambos.

__ Romeo... Julieta, el almuerzo está listo! __

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Holis mí gente linda ❤️ cómo andan? Espero que súper 🤗 bien aquí apareciendo jaja 😂.

Mí primera actualización del año😇
El reencuentro más esperado 🤭 al fin 🙏🙏🙏.

Tarde pero seguro 💪.

Solo diré que espero que no les haya dado diabetes porque siento que ha quedado muy pero muy carameloso el capítulo 🤭, este fic será así tendrá sus momentos dramáticos como todos los fics pero será mucho amor y dulzura y un poquito de esto un poquito de aquello jeje 😁 espero no aburrirlas.

Solo espero que lo hayan disfrutado y si es así, que me lo hagan saber con sus ⭐ y sus comentarios ❤️

Los leo 🙌

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