De Tu Pertenencia
( Capítulo 40)
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__ Cosita hermosa. __
__ Sessh. __
Lo reprendió, cuando la jaló nuevamente sobre él.
Ella intentó levantarse pero sus piernas fallaron, luego de tanto sexo que la había dejado temblando como ciervo recién nacido.
Aún, desnudos, bañados en sudor, reían el uno contra el otro. Horas y horas entregándose al amor. Ya el sol poniente dislumbraba y algunos rayos se colaban por los preciosos detalles de las cortinas del living. Claramente, ni a la habitación habían logrado llegar luego de estar por casi dos semanas separados.
__ ¿ Qué?. __ preguntó, robandale otro beso para acariciarla mientras pasaba su nariz por su mejilla.
__ Debo prepararte el desayuno de bienvenida. ¿ No lo crees?. __ arqueó una ceja al verlo sonreirle con esa sonrisa que desarmaba cada parte de su ser.
Precionó con ambas manos sus nalgas y mordió sus labios.
__ Aquí está mi desayuno. __
La azabache negó sintiendo aquella deliciosa dureza que le había estado dando amor durante toda la noche.
__ No puedo creer que aún, sigas así. Llevamos más de ocho horas, Sesshomaru. __ dijo, señalando el gran reloj que estaba en la pared de frente.
__ Está felíz de verte. __
La ojiazul acarició su nariz contra la de él.
__ Te amo, mi depravado. __
__ No sabes cuanto. __
Iban a comenzar nuevamente su ronda de darse amor cuando en el monitor de Shippo comenzaron a escuchar ruidos.
Su pequeño estaba sentado muy divertido jugando con algunos peluches.
Hablándoles en su idioma algunas palabras las entendían como agua, papa, memi, tete pero luego el resto ya era un tema aparte.
Ambos volvieron a reír. Sabían que había unos botones que Inuyasha colocó, estos, brindaban ciertas canciones infantiles. Y a su pequeño pelirrojo parecía fascinarle cuando se despertaba de buen humor como era el caso de esa mañana.
__ Creo que lo dejaremos para el postre ¿ No?. __
__ Será un delicioso postre . Lo prometo. __
Escuchaban como Shippo tarareaba y había comenzado a bailar haciendo unos pasos muy cómicos colmando a ambos de ternura fue tan mágico aquel momento que se perdieron apreciando a su pequeño por el monitor. Pero cuando la música cortó, Shippo muy astuto, había comenzado a bajar de su hermosa cama en forma de tren. Su bebé ya no era tan bebé y fácilmente bajaba sin esperar de ellos.
__ ¡ Rayos ! . __ dijeron , ambos levantándose de un solo golpe buscando sus ropas por todos lados.
Kagome corrió mientras Sesshomaru se vestia fugazmente, ambos no podían dejar de reír, eran padres después de todo, unos jóvenes y amorosos padres.
La azabache huyó envueltas en una manta tratando de no caer en el intento. No sin antes sacarle su dedo en medio cuando lo vio vestido. Ella ya le había advertido que su pequeño levantaría en cualquier momento.
__ También te amo, bebé. __
Si eso no era felicidad, no sabía lo que era entonces.
Shippo llegó arrastrando una manta verde, su favorita y sus ojitos se iluminaron al ver al peliplata quien lo recibió entre sus brazos.
-- Te extrañé tanto hijo mío. --
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( Horas atrás)
__ Te noto algo raro. __
Sango ingresaba dejando su bolso sobre uno de los grandes sillones del hogar de Inuyasha.
El ojidorado estaba furioso. Por primera vez, se sentía celoso hasta la médula. ¿ Realmente Sango tenía pensado irse con Miroku? ¿ Así como si nada?¿ Frente a sus narices? Si no hubiese sido por él que la tomó por su mano, ella no estaría allí en su hogar sino en otro lado con ese mentiroso pelinegro que no quería ni imaginarse tal cosa porque sentía que se desmayaría de furia.
__ Para nada. __ respondió, secamente, dejándola sola. Él por su parte se dirigió a su cocina. Necesitaba un café bien cargado con urgencia. Como sea, debía calmar ese intenso dolor en su pecho.
La castaña arqueó una ceja y lo siguió. Le comenzaba a molestar esa hostil actitud. Durante todo el viaje habían estado en pleno silencio, era una obviedad que algo le sucedía. Inuyasha no era así. Y ella lo conocía, sabía cuan parlanchin era.
__ ¿ A caso, no me dirás que te sucede?. __
Se cruzó de brazos viendo su ancha espalda mientras se movía agraciado preparando el café. Mordió sus labios, le encantaba ese hombre.
Inuyasha se giró y la miró serio.
__ No me sucede nada. __ fue firme, sonó hasta serio y si, claro que lo estaba. Estaba tan malditamente, celoso que no podía controlar su mal genio.
__ Bien. Si no quieres hablar, regresaré a mi hogar. __
__ Claro... ¿ A tu hogar? O ¿ Con Miroku?. __ preguntó, riendo amargamente.
Los castaños se abrieron de manera enorme.
__ Imbécil. __
Sango comenzó a caminar rápidamente, tomó su cartera y estaba a punto de salir pero sintió como el peliplata la tomaba por el brazo y la pegaba contra la pared.
__ ¿ Adónde crees que vas ? ¿ Realmente, te irás con él? ¿ Te olvidarás de mí? ¡Al menos niegamelo!.__
Sango no podía creer toda esa situación.
¿ Inuyasha estaba celoso?
Pese a su enojo por culparla de algo que no era cierto, no podía evitar sentir un enorme vacío en su estómago y una terrible vibración en su intimidad al sentirlo tan dominante nunca lo había visto de ese modo. Estaba enojado.
La tenía acorralada contra la pared creando una prisión con sus musculosos brazos mientras su frente estaba apoyada a la suya.
"El Inuyasha que yo conozco no siente celos."
__ Eres un tonto. __
La castaña estaba que gritaba en su interior en cambio Inuyasha estaba desesperado por creer que ella se escaparía de su lado que elegiría darle otra oportunidad a Miroku.
__ Y tú una tonta por creer en él, por dejar que tome tu mano y...
La boca del peliplata fue silenciada por sus labios que comenzaron a besarlo muy suavemente. Acariciando su varonil rostro.
Inuyasha se inclinó desesperado reccoriendo su cuerpo y subiéndola sobre sus caderas haciendo que ella envuelva sus piernas.
El vestido holgado que llevaba puesto, se enorrolló sobre su cintura, presionandola aún más contra la pared. Haciéndole sentir cuanto la necesitaba, cuanto se desesperaba por ella y por creer que quizás, no merecía una relación como la que le ofrecía pero de algo estaba muy seguro y es que la amaba.
La amaba tanto que por primera vez, experimentaba celos y que si ella lo elegía nunca le fallaría. La haría felíz hasta el final de sus días, solo si le regalaba su presencia junto con su amor incondicional, así como estaba dispuesto a dárselo él.
Ambos se aferraban a sus cabelleras, revolviendolas con sus manos temblorosas, mientras sus bocas se fundían en una sola.
__ Sango... __
Los ojos dorados brillaban más que nunca. Desprendió la evilla de su cinturón dejando libre lo que tanto lo aquejaba aquello que quería guardar muy dentro del cuerpo de esa mujer que había llegado solo para volverlo loco. Quería enterrarse en sus entrañas y no salir de allí nunca más.
Con sus dedos palpó su húmeda vagina. Totalmente, fuera de si, sin querer perder un solo segundo más. Corrió su delicada braga hacía un lado y se hundió sin piedad en ella, sin miramientos y por primera vez, sus pieles se conocieron verdaderamente .
__ Inu... __
Se alarmó al sentirlo tan dentro suyo sin protección pero se dejó hacer sin sobrepensar.
Así tan bestial, tan salvaje y animal con sus carnes ardientes fusionadas.
Quemaba, ardía y no había piedad en él. Ninguno quiso pensarlo, ninguno quiso separarse, solo sentirse más que nunca. Así, sin barrera alguna y brindarle a sus pieles la dicha de unirse verdaderamente, de fusionarce, de complementarse.
Aquella codicia que nunca se habían atrevido a traspasar.
Inuyasha tomaba impulso y cada estocada se sentía como un puñal en el centro de su útero. Era simplemente, alucinante, ella aferrada a sus hombros con sus senos al aire porque con su misma boca había bajado los breteles de ese bonito vestido para comerse sus pechos mientras le hacía el amor pasionalmente.
__ No voy a detenerme. __
Sentenció, haciéndola consiente de sus planes. Por su parte Sango no puso objeción y se dejó explorar como jamás antes lo habían hecho como jamás le había permitido a nadie.
__ No lo hagas ... por favor, nunca lo hagas. __
Ambos corazones latieron en sincronía. Aquello que comenzó como una extraña amistad con privilegios. Se convirtió en una total entrega de amor para ambos, sin darse cuenta. Se habían enamorado perdidamente el uno del otro y no había marcha atrás.
El platinado apretó esa pequeña cintura entrando y saliendo. Tantas pero tantas veces que sería una mentira decir un número exacto.
Fue una total exquisites sentirse así, tan acogido por su cuerpo, ese hermoso y perfecto cuerpo que quería solo para él.
Los gritos, los gemidos y alaridos de placer podían oírse por toda la casa. Ambos estaban próximos. Su intimidad lo invitó hacía lo más profundo del pecado y bautizandolo con sus ardientes aguas, se dejó ir de manera convulsiva en su interior dando un fuerte golpe contra la pared para calmar todo ese extasis que no podía manejar.
Sango aún unida a él, sin hacer un solo movimiento acarició su transpirado rostro buscando en su mirada algún tipo de arrepentimiento al creer que quizás, algo no le había gustado pero cuando quiso hablar... Inuyasha volvió a capturar sus labios, besandola con fervor.
La abrazó con mucha fuerza escondiendo su rostro en su cuello como si fuera un pequeño que buscaba refugio, temiendo a perder a la mujer de su vida.
__ Te amo... Te amo, Sango... __ susurró quizás con miedo de no ser correspondido.
Una lágrima rodó involuntariamente por uno de esos hermosos castaños. Creyendo que jamás escucharía aquellas palabras. Que ella, sobraba en esa hermosa relación pero no. Era recíproco y ese amor desmedido no solo era parte de su corazón sino también de él, si de su candente peliplata.
__ Te amo... Te amo Inuyasha... __
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Todo el desayuno había sido simplemente, hermoso.
Sentirse en su hogar nuevamente colmado de amor, no había palabras para definir esa paz y tranquilidad.
Se encontraba sentado en el alfombrado suelo junto con su pelirrojo que jugaba muy entretenido arrojando un autito por una pequeña pista colorida y él, lo recibía para que vuelva a hacerlo hasta el cansancio del pequeño.
Su azabache que mientras seguía comiendo, tenía sobre el suelo esparcidas, muchas hojas, libros, apuntes y en su oreja llevaba un lápiz. Sin contar que en la punta de sus pies descalzos su fiel nootbook la acompañaba.
Toga le había dicho que no era necesario que regrese a la empresa por unos días. Al menos, cuando él lo sintiera necesario. Sabía que su hijo necesitaba tiempo a solas con su pequeña familia y que Kagome había hecho mención varias veces que estaba preparando su tesis para obtener su tan ansiado título.
Habia escuchado a su nuera y con cuanto entusiasmo hablaba acerca de su futuro y que para ella era un sueño a cumplir sorprender a sus padres y que también le gustaría que el día de su boda poder demostrarle a su peliplata que había valido la pena el voto de confianza puesto en ella, aquel día, que decidió renunciar a su cuarto título solo para poder cuidar de Shippo y la empresa solo para que ella continuase con sus estudios.
Algo admirable por parte de su hijo y por parte de la pequeña azabache.
__ Que hermosa eres, Higurashi. __ sonrió de lado al recordar la distancia con la que ella lo trataba cuando solo solían ser compañeros y le tocaba observarla de lejos mientras solía estudiar, tal y cuál, lo estaba haciendo.
Kagome se ruborizó, no pensó que él la estuviese mirando pero tampoco le sorprendía puesto a que siempre había sido igual desde el primer momento que lo conoció
__ Veo que aún conservas el mal hábito, Taisho. __
Puso su mejor cara de soberbia para luego sonreirle y acercase a él, arrojandose a sus brazos. Shippo al ver esto tiró todos sus autitos e imitó a su mamá.
Todos se fundieron en un fuerte abrazo y Sesshomaru los besó a ambos.
Kagome también besó a sus hombres, no solo quería enorgullecer a sus padres. Si no a esos dos caballeros hermosos que la llenaban de besos y alegraban su vida, día a día.
__ Prometo no fallarles. __
Él sabía muy bien a que se refería su mujer y con todo lo acontecido también se percató que sus estudios quedaron de lado pero obvio que tenía mucha fe en ella. No solo era la mujer más hermosa de todos los universos existentes también era la más inteligente y aplicada. Amaba ese compromiso que tenía con ella misma pero no por ello quisiera que le afectase a su estado de ánimo.
Acarició su nariz con la suya.
__ Y si fallas, estaremos allí para alentarte a seguir. Tropezón no es caída, cosita mía. Eres muy pequeñita aún, puedes seguir estudiando toda la vida si así, lo deseas, no existe un límite para ello. Con Shippo te alentaremos siempre en todo lo que te propongas. __
No podía estar más enamorada de su hombre. De su príncipe de cabellos plateados.
__ Amo, mamá. __
Kagome mordió sus labios y apretó con fuerzas a su bebé comiendo sus mejillas.
__ ¿ Vez? Él también piensa igual. __ dijo, tomando uno de sus cachetes y tirarlo levemente.
___ Y yo los amo a los dos. Mis bellos caballeros.__
El peliplata hizo una mueca arrogante.
__ Para ser ñona tienes muy buen gusto. __
Kagome abrió su boca y luego sonrió enormemente, al recordar aquellas palabras alguna vez, dichas en la azotea de la universidad.
Lugar donde comenzó toda su loca historia de amor.
__ Pues... para ser un cretino tienes, mucha suerte.__ jugó con su dedo indice sobre su pecho. __ Porque esta ñona. __ se señaló a ella misma. __ En días, se convertirá en tu esposa...
Sesshomaru trató de calmarse porque su corazón siempre lo estaba amenazando con colapsar por esa pequeña mujer. Solo días, faltaban para tener las escrituras de su cuerpo.
Totalmente suya por siempre y para siempre.
-- Claro que si. --
Se sentía poderoso, victorioso porque desde el primer momento que la vio pasar por la puerta del salón de clases, lo supo.
Supo que si no era con ella, no sería con nadie y que si Kagome nunca se hubiese enamorado de él pues seguiría siendo aquel cretino. Aquel que disfrutaba de las mujeres solo para complacer sus deseos carnales. Ese mismo, que no poseía sentimientos, ni contemplaciones por alguien más.
Sesshomaru Taisho
Si, aquel hombre que sabía que ella, era su dueña. Que su corazón estaba pendiendo en sus manos y que todo su ser, le pertenecía solo a una mujer a la única mujer que lo había enamorado con una sola mirada.
A " su mujer"
Quién le enseñó que " El amor a primera vista, si existe"
Tomó su rostro con cuidado, pareciendolo inspeccionar. Memorizando cada detalle de esa hegemonía única la misma, que nunca entendería como podría caber tanta perfección en un pequeño rostro, tan mágica, tan irreal con esa belleza, no apta para su loco y enamorado corazón.
__ Siempre lo supe. __
__ ¿ Qué cosa? __ preguntó, sonriente.
__ Que sería tuyo. Solo de tu pertenencia.__
Continuará....
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Buen día gente ❤️ doble actualización 🙊 hoy es el día de las "interrupciones", lo asocié en este capítulo y en el de " Admiradora Secreta" 😎
Espero les guste la sorpresa, las imágenes también 💕🤗
Volvió nuestro Sesshomaru el más romántico de todos y ufff como amo a este hombre! Es un bombón 🤤
Finalmente, Inuyasha terminó siendo muy parecido a su hermano y cayó nomas ante nuestra Sango 🙈
Sin más, les mando un fuerte abrazo de 🐻 y nos estamos leyendo prontito 🤗
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