Capítulo único
Aún se sorprendía al recordarlo y su cuerpo se estremeció gustoso ante la imagen que se proyectó en su mente. BaekHyun juraría que nunca antes vio algo más hermoso que el pelaje oscuro de ese ser. No fue la primera vez que estuvo delante de un cambiaforma, él mismo era uno, pero seguramente nunca antes se topó con algo tan maravilloso. Jamás lo olvidaría, especialmente porque ChanYeol no era de los que les gustase convertirse.
—BaekHyun... —Sonrió de puro gusto al escuchar la voz de su profesor por detrás de él, más por el recuerdo que por el docente mismo.
Pasó por última vez el lápiz por sobre la hoja de su cuadernillo y elevó el dibujo para que su profesor lo viese. BaekHyun sonrió aún más cuando vio el tono amarillo que albergó los ojos de su maestro, mostrando así lo encantado que estaba con su trabajo.
—Lo quiero para mi presentación de este viernes.
—¡No! —chilló afligido para luego arrebatarle el cuadernillo al mayor, quien lo miró con el ceño fruncido. Aún avergonzado agachó la cabeza para que sus demás compañeros no notasen su sonrojo y abrazó fuertemente el conjunto de hojas.
—Pondré tus créditos, BaekHyun. —Eso lo hizo negar con más vehemencia.
El timbre que indicaba que empezaba el recreo sonó, haciendo que BaekHyun tuviese la oportunidad de escapar. Cuando salió de la sala chocó con una amplia espalda, aunque el que le prestó verdadera atención fue su mejor amigo, quien se acercó hasta él con los ojos rojos por la excitación. BaekHyun arrugó la nariz unas cuantas veces, como siempre hacía cuando su amigo estaba cerca y parecía tan extasiado.
—YiFan se puso a pelear otra vez.
Hizo una mueca y se dejó arrastrar por el pequeño vampiro, el cual lo llevó hasta uno de los patios y se encontró de inmediato con el plateado pelaje de YiFan, aunque sus ojos se abrieron ampliamente cuando vio a ChanYeol parado ahí en medio, cruzado de brazos y murmurando cosas en latín, de seguro improperios. Se asustó cuando vio a YiFan estirar las patas delanteras en clara posición de ataque, cosa que lo llevó a pasar por entre las personas con urgencia y en el proceso empujó a los demás sin darse cuenta.
Sus padres siempre fueron muy amigos de los de ChanYeol y él, por congruencia, era muy cercano al chico. Sus padres les enseñaron que ellos tenían que defenderse el uno al otro, idea que creció fuertemente en él al ser un lobo, pues necesitaba una manada. El problema ahí radicaba en que BaekHyun era demasiado pequeño y delicado a comparación con sus pares, muy diferente a ChanYeol, razón por la cual el más alto era quien siempre terminaba defendiéndolo realmente.
Una vez que llegó delante de toda la gente se percató de un fuerte agarre en la muñeca que lo detuvo de repente y sintió las alargadas uñas cosquilleando su piel. Vio los ojos amarillos de su profesor de arte y luego como este saltaba hacia los dos chicos en su forma lobuna, poniéndose delante del cuerpo humano de ChanYeol.
Su profesor tenía el pelaje de un color dorado cobrizo brillante. A BaekHyun le gustaría ser más como él, especialmente porque ChanYeol decía que su pelaje parecía sucio, quizás por el hecho de que fuese de un castaño muy común a pesar de tener una cuantas puntas doradas. De igual forma, el otro seguía burlándose de él, cosa por la cual no le gustaba mucho convertirse y por lo que empezó a usar gorras por un tiempo.
Su profesor le gruñó al joven lobo, recibiendo en respuesta unos cuantos gruñidos de vuelta. Su profesor, MinSeok, era pequeño pero muy fuerte, quizás por eso mismo BaekHyun se sentía un tanto identificado y deseoso de ser como él.
—YiFan, eres un alfa —mencionó ChanYeol con fastidio, recibiendo un gruñido por parte del aludido—. No seas infantil y compórtate.
Al parecer, a YiFan no le sentó muy bien lo dicho, pero terminó convirtiéndose en humano de igual forma, cosa que tranquilizó a todos. Sin embargo, la sensación apacible rápidamente se esfumó cuando el alfa se dirigió decisivo hacia ChanYeol y le plantó a este un golpe en la mandíbula. BaekHyun instintivamente corrió hacia él y lo tomó de un brazo para estabilizarlo. Lamentablemente, solo recibió un empujón en respuesta y sin poder evitarlo rodó los ojos.
MinSeok dijo unas cuantas palabras en voz alta para calmar a los presentes, especialmente a los lobos, los cuales no dejaban de refunfuñar con los ojos amarillos, quienes eran siempre fieles a los suyos y estaban dispuestos a saltar en cualquier momento para atacar.
Los alumnos se dispersaron y todo pareció dejar de tener importancia. KyungSoo se acercó hasta él con lo ojos bien abiertos mientras dirigía rápidas miradas hacia el cuerpo desnudo de YiFan.
—Maldición, aún no puedo acostumbrarme a verlos desnudos.
BaekHyun rodó los ojos y se acercó hasta su amigo para pasarle el brazo por los hombros. De inmediato sintió el gruñido de ChanYeol a sus espaldas, a quien nunca le gustó que hiciese amistades con un vampiro. De igual forma, el tema ya estaba más que debatido y BaekHyun decidió que no dejaría a sus pocos amigos por el capricho del otro, así que le sacó la lengua y caminó con KyungSoo hasta la cafetería. Apenas entró al amplio lugar se encontró con los gatitos, quienes eran cambiaformas que se transformaban en distintos tipos de felinos. BaekHyun, más que tener algo contra los vampiros, tenía cierto repudio hacia los felinos, quizás fuese porque él era un "perro" y los otros gatos, aunque por sobre todo odiaba cuando estos se transforman y escupían sus asquerosas bolas de pelos.
Sacudió un poco la cabeza y se dejó caer en una mesa vacía a un costado de KyungSoo, quien se reía de los felinos porque estos se pasaban las manos por la cara como verdaderos gatitos aún estando en su forma humana.
Vio de reojo como su amigo se levantó de la mesa y caminó hasta la expositora de alimentos, volviendo al rato con unas cinco cajitas de jugo.
—¿De nuevo estás antojado? —KyungSoo gruñó cuando escuchó a SeHun y este se sentó frente a ellos en la mesa de la cafetería.
El vampiro mostró sus colmillos y los enterró en la caja, logrando así tomar el contenido sin necesidad de sacar la pajilla.
—Hola, chicos. —MinSeok se dejó caer en la mesa mientras abría la envoltura de su sándwich.
Sí, comían con su profesor, pero ¿qué importaba? Ya todo era lo bastante raro en ese mundo paralelo como para que les importase si preferían morder cuellos o tomar cajitas con sangre artificial para detener la sed de un vampiro.
—Puedo escucharte, BaekHyun. No hables de los míos como si estuviésemos todo el tiempo sedientos.
Hizo un puchero que inmediatamente deformó cuando vio a LuHan acercarse hasta ellos en su forma híbrida, siendo un humano con orejas y cola de gato.
—LuHan, conviértete. No puedes andar así —exigió MinSeok luego de tragar su comida.
—No soy un alumno, no me hables como si lo fuese. —LuHan lo apuntó con una de sus garras antes de esconder sus orejas y cola. El chico arrugó la nariz en un lindo gesto y comió de su pastel.
BaekHyun rascó por detrás de su oreja y miró hacia el otro lado de la cafetería al sentir una mirada sobre él, viendo así al ya tan conocido alto chico observándolo con el ceño fruncido. A ChanYeol nunca le gustó que no fuese tan cercano a la manada, pero a BaekHyun simplemente no le iban muy bien esas cosas, el encajar en algún lado.
El almuerzo pasó tranquilo y sin darse cuenta ya estaban en química, con el profesor Kim dando la clase mientras tenía a su fiel aprendiz, SeHun, pasándole los ingredientes de tanto en tanto.
BaekHyun partió el ajo en dos y echó uno de los pedazos al pequeño caldero que estaba sobre la mesa de experimentos.
—Es el ajo entero.
Frunció el ceño y elevó la cabeza hacia ChanYeol, su compañero de banco, el cual no se sentaría ahí si no fuese porque los ordenaban por orden alfabético según sus nombres.
—Es la mitad del ajo.
—Es entero, BaekHyun.
El aludido, ya algo enfadado, tiró la otra mitad del ajo dentro del caldero, logrando que saliese un humo azulado que asustó a ambos. ChanYeol se alejó con rapidez de la mesa porque sabía que el experimento se trataba de un cegador para los cambiaformas lobunos. BaekHyun, siendo siempre el de la mala suerte entre los dos y al que le sucedía todo lo malo que no le pasaba al otro, logró sentir como el líquido caliente cayó sobre su mano.
Asustado se levantó de su asiento y gimió de forma animal al ver su extremidad, la cual no sufrió mayor daño que el que sus uñas se tornasen de color azul. Jadeó mientras miraba el desastre que causaron y sintió a ChanYeol acariciarle la mejilla con la nariz, sobresaltándolo momentáneamente porque puede que su lobo estuviese acostumbrado a su cercanía y a esa actitud sobreprotectora que tenía el animal del otro con el suyo, pero para él como humano se volvió algo incómodo con el pasar de los años y no le extrañaría que para el contrario fuese igual.
Se alejó de inmediato y lo miró con el ceño fruncido, aún culpándolo.
—BaekHyun, ¿estás bien? —Asintió hacia el profesor y este suspiró—. ¿Cayó sobre ti?
—Solo un poco —avisó y elevó la mano para que el mayor viese el daño.
—BaekHyun, el experimento hará efecto en ti. —Frunció el ceño y se regañó a sí mismo por no prestar atención en clases—. No verás nada por unas horas. Haré de inmediato una poción para revertir el efecto, pero tendrás que esperar a que este te consuma por completo para que no ocurra una mala fusión y obtengamos mezclas incorrectas dentro de ti. —El maestro Kim hizo una mueca con los labios y luego miró hacia ChanYeol con el ceño fruncido, regañándolo con la mirada—. Y tú cuidarás de él. Ahora llévalo a la enfermería.
BaekHyun salió de la sala afirmándose la mano herida con ChanYeol por detrás, aunque en ningún momento dejó que este lo tocase. No fue sino hasta que estuvo a medio camino de la enfermería cuando no pudo ver nada y entró en pánico, situación que lo llevó a extender ambas manos a los lados y activó al máximo el sentido del olfato para buscar a ChanYeol.
—No veo —lloriqueó mientras tanteaba con las manos a ciegas.
—¿En serio no puedes verme? —Escuchó a ChanYeol moverse por alrededor de él y cerró los ojos, sintiéndose un poco mareado.
Sus otros sentidos se debilitaron e intentó poner un poco más de esfuerzo en saber dónde estaba el alto chico. Dio un paso con la intención de moverse, pero luego se arrepintió al darse cuenta que no llegaría a ningún lado sin ver y con sus sentidos debilitados. Bufó y extendió ambos brazos para buscar la pared, cosa que nunca encontró y terminó tropezándose, acabando de cara sobre el suelo.
—¡Mierda, Baek! ¿Estás bien? —Enseguida sintió unas manos en la cintura y luego fue alzado con agilidad. No se le hizo muy difícil descubrir de quién se trataba, podría reconocer a ChanYeol en cualquier lado, aunque no lo viese.
El chico terminó por llevarlo hasta la enfermería a paso lento mientras lo afirmaba por la cintura. BaekHyun se dejó llevar y una vez en la habitación fue obligado a recostarse sobre una camilla. El profesor Kim llegó cuando sonó la segunda campana del recreo, lo hizo beber algo que lo durmió. Pasó toda la tarde ahí y agradeció aquello una vez que despertó, momento donde se encontró con la cabellera de ChanYeol cosquilleándole el brazo.
—BaekHyun —susurró el chico y él arrugó la nariz al sentir un leve mareo cuando se alzó.
—¿Qué hora es? —Se sobó la cabeza con una de sus manos y se levantó de la camilla, obteniendo de inmediato que un fuerte brazo se enredase en su cintura.
Alejó a ChanYeol con delicadeza y lo miró con recelo. Aún no se olvidaba que el chico fue quien le causó el daño en un inicio y, claro, puede que sonase tonto e incluso infantil, pero se suponía que el contrario siempre estaría para protegerlo y que nunca le causaría ningún tipo de daño, cosa que ridículamente siempre hacía.
Al parecer, el maestro Kim le dio algo más mientras dormía porque la poción se revirtió por completo, así que el profesor solo comprobó su estado para luego mandarlo directo a casa con la tarea de que descansase, agregando un que ChanYeol te cuide, él es el culpable de todo esto.
BaekHyun no quería causarle problemas a ChanYeol, especialmente ese día de cacería. Él no acostumbraba a ir. Nunca fue muy cercano a la manada y le costaba infinitamente mantenerse alejado de ChanYeol una vez que se transformaban en lobos, después de todo, estaban destinados, sus padres se lo dijeron cuando eran pequeños, recalcándolo luego con el paso del tiempo, logrando así que la palabra "destinados" tuviese mucho más peso cada vez que pasaban los años.
A BaekHyun no le molestaba tener por pareja a ChanYeol, siempre lo admiró y lo quiso con aquel sentimiento puro de un niño, el cual se fue desgastando con el transcurso de los años por el claro rechazo del alto. Al parecer, a ChanYeol no le gustaba e incluso parecía repudiarlo. A BaekHyun le costó bastante aceptarlo, pero de algún modo lo hico aún a pesar de que su corazón dolía afligido y que cada vez que se acordaba de su lobo este aullara adolorido en su interior.
—Tus padres me pidieron que te convenciese de acompañarme esta vez.
Miró hacia ChanYeol mientras este conducía hacia su hogar y se concentró en la ventana para esquivar la potente mirada del contrario.
Odiaba a sus padres cuando hacían eso, se encargaban de que ChanYeol lo persuadiese y lo llevase hasta el entrenamiento. Lo peor de todo era que ellos sabían el poder que tenía ChanYeol sobre él.
—Sabes que no me gusta ir. —Lo intentó por lo menos una vez y se entretuvo jugando con el hilo suelto de sus pantalones rasgados—. Además, no quiero molestar a ninguno de ustedes durante la caza.
BaekHyun no entendía cuando decían que las parejas se complementaban de alguna manera. Todas las veces que salió con ChanYeol de caza este terminaba diciéndole que le estorbaba y le pedía que por favor se alejase de él. Por lo mismo llegó a pensar por un tiempo que ChanYeol no era su verdadera pareja y que solamente se trataba del pervivir de un amor infantil, cosa que de vez en cuando se proponía creer para no hacerse más daño.
—Pero tus padres quieren que te integres más a la manada. —Empezó a pensar angustiado: Que no lo mencione, que no lo mencione, que no...—. También debes recordar que convivir con todos es esencial para que encuestres a tu pareja.
Ahí estaba con su típico diálogo de siempre, lo único que le decía el otro sin alzar mucho la voz, casi como si temiese su reacción y era hasta ridículo porque dudaba que realmente su compañero repararse mucho en su sentimientos. De igual forma, ¿acaso ChanYeol nunca lo sintió? ¿O era solo él quien se desvelaba por las noches cuando tenía una pesadilla donde le pasaba algo malo a su lobo negro?
—No quiero ir —murmuró, sintiéndose mal de repente. ChanYeol se detuvo a las afuera de su casa y se bajó del vehículo, obligándolo a bajar a él también.
—No puedes permanecer alejado toda la vida, será difícil para ti si lo haces así. —Y a BaekHyun cada vez le importaba menos. ¿Qué sacaba con estar con toda la manada cuando el chico que en verdad quería que estuviese a su lado no quería estarlo?
—No voy a ir. Además, aún no me siento del todo bien después de lo que pasó hoy.
ChanYeol hizo una mueca con los labios al sentirlo mintiéndole—. ¿Quieres que me quede contigo?
—Claro que no. —Negó con la cabeza repetidas veces—. Tienes bastantes cosas que hacer.
Le dio una pequeña sonrisa en el intento de que se fuese tranquilo, pero ChanYeol no pareció nada convencido de dejarlo solo y BaekHyun se vio obligado a hacerlo pasar cuando este se quedó parado a las afueras de su casa sin decir nada más. Ambos subieron a su habitación. Sus padres solían tener cargos importantes dentro de la manada, por lo que la pareja generalmente llegaba tarde, era por eso mismo que ellos dos siempre estaban juntos, protegiéndose el uno al otro, o al menos era eso lo que les encargaban sus padres.
Una vez en su habitación lo invitó a pasar y el chico agradeció respetuosamente, siendo irónico ya que ChanYeol prácticamente vivía en su habitación o él en la suya.
BaekHyun tuvo que correr hasta su escritorio para esconder todos los dibujos que hizo sobre esas hojas amarillentas que le trajo su padre de uno de sus viajes al extranjero. Él solía dibujar a un lobo negro, inmenso y hermoso, o a veces simplemente dibujaba a un chico largirucho que le sonreía. BaekHyun veía a ChanYeol, estaba por todos lados y era su más fiel inspiración, aunque este obviamente no debía saberlo.
—¿Quieres algo para comer? —preguntó una vez que ordenó todas las hojas sueltas que habían sobre la madera de su escritorio y al voltearse se encontró a ChanYeol sentado sobre su cama, tan cómodo como siempre.
—No tengo hambre. Gracias.
Se sentó incómodo sobre la silla giratoria de su escritorio y decidió enviarle un mensaje de texto a su madre diciéndole que estaba bien y que ChanYeol cuidaría de él, exactamente como siempre sucedía.
—BaekHyun —Lo escuchó llamarlo y él elevó las cejas mientras bloqueaba su celular—, verás...
Frunció el ceño y ladeó la cabeza al sentir la incomodidad del alto. Se levantó de la silla y se sentó a su lado, quizás en un intento inútil por parecer más simpático.
—¿Sucede algo?
—Hoy es luna llena —musitó el otro.
Tuvo que morderse el labio inferior y desviar la mirada hacia la ventana mientras procesaba la escasa información y la hacía enlazar con sus conocimientos ya adquiridos, cosa que se vio seguidamente interrumpida cuando el molestoso ruido del notificador de mensajes resonó en el incómodo silencio de la habitación, así que leyó su teléfono: «Es perfecto, cariño. Justamente hoy no vamos a llegar a casa. Estoy muy agradecida de que ChanYeol esté contigo. Mándale mis saludos». BaekHyun le mostró el mensaje al alto y este inmediatamente hizo una mueca cuando terminó de leerlo, haciendo que él escondiese el celular entre sus manos al sentir una inexplicable vergüenza y aquel sentimiento que lo hería y lo lastimaba.
—¿Qué pasa? —Levantó la cabeza, sorprendido y asustado por la leve sospecha de que ChanYeol escuchase a su fiera lamentándose.
—No es nada. —Intentó evitar el tema y retomó la conversación anrerior—. ¿Qué me decías acerca de la Luna?
—Que hoy es luna llena. Soy un alfa y tú un omega. —BaekHyun asintió, aún sin comprender muy bien el trasfondo—. Y según tú, estamos destinados.
Suspiró y sintió sus hombros caer—. No te preocupes, no pasará nada. Si mal no recuerdo, solo soy yo quien dice que hay algo entre nosotros. —Eso calló a ChanYeol, quien se removió incómodo sobre el acolchado.
—Pensé que de verdad estabas enamorado de mí.
Apretó los dientes con fuerza y contuvo la respiración por unos segundos para no soltarle la avalancha de quejas, malos ratos y peticiones no cumplidas. No estaba realmente seguro de si ChanYeol alguna vez se detuvo a pensar en sus sentimientos, pero al parecer estos siempre salían heridos ante sus comentarios hirientes y tajantes, como si lo que él sintiese fuese malo, como si hubiese algún problema en que considerase que lo suyo era especial, que iba más allá o tenían una historia con el destino irresoluble de un final feliz. No obstante, no era el caso y por mucho que BaekHyun sintiese que lo amaba hasta morir, no podía hacer mucho más que acatar porque el alfa era el otro.
—Si quieres, puedes irte —mencionó sin muchas ganas y con poca voz—. De igual forma, no es como si me fuese a abalanzar sobre ti.
—No tengo miedo de ti, sino de lo que yo podría hacerte. Estaré descontrolado y no sabré siquiera quién eres, simplemente querré... —Su diálogo rápidamente se cortó al encontrarse con su mirada un tanto dolida—. Lo siento, yo... No es como si no me importaras que fueras tú, sino...
—Puedes irte, ChanYeol. Estaré bien —zanjó con la poca dignidad que le concedía el tipo únicamente porque sus padres eran amigos.
—Cualquiera puede tocar a tu puerta, BaekHyun. No voy a dejarte solo...
—¿Entonces prefieres ser tú quien lo haga? —ChanYeol se quedó en silencio y enseguida desvío la mirada hacia el otro lado de la habitación. BaekHyun suspiró y se recostó en la cama mientras observaba el techo—. Puedes encerrarte en la habitación de mi hermano. Me da igual. —Giró sobre la cama para darle la espalda al alto y escuchó el suspiro pesado del chico por detrás suyo.
—Bien. Estaré en la habitación de tu hermano por si me necesitas.
El chico salió de la habitación sin decir nada más y él hizo un puchero. A veces deseaba que ChanYeol realmente estuviera interesado en él, que lo notase, que también experimentarse el calor naciente en su vientre blanco, opresión que subía por su cuerpo para instalarse en su pecho como una especie de motor que lo hacía sonreír, ponerse meloso y desear cosas mejores. Si ese fuese el caso, si BaekHyun tenía la oportunidad de ser el punto de mira del otro, quien le sonría en las mañanas, lo tomase de la mano e invitase a dar vueltas eternas por ningún lado porque no importaría nada que no fuesen ellos; si fuese así, si ChanYeol lo mirase siquiera, daría todo de sí para ser el mejor omega que cualquier alfa podría desear.
Luego de que estuvo unos minutos recostado y sin moverse para nada más que para respirar decidió levantarse y caminó hasta la habitación de su hermano, siendo atraído como un imán. Una vez que estuvo delante de la madera dio unos suaves toques sobre esta.
Era irónico y hasta penoso, pero a BaekHyun realmente le costaba estar separado del chico, más aún si no tuvieron una despedida acordé o no quedaron en buenos términos antes de distanciarse.
De inmediato la puerta se abrió para dejar ver a un ChanYeol de brazos cruzados y una expresión un tanto burlesca. BaekHyun ya se pudo imaginar que se reía de él internamente.
—Yo solo quería... —Soltó un suspiro y agachó la cabeza mientras jugaba con sus propios dedos—. ¿Hay algo especial que quieras comer para la cena?
—BaekHyun, no sabes cocinar.
El comentario hiriente llegó hasta su lobo, el cual aulló con pena al escuchar la ofensiva de su supuesta pareja. ChanYeol al parecer lo notó porque terminó removiéndose incómodo sobre sus propios pies.
Vale. Puede que quisiese ser el mejor omega, pero no lo era, ya desde hace rato que dejó de esforzarse por ser bueno para ChanYeol, dado que este realmente no tenía ninguna intención de acogerlo, de aprovechar sus talentos o compartir con él sus intereses.
—Lo sé, pero puedo intentar hacer algo. —Su propio comentario lo hizo sentirse aún más patético y tuvo que apretar los ojos y los dientes con fuerza para no tirarse mierda a sí mismo en voz alta.
—¿Qué te parece si pedimos algo para comer?
—Claro. —Movió la cabeza y en el proceso sus ojos húmedos se encontraron con los del contrario.
Agobiado de que el otro notase que las palabras lo afectaron de forma física abandonó el pasillo con pasos rápidos para encerrarse en su habitación, donde enseguida se dirigió hacia su escritorio para tomar con fuerza su lápiz y empezar a trazarlo sobre el papel amarillento.
¿Cómo era posible que siempre su preciado lobo negro lograse herirlo?
—BaekHyun...
Decidió ignorar los puños que retumbaeon $contra la madera de la puerta y continuó con su diseño, el cual quedó finalmente inconcluso cuando se percató de que dibujó a su lobo solo en el bosque, perdido entre la maleza y entré la oscuridad que nació ante trazos ansiosos del grafíto. Decidió conservarlo, como siempre hacía con todos sus dibujos, y le puso en la esquina derecha inferior la fecha y el motivo de inspiración. Generalmente guardaba sus obras dentro de archivadores, todos estos separados por años. Desde que era pequeño su madre almacenó sus dibujos de esa manera y al crecer adoptó el mismo sistema.
Escuchó que la puerta fue finalmente abierta y él saltó asustado sobre su silla, cerrando urgentemente la carpeta para que el alto no viese lo loco y enamorado que estaba de él. Sin embargo, ChanYeol estaba pendiente de otra cosa más instintiva y aquello fue claro, después de todo había un acuerdo de resguardo mutuo que no solo estaba medido por su condición de manada, sino también porque lo impuesto por sus padres era ley y ellos sencillamente debían acatar, es decir, si algo le pasaba a uno al otro lo matarían, cosa que cada vez parecía ser dialogo más para ChanYeol que para él.
—¿Qué tal si... salimos a dar una vuelta?
Suspiró mientras giraba la cabeza para mirar su escritorio. Entendió que el contrario quiso remedia un poco lo que causó y quién era él para decirle que no a su más grande debilidad.
—¿Planeas ir de caza? —Su amigo le regaló una de esas sonrisas suyas y lo tomó de la muñeca para tirar de él hacia afuera de la habitación.
—Podríamos hacerlo. Luego volveríamos a casa antes de la cena y la preparamos juntos, ¿te parece?
Era su debilidad, ya lo mencionó antes. ¿Cómo podía decirle que no? Se dejó arrastrar por el contrario hasta las afueras de su casa y durante el trayecto barajó en su mente alguna idea para librarse de eso, dejando de inmediato la excusa del hechizo porque el alto con solo verlo sabría que mentía. BaekHyun la mayoría de las veces odiaba que lo conociese tan bien y detestaba aún más el hecho de que se negase a que fuesen parejas siendo que era el único que podía dominarlo de aquella manera.
Aún en la misma postura llegaron hasta el costado del frondoso bosque, donde aguardaban los demás chicos que conformaban el grupo joven de la manada. ChanYeol era un alfa y junto con YiFan eran quienes manejaban los grupos de caza de ese rango de edad. Ambos chicos tenían cierto choque entre sí, especialmente porque uno de ellos dos tenía que tomar el poder para cuando el señor Byun no pudiera continuar al mando. Por qué sí, si BaekHyun no naciese inconvenientemente como un omega sería el heredero irrebatible al trono. Era por eso que ambos muchachos crearon cierto rechazo entre ellos, lo que hacía que los demás lobos jóvenes no estuviesen en completa armonía. BaekHyun solo esperaba que alguno de los dos se enlazase de una vez para que tomasen el poder y dejasen de molestar con su juego de niños.
—¿Qué hace BaekHyun aquí? —Los murmullos rápidamente aparecieron luego del alza de voz de YiFan, logrando que él se sintiese tímido y apartado, como si se riesen de él, cosa que sucedía todas las veces que tomaba el valor para ir con la manada.
—Sus padres quisieron que viniese —mencionó el alto sin mayor reparo, como si no fuese relevante reparar en ello y era algo que agradecía en cierta medida.
Intentó alejarse de ChanYeol, dado que no quería que pareciese que este lo protegía. No le gustaba cuando hacía eso delante de los demás, ya que terminaba en la boca de todos, acompañándose siempre de unas risas porque el rechazo del otro era claro y desde fuera también era obvio que el interés no era recíproco, así que luego salían ese tipo de cosas: «No puede ser posible que a BaekHyun todavía le guste ChanYeol. ¿Cómo no entiende que no tiene ni la más mínima posibilidad? Debería darle vergüenza». Abrió los ojos con asombro cuando escuchó un comentario parecido entre todos los cambiaformas, el cual provino de una chica. Se hizo hacia atrás y miró entre las cabezas de los demás, encontrándosela a unos metros de él, mirándolo asustada. Desde ahí mencionó: «Necesitas mejorar un poco tu habilidad de comunicación». No quiso sonar pesado, pero fue inevitable serlo. Las cosas hirientes siempre dolían y esa era su única manera de aparentar que no lo hacían.
—¡Bien! Empecemos con la cacería —demandó YiFan mientras hacía ostentosos gestos con las manos a la hora de hablar—. Nos dividiremos en dos grupos.
Se quedó quieto en su sitio y luchó por no ponerse a jugar con sus manos como un completo demente porque sabía lo ridículo que se veía. Lo único que deseó fue que no quedase en el mismo grupo que ChanYeol porque odiaba que el tipo se quejase de él a cada rato; ya suficiente tenía con soportarlo en su hogar como para ofrecerse a carcomerse por ello allí también.
—BaekHyun, ¿vienes conmigo? —No pudo evitar asomar una sonrisa de alivio por entre sus labios cuando escuchó la pregunta de YiFan. Asintió con entusiasmo y, al ver que todos los demás se desvestían para transformarse, decidió ir hasta la maleza para esconderse detrás de uno de los grandes árboles con la finalidad de sacarse la ropa.
—Siempre has tenido la misma manía de esconderte cuando debes desvestirte. —Se sobresaltó cuando escuchó una voz amigable hablarle por la espalda e instintivamente se cubrió la entrepierna, cosa hasta irrisoria porque de todas las personas el contrario era quien más lo llegó a ver desnudo. ChanYeol rodó los ojos y le regaló una de sus deslumbrantes sonrisas—. Si pasa algo no dudes en llamarme.
Asintió con rapidez para que se marchase de una vez. El alto se acercó hasta él estando sin ningún tipo de ropa cubriéndolo mientras que BaekHyun no hizo más que sonrojarse e intentó desviar la mirada para no concentrarse irrespetuosamente en la entrepierna del contrario. Todo fue hasta el colmo cuando una mano cálida y ancha se situó en su hombro, haciéndolo arder y obligándolo a separarse por la corriente eléctrica que recorrió su espina dorsal. A BaekHyun a veces se le olvidaba cuando estaba en celo, normalmente no solía volverse tan hormonal a cambio de que se tratase de ChanYeol y siempre creyó que se debía a las hormonas mismas de este, pues se suponía que su pareja tendría la capacidad de activar su estro, más aún si no estaban emparejados. No obstante, probablemente fuese otro de los cuentos que se inventaba para satisfacerse a sí mismo porque, al menos según el contrario, este no era su pareja.
—No te preocupes. Nos vemos cuando acabe la caza —mencionó sin más y por suerte sonó más tranquilo de como realmente se sentía.
Para su tranquilidad, el chico se fue hacia su grupo, probablemente ignorando cómo chillaba su lobo o incluso quizás no notándolo porque BaekHyun llevaba mucho tiempo trabajando en ello, en hacerse mudo o algo así. Odiaba tanto cuando ChanYeol le robaba el aliento, lo hacía darse cuenta de todo el poder que tenía ese chico sobre él y no le gustaba que fuese así, especialmente porque él no poseía ningún tipo de influencia sobre el otro.
—¿Estás listo, BaekHyun? —No le quedó más que asentir cuando YiFan se lo preguntó.
Enseguida todos se echaron a correr y BaekHyun quedó estúpidamente atrás, largándose a correr después de unos segundos en que se convirtió, haciendo que se tropezase unas cuantas veces y su pelaje quedase enganchado en más de un arbusto.
Nunca le gustó mucho correr o ensuciarse. Desde el momento que nació fue extraño, empezando por el hecho que todos se esperaron un alfa, por lo menos un beta como su hermano mayor, pero no se encontraron con nada más que con un omega poseedor de rasgos muy delicados como para tener pene —no fuero palabras suyas, sino de los viejos con los que se codeaba su padre por temas administrativos—. A su familia le costó aceptarlo en un principio, no el hecho de que pareciese chica y tuviese pene —porque eso francamente era lo de menos—, sino que era un omega y definitivamente no podrían conservar el mando entre la familia Byun. Las cosas se volvieron aún más extrañas cuando sintió esa cosa rara por su amigo. Siempre fue cercano a ChanYeol, desde que el menor nació a BaekHyun se le inculcó que debía tratarlo como su hermano menor, cosa irónica después del paso de los años y de lo que sentía por el más alto.
Creía enamorarse de ChanYeol por primera vez a los cinco años, o incluso antes. Fue en aquella época donde su amigo parecía tener su mismo tamaño a pesar de que era menor. Después, cuando ambos cumplieron trece, terminó por comprender que definitivamente el mayor de los dos siempre parecía ser ChanYeol, siempre tan varonil, fuerte y con tanto olor a macho, todo aquello que él tan escaso tenía. En un principio, cuando estaba en aquella etapa donde se negaba a sentir algo por el más alto, confundió ese amorío suyo con admiración, incluso con envidia, sentimiento que se vio inmediatamente desplazado cuando llegó su primer celo y se masturbó por primera vez a los catorce pensando en las grandes manos de su mejor amigo tocándolo. Desde ahí juró que estaba loco. Se lo mencionó lo más casual que pudo a su hermano mayor en busca de ayuda, aunque este terminó recurriendo a sus padres y todos se enteraron de su alocado amor juvenil por el menor de los Park. Su madre desde ese día no paraba de decir que ambos estaban destinados y quizás él simplemente no debió hacerle caso.
Tropezó estúpidamente con una de las ramas que sobresalía por entre la tierra húmeda recubierta de hojas y terminó revolcado en el suelo, ensuciando su ya "sucio" pelaje. Gimió una vez que intentó pararse y gruñó con fuerza al darse cuenta que se comportaba peor que una omega citadina, de esas que no salían ni a pasear al perro porque contrataban a alguien para que lo hiciese. Odiaba salir de cacería.
Cuando intentó dar el segundo paso su pata delantera se torció y terminó cayendo al suelo. Decidió quedarse ahí, con la vista cruzándose con el pasto y estando completamente solo. Se permitió soltar, aunque fuese por una vez, esa pesada carga que llevaba sobre los hombros. Lloró en silencio y sin hacer ningún tipo de ruido, simplemente permaneció estático a la espera de que se aliviara un poco el dolor de su pecho.
Sus ojos estaban bastantes nublados por el llanto y el sentimiento, pero aun así pudo ver a la figura oscura correr hacia él y seguidamente un doloroso aullido que hizo eco en el bosque. Pestañeó unas cuantas veces aún en su forma animal y pudo tener una visión más clara de ChanYeol olisqueándolo urgentemente antes de comunicarse con él: «¿Qué pasó?».
Giró la cara al ver la mirada preocupada del lobo negro, pero enseguida este metió el hocico por debajo del suyo para que lo mirase y por inercia levantó la pata dañada cuando se topó con la mirada del alfa, la cual era fija y demandante, exigiéndole que le dijese de una vez qué le pasaba. ChanYeol enseguida le lamió la pata y la herida inexistente, dejando de vez en cuando pequeñas caricias sobre el pelaje con el hocico.
«Estoy bien», mencionó y quiso agregar un solo me torcí una pata para que ChanYeol no se preocupase, pero sabía cuán ridículo sonaría si lo mencionaba.
Sorprendentemente, el alto pasó el hocico por debajo de él con la intención de alzarlo, logrando que terminase echado sobre su lomo. Enseguida BaekHyun se convirtió para no ser tan pesado para el lobo.
—ChanYeol, estoy bien —repitió mientras era llevado por el susodicho. BaekHyun disfrutó del momento y se recostó sobre el cambiaforma mientras acariciaba detrás de sus orejas.
Suspiró gustoso mientras cerraba los ojos y enterró la cabeza entre el pelaje de ChanYeol, disfrutado de su olor único e inigualable, especialmente para él, quien siempre estaba extasiado con su aroma a bosque húmedo.
El gran lobo continuó caminando y él solo se dedicó a disfrutar del paseo. Una vez que llegaron hasta el inicio del bosque ChanYeol lo soltó con un poco de brusquedad sobre la tierra que estaba a un lado de sus ropas y se convirtió.
—¿Es que acaso nunca puedes cuidarte solo? —gruñó el otro, a lo que él suspiró con desaliento y comenzó a vestirse. Se esforzó en evitar hacer una mueca cuando tuvo que utilizar la mano derecha.
—No me gusta venir de cacería —dijo como si realmente eso pudiese exlicar algo.
Miró por entre el bosque como los lobos se acercaban hasta ellos. La cacería terminó.
—¿Haces esto para llamar mi atención? —Frunció el ceño y giró la cabeza para volver a concentrarse en ChanYeol—. ¿Cuántas veces tengo que decirte que no somos pareja?
Su lobo aulló completamente destrozado y él no pudo evitar soltar un quejido, dejando demostrar sus sentimientos en su versión humana después de tanto tiempo. Sus ojos se aguaron de inmediato y no logró apartar su vista de la de ChanYeol hasta que los otros lobos llegaron a su lado.
—¿Está todo bien? —Luego de escuchar la voz de YiFan inmediatamente se convirtió y se puso a correr, dejando de lado el hecho de que efectivamente no podía avanzar bien debido a su pata—. ¿Qué le pasó a BaekHyun? ¿Está herido?
No le costó nada llegar a su casa y una vez en el interior se lanzó sobre su cama a llorar como un desquiciado. Le dolía; para los lobos era importante su pareja destinada y aún más para él, quien aparentemente no era nada siendo un omega, quien acabó con una hermosa tradición familiar de décadas, donde aquello no importaría si su maldito alfa lo quisiese porque una vez emparejado podría tomar el poder como segundo al mando y, en caso de tener un cachorro alfa, este sería el siguiente a comandar. Por lo demás, no tenía alfa, nadie estaba interesado en su humano y el chico que le gustaba no solo lo rechaba, sino que también parecía humillarlo cada tanto. Era tan extraño. ¿Cómo podía sentirlo de forma tan palpable y ChanYeol no? ¿Cómo no lo notó, aunque fuese un poco?
—BaekHyun —Gruñó y tiró de las mantas para cubrir su desnudes—, lamento lo que pasó hace un rato.
—No es tu culpa lo de la herida —logró pronunciar con dificultad debido a que continuaba con la cabeza enterrada en la almohada—. Sin embargo, deberías dejar de repetir eso de la pareja destinada, tengo bien en claro que no hay ni habrá nada entre nosotros.
—Lo siento...
Cerró los ojos e intentó esconderse más entre las sábanas. Realmente no quiso saber nada del alto, al menos no por ese momento, y al parecer ChanYeol notó todo eso porque el chico terminó yéndose por su propia cuenta, dejándolo dormir tranquilo.
Una vez que despertó se aseguró de ponerse el pijama antes de bajar por las escaleras, encontrándose a un ChanYeol muy atractivo usando el delantal de cocina de su madre.
—¿Cómo te encuentras? —preguntó el chico sin siquiera darse la vuelta. Él prefirió evitarlo y fue hasta uno de los muebles para sacar el botiquín—. De verdad te heriste la mano, ¿cierto?
Le envío una rápida mirada y luego de suspirar volvió a concentrarse en intentar abrir la caja. Una vez que lo hizo sacó la venda para tratar de cubrirse la mano él mismo, cosa que no logró. ChanYeol terminó quitándole la venda para hacerlo él.
—Deja de llorar por mí —susurró el otro y no sonó egolatra, sino más bien afligido por esas situaciones que no podía controlar.
Levantó la mirada hacia ChanYeol mientras este cubría su mano y algo extraño pasó justo ahí, quizás fuese porque estaba en celo o porque la luz de la luna llena parecía querer filtrarse por la ventana de la cocina, pero sin darse ni siquiera un segundo para respirar fue aprisionado en la pared que estaba a un lado de la puerta y el refrigerador. Curiosamente, aquella acción estuvo acompañada de un ChanYeol comiéndole la boca; estaba besándolo. Aún con los ojos abiertos sintió al contrario mover los labios sobre los suyos con apuro y exigencia, buscando que le correspondiese cuanto antes. Sin embargo, BaekHyun no estaba preparado para eso, él imaginó que el primer beso que se daría con ChanYeol sería especial y significativo mientras que ahí sencillamente estaba comiéndole la boca. No pudo hacer más que empujarlo por los hombros para apartarlo.
—¿Qué haces? —Aún con la voz entrecortada por lo desenfrenado del beso pudo preguntar.
—Yo... —ChanYeol parecía bastante arrepentido y confundido, incluso aterrado—. Yo no quería. Yo... —El contrario se calló a sí mismo y dio un paso hacia atrás para luego afirmarse con las dos manos de la encimera de la cocina.
—¿Qué pasa? —BaekHyun paso tímidamente el dorso de la mano por su labio inferior para quitar el resto de saliva que dejó ChanYeol.
El chico lo miró de reojo y cuando hizo el intento de acercarse este rápidamente se alejó de él—. Vete de aquí, BaekHyun.
—¿Qué pasa? —insistió urgido al ver al otro tan atolondrado.
ChanYeol arrugó la nariz como si estuviese enfadado consigo mismo—. Estás en celo, maldición.
Dio un paso hacía atrás a pesar de que el contrario aun así podía olerlo.
—No es mi culpa —se defendió mientras arrugaba la nariz e hizo un puchero inconscientemente.
—Lo sé, pero aun así apestas. —Resopló y dio otra paso hacías atrás. BaekHyun se preguntó internamente si olía mal—. Y es luna llena.
Se removió incómodo en su lugar y agachó la cabeza al no saber qué contestar, se sentía como si lo estuviese regañando. Sin darse cuenta, el chico caminó hasta él y lo tomó por los brazos para luego esconder la cabeza en su cuello.
—BaekHyun... —gimió ChanYeol y él solo pudo abrir los ojos con asombro—, quiero tocarte.
Las caderas del otro se impulsaron hacia adelante, chocando contra las suyas, provocando que BaekHyun gimiese vergonzosamente. ChanYeol se atrevió a empujar otra vez y él solo pudo aferrarse a la camiseta del alto para no caerse.
—V-Vete a tu habitación... —Al otro las palabras le salieron extrañas, como si le costase un mundo pronunciarlas—. No quiero hacerte daño. Aléjate de mí.
BaekHyun no pudo ni siquiera procesar las palabras ajenas cuando fue empotrado contra la mesa de la cocina, subiéndolo sobre la superficie y teniendo al contrario sobre él. La respiración se le cortó y todo fue demasiado inusual porque ChanYeol estuvo encima suyo varias veces, sí, eran amigos desde pequeños, pero desde que BaekHyun tuvo su primer celo el otro simplemente no le permitía acercarse mucho y fue aun peor cuando el mismo ChanYeol tuvo su propio calor. En ese momento el contrario faltó a clases una semana y estuvo agradecido de que sus padres tuviesen la delicadeza de prepararlo para ello, pero cuando llegó el segundo, el tercero y el cuarto... era BaekHyun quien ya sabía las fechas del otro y prefería faltar porque era vergonzoso andar excitado por todos lados, mojarse y gemir cada vez que se movía; no era el único tampoco, ChanYeol era más bien un alfa con perfil bajo, pero en esos períodos hacía que como mínimo otros cinco compañeros omegas entraran en celo y a BaekHyun le pasaba cada vez, así que mejor se quedaba en casa gritándole groserías a su madre y golpeando la puerta de su habitación antes que restregándose contra su amigo.
Probablemente, desde su primer estro que ChanYeol se comportaba así de desagradable y hosco con él. La mayoría de las veces era BaekHyun quien se acercaba aunque no quisiese, como una polilla hacia la luz, y terminaba con algún comentario mordaz que le hacía recordarse que no, no eran pareja, ChanYeol no lo quería y él tenía que aguantárselas.
—ChanYeol, contrólate. Pareces un animal —dijo sin más, como si no tuviese al alfa descontrolado frente a él, a punto de matarlo si así quisiese.
—Lo soy, maldición. —El chico se dirigió hasta su cuello para lamerlo y morderlo suavemente, dejando que de la boca de BaekHyun se escapase un grito ahogado por la sorpresa—. Te daré cinco segundos y correrás a tu habitación, ¿entendido?
Las palabras duras de ChanYeol resonaron en su oído y una vez que bajó la mirada vio como las manos del alto tomaban con fuerza el inicio de su camiseta, incluso haciendo que se le marcaran las venas por debajo de la piel. Pareció como si el chico no quisiese desvestirlo y él entendió un poco por qué, después de todo, el celo era tan animal, tan de instinto, que podía incluso ser peligroso ante la posibilidad de dañar a otros. No obstante, no tenía miedo de ChanYeol.
—Puede que te siga así que... escapa de mí.
—ChanYeol...
—¡Solo hazlo! —El más alto apretó los dientes y levantó la cabeza para verlo—. Por favor, mantente alejado porque no quiero dañarte.
Dio un último asentimiento temeroso y en cuanto las manos de ChanYeol dejaron de tocarlo se echó a correr por las escaleras hacia su habitación, cerrando la puerta de inmediato en cuanto entró. Pasaron solo unos segundos cuando escuchó los pasos rápidos de ChanYeol correr por el camino que él mismo hizo y se detuvo delante de su puerta, golpeándola fuertemente. BaekHyun enseguida le colocó el pestillo y se sentó a los pies de su cama mientras veía como el trozo de madera era levemente empujado y escuchó los sonidos inhumanos que provinieron desde el otro lado.
Vio de reojo como la luz de la Luna se colaba por su ventana y le llegó de sopetón el olor de ChanYeol. El chico se convirtió.
El celo llegaba cada tanto y que se topase justo con la fase de luna predilecta para los cambiaformas lobunos llegaba a ser hasta fascinante, especialmente porque despertaba el calor del alfa sin considerar los ciclos de estro y aquello era estupendo para quienes ya estaban enlazados. BaekHyun nunca experimentó nada de ello, pero se suponía que el celo era más intenso, había mayor fertilidad y el lazo que los unía se fortalecía más si las parejas se complacían entre ellos.
Los arañazos en la puerta se hicieron más sonoros, claro indicio de que ahora se trataba del lobo negro pidiendo por él y no simplemente el chico larguirucho que tenía por amigo.
El olor lo volvió loco y BaekHyun se removió incómodo sobre su cama, tomó aire a profundidad y acabó apretando los dientes porque las hormonas estaban causando efecto en él o puede que incluso fuese debido a la propia Luna. El que ChanYeol quisiese tomarlo solo lo volvió un poco más loco de lo que ya estaba y deseó sencillamente abrir la puerta para abalanzarse sobre el otro. Se removió incómodo sobre la cama e intentó controlarse a sí mismo, control que se perdió en el primer momento en que se llevó la mano a la entrepierna para acariciarse. Ya llevaba mucho tiempo soñando que era reclamado por el alto.
Se mordió el labio inferior mientras se tocaba, siendo rodeado de un sinfín de sensaciones estimulantes. Se sentía al borde del abismo. Tenía a ChanYeol tan lejos, pero lo quería cerca, preferiblemente entre sus piernas.
La puerta se abrió de un portazo y se encontró con el lobo negro mirándolo con unos brillantes ojos amarillos, deseándolo. BaekHyun retrocedió un poco en la cama sin miedo y le sonrió al lobo con la intención de tentarlo.
—Ven aquí —ronroneó mientras se sacaba los zapatos con sus mismos pies y abría sutilmente las piernas resguardadas por el pantalón de pijama.
El lobo saltó sobre él y lo hizo acostarse sobre la blanda superficie de la cama. El hocico del animal se hundió en su cuello mientras se restregaba contra él.
—Conviértete —exigió con voz demandante, con una voz que no era propia de él, pero, después de todo, BaekHyun soñaba con causar cierta influencia en ChanYeol. De respuesta solo recibió un gruñido—. Ahora.
El cuerpo desnudo de ChanYeol apareció ante él, dirigiéndose de inmediato hacia sus labios para probar de estos con entusiasmo. Su humano se sorprendió, por dispuesto, pero él lobo lo eclipsó tanto en busca del deseo animal que no quiso luchar contra el otro tampoco.
El chico lo acarició bruscamente, aunque eso no le molestó lo suficiente como para frenarlo. Se besaron con vehemencia y ninguno de los dos se atrevió a detener nada hasta el momento donde ChanYeol se aventuró en meter las manos por debajo de su camiseta, estimulándolo con calientes caricias.
—Quiero hacerlo. —Impulsó las caderas hacia arriba y el otro gimió.
—No podemos hacerlo —dijo el alto con voz dura, aunque no dejó de tocarlo.
—Pero quiero hacerlo —gimoteó.
Recibió de inmediato la reacción del alto, consiguiendo que este le sacase la camiseta para luego tirar de sus pantalones, dejándolo con la delgada tela de su ropa interior.
—No somos parejas —le recordó ChanYeol como si él realmente quisiese saberlo. El chico comenzó a dejar pequeños besos sobre su pecho mientras se atrevía a tocarle la entrepierna.
—Según tú no lo somos.
—No lo somos.
BaekHyun asintió. Estando en esa situación aquello era lo que menos le importaba.
Sus manos recorrieron la gran espalda de ChanYeol, entreteniéndose con cada relieve mientras disfruta de los besos que dejaba el chico sobre su pecho. El alfa lo volvía loco de tantas maneras y él sencillamente no podía creer que aquello en verdad estuviese sucediendo.
—Házmelo suave, Yeol...
El aludido gimió en su cuello mientras acariciaba sus muslos y se restregaba contra él—. No vamos a hacerlo.
—Ujum...
Gimió cuando quedó completamente desnudo y expuesto al contrario, quien se hizo hacia delante para hacer que otra vez sus miembros se volviesen a tocar.
—Nos vamos a enlazar —susurró BaekHyun mientras acariciaba el miembro del alto, logrando así sacarle sonoros gemidos.
—No somos parejas —insistió el otro.
—Sí lo somos. —ChanYeol inmediatamente lo besó, al parecer para que guardase silencio.
Las grandes manos del chico tocaron sus muslos con suavidad y recorrieron estos hasta llegar al inicio de sus nalgas, donde ChanYeol solo permitió que su dedo medio llegara entre ellas. Acarició sutilmente su orificio mientras dejaba un sinfín de besos sobre sus labios.
—Primera vez —susurró algo atolondrado porque de repente fue consciente que ya no habría forma de frenar al otro si eso era lo que realmente quería.
Al parecer el alfa no lo escuchó porque siguió muy ensimismado en prepararlo. BaekHyun prefirió callarse lo que tenía por decir, no quiso asustar al alto con sus miedos de principiantes porque incluso ellos, inmersos en una cultura tan tradicional, no se limitaban en las interacciones sexuales, más bien las veían como un medio para encontrar a su pareja y él sabía que ChanYeol ya tuvo sexo con otras personas. A BaekHyun le dio un puto ataque cuando se enteró y fue por instinto y no porque el otro se lo dijese.
Aquel día, por primera vez, rasguñó a ChanYeol con la intención de hacerle daño, más guiado por el animal que por sí mismo porque BaekHyun sencillamente quiso encerrarse en su habitación y llorar, no obstante, el sentimiento caló profundo y lo hizo transformarse en el colegio para terminar saltando sobre el otro. Para su sorpresa, el contrario no le dijo nada y solo dejó que le cayese encima y que lloriqueara sobre él, que le lamiese la herida luego de dejarle el rasguño en la mejilla y al final acabó corriendo lejos aún como lobo porque odiaba que los demás lo viesen desnudo. Se sintió tan molesto que intentó escaparse de casa, dejar todo atrás y largarse lejos, quiso olvidar que Park ChanYeol le gustaba, anheló encontrar a una persona que de verdad lo quisiese, pero al final solo terminó llorando contra el cuerpo lobuno de su madre en el sótano de su hogar, donde su padre prefirió que se quedasen porque no quería su hijo menor hiciese alguna locura.
No supo qué pasó después, francamente se encerró en el pequeño espacio amueblado y decidió que no quería nada más, ni salir, ni ir a la escuela ni ver a ChanYeol, pero cada tanto el lobo terminaba poseyéndolo y acababa rasguñando la puerta y llorando como un desquiciado. Duró poco de igual forma, supuso que su compañero lo escuchó lamentarse porque cuando volvió a ver a ChanYeol por primera vez lo encontró en su forma animal. Luego de eso hicieron como si nada hubiese pasado, él volvió a su rutina y el contrario siguió siendo el mismo desagrado en el que se convirtió al entrar en la adolescencia. No obstante, notó que ChanYeol tenía una ligera marca en el hombro derecho y no era precisamente una marca de pareja, más bien pareció la cicatriz de una herida profunda, una que de seguro casi le sacó el brazo porque los cambiaformas tenían una habilidad de curación increíble y si aun así quedó con la marca fue porque se generó un daño irreversible y nunca supo qué lo provocó.
De igual forma, no tenía tiempo ni ganas para divagar, no cuando sentía el cuerpo caliente sobre el suyo, con los dedos del alto viajando dentro y fuera de él. BaekHyun se preparó mentalmente para lo que vendría porque se suponía que ChanYeol era su pareja, debía ser especial.
—Quiero follarte.
Rodó los ojos y se sujetó de la espalda del alto mientras gemía al sentir los dedos de ChanYeol moverse sobre su piel. BaekHyun estaba tan excitado que cada vez le importaba menos el hecho de que pudiese enlazarse, cosa que para él no era mala, por supuesto, más bien el problema era el otro.
—Primera vez —repitió al entrar levemente en pánico cuando el alto se posicionó entre sus piernas.
—Lo sé, BaekHyun. Recuerda que somos amigos.
ChanYeol se enterró de inmediato y, por contrario a como lo imaginó, este llegó hasta el fondo de una sola penetración, haciéndolo delirar y rasguñar la espalda contraria.
—Pues si lo sabes deberías ser más delicado. —El chico le empezó a besar lentamente la cara, quizás para remediar el posible daño que pudo generarle.
—Lo siento. —La respuesta no fue sincera y entendió que en realidad el actuar del otro iba más allá de sus palabras; el lobo lo gobernaba.
BaekHyun apretó las piernas en torno a la cintura del alfa cuando se sintió preparado, obteniendo por congruencia el vaivén de caderas por parte del contrario. ChanYeol, al tener paso libre, se volvió completamente loco entre sus piernas, moviéndose hacia atrás y hacia adelante para dar duro en cada estocada. El cuerpo de BaekHyun se fue hacia atrás sobre el colchón, apunto de chocar su cabeza con el respaldo mientras las patas viejas de la cama rechinaban en cada sacudida. Definitivamente tenían un caos en esa habitación.
BaekHyun estaba demasiado excitado, pero aun así no pudo sacarse del pecho aquella estimulante sensación que lo consumía. ChanYeol era su pareja, era obvio, al menos él lo sentía así. Se estaban emparejando y quizo confirmarlo. Justo en el momento en que el alto dio aquel fuerte embate contra su interior sintió por completo como la fuerte sensación lo consumió de lleno y lo hizo delirar.
Una vez que se corrió seguidamente lo hizo ChanYeol, dejándole de paso una mordida en el cuello que le supo a gloria y lo hizo gemir profundo. El alfa se mantuvo sobre él por el nudo que creció en la base de su miembro y todo se volvió tan mágico y placentero que BaekHyun solo se quedó ahí disfrutando del momento mientras acariciaba la piel desnuda del contrario.
—Te lo dije —susurró con el chico aún dentro de él debido al nudo que los unía como parejas.
—Yo también lo sabía.
Lo empujó levemente por los hombros para lograr verlo a la cara. Frunció las cejas para que el contrario viese que no estaba nada contento con lo que le dijo.
—¿Sí sabías?
—Por supuesto que sí. Soy tu alfa. —BaekHyun frunció el ceño y abrió las piernas para dejar en claro que estaba descontento con el alto, logrando así dejar de abrazarle la cintura.
—¿Entonces por qué lo negaste todo este tiempo?
ChanYeol se mantuvo callado y solo se dignó a hablar una vez que el nudo ya se desató y el chico cayó a un lado de su cuerpo desnudo.
—Si me enlazaba me tendrían que ascender como el líder de la manada. —Los brazos fuertes del alto recorrieron su fina cintura para situar ahí en un agarre posesivo, pero con fuerza moderada. ChanYeol empezó a dejarle suaves besos sobre el hombro desnudo mientras continuaba con su explicación—: Y tengo miedo que, siendo líder, pueda sucederte algo a ti.
—No te creo. —Fue sincero y luego especuló—: No te diste cuenta.
Para su sorpresa, los brazos del contrario se ciñeron alrededor de su cuerpo y lo apretaron con fuerza, aunque no desmesurada. ChanYeol escondió la cabeza en su cuello y, para descolocarlo aún más, lo escuchó llorar y el gran cuerpo tembló contra el suyo.
—Sí me di cuenta... —Las palabras ajenas apenas fueron escuchadas debido al bajo volumen con el que fueron dichas—. Al inicio no quería, BaekHyun. Deseaba escoger por mi cuenta y ser líder por mis capacidades y no por enlazarme contigo. —El chico sorbió—. Además, no quiero ser el líder realmente.
BaekHyun lo miró desde el costado y levantó su mano para acariciarle la mejilla y acomodarle los mechones de cabello desordenado—. Quizás podamos hablar con mi padre para darle el puesto a YiFan.
—¿Crees que lo haga?
BaekHyun asintió en el momento en que su mano izquierda empezaba a picar incómodamente.
—Estará encantado con que nos hayamos enlazado —susurró mientras hacía enlazar su mano con la de ChanYeol, dejando mostrar en los brazos de ambos los trazos que los definían como pareja.
El nuevo ChanYeol no era nada comparado con el anterior. BaekHyun juraría que nunca antes vio a un alfa tan posesivo como lo era el suyo. El chico en verdad cambió , tanto así que incluso dejó un poco la manada de lado para pasar más tiempo con él, percibiendo y asumiendo que obligarlo a asistir a aquellas instancias solo lo desfavorecían.
—Felicidades. —Recibió el abrazo de YiFan con una sonrisa, la cual inmediatamente deformó cuando sintió un gruñido y un fuerte agarre en la cintura que lo alejó del alto—. Lo siento, hombre.
ChanYeol lo apegó posesivamente contra su pecho y él suspiró con cansancio, aunque no se pudo negar a la sensación y terminó acariciando los brazos que lo rodeaban.
A lo lejos vio como se acercaba su profesor de arte con una sonrisa. MinSeok lo terminó convenciendo de publicar sus dibujos, siendo claramente impulsado por ChanYeol cuando este se enteró de todas las obras que tenía de él. Totalmente egocéntrico.
—Felicidades, BaekHyun. Definitivamente tus dibujos son los que llaman más la atención. —Sonrió en respuesta y dejó que los brazos de ChanYeol lo cubrieran aún más.
Después de que sus padres se enteraron de lo sucedido, y de una infinidad de súplicas por parte de BaekHyun y ChanYeol, los mayores decidieron concederles el deseo, dejando al más alto sin ningún tipo de obligación más que cuidar del pequeño BaekHyun.
•
Simplemente rechazado
•
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro