Extra. Wonwoo
Tener una linda casa en un lindo suburbio con lindos vecinos y lindas escuelas no se escuchaba como el sueño que Wonwoo tuvo toda su vida, aunque para ser honestos no tenía un sueño antes de Mingyu, siempre pensó que se casaría con cualquier tipo en una cochera con tal de librarse de sus padres, o que en su defecto se casaría con el más rico de un barrio pobre porque fue vendido por ellos. Así que esto, esta linda casa y este lindo lugar estaban fuera de su imaginación. Literalmente fuera, donde podía verlo y tocarlo.
Cuando terminó la mudanza Wonwoo casi se sentía extraño, todos los muebles nuevos en su lugar, los cuadros de arte, algunas figuras de vidrio y un mural de fotografías con marcos vacíos era suficientemente extraño para él. La casa era mucho más grande que el departamento donde vivió toda su vida, tenían cuatro habitaciones, una recamara principal y tres pequeñas. Cuatro habitaciones era demasiado. Dos pisos, cocina, comedor, sala de estar jardín... Era ridículo. Y para terminar con la imagen tenían también a un decorador que había hecho todo por ellos y casi un ejército de mudanzas. Wonwoo solo llegó a la casa cuando fue requerido habitarla.
Así que, sentado en el sillón se sentía extraño. Como si no fuera su casa, pero lo era, era la misma casa que vio junto a Mingyu, la misma casa que el decorador le mostró, la misma casa que Wonwoo planeó comprar junto a su esposo. Esta era su casa ¿entonces porque se sentía tan extraño? Como si fuera un invitado de alguien. No era tan grande como la exagerada mansión de los Choi o los Lee, pero si era un poco más grande que la acogedora casita de Seungkwan. Y Wonwoo estaba deseando estar en la casita de Seungkwan.
Wonwoo no sabía que pensar, Jeongkwan estaba en su habitación, explorándola y acomodándose, Myungji estaba jugando con bloques en el suelo y él solo estaba allí, sentado. Jeongkwannie tenía siete años ahora, ella iba a ir a una escuela nueva pero actuaba como si todo estuviera bien, por lo que Wonwoo solo la dejó... en su propia casa, ella estaba en su propia casa así que era evidente que tenía que dejarla.
—Wonu ¿estás bien?— Le preguntó Mingyu sentándose a su lado. —No te has movido de aquí desde esta mañana...
—Se siente extraño.— Balbuceó observando el momento justo en el que Myungji se aburrió de sus bloques y se levantó dando pasitos hasta ellos. Wonwoo lo sentó en sus piernas. —Es nuestra casa.
—Si, nuestra casa.— Asintió Mingyu.
—¿no le falta algo? Quizás una señora estirada con perlas.
—No quiero una señora estirada con perlas.— Se burló Mingyu jugando con las manitas de Myungji. —Solo hay que acoplarnos, Jeongkwan está emocionada por ir a clases.
—Si...
Wonwoo suspiró con fuerza dejándose caer sobre el pecho de Mingyu ¿Por qué se sentía tan extraño? No estaba triste, estaba feliz por todo, quería vivir en esta casa y ver a sus hijos crecer allí mientras que su trabajo en el taller le quedaba a dos horas de camino, bueno, al menos allí no podían pasar los molestos paparazzis que seguían a Mingyu día y noche, así que estaba bien, esta casa estaba bien. Muy bien.
En realidad no le importaba el lugar, estar con Mingyu era suficiente, y con sus dos hijos, Wonwoo tenía que añadir la palabra familia a su cotidianidad. Aunque le provocara ciertos escalofríos.
Había estado tanto tiempo trabajando e intentando ahorrar para esta casa que haberlo cumplido debería ser algo así como el mayor logro de su vida, pero se sentía a medias, como si algo faltara o algo estuviera fuera de lugar, y Wonwoo comenzaba a cuestionarse porque todo lo bueno tenía que hacerlo sentir extraño ¿tenía algo que ver con su antigua vida o esto era parte de la nueva? ¿tenía que ver con que ya no se tenía que ocultar del mundo para estar con MinGyu? ¿o de que se había librado de su padre?
Se sentía como si Wonwoo fuera culpable de algo, de ser feliz.
—Papá.
La voz de Jeongkwan hizo saltar a Mingyu pero no a Wonwoo, Wonwoo sabía que su hija había estado acercándose en silencio, porque ella era silenciosa y su aroma era apenas perceptible, pero era su hija y Wonwoo no necesitaba nada de eso para saber cuándo se acercaba. Mingyu giró en respuesta.
—A este paso voy a ponerte un cascabel.— Bromeó Mingyu. —¿Qué pasa, Kwannie?
—Viene gente. ¿podemos escondernos y fingir que no estamos?
¿gente? Wonwoo alzó la cabeza y escuchó el encantador sonido del timbre, claro que tenían también un timbre. Mingyu no tuvo tiempo de responderle a jeongkwannie, tan solo se levantó de su lugar cargando a Myungji y llevándoselo con él para recibir a las visitas. Wonwoo abrió los ojos y miró a los lados ¿Qué se suponía que debía hacer? Jeongkwannie corrió escaleras arriba.
—No, baja.— Le dijo Wonwoo levantándose del sillón y tomándola de la mano. —No me dejes solo.
—¿nos escondemos juntos?
—Nos encontraran, huelen el miedo.
Jeongkwannie y Wonwoo se quedaron en completo silencio cuando la avalancha de voces entró en la casa, había risas, y de más. Ellos soportaron de pie hasta que la primera persona apareció justo detrás de Mingyu quien sonreía y hablaba con amabilidad. Una mujer con perlas, soltó una pequeña risa baja y regresó a su rostro serio cuando ella lo miró.
—¡Oh! Es un gusto conocerlos.— Se presentó la mujer extendiendo los brazos y dándole un abrazo cordial a Wonwoo, se sintió como una serpiente envolviéndose en él. Minghao lo regañaría si lo escuchara. —Que apuesta familia, era de esperarse, que linda niña. Soy la señora Choe, él es mi esposo.
Wonwoo miró a Mingyu quien se puso a su lado mientras que el señor esposo le daba la mano a Wonwoo, fue un apretón fuerte y él solo sonrió con los labios cerrados, y había más gente, demonios, gente en parejas que se veían como un desfile de modelos de revistas para amas de casa. O de familias comerciales para detergentes. Muchos esposos y esposas, algunos esposos y esposos y solo una pareja de esposas. Wonwoo se dijo mentalmente que debía dejar de sonreír como un idiota pero despegar sus labios era como obligarse a hablar.
—Supongo que soy el señor kim 2.— Se rió y la mujer Choe soltó una risa falsa, más para agradar. —Kim 3 y kim 4.— Presentó a sus hijos. De hecho creo que soy esposo kim y ella es niña kim y niño kim.
Wonwoo debía callarse ahora.
—Mi esposo Wonwoo.— Presentó Mingyu con más ligereza. —Nuestros hijos Jeongkwan y Myungji.
—Que nombres tan adorables.
Mentirosa.
—Permíteme presentarte a todos nuestros vecinos.— Dijo la señora señalando a todos y diciendo nombres y conforme pasaban Wonwoo tenía que saludarlos a todos.
—¿no hay opción de skip intro?— Le murmuró a Mingyu. Mingyu negó sin dejar de sonreír.
—Podemos dejar curriculum e irnos.— Escuchó la voz femenina y miró con curiosidad. Era una mujer alfa y su esposa una omega que estaba saludando a Mingyu moviendo ambas manos con ojos bien abiertos. —Nos obligaron a venir.— susurró la mujer.
—La adorable familia Lim.— Gritó la mujer Choe detrás de ellos. —Ellas son adorables, muy amables.
—Mi nombre es YeJi.— Saludó la alfa y la omega por fin se soltó de Mingyu, y le dio la mano casi en automático a Jeongkwan. —Mi esposa... llámenla Lia.
—placer.— Dijo Lia como si realmente no estuviera prestando atención.
—Placer.— Repitió Wonwoo.
Antes de que pudiera decir algo más la señora Choe se entrometió entre ellos empujando a Yeji y a Lia lejos, ellas solo se apartaron ignorando a la mujer. Y entonces ella empezó a hablar, hablar del vecindario, hablar de las reglas, hablar de la comunidad y de los niños, aclarándole a ambos que todos eran una comunidad muy unida pero que esperaban que sus hijos no estuvieran en la calle a altas horas de la noche y que los ruidos fuertes podían molestar a las demás casas. También les advirtieron de las mascotas.
Wonwoo solo estaba esperando el momento en que ella se marchara.
La señora Choe no tenía niños pequeños, tenía dos hijos mayores que estudiaban en el extranjero, las demás familias si tenían niños de una edad similar a la de Jeongkwan o más grandes, y al parecer todos estaban esperando a que Jeongkwan saliera a jugar con ellos, solo que la niña se mantuvo a lado de Wonwoo, sosteniéndole la mano o mirando todo con curiosidad. También había algunas reglas varias y otras cosas. La señora Choe era la única que hablaba.
Mingyu tuvo que cocinar para ellos, se quedaron a comer y a hablar de la maravillosa comunidad que eran e invitaron a Wonwoo, porque era el omega, a una pequeña reunión donde se hablaba de la crianza respetuosa de los niños y poco más. Wonwoo casi quiso lanzar a Mingyu pero puso la excusa de su trabajo en el taller, sin embargo cambiaron la fecha de la reunión solo para que Wonwoo pudiera "vivir esa experiencia" de miércoles a domingo. Entonces Wonwoo tenía una cita. Que bien.
¿Qué iba a hablar de la crianza respetuosa? Lo más respetuoso que había tenido en la crianza de Jeongkwan fue sacarla de una escuela que vendía bebés sin ser vendida. Wonwoo amaba a sus hijo y a su esposo, pero mierda, él solo era bueno en la practica, o algo así, jamás en la teoría, no era bueno hablando porque siempre salía alguna estupidez de su boca.
Incluso en ese momento Wonwoo estaba a punto de preguntarles cuando demonios se iban a sus casas o si esperaban que les hiciera un espacio en la suya. Prefirió callarse pensando en la posibilidad de que ellos creyeran que era una invitación. Que se fueran a la mierda.
La señora Choe habló del trabajo de su marido quien solo sonreía y asentía ante ella, Wonwoo optó por ser también ese esposo que sonreía y asentía.
—¿un modelo? No me sorprende.— Sonrió Choe y Wonwoo ya comenzaba a imaginar a sus demás vecinos como maniquíes para rellenar el lugar. —La señora Lim también es modelo.
—No soy modelo.— Lia sacudió la cabeza. —Solo poso para fotos y pinturas.
—Eso es ser modelo, querida.— La señora Choe sonrió hablando como si Lia fuera estúpida.
—Pero el amable señor Kim no es solo modelo, querida señora Choe.— Yeji habló enfatizando todas las palabras posibles. —El amable señor Kim 1 es una celebridad más que un modelo, debería saberlo ya que salió en la portada de la revista que usted con tanta amabilidad retira de nuestra puerta todas semanas.
La señora Choe llevó una mano a su pecho y se rio con inocencia.
—Es una norma quitar los papeles o los objetos de las puertas justo despues de las ocho de la mañana. Despues de esa hora es recomendarlo tirar a la basura.— Choe se excusó.
—Ni siquiera estoy despierta a las ocho.— Se quejó Lia y Wonwoo sonrió.
—Como sea, son reglas.— Sonrió Choe de nuevo. —Estoy segura de que ustedes no tendrán problemas con ellas.
—No, ningún problema.— Respondió Mingyu.
Cuando la señora Choe por fin se fue y se llevó a todo su montón de maniquíes Wonwoo pudo respirar, y Myungji estaba dormido contra su pecho mientras que Jeongkwan se había escabullido escaleras arriba, entonces solo quedaban él y Mingyu mirando la sala de estar y todos los platos sucios en la cocina, Wonwoo detestaba estar reuniones, al menos con sus amigos podía hablar sin miedo a decir algo estúpido, pero aquí no, este lugar era su nueva casa, el lugar donde crecerían sus hijos y no quería que la agradable señora Choe le dijera a los demás niños que se alejaran de su Jeongkwan. Wonwoo necesitaba agradarle a esta gente.
—Señor kim 1, no creo ser un buen señor Kim 2
Mingyu soltó una pequeña risa dándole un beso para despues tomar a Myungji en brazos.
—Eres el mejor Kim 2 que puede haber, Wonu, mejor que Kim 1. Les vas a agradar.— Mingyu habló con tanto cariño que Wonwoo respiró profundo para atrapar su aroma en sus pulmones.
—¿y si no lo hago?
—Entonces ellos son idiotas. Y no necesitas amigos idiotas.
Wonwoo chocó sus frentes juntas cerrando los ojos. ¿podía tener suficiente de este hombre? Mingyu calmaba todos sus miedos e inseguridades, era imposible no amarlo. Lo abrazó teniendo cuidado de no aplastar a su cachorro y se quedó allí por varios segundos disfrutando de las fuertes manos de su alfa.
Había reconocido que La mujer Choe y su esposo eran betas, al igual que las otras parejas aunque habían uno o dos omegas hombres. Yeji era la única alfa al igual que Mingyu. Bueno, Jeongkwan sería una alfa también, pero ella aun era una niña.
—Señor Kim 1...
—¿si, señor Kim 2?
—Llevemos a niño y niña Kim a sus habitaciones. Quiero presentarte nuestra cama.
Mingyu sonrió.
—Estoy muy emocionado por conocer a nuestra cama.
—¿en serio? Porque solo vas a verla, si rechina vas a conocer el suelo y ya.
Mingyu volvió a reírse, esta vez tan fuerte que casi despierta al cachorro.
"Si no vienen a mi casa iré por cada uno de ustedes y los traeré a la fuerza."
Escribió en el grupo despues de días de esperar a que ellos fueran por cuenta propia. Jeongkwan tenía su primer día de clases y se supone que Wonwoo iría al taller, pero Myungji tenía fiebre por lo que decidió quedarse para cuidarlo y no llevarlo a la guardería –que en realidad era la casita de Seungkwan-. Mingyu estaba trabajando, como de costumbre.
"Por favor, ven." Escribió Woozi. "Esta junta está matándome de sueño."
Woozi quien tan pronto se había graduado fue llevado con Seungcheol a juntas y juntas de trabajo, ni siquiera tuvo una entrevista, casi fue contratado en un parpadeo. También estaba siendo entrenado.
"Lo siento Wonu, tengo demasiado trabajo con el papeleo de la escuela. Hansol está cuidando del orfanato y Chan de Byulyi, iremos en cuanto podamos."
Hizo una mueca, Seungkwan quien había heredado el edificio de la escuela Pledis, lo heredo de Minsook, y entre remodelaciones y papeleo y peleas burocráticas para conservarlo el chico no podía ni parpadear, Jun y el mayor lo ayudaban pero no era suficiente. No podían dejar que alguien más se quedara con el edificio, hacer que Seungkwan se adueñara de él era la única forma de evitar que la historia se repitiera.
"Iré pronto. Creo, Jisoo aun tiene algunas citas con el pediatra. Y el viejo se niega a dejarme libre."
Bien, Jisoo aun era pequeña y delicada a pesar de casi cumplir un año, estaban a poco de que los doctores confirmaran que ella podía ser libre de todo eso así que Wonwoo no iba a quejarse.
"Regresaré en dos semanas, Samuel convenció a Hoshi de quedarse más tiempo en casa de mis padres, no quiere apartarse de Junfei."
Wonwoo terminó haciendo un puchero.
"Bien."
Fue lo único que respondió antes de guardar su celular.
Acarició la cabeza de Myungji que continuaba dormido, la fiebre había bajado y ahora el bebé solo necesitaba descansar, así que Wonwoo lo dejó en su cama dándole un pequeño beso para quedarse a su lado. Se recostó junto a él y lo observó. Cuando Wonwoo solía enfermarse su madre solo lo mandaba a la escuela y le daba una o dos pastillas, le decía que no escaparía de sus clases, pero no recordaba cuando era más pequeño, cuando tenía la edad de Myungji quizás ella si se quedaba a su lado y cuidaba de él.
Alguien tocó la puerta y Wonwoo rodó los ojos, era demasiado temprano como para visitas, las ocho de la mañana debía ser demasiado temprano. Le volvió a dar un pequeño beso al bebé y bajó las escaleras yendo directo a la entrada, ni siquiera revisó quien era por la mirilla, le daba igual porque antes no tenía eso en su puerta. De cualquier forma cuando abrió y se encontró con la "encantadora" señora Choe intentó sonreír.
La señora Choe y al menos tres mujeres más y dos hombres omega.
—Hey...— Titubeo.
—Wonwoo, querido, vi que no fuiste a trabajar hoy, el auto sigue afuera así que pensé "¿Por qué no hacer nuestra reunión hoy?"— La señora Choe pasó al interior de la casa, tomando el pequeño desliz de Wonwoo como una invitación, y detrás de ella su pequeño culto de ames de casa. —Ya sabes como es esto, siempre se está ocupado, hay que tomar cualquier cachito del día para aprovecharlo.
Genial, sus amigos no iban a su casa pero si un montón de desconocidos que le daban igual. Bien, no podía quejarse porque tenía que caerles bien para no tener una guerra interminable, Wonwoo lo había hablado con Mingyu y acordaron ser agradables para no limitar las amistades de sus hijos. Y si Wonwoo tenía que soportar a la insoportable señora Choe entonces lo haría. Entró a la casa y vio que los intrusos ya se habían instalado en su sala de estar, bien.
—¿Qué huele tan encantador?— Preguntó una de las mujeres que Wonwoo no recordaba el nombre. Bien, apodo; Moños, porque llevaba un enorme moño en la cabeza.
—Las galletas que envió Jun para Myungji.— Aclaró Wonwoo sin pensarlo. Jun había enviado un montón de panecillos para consentir a Myungji en cuanto Wonwoo le dijo que no se encontraba bien como para ir a la guardería –casita de Seungkwan-. —Podría traerlas.
—¡Que chico más encantador!— Exclamó moños así que Wonwoo supuso que debía hacerlo.
¿también les debía traer el jodido café? No entendía porque le desagradaba tenerlos allí, sus aromas eran un poco invasivos y Wonwoo no podía concentrarse en el de su cachorro, por suerte tenía el monitor de bebé conectado a su celular, por lo que si pasaba cualquier cosa Wonwoo lo sabría.
Cuando regresó con las galletas y el café, porque claro que moños pidió café, Wonwoo se sentó en el único espacio que quedaba libre, Choe se sentó al centro con una carpeta en sus piernas y una enorme sonrisa mientras que Wonwoo se conformaba con su esquina. ¿Cuándo mierda había pasado esto? Wonwoo no solía ser un idiota, bien, si era un idiota pero no ese tipo de idiota, nunca había dejado que el tipo de idiota que era Choe lo castrara para volverlo un maldito seguidor más.
Pero hacia esto solo por la paz. Wonwoo ya no estaba en la escuela Pledis, ya no estaba en el departamento cerca de sus amigos y ya no estaba en la casa de sus padres, este lugar era nuevo y debía adaptarse a él.
Miró a los dos omegas, apodos; marcado y serio. No era difícil adivinar porque, las otras dos mujeres eran joyas y uñas.
—Creo que es una grandiosa oportunidad para conocernos, Kim.— Dijo Choe con una enorme sonrisa.
—Wonwoo.— Le aclaró. —O lentes en su defecto.
Pasaron por alto la segunda frase y Choe continuó tomando su taza de café.
—¿Dónde estudiaste? Me imagino que tiene que ser algo relacionado a artes, eres un artesano ¿cierto? ¿Dónde está tu taller? Escuche que tienes uno.
—Mi abuelo fue el que me enseñó a esculpir. ES algo que fue de generación en generación.— Intentó ser honesto para saber si podía de alguna forma llevarse bien con ellos, necesitaba llevarse bien con ellos. —Mi taller está a una hora de aquí, en la zona sur, cerca de la zona obrera.
¿así se explicaban las direcciones? No importaba, dudaba que estas personas supieran a que se refería. Choe abrió los ojos con sorpresa y asintió.
—¿no es una zona demasiado... baja?— Preguntó joyas y Wonwoo la miró. —¿no es donde por lo general van las cosas de la recolecta, señora Choe?
—Así es.— Asintió Choe con una sonrisa. —Conozco bien esa zona, una vez al mes vamos a hacer voluntariado para llevar víveres y juguetes a los niños.
Oh, quizás Wonwoo tuvo alguna vez un juguete de estas pretenciosas personas, o de pretenciosas personas de antes, quien sabe, por lo general su padre vendía todo lo de beneficencia.
—¿También haces voluntariado, Kim?— Preguntó marcado.
Antes de que Wonwoo pudiera responder alguien tocó la puerta, el timbre sonó varias veces, y despues golpearon. Y Wonwoo estuvo a punto de levantarse pero la señora Choe lo tomó del brazo y le pidió que se sentara. Y Wonwoo lo hizo porque lo tomó por sorpresa, en realidad iba a volver a levantarse hasta que ella habló.
—Acabamos de empezar la reunión, podrían ser vendedores, solo dejémoslo pasar.
¿y quien era esta mujer como para decirle que hacer en su propia casa? Contuvo el impulso de apartarla y se quedó quieto porque en serio necesitaba agradarle a estas personas. Wonwoo se estaba castrando a si mismo con esta mierda. Despues de un rato los toquidos en su puerta se detuvieron y Choe sonrió regresando a su postura calmada.
—Bien, en lo que nos quedamos...— Ella habló.
—¡¿hola?!— La voz de Lia hizo a girar a todos. La omega estaba en la ventana, mirando a través de ella y tocándola como con la puerta. —¡Me enteré tarde de que hoy sería la reunión! ¿puedo pasar?
Wonwoo sonrió un poco.
—¿te abro la puerta o la ventana?
—Oh, ya estoy aquí, puedes abrirme la ventana.
Claro, se puso de pie y caminó hasta ella abriendo la ventana, la chica entró con ayuda de Wonwoo teniendo cuidado de no romper nada. La señora Choe no habló, algo en su aroma se sentía pesado y hostil, casi molesta, pero Wonwoo estaba realmente entretenido con Lia. Una vez adentro ella solo caminó entre disculpas y se sentó entre Moños y Joyas dando una linda sonrisa como si todo estuviera bien.
—Lim, que sorpresa, pensamos que estarías trabajando.— Habló Choe mientras Lia se quitaba las hojas del cabello. —Es toda una sorpresa.
—¡Oh! No fui requerida en el trabajo, así que me quede en casa y los vi venir, tuve que vestirme rápido... ¿puedo tomar una galleta?
—Todas tuyas.— Wonwoo solo se rio.
—Lo siento ¿de que hablaban?
—Sobre Kim.— Aclaró serio mirando de arriba abajo a Lia, pero ella lo ignoró comiéndose una galleta entera. —Estaba por contarnos sobre su trabajo.
—¡Acerca de eso!— Lia aplaudió apuntando a Wonwoo. —Bien, no es acerca de eso, pero era algo que quería decir. Estuviste en la escuela Pledis. ¿cierto?
Oh.
—¿La escuela que se incendió?— Preguntó bolsa. —Esa escuela tiene muy mala fama.
—Si, pero no por culpa de sus estudiantes.— Aclaró tomando su café con calma.
—He escuchado algo sobre ello.— Habló Serio mirando a Wonwoo como si él fuera el culpable de todo en el mundo. —Tengo entendido que en el ultimo año comenzaron a recibir omegas de toda clase. Despues de eso perdió su prestigio y salieron noticias absurdas.
Wonwoo se mantuvo callado. ¿debía aclararles a estas personas que esas noticias absurdas fue el sufrir de muchos chicos? ¿Qué muchos alumnos perdieron la cabeza por eso? Ellos eran unos idiotas. Wonwoo apostaba que solo habían escuchado parte de la noticia y que no estaban enterados por completo de todo el trasfondo, que de alguna forma la escuela seguía manteniendo un poco de su renombre porque la gente que se aprovechaba de ello estaba haciendo todo lo posible por no salir perjudicada. Pero era una cadena, tarde o temprano iban a caer.
Olió cierto rechazo en la señora Choe. No se alarmó, ella no era lo suficientemente pudiente como para formar parte de la cadena Pledis, ella solo era una fanática de las apariencias que rechazaría lo que sea que no se sublevara y a lo que no podía sacarle provecho, y un omega de una escuela que había perdido todo su prestigio era igual de malo que una chica inocente que no la seguía como todos los demás. Wonwoo estaba aceptando lo que venía.
—Bien ¿saben? Tenemos actividades que hacer...— Ella comenzó.
Wonwoo estuvo a punto de mandarla a la mierda hasta que el timbre de su casa sonó de nuevo y el aroma apenas perceptible de su hija llegó a él. Se levantó de golpe y fue hasta la puerta ignorando sus invitados obligados. Cuando llegó a la entrada la abrió de golpe y sus ojos se abrieron con sorpresa al encontrar a su jeongkwannie en los brazos de Seungcheol.
Ella debería estar en clases, no en casa, y definitivamente no en los brazos de Seungcheol que la sostenían lejos del piso. ¿Por qué estaba allí?
—Mingyu me llamó para que fuera a recogerla.— Aclaró Seungcheol y Jeongkwannie se acurrucó más en su pecho. —Bien, Mingyu llamó a Jun y despues Jun me llamó a mi, al parecer Jeongkwan llamó llorando a Mingyu. Estaba triste.
—¿Qué pasó cachorra?— Le preguntó apartándole el cabello del rostro, ella se acurrucó más. —¿Por qué estás triste?
—No sé.— Jeongkwan se encogió en hombros.
—Si... vinimos a pedir permiso.— Cheol sonrió. —Me pidió ir al acuario, puedo pasar por Byulyi y llevarlas a ambas.
—¿no tienes trabajo?
—Si, pero es una excusa perfecta para dejar a Jihoon con los inversionistas, tiene que aprender a manejarlo solo.
Wonwoo suspiró observando a su cachorra, ella si se veía triste y pocas veces hacia un berrinche o algo fuera de la norma, ella era educada siempre y cuidadosa, asi que ¿Por qué no? quizás Wonwoo también podría hacer que llevaran a Myungji ahora que se sentía un poco mejor. Checó su celular para comprobar como estaba el cachorro, seguía dormido en la misma posición que lo dejó, respirando tranquilamente. Y despues vio el montón de mensajes de Woozi.
"Dile que no. Dile que no. Dile que no. Dile que no..."
—Está bien.— Le dijo a Cheol y Jeongkwan sonrió por fin. —Solo esta vez, cuando regreses hablaremos de esto ¿bien?
—si.— Jeongkwan asintió. —Daddu va a comprarme una ballena.
—Solo si adivinas mi pez favorito, lo acordamos.
Wonwoo sonrió. Seungcheol era amable con todos los niños, y una buena persona y Wonwoo estaba un poco molesto porque este hombre era un tiburón cuando se trataba de negocios, tiburón porque se comía a su competencia y siempre obtenía buenos resultados, era un hombre cruel cuando se trataba de la gente ajena a su familia. Wonwoo comprendía porque Jeonghan lo quería tanto... porque era dulce y lindo cuando se trataba de la gente a la que quería, fuera de eso era un completo idiota.
—Oh, Wonwoo.— La voz de Choe lo hizo girar. Ella estaba de pie con una fingida sorpresa en el rostro. —Lamento interrumpir... Buenas tardes.
Wonwoo no era un idiota, pudo reconocer que Choe estaba verdaderamente interesada en Seungcheol ¿Quién no estaría interesado en Choi Seungcheol? Era como rico mcpato en persona. Esta mujer evidentemente quería rodearse de gente como Choi. Wonwoo quería solo decirle a Seungcheol que se fuera de una vez y no presentar a nadie, pero estaba casi obligado a hacerlo porque "modales".
—Ah, Seungcheol, mi vecina... algo Choe. Señora Choe, Seungcheol.
—Es un gusto conocerlo, he escuchado mucho de usted.— Choe se acercó de inmediato con una sonrisa y le dio la mano a Seungcheol. —Mi esposo es Choe Sangwook, trabajo un tiempo con la familia Choi, quizás haya oído de él.
—Lo lamento, no lo recuerdo, quizás mi padre lo haga.— Respondió Seungcheol apartando rápido la mano porque Jeongkwan lo tomó de la muñeca. —¿es amiga de Wonwoo?
—Vecina. Vivimos a tres casas de aquí. No sabía que Wonwoo era amigo suyo.
La amabilidad de Seungcheol era fría, nada parecido a cuando hablaba con alguno de los chicos, incluso solía ser un poco tímido, se avergonzaba fácilmente y se escondía detrás de Jihoon o Jeonghan. Ahora estaba siendo don alegrías falsas. Choe también. Definitivamente Seungcheol estaba hecho para comerse el mundo, un hombre que podía relacionarse con facilidad y sacar provecho de todo sin salir perjudicado.
Este tipo de hombre se había enamorado de alguien completamente distinto, Seokmin era como la luz del mundo, todos eran sus amigos, todos eran dignos de una segunda oportunidad y todos tenían algo rescatable.
—Somos buenos amigos.— Aclaró Cheol con calma. —Toda la familia Kim.
—Entonces he de suponer que lo veremos aquí de vez en cuando.
Wonwoo se cruzó de brazos.
—O quizás no, es el primero que me visita.— Habló Wonwoo mirando a Seungcheol. —Dile a tu hermano que recuerde el nombre de Jeongkwan, y al jefe que aun existo.
—El trabajo es un poco pesado al principio.— Dijo Cheol.
—Claro. Iré a despertar a Myungji para que los acompañe.
Aun no se llenaban las fotografías, Wonwoo observó la pared con los marcos vacíos, había fotografías de Jeongkwan, de Myungji, de Mingyu, y de él, y las fotografías que tomó en la escuela Pledis en la actividad de Hyejin, también estaban las madres de Mingyu y su hermana, pero solo eso y aun no terminaba de llenarse. Y es que Wonwoo no sabía cómo decirle a Mingyu que había un espacio para Dongmin y Lian. Las fotografías que le lanzó en el templo, gritándole que se largara, esas fotografías también podían ir allí, pero no se sentía con el derecho de decirle, o quizás solo tenía miedo de hacerlo.
Wonwoo suspiró observándolo en la oscuridad. Era de noche, los niños dormían, Mingyu dormía, pero Wonwoo no podía dejar de ver el mural, y no podía dejar de recordar que quizás faltaban más personas, su hermano Bohyuk, algunas fotografías que consiguió de Jiao y Cha, las fotografías de sus antiguos chicos de primer año, la fotografía de Hyejin ya estaba allí, así que no hacia falta. Una parte de Wonwoo se sentía culpable de no poder dejar ir esa etapa de su vida.
Lo importante que habían sido para él jiao y Cha lo hacían sentir un poco atrapado. ¿los demás se sentirían igual al respecto? Sabía que Jeonghan sí, Jeonghan solía hablarle de vez en cuando de la manada de Cha y de como mantenía contacto con su líder, así que no lo había dejado atrás. Seungkwan seguía extrañando a Hyejin. Y apostaba que Minghao y Woozi también lo hacían, solo que ellos no eran tan expresivos con sus emociones.
Sintió los brazos de Mingyu a su alrededor y el fuerte abrazo que llegó despues. Se sintió aliviado y sonrió.
—Gracias, alfa.— le dijo con cariño besando su mejilla. —Apriétame más y te prometo una buena noche en el suelo.
—No te quiero lastimar, Wonu.
—Entonces no tendrás una buena noche en el suelo.
Mingyu le besó la mejilla y lo apretó un poquito más.
—¿Por qué siempre te escondes?— Mingyu hundió su rostro en el hombro del omega. —Siempre te encuentro en otros lugares. Y siempre estás triste y solo.
Ah. Mingyu tenía un poco de razón. Triste era la palabra correcta, solo lo era aun más.
—No lo sé.— Confesó. —A veces solo me siento así. Es una mierda.
—Dime lo que necesitas y yo lo haré para ti, no importa lo que sea. Voy a cuidarte.
—No sé que necesito.— Sonrió un poco apretando la mano de Mingyu con amor. —Estaré bien, dame solo un momento. Para cuando menos te lo esperes estaré diciendo la misma mierda de siempre.
Mingyu no respondió, pero su aroma rodeó a Wonwoo y lo hizo sentir seguro y protegido, como si fuera lo más preciado para él, como si fuera alguien que se debiera cuidar con sumo cuidado. Le gustaba, claro que le gustaba que su alfa cuidara de él, pero a veces era un poco... Wonwoo no solía ser frágil y pequeño, tampoco fue cuidado, fue tratado con rudeza toda su vida, y de pronto este alfa le ponía una etiqueta de frágil y lo apreciaba como tal.
—Te amo, no lo olvides. Nunca.
—También te amo, y tú no lo puedes olvidar.— Bromeó girando un poco para tomar la mano de Mingyu y colocarla en su costado. —Casi me atraviesan con una vara por eso.
Mingyu lloriqueó en su espalda acariciando la zona. Wonwoo aún tenía una cicatriz allí, así como en sus manos eran parte de él y su piel siempre llevaba registro de cualquier herida, por lo cual jamás iba a olvidar que casi moría, y que esa misma noche Mingyu le propuso matrimonio, o fue él, quizás fue Wonwoo, pero era parte de sus recuerdos. Así como Seokhwa, por alguna razón tampoco podía olvidar a ese chico.
No lo había visto en esos últimos años, y no sabía nada de él, pero tenía curiosidad. O quizás solo estaba enloqueciendo un poco. De cualquier forma no le importaba.
—Vamos a la cama.— Murmuró Mingyu.
—¿puedo dormir con Myungji? Tiene pesadillas
La voz de Jeongkwan hizo a Mingyu gritar y Wonwoo sonrió, de nuevo la había escuchado bajar y sabía que esperaba tres escalones arriba.
—Si ¿Por qué no? Vamos a dormir todos con Myungji.
Se puso de pie y ayudó a Mingyu a levantarse quien hizo un puchero y tomo a Jeongkwan de la mano. Eran adorables. Wonwoo caminó detrás de ellos observando el mural de reojo, las fotografías y los espacios en blanco.
Vaya sorpresa de que su segunda visita no fuera nada más y nada menos que... Brandon, el jodido amigo de Jeonghan que vivía AL OTRO LADO DEL JODIDO MUNDO. Este hombre había venido de visita para ver a su familia y de pronto estaba en la casa de Wonwoo, dejando que sus dos hijos gemelos jugaran con Jeongkwan afuera de la casa mientras que él observaba todo a detalle y le tomaba foto a sus plantas. La esposa de Brandon también había estado allí, pero ella prefería ver jugar a los niños afuera.
—Es una linda casa, Jeon.— Dijo Brandon con un tono ligero. Él parecía más amable y feliz ahora. —el mural es encantador.
—Catador.— Dijo Myungji tomándose de la mano de Brandon para caminar.
—¿ya fuiste a ver a Jeonghan?
—Si, y conocí a Jisoo. Es una bebé bastante pequeña. Se parece a Lee.— Habló Brandon tomando la manita del cachorro para ayudarlo a caminar. —Toda ella se parece a Lee.
—El jefe no esperó para reencarnar en su propia hija, eso o tiene genes fuertes.
—Lo segundo, la familia Lee siempre es muy parecida... ¿Dónde está la fotografía familiar de Boo? ¿no tiene una?
—No. Siempre tiene problemas con ella, nunca tiene tiempo o Byulyi termina colgada de cabeza para la foto.
Brandon exhaló una risa y continuó mirando.
—Foto...— Myungji alzó sus manitas hacia Brandon. —Foto.
—¿quieres tomar una foto?— Brandon se arrodilló y colocó la cámara frente a los ojitos del cachorro, apuntando a un espacio y colocándole las manos alrededor. Lo hizo tomar la foto. —Es bonita ¿quieres tomar otra?
—Si, a papi.
Brandon asintió moviendo la cámara con todo y cachorro. Wonwoo realmente se sentía extraño, como que este Brandon era más persona que... que idiota, este Brandon parecía no odiar el mundo, de hecho, parecía que hasta le gustaba. Wonwoo no lo recordaba así.
—¿Qué te pasó?— Le preguntó directamente mientras que el flash lo cegaba un poco. —Antes no eras tan... humano.
—Las personas cambian, Jeon. A veces con el tiempo y otras veces por una persona o un suceso. Y a veces no cambian. Es normal.— Brandon le tomó una foto a Myungji quien sonrió. —Lindo.
—¿tu porque cambiaste?
—Por mis hijos. No hay nada que adore más.
—Ah... ¿te puedo contar algo?
—Si esperas que guarde el secreto no.
—Por eso te lo quiero contar.
—Entonces sí.
Wonwoo suspiró.
—Quiero ver de nuevo a Seokhwa, el chico que casi me mata.
Brandon lo miró sin expresión en el rostro.
—Esperas que corra la voz y así poder saber de él ¿cierto?
—Cierto.
Se encogió en hombros.
—Bueno, supongo que puedo hacerte ese favor... Tengo que irme, Joseph y Daniel tienen que ver a sus abuelos.
—Ja, nombres raros.
—No más raros que Jeongkwan y Myungji.
Wonwoo le mostró la lengua.
Wonwoo estaba leyendo en su sala de estar, no tenía mucho que hacer, Myungji dormía su siesta sobre el sillón y Jeongkwan llevaba cinco minutos enteros sin moverse y solo mirándolo, como si ella realmente creyera ser invisible, y quizás lo sería para Mingyu o cualquier otra persona, ella a veces se ocultaba de sus profesores para huir, o de Seungkwan y Byulyi, pero jamás podría ocultarse de Wonwoo. Esta cachorra era su hija y al parecer ella no comprendía que no importaba a donde fuera o como Wonwoo sabría donde estaba. Cambió de página con desinterés.
—Ve a jugar afuera.— Le dijo por fin.
—No quiero. No me agradan lo demás niños.
Wonwoo suspiró, los demás niños eran buenos niños, ordenados y la mayoría eran el niño modelo, la señora Choe había traído a sus adorables sobrinos solo para que se hicieran amigos de Jeongkwan y así estar aún más cerca de Wonwoo y por ende, de Seungcheol. No le importaba en lo absoluto, con tal de que Jeongkwan fuera incluida estaba bien, y vaya que querían incluirla, de hecho, casi querían comérsela con tal de hacer feliz a Choe, sus pobres sobrinos no tenían ni siete años y ya hablaban perfectamente bien.
—Vas a crecer con ellos alrededor, te sugiero que lo intentes. No van a dejar de invitarte a jugar.
—Extraño a Byulyi. Y a Samuel y a Junfei. Ellos son mis amigos.
—Tus amigos no podrán visitarte todos los días, a esos niños los tienes aquí justo a lado de tu casa.
Jeongkwan hizo un pequeño puchero en sus labios.
—Quiero ver a Udi y a Jeonghan ¿podemos visitar a Jisoo de nuevo?
—No por ahora.
—¿Por qué no?
¿Por qué? Porque... No tenía una excusa valida, claro que Wonwoo podía ir a su departamento porque sabía sus horarios, pero lo sentía injusto, quería que ellos vinieran a él y entraran en su jodida casa al menos por una vez. Así que no tenía una buena respuesta pero Jeongkwan lo estaba mirando a la espera.
—Lo siento, no tengo respuesta para eso.— Le sonrió cerrando el libro.
—Pero sigue siendo un no...
—Así es.
—¿discutiste con ellos?
—No.
—¿estás molesto?
—No.
—¿te hicieron sentir mal?
Wonwoo miró a Jeongkwan de nuevo.
—Jeongkwan, no quiero hablar de eso ahora... Si no quieres jugar afuera entonces podrías leer o dibujar, no tienes que ser una estatua viviente.
—¿puedes llamar a Junnie? Quiero ver a Junnie.
Wonwoo soltó un largo suspiro pero tomó su celular, y para su sorpresa había un mensaje allí, de Jun.
"¿Por qué dejaste que Cheol llevara a Jeongkwannie al acuario? Yo iba a hacer eso ¿ahora a donde voy a llevarla?"
"Ven." Escribió simplemente sin esperar respuesta.
"¿a tu casa? ¡Iré y defenderé mi puesto como su tio favorito!"
Wonwoo no esperó que jun realmente llegara, pero lo hizo, dos horas despues llegó con un enorme peluche de orca entre sus brazos y un Joshua que sonreía con calma detrás de él. Ah. Wonwoo estaba un poco sorprendido. Jeongkwan no tardó ni dos segundos en percatarse de la presencia de Jun, ella solo corrió a él saltándole encima.
—¡Hola, Jeongkwannie!— Cantó Jun.
—Hola, Wonwoo.— Saludó Joshua y Wonwoo los dejó pasar.
Ahora que su hija se había convertido en una sanguijuela chupando el amor de Jun Wonwoo podía estar más tranquilo, Myungji ya estaba despierto y en cuanto vio a Jun se puso de pie corriendo a abrazarlo igual.
—Bien, al menos ustedes vinieron.— Dijo sin humor. —No sé que esperan los demás. ¿Quién puede estar más ocupado que un Mayor?
—Seungkwan.— Dijo Jun. —Minsook consiguió que la escuela Pledis fuera suya de forma legal, por lo que le corresponde a Seungkwan ahora, pero quieren comprarla, muchas personas quieren comprar o quitarle la propiedad a Kwannie, y eso es muy mala idea.
—Si no hubieras dejado el templo la escuela sería parte de él ¿no?— Le preguntó Wonwoo a Joshua.
Joshua negó mientras que Myungji se subía a sus piernas.
—Lo sería, pero deje el templo por una razón, los Mayores no dudarían en entregarlo por las razones equivocadas. No confío en el criterio de la junta superior. Lo mejor fue quitarle el estatus para que todo pasara a manos de Seungkwan.— Joshua le sonrió al cachorro. —Estoy seguro de que tus amigos tienen razones por las cuales no han podido venir a verte, Wonwoo, ten paciencia.
—Tengo paciencia.— Se encogió en hombros. —¿Qué más puedo hacer?
—Umm... ¿pasa algo más?
Wonwoo rodó los ojos ignorando como Jun comenzaba a rodar en el suelo con los dos niños, gritaban y se divertían al fondo.
—Nada.— Mintió, pero aunque Joshua pareció no creerle no indagó en una respuesta. —No puedo llenar el estúpido mural de atrás.
Señaló y Joshua miró curioso, también había puesto fotos de él y jun, y de Seokmin y Seungcheol, de todos con tal de llenar el mural, pero no era suficiente, Wonwoo no lo sentía suficiente. Y no sabía porque demonios no podía dejar de pensar en eso.
—¿Qué es lo que falta?
—No sé. Por eso no lo he podido llenar.
—No tienes que llenarlo.
—¿entones así está bien?
—No. Dijiste que aun falta.
—Mayor, con todo respeto, deje las adivinanzas para Jeonghan o Woozi.
Joshua tan solo sonrió, pero antes de que pudiera decir algo más el timbre sonó y Wonwoo fue a abrir huyendo de lo que sea que el Mayor quisiera decirle, no tenía ánimos para pensar, menos cuando Jeongkwan y Myungji estaban gritando y haciendo un escándalo con Jun. Y tan pronto vio quien llamaba tuvo ganas de azotar la puerta.
—Hola, señor Kim.— Cantó Choe con sus dos sobrinos frente a ella. —Mis sobrinos quieren saber si pueden jugar con tu adorable hija, ya sabes como son los niños.
Wonwoo vio a su adorable hija detrás suyo fingiendo ser un cocodrilo.
—Jeongkwan, ven aquí.— La llamó, pero ella continuó arrastrándose y persiguiendo a Myungji para comérselo.
Ni siquiera se había dado cuenta de que la señora Choe estaba asomándose por sobre su hombro hasta que giró a verla, ella estaba mirando al interior, mirando a jun y a Jeongkwan, y al Mayor que sonreía y estaba de pie.
—Oh, Señor Kim, siempre tiene invitados tan pintorescos ¿podemos pasar? Lamento la interrupción, pero los niños quieren conocer más a Jeongkwannie.— La señora Choe lo pasó por alto. Y tan pronto Jeongkwan vio a los dos niños acercarse se puso de pie y se sonrojó ocultándose detrás de jun. —Mucho gusto, Mayor, soy la señora Choe, vecina de Wonwoo, no sabía que los Mayores hacían visitas privadas.
—No las hacemos, pero Wonwoo es un amigo personal.— Respondió el Mayor sosteniendo la mano de Choe.
Claro. Suspiró, sus amigos no habían podido visitarlo pero Choe aparecía en cada momento. Rodó los ojos y miró como Jeongkwan aun se ocultaba detrás de Jun, aunque los niños estaban ignorándola.
Vaya mierda.
¿la correspondencia no era algo demasiado viejo? Wonwoo tenía su celular a la mano como para ver las noticias y cualquier cosa que quisiera, pero ahora tenía correspondencia, un periódico local donde la señora Choe escribía sus columnas, era tan local y tan innecesario que todos sus vecinos participaban, todos sus vecinos menos Lia y Yeji, ellas ni siquiera recibían el periódico, y la señora Choe solía decir que era porque no lo recogían a tiempo. Wonwoo estaba considerando tampoco hacerlo, porque no tenía nada que hacer con un absurdo periódico que hablaba de mierda clasista como la avalancha de delincuentes que al parecer eran los chicos en patineta.
Tomó el periódico esa mañana justo antes de irse al taller y lo observó por largo rato, la noticia "fresca" era que la primavera estaba llegando y harían una reunión de recaudación de fondos o algo así, a Wonwoo no le importaba, pero como era de esperarse la señora Choe estaba a cargo. Y a Wonwoo le dio un escalofrió.
¿Por qué se sentía en una de esas películas con terror psicológico? Se sentía atrapado y extraño.
Miró enfrente de su calle y Lia estaba allí sentada. Wonwoo dio un pequeño suspiro convenciéndose de que no era su problema, pero esta mujer parecía esperar su periódico, como si no supiera que estaba vetada de la suscripción. Bien, solo rodó los ojos, tomó el absurdo papel y se lo llevó a la chica extendiéndoselo.
—¿levantándose temprano para la correspondencia?— Preguntó.
Lia sonrió tomando el periódico y abriéndolo de inmediato.
—Ajá, casi nunca mando ninguna nota, la señora Choe las recolecta y siempre me enteraba al ultimo, pero esta vez escribí algo.— Wonwoo se sentó a su lado viéndola pasar las paginas. —Es para el cumpleaños de Yeji, siempre publican los cumpleaños cercanos pero nunca el de nosotras porque siempre voy tarde.
—No pensé que Yeji fuera de las que se interesara por ello.
—No lo es, por eso es una sorpresa. Escribí lo que era su regalo en la nota.
Wonwoo solo la observó pasar las páginas, una tras otras se fueron amontonando en su otra mano mientras que ella buscaba su nota, pero Wonwoo ya estaba contemplando lo peor, al menos en este caso. ¿en serio Lia no se daba cuenta? Esta chica era una marginada, era evidente que no cumplía con los estándares de Choe, era evidente que si no cumplía con los estándares de Choe entonces nadie la quería a su lado, porque esa señora era la matriarca de esta película de terror. Era una mierda, pero Wonwoo estaba fuera de su zona de confort asi que no podía hacer nada al respecto.
Cuando ella llegó hasta el final sonrió de golpe y comenzó a leer colocándose el periódico casi en el rostro. Wonwoo sonrió aliviado.
—Deberías llevárselo con café o algo así, para que no sospeche.
Entonces Lia apartó su cara de las hojas y Wonwoo pudo ver su rostro decepcionado y triste ¿ahora que pasaba? Se inclinó para leer.
Era una sección de chismes o algo parecido, la noticia era anónima y tenía una advertencia de que todo debía tomarse como humor y no generar disputas reales en la comunidad. Wonwoo se esperaba lo peor viendo eso. El titulo era corto.
"Lia Lim re-embarazada." Bueno, no parecía tan malo.
"Dicen que la tercera vez es la vencida pero con Lia Lim todo se tiene que volver a hacer de nuevo, por lo que esperamos que su sexta vez sea la correcta. ¡Esperamos con ansias ese cachorrito aquí arriba!"
—Ni siquiera es gracioso.— Dijo sin pensarlo hasta que se dio cuenta de su estupidez. —Ah... lo siento...
—Está bien. Tienes razón, ni siquiera es gracioso.— Lia suspiró.
—Esa advertencia es estúpida, no los exime de nada, puedes quejarte.
Lia negó.
—La señora Choe no permite las disputas de forma pública, prefiere que esta sección se quede siempre anónima para "desahogar las enemistades" Ella jamás deja que nos quejemos por cosas así.
—Eso es una mierda.
—Si, una mierda...— Lia tomó aire y despues rompió pedacitos del periódico, solo hasta que quedó la parte de "Lia Lim re-embarazada" —No pusieron mi nota pero creo que puedo hacer algo con esto...
—Felicidades por la noticia.— Suspiró poniéndose de pie. Si se quedaba más tiempo terminaría buscando a la linda señora Choe para aclarar un par de puntos. —No te estreses demasiado.
—No estoy estresada.— Lia intentó sonreír. —Es... en realidad no han sido seis veces, hubo rumores de que estuve embarazada muchas veces pero esta es solo la segunda vez, créeme. La primera vez perdí al cachorrito y no lo volvimos a intentar hasta ahora.
—¿y porque ellos creen que es la sexta?
—No lo sé, rumores, a veces la gente supone. Como sea... tengo que encontrar una forma de hacer que esto se vea bien...
¿Por qué Wonwoo tenía que encontrarse con este tipo de personas dulces y positivas? No le gustaba, de alguna forma sentía que debía cuidarlos porque el mundo los quería pisotear. En este caso el mundo era una señora loca por el control que llevaba una mascara de mierda encima. Si Wonwoo se salía de su camino no tendría problemas.
—Lia... ¿puedo preguntarte algo?— Apretó un poco los labios y Lia asintió. —¿Cómo sabes que estuve en la escuela Pledis?
—Ah. El hermano de Yeji siempre hablaba de un tal Jeon Wonwoo, también estuvo en la escuela Pledis y estuvo en el incendio ¡Pensé que serías tú! Pero Yeji me dijo que probablemente no lo fueras, ella piensa que el tal Jeon Wonwoo debió morir en el incendio si se puso a salvar a todos los alumnos en lugar de huir.— Lia entonces pareció iluminada y sonrió. —¡¿verdad que eres tú?! ¡Estoy segura! ¡Tienes ese rostro amable y fuerte! ¡Y eres un omega enorme! Definitivamente eres tú. Puedo imaginarte salvando omegas, aunque Yeji dice que tengo mucha imaginación.
Ah. Wonwoo sonrió.
—No... lo siento Lia, debió ser alguien más.
Lo más maduro que Wonwoo pudo hacer por Lia fue utilizar el buzón de quejas, no era su asunto pero ella no iba a hacer nada al respecto así que se tomó la idiota libertad de hacerlo. No lo hizo solo por ella, lo hizo porque esa sección era estúpida, Wonwoo consiguió de alguna manera las demás ediciones y siempre decían cosas horribles o idiotas de los demás, por lo general de la familia Lim o de los niños, y eso era una mierda ¿Quién hablaba mal de los niños? Para su sorpresa el buzón de quejas siempre estaba vacío ¿no podían simplemente mandar un mensaje o algo así? Tenían celulares, todos, no había necesidad de todo eso del periódico y los buzones.
Como sea, solo dejó su queja y se fue de allí directo al taller.
Wonwoo detestaba esa parte de si mismo que se creía un maldito héroe, no lo era, no tenía que hacer nada por los demás y más de una vez se había metido en un problema innecesario por su complejo de salvador. Wonwoo era solo un idiota, ese tipo de idiota que comenzaba a odiar. Pero de alguna forma siempre terminaba haciendo algo. Defender a alguien, porque sus jodidos traumas no podían quedarse para si mismo, tenían que reflejarse en una necesidad de cuidar de otros. Era una mierda.
Lo peor era que no había podido salvar a la gente correcta. Cha y jiao se habían ido sin si quiera pudiera despedirse, y otros alumnos también murieron por que fue herido. Wonwoo sabía que hubiera ayudado a más gente si no se hubiera quedado con Seokhwa. Pero lo hizo. Jodidamente lo hizo por alguna razón.
Escuchó que alguien entraba al taller y dejó lo que estaba haciendo a un lado, fue hasta el mostrador sin mirar directo porque sus ojos estaban concentrados en lo sucio del piso ¿no se supone que había contratado limpieza por algo? ¿Dónde estaba el chiquillo inútil?
—Incluso con un marido rico y una familia viviendo en el lugar más pretencioso y destacable trabajas en este lugar... realmente eres un idiota.
La voz de Seokhwa lo hizo alzar la mirada de golpe y sus ojos se abrieron de par a par, el chico estaba allí, de píe, completo y vivo y Wonwoo lo sintió casi como un sueño. Esta persona casi lo había matado, lo perdió de vista despues de esa noche y ahora estaba allí, cinco años despues. Wonwoo no sabía que pensar. Seokhwa se veía... se veía bien, con ropa que aparentaba valer más que el jodido taller de Wonwoo, el chico desentonaba por completo. Bueno, no por completo, Wonwoo podía reconocer algo en Seokhwa.
—Brandon si que es rápido.— Dijo con asombro colocando ambas manos sobre el mostrador. —Ahora si podemos tener esa pelea cuerpo a cuerpo, la ultima vez hiciste trampa.
Seokhwa no cambió su expresión, era una piedra.
—No has cambiado nada.
—Tu tampoco. Seguimos siendo dos idiotas distintos.
Seokhwa apartó su rostro con desinterés.
—Me buscaste por una razón. Sé que una parte de ti se arrepiente de haberme salvado esa noche. Otra debe querer un agradecimiento, lo que significa que todos buscan algo a cambio, yo siempre tuve razón.
Wonwoo asintió con desinterés.
—¿crees que me arrepiento de haberte salvado?
—¿Por qué otra razón me buscarías?
Wonwoo sonrió inclinándose en el mostrador y colocando su mejilla sobre su mano, recargándose en ella.
—La razón por la que te busco es solo para comprobar que no me arrepiento.— Seokhwa lo miró con sorpresa, por primera vez se deshizo su rostro inexpresivo. —Quiero arrepentirme, créeme que quiero hacerlo, pero una parte de mi no lo hace. Quiero creer que tengo miedo a equivocarme y por eso no quiero arrepentirme, o que es por otra razón, pero es más simple. Sé que de no haberte salvado esa noche hubiera podido ayudar a más alumnos. Pero no fue el caso. Fuiste tú el que necesitaba ayuda y a quien encontré primero.
—¿quieres que te agradezca por eso?
—No lo sé. En realidad no sé qué quiero. Necesitaba verte y saber que de haber estado en la misma situación aun sabiendo como acabaría... lo volvería a hacer. Soy esa clase de idiota. Y no sé porque.
Seokhwa se quedó callado por un largo momento hasta que se dio la vuelta para irse. Wonwoo respiró profundo sintiendo su pecho un poco más ligero. Entonces el chico se detuvo justo en la puerta.
— En realidad no es tan complicado como lo piensas.— Dijo Seokhwa apenas girándose. — La razón por la que eres así.
—¿a si?
—Si. Yo también tarde en entenderte. No sabía porque insistías tanto en ser ese idiota, cuando estaba seguro de que vivimos en situaciones similares, no entendía porque tu eras así y no yo. No era envidia, era mera curiosidad, no podía imaginar que una persona que actuara como tú lo haces llegara tan lejos.— Seokhwa lo miró de reojo. —eres una buena persona. No hay más explicaciones.
—¿solo soy bueno?
—Si... Eres una buena persona a pesar de todo. Y eso es idiota.— Seokhwa dio un paso más sin que Wonwoo dijera nada. —Por cierto... Gracias por salvarme esa noche. Y lamento lo que hice.
Wonwoo sonrió.
—De nada.
Llegó a casa al ultimo, mucho despues que los niños y Mingyu, así que esperaba que todos estuvieran dormidos y él pudiera ir a la cama, pero en cuanto pasó la puerta un enorme alfa lo atacó con besos y abrazos, y ni siquiera eran besos y abrazos calientes, eran besos y abrazos lindos, como si no quisiera llevarlo a la cama sino que al sillón para acurrucarse mientras veían alguna película romántica. Ah, Wonwoo dejó caer su cabeza hacia atrás dejando que Mingyu le besara el cuello de forma cariñosa ¿de donde desbordaba todo este amor?
—Wonu, te amo. En serio, te amo.— Balbuceó Mingyu casi cargándolo al interior de la casa. —Eres la mejor persona de la que me pude enamorar.
—¿te emborrachaste o algo? No sabes a alcohol.
Mingyu soltó una pequeña risa cargándolo o arrastrándolo hasta el fondo de la casa, justo donde estaba el mural con fotografías, y Wonwoo pudo entenderlo. No fue coincidencia que llegara al final, él había estado haciendo tiempo para huir de esto, de lo que hizo en la mañana justo antes de irse. Wonwoo colocó las fotos de Dongmin y Lian convenciéndose que eran parte de Mingyu también, su hijo y la madre de su hijo podían estar allí si el Mayor y el novio de Seungcheol también estaban. Era lo correcto. Pero no esperaba que esto transformara a su esposo en un osito cariñosito.
—Muchas gracias, amor.
—Hey... yo te lancé esas fotografías a la cara, no tienes que agradecerme, puedes enojarte un poco.— Dijo entre risas recibiendo los besos de su alfa. —Sentía que no estaba completo sin ellos, aunque aun siento que no está completo.
—Lo completaremos, no te preocupes...— Mingyu rozó sus narices juntas, Se sintió sonrojar. —Cuando lo terminemos se verá increíble, estoy seguro.
Wonwoo sonrió. En realidad esperaba que al terminarlo por fin se sintiera en casa.
Se rindió esperando a que sus amigos lo visitaran, al final tendría que ir a verlos uno por uno para que ellos recordaran que existía, y mientras tanto Wonwoo tenía que lidiar con la señora Choe y su ejercito de esposos. No le agradaban, estaba seguro de que no les agradaba y de que Jeongkwan tampoco quería a sus molestos hijos de amigos, pero era lo único que podía hacer para encajar en este horrible ambiente. La casa era linda y le gustaba y estaba seguro de vivir allí, pero sus vecinos eran parte de una película de terror.
Para cuando llegó el nuevo periódico Wonwoo no tenía interés en verlo, pensaba llevárselo a Lia y a Yeji o dejárselo a Mingyu para que se riera un poco tomándolo de forma irónica, pero salió de su casa y lo miró sin interés fuera de su puerta. Quizás debía solo irse al taller y dejar que la señora Choe lo tirara despues de irse.
Lo recogió y sus ojos se entrecerraron ante el pequeño espacio en la portada.
"Nuevo vecino, nuevos problemas"
Ay no.
Wonwoo no debería leerlo y solo tirarlo a la basura, pero mierda, quería matar a Choe y a sus adorables vecinos únicamente por el titulo. No salió de la casa y regresó a su sillón sentándose para mirar con detenimiento, si decía algo malo, que ya esperaba, iba a tomarlo con madurez, pero si decía mierda lo iba a tomar de la jodida peor manera, esta gente idiota no era nada comparada a un incendio y a un chico con intenciones de matarlo, Wonwoo podría contra todos ellos. Y ya había estado en la cárcel una vez, volver no sería tan malo si se libraba de ellos.
Abrió hasta la última página mandando a la mierda todos lo demás.
"Nuevo vecino, nuevos problemas"
"Nuevos y carismáticos vecinos, pero este hombre, el esposo kim, conoce a demasiadas personas interesantes, me pregunto por qué será, siempre tiene visitas, y siempre es sin que su marido este presente ¿eso que quiere decir? Será mejor cuidar a los maridos, aunque dudo que alguno de nuestra pequeña comunidad sea lo suficientemente influyente para llamar su atención, este hombre mira en alto. Algo si es cierto, el amor que debe tenerle a su marido debe ser grande ¡Nadie haría tanto solo para ponerlo en la cabeza de todas las revistas! ¿pero que se podía esperar de un graduado de la escuela Pledis?. Esperemos que sus "casuales" encuentros no salgan de la puerta de su casa, así como su callada y fantasmal hija. ¿alguien podría decir cada cuando se manifiesta esa niña? Linda como una muñeca, pero quizás una diabólica. Esperemos que la familia Kim pueda adaptarse a las demás familias, sin duda le darán un buen uso a nuestro buzón de quejas."
Dejó caer el periódico de sus manos mientras llevaba una hasta su rostro. Wonwoo habría ido hasta la jodida casa de Choe de no haber sido por los comentarios sobre Jeongkwan, porque despues de leerlo perdió toda la fuerza en su cuerpo, y parte de su cabeza. Por alguna razón no pudo moverse, y no podía dejar de pensar en ello. Podía vivir con cualquier mierda que le dijeran, pero su Jeongkwan ya había sufrido demasiado por su culpa, ella no merecía nada de eso.
Hace mucho tiempo que no se sentía tan indefenso y dañado.
Solo se quedó allí por mucho tiempo, sin ánimos de salir de casa. Ni de enfrentar a la estúpida señora Choe. Si lo hacía no sabía como iba a terminar.
Para vergüenza suya lo único que su cuerpo recordó hacer bien fue llorar.
Alguien llamó a su puerta mucho más tarde, Wonwoo lo sabía por la posición del sol porque no se atrevió a moverse de su lugar. Tomó un gran respiro y se limpió el rostro convenciéndose de que llorar por esto era la versión más adulta de llorar en la escuela. Lo que sea. Caminó con pasos cortos hasta la puerta y la abrió sin mirar por la mirilla, esperando que fuera algún niño explorador como en las películas que vendiera galletas, pero cuando miró bien... azotó la puerta de nuevo.
—Voy a fingir que no me azotaste la puerta en la cara, Jeon Wonwoo.— Dijo Minghao a través de la puerta. —Ábreme.
—¿Estás bien, Wonu?— La voz de Seungkwan.
Ellos no habían ido a visitarlo antes ¿Por qué ahora que estaba colapsando por esto? Que se fueran a la mierda, no iba a abrirles, tenía que inventar una excusa como que era un ladrón y vieron mal o algo así, pero mierda, en serio quería esconderse bajo la cama, estaba considerando esconderse bajo la cama como un niño ¡Ni siquiera Jeongkwan hacia eso! De todos los días que pudieron ir ¿en serio era ese?
—El hecho de que dejarás pasar el chiste de "abrir a Minghao" puede significar dos cosas.— Jeonghan habló. —O estás madurando... o no estás bien.
—¡No estoy de humor para visitas!— Gritó para que su voz no sonara temblorosa y destrozada, prefería sonar molesto. —Váyanse a la mierda, no vinieron hace días.
—¡Lo siento!— Gritó Seungkwan. —Queríamos venir antes pero queríamos hacerlo todos juntos.
—Eso y pensamos que necesitabas tiempo para disfrutar con tu familia. Tenernos aquí no te haría sentir en casa.— Habló Jeonghan.
Wonwoo respiró profundo llevándose las manos al rostro. Era absurdo, él debería recibirlos y burlarse de la nota del periódico, y burlarse de lo jodidamente estirados que eran sus vecinos, pero no podía hacerlo, estaba... lastimado, en cualquier otra situación habría ido hasta Choe y le habría lanzado su periódico a la cara aclarándole que se fuera a la mierda, pero ahora no podía hacerlo, se sentía frágil y si iba a ver a Choe terminaría llorando frente a ella. Seria humillante.
—Si abres la puerta te compramos un helado.— Dijo Minghao y hubo silencio. —¿Qué? ¿Cómo creen que negocio con dos mini-terroristas?
Wonwoo golpeó su espalda contra la puerta y se deslizó hasta quedar en el suelo. Tendría que abrir en algún punto, aplazarlo no iba a servir de nada. Se quedó en silencio escuchándolos discutir acerca de quien había tenido la culpa de no haber ido antes, Minghao acusaba a Seungkwan, Seungkwan a Jeonghan y Jeonghan a Minghao, y no estaban llegando a nada... hasta que Wonwoo se dio cuenta de que no había escuchado a Woozi ¿estaría callado? ¿o no había ido?
Entonces todos se callaron.
—¿Sabes quien lo escribió, Wonwoo?
La voz de Woozi le dio escalofríos. ¿estaba hablando del periódico? Imposible, Wonwoo tenía su periódico allí y ya eran mucho más tarde que las ocho, no debían haber periódicos en las calles... era... ah, Choe debió hacerle la buena acción a Lia de dejarle esa edición justo frente a su casa. Woozi debió de haberlo encontrado. Golpeó su cabeza contra la puerta.
—¿importa?— Preguntó.
—Sabes que no será difícil para nosotros encontrar a este vecino anónimo.
—¿Qué vecino anónimo? ¿Qué es?— Escuchó la voz de Kwannie.
—Déjame ver...— Minghao.
—No. — Respondió Woozi y de nuevo silencio. —Si no quieres abrir la puerta está bien. Pero no esperes que no nos entrometamos en esto.
—Jefe...por favor no hagan nada.
—No es una opción, podemos no hacerlo por ti pero yo lo haré por Kimbap, nadie le dice muñeca diabólica más que yo.
Wonwoo consiguió exhalar una risa. Seguramente Jeongkwan lo tomaría bien viniendo de Woozi, bueno, ella se enojaría y le diría algo como que él es el monstruo del closet en ese caso, o un duende a lo mucho, pero las cosas no se escuchaban tan mal viniendo de él. Wonwoo limpió de nuevo su rostro y se puso de pie dando un largo suspiro, giró a la puerta y se preparó mentalmente para abrirla.
—Por favor, hazlo ya, me siento culpable de entrar por la ventana.— La voz de Minghao lo hizo girar de golpe y el chico estaba allí, intruso. —Perdón.
—Tengo permiso de entrar a tu casa sin permiso.— Aclaró abriendo la puerta, y tan pronto lo hizo Seungkwan saltó a él.
—¡Lo siento, lo siento, lo siento!— Se disculpó abrazándolo tan fuerte que Wonwoo se sorprendió. —¡Te prometo que no fue porque no quisiéramos venir, nos importas! ¡Realmente nos importas! ¡Solo estábamos siendo unos amigos estúpidos!
—Está bien...
—No está bien.— Dijo Jeonghan limpiándole el rostro. —Enójate con nosotros, ahora, hazlo grande.
—Pensamos que era mejor darte espacio, lo siento.— Se disculpó Minghao.
—Si se disculpan se vuelve serio, dejen de ser así.— Suspiró apartándolos con las mejillas rosas. Pero tan pronto estuvo libre de ellos tomó un respiro y se acurrucó en el pecho de Jeonghan. No podía fingir que estaba bien. —No me siento en casa aquí. Odio a mis vecinos y no puedo completar el puto mural. Siento que falta algo, pero no tengo una jodida idea de lo que es.
—Yo si.— Dijo Woozi con simpleza aun sosteniendo el periódico. —Trajimos lo que falta.
—¿Qué es...?
—Primero, nosotros.— Dijo Seungkwan con cariño. —Traeremos a los cachorritos despues, justo ahora vinimos para disculparnos así que decidimos esperar para traerlos. Segundo...
—Toma tu abuelo.— Jeonghan le extendió la fotografía y Wonwoo la tomó ¿de donde habían sacado la foto? ¿fueron hasta la casa de sus padres para tomarla? Wonwoo sonrió. —Toma a Kyungsoo y a Jiao... Eso completa los espacios en blanco.
—¿Cómo sabían del mural?
—Jun.— Dijeron al unísono.
Wonwoo sonrió observando la fotografía de Cha, tambien le había faltado él y jiao. Realmente lindo.
—Aun siguen quedando espacios en vacíos...
—Los llenarás aquí, Wonwoo.— Aclaró Woozi por fin acercándose. —No tienes que llenarlo ahora, está completo ahora, y estará completo despues.
Sonrió estirando un brazo para atrapar a Woozi y a Minghao al mismo tiempo en un abrazo. Sentía un alivio inmenso tenerlos allí, y lo sentía aun más porque una parte de él confiaba en las palabras de Woozi. De alguna forma los espacios vacíos ya no lo hacían sentir tan mal como antes. Lo sintió así desde que recibió esas tres ultimas fotos. Y desde que estos cuatro chicos llegaron a su casa.
Su casa.
De alguna forma se sintió como una inauguración.
Alguien tocó la puerta y Wonwoo rodó los ojos. No era necesario ver por la mirilla, esta mujer siempre llegaba a meter sus narices en todo.
Miró a los chicos y sonrió un poco. Iba a cuidar con su vida al hijo de Lia porque ese niño tendría que ser amigo de los suyos, porque despues de esto no tendría vida social. Bien, esta era su casa y este era él. Se acercó a la puerta de golpe y la abrió.
—¡Hola, señora Choe!— Casi gritó mientras que los chicos se asomaban a su espalda, la señora sonrió con esa mascara falsa. —Si, mi marido no está, si estoy acompañado.— Enfatizó mostrando a los chicos. —Si, me voy a coger a cada uno de ellos y no tiene idea de cuanto lo voy a gozar, deje se los presento. Seungkwan, dueño de una importante herencia.
—Un gusto.— Seungkwan sonrió sin darle espacio a la mujer Choe de hablar.
—Minghao, mi amante y renombrada celebridad.— Minghao no dijo nada, solo sonrió tomando la mano de la mujer y saludándola con elegancia, como un príncipe. —Jeonghan... él no necesita descripción, con el hecho de ser Jeonghan basta.
—Me gusta ser conocido.— Se burló Jeonghan.
—Y el jefe, Lee Jihoon, de la familia Lee, ya sabe, renombrada, como me gusta.
Woozi la miró de arriba abajo, aun sosteniendo el periódico, y despues sonrió.
—Me quedaré con esto.— Woozi alzó el papel. —Me parece interesante la idea, conozco alguna gente de la prensa que estaría interesada en su peculiar forma de redactar... Y de hablar sobre MI muñeca diabólica.
Ah, Wonwoo estaba amando esto, no solo se sentía en casa, se sentía como él mismo, en su piel, como si hubiera estado dormido desde que llegó y ahora despertara. Este era él.
—Chicos, esta es la amable señora Choe, su esposo es... mierda, ni siquiera me acuerdo de su nombre, bueno, no importa, dejare que Seungcheol se lo coma despues.
—Yo...ah... Señor kim, creo que tenemos un desafortunado malentendido.— Choe titubeó apartándose de Wonwoo, ella temblaba un poco. —Me gustaría aclararlo...
—No hay malentendidos, señora Choe.— Wonwoo la miró con una enorme sonrisa tomándola de las manos. —Bueno, solo uno. Quizás usted piense que cuando estos chicos se vayan yo volveré a acobardarme y a ser parte de su ejército de vecinos. Pero me alegra decirle que no. Yo seguiré siendo así toda mi vida. Esté en donde esté.— Wonwoo disfrutó el miedo de esta mujer. —Créame, una turba de vecinos no es nada comparada a una escuela que atentaba contra mi vida todos los días. Y adivine que, protegí a mi hija de cosas peores que una mujer que cree tener influencias.
Wonwoo la soltó dando un paso hacia atrás.
—Oh... verá... podemos arreglar...
—No hay nada que arreglar. Choe.— Wonwoo no sonrió esta vez, solo la miró directamente sin suavizar su voz. —Ahora váyase de mi casa.
Wonwoo era una buena persona ¿no? Era absurdo pensarlo cuando acababa de amenazar a una mujer, bueno, la amenazó y despues dejó una agradable nota en el buzón de queja donde decía que dejaran de joder a la familia Kim y a la familia Lim, solo una pequeña ayuda a Yeji y a Lia, como llevar un pastel a sus casas para avisar que eran vecinos. Wonwoo ahora estaba en casa, ahora su lugar se sentía así, y solo fue necesario un pequeño empujón... bueno, un empujón al suelo y darse de cara. Estaba bien, ahora lo estaba.
Mingyu estaría molesto cuando llegara, y Wonwoo estaba esperándolo ansioso en la puerta, sus amigos hablando y jugando con los cachorros que ahora estaban por todas partes, Jeongkwan se estaba divirtiendo jugando con Byulyi y Junfei, pero Samuel insistía en que él y Myungji eran lo suficientemente grandes como para formar parte de ellos. Y Jisoo... Jisoo estaba durmiendo a pesar del escándalo.
—Muñeca diabólica, ven acá.— La llamó Woozi y la niña saltó hasta él. —¿que harás si alguien más te dice asi?
—Amenazarlos con que mi tío es el hombre del saco.— Respondió Jeongkwan con simpleza. —Ya lo sé.
Wonwoo sonrió.
La puerta se abrió de pronto y Wonwoo se puso de pie. Mingyu entró, su apuesto esposo con las manos en la espalda mirando alrededor, quizás sorprendido de que todos cupieran allí. Por eso Wonwoo había escogido una casa grande, aunque no tan grande, cabían todos pero estaban un poco apretados. Se acercó a Mingyu para darle las noticias.
—Somos los vecinos marginados.— Le dijo directamente y Mingyu asintió.
—¿entonces esa insoportable mujer ya no nos va a visitar? Por favor...
Wonwoo se rió un poco abrazando a Mingyu, aunque Mingyu no lo abrazó a él, mantuvo sus manos en la espalda. Lo besó ignorándolo.
—No, ya no tendremos ese tipo de visitas.
—Es un alivio... ¿rompiste las reglas?
Asintió sintiéndose apenado.
—No sé cuántas pero las rompí.
—Perfecto.— Mingyu volvió a besarlo. —Porque yo también voy a romperlas.
Antes de que Wonwoo pudiera preguntar Mingyu se apartó y colocó sus manos enfrente dejando al descubierto lo que ocultaba. Y Wonwoo no pudo hablar por varios segundos.
Fue Myungji quien reaccionó.
—¡Gatito! — Gritó el cachorro intentando alcanzar al animalito de las manos del alfa. —¡Papi gatito!
Wonwoo lo tomó observando el pelaje gris y esponjoso, tenía un collar.
"Bom"
—¡Quiero ver al gatito!— Gritó Jeongkwan.
—¡¿podemos jugar con él, tio Wonwoo?!— Gritó Byulyi detrás.
Wonwoo tardó un momento en asentir mientras bajaba al suelo para arrodillarse y dejar que el gatito caminara, los niños se arremolinaron con cuidado, y Wonwoo sonrió parpadeando varias veces.
Si, ahora ya estaba completo.
...
Me gustó mucho escribir este extra, Wonwoo salió por completo de su zona y al final cuando vuelve hasta respiré jaja
Si, será un extra por cada chico. Me faltan dos, el siguiente es el de Minghao.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro