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Extra. Minghao

Minghao era bueno planeando cosas, los viajes, vacaciones y horarios, había llevado una vida ordenada gracias a eso, pero Hoshi siempre hacia de este orden un caos, de alguna u otra forma siempre terminaba cambiando cosas de ultimo momento solo por él, y estaba bien, en realidad Minghao no quería una vida aburrida, le gustaban las sorpresas y algunas dificultades estaban bien. Como con Samuel, Samuel quien era igual a Hoshi en cuanto arruinar planes, empezando desde que el cachorro lo sorprendió naciendo un mes antes de lo que debería. Quizás eso debió advertirle a Minghao lo que vendría despues.

Observó la noticia en su celular, se cumplían diez años del fatal incendio de la escuela Pledis, diez largos años y eso no significaba nada para muchos, era solo un amargo recuerdo de un suceso triste, pero para ellos, para los que estuvieron involucrados, diez años significaba más que una fatalidad. Las cosas que habían cambiado y las cosas que no influían en sus vidas ahora. Las cicatrices cerradas se dejaban atrás y las nuevas heridas se abrían. Suspiró.

Hace diez años Minghao no habría imaginado nada de esto. Su vida. Su matrimonio con Hoshi, sus dos hij... su único hijo y su hermano menor que parecía no tener otra casa, su trabajo... La mayor parte de lo que no imaginó tenía que ver con su trabajo. Como que Minghao nunca se imaginó a si mismo siendo una figura importante en cuanto una organización dedicada a defender derechos de omegas. De hecho, Minghao nunca imaginó tener que regresar a la escuela Pledis...que ya no era la escuela Pledis, para trabajar allí.

SVT. Nadie sabía que significaba el nombre y quizás no debieron dejar que Wonwoo se lo pusiera, pero SVT era el nuevo nombre del lugar que una vez fue Pledis. De alguna forma la propiedad pasó de Minsook a Seungkwan, el actual dueño, y el actual dueño la estaba cediendo a Woozi quien llevaba las riendas de esta especie de organización dedicada a los omegas afectados por lo que la misma escuela, y allegados, hizo. Y todo eso significaba trabajo, así que por una vez en los últimos cinco años Minghao necesitaba descansar

Era invierno, había fiestas relacionadas al lobo blanco y la noche de la manada, una festividad que se trataba de reunir a las familias, por lo general Minghao alternaba los años, un año la pasaba en la casita de Seungkwan con los demás chicos y los cachorros, y el otro año en casa de sus padres. Esta vez sería distinto. Minghao, Hoshi y Samuel pasarían esos días en la casita de Seungkwan, como de costumbre, pero Junfei, su hermano, tendría que viajar junto a Jun para ir a la casa de sus padres.

JunFei su hermano menor quien pasaba más tiempo con Minghao que con sus propios padres, quien siempre estaba con Samuel e incluso le llamaba papá a Hoshi. Ya le había dicho que pasaría las fiestas con sus padres y Junfei solo asintió y dijo que sería raro porque este año tendría que ser en la casita de Seungkwan, pero no hubo más discusión.

Miró su celular cuando este vibró.

"Jeongkwan considera que los doce años son suficientes para tomar sus propias decisiones. Así que quiere mudarse, si les pide asilo díganle que no."

Sonrió ante el mensaje de Wonwoo.

"Kimbap no pide asilo, ella solo pasa y se queda."

"Lo siento Wonu, tiene acceso a todas nuestras llaves." El mensaje de Seungkwan llevaba una exagerada cantidad de emojis.

—¡Minghao!— La voz de Junfei lo hizo alzar el rostro. ¿Qué estaban haciendo allí? Minghao estaba en su trabajo ordenando los archivos que tendría que darle a Woozi despues. —Dijiste que este año la pasaríamos en casa de nuestros padres. ¿Por qué Samuel no hizo su maleta? El avión sale esta noche.

Ah, Samuel tambien se acercó jadeando y Hoshi iba detrás de ellos. Miró el largo pasillo y suspiro, no le gustaba que ellos entraran al edificio, habían varias trampas y pasadizos en los que no confiaba y estos dos chicos solían meterse en problemas fácilmente, así que los prefería fuera, en la casita de Seungkwan o en el templo.

—¡No hice mi maleta porque nadie me dijo que la hiciera! ¡¿tengo que hacer una maleta?!— Samuel se quejó.

—No, no tienes que hacer una maleta.— Aclaró tomando los archivos y dejándolos apilados sobre el escritorio.

—¿entonces deshago mi maleta?— Preguntó Junfei. —¿no iremos a casa de mamá y papá?

—Tu si, nosotros no.

Tomó sus cosas y se puso de pie llevando a los niños afuera, no iba a dejar que se pusieran a explorar el lugar que era bastante peligroso por si mismo, y aun no terminaban algunas reconstrucciones. Hoshi apenas le sonrió y Minghao solo le entregó el café frio que había estado tomando en partes desde la mañana.

Junfei ahora tenía diez años, su Samuel ocho y Minghao un nuevo trabajo fijo que no le trajera más problemas, solo se retiró como Jun considerando que ya había hecho todo lo que quería hacer, por ahora su trabajo en SVT era más importante, ayudar a estos omegas dañados era lo que realmente buscaba, y vaya, aun tenía que subirse a escenarios y dar la cara, pero no era lo mismo. Ahora actuaba y se presentaba con un propósito más allá de superarse a si mismo.

—¡¿me vas abandonar?!— Casi gritó Junfei colocándose enfrente cuando consiguieron salir. —¡No puedes hacerlo!

—¡¿Por qué no se queda con nosotros?!— Samuel gritó. No fue un casi, él gritó. —¡No puede ir solo!

—No irá solo, irá con Jun.— Aclaró mirando a ambos con curiosidad ¿Por qué estaban tan molestos? —Se quedará una semana y despues todos vendrán a las fiestas de año nuevo. Papá y mamá incluidos, Fei.

—¡No quiero ir solo!— Junfei tomó la mano de Samuel. —Papá, dile algo.

Todos miraron a Hoshi. Minghao si esperara que le dijera algo, esperara que corrigiera el niño para aclararle que él no era su padre, su padre estaba en otro país esperándolo junto a su madre, Junfei era el hermano de Minghao, por lo que tenía que ser así, de hecho, en un principio Minghao no debió dejarlo quedarse tanto tiempo, al principio solo serían dos meses, pero el tiempo se fue alargando hasta que el niño tuvo una cama arriba de la de Samuel, y tenía su propio cajón y sus propias cosas e iba a clases en la escuelita de Seungkwan y se quedaba en la casita también, todo porque Hoshi siempre aceptó que Fei hiciera lo que se le antojara.

—Lo siento Feifei, pero estor de acuerdo con tu padre...digo tu hermano.— Hoshi se corrigió tan rápido que Minghao giró tarde. —Necesitas pasar un día con tus padres, estoy seguro de que ellos te extrañan.

—¿pero porque no podemos ir nosotros?— Preguntó Samuel. —Siempre vamos juntos a la casa de los abuelos.

—Nosotros tenemos otros planes.— Dijo cubriendo mejor al niño con su ropa, hacia demasiado frio para que ellos estuvieran afuera. —Solo serán un par de días.

—Me quiero quedar, no pienso ir.— Se quejó Junfei. —le diré al tío Hui que no iré.

—Vas a ir, Fei, no está a discusión.

—¡Papá!— Samuel volvió a gritar y Minghao lo miró.

—Eso te incluye, Samuel, no voy a discutirlo con nadie, esta noche sale el avión así que necesita estar todo listo.

Samuel y Junfei lo miraron con asombro y despues miraron a Hoshi intentando buscar ayuda, pero Hoshi no dijo nada, se quedó callado detrás de él dejando claro que no iba a ceder. Y Minghao estaba feliz de eso porque no se sentía como el único tirano de la historia. Estos dos niños tenían que entender que no todo iba a solucionarse con hacerle ojitos a Hoshi, Minghao ya había decidido y pensó que lo había dejado claro. Esperó que la confusión estuviera aclarada ahora.

—Lamento ser un estorbo para tu familia.— JunFei casi escupió esa frase, no le dio tiempo a Minghao para hablar, el niño solo se giró tomando la mano de Samuel y yendo hacia la casita de Seungkwan, dejando a Minghao realmente sorprendido.

¿Qué demonios había dicho? Su boca se abrió pero no pudo decir ni gritar nada, tampoco pudo moverse por varios segundos, de todas las cosas raras y nefastas que le habían dicho esos dos niños esta era una de las peores ¡Y Minghao ni siquiera entendía por qué! ¿era tan complicado entender que el niño debía pasar tiempo con sus padres? No era nada malo y Minghao no lo estaba exiliando de su casa, Junfei regresaría con él en menos de una semana ¿Por qué estaban tan enojados por eso?

—¡¿Qué fue lo que dijo!?— Le preguntó a Hoshi cuando pudo reaccionar.

—Si... no creo que deba repetirlo...— Minghao dio solo un paso hacia los niños, pero Hoshi lo detuvo haciéndolo girar y tomándolo del rostro. —Hao, Hao... no creo que sea un buen momento para hablar de ello... los niños están molestos, dales tiempo...

—¡No tienen que estar molestos!— Casi gritó. —No les dije nada malo y les aclaré que iba a pasar ¡No tienen razones para enojarse y menos para gritar!

—Si, lo sé, vamos a dejar que reflexionen un poco...

Hizo una mueca pero el aroma de Hoshi casi lo obligó a quedarse allí y mirarlo, su alfa estaba pidiéndole de una forma amable que se quedara con él, como si tuviera miedo de que Minghao de pronto se alejara... ¿y que? ¿Qué regañara a sus hij... a su hermano y a su hijo? Los dos niños habían gritado y habían dicho cosas que definitivamente debieron molestar a Minghao, pero se mantuvo en calma solo por ellos, para explicarles a ambos, solo había conseguido que los dos chiquillos se fueran molestos a la casita de Seungkwan para esconderse de él.

Suspiró llevando inconscientemente el aroma de Hoshi a sus pulmones, y no podía enojarse lo suficiente cuando su alfa estaba calmándolo. Cerró los ojos y sostuvo sus manos con cariño plantando un beso sobre una de sus palmas. Nunca podría acostumbrarse del amor, el cariño y la paciencia con la que Hoshi siempre lo trataba, como si este alfa fuera exactamente lo que Minghao necesitaba, sin importar que.

Hoshi comenzó a darle pequeños besos por todas partes.

—¡Tio Hao, Tio Hoshi!— La voz de Byulyi los hizo apartarse de golpe. —¡¿Por qué Junfei se irá?! Tiene que quedarse, veremos al lobo blanco, no puede irse.

Minghao vio a la niña llegar hasta ellos y suspiró, Jeongkwan también estaba allí, corriendo detrás de Byulyi y jadeando cuando llegó.

—¿no hay forma de que se quede un poco más?— Preguntó jeongkwannie mirándolos casi con suplica. —El lobo blanco no volverá a verse hasta dentro de diez años, queremos verlo todos juntos.

—¿Qué es eso del lobo blanco?— Preguntó Hoshi.

—Es...

—¡Es una estrella que solo se ve cada diez años en la luna del lobo blanco! ¡Por eso tenemos que verlo!— Byulyi gritó interponiéndose frente a Jeongkwan quien había intentado explicar. —Todos nosotros, llevamos planeándolo meses, en serio, convencimos al tío Seungcheol de que dejara al tio Jeonghan y al tio Woozi venir a la casita para tener aquí a Jisoo. Tio daddu quería pasar ese día con Seokmin así que lo convencimos de que lo trajera, este año tio Jeonghan y tio daddu iban a ir a la manada de los lobos rojos pero les explicamos esto y...

—Yiyi, cállate.— Pidió Jeongkwan jalando a Byulyi del cabello solo para hacerla retroceder porque la niña estaba casi sobre Hoshi. —El punto es que... realmente queremos pasar esa noche juntos. Todos nosotros, esto solo se repite cada diez años.

Minghao suspiro sintiéndose solo un poco culpable, pero de haberlo sabido habría aplazado al año siguiente la visita de Junfei, ahora no podía hacerlo, todo estaba listo y sus padres esperaban a su hijo en casa, y Minghao no podía solo cancelar todo de ultimo momento. Aparte, si dejaba que Junfei se quedara ahora seguramente lo dejaría también el siguiente año, y pasaría así hasta que el niño no tuviera recuerdos con sus padres.

—Lo siento, niñas, no se puede cancelar.— Aclaró obteniendo un rostro decepcionado de Jeongkwan.

—¡Claro que se puede! Lo único que tiene que hacer es no subirse al avión.— Dijo Byulyi como si fuera una solución obvia. Jeongkwan la golpeó disimuladamente. —¡Me dolió! ¿Por qué siempre me pegas? Esta vez no hay razón para que lo hagas, tengo razón, no le va a pasar nada si no va a casa de sus abuelos...

—Son sus padres, Yiyi.— Aclaró la cachorra mayor tomando a Byulyi de la mano. —Vamos, juguemos con Junfei antes de que se vaya.

—Pero no tiene que irse... Puede quedarse ¡Tio Hao! ¡Por favor deje que FeiFei se quede!

Por suerte Minghao no tuvo que responder, Jeongkwannie se llevó arrastrando a Byulyi entre los gritos y lloriqueos de esta. Y Minghao sonrió un poco. De alguna manera Byulyi era una mezcla en apariencia entre Hyejin y Jiao, y de otra forma más extraña era una bomba de emociones y gritos, como un remolino de energía, siempre en todo y dispuesta a discutir. Jeongkwan era un poco más calmada y siempre consiente, la niña sabía cuándo detenerse e irse y cuando insistir. Samuel era rebelde. A veces callado pero siempre encontraba como romper las reglas. Tenía que vigilarlo.

Respiró profundo y pensó que era mejor que el niño se divirtiera un poco antes del viaje. O quizás Minghao solo se sentía un poco culpable. Lo que fuera.

Minghao no podía dejar de pensar en Junfei y Samuel, los dos niños no se habían acercado nuevamente para negociar y eso significaba peligro en letras grandes y rojas, pero según Hoshi debía darles espacio y dejar que lo tomaran con calma, Minghao no podía interferir en sus sentimientos así que darles tiempo era la mejor manera de decirles que realmente le importaba. Ahora Minghao no podía pensar porque estaba demasiado nervioso.

No estaba haciendo nada malo, hacer que su hermano menor pasara tiempo con sus padres en familia no era nada malo, desde que nació Junfei había estado yendo y viniendo de un lado a otro alternando entre casa, lo que hacia que el niño no pudiera tener más amigos que los mismos hijos de los amigos de Minghao, y eso debía estar mal, Fei merecía un lugar estable para vivir y crecer y hacer amigos, pero ese lugar estable debía estar con sus padres y no con su hermano mayor. Ah. Era culpa de sus padres, Minghao era demasiado mayor para un hermano menor.

—Solo explícale porque quieres que vaya.— Wonwoo se encogió en hombros dando vueltas en su silla. —Va a escucharte, tómalos separados porque juntos te van a atacar. Créeme, Jeongkwan y Byulyi atacan juntas por esa razón.

Minghao suspiró observando al pequeño Junnie comerse los bombones que Hoshi le había dado, Junnie, el hijo más pequeño de Wonwoo a quien llamaron únicamente Jun porque llegó de sorpresa sin que nadie lo esperara, como Jeongkwan, y obviamente Jun iba a querer adoptar también de forma espiritual a este niño. Un niño peculiar... para empezar Minghao ni siquiera lo vio llegar, este niño solo apareció comiéndose los dulces de Hoshi.

—Él debería entenderlo, no hay nada que explicar.— Suspiró llevándose ambas manos al rostro. —Hoshi habló con ellos hace un rato, dice que siguen enojados conmigo.

—Por supuesto que estarán enojados, los quieres separar.— Seungkwan entró a la oficina de pronto, un poco molesto. —Ellos son como Jeongkwan y Byulyi, inseparables, no puedes solo llegar y esperar que entiendan que pasaran una fecha importante lejos.

—Solo es un año, ya pasan los demás años juntos, todos los años han estado juntos, con uno que no lo estén no pasará nada.

—¡Exactamente por eso pasa algo!— Gritó Seungkwan y el pequeño Junnie ya estaba en sus piernas.

—Tio Boo, no grite, sonría.— Dijo Junnie dándole un bombón en la boca a Seungkwan. —Coma bombon.

—No, gracias Junnie, cómelo tú.— Murmuró Seungkwan con cariño rechazando el dulce. —Toda su vida han estado juntos, no puedes esperar a separarlos de la noche a la mañana.

—No los estoy separando para siempre.

—Es su día importante, Hao.— Seungkwan insistió. —Ellos quieren estar juntos ¿Por qué no dejas que tus padres sean los que vengan aquí?

—Porque Junfei es su hijo menor, ellos deberían pasar un día especial en familia, así como Hoshi y yo con Samuel, si lo dejo pasar ahora lo dejaré pasar siempre. Junfei es mi hermano, no mi hijo, y mis padres deben estar con su cachorro.

—Si, si, familia nuclear y eso.— Dijo Wonwoo reclinándose en la silla y subiendo sus pies al escritorio. —No entiendo una mierda pero estoy de lado de Hao, se nota que Jeonghan se pondrá en su contra y que el jefe será neutral.

Minghao suspiró profundo, Jeonghan... Jeonghan si estaba en su contra, cuando Minghao intentó contárselo Jeonghan tenía casi el mismo argumento que Seungkwan, solo que añadió que Fei y Samuel ya eran lo suficientemente grandes como para decidir como querían pasar sus días importantes, y que Minghao debería ser el primero en entenderlo porque él amaba cosas como la independencia y el respeto a sus emociones. Pero esto era distinto, Fei y Samuel tenían que entender que había cosas más importantes que un cometa o algo así, ni siquiera sabía que era.

—En diez años tendrán la edad suficiente para decidir.— Suspiró con fuerza. —Justo ahora yo soy el que decide.

—Estás siendo irracional.

—Estoy haciendo lo mejor para él. ¿Qué pasaría si Byulyi prefiriera vivir con Wonwoo en lugar de contigo? Le dirías que no porque tu y tus dos parejas son sus padres y su familia.

Seungkwan frunció el ceño y torció los labios, claro que ahora lo entendía.

—¡Eso!— Gritó Wonwoo. —No dejo que Jeongkwan se mude por eso mismo, ella quiere vivir en la casita pero nos tiene a nosotros. Dice que aun nos ama pero quiere un cambio de aires o algo así.

—Es que a Kwannie le gusta un niño del orfanato.— Dijo Junnie con la boca llena de bombones. —Solo que el niño es más grande y tiene catorce años, es un omega.

Todos miraron a Junnie casi con asombro mientras que el niño babeaba su bombón. Desde que junnie comenzó a hablar era así, lanzaba secretos de cualquier persona al aire, por eso Minghao se enteró de que Hoshi consentía a Junfei y a Samuel cada que ellos hacían una travesura y le mentían diciendo lo mal que se sentían. Wonwoo parpadeó varias veces.

—Minghao ¿jeongkwan no puede acompañar a Junfei?— Preguntó Wonwoo reaccionando de golpe. —Se harán compañía.

—¿no te pone feliz que sea su primer amor?— Seungkwan parecía ilusionado con la noticia.

—A Byulyi también le gusta ese niño.

—Estoy seguro de que puedo conseguirle un hogar rápido a un niño tan bonito.— Balbuceó Boo.

—Tío Hao ¿entonces no los vas a dejar escapar?— Preguntó Junnie alzando su carita para ver a Hao. —Cuando vine ellos se fueron a la casa del tio Woozi y del tio Han.

—¡¿Qué?!— Minghao casi gritó poniéndose de pie. —¡¿Cómo se fueron?!

—Pidieron que los llevaran.— Junnie asintió. —Yo también quería ir pero no me dejaron. Me dijeron que viniera con papi.

No supo si suspiró o gruñó, pero se levantó de golpe y tomó su celular mandándole un mensaje rápido a Woozi y a Jeonghan, no sabía quien estaría en el departamento con Jisoo, pero tenía seguro de que esos cachorros iban a ayudarse entre sí de alguna manera hasta dejarlos huir, y Minghao ahora tenía que asegurarse de que Junfei tomara ese vuelo. Le mandó un mensaje a jun para que tomara la maleta del niño y los boletos y se preparara para ir al aeropuerto.

Cuando llegó a la entrada principal no le sorprendió ver a las niñas allí, Byulyi y Jeongkwan parecían solo hablar pero Minghao estaba seguro de que estaban haciendo guardia por si Minghao o Hoshi aparecían, y lo comprobó cuando ambas niñas se pusieron frente a él.

—¡Tio Hao!— Gritó Byulyi como si fuera tomada por sorpresa. —¿A dónde va? ¿puedo ir? Yo quiero...

—Byulyi, ve con Chan.— Dijo Seungkwan detrás de Hao.

—¡Siempre tengo que ir con papá Chan cuando quieres que me regañe! No quiero ser regañada ¿puedo ir con papá Hansol al menos?

—No, con Chan.

—¡pero papá...!

—¡Boo Byulyi!

Byulyi hizo un enorme puchero y despues se fue dando pisoteadas dejando a Jeongkwan al frente, la niña aun parada frente a Minghao con los ojos bien abiertos como si esperara lo que fuera.

—¿Qué les dijo Junnie?— Preguntó Jeongkwan para despues sacudir la cabeza. —No importa ¡Solo aclarare que Myungji es inocente! Fui yo el que lo obligó a llorar para que llamara a papá y los llevara a su trabajo, Myungji solo fue una victima... bien, pudo haber sido en parte su idea...

—¿Qué? ¿a su trabajo? ¿Qué no irían al departamento de Woozi y Jeonghan?— Preguntó Wonwoo tomando a su hija de los hombros. —¿estás mintiendo para confundirnos?

Los ojos de Jeongkwan se abrieron.

—Eh... si, lo siento, está en el departamento de tio udi y tio Han.

Minghao rodó los ojos ¿ahora donde demonios debía buscar primero? Estos niños eran buenos provocando dolores de cabeza. Llamó a Hoshi para que buscara con Mingyu. También le mandó un mensaje a Jeonghan preguntando pero no recibió respuesta así que corrió hasta su auto y se lanzó dentro esperando a que algo le dijese donde estaba su hijo y su hermano, esos dos niños juntos eran la peor pesadilla de cualquiera que quisiera unos minutos de paz. Así que suspiró con fuerza y antes de arrancar golpeó su frente contra el volante.

¿de pronto estaban huyendo? ¿Cómo consiguieron alguien que los llevara? ¿habían tenido el tiempo suficiente como para formar un plan? Minghao levantó el rostro y sintió algo sumamente extraño en todo esto. Tomó su celular y llamó a alguien.

—¿A dónde irían JunFei y Samuel para esconderse?— Preguntó de golpe. —Mandaron a Jeongkwan y a Byulyi a la puerta para detenerme, Junnie fue el que me dijo que planeaban irse al departamento con Jisoo y despues Jeongkwan dijo que irían a la casa de Wonwoo ¿Dónde crees que están?

Hubo silencio del otro lado.

—En ninguno de los dos lados.— Respondió Woozi. —¿Por qué no se lo preguntas a Jeonghan? Él es bueno con estas cosas... pero si me lo preguntas, se aseguraron que buscaras en dos lugares distintos al mismo tiempo, algo me dice que mandaron a Kongguksu para darte una ubicación falsa y a Kimbap para darte otra. Parece que quieren que busques en ambos lados, lo que significa que te quieren fuera. Ellos no se han ido de la casita.

—¿estás seguro?... no estás de su lado ¿cierto?

—No estoy de lado de nadie, si ellos vienen a mi y me piden ayuda los ayudaría pero te lo haría saber si lo preguntaras.

—Bien... gracias.

Colgó mirando hacia la casita ¿realmente estarían allí? Dio un largo suspiro bajándose del auto y azotando la puerta, caminando directo a ella.

—¡Tio Hao!— gritó Jeongkwan desde lejos. —¡¿A dónde va?!

Ignoró a la niña y fue directo pasando la vaya blanca y el lindo jardín de Seungkwan, la casita era adorable y pequeña, tenía tres habitaciones porque no necesitaba más y parecía sacada de algún comercial de familias felices, Seungkwan hizo esta casita desde cero justo a lado del templo por una razón. Cuando tenían reuniones importantes este era el lugar a donde venían, aunque los últimos años habían alternado entre la casita de Seungkwan y la casa de Wonwoo, porque a los cachorros les gustaba más.

De cualquier forma pasó la puerta sin tocar y encontró a Byulyi sentada en el sillón con los brazos cruzados y a Chan mirándola directamente.

—¡Tio Hao! ¡¿Qué hace aquí?!— Preguntó la cachorra de golpe.

—Tarde, Byulyi, ya lo encontré.— Mencionó señalándose la nariz.

—¿encontrar a quien?— Preguntó Chan.

—¡Samuel!

—Aquí estoy.— Samuel salió con facilidad, sin esconderse y con la mirada en alto, como siempre. —Tenemos que hablar.

—¿Dónde está mi hermano?

—Hablemos primero y despues te diré, lo prometo.

Suspiró con fuerza pero lo aceptó, lo aceptó porque Samuel jamás faltaba una promesa aunque no quisiera el cumplirla, su hijo tenía un orgullo inquebrantable así como él, y como su abuela, y un poco como la manada de Hoshi que siempre proclamaba a Samuel como uno de ellos, y la manada de Jun que también lo peleaba. Bien, sus hijos estaban en constante pelea entre manadas, todos los querían en ella, y el orgullo de Samuel podría también derivar de eso.

—Bien. Hablemos.

—El lobo blanco solo aparece cada diez años, estuvimos planeando esto desde principios de este. De haber sabido que querías sacar a junfei de la familia...

—No lo estoy sacando de ninguna familia, lo estoy introduciendo a la suya.

Samuel frunció el ceño y Minghao rodó los ojos, claro, su hijo era bastante orgulloso y detestaba ser interrumpido, pero no lo pensaba dos veces antes de interrumpir para dar su punto. Minghao estaba siendo bastante flexible, estaba dejando que Samuel le quitara tiempo que era su evidente intención para que Junfei se escondiera todo lo que quisiera, eso no importaba, Minghao terminaría encontrándolo tarde o temprano.

—Siempre hablas de la importancia de la organización y respetar la individualidad. ¿Por qué ahora es distinto?

—No es distinto, respeto su individualidad, por eso estoy dejando que Junfei pase algunos días con sus padres.

—¡Pero es una fecha importante!— Samuel respiró profundo y negó con la cabeza. —No puedo esperar toda mi vida para ver esto con Feifei, todos nos pusimos de acuerdo.

—No vas a esperar toda tu vida. Solo diez años.

—¡Papá, tengo 9! ¡Esperar diez es esperar más de lo que llevo vivo! ¡No puedo esperar toda mi vida por esto!— Samuel volvió a respirar para calmarse. —Déjanos pasar esa noche juntos, y despues no te daremos más problemas por lo que resta del año, lo prometo.

—Lo siento, pero tres semanas no suena mucho tiempo.— Minghao suspiró poniéndose de pie, había escuchado lo suficiente. —Samuel, ustedes dos olvidarán este capricho el próximo año ¿Qué importa ahora?

—Estás menospreciando mis sentimientos sobre lo que considero importante.— Ah, vaya niño. —Esto es importante para Feifei y para mi, y para los demás. Queremos hacer esto juntos.

—Lo siento, cachorro, pero esto también es importante para mi y para fei.— Minghao habló suavemente para que Samuel se relajara, lo tomó de los hombros y lo miró de frente, su hijo mantuvo la frente en alto y sus ojos clavados en él. —Esto no es algo que Fei quiera, pero es algo que necesita, Sami. JunFei no es tu hermano, es el mío, y sus padres no somos Hoshi y yo, son Xiang y Fuheng. Sé que quieres estar con él, pero debes aceptar que su familia nuclear no somos nosotros. Estamos haciendo que tu tío pierda tiempo valioso con sus padres, algo que no podrá recuperar en diez años.

Sami apartó la vista de Hao y sus brazos cayeron a los costados, su cachorro oliendo a tristeza y culpa, Minghao suspiró, realmente no quería provocarle sentimientos negativos a su hijo, pero necesitaba entender la situación. Besó la frente del cachorro y lo abrazó con fuerza para consolarlo. No importaba cuanto Samuel alzara la cabeza o cuantos problemas diera, su hijo así como Hoshi tenía un corazón explosivo a las emociones, sentía lo que tenía que sentir al momento de forma grande y profunda, de forma honesta.

Si Samuel se sentía triste era algo que desbordaría de él, si estaba enojado explotaría, si estaba feliz se lo contagiaría al mundo. El aroma dulce de Samuel era una mezcla de muchas emociones que llegaba a confundir un poco los cambios abruptos que sufría de vez en vez, pero Minghao lo conocía, este cachorro era su hijo y era imposible que le ocultara sus emociones. Samuel podría tener secretos y mentir, pero eso no cambiaría la honestidad que emanaba de él de forma natural.

—Al menos déjame ir con él, si no podemos estar con los demás al menos yo estaré con él. Estará solo allá.

Minghao sintió una punzada en el pecho ante lo triste que sonaba su cachorro.

—Por eso tiene que ir solo, Sami. Su vida, sus padres están allá. Debería tener amigos allá y disfrutar con ellos.— Se apartó un poco para ver a su hijo. —Fei tiene que tener su propia vida con sus padres, en su propia casa.

—Nosotros somos su casa.

—No, su casa está con sus padres... Sami, JunFei es mi hermano, no tuyo.

Cuando Samuel comenzó a llorar Minghao lo abrazó de nuevo ocultando su rostro en su hombro, dejando que el cachorro lo abrazara por un largo rato. No quería hacer llorar a Samuel, pero no encontraba una forma de decírselo, Fei tenía su propia familia, su propio lugar y debía comenzar a tomarlo, no porque Minghao quisiera, sino porque era algo que necesitaba hacer. Los padres de Junfei lo estaban esperando en casa y Minghao tenía que enviarlo de regreso. Así tenían que ser las cosas.

Dejó que Samuel llorara varios minutos y lo consoló, le dio su tiempo teniendo paciencia hasta que dejó de llorar y solo se dedicó a abrazarlo. Minghao tenía el aroma dulce de Samuel en lo profundo de sus pulmones, su niño siendo tan honesto que... ¿honesto? Honesto con sus emociones, claro, pero tenía una extraña sensación en lo profundo de su pecho, algo que estaba reconociendo poco a poco.

Le recordó a Hoshi.

A cuando Hoshi le mostraba sus honestas emociones para ocultar la verdad y Minghao caía directo en él, en su mentida oculta bajo su honestidad. Pero eso era algo que jamás le habían enseñado a Samuel, claro que le contaban cosas del pasado pero solían omitir detalles como esos, no quería que su hijo pensara más de él. Por esa razón resguardaba secretos. Y este secreto, esta táctica de evasión de Hoshi era uno de esos secretos.

Samuel no podría saberlo porque nadie se lo contó, y nadie le enseñó a hacerlo ¿el niño lo aprendería solo? ¿o era algo de los genes de Hoshi? ¿si quiera lo estaba haciendo? ¿imaginación de Minghao? Demonios, Samuel lo volvería loco algún día.

—Samuel... Dime donde está JunFei.

—Aun no termino de llorar...— Murmuró Sami, aunque claramente había terminado. —necesito más abrazos.

—Entonces hemos terminado de hablar, puedes decirme, no te preocupes, no voy a soltarte...

—Aun hay cosas de las que quiero hablar... Emm... Papá... ¿Qué opina papá de todo esto? Él no nos dijo nada... ¿Qué opina el tio Hui? Quizás él quiera pasar esas fechas aquí en casa con nosotros, emm...

—Samuel...— Samuel intentó apartarse pero Minghao no lo dejó. —Prometiste que me lo dirías una vez habláramos, ya hablamos, ahora dime.

El suspiro de resignación fue suficiente para que lo soltara. Samuel lo volvió a mirar y apretó los labios.

—Son las cinco, ya debe de estar en el departamento del tio Han.

Minghao asintió tomándolo de los hombros.

—Esta bien, vamos.

—¿yo también?

—Si, el avión sale a las ocho y tenemos que estar allá temprano, tienes que despedirte.

—Ponme una estaca en el corazón, será menos doloroso.

—Eres tan dramático.

—En serio, en el pecho de lado de FeiFei.— Samuel golpeó su cabeza contra el brazo de Minghao con un suave movimiento. —¿nunca has tenido a alguien así, papá? ¿Qué sea tu otra mitad?

Miró a Samuel de reojo y sintió una extraña emoción en el pecho que no pudo descifrar ¿Qué responder a eso? ¿decirle que no? ¿al menos esa era la verdad? Quizás sí, quizás llegó a sentir que alguien más era su otra mitad. ¿Cómo saberlo?

—Quizás.

Fue lo único que respondió.



Cuando llegó al departamento de Jeonghan y Woozi Han estaba allí, Han y Jisoo que lo miraban directamente como si quisieran ocultar algo, pero Junfei estaba allí, sentado entre ellos de forma recta como si lo esperara. Minghao sintió un pequeño escalofrió cuando entró, pero en cuanto apareció Samuel la mirada de Junfei se abrió de sorpresa y despues tuvo algo decepcionado en él, como si algo estuviera mal.

—¿Por qué no dejas a los dos niños ir juntos?— Preguntó Jeonghan.

—Porque Junfei tiene padres.— Respondió tomando la mano de Fei para llevárselo.

—Adiós Feifei.— Se despidió Jisoo con calma, la niña apenas hablaba y era una copia casi exacta de Woozi, solo que su cabello era largo y lacio y tenía los ojos azules de Jeonghan. —Supongo que será dentro de diez años.

—¿Por qué te rindes tan rápido?— Se quejó Samuel con un puchero.

—Creo que el tio Hao tiene razón, esto es importante para nosotros pero esto es lo mejor para Feifei, podemos sacrificar esto para que él pueda pasar esa noche con sus padres.— Jisoo parpadeó un par de veces cuando terminó de hablar y despues Samuel y Junfei hicieron un puchero mientras que Jisoo se despedía. —Yo me pondría triste si no viera a mis padres.

Jisoo se encogió en hombros. Minghao adoraba a esta cachorra ahora. Ella era el otro extremo de Byulyi, era la calma total, no como Jeongkwan, Jeongkwan podría ser callada pero era segura cuando hablaba, Jisoo era... era una niña tímida, era pequeña y siempre se ocultaba aunque al final fuera vista, hablaba poco porque se apenaba con facilidad y siempre buscaba los brazos de Woozi o de Seungcheol. Era una niña frágil, pero siempre que ella quería decir algo era escuchada sin importar cuanto ruido hubiese.

—Tienes que estar de mi lado, soy tu papá.— Se quejó Jeonghan.

—Bueno.— Respondió Jisoo llevándose una mano a la boca para morderse el dedo. Minghao y Jeonghan suspiraron ante el pequeño tic. —Estoy de lado de papá entonces. Pero sigo pensando que es mejor que Feifei conozca a sus padres.

—Eres una cachorra, no sabes nada.— Se quejó Samuel.

—Sé que estabas llorando, llorón.

—Tú te chupas el dedo. Cachorro.

—Y tú tienes una manta para dormir. Y te orinaste en la cama, llorón.

—Dejen de discutir ustedes dos.— Suspiró Minghao.

—Enana.

—Apestoso.

—Paren los dos.— Se quejó Fei y ambos niños se mostraron la lengua. —Me voy en dos horas y no quiero pensar en ustedes peleando.

—Lo siento.— Dijeron los niños al mismo tiempo.

—Al menos nos hubieras avisado para despedir a Junfei en el aeropuerto.— Suspiró Jeonghan.

—Se va pocos días, no es necesario.

—Para ti.— su hermano murmuró sin verlo.

—Hubieras pensado eso antes y te hubieras despedido en lugar de huir, ahora tenemos que ir al aeropuerto.

Nadie dijo nada más, Junfei y Samuel lo aceptaron en silencio mientras que Minghao se despedía de Jeonghan, o intentaba despedirse porque Jeonghan insistía en ir con ellos. No pudo librarse de él, y tampoco pudo librarse de que Jeonghan llamara a todos y los hiciera ir al aeropuerto de último minuto ¿era esto necesario? Minghao lo veía como un ultimo intento de Jeonghan por hacer que Fei se quedara, pero no iba a pasar, ese niño iría a casa de sus padres y pasaría lindas fiestas con ellos.

Al final fueron todos al aeropuerto.



Los cachorros a veces eran tan dramáticos. Minghao estaba acurrucado con Hoshi en los asientos, pronto Fei tendría que pasar la seguridad e ir a su vuelo pero por el momento continuaba despidiéndose de los cachorros ¡No se iba ni siquiera una semana y ya estaba despidiéndose como si se fuera años! Primero fue Jeongkwan que lo abrazó con fuerza y se disculpó por que su plan no hubiera servido, despues Byulyi que incluso cargó a Fei para despedirse, Jisoo que lo volvió a abrazar, Myungji quien confesó que ni siquiera estaba enterado y que lloró por ello, Junnie quien solo se burló de que Fei estuviera a punto de llorar y Samuel se negó a acercarse, se quedó lejos.

Pero si pensó que los niños eran dramáticos era porque los supuestos adultos no habían pasado aun a despedirse en este nuevo show, la gente incluso se quedaba viéndolos porque llamaban la atención de todos. Seungkwan incluso lloró ¡Lloró por un niño que iba a regresar en cinco días! Wonwoo solo le sacudió el cabello y le dijo que cinco días pasaban rápido, pero claro, también le dijo que iba a extrañarlo. Jeonghan le dijo que Minghao estaba siendo un poco insensible y Woozi...

—Bulgogi, suéltame, no puedo hacer nada.

—¡Por favor, tio Woozi! ¡Usted es al único que todos escuchan! ¡Pídale que me quede!

—Minghao, deja que se quede.

—No.

—Lo intente. Kimchi, sácalo de mi pierna. — Myungji tomó a Junfei de la espalda y lo apartó. —Lo siento, cachorro.

—Ya ¿pero porque están todos llorones?— Preguntó Jun sentado en el suelo. —Nadie se ha despedido de mi y yo también me voy.

—¡Tio Jun! Quiero ir contigo...

Esta vez fue Jeongkwan la que se puso a llorar, aunque claro, nadie iba a quejarse de Jeongkwan porque la niña siempre lloraba cuando Jun se iba de viaje sin importar cuanto tiempo se fuera, ella a veces lloraba cuando Jun iba de visita a casa de Wonwoo y tenía que irse. Minghao a veces... solo a veces... peleaba por la atención de Jun contra Jeongkwannie.

Miró la hora y suspiró, faltaba poco para abordar. Sintió la mirada de Hoshi y cuando giró este tenía una mano sobre su pierna y le sonreía con calma aliviando un poco su estrés. Se acurrucó de nuevo en su alfa y respiró profundo dejando que el dolor de cabeza desapareciera por un momento. Había sido un día emocionalmente agotador por algo que tenía que pasar tan fácil ¿Por qué era tan difícil dejar que un niño pasara un par de días con sus padres?

—Adiós, Fei.— Se despidió Samuel por fin. —Supongo que veremos juntos al lobo blanco en diez años.

—No te pongas triste, Sami, solo sustitúyeme con el niño que les gusta a Jeongkwan y a Byulyi.

—¿con el niño que que?— Mingyu y Chan preguntaron de golpe.

—Es insoportable, si lo escucho hablar una vez más de su aroma a rosas voy a vomitar.— Samuel rodó los ojos. —Si vuelo una vez más su aroma a rosas voy a vomitar, te lo prometo.

Junfei sonrió para despues abrazar a Samuel y Minghao festejó mentalmente que hubiera terminado, se puso de pie al igual que jun y caminó hacia su hermano quien recibió un abrazo grupal. ¡Aun cuando se iba cinco días! ¡Solo cinco días! ¿Por qué los cachorros tenían que ser tan dramáticos? De cualquier forma cuando terminaron su abrazo grupal acompañó a Junfei y a jun hasta donde pudo llegar, un poco alejados de todos que se habían quedado atrás. Entonces miró al niño.

—¿sabes que vas a volver en cinco días?— Le preguntó con calma y Fei lo miró.

—No quiero ir. Eso debería ser suficiente para no irme ni siquiera un día.

—Uy, van a pelear... yo espero allá.— jun señaló una esquina y se fue.

—Fei, solo te pido que pases unos días con nuestros padres, esto no debería ser algo malo para ti. Mamá y papá te extrañan.

—Y yo a ellos, pero podemos ir todos juntos a visitarlos.

—Ese es el problema, no tienes que visitar a tus padres, tienes que vivir con ellos. Yo soy tu hermano, no tu padre.

JunFei tomó aire y apartó la mirada.

—Es por eso que me estoy despidiendo de todos. Este viaje es más que cinco días.— Fei parpadeó varias veces hasta que sus ojos se tornaron brillantes. —Ahora viajo solo por cinco días, despues será en otros días festivos, en vacaciones y despues cada seis meses. Al final solo estaré visitándolos a ustedes.

—Y eso no está mal. Es lo mejor para ti.

—¡¿y si te equivocas y no es lo mejor para mi?!— Fei lo miró de golpe y Minghao se apartó un poco. —Siempre hablas de reconocer errores, y lo haces, reconoces tus errores, pero eso no sirve cuando pudiste evitar un error y aun así no lo hiciste.

—Esto no es un error...

—No es un error mientras lo creas correcto, pero cuando notes que no lo es ya lo habrás hecho. ¿Qué importa? Solo son diez años. Pues bien, esperas que cambie diez años de mi vida de un día para otro.

—Estás siendo dramático por esto.

—¡Lo sé! ¡¿eso no te dice que no quiero ir?! Dices que es lo correcto pero te equivocas, y no vas a aceptar que estas equivocado hasta que sea irreversible, siempre es así, siempre eres así.

—¿disculpa?

—No me dejaste ingresar a una escuela aquí porque decías que estaría regresando a casa, perdí varios años de estudio y ahora estoy mucho más atrasado que los demás por tu culpa. Dijiste que no era necesario que tuviera una habitación, ahora te molesta que no pueda dormir solo en una. Dijiste que no hiciera amigos aquí porque terminaría regresando con nuestros padres, pues no tengo más amigos que estos chicos. Me dijiste todo eso y despues reconociste que estabas equivocado ¡Pero ya estaba hecho! ¡Hiciste lo que creías correcto aunque yo te dije que no era así! Aceptas que te equivocas, pero no aceptas que otros tenían razón.

—¡Hago todo esto por tu bien! ¡Hago lo que creo mejor para ti porque de no hacerlo estaría haciendo algo que podría lastimarte!

—¡Y allí está de nuevo! ¡Dices que no eres mi padre pero te comportas como si lo fueras! ¡Te enojas cuando llamo a Hoshi papá pero es lo único que tengo aquí! ¡Hoshi es mi papá!

—¡Por eso tienes que volver con nuestros padres! ¡porque Hoshi ni yo lo somos!

—¡¿entonces porque me dejaste meterme en tu familia si al final no ibas a quererme en ella! ¡Si quieres deshacerte de mi solo dilo! ¡Di que no soy tu responsabilidad!

—No eres...— Su garganta se cerró de golpe y tuvo que carraspear lamiéndose los labios. Junfei estaba mirándolo casi como si lo odiara, y eso estaba calando profundo en su pecho. —No eres mi responsabilidad. No eres mi hijo.

El silencio que hubo despues fue literalmente doloroso. Junfei no dijo nada, se quedó callado observándolo directamente como si esperara algo, pero Minghao había terminado, había dicho todo lo que quería decir y lo que no quería decir. No había mentido, Junfei no era su responsabilidad, era la de sus padres y Junfei no era su hijo, el niño tenía a sus padres lejos y por eso había sufrido tanto. Por culpa de Minghao.

Fue culpa de Minghao apartarlo de sus padres, por eso ahora quería devolverlo con ellos. ¿pero porque ahora estaba siendo tan doloroso?

—No van a ser cinco días.— Dijo JunFei antes de darse la vuelta e irse.

—Ah, Hao...Fei...— jun por fin se acercó. —Hao...— Jun lo abrazó y solo así Minghao se dio cuenta de que estaba temblando, y lloraba, lloraba por alguna estúpida razón. Ah, era un dolor de cabeza llorar así. Abrazó a Jun con tanta fuerza que dolió. —Está bien... él no lo entiende ahora, está confundido y asustado.

—¡Solo intento que tenga una jodida familia normal! ¡¿eso es tan malo!?

—No. No lo es, pero para él su familia normal es así... Está asustado de que cambie, pero estará bien.— Jun lo consoló. —Va a estar bien...

—También piensas que estoy equivocado...

—Pienso que haces todo lo posible para que él esté bien, porque lo amas.

—¿y si me equivoco? ¿y si lo arruino?

—No lo sé, Hao.— Jun se apartó un poco para mirarlo y despues le sonrió dándole un pequeño beso en la frente. —Lo siento, supongo que es un miedo que tienes que afrontar.

¿nunca has tenido a alguien así, papá? ¿Qué sea tu otra mitad?

Tomó aire y asintió apartándose por fin de Jun. Tenía que regresar con Hoshi y los demás, así que solo se despidió de él y lo dejó ir. Dio un largo respiro dando varios pasos hacia atrás.

Cuando llegó con Hoshi todos estaban distraídos observando los ventanales esperando el avión de Junfei, aunque claro ellos no sabían que aun faltaba una hora para el despegue. Sonrió un poquito y se acurrucó con Hoshi sintiendo su abrazo. Su alfa lo calmó un poco más, lo hizo sentir reconfortado y seguro. Amaba a Hoshi, pero cuando pensó en las palabras de Samuel sobre su otra mitad no pensó en él. Lo amaba y era su alfa, tanto que Minghao estaría dispuesto a ser marcado por él, pero era un poco distinto.

Quizás Junfei se sintiera un poco similar respecto a sus padres. O algo así. Como fuera.

Pasaron cuarenta minutos esperando a que el avión despegara.

—¿Qué hace el tio Jun aquí?— Preguntó Jisoo.

Minghao suspiró con fuerza. Claro, no iba a ser tan fácil.

Todos estaban buscando a un niño de diez años extraviado cuyo avión saldría en quince minutos. Esto no podía ser más caótico, aunque Minghao lo había planeado bien... o no tan bien, si, estaba un poco equivocado al respecto. Aun así dejó que los demás dieran vueltas buscando al cachorro, incluso Hoshi lo hizo estando al borde de un infarto, su alfa estaba casi desesperado buscando por el cachorro, y aunque Samuel quería ayudar Seungkwan tuvo que llevarlos al auto a todos para no perderlos de vista.

Entonces Minghao solo esperó, y olfateó el aire sin necesidad de caminar en círculos por varios minutos hasta que perdiera el vuelo, solo olfateó y siguió el aroma dulce y picante que conocía bastante bien. No tardó mucho en encontrarlo, el niño era astuto y se había escondido bien, solo eso, pero no había ido lejos. Solo se escondió, así que Minghao se metió en su escondite entre los pasillos y se sentó a su lado en silencio.

Ambos se quedaron en silencio mirando a la pared. Y cuando faltaban diez minutos Minghao suspiró. Esta vez no iba a gritar, no iba a exponer más ideas o ocultar su verdad detrás de falsas excusas, esta vez solo sería honesto y hablaría.

—Me fui de casa cuando tenía un par de años más que tú.— Habló sin mirarlo, sabiendo que Junfei lo escucharía. —Me fui junto a Jun, tomé un avión y solo me fui.

—Mientes. Todas las notas dicen que tenías el permiso de nuestros padres.

—Las notas son las que mienten. Yo no tenía ningún permiso.— Respiró profundo. —No los vi por años convenciéndome de que tenía que ser algo bueno para volver. Dije e hice cosas que hirieron a mamá y papá y me sentía culpable. Por eso no quería volver a enfrentarlos.

Miró a su hermano y este alzó un poco los ojos hacia él, el niño estaba sentado abrazando sus piernas, fingiendo ser una bolita, y Minghao estaba a su lado con las piernas extendidas, observando la pared. Había crecido tanto ¿Cuándo pasó?

—Aun si es así... Entonces deberías comprenderme.

—Lo hago.— Suspiró. —Perdí años que no voy a recuperar nunca. Deje a mis padres porque pensé que estaba haciendo lo mejor para mi, y no sé si lo era, pero estoy seguro de algo... No quería hacerte lo mismo.

—No me estás haciendo lo mismo...

—Fei, te aparte de tus padres sin quererlo, te traje a vivir conmigo, me comporte como tu padre y dejé de lado a los tuyos nuevamente. Sé que quieres quedarte conmigo y Hoshi y Samuel, pero también tienes otra familia que te ama y espera, pero ellos no dirán nada porque sienten que eres más feliz así. Junfei, tus padres tienen tanto miedo de lastimarte porque yo me fui dejándolos atrás. Tienen miedo de que tú seas infeliz por su culpa porque piensan que yo lo fui.

—No soy...

—Yo también tenía miedo de que lo fueras.— Respiró profundo. —Tenía miedo de que te arrepintieras tanto como yo en un futuro... y de que me odiaras por eso. Sé que no soy tu padre, pero te amo tanto como mi hijo, y eso me hace recordar que no lo eres. Eres mi hermano, fei, y yo no debería apartarte de tus padres.

El silencio y la quietud que hubo por los eternos segundos en los que ninguno se movió se rompió en un instante, Junfei se arrastró hacia él, se acurrucó a su lado y Minghao lo abrazó con fuerza olvidándose de no llorar frente al cachorro. Claro que se comportaba como un padre, porque Minghao sentía a Junfei como a uno de sus hijos y eso no era justo para sus padres, sus padres que estaban temerosos de repetir los errores y querían que Fei tuviera una vida feliz lejos de todos los problemas que tuvo que pasar Minghao.

Sus padres amaban a junfei, no había duda, lo extrañaba y claro que lo querían de vuelta, pero estaban viendo por el bien del cachorro, y de alguna manera por el de Minghao, Minghao que había tomado a Fei como suyo cuando no lo era.

—Si me voy... tengo miedo de no ser de tu familia, Hao. Mis padres nunca dejarán de ser mis padres, pero ustedes no tienen porque ser mi familia.

Minghao sonrió besando la cabeza del cachorro.

—Soy tu hermano, llorón. No voy a dejar de ser tu familia.

—¿pero que hay de los demás? De tio hui, tio han... Jeongkwan, Woozi... de todos ellos... Si me voy ya no seré parte de su familia.

Respiró profundo el aroma picante de Fei.

—Así como nuestros padres siguen siendo nuestros padres aunque estemos lejos... ellos seguirán siendo tu familia. No te preocupes por eso. Pero haremos un trato...— Murmuró. —Si intentas vivir con nuestros padres y al estar allá consideras que ese no es tu lugar... dejaré que vayas a donde consideres tu lugar... tu casa ¿está bien?

Hubo un corto silencio.

—¿aun si es contigo?

—Si. Aun si es conmigo.

Lo escuchó respirar por varios segundos hasta que el cachorro asintió entre sus brazos. Minghao lo abrazó con fuerza dándole un beso más, apreciando su aroma conocido y amándolo profundamente. Si su padre pensó en algún punto de su vida que Minghao no amaría a su hermano entonces esta era la mayor muestra de lo equivocado que estaba.

Dejarlo ir era una muestra enorme, por que en realidad Minghao no quería soltarlo, no quería dejarlo irse en ese avión, no lo había querido desde que planeó el viaje, y estuvo convenciéndose todo el tiempo de que eran solo cinco días para dejarlo irse.

Ahora tenía que soltarlo y dejar que él mismo decidiera.

Faltando cinco minutos Junfei abordó el avión.

Minghao no veía ningún lobo blanco en el cielo, ni sabía a que demonios se referían los niños que continuaban apuntándolo, y no era el único, Wonwoo entrecerraba los ojos y limpiaba sus lentes a cada momento y Hoshi incluso llegó a ponerse de cabeza para verlo, pero Woozi si lo vio y Seungkwan igual, entonces supuso que era una especie de campanita que solo podían ver los niños que creyeran en cuentos de hadas, porque Minghao no veía una mierda.

Hacia frio, era de noche, y llevaban media hora mirando a la luna esperando que el desgraciado lobo blanco pudiera verse. Hoshi se había cansado y se había dormido de pie recargando su mejilla sobre su hombro, abrazándolo para no caerse mientras Minghao continuaba buscando en el cielo, en ese punto encontraría más rápido un ovni que el dichoso lobo. Aun así los cachorros y Woozi estaban divirtiéndose.

Era un poco gracioso.

Su vista recorrió los rostros emocionados o cansados de los demás, pero se detuvo en Samuel que estaba muy callado observando el cielo. Samuel había estado muy callado esos días, muy triste y Minghao lo comprendió, intentó darle su espacio e intentó darle el consuelo que pidiera, al final solo dejó que Sami decidiera si ser consolado o no. Hoshi era diferente, Hoshi lo había abrazado y consentido como una doble terapia, una para Samuel y otra para el mismo Hoshi que también estaba triste.

Como que Hoshi admitía más libremente que Junfei era su segundo hijo. Y había dicho que su hijo estaba de viaje cuando le preguntaban al respecto.

Se colocó a lado de Samuel silenciosamente mirando al cielo, intentando encontrar al lobo blanco que todos decían.

—Junfei también está mirando al lobo blanco ahora. — Dijo Samuel casi de la nada aun con los ojos arriba. —Dice que también se ve desde la casa de los abuelos. Me mandó una foto, bueno, a papá. Creo que si estamos viendo al mismo lobo.

Minghao sonrió.

—La leyenda dice que el listón blanco guio de vuelta al lobo a su hogar.— Habló tomando el celular de Hoshi y viendo las fotografías que Junfei había mandado, sus padres se veían felices, sonreían en todas las fotos, y Junfei tenía las cejas azules. Bonito. —La luna lo ayudó a volver.

—Aunque nunca se explica si llegó o no.

—No, no se explica.

—¿y si el lobo no alcanzó a llegar a casa? Sabía donde estaba su casa, y caminó hacia ella con el listón blanco, pero nadie sabe si murió en el camino y no pudo llegar... siempre me pareció muy triste esa parte de la historia.

—Bueno, es una parte que tú terminas. Tú decides si el lobo llegó o no a su casa. Ese es el punto.— Volvió a mirar el cielo. —A mi me gusta pensar que si llegó.

Samuel se quedó callado unos segundos más.

—Creo que hubiera sido mejor que su manada fuera por él y lo ayudaran a llegar. El listón tenía dos lados, si su manada seguía uno de ellos entonces lo habrían encontrado... entonces si llegaría... porque no creo que lo haya hecho solo.

Sonrió extendiendo su brazo para abrazar a Samuel y darle un suave beso en la mejilla. A veces su hijo pensaba demasiado las cosas. Pero era bueno, Samuel tenía sus propios pensamientos y eso estaba bien. Miró de nuevo el celular y el mensaje de Junfei estaba allí.

"¡Ya lo encontré! No lo veía pero creo que lo encontré."

La foto que llegó era una de un cielo estrellado y una luna brillante con un circulo rojo y flechas señalando el lugar. Minghao alzó el celular para comparar la imagen con el cielo haciendo trampa para encontrar al lobo blanco. Y cuando lo hizo sonrió.

—Así que allí estaba...— murmuró. —Bueno, tardará diez años en volver a aparecer, así que hay que verlo todo lo posible...

—¿Ya lo viste?— Preguntó Samuel.

—Sí, Junfei me mostró donde.

Bajó la mirada solo para escribir un mensaje.

"Te extraño, Fei."

La respuesta llegó inmediata.

"También yo Hao"

Solo cinco días y se sentían una eternidad. Se burló de si mismo solo para volver a mirar al cielo.

Si, definitivamente el lobo había encontrado su hogar. Aunque con un poco de ayuda.

—Hoshi.— Su alfa despertó un segundo. —Consigamos una casa y obliguemos a mis padres a vivir con nosotros.

—¡Diez años para que lo pidieras! ¡Me dolía la espalda de tantos viajes!

Diez años si se sentían una eternidad.



...

La razón por la que no pongo edades; siempre me pierdo. Tuve errores con las edades de los cachorros, pero no voy a complicarmela más, así se quedan.

Ya nada más falta un extra ; ;

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