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Capítulo 7.2

Sojeong, su hermana mayor, era una beta preciosa que solía ser un poco demasiado estricta y siempre se concentraba en su trabajo desde que consiguió uno, ella apoyaba con los gastos del hogar, cuidaba de su madre y se aseguraba de esconder de vez en cuanto a JinSeol de Seo MinSook. Por suerte no se había encontrado aun con MinSook, porque tanto su madre como sus hermanos consideraban que esto podría afectarla a ella. Pero en ese punto Seungkwan necesitaba arriesgarse un poco.

—¿Tenías mucho trabajo?— Preguntó Seungkwan a su hermana en cuanto se subió al auto. Ella estaba al teléfono, pero colgó.

—Demasiado. Estoy harta.— Se quejó ella encendiendo el auto y comenzando a manejar. —Pero está bien, venir por ti es mejor que lidiar con mi jefe.

Seungkwan le sonrió observando la escuela Pledis alejarse poco a poco. Le había pedido a su hermana mayor que fuera por él, que pidiera un permiso de un día bajo el nombre de su madre y que solo lo sacara de allí para llevarlo a cierta dirección que tenía anotado en un pedazo de papel. Ella aceptó, para su sorpresa aceptó tan rápido que Seungkwan apenas tuvo tiempo de escaparse de sus demás clases.

—¿Cómo está mamá?

—En casa según JinSeol, esa bruja no la deja de seguir, la vigila todo el tiempo.— Sojeong suspiró con fuerza. —Mamá pensó que metiéndote a esta escuela iba a ocultarte de Minsook, pero esa bruja está en todos lados.

Seungkwan suspiró bajando la cabeza. Se sentía levemente culpable de que MinSook estuviera allí, en sus vidas, aunque sabía que no era su culpa y que de cualquier forma ella terminaría encontrándolos, la única razón por la que no los encontró antes fue porque no tenía interés en ello. Miró a Sojeong y apretó los labios queriéndose disculpar con su hermana, pero esta lo regañaría de inmediato aclarándole por milésima vez que no era su culpa.

—Si te llevaras lejos a mamá...

—Ni se te ocurra mencionarlo.— SoJeong apenas lo miró. —Esa mujer está loca, si intento esconderlos ahora a los tres terminará por encontrarlos a todos. Y no pienso llevarme a mamá y dejarlos a ustedes con ella. Solo espera un poco, cuando tenga los ahorros suficientes contrataré un sicario y...

—¡Sojeong!

Sojeong hizo un puchero.

—Bien, cuando tenga los ahorros suficientes nos iremos de aquí, muy lejos de ella.

Seungkwan suspiró sabiendo que era mucho más fácil decirlo que hacerlo, no tenían dinero desde que Minsook se apoderó de él, vivían con el día a día mientras que la alfa pagaba las cuentas del hogar asegurándose que no tuvieran los suficientes ahorros como para hacer un gasto grande o algo parecido. Era desesperante tener todas sus tarjetas cortadas y el efectivo contado, la único que podía tener dinero era Sojeong, quien tuvo que mudarse a un pequeño departamento para que MinSook no se atreviera a tocarla.

SoJeong vivía sola, cuidaba de su madre desde lejos, apoyaba con los gastos del hogar, escondía de vez en cuando a JinSeol y ahora ayudaba a Seungkwan a escaparse un momento de la escuela Pledis. Demasiado trabajo para una sola persona que también intentaba ahorrar para huir de una mujer que podía comprar la vida de todos.

—Extraño nuestra casa.— Balbuceó Seungkwan.

—Yo también, Kwannie... si papá estuviera aquí...

La frase quedó incompleta.

Se despidió de su hermana cuando bajó del auto, regresaría a la escuela Pledis de otra forma que ya tenía en mente. Estaba atardeciendo y sabía que para esa hora los chicos ya se darían cuenta que no estaba allí, les había dejado una nota con Byul que quizás notarían despues, cuando fueran a su habitación. Se sentía un poco mal por no haberles dicho antes pero todo fue tan rápido que se olvidó por completo.

Miró la pequeña hoja de papel y dio un largo suspiro. Bien. Tenía que hacerlo.

El aroma de la ciudad, de los callejones, de las tiendas alrededor, de las tuberías, todo el aroma de los edificios, todo, era un dolor de cabeza, su nariz ardía y era casi incapaz de ignorarlo sin importar cuantas veces lo intentara, así como intentó ignorar el aroma de Jeonghan y Woozi, porque no quería invadir la privacidad de nadie. Pero fue jodidamente obvio cuando Woozi no dejaba de llamar a Jeonghan con una necesidad constante y casi obsesiva.

Seungkwan sabía que Minghao iba a dejar pasar el tema hasta que Woozi saliera de su celo, porque el chico estaba tan frágil y confundido que no entendería palabras ni razones.

Tocó cuatro números en un pequeño aparato que soltó un pitido. El edificio frente a él era grande, pero no tanto como los de alrededor, era algo viejo pero bonito y las puertas no se abrían a menos de que alguien diera el acceso o tuviera una llave. Escuchó la puerta abrirse y entró en silencio observando de nuevo el papel.

Caminó por las escaleras subiendo hasta el piso tres y pasó por el largo pasillo deteniéndose en la puerta nuero 3C. Tocó con calma y dio un paso atrás esperando a que la abrieran. Tomó un par de segundos. Muchos segundos.

La puerta se abrió y Seungkwan mostró una gran sonrisa.

—Hola.— Saludó. —Hola, cachorra.

—¿Qué haces aquí?— Preguntó Mingyu tomándolo del brazo para que entrara. Llevaba a la cachorra en brazos —Es... ¿Cómo llegaste?

Jeongkwan extendió sus brazos hacia Seungkwan soltando pequeños gritos alegres, así que Seungkwan la tomó en brazos meciéndola con cariño. La cachorrita era adorable, siempre sonriendo y casi nunca lloraba, de vez en cuando daba pequeñas mordidas porque sus dientes comenzaban a salir, pero nada que un juguete no pudiera solucionar.

—¡Boo!— Gritó la pequeña abrazándolo. Al parecer era mucho más fácil llamarlo así. Y Seungkwan amaba ser llamado así.

—Le pedí a mi hermana que me trajera.— Explicó observando el departamento. Todo estaba limpio y en orden. —Te he dicho que Jeongkwan no necesita zapatos.— Y le quitó los zapatitos a la bebé.

—Pero ya camina y... podría lastimarse si no los lleva.

Seungkwan miró la alfombra, estaba limpia y no había nada con lo que pudiera lastimarse, Mingyu solo estaba siendo paranoico. Solo estaban ellos.

—¿donde está?— Preguntó mirando alrededor.

—¿ah? ¿Quién?— Mingyu se estiró. —No imagine que vinieras, así que no prepare algo para cenar, puedes darme unos minutos y lo tendré listo.— El alfa desapareció en la cocina, pero aun así Seungkwan era capaz de escucharlo. —Despues podrías explicarme que haces aquí, no me molesta, pero es bastante raro.

—Solo vine por hoy, planeo regresar en unas horas.— Explicó mirando cada detalle del lugar, había fotografías de Jeongkwan, solo de Jeongkwan porque ni Mingyu ni Wonwoo podían aparecer con ella aun.

—¿Cómo está Wonwoo? ¿Por qué él no vino? Ah... Jeongkwan está molesta con él y Jun, piensa que no quieren verla. Cuando Wonwoo se fue despues de quedarse unos días ella lloró.

Seungkwan sonrió para la cachorra que estaba apuntando a uno de sus muñecos en el sillón. Seungkwan se acercó hasta él y se lo dio con cariño observando como la niña lo ponía casi en su rostro, mostrándolo. Lo vio con más atención.

—Papá.— Dijo la cachorra volviendo a alzar al muñeco. Era un gato gris. Despues ella apuntó a otro peluche. —Pa.— un perrito. —Boo.— Y ella apuntó a algo más, Seungkwan tuvo que dejarla en el suelo porque ella comenzaba a retorcerse. Jeongkwan corrió buscando otro peluche, y volvió con un osito. —Boo.

—Wonwoo está un poco ocupado... él ha estado en un montón de castigos pero está bien.— Explicó mientras se sentaba acomodando los muñecos a su alrededor. Jeongkwan comenzaba a llenarlo de ellos. —Los alumnos de primer y segundo año lo aman.

—Udi.— Jeongkwan dejó sobre las piernas de Seungkwan un peluche de una tortuga. —Hannie.— Y dejó otro de un ángel corriendo hacia otro lado. —Hao.— Arrastró un dragón hasta Seungkwan.

Seungkwan abrazó a la cachorra cuando ella cayó entre sus brazos despues de arrastrar al dragón. Se veía adorable y era encantador saber que Jeongkwan los sentía allí a pesar de no verlos todos los días. Ella volvió a levantar y corrió hasta otros peluches comenzando a buscar.

—Wonwoo es bastante guapo, así que no me sorprende que les guste a todos.— Rió Mingyu desde la cocina. —Y también es lindo.

Mingyu hablaba con tanto amor y su aroma era tan dulce que Seungkwan solo pudo sonreír. La forma en la que Mingyu amaba a Wonwoo era adorable, casi inocente en ese momento, olía como las parejas que habían durado toda una vida amándose. La pequeña Jeongkwan volvió a él, llevaba un curioso peluche entre sus manos que parecía ser una nutria, ella lo alzó en su rostro.

—¡Channie!

La sonrisa de Seungkwan se desvaneció. Incluso ella lo llamaba así.

Giró hacia la puerta percibiendo el aroma acercarse. Sus ojos se abrieron con sorpresa a pesar de que Mingyu continuaba hablando desde la cocina. Reconocía el aroma. Reconocía que estaba cerca y era una avalancha de emociones. Se puso de pie con la nutria entre las manos y dio torpes pasos hacia la puerta. Su corazón latía.

Alguien abrió.

—¡Dino...!

—Chan.— Corrigió Jeonghan. Jeonghan estaba allí. —Su nombre es Chan.

Jeonghan se alejaba mucho. Casi corría detrás de él para alcanzarlo, lo tomaba de la mano y despues Jeonghan volvía apartarse dejándolo allí, y era un dolor de cabeza. Woozi sabía lo molesto y empalagoso que estaba siendo, casi sobre la espalda de su omega sin dejarlo respirar ni un segundo, incluso lo siguió hasta el baño. Pero no quería apartarse, necesitaba estar a su alrededor, necesitaba su aroma y necesitaba tocarlo, ya era suficiente con no poder besarlo como para soportar no tocarlo ni un poco.

Minghao y Wonwoo ya lo habían notado, así que no importaba... ¿Dónde estaba Seungkwan? Lo vio en la primera clase, y se suponía que se reencontrarían cuando fuera la clase de Hoshi, pero esa ya había pasado y Seungkwan no había aparecido. Entonces esperó a la hora de comida para ir directamente a su habitación, aunque de cualquier forma tenían que ir allí para hablar con Seokhwa.

—Jefe, no quiero molestar pero si no te separas de Jeonghan un centímetro pensaré que te cosiste a él.— Dijo Wonwoo.

Intentó apartarse, pero su mano aun sostenía la de su omega.

—Wonwoo, ve con Kyungsoo y ayúdalo en lo que necesite.— Pidió Jeonghan con la voz tan amable que Woozi quiso acurrucarse en él. —Te buscaré despues de hablar con Seokhwa y Seungkwan.

—Está bien, pero no traigas a tu sanguijuela, cuando vuelva a ser el jefe que venga.— Dijo Wonwoo antes de darse la vuelta y correr por el pasillo.

Podría sentirse apenado, pero no le importó, quería estar junto a su omega tanto hasta tener su aroma muy profundo dentro de él. Minghao se adelantó abriendo la puerta y entró a la habitación, Seokhwa estaba allí, sentado sobre su escritorio pareciendo estudiar, los miró de golpe y se apresuró a saludarlos con una amable sonrisa, ni siquiera se quejó de como habían entrado sin permiso de nadie.

—Lo sentimos, Seokhwa, pensamos que Seungkwan estaría aquí.— Jeonghan se apresuró a disculparse.

—Seungkwan salió.— Dijo Seokhwa y señaló la cama de Seungkwan. —Dejó una nota.

Minghao la tomó de las pequeñas manos de Byul.

—Tengo asuntos pendientes, volveré durante la noche. ¿Qué asuntos?

Tanto Jeonghan como Jihoon se encogieron en hombros, la nota era demasiado corta como para comprender del todo ¿se iba de la escuela? ¿Por qué no les dijo nada? Woozi intentó pensar en una respuesta lógica pero su cabeza estaba tan llena como vacía, no podía entrar nada nuevo en ella pero tampoco podía pensar claramente. Se inclinó junto a Jeonghan queriendo hundir su rostro en su cuello, como en esa noche.

—¿sabes algo, Seokhwa?— Preguntó Jeonghan mirando al chico quien pareció pensarlo. —Creo que alguien lo visitó ayer... ¿sabes quién era?

—Oh... ayer...— Seokhwa titubeó, tímido y pequeño. —Lo escuche discutir muy fuerte con alguien...creo que su nombre era Chan, o Dino, Seungkwan no dejaba de decirle Dino aunque el chico decía llamarse Chan. Tuvieron una pelea y el chico se fue.

Oh. Woozi abrió los ojos con sorpresa. Chan había estado planeando presentarse ante Seungkwan tanto tiempo que no imaginó que sería tan pronto, de cualquier manera ¿Por qué pelearon? ¿no era algo bueno para Seungkwan? Woozi intentaba acomodar sus pensamientos mientras se aferraba al brazo de Jeonghan. Wonwoo tenía razón, estaba actuando completamente distinto, y aunque quería volver a ser normal también sentía la constante necesidad de tener a Jeonghan entre sus brazos.

—¿discutieron?— Preguntó Minghao. —¿Por qué?

—Al parecer porque Seungkwan no dejaba de llamarlo Dino... no estoy seguro, no podía escuchar bien tras la puerta y pensé que sería grosero...

—Debe ser por eso que Seungkwan le pidió la dirección de Mingyu a Wonwoo...— Balbuceó Minghao y tanto Jeonghan como Woozi lo miraron. —Los escuché al final de la clase de Park.

—Fue a buscar a Chan.— Concluyó Jeonghan. —Pero... ¿Por qué lo llamaba Dino aun despues de que se presentara como Chan?

El rostro preocupado de Jeonghan hizo sentir mal a Woozi, quería abrazarlo. Quería hundir su rostro en su cuello y desaparecer por horas hasta que se sintiera bien. Sacudió un poco la cabeza intentando concentrarse, convenciéndose que no era el momento para que su maldito celo tomara partido en la situación. Tenía que controlarlo.

—Ese chico... estaba llorando cuando salió.

Jeonghan dio la vuelta de golpe y Woozi estuvo a punto de caer, su omega caminó tan rápido que tanto Seokhwa como Minghao miraron curiosos mientras se alejaban. Minghao comenzó a seguirlos, el pasillo casi desierto porque los alumnos preferían estar en sus habitaciones o en las salas de Hyejin para huir de los uniformados.

—Jeonghan.— Lo llamó Woozi obligándolo a detenerse. —¿A dónde vas?

—¡A buscar a Seungkwan y a Chan!— Jeonghan alzó la voz. —Chan... Chan estaba tan nervioso y asustado de presentarse con Seungkwan y... por eso ayer Seungkwan estaba tan triste, por eso las palabras del Mayor... Ellos son un par de... Chan no merece esto.

—¿merecer que?— Preguntó Minghao llegando hasta ellos. —¿Qué planeas hacer?

—No merece lo que Seungkwan y el mayor hacen. Es injusto. Necesito verlo.

—No.— Mencionó Woozi tomándolo de la mano. —Tenemos que hablar con Seokhwa...

—Ustedes hablen con Seokhwa. Yo iré por Seungkwan.— Jeonghan apartó la mano de Woozi, y se sintió casi perdido. —Estaré bien. Le pediré ayuda a Hoshi.

—No confiamos en Hoshi.

—Minghao lo hace, así que también confiaré en él.— Dijo Jeonghan mirando alrededor. —Regresen con Seokhwa, prometo estar de regreso en la noche.

—¿sabes que es una idiotez?— Preguntó Minghao. —Seungkwan es bastante mayor como para...

—No lo hago por Seungkwan.— interrumpió Jeonghan. —Solo... Tengo que irme...

Jeonghan dio la vuelta para comenzar a caminar, sin embargo Woozi lo sostuvo con fuerza, su corazón casi despegándose de su pecho negándose a soltarlo. En otra situación dejaría ir a Jeonghan, porque sabía que Jeonghan era capaz de cuidar de si mismo y tomar sus decisiones, quizás lo mandaría con alguien más, como Seungcheol o Wonwoo, o Minghao. Pero en ese momento no lo hacía por él.

No quería apartarse de su omega.

Lo miró en silencio sin soltarlo, sus ojos clavados en los azules mientras apretaba los labios y deseaba hundirse en el cuello de su omega, esconderse. Sabía que era bastante obvio, y no le importaba. Quería estar con Jeonghan y pegarse a su piel.

Su omega soltó un suspiro bastante audible y se giró quitándose el listón del cuello, desenredándolo y revelando las marcas en ese lugar bastante notorias y recientes, tanto que si no hubiera estado en su celo las cubriría rápidamente para que nadie más las viera. Jeonghan se quitó el listón y lo colocó alrededor de Jihoon, el aroma a vainilla impregnándose en él. Respiró profundo.

—Regresaré tan pronto como pueda.— Le dijo Jeonghan mirándolo a los ojos. Y se acercó a besarlo importándole nada estar en el pasillo.

—Que extraña forma de invitarme a un trio.— Dijo Minghao quizás para separarlos. —Vámonos antes de que alguien los vea.

Se apartó de Jeonghan y por fin lo soltó, dejando que se fuera entre los pasillos con la cabeza nublada. No podía pensar bien, pero el listón de Jeonghan lo hacía sentir mucho más calmado que antes, sabiendo que su omega regresaría pronto. Estarían juntos y...

No debió dejarlo ir. Su parte lógica comenzando a funcionar.

"Bohyuk..." Juró escuchar de Jeonghan en el pasillo, pero era tarde porque Minghao lo arrastraba de regreso a la habitación de Seungkwan.

Detestaba su celo.

Bohyuk conducía como un jodido desquiciado. El auto rebotaba y Jeonghan estaba seguro de que las piezas se golpeaban entre sí, escuchaba algo dentro rechinar y menearse cada vez que daban la vuelta o aceleraban. El maldito alfa incluso se pasó dos altos y casi choca al meterse entre los demás autos al llegar a la ciudad. Pero eso no era lo que más le preocupaba. Le dolía el cuerpo, y no podía quejarse.

El auto brincó ante un bache y Jeonghan casi prefirió salir por la ventana antes que aterrizar de nuevo en el asiento, pero lo hizo, y soltó un largo gemido doloroso que hizo a Bohyuk girar.

—Lo siento, nunca había tenido en el auto a alguien más frágil que Wonwoo.— Se burló el alfa.

Jeonghan se arrepintió de haberle pedido ayuda. Bohyuk fue un golpe de buena suerte, lo encontró mientras Seokmin lo encaminaba por los pasillos y solo lo arrastró con él. Se lanzó al interior del feo y viejo vehículo y le dio la dirección esperando llegar pronto. Bohyuk tan solo comenzó a manejar, sin pedirle nada a cambio, ni siquiera una explicación, y era por eso que Jeonghan no se sentía con el derecho de quejarse, ni siquiera porque el interior del auto oliera a comida caducada y basura.

—No importa.— Mintió. El coche volvió a saltar y esta vez soltó un quejido más grande.

—Vamos, Jeonghannie, no puedes ser de cristal.

—Nunca consigas un omega, vas a romperlo.— Balbuceó sosteniéndose del auto.

Bohyuk soltó una carcajada mientras giraba de forma brusca. Jeonghan intentó no vomitar, no solo era el hecho de que el alfa conducía terrible, era el dolor de su cuerpo, el olor a basura, y la sensación de que había dejado a su om...a Woozi solo, mientras este se sentía necesitado y abatido. Quería regresar cuanto antes para calmarlo y decirle que todo estaría bien. Pero necesitaba ver a Chan.

—Mi hermano es un omega.

—Tu hermano es enorme.

—Si, pero tu endemoniado amigo es compacto y dudo que se vaya a romper por algo así.

Woozi. Jeonghan miró a Bohyuk. Su omega podría no parecer frágil, pero aun así debía ser tratado mejor que otros.

—Jihoon no es "endemoniado".

—¿bromeas? Parece que en cualquier momento saltará sobre alguien y le quebrará el cuello. Da miedo. Me pregunto qué tipo de alfa tendría un omega similar. Con Wonwoo... bueno, él tiene a Mingyu, quien mide casi dos metros pero en realidad es un llorón, no puedo imaginar nadie para tu amigo.

Ah. Jeonghan clavó sus ojos en el parabrisas, observando los edificios pasar mientras se oscurecía poco a poco. ¿Qué clase de alfa merecía Woozi? Alguien bueno, capaz de escucharlo, con paciencia y cariñoso para que pudiera darle a Woozi lo que este no podía pedir en voz alta. Alguien que cuidara de él, pero que también le diera libertad y confianza. Alguien bueno, amable, cuidadoso, alegre...

Definitivamente Seungcheol.

"Te amo, te amo, te amo..."

Quiso responderle, pero...

—Por suerte no tienes que imaginar nada. Jihoon ya tiene un prometido.

—El que sea su prometido no significa que se quieran. Créeme, Jihoon parece incapaz de amar.

Llevó una mano hasta su cuello, había estado ocultando las marcas desde que se quitó el listón, sabía que eran obvias y visibles, por lo que arregló su uniforme para que nadie pudiera verlas. Ahora que recordaba que estaban allí sentía su piel picar. Woozi había hundido tantas veces su rostro en el cuello de Jeonghan que ahora sentía su falta, como si hubiera desprendido una de sus partes. Le recorrió un escalofrió.

—No lo conoces. Y no quiero que lo hagas.

El auto se detuvo de golpe y Jeonghan casi salió volando, cuando regresó a su asiento soltó un pequeño grito de dolor y no pudo contener la mueca en su rostro. Le. Dolía. Todo. El. Jodido. Cuerpo. Detestaba que a Woozi no le doliera nada tanto como a él ¿no pudo haberse lastimado un poco? Jeonghan casi se colgó de su cuerpo, debería de estar igual de adolorido.

—¿no fue él con quien bailaste el año pasado?— Preguntó Bohyuk apuntando a una persona que caminaba cerca de los edificios. Llevaba varias bolsas de compras, y caminaba con calma. —No recuerdo el nombre.

—Chan.— Se apresuró a decir bajando del auto. Casi saltó de él. —¡Chan!

Chan giró, sus ojos muy abiertos.

—¿Hannie?

Y Jeonghan corrió hacia él, abrazándolo en cuanto llegó.


.


Seungkwan parpadeó varias veces ¿Qué demonios estaba haciendo Jeonghan allí? No había sentido su aroma, sintió uno similar al de Wonwoo pero lo pasó por alto, percibió el de Dino, pero no el de Jeonghan. Dio un paso hacia atrás y escuchó a Jeongkwan balbucear y apartarse, ella quizás llamando a Mingyu quien se asomó desde la cocina.

—Hannie.— Llamó la cachorra.

—Hola, linda.— Respondió Jeonghan entrando por fin, cerrando la puerta detrás suyo.

—¡Ah!— Casi gritó Mingyu —¿Qué haces aquí? ¿Por qué no vinieron juntos?

Mingyu era pésimo para leer las situaciones. Jeonghan no estaba feliz, pero Seungkwan aún no podía detectar su aroma, aun teniéndolo enfrente, era como si el omega estuviera suprimiendo algo en él, ocultándose de Seungkwan y haciéndose casi imposible de leer. No importaba cuanto inhalase o buscara en Jeonghan, simplemente no había nada. Era mucho peor que Minghao. Y si no podía detectar ninguna emoción en el omega entonces tampoco podía replicar su aroma y responder. Estaba indefenso.

—¿Qué haces aquí?— Preguntó Seungkwan.

—Vámonos.— Jeonghan señaló la puerta. Su postura impecable, y sus ojos azules tan profundos en él. —Te llevaré de regreso.

Seungkwan negó.

—Tengo que hablar con Dino.

—Su nombre es Chan. Lee Chan.

Suspiró apartando su mirada. No, su nombre era Dino, como un Menor, pero no iba a discutir eso con Jeonghan, menos cuando la cachorra estaba allí, ahora en los brazos de Mingyu quien se apartaba de en medio.

—Jeonghan... ¿Por qué viniste?— Intentó dejar de dar vueltas, si Jeonghan estaba allí, de esa manera, era por algo. —Esto no tiene que ver con ustedes, esto es... esto es mi asunto.

—¿es tu asunto?— Jeonghan suspiró, algunos mechones rojizos cayendo en su rostro. —Chan no quiere hablar contigo. Así que vine a llevarte de regreso.

¿Qué? Inclinó un poco la cabeza sin entender.

—Tengo que hablar con Dino, no pienso irme sin verlo.

—Su nombre es Chan.— Dijo Jeonghan pareciendo molestarse. —¿Por qué razón quieres hablar con él si ni siquiera respetas como quiere ser nombrado? Su nombre es Chan, se presentó a ti como Chan.

—Jeonghan, este no es tu asunto.

—¡Claro que es mi asunto! ¿Piensas que Chan solo aceptará verte y ya? ¿Que regresará al templo solo porque tú se lo pides? Eso es lo que buscas ¿verdad? Que regrese al templo...

Seungkwan respiró profundo apartando su vista. Tenía que hablar con Dino, quería hablar con él acerca de lo que pasó, y quizás... quizás convencerlo de volver. No solo porque Joshua lo quería así, sino porque era lo correcto, era el camino que Dino se trazó años atrás, y no podía dejar que lo perdiera... no podía dejar que todo se fuera de pronto, porque Seungkwan se sentía levemente culpable de ello.

Dino sería un grandioso menor, aun si no era un Mayor. Ayudaría a las personas que lo necesitaran, respondería a la luna... y guiaría a otros. Dino era una persona tan buena que sería una lástima que solo se desapareciera. Seungkwan jamás debió meterse en su camino.

—Dino es un menor... es un grandioso menor.— Habló empujando sus sentimientos afuera. —él no es como Vernon o Joshua, tampoco como Melody...

—Él no quiere ser un menor. Y sabes que es así.

Algo hirvió dentro de Seungkwan. Entrelazó sus brazos intentando pensar claramente. El aroma de Dino estaba allí, a solo un par de pasos detrás de la puerta, podría pasar a Jeonghan y encontrarlo, explicarlo lo que ocurrió. Se disculparía y podrían hablar con calma de ello.

—Apártate, Jeonghan.— Pidió amablemente. —Necesito hablar con él.

Jeonghan negó.

—No quiere hablar contigo.

Respiró profundo. Nada.

—Jeonghan... Necesito hablar con Dino.

—¡Deja de llamarlo así! ¡Ni siquiera puedes aceptar que su nombre es Chan!

—¡Ya deja de decirlo!— gritó de pronto, como si algo hubiera estallado dentro, una burbuja de enojo y furia que trepó por su cuerpo hasta explotar. —¡Tú no tienes idea de nada! ¡solo... solo...! ¡Solo déjanos en paz! ¡No todo se trata de ti!

—¡Claro que no se trata de mí! ¡Se trata de Chan! ¡No se trata de tu jodido egoísmo o miedo! ¡Se trata de él queriendo ser algo más que un estúpido menor que está a tu disposición!—Jeonghan gritó, su aroma explotando como una mezcla de amargo y picante. Quemó en su garganta. —¡Chan es una persona!

—¡¿Mi egoísmo y miedo?! ¡¿de qué demonios hablas?— Escuchó a la cachorra jadear, pero no le dio importancia. —¿piensas que hago esto por mi?

—Claro que lo haces por ti.— Estuvo a punto de responder, pero Jeonghan continuó. —La única razón por la que no lo aceptas es porque no quieres decidir, eres un cobarde que desea que todo se quede igual porque eras el único beneficiado.

—¿Cómo podrías saberlo tú? Tú... no sabes nada de ello... No...

—¿crees que no lo sé? Por favor, Seungkwan, Alternas tanto entre Vernon y Chan que parecen juguetes para ti. Te besas con Vernon y despues buscas a Chan, y todo bajo la palabra de que ellos son menores así que no puedes quedarte con ninguno, pero aun así los tienes.

—Yo no juego con ellos... Yo solo quiero que Dino retome lo que le hacia feliz...

—No, tú quieres que Chan regrese a ser Dino para que él no se aleje de ti. Es tan jodidamente obvio, Seungkwan.— Jeonghan suspiró con fuerza. —Si Chan continua siendo Dino estará detrás de ti indefinidamente, si deja de serlo deja de ser tuyo y se vuelve una jodida persona.

—¡No, eso no es...!

—¡No te importa si Chan es feliz o no! ¡Solo te importa ser jodidamente egoísta con él! ¡Solo te importa que si él deja de ser menor no hay nada que te detenga de aceptarlo! ¡Y eso te obliga a escoger! ¡Pero no quieres escoger porque eres un jodido cobarde!

—¡¿yo soy egoísta?!— Gritó, gritó tan fuerte que Jeongkwan se asustó. Mingyu abrazó a su cachorra meciéndola, yendo hasta una de las habitaciones. —¡¿con que maldita cara me dices egoísta a mi?! ¡Tú eres el que es egoísta! ¡Estás aquí, reclamándome, en lugar de estar con tu omega quien te necesita! ¡Lo dejaste aun sabiendo lo frágil que se siente! Pero no te importa porque él es quien te necesita ahora. Tu no.

Jeonghan retrocedió de golpe, su camisa por fin descubriendo las obvias marcas en su cuello, marcas rojizas y un poco amoratadas. Era tan jodidamente sin vergüenza, Woozi le habría dejado claro a Jeonghan que lo necesitaba, pero Jeonghan estaba allí, alejado de él.

—Eso es...— Jeonghan titubeó.

—No puedes reclamarme nada cuando tú eres más egoísta... lastimas a tu omega y a tu hermano, tú tampoco puedes decidirte, no puedes decidir qué hacer y estás aquí reclamándome.

—Woozi no ama a...

—¡crees que solo por eso no los lastimas? Lastimas a tu hermano, pisoteas su dignidad y le mientes todo el tiempo, arrastraste a Woozi contigo y ahora que lo tienes lo haces sufrir. Quieres que tanto tu hermano como tu omega existan solo para complacerte.

—¡Tú jodidamente estás empujando a Chan a una vida que no quiere solo para no aceptar que no puedes decidirte! ¡Estás terriblemente a gusto mientras Chan sufre sabiendo que no lo escogerás a él! ¡Dejó de ser un menor a pesar de ese miedo, y tú solo...! ¡Tú solo quieres que regrese a serlo porque eres un jodido cobarde! ¡Sabes que tienes que darle una jodida respuesta! ¡Dile que vas a amarlo o déjalo ir!

Por un segundo vio la habitación girar, como si diera vueltas. Apretó los dientes y se mantuvo quieto observando los ojos de Jeonghan. Era absurdo discutir con él, tenía que hablar con Dino. Suspiró con fuerza caminando en su dirección, pero tan pronto se acercó a la puerta Jeonghan se interpuso, bloqueando su camino.

—Apártate.— Pidió encajando sus ojos en los de Jeonghan. El omega no se movió. —Jeonghan...

—él no quiere hablar contigo.

Otra burbuja subió por su cuerpo, algo que explotó en rojo, algo feo que se extendió en su cabeza.

—¿Por qué debería escuchar a un omega que se acuesta con el prometido de su hermano, rompiendo su promesa?— Quiso detenerse allí, pero...— Ni siquiera te importan de verdad.— Respiró profundo, y realmente quiso quedarse callado, detener todo. —No los amas.

Se arrepintió al segundo. El rostro de Jeonghan cambió por completo.

—¿acaso eres aquel Seungkwan que temía ser malo?— Jeonghan negó mientras hablaba. —Seo Seungkwan...

Seo.

Seo.

... Seo.

La puerta se abrió detrás de Jeonghan, y Dino apareció allí, tomando la mano del omega y jalándolo un poco hacia él. Seungkwan solo pudo mirarlo, incapaz de hablar, con los sentimientos aprisionándose en su garganta.

—Seungkwan. No quiero hablar contigo.— Dijo Dino.

Y... Jeonghan tenía razón.

Su apellido era Seo.

La cachorra comenzó a llorar, quizás afectada por el mar de feromonas.



...

O-Me-Ga (Primer año)

Jeongkwan era fea. Como un monito, llena de pequeños vellos y arrugada, por más que Wonwoo quisiera verla como una cachorrita preciosa ella era muy fea ¿se iba a quedar así? Claro que la quería, ya había decidido quedarse con ella y cuidarla, y le recordaba un poco a Mingyu, pero ella parecía en serio un monito bebé en lugar de una cachorra. Como que Wonwoo aún no le encontraba lo bonito, pero lo estaba intentando, necesitaba lentes. Quizás.

Wonwoo tampoco podía dejar de temblar cada que la tenía en brazos, como si fuera a tirarla con cualquier movimiento, era fea pero aun así la quería, su pequeña bebé fea, la defendería del mundo siempre, y si alguien más se atreviera a decirle fea entonces Wonwoo lo golpearía hasta acomodarle las ideas.

—Es realmente hermosa.— Dijo Seungkwan inclinándose cerca. —Wonwoo, ella es tan pequeña.

—Si, es bonita.— Sonrió Minghao.

—Es linda.— Murmuró Jeonghan a su lado, casi sentado sobre la cama.

Entonces todas las miradas cayeron sobre Jihoon, quien estaba cruzado de brazos quizás pensando en lo que harían despues, Wonwoo también lo miró con curiosidad.

—Ah...— Jihoon titubeó. —Sí, sí, es... linda.

—¿en serio?— Preguntó Wonwoo inclinándose para verla mejor. —Es un poco fea.

—¡Wonwoo!— Seungkwan se quejó.

—Parece un mono.

—Tú pareces un mono, ella es linda.— Habló Jeonghan y Wonwoo le mostró la lengua.

Hubo un largo silencio.

—Si es un poquito fea.— murmuró Jihoon.

—¡Lo sé! Digo, me agrada, parece divertida y elocuente, quizás es carismática.

—¡Ustedes dos no saben tratar con cachorros!

La queja de Seungkwan no fue suficiente. Jeongkwan era hermosa, por dentro. Quizás. ¿¡porque los recién nacidos tenían que ser tan feos?!

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