Capítulo 4. El Rey (pt.2)
Caminó con prisa entre los pasillos del templo; Jun se encontraba con el mayor, Minghao le había casi ordenado que se mantuviera cerca de él, y Hoshi tenía que encargarse de los tres menores. Si, sería demasiado difícil y Minghao no dudaba que uno saliera de entre las paredes para sorprenderlo, pero mientras eso no pasara seguiría con su propio camino. Su cabeza estaba casi en blanco despues de lo que le había dicho el profesor, por lo que no se detuvo a pensar en los demás chicos, Wonwoo no tenía que enterarse de más mierda y supiera la luna donde estaba Woozi.
Se detuvo en seco cuando escuchó la voz aguda provenir de una habitación, la reconoció al instante porque la joven Melody se había encargado de que todos se grabaran su voz.
—No debes esparcir tus feromonas de omega en el templo, es una falta. ¿Qué esperas recibir? Toda acción espera una respuesta, así que será mejor que lo confieses rápido.— Rodó los ojos cuando llegó hasta el pasillo donde la encontró, y justo frente a ella Seungkwan agachaba la mirada.
Sus ojos se abrieron con sorpresa al ver a su amigo con una mueca casi triste, conflictiva, así que se olvidó un poco de lo que estaba haciendo y se acercó con pasos fuertes haciendo que ambas personas voltearan a mirarlo. Melody frunció más el ceño y se cruzó de brazos dispuesta a reclamar por cualquier cosa que Minghao estuviera haciendo. No le importó, tomó a Seungkwan de ambos brazos y lo jaló cerca.
—¿Qué ocurrió?— Preguntó colocándole las manos en las mejillas, no había llorado ¿entonces porque se veía tan triste?
—Melody está regañándome desde hace quince minutos.— Explicó Seungkwan. Bien.
—No pueden actuar como si ignoraran por completo al templo.— Dijo Melody cruzándose de brazos. —Cada parte de esta estructura está formada con el debido respeto, así que lo menos que podemos dar es...
—¿solo eso?— Preguntó interrumpiendo a la niña. Si hubiera sido alguien más quizás le hubiera puesto un poco más de atención. —¿quieres hablarlo?
Seungkwan bajó la mirada, sus mejillas rojas y a la vez pálidas, Minghao lo abrazó acariciando su cabello y dejó que el omega se acurrucara a su gusto. Melody continuó regañándolos, aun cuando Minghao intentó murmurarle a Seungkwan palabras de alivio que eran más que genéricas porque no tenía una jodida idea de lo que estaba pasando. Solo sabía que Seungkwan parecía realmente triste, y que estaba tan pálido que podría asustarse. Escuchó a Seungkwan inhalar, pero no lo apartó.
—¡Escúchenme ambos!
—¡Melody!— Minghao alzó la voz empujando a Seungkwan casi detrás de él, encaró a la niña. —Sabemos que eres una menor y lo respetamos, pero deja de comportarte como si el templo fuera más importante que las personas en él. ¡Es solo un lugar, un edificio!
Melody abrió la boca con sorpresa como si estuviera ofendida ¡Y es que Minghao estaba cansado de ella! Claro, melody era solo una niña que intentaba hacer su trabajo, pero no los dejaba dar tres pasos sin que estuviera detrás, siempre cuestionándolos y reprendiendo cualquier acción, incluso cuando Seungkwan se veía tan triste y delicado ¡A ella solo le interesaba el jodido lugar! ¿y que si era importante? Sin las personas adentro el templo no servía para nada.
Si el templo servía para acercarlos a la luna entonces que no los alejara más de las personas ¡Porque de lo contrario sería un lugar horrible! De hecho, Melody hacia que fuera un lugar horrible con tantas reglas absurdas. Ah, Minghao en serio prefería la manada de jun antes que toda esa tontería de hablar con la luna. Le gustaba la parte de meditar, odiaba la parte de una niña gritándole que hacer y que no hacer a cada momento.
Cuando Melody cerró la boca su rostro estaba realmente sonrojado.
—Oh... está muy enojada.— Murmuró Seungkwan. —Es mejor irnos.
—¡No estoy molesta en lo absoluto!— Casi gritó Melody. —¡Pero no puedo permitir que excusen sus errores con respuestas absurdas!
Minghao rodó los ojos.
—¿Qué vas a hacer al respecto?— Preguntó Minghao casi retando a la niña. Empujó a Seungkwan un poco hacia atrás tomándole de la mano. No iba a seguir discutiendo. —¡Sea lo que quieras hacer atrápanos primero!
Se dio la vuelta y casi empujó a Seungkwan comenzando a correr, al parecer el chico lo comprendió de inmediato porque le siguió bastante cerca entre los pasillos. No comprendió lo que gritó la menor, pero estaba bastante seguro de que no era nada bueno, y cuando escuchó los pasos de la chiquilla apresurarse poco a poco quiso reír. ¡Ella solo era una niña! Menor o no seguía siendo joven y cualquier chiquillo de 11 años le gustaba correr por cualquier razón.
Cuando Minghao era niño solía escapar todo el tiempo. Corría con sus amigos, corría de sus amigos, corría de su padre y a veces corría con su padre, tenía vagos recuerdos de haber tomado la mano del hombre como había tomado la de Seungkwan y haber corrido con un lugar repleto de tiendas y personas, y recordaba su risa. Recordaba haberse divertido tanto que olvidó todo lo demás, olvidó lo que tenían que hacer en ese lugar y el porque estaban allí, justo como en ese momento.
—¡Ella realmente está siguiéndonos!— Escuchó a Seungkwan alarmado y casi lo soltó. Era gracioso ver el rostro rojo de ambos. —¡Ah! ¡Me pone nervioso!
No respondió, tan solo se metió entre las habitaciones sabiendo que siempre se conectaban con otras, y aun si se metían a una equivocada estaban cerca de perder a la Menor, de hecho, entre los pasillos ya no eran capaz de verla, se había quedado tan atrás que Minghao tuvo que dar una vuelta completa para comprobarlo, pero no se detuvo, corrió aun de espaldas realmente divertido de la situación. Sonrió tanto que sus mejillas dolieron y cuando regresó su vista al frente pudo reconocer cada parte del lugar.
Entonces recordó lo que estaba haciendo.
Justo antes de dar una vuelta se detuvo de golpe y miró a la persona que se acercaba caminando en dirección contraria junto frente a ellos. Minghao pudo retener la inercia con ambos pies antes de chocar contra él, pero Seungkwan quien aun no se había percatado de esto técnicamente le envistió con tanta fuerza que ambos se estamparon contra la pared y despues contra el suelo, el golpe escuchándose doloroso y fuerte. Minghao hizo una mueca de dolor y se acercó a ver.
Si no hubiera soltado la mano de Seungkwan a tiempo ahora estaría enredado entre ellos dos.
—Seungkwan... De pie...— Jadeó Jeonghan empujando a Seungkwan, Minghao se apresuró a levantar al omega, y el otro permaneció en el suelo, junto a Byul. —¿Por qué siento como si me hubiera atropellado un auto pequeño?
—¡Lo siento!— Casi gritó Seungkwan ayudándolo a ponerse de pie, Minghao también lo ayudó. —¿estás bien? ¿Dónde te duele?
—Puedo decirte donde no me duele.— Jadeó el omega apartándose el cabello de la cara. —¿te lastimaste?— Seungkwan negó. —Ah... Siento sentirme decepcionado por ello.
—Jeonghan.— Lo llamó Minghao apartándolo de Seungkwan para que pudieran ponerse de pie por completo. Pero cuando soltó a Jeonghan este se tambaleó. —Tienes suerte de que fuera Seungkwan y no Wonwoo, Wonwoo te habría lanzado por el aire.
—Hubiera distribuido mejor el dolor.— Se quejó el omega inclinándose y subiendo una de sus rodillas, intentaba tocarse el tobillo derecho. —Me doble el tobillo.
—¿quieres que lo vendamos?— Preguntó Kwannie quien ya había tomado a Byul del suelo, por suerte ella estaba bien.
Jeonghan negó.
—¿Por qué estaban corriendo?
—Escapábamos de Melody.
—Razonable.
Hubo un corto silencio de algunos segundos donde se miraron entre sí. Y como si fuera un acto ensayado los tres abrieron la boca al mismo tiempo dispuestos a decir algo, y la cerraron de nuevo. De nuevo silencio.
—Bien, yo primero.— Dijo Minghao. —No tengo tiempo así que necesito su ayuda.
Seungkwan y Jeonghan asintieron.
La oficina era espaciosa y repleta de libros, un escritorio enfrente casi pegado contra la pared, una lámpara, un par de muebles y una silla que parecía cómoda. Había un cuadro de una pintura vieja y descolorida y un montón de cuadernos abiertos de par a par junto con un bolígrafo. La única luz proveniente de la puerta y la lámpara hacia que el lugar pareciera un poco aterrador, porque la única ventana estaba cubierta con una gruesa cortina que no dejaba pasar los rayos del sol. Seungkwan respiró profundo y fue tan ruidoso que Minghao terminó haciendo lo mismo.
—Vigila afuera.— Le dijo a Seungkwan y este hizo un puchero pero no reclamó, cerraron la puerta.
Se acercó hasta los pequeños cajones sobre el escritorio abriéndolos al azar, inclinándose para ver bajo la lámpara todos los sobres escondidos adentro, eran cartas viejas, algunas cerradas aun. ¿Por qué los Mayores tenían que complicarse tanto la vida? ¿no era mejor una computadora y ya? Rodó los ojos escuchando a Jeonghan mover un par de cosas a sus espaldas.
—El mayor va a molestarse.— Balbuceó el omega. —Este lugar es demasiado privado...
Minghao apenas y giró la cabeza escuchando a Jeonghan, continuó buscando algo relevante.
—Es solo una oficina.— Respondió.
—No, si fuera solo una oficina el escritorio no estaría en dirección a la pared.— Ah. Minghao alzó el rostro encontrándose con la madera. Quizás tenía razón. —Este lugar es importante para el Mayor ¿Qué es lo que buscas exactamente?
—Una carta sin destinatario.— Explicó aun buscando entre los sobres. —Quiero comprobar una sospecha...
—¿Qué clase de sospecha?
Suspiró negando mientras buscaba en los cajones del escritorio, no había nada, ni siquiera una pequeña pista de aquello que le había contado Hoshi. Confiaba en el alfa, pero tenía que estar seguro antes de regresar con los chicos, aunque ¿no era un poco evidente?
¿Cómo sabía Joshua de aquella habitación oculta en el templo? Aquella donde encontraron la carta del omega real. Aun si no lo supiera ¿Por qué se lo dio a Seungkwan?
Maldijo justo despues de azotar un cajón, encontrando nada. Todo estaba en un orden casi obsesivo, sin ninguna marca de polvo o un libro fuera de lugar, todo tan callado y tranquilo que Minghao no podía pensar claramente.
—No hay nada...— Murmuró.
—Minghao.— Jeonghan lo llamó y giró en respuesta encontrándolo con un álbum en sus manos. Había una fotografía allí, una que conocían bastante bien. —Es el padre de Woozi... Park Jimin.— Jeonghan se acercó dejando el álbum sobre el escritorio para que Minghao pudiera verlo.
Era exactamente la misma fotografía que encontraron antes; una en la habitación del omega y la otra en el cuarto de lobos. ¿Cuántas más había? Cuatro omegas en la foto, uno siendo el padre de Jihoon, el otro siendo el chico del diario que encontró Jeonghan, entonces ¿Quiénes eran los otros dos? Aunque le preguntaran a Jimin ¿él podría dar respuesta? Woozi había dicho que su padre parecía no recordar del todo los hechos, y estaban seguros que era relacionado a la escuela.
"Para Park, nuestro omega real"
La otra sin nada escrito. Y esta nueva, que Jeonghan había sacado del interior del álbum, también tenía una leyenda detrás.
"Por favor, cuídela por mí. Tenía razón con lo que dijo; Realmente me importa."
Jeonghan abrió los ojos con sorpresa y sacó el diario de uno de los bolsillos del uniforme, comparó la letra, y era exactamente la misma.
—Esta fotografía es la del omega del diario. ¿Qué hace aquí?
—Al parecer le pidió al mayor de ese entonces que la cuidara.— Respondió casi con obviedad mientras examinaba más a fondo el álbum. Eran fotografías viejas. Minghao tuvo un leve recuerdo que tuvo que comprobar. Salió de la pequeña oficina y arrastró a Seungkwan adentro. —Este es un mayor...
Señaló a un Mayor en una de las fotografías. Seungkwan asintió.
—Si...— Respondió el chico con calma, sin embargo abrió los ojos pareciendo comprender. —No es un impostor, es un Mayor, estoy seguro, el impostor... el Mayor que estaba antes del Mayor Joshua era otro hombre que ni siquiera sabía ponerse bien la ropa. ¿de dónde lo sacaron?
Minghao respiró profundo.
—Hoshi dijo que Joshua era probablemente uno de los contactos de Seokmin.— Explicó con prisa. —Seokmin siempre firmaba sus cartas como Dokyeom. Y dijo que la vez que estuvo aquí pudo ver una carta así en el templo, mientras que atendían sus heridas... Y creo que tendría sentido.
—Lo tiene.— Asintió Jeonghan. —Pero... No es lo único que te preocupa ¿cierto?
—Podría ser el Rey.— Tanto los ojos como de Seungkwan y Jeonghan se abrieron con sorpresa. —Y si es quien manda a los policías... Tendría sentido porque es alguien con las suficiente influencia como para mover a personas.
—Eso lo pondría a nuestro favor ¿cierto?— Seungkwan inclinó la cabeza.
—Claro, si no hubiéramos asesinado al muerto en cuestión.— Cantó Jeonghan. —Hay algo extraño en esto... ¿Por qué no nos ha dicho nada? Nos ha estado ayudando, pero... Siento que hay algo que nos separa.
—Quizás no es a nosotros a quien ayuda.— Respondió Seungkwan respirando profundo. Giró su cabeza hacia el escritorio y despues hacia los libros, caminó con seguridad hasta ellos y comenzó a moverlos con tranquilidad. —Hay un ligero aroma a lavanda...— Seungkwan tomó uno de los libros. —La razón por la que olfatee la tarjeta de los policías fue porque nuestros aromas se pueden quedar impregnados en los objetos, no por mucho rato, pero si lo suficiente... El aroma de Seokmin es especial, a pesar de ser un beta pudo hacerse pasar por un alfa gracias a su aroma, es tan calmante y persistente que se queda impregnado en su ropa y su oficina. Todo lo que Seokmin toca olerá a lavanda por un buen tiempo... y gracias a que el mayor no tiene un aroma...— Seungkwan sacó del libro un pequeño sobre, con la palabra "Dokyeom" resaltando en una esquina. —El de Seokmin permanecerá intacto. Creo que esta carta es reciente, sigue perfumada.
Jeonghan y Minghao se miraron con sorpresa. ¿Qué clase de persona era Seungkwan como para haber encontrado todo eso? El recuerdo de Hyejin llegó a su mente, la manera en la que ella pudo oler el arma de Park incluso antes de que este la mostrara. Era casi increíble que pudiera ser cierto, pero cuando Minghao tomó la carta y respiró profundo se dio cuenta de que si había un sutil aroma a lavanda, y no solo eso; pequeños números marcaban una fecha. Una fecha de hace dos días. El sobre estaba cerrado ¿Por qué no lo había abierto?
—No es para él...— Murmuró respondiéndose a si mismo.
—¡Ya! ¡Seungkwan lo encontró tan rápido!— Casi gritó Jeonghan tomando a Seungkwan de las mejillas. —¿Por qué no me dejaste a mi vigilando afuera? Lo hubieran encontrado más rápido.
—Tú no eres tan bueno detectando aromas como lo es Seungkwan.— Respondió con calma poniendo la carta a contra luz. No veía nada más que letras amontonadas. —Necesitaba asegurarme que ni los menores ni el mayor se acercaran...
Hubo algo que resonó en su cabeza.
El titubeo de Seungkwan lo hizo mirar, el omega pareciendo tan nervioso que apretaba los labios y abrazaba a Byul con fuerza.
—Puedo detectar a los Menores.— Explicó Seungkwan. —Pero el Mayor... Les dije que él no tiene un aroma.
Hubo un largo silencio mientras procesaban lo que Seungkwan estaba diciendo. "El mayor no tiene un aroma" Seungkwan es bueno con los aromas, Seungkwan puede saber dónde están las personas mediante su aroma... Seungkwan no podía saber dónde se encontraba el Mayor. No podía saber si estaba acercándose a ellos o si estaba allí mismo.
Tenían que salir rápido.
Guardó la carta entre su ropa sin pensarlo mucho y caminó con prisa hacia la puerta, Jeonghan y Seungkwan siguiéndolo justo despues de reacomodar todo. Cuando abrieron la puerta y salieron al pasillo esperaban encontrar a Joshua allí, porque sus nervios estaban de punta y no podían pensar en algo más, era una mala jugada de su cerebro.
Minghao giró la cabeza hacia el final del pasillo. Y allí estaba Joshua, regresándoles la mirada con sorpresa. Parecía no entender la situación, ellos acababan de salir de la pequeña oficina, donde se suponía no debían estar. Iba a regañar seriamente a Jun por no mantenerlo lejos y ocupado.
—¡Shua!— El lloriqueo de Jun se escuchó de otro pasillo, y cuando él llegó aferrándose al brazo de Joshua ninguno supo que decir. —¡Melody está regañándome de nuevo!
Entonces Joshua inhaló profundo y despues sonrió asintiendo. Miró a Jun.
—Así que realmente te usaron como señuelo, Jun.— Dijo Joshua con calma. Y el mayor los volvió a mirar. —Minghao, Jeonghan, Seungkwan ¿encontraron algo?
Los tres guardaron silencio. Joshua tan solo mantuvo su sonrisa.
—¡Mayor!— Y Hoshi apareció en ese momento, agitado y con los ojos abiertos de par a par, miró a Minghao. —¡Ah! Esto es... ¿Qué pasó aquí? Ja,ja,ja... ¿es una reunión? ¿algo?
¿realmente estaba de su lado? ¿o solo aparentaba estarlo? Tenía que estar de su lado. ¿cierto? Joshua extendió la mano hacia ellos, ni siquiera se acercó.
—Lo que hayan tomado de esa habitación, por favor, devuélvanlo.— No hubo respuesta. Joshua respiró profundo.
—Dijo que su deber era cuidarnos.— Habló Seungkwan dando un paso enfrente. —¿Por qué nos oculta cosas si es así?
—Hago lo necesario.
Y con esa respuesta Seungkwan dio un paso atrás, como si hubiera dicho algo distinto, algo que Minghao no comprendió. Cuando el omega comenzó a correr Minghao abrió los ojos sorprendido y lo siguió dando un vistazo hacia atrás, Hoshi parecía no comprender y Jun estaba realmente sorprendido por la acción, pero no había más. Jeonghan casi cayó cuando estaba siguiéndolos.
Pero aunque ellos corrieron el Mayor se mantuvo de pie, mirándolos mientras se alejaban.
En cuanto llegó a la escuela su tobillo no resistió más, fue directo al suelo en cuestión de segundos y se sostuvo de Minghao para no caer, y Seungkwan, quien estaba pasos más adelante tuvo que girar para ayudarlo a levantarse. Habían corrido del mayor, literalmente huyeron de él aunque este no se había visto muy animado a seguirlos. Había algo extraño en todo ese asunto que no lograba encajar. Aun si Joshua intentaba protegerlos ¿Por qué ocultaría información de la escuela Pledis? ¿Por qué Seokmin lo haría?
Querían pensar que tenían aliados, pero no.
—¿puedes subir las escaleras?— Preguntó Seungkwan ayudándolo a ponerse de pie. Su mirada bajó hasta su tobillo que ahora se sentía más adolorido. —Creo que está hinchado... Vamos, te ayudaré a cuidarlo.
Intentó dar un paso más, pero el dolor recorrió toda la zona hasta llegar a su rodilla y decidió sentarse allí mismo. No iba a subir las jodidas escaleras con el tobillo así, ni siquiera podía caminar porque haber corrido había sido demasiado. Necesitaba descansar. Minghao jadeó en respuesta enderezando su espalda y mirando alrededor. El primer piso estaba repleto de alumnos hablando entre sí, con tanta calma que no se asemejaba a la escuela de siempre.
—Tome la carta.— Dijo el omega sacándola de su ropa. Jeonghan suspiró. —Quiero que la guardes en el diario y la escondas.
—¿eh? ¿yo por qué? — Preguntó tomándola.
—Porque Jun y Hoshi me convencerán de regresarla y los menores convencerán a Seungkwan. Así que escóndela en alguna de las habitaciones secretas y la abriremos cuando estemos seguros de que nadie nos sigue.
Jeonghan la tomó con una mueca y la escondió dentro del diario como Minghao había dicho. Bien, comprendía lo que quería decir; Joshua no tardaría en ir por ella, o en mandar a Vernon y a melody, ya no podría mandar a Chan, pero ni Minghao ni Seungkwan sabían esto y a Jeonghan no le correspondía explicárselo. Cuando Chan estuviera listo él se acercaría.
—El mayor se asegurará primero de lo que tomamos y vimos, no va a moverse hasta que haya examinado todo.— Explicó Seungkwan. —él podría venir despues...
—Definitivamente mandará a los menores.— Dijo Minghao y Jeonghan estuvo de acuerdo. —Vamos, Jeonghan, nadie puede verte con el tobillo hinchado.
Se puso de pie con una mueca de dolor, Bien ¿Cómo demonios iba a subir tantas escaleras? Incluso la habitación del omega real estaba en lo más alto ¿Cómo mierda lo iba a alcanzar? Era absurdo. Su habitación y la de Seungkwan eran demasiado alejadas y la de Minghao se encontraba en el segundo piso, así que era mejor ir allí. Aunque... si Joshua decidía ir por la carta los encontraría sumamente rápido.
—¿Te lastimaste el tobillo?— Una voz casi conocida los llamó desde atrás, Jeonghan se giró con ayuda de Minghao.
—Oh, SeokHwa.— Dijo Seungkwan. Era el chico con cara de piedra de antes. Aunque ahora parecía más tranquilo, casi amigable.
—Tengo ungüento que podría servir. Es a base de hiervas, es mejor que los de la enfermería.— Seokhwa ignoró a Seungkwan, pero su voz era amable y desprendía un lindo aroma a limón. —Podría ir por él.
Jeonghan lo miró un par de segundos. Un alumno de primer año que parecía amable pero que trataba a Seungkwan con tanta indiferencia... ¿Cómo debía responder? Incluso si aparentaba ser bueno había algo que simplemente le desagradaba a Jeonghan, quizás estaba en el suave aroma a limón que era lindo pero que ya había olido amargo antes, y siempre cuando estaba rodeado de personas como Seungkwan o Wonwoo.
—Nos ayudaría mucho.— Respondió Minghao con una sonrisa, y Seokhwa miró sorprendido con las mejillas levemente rosas. Bajó la mirada y asintió. —Y si nos ayudarás a subir a Jeonghan por las escaleras hasta su habitación...
Minghao no terminó la frase pero Seokhwa ya estaba asintiendo. Aun tenía la cabeza abajo y un pequeño sonrojo. Bien, al parecer el omega solo era terriblemente desagradable con Seungkwan.
Seokhwa los ayudó a subir hasta el cuarto piso y despues corrió escaleras arriba por el ungüento, bien, Jeonghan casi se colgó de Minghao para seguir caminando hasta las próximas escaleras que estaban del otro lado del pasillo, y Seungkwan técnicamente lo arrastró. Eran demasiado lentos que para cuando Seokhwa regresara quizás ya estuvieran al principio de las escaleras para el quinto piso, su piso. Ni siquiera ansiaba llegar a su habitación, solo quería descansar.
—¿Dónde demonios está tu amante?— Preguntó Minghao con una mueca. —¿no es algo así como tu sombra?
—Woozi está con Seungcheol.— Jadeó. —él vino a verlo así que...¡ah!
Minghao y Seungkwan se detuvieron de golpe casi dejándolo caer. Ellos se miraron por varios segundos hasta regresar sus ojos a Jeonghan quien no estaba comprendiendo lo que ocurría.
—¿no estás...?— Minghao comenzó con la pregunta pero no la terminó.
—¿molesto?— Preguntó Seungkwan.
Y Jeonghan suspiró con fuerza. ¡Claro que no estaba molesto! Ni siquiera le había importado lo suficiente al principio, bien, Seungcheol había decidido visitar a Woozi sin decirle nada, que sorpresa, ellos eran prometidos y podían hacer lo que quisieran, estaba bien, Jeonghan no se iba a poner a hacer un berrinche por eso. Bien, lo hizo antes pero... ¡Pero ahora era distinto! Y el hecho de que siguieran preguntando por un berrinche solo hacían sentir a Jeonghan como un estúpido niño mimado, porque lo era.
No estaba triste porque Seungcheol prefirió visitar a Woozi, estaba triste porque Jeonghan se había comportado como un estúpido todo el tiempo, y naturalmente esperaban una reacción como siempre. No era justo para ellos. No era justo para Seungcheol quien siempre estaba viendo por él y su bienestar y no era justo para Woozi, a quien le había causado muchos problemas. No quería seguir siendo ese estúpido niño mimado que se llevaba la atención siempre. Quería ser una persona como ellos, en la que pudieran confiar.
Woozi y Seungcheol merecían más respeto del que Jeonghan les daba. Merecían más espacio, más atención. Y Jeonghan había sido tan egoísta como para ignorarlo todo ese tiempo.
—No estoy molesto.— Aclaró sosteniéndose de Minghao. —Tú lo dijiste, mi hermano no solo es mi hermano, también es una persona.
—Si... no esperaba que lo entendieras.
Le dio un suave golpe a Minghao. Aun cuando no quería preocupar a nadie Wonwoo se había preocupado por él, y pudo ver que Woozi y Seungcheol también ¡Era realmente cansado! Jeonghan no quería dar explicaciones, había sido un idiota por mucho tiempo, bien, ¿era necesario repetirlo? ¿Por qué no podían solo aceptar que maduró? Ahora sabía que sus acciones tenían consecuencias, y era algo que todo el mundo solía aprender.
Jeonghan estaba intentando ser una mejor persona, justo despues de haber descubierto que era su propia persona. Ya no vivía intentando pertenecerle a alguien, ni intentando que alguien le perteneciera, solo quería seguir su camino y dejar de joder a otros. Cuando tuvo a Jisoo pretendió ser una parte de él, y cuando tuvo a Woozi intentó hacer lo mismo, y cuando no los tenía a ellos entonces Seungcheol tenía que llevarlo ¿no era estresante? Jeonghan no podía seguir haciendo eso. Tenía que madurar y pensar de una vez en su futuro.
—Seungcheol y Woozi se casaran a finales de año. Creo que es mejor que pasen tiempo juntos antes de su boda. Despues sería extraño ¿Quién quiere conocer a su esposo despues de casarse?
La forma en la que Seungkwan se había acercado a olerlo había sido descarada y sin vergüenza. Jeonghan casi gritó apartándolo.
—¿es extraño que huelas a tristeza pero no a la misma tristeza de siempre?— Preguntó Kwannie con una mueca preocupada. —Jeonghan... ¿estás bien?
Abrió la boca para responder, sin embargo algo hizo girar a Seungkwan de golpe hasta casi hacerlo caer, sostuvo a Byul con fuerza y dio un paso hacia atrás mirando al final del pasillo. Quizás fueron dos segundos o más, pero Vernon apareció justo allí, con la mirada tranquila y la ropa de menor, viéndose extraño en ese ambiente. Oh. Así que ya estaban comenzando a seguirlos. Jeonghan dio un salto lejos de Seungkwan y Minghao caminó un poco lejos.
—¡Ah!—Vernon habló quedándose en medio del pasillo, alzó una mano. —Por favor no corras. No soy rápido.
—¿Qué haces aquí?— Preguntó Seungkwan.
—El mayor me dijo que regresara hasta que tuviera la carta en mis manos... No sé de que carta habla.— Mierda. Vernon se acercó tranquilo y seguro, sin ningún traspié. Extendió su mano hacia Seungkwan. —Pero prefiero hablar de otros asuntos contigo. ¿vienes?— Seungkwan dudó mirando la mano de Vernon. —¿o prefieres retomar el asunto de la carta?
Oh. Chico astuto. Seungkwan no tuvo tiempo para responder, Minghao solo lo empujó a los brazos de Vernon y este lo tomó de golpe llevándoselo lejos. Bien, quizás Joshua hubiera mandado a Dino en lugar de a Vernon, pero ya no había un Dino, había un Chan que no tenía porque seguir sus órdenes. Jeonghan sonrió al recordarlo y un sentimiento agridulce pasó por su cabeza. ¿Cuánto tiempo tardaría chan en presentarse ante Seungkwan?
—¡Minghao!— Escucharon el grito de Hoshi desde las escaleras y Minghao suspiró. El profesor apareció allí, cansado y sudando.
—Joshua no es tan misterioso como aparenta.— Dijo Minghao con fastidio soltándolo de repente, Jeonghan se mantuvo de pie.
Bien, Minghao voluntariamente se acercó a Hoshi y voluntariamente lo tomó para llevarlo escaleras abajo, ni siquiera espero una palabra de por medio, solo se lo llevó dejando a Jeonghan allí, al pie de las escaleras con el tobillo hinchado ¿Qué debía hacer? ¿Arrastrarse hasta su habitación? Miró los escalones por varios segundos y despues vio a Seokhwa bajar con el ungüento. Respiró profundo y apretó los labios.
—Hey... ¿me ayudas a subir?
Seokhwa lo dejó justo en su habitación y Jeonghan dejó ir al chico, ya lo había ayudado bastante por lo que, cuando se fue, abrió la puerta y casi se lanzó al interior. Tenía el ungüento allí, en una mano, y con la otra se quitó los zapatos dejando ver lo hinchado de su tobillo, era un desastre. Suspiró sentándose en la cama para despues ocultar el diario. Despues lo llevaría hasta la habitación del omega real, ahora solo quería aliviar el dolor de su pie y descansar un poco. Pero cuando se abrió la puerta sintió su descanso arruinarse.
Kyungsoo entró a la habitación quitándose el listón del cuello y lanzándolo sobre su escritorio. Se quitó los zapatos sin prestarle atención a Jeonghan y comenzó a buscar sus libros con calma, todo bajo la mirada del otro omega.
—Dime que te pasó en el tobillo.
Jeonghan rodó los ojos. Otra orden ¿no podía simplemente preguntar? Aunque estaba sorprendido de que ni siquiera había sido necesario girar y verlo.
—Tropecé con un amigo.— Explicó con calma. Miró a Kyungsoo acomodar sus cosas para estudiar. —¿Por qué te hicieron repetir tercer año? Estudias todo el tiempo que puedes y te mantienes lejos de los problemas. Park debió tener una muy buena razón para no darte el pase.
Kyungsoo lo miró de reojo.
—No obtuve una calificación aprobatoria en el proyecto final.
—Ya...— Jeonghan asintió. —¿y cuál es la verdadera razón?
Enfatizó la palabra y Kyungsoo se detuvo por un momento, su rostro congelado sin expresión con la mirada encajada en el libro. Ambos lo sabían, y era inútil fingir lo contrario, de hecho, sería un insulto para ambos. El omega respiró profundo alzando la mirada, aunque sus ojos seguían puestos en la fría pared. Se había hecho de noche, por lo que el frio nocturno entraba por la ventana.
—No soy fácil de atrapar.— Y Jeonghan no pudo haber estado más de acuerdo. —Deja de hablar ahora.
Jeonghan rodó los ojos tomando el ungüento. Y exhaló una suave risa.
—Cura mi tobillo.— Bromeó usando el mismo tono molesto que Kyungsoo, ni siquiera usó la palabra "ayuda" fue una autentica orden como el omega. —Es lo justo, yo obedezco cada una de tus ordenes.— Balbuceó abriendo el pequeño frasco y percibiendo el aroma a hiervas.
No esperó que Kyungsoo se pusiera de pie, porque realmente lo hizo y sorprendió a Jeonghan, y lo sorprendió aún más cuando tomó de un cajón un pequeño rollo de tela que parecía usar como vendaje. Y cuando el omega se arrodilló ante él y colocó su tobillo sobre su rodilla Jeonghan realmente no cabía del asombro ¿realmente lo iba a ayudar por lo que dijo? Si, cumplía cada una de las estúpidas órdenes de Kyungsoo para traer paz a la habitación, pero no esperaba recibir nada a cambio, principalmente porque si no le gustaban sus órdenes no las iba a seguir.
Kyungsoo le arrebató el ungüento y lo esparció en sus manos.
—Cuando ignoraste el aroma agresivo de Park...— Habló el omega colocando una de sus manos sobre el tobillo de Jeonghan, apretó suavemente y colocó la otra mano para comenzar a masajear la zona. Dolió. —Cuando dejaste el aula porque te presentó la opción... Dime como lo hiciste.
—¿Cómo ignoré el aroma de Park?— Parpadeó. Era fácil; Park era un imbécil. Un alfa imbécil. —Solo estaba pensando que Park no me haría daño en medio de un salón de clases.
—¿Cómo pudiste pensar en ello con su aroma allí?
Oh. Jeonghan se inclinó mirando a Kyungsoo. Hizo una mueca de dolor cuando presionó sobre una zona en específico, pero no iba a quejarse.
—Me desagrada el aroma de los alfas.— Explicó, y por un segundo Kyungsoo detuvo el masaje que se había tornado un poco doloroso. —Mis padres son alfas, y mi hermano mayor lo es, vivo acostumbrado a sus feromonas, quizás eso me ayuda a rechazarlo.
Kyungsoo alzó el rostro, mirándolo.
—Eres un omega especial...
—No, soy simplemente omega. Nada de especial.— Se burló Jeonghan inclinándose cerca de Kyungsoo. El aroma a manzanilla golpeó en su nariz. —Tengo un amigo que soporta la voz de los alfas, no es cuestión de ser especial. Es cuestión de tener la fuerza de afrontarlo. Si quieres hacerlo también entonces podrías intentarlo. Quizás lo logres.
Kyungsoo parpadeó y bajó su mirada con desinterés masajeando aun el tobillo de Jeonghan. Soltó un quejido cuando algo dolió.
—Cuando llegue a esta escuela solían decirme que era un omega especial. Simplemente porque no bajaba la cabeza y "daba órdenes". Estaba cansado de escuchar eso.
—¿De escuchar que eres especial?— Jeonghan soltó una corta risa para despues asentir. —Yo solía pensar que era especial solo por tener un "buen" apellido. Pero no. No soy especial, y cuando pensé que mis amigos si lo eran me di cuenta de que solo era una excusa para no hacer nada y quedarme quieto. No creo que hayan omegas especiales o mejores... Solo son personas que simplemente son omegas, pero pueden ser más cosas también.
Kyungsoo exhaló una risa en respuesta, y quizás fue la primera vez que Jeonghan lo vio sonreír, porque el omega alzó el rostro y encajó sus ojos en los de Jeonghan. No había notado que su iris era ocre, por lo general se miraban oscuros. Jeonghan parpadeó un par de veces y Kyungsoo exhaló otra risa.
—Tus ojos son azules. Tu cabello no es rojo.
—¿nunca haces preguntas?— Apartó su mirada con un suspiro. —Si, es teñido.
—No te queda.
¡ah! Jeonghan llevó una mano a su cabello y lo hizo hacia atrás. ¡Claro que le quedaba bien!
—Claro que me queda.
—No lo hace.
—Pareces muy acostumbrado a tener la razón siempre.— Jeonghan estuvo a punto de patearlo, pero no lo hizo por el bien a su tobillo. —Te vas a equivocar y yo estaré allí para verlo.
Kyungsoo detuvo su masaje un segundo y Jeonghan sintió que había dicho algo malo, pero cuando volvió a masajear, más fuerte y rápido lo ignoró, porque el omega tomó el vendaje y comenzó a colocarlo ordenadamente en su tobillo.
Alguien tocó la puerta.
—Pasa.— Ordenó Kyungsoo aun vendándole el tobillo.
La puerta se abrió y Jeonghan giró a ver encontrándose con Woozi allí, su mirada sorprendida poniéndolo incomodo de repente.
—Ah...— Woozi titubeó. —Jeonghan... ¿estás bien?
—Si.— Respondió intentando quitar su tobillo de las manos de Kyungsoo, sin embargo este lo jaló de golpe.
—Quédate quieto, aun no termino.— Ordenó, como siempre. Un tortuoso y silencioso minuto despues lo soltó. —Listo. Es tarde, tengo que ir a la lavandería.
Y Kyungsoo se fue cerrando la puerta, dejándolos solos y en silencio. Jeonghan sonrió de pronto golpeando justo a lado de su cama para que Woozi pudiera sentarse ¿Por qué era tan incómodo? Tenían cosas más importantes de que hablar, así que deshizo cualquier cosa en su cabeza y se concentró en Woozi, golpeando con más insistencia a un lado de su cama al ver que el omega no se movía.
Woozi por fin se acercó, pero se sentó sobre la silla frente al escritorio y se inclinó cerca tomando el tobillo de Jeonghan.
—¿Qué pasó?— Preguntó el omega examinando el vendaje. Ya no había nada que hacer.
—Seungkwan me atropelló.— Bromeó moviendo con cuidado el piel, pero no el tobillo. —Creo... Creo que nos metimos en problemas con el mayor, hay mucho que decir. ¿Ya se fue Seungcheol?
—Al parecer lo llamaron y tuvo que irse, dijo que regresaría a verte otro día.
—Lo llamaré para que no venga, papá se enojará si Seungcheol deja mucho tiempo el trabajo.— Woozi alzó el rostro, sus ojos viéndose casi tristes al igual que su expresión. —Si preguntas si estoy molesto te patearé con el tobillo que me queda.
—No preguntaré... Asumiré que lo estás.
—Entonces haz algo para remediar mi asumido enojo.— Bromeó quitando su tobillo de las piernas del omega. —¿quieres que me moleste y haga un berrinche para que estés mejor?
—Si.— Woozi se inclinó cerca, como si lo esperara.
—¿no es un poco aburrido que lo haga siempre? Hazlo tú ahora. Hazme un berrinche por no hacerte un berrinche.— Sonrió masajeando su pierna. —Te prometo no quejarme de ello.
—¿Quieres que haga un berrinche?— Woozi por fin sonrió. —¿se supone que debo llorar y patalear? Eso no se escucha como algo que yo haría con mis padres.
Jeonghan se encogió en hombros mirando los ojos oscuros de Woozi. El omega no hacía berrinches porque su familia no lo permitía, la de Jeonghan sí, permitía berrinches por parte de Jeonghan todo el tiempo y se los permitían a Seungcheol cuando era más joven. Quizás también debieron detener los de Jeonghan. Ah, era injusto. Bajó la mirada sintiéndose un poco apenado por ello y sintió que los dedos de Woozi lo levantaban de la barbilla.
El aroma a fresas estaba colándose hasta sus pulmones, tan profundo que llegó a saborearlo en la garganta, y no entendía porque, hasta que los ojos oscuros del omega le dieron una pista. Se sintió confundido por varios segundos ante las fuertes feromonas que quizás emitía sin darse cuenta, algo como un accidente.
Debía ser un accidente porque no había otra explicación como para abrumarlo con el aroma a fresas, como si quisiera impregnarlo de él.
—No creo que a mi compañero le guste dormir en una habitación repleta de feromonas.— Bromeó tratando de aliviar el ambiente.
—Entonces ven a mi cuarto.
¿eh?
—No puedo subir escaleras. El tobillo...
—Te llevaré.
Woozi lo tomó de la mano obligándolo a ponerse de pie, sus ojos oscuros más que decididos. Entonces Jeonghan suspiró. Bien, de cualquier manera la habitación de Woozi estaba más cerca al cuarto del omega, por lo que tomó el diario e intentó caminar.
En serio tenía que darle un descanso a tu tobillo.
Byul pesaba en sus brazos. Bajó la mirada sintiéndose incómodo, casi intimidado por el aroma a templo que se esparcía por toda la habitación. Cuando Vernon se convirtiera un mayor su aroma a lluvia desaparecería y sería tal y como Joshua, casi un fantasma dentro de esa gigantesca estructura mandando a los Menores dependiendo de las necesidades de la luna. O de los lobos. ¿era realmente el camino de Vernon? Quizás sí. Dio un paso hacia atrás cuando Vernon dio uno al frente.
—¿Escuchaste mi conversación con Dino?— Preguntó Vernon con calma, su aroma plano. Seungkwan asintió. —¿es por eso que dejaste tu aroma allí?
Levantó la cabeza encarando a Vernon, el aroma a lluvia era calmado, como una llovizna, gota tras gota golpeando en la nariz de Seungkwan convirtiéndose en respuestas a medias. Vernon decía más de lo que Seungkwan averiguaba, como si su nariz no sirviera con él, porque era un beta, o porque controlaba sus feromonas. En cualquier situación eso hacia a Seungkwan un inútil. Lo desprotegía por completo, como siempre. Y es que Vernon siempre fue una debilidad.
Si Seungkwan pudiera rechazarlo cada que estuviera cerca entonces sería más fácil, pero no podía, y llorar sobre ello era perder su tiempo y hacer un berrinche. Si no podía hacer nada con las feromonas del Menor entonces dejaría de intentarlo. Hundió la nariz en el cabello suave y artificial de Byul, encontrando el aroma a pomelo impregnado en los pequeños hoyos de la muñeca.
Oh. Había olvidado el aroma de su padre, porque nunca le prestó atención, entonces ¿también olvidaría el de hyejin una vez desapareciera de Byul? ¿Olvidaría el de Vernon cuando se convirtiera en Mayor? Le gustaba el aroma de Vernon, el aroma a lluvia que lo hacía sentir melancólico y calmado. Quizás el Menor lo perdería para siempre cuando tomara su lugar como Mayor, y Seungkwan lo olvidaría.
—Te convertirás en un mayor.
—Creo que ya hemos tenido esta conversación antes. —Vernon sonrió, pero esta vez Seungkwan no dio un paso atrás.
—Te convertirás en un mayor, y eso significa que tendré que alejarme.
—¿alejarte?— Vernon deshizo su sonrisa. —¿Por qué lo harías?
Respiró profundamente bajando a Byul, dejó de usarla como un escudo y aceptó el aroma a lluvia de Vernon. Cerró los ojos por un segundo y cuando los volvió a abrir estaba decidido. Bien, estaba un poco cansado de dar vueltas sobre el mismo punto, quería ser claro en ese momento.
—Porque estoy enamorado de ti.— Confesó.
No era un "me gustas" no era "me agradas" o "me siento bien contigo" era claro lo que quería decir. Estaba enamorado de Vernon y el haber evitado esa palabra solo empeoró las cosas. En un principio pensó que si lo confesaba se acabaría todo, si aceptaba que estaba enamorado de él... y no solo de él, entonces todo acabaría, pero no estaba listo. Había huido constantemente porque no estaba listo para apartarse, y aunque ahora tampoco lo estaba si se encontraba listo para aceptarlo.
—Se...
—Aun no termino.— Le interrumpió. —Estoy enamorado de ti.— Repitió, para hacerlo más real. Porque ambos ya lo sabían desde antes. —Pero no puedo seguir poniendo mi corazón en juego sabiendo que te volverás un mayor. No puedes corresponder mis sentimientos. Y acepto que sea así.
El aroma a lluvia se hizo levemente amargo y fuerte, algo que cambio tan rápido como si de repente las fuertes gotas se estrellaran contra el suelo, el sonido de una tormenta cercana. Y el rostro de Vernon parecía más que sorprendido. Estaba asustado.
—Si no fuera un Menor...— La voz del beta salió casi delgada. —¿Qué pasaría si no fuera un menor? Si dejara de serlo...
Seungkwan negó.
—Lo eres. Y no vas a dejar de serlo. Así que pensar en ello...
—¿Qué pasaría si no fuera un menor?— Vernon preguntó con más fuerza. —¿si te dijera que te amo y que ya no soy un menor?
Seungkwan abrió la boca para responder, pero su cabeza estaba vacía. ¿Cómo responder? Si Vernon le dijera que no es un menor. ¿lo aceptaría? ¿tan solo lo amaría y ya? Era lo más evidente, lo más obvio... sin embargo...
¿Qué pasaría con Dino?
—No dejarás de ser un menor.— Murmuró en respuesta dando un paso atrás. El aroma de Vernon tornándose oscuro, casi molesto.
—Dijiste que me amas, y dijiste que lo único que me prohíbe corresponder tus sentimientos es ser un menor ¿entonces que pasaría si no lo fuera? Si decido dejar de serlo... ¿tus sentimientos no cambiarían?— Vernon se acercó. —Si no fuera un menor... ¿al menos habrías confesado que me amas?
Sus ojos se abrieron con sorpresa y alzó la mirada, Vernon más cerca de lo que pensó. ¿si Vernon no fuera un menor se habría confesado? Si no hubiera nada que prohibiera a Vernon corresponderle... ¿realmente lo hubiera hecho? ¿o solo se confesó porque sabía la respuesta? La respuesta era no, y lo sabía ¿pero si la respuesta hubiera sido si? ¿Qué habría hecho? Respiró profundo con la tormenta pegándole en la nariz.
Era tan cómodo decirle que lo amaba sabiendo que eso no cambiaría las cosas. ¿pero si las cosas cambiaban? Una pregunta llegó a su cabeza, algo que conocía bastante bien.
¿se atrevería a soltar a Dino? Porque si Vernon lo aceptaba entonces dejaría a Dino, tanto Vernon como Seungkwan... Y Dino estaba enamorado de Vernon, lo que era injusto para el menor.
—Si no fueras un menor...— Titubeó mirando los ojos del beta. Seungkwan negó. —No habría dicho nada.
—No estás tan enamorado de mi... Como estás enamorado de Dino.
Seungkwan abrió los ojos con asombro sintiendo el aroma triste y melancólico, tan suave que se lo llevó a los pulmones únicamente por la cercanía. Extendió las manos tomando el rostro del beta entre ellas, lo miró sin saber que decir, con la garganta cerrada y sus pupilas alternando en cada detalle de él. Su corazón latía con fuerza, y solo se percató de que había dejado caer a Byul cuando la escuchó chocar contra el suelo.
—Te amo...— Dijo con la voz temblorosa. Y Vernon le sostuvo la mano. El tacto frio lo hizo mirar. —Pero... Dino también te ama.
Vernon sonrió de nuevo.
—Si Dino no fuera un menor me dejarías a mi... porque yo no puedo dejar de ser un menor. En cambio decides confesarme a mi que me amas, porque eso no cambiará nada. No dejarías a Dino, no me dejarías a mi... Es muy cómodo ¿verdad? Que las cosas no cambien... Pero lo hacen.
No supo que responder. Las manos frías de Vernon estaban dándole escalofríos.
—Lo siento...
Vernon negó.
—Seungkwan, tu y yo somos realmente cobardes.— Se burló el Menor acercándose más, y Seungkwan también lo hizo. —Yo tampoco quiero cambiar nada... porque no me atrevería a dejarte... No les permitiría irse...
—No entiendo...
—Nosotros no vamos a cambiar nada sin importar lo que hagamos.— Murmuró Vernon contra sus labios. —Así que realmente no importa. También estoy enamorado de ti. Tanto como estoy enamorado de Dino.
Seungkwan cerró los ojos y fue él quien besó a Vernon. Se olvidó del beso inocente, del beso tímido o del beso robado. No importaba lo que hicieran o lo que dijeran, eso no iba a cambiar nada, porque Vernon no iba a dejar de ser un menor, porque Seungkwan no podía apartarse sin importar cuanto lo intentara. Porque Dino era tan inalcanzable como Vernon. No quería lanzar su corazón al fuego y esperar a que se quemase.
Pero tampoco quería sentir frio.
Estaba cansado de huir, cansado de jugar a no saberlo, así que le dejó de importar. Estaba aceptando que todo acabaría en un momento, pero se negaba a soltarlo.
Realmente un cobarde.
El Mayor los detuvo a punto de llegar a su habitación. Woozi abrió los ojos sorprendido de verlo allí, su postura firme y fuerte siendo una presencia pesada en el ancho pasillo. No había nadie más, pocos alumnos se hospedaban en el sexto piso y la mayoría ya se encontraban en sus habitaciones, por lo que, el verlo allí, con las manos cruzadas sobre su estómago y una amable sonrisa fue casi como encontrarse un fantasma.
Woozi habría ignorado la incomodidad al fondo de su cabeza si tan solo el aroma de Jeonghan no estuviera advirtiéndole. Algo estaba mal. Tomó la mano de su omega y lo juntó a él, entrelazando sus dedos con el fin de no soltarlo, cuidando de no halarlo para no sobre esforzar su tobillo. Le dijo a Jeonghan, con su propio aroma, que todo estaría bien, pero la vainilla respondió casi de inmediato y lo hizo llevar una mano hasta su pecho. Y aun así Joshua no dijo nada, tan solo viéndolos con tanta tranquilidad que era absurdo.
¿Qué había pasado? Jeonghan le había hablado vagamente de una carta.
—Mande a mi Menor, pero al parecer él prefirió no seguir mis órdenes.— Habló Joshua con tanta calma que Woozi dio un paso atrás. —También mandé a un profesor... no esperaba nada de él, pero pensé que al ser sus alumnos tendría una mejor respuesta.
¿Dónde estaban sus menores? Por lo general Joshua jamás caminaba solo dentro de la escuela, siempre había alguien con él y siempre había una razón. Bien, Woozi respiró profundo recibiendo nada, solo el aroma a templo.
—¿hay algún problema?— Preguntó por fin alzando el rostro, y Jeonghan lo sostuvo con fuerza. Quería girarle y decirle a su omega que dejara de ponerlo nervioso, porque no podía pensar con la vainilla picándole la garganta.
Joshua asintió extendiendo la mano.
—Jeonghan. La carta, por favor.— Pidió Joshua y Jeonghan dio un paso atrás. —No tengo razón para dañarlos, ni planes sobre hacerlo, si eso les preocupa.
—¿Qué hay en la carta?— Preguntó Woozi y giró levemente hacia Jeonghan. —Jeonghan, basta.
"Basta" porque el aroma a vainilla estaba asfixiándolo, porque picaba en el fondo de su cabeza y lo hacía temblar. Quería proteger a su omega, quería deshacer cualquier amenaza latente alrededor, pero no podía, porque la situación era extraña y desfavorable. Necesitaba calmar su cabeza para poder pensar con claridad. Ah, era estresante el hecho de que no pudiera quitar el tobillo de Jeonghan de su mente, como si le advirtiera que Jeonghan no podría huir. Era un pensamiento cavernícola.
—Lo que hay en la carta no es para ustedes.— Respondió Joshua.
—¿Por qué no mandaste a Seokmin por la carta?— Preguntó Jeonghan.
—Hubiera sido una pérdida de tiempo.— Y el mayor bajó la cabeza por unos segundos hasta volver a mirarlos. —Wonwoo se encuentra en el templo justo ahora, eso quiere decirme que no me perciben como una amenaza, así que, aun podemos hablar sobre este asunto.
Woozi abrió los ojos con sorpresa.
—¿Dónde están Minghao y Seungkwan?— Le preguntó a Jeonghan.
—Seungkwan está con Vernon y Minghao con Hoshi...— Respondió su omega de inmediato.
Oh. Miró de nuevo hacia Joshua y este mantuvo su sonrisa calmada, Woozi dio un paso atrás y respiró profundo. Bien, ya sabía que estaba pasando.
—¿crees que no abriremos la carta si estamos separados?— Preguntó recordando la vez en la que no abrieron la puerta de los lobos porque Wonwoo no podía entrar allí. Y cuando se negaron a bajar la escotilla sin los demás. Joshua sabía bien como funcionaban; tenían que estar juntos, y por eso mandó a Vernon para apartar a Seungkwan, y dejó a Wonwoo por la misma razón. Mandar a Seokmin sí era una pérdida de tiempo, porque les daría el suficiente para abrir la carta. —¿Qué es tan importante como para que el mayor tenga que venir por ello?
—Creo que sería una verdadera grieta en nuestra relación.— Respondió Joshua con la voz seca y un poco juguetona. —Ustedes confían en mí, y yo confió en ustedes. No me gustaría que eso se rompiera gracias a una carta que no es dirigida a ustedes.
En otra situación Woozi lo habría aceptado. Ya no quería desconfiar de todos, cada persona que quería ayudarlos y cada persona que Woozi rechazó por miedo fue un golpe tras otro. No confiaba en Jun, y Jun le demostró que podía hacerlo, y cuando lo hizo resultó lastimado. No confiaba en HyeJin, y cuando ella... Simplemente Woozi había desconfiado tanto de las personas que querían ayudar que había resultado así, y ahora, con el mayor junto enfrente, era todo más complicado.
Quería confiar en Joshua. Sin embargo, algo no estaba bien. Extendió la mano hacia su omega pidiéndole la carta, y este la entregó en silencio.
"Dokyeom"
Levantó el sobre entre sus dedos y Joshua ni siquiera lo miró.
—¿Qué es?— Preguntó con calma.
—No es para ustedes.— Respondió Joshua.
—¿Para quién es?
Joshua deshizo su sonrisa por fin, mostrando un rostro neutro sin emociones.
—¿van a correr? ¿con el tobillo de Jeonghan lastimado?— Joshua alzó las cejas. —Cuando los vi correr pude notarlo. Aunque veo que ahora está mejor. Es un buen vendaje.
—¿vas a arrebatarnos la carta?
No hubo respuesta.
Bien, tanto como Woozi como el Mayor decidieron actuar, el Mayor acercándose a paso lento y tranquilo y Woozi abriendo la carta soltando a Jeonghan. Joshua no iba a correr tras ellos, no iba a amenazarlos o arrebatarles la carta, él la pediría de nuevo, y Woozi tan solo... Sacó el contenido del sobre dejando ver una sola hoja de papel, la escritura mecánica lejos de ser escrita a mano. Dio varios pasos hacia atrás solo para alejarse, y empujó a Jeonghan escuchando un quejido bajo. Giró hacia su omega.
—No creo que sea correcto.— Habló Joshua con voz fuerte, sin detener su paso. —Es una gran falta de respeto, Jihoon. La carta no te pertenece.
Tenía que leer la carta, pero Joshua estaba acercándose a cada segundo y no podía dejar a Jeonghan atrás. Contra la espada y la pared. Respiró profundo mordiéndose el labio. Si no se movía rápido ¿Cómo iba a terminar todo? Miró a Jeonghan y solo fue capaz de ver como su cabello rojo hondeaba en el aire, sintió su cálida mano soltar la suya.
—Bien, ya me tienes enfrente ¿Qué harás?— Jeonghan alzó el rostro mirando al Mayor, obligándole a detenerse a varios pasos de Woozi. Los ojos de Joshua se abrieron con sorpresa. —Era lo que el mayor quería ¿verdad? Acercarse, aunque no entiendo para qué. ¿Pedir de nuevo la carta? Los menores no están como para hacer las cosas por ti.
Joshua dio un paso hacia atrás y su mano se alzó casi como un reflejo. O no. Se alzó como si fuera a golpear a Jeonghan, pero de inmediato su otra mano la detuvo de la muñeca, como si se detuviera a si mismo, y su rostro sorprendido permaneció allí. Mirando a Jeonghan como si fuera algo in-creible. Woozi tan solo los miró por unos segundos y regresó su atención a la carta comenzando a leer. El pensamiento rodó en su cabeza.
¿Alguna vez Joshua los había tocado? Nunca lo hacía, al menos no en los recuerdos de Woozi.
Comenzó a leer la carta, pero su preocupación por Jeonghan y algo que estaba en el ambiente no le permitía leer con claridad. Algunas frases resaltaban entre líneas.
"Jeonghan ha vuelto a tener el diario." Leyó en una de ellas. Y sus ojos se abrieron más buscando los nombres de los chicos.
"Wonwoo está buscando a un alumno de tercer año. Quizás los que fueron a las clases de verano."
"No puedo saber si Minghao y Hoshi han retomado su relación desde aquella noche, pero al parecer Minghao se encuentra bien, no tiene algún daño físico."
"Seungkwan no ha soltado la muñeca. Es importante para ellos, la cuidan de momentos."
"Al parecer la hija de Wonwoo se encuentra bien, es cuidada por su padre Mingyu, y por Jun dentro del templo, eso no ha cambiado."
"Ahora no pueden mantenerse juntos, el cambio de habitaciones los afectó. No tengo mucha información sobre sus compañeros de cuarto. Los vigilaré."
"Jihoon recuperó su anillo despues de hablar con Park. Era él quien lo tenía."
"No ha habidos cambios de humor repentinos en Jihoon, no ha habido ningún ataque y parece mantenerse calmado. Sin embargo, su aroma es distinto, no sé cómo explicarlo."
"No ha habido peleas o discusiones entre ellos. Todo se mantiene tranquilo con ellos."
"La policía aún está rondando por aquí. Si pudieras mantenerlos más tiempo a raya sería mejor."
—¡Jefe!— Escuchó la voz de Wonwoo y de inmediato tomó a Jeonghan jalándolo hacia él, apartándolo de Joshua.
Caminó rodeando al Mayor sin importarle el tobillo lastimado, no podía pensar claramente, así que casi lanzó a Jeonghan hacia Wonwoo y siguió su camino con la cabeza repleta de palabras. Sintió la mirada de Joshua sobre él, quien ni siquiera intentó detenerlo.
—Jihoon.— Lo llamó Joshua. —¿podrías confiar en mi? ¿Más de lo que confías en esa carta?
Se detuvo en seco. ¿Confiar en él? Que descaro. Confió en Jun porque le demostró que podía confiar en él, confió en Hyejin porque no tenía otra opción ¿Pero porque confiaría en Joshua? Aun cuando la evidencia era clara, aun cuando su cabeza había miles de respuestas y preguntas ¿Por qué confiaría en él? Alzó la mirada encajando sus ojos en los de Joshua. Por varios segundos se quedaron así, y escuchó los pasos de más personas acercándose, el aroma a mandarina y el dulce respondiendo al suyo. Los llamó a todos.
Seungkwan apareció jadeando y segundos despues Minghao, seguidos por Vernon y Hoshi. Claro, Joshua había sabido moverse. ¿y como no? Si sabía todo de ellos.
Apartó la mirada de Joshua.
—Le diré a Mingyu que tome a Jeongkwan y a Jun. No se quedarán más en el templo.— Dijo girándose hacia las escaleras.
—¡¿eh?! ¡Pero...!— Wonwoo gritó intentando alcanzarlo, pero Jeonghan casi gritó de dolor. —¡¿a qué te refieres?!
—¡Woozi!— Lo llamó Jeonghan. —¡¿Qué dice la carta?!
No respondió, tan solo siguió su camino, y justo antes de llegar a las escaleras, entre Minghao y Seungkwan que miraban confundidos, apareció Seokmin, el dichoso Seokmin que llevaba un pijama amarillo con dinosaurios estampados. Woozi no se detuvo por él, continuó sabiendo que estaba acercándose. Su aroma a prado extendiéndose por el lugar, dejando un claro mensaje.
Cuando estuvo frente a Seokmin, quien lo miraba confundido, se detuvo.
—¿Qué está pasando...?— El beta no consiguió terminar su pregunta. Woozi le lanzó la carta al rostro, la hoja arrugada cayendo pesada al suelo. —¡Ah!
Quería confiar en las personas. Realmente quería hacerlo. Quería confiar en Hoshi, en Seokmin, en los menores, en... Joshua, quería confiar en los policías, quería confiar en todos para no sentir que se encontraban a la deriva, para no hacerlo solos. Quería confiar en ese supuesto rey, en aquella persona que mantenía cerca a los policías. Quería confiar en cualquiera de quien pudiera sostenerse, pero no.
Era jodidamente inútil.
Estaban solos.
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