Capítulo 3.1
—¿recrear el aroma?— Seungkwan se encogió en hombros tomando el reloj. Woozi había sido claro, pero necesitaba estar seguro y cuando este asintió apretó los labios y miró al omega. —No creo que pueda...
Habían pasado pocos días, Seungkwan no había vuelto a visitar al Mayor por lo que no había visto a Dino para nada, como si este se escondiera de él, era casi imposible salir de la escuela Pledis sin que nadie lo notara aun con la ayuda de Jeonghan, porque la mayoría de los alumnos delataban a otros para librarse de los extraños castigos de aquellas personas uniformadas. Así que, en esos últimos días todo estaba yendo un poco mal. No podían respirar sin que alguien los cuestionara y Jeonghan aun no encontraba manera de conectarlos a todos sin ser vistos.
Ese día era viernes, la tarde comenzaba a llegar y con ello su ultima clase que según dictaba sería con el profesor Park, al principio estuvieron nerviosos, pero cuando Woozi se acercó y dejó el reloj sobre la mesa todos se concentraron en él. Estaba roto, seguía oliendo a especias y... y no tenían un lugar verdaderamente privado para hablar de él, solo les quedaba la biblioteca, porque la oficina de Hoshi estaba inundada de alumnos de primer años que amaban sus peluches y los lavaban y peinaban y jugaban con ellos. Parecían cachorros... y Seungkwan quería hacer lo mismo.
Se acercó el reloj a la nariz he inhaló profundo. Olía como a bosque. Como a malezas y algo más, quizás a raíces y tierra o a plantas, quizás a corteza de árbol, quizás a cenizas, no estaba seguro de ello y con todos mirándolo se sintió peor. El aroma aun era un calmante natural, pero no podía descomponerlos como si fuera fácil, porque no lo era. Seungkwan no era del todo perfecto con su sentido del olfato.
—Oye, si lo inhalas más tendré que hacerte un antidoping.— Wonwoo le apartó las manos del rostro y le limpió la nariz. —Está bien si no puedes hacerlo.
Seungkwan suspiró.
—Aunque pueda reconocer cada aroma no estoy seguro a lo que huele.— Confesó. —Huele como a madera, pero también a muchas plantas y a ceniza, a polvo, pero... no puedo darle un nombre a todas las fragancias. Y hay algo que es distinto en el fondo. Como una esencia... no sé si es natural.
Woozi asintió como si lo comprendiera y volvió a tomar el reloj, su mano envolviéndose en el objeto y atrayendo la atención de Seungkwan ¿Dónde estaba su anillo? El aroma a seguridad y calma lo distrajo por un momento haciéndolo sacudir la cabeza, Woozi le estaba diciendo que todo estaba bien, pero no lo estaba, Seungkwan quería ayudar más, quería poder decirles exactamente cuales fragancias se encontraban en ese viejo reloj roto.
—¿Es el reloj de tu padre?— Preguntó Minghao a lo que Woozi asintió.
—Al parecer mantiene lejos a los alfas. Pasó con Seungcheol y pasó con ese otro alfa. Parecía una droga, pero por lo que dice Seungkwan y por cómo era pienso que se hizo con escancias naturales.— Woozi suspiró señalando la ventana que daba al bosque. —Podría apostar que son de ese bosque, si es algo que tenía mi padre durante todo el tiempo que estuvo aquí... Estoy seguro que lo hicieron con lo que tenían. Podemos recrearlo.
—Si... no creo.— Habló Jeonghan reclinándose en el asiento, con los pies sobre la mesa y sus brazos cruzados. Todos lo miraron. —Creo que ya se demostró que no somos como ellos. Tu padre es algo así como un súper espía, el chico del diario...— Jeonghan mostró el Diario, Minghao tan solo se lo regresó a él, como si se lo hubiera quitado a Hoshi. —Descubrió todos los pasadizos y trampas sin caer en ninguna. Nosotros no lo hubiéramos hecho sin el diario. Y luego uno de ellos creó una droga para alejar a los alfas. No estamos a su nivel.
Oh. Seungkwan se desanimó por completo. Pero Wonwoo le mostró la lengua a Jeonghan y despues tomó el diario para golpearlo en la cabeza con él, ambos se quejaron.
—Sí, pero aunque tu cerebro esté en tu culo pudiste encontrar por tu cuenta varios pasadizos. Pudiste encontrar la habitación del omega real que te llevó al diario y ahora puedes encontrar atajos.— Wonwoo habló con la voz grave. —Lo hiciste con la ayuda del diario, y ahora nosotros podemos hacerlo con la ayuda del reloj. No importa quién lo hizo, ahora nosotros lo tenemos y estoy seguro de que podemos partir de él.
Oh. Apretó los labios y respiró profundo. No quería arruinar nada de lo que Wonwoo decia, pero dudaba de poder hacerlo, aún le quedan aromas que no puede reconocer y todo era una mezcla algo difusa porque ya no había nada más que restos dentro del reloj. Antes era más fuerte. ¿Cómo lo hará entonces? No podía olfatear solo rastros y encontrar todo allí, debía que tener algo más. Pero cuando está a punto de decirlo Woozi da un pequeño golpe a la mesa.
—Busquemos en la habitación del omega.— Dijo de golpe y Minghao tuvo que recordarle que bajara la voz. —Debe de haber algo que pueda ayudar, Jeonghan encontró el diario, pero deben haber más cosas que estén ocultas.
—Aun si fuera así ¿Cómo llegaremos sin que los hombres de MinSook nos detengan?— Preguntó Minghao.
Las miradas cayeron sobre Jeonghan y este tan solo sonrió, como si tuviera toda la confianza de hacerlo, muy diferente a Seungkwan quien sentía el nerviosismo subir por su estómago. ¿También necesitaría teñirse el cabello?
—No tengo idea de cómo llegar.— Confesó Jeonghan tan alegre que los hizo inclinar la cabeza. —El diario son divagaciones de un momento al otro, son frases sin sentido o palabras casi al azar, no tengo idea de cómo llegar arriba. Solo sé atajos y trampas.
Oh. Seungkwan respiró profundo el aroma a vainilla, tan suave y confiado que dudaba que Jeonghan solo tuviera eso que decir.
—Yo tampoco estoy seguro de que hacer.— Dijo Seungkwan.
Realmente era una mala situación. Seungkwan miró hacia el bosque, había muchos aromas allí, aromas que no conocía, aromas que estaban lejos y otros que le resultaban desagradables. Estaba seguro que el reloj era una mezcla de varios ¿pero de cuales? ¿y como? ¿solo era una combinación de yerbas raras? ¿o había algo más? Aun si era así ¿Cuáles yerbas? La mayoría olía igual, así que no estaba seguro de ello. Llevó una mano hasta su nariz. Si HyeJin pudiera ayudarlos...
—Jiao era bueno con todo eso de las plantas.— Habló Wonwoo. —Tuvimos un trabajo juntos, antes de que naciera Jeongkwan... él lo hizo todo y fue bastante bueno. Estoy seguro de que si esa cosa está hecha con algo del bosque Jiao podría ayudar.
—Si, pero no encontramos a Jiao por ningún lado, ya lo buscamos.— Suspiró Seungkwan.
—Hoshi dijo que aun aparece en las listas.— Minghao se inclinó cerca. —Y no lo buscamos en todas partes. Aun no.
El silencio se extendió como el aroma agrio de todos, fue pesado e hizo a Seungkwan agachar la cabeza. Minghao tenía razón, aún no habían buscado al chico por todos lados, lo hicieron por los lados aceptables, por los lados que podrían verse a simple vista. Pero no lo hicieron en el sótano de la escuela, en aquellas habitaciones largas como laberintos. Y era un poco cruel. No lo buscaron allí antes porque era peligroso ¿y ahora si lo harían? ¿Ahora que lo necesitan? Era realmente cruel pensar que de otra forma no irían por él.
El aroma de Woozi lo hizo levantar la cabeza con curiosidad.
—El reloj era para sacar a Jiao.— Dijo él. Y el silencio se volvió aún más pesado.
¿había escuchado bien?
—¿disculpa?— Preguntó Jeonghan.
—No creo que Jiao sea el único que haya desaparecido.— Woozi se irguió, y aunque era el más bajo Seungkwan alzó la mirada desde su lugar, sintiéndolo un poco más grande. —Hay más alumnos y todos sabemos dónde están, pero no sabemos en qué condiciones. Quiero el reloj para bajar con seguridad. Pero no pensaba decirlo hasta que estuviera seguro de que Seungkwan podría hacerlo... No quiero presionar a nadie.
—Igual si me presionas contra la pared no me molesto...
—¡Minghao!— Gritó Jeonghan, su rostro tan rojo como el de Seungkwan y la carcajada de Wonwoo rompió cualquier incomodidad. Minghao solo se encogió en hombros con una sonrisa.
Woozi tenía los ojos abiertos de par a par y un sonrojo bastante evidente.
—O podría presionarte yo, pero...
—Mejor regresa a coquetearme a mi, es tan extraño cuando lo haces con él...— Dijo Wonwoo parando su risa. —Anda, presióname contra la pared.
—¡Dejen de hacer eso!— Seungkwan tuvo que buscar aire para calmar lo caliente de su cara. Al menos la tensión se fue de golpe.
Tenían un pequeño descanso esa mañana, solo una hora libre que habían decidido usar... lavando ropa, porque en fines de semana era un caos y tenían que vestir algo esos días en los que no llevaban uniforme, y bien, era de las primeras semanas y por lo general no debería ser tan caótico, pero cuando Seungkwan llegó a la lavandería... si lo era. Había mucha espuma, mucha espuma y agua enjabonada regándose en el suelo y tocando sus zapatos. ¿Qué demonios?
Los alumnos de primero habían coincidido con esa pequeña hora libre entre clases y no se les ocurrió mejor idea que inundar una de las lavanderías, intentaban cerrar lavadoras y recoger jabon del suelo, intentaban limpiar el agua pero cada vez que hacían esto nueva agua llegaba del otro lado y era todo un caos, el aroma a detergente y jabón estaba comenzando a marearlo y de no ser porque Minghao estaba allí habría huido al instante. Debería ser gracioso, porque Wonwoo estaba riéndose, pero no lo era.
—Ah... por eso nosotros no lavamos.— Dijo Jeonghan justo detrás de Minghao.
—Si, pues ya saben hacerlo, les enseñe.— Aclaró Minghao caminando con un largo suspiro. —Estos nuevos uniformes pueden lavarse igual que los otros, así que no es una excusa. Lo harán por ustedes mismos.
—¿sabes? No me molesta ponerme un uniforme sucio.— Balbuceó Wonwoo. —De cualquier forma ¿no lo cubren nuestras feromonas? No somos como los betas que huelen mal.
—¡Wonwoo!— Se quejó Seungkwan, los betas no olían mal, era solo que los alfas y omegas desprendían sus feromonas en cualquier momento, su sudor era eso, feromonas. —Los betas no huelen mal...
—Bueno, aquí no hay betas como para ofenderlos.— Dijo Woozi tomando su canasta. La espuma le llegaba a los tobillos. —¿Por qué no hay nadie cuidando en la lavandería? Hay esos lobos por todos lados, pero no aquí.
—Entendería porque no los hay...— Jeonghan empujó la espuma con su piel y una fina capa de agua se mostró. —Estos alumnos van a inundarnos.
Minghao suspiró con fuerza y se adentró en la espuma dejando su canasta sobre una lavadora, comenzó a caminar a lo largo de estas apagándolas sin permiso de los alumnos que solo miraban atónitos, Minghao no se detuvo incluso con las que ya parecían estar funcionando bien, pero cuando todo estuvo en un suave silencio comenzó a buscar en una pequeña habitación las escopas, trapeadores y cubetas, dándole uno a cada chico que miraba con curiosidad. Bien, ellos tenían que limpiar su desastre porque la escuela no lo haría. Y Seungkwan era capaz de comprenderlo, porque...
—¡¿yo también?!— Preguntó al ver el trapeador en su mano, Minghao lo dejó allí. Miró la canasta en una y el trapeador en otra. Byul estaba casi desnuda, tenía que lavar su ropa rápido. —Pero yo no hice nada.
—Eres de tercer año, tienes que dar el ejemplo.— Respondió Minghao dándole una escopa a Jeonghan. —Voy a enseñarles a lavar pero tendrá que ser cuando todo esté limpio. ¡¿está claro?!
Los alumnos de primer año asintieron.
La lavandería era oscura y solo tenía ventanas en la parte superior, era espaciosa pero la mayor parte estaba cubierta por lavadoras y secadoras con un pequeño almacén y un cuarto de servicio, nada del otro mundo, pero había algo cada vez que Seungkwan se acercaba a las paredes que lo llamaba con curiosidad, no era un aroma, era una sensación, algo que le hacía fijarse bien allí hasta comprobar que no había nada. Tampoco había cámaras, o al menos estaban bien ocultas, lo cual debía ser extraño porque nadie vigilaba ese lugar. Quizás la escuela estaba confiada de que esa habitación estaba bastante cerrada como para presentar un problema.
Respiró profundo sintiendo la mezcla de aromas, había tantos alumnos que era difícil concentrarse, y tanto jabón que ocultaba otros aromas más sutiles que sintió su estómago revolverse. El trapeador en sus manos de pronto sintiéndose extraño y gracioso, como si realmente no estuviera allí, y el dolor en su brazo pasándose a su cuerpo. Ardía un poco. Intentó sostenerse de la pared y sus dedos se encajaron en las piedras sobresalientes, no era liso, la mayoría del tiempo le recordaba a los calabozos de las películas.
Escuchó un golpe fuerte a su lado y giró a cabeza tan rápido que consiguió marearle más. Seokhwa estaba allí, maldiciendo bajo mientras que su ropa mojada escurría sobre las lavadoras. Tenían un poco de espuma. Minghao les había dicho que lo mejor sería intentar sacar el agua de todas las prendas con las manos, así que se acercó con una sonrisa.
—¿Necesitas ayuda?— Preguntó. Seokhwa lo miró casi con indiferencia, su aroma realmente diciendo nada. —Si terminamos rápido Minghao podrá enseñarles a lavar pronto.
Seokhwa lo mira con indiferencia y Seungkwan no puede sacar nada de él, pero tan pronto la palabra "Minghao" sale de sus labios el omega parece interesarse y regresa su mirada a la ropa mojada. Despues da un largo suspiro y asiente con calma comenzando a moverse. Intenta sonreír y ser amable, pero no comprende a su compañero, esa mañana salió antes que todos, y los días anteriores también, no hablaba casi con nadie y dudaba que tuviera amigos.
—No estoy acostumbrado a esto, pero puedo lavar mi ropa por mi cuenta.— Dijo SeokHwa como si fuera un insulto mencionar lo contrario.
—¿Cómo la lavabas antes?— Preguntó Seungkwan tomando una de las prendas para sacar el agua. El aroma de la ropa era la misma que toda la lavandería; a jabón, una mezcla de detergentes y agua. Sin embargo había algo más en una de las prendas. La acercó a su nariz con curiosidad. Era un aroma natural.
—Eso no importa.— Seokhwa tomó con prisa la prenda y la lanzó a otra canasta, el movimiento brusco lanzando por el aire un par de objetos de la mano de Seokhwa, algo parecido a almendras o nueces. El aroma era similar. —Ah, olvídalo, vete.
—¿son nueces?— Preguntó Seungkwan ayudándolo a recogerlas, se perdían entre la espuma. —¿son para comer?
—Claro que no son para comer, son para lavar.— Seokhwa respondió con fastidio tomando las pequeñas nueces de la mano de Seungkwan. —Son... son más naturales que los detergentes, por eso las uso. Me parecen mejor.
—O eres muy vegano o eres muy pobre.— Cantó Wonwoo colocando una canasta sobre la de SeokHwa. El chico desprendió un aroma desagradable, como si ahuyentara a Wonwoo, y su expresión no era buena. —Cuando mi madre nos llevaba a sus absurdos viajes de campo solíamos lavar la ropa con estas cosas. Son de un árbol de jabón. Si, son más naturales y ecológicas, y gratis si las puedes arrancar. Entonces ¿vegano o pobre? No puedes ser las dos.
Seokhwa lo mira con desagrado mientras quita la canasta de Wonwoo, no parece muy feliz a su alrededor, ni alrededor de Seungkwan, pero al menos no lo trata de mala forma, como trata a Wonwoo. Seokhwa respiró con calma regresando a su rostro de piedra y al aroma plano, como si no tuviera ninguna emoción allí, e ignora las palabras del otro omega. Quizás era muy pobre o muy vegano, no lo podía saber por medio de su aroma y dudaba que quisiera responder la pregunta de Wonwoo.
—Me gustan las plantas.— Respondió Seokhwa con indiferencia.
—¿Qué hacen aquí parados?— Minghao apareció de la nada inclinándose cerca. —Hay mucho que hacer y no me iré de aquí hasta que les enseñe a cómo usar una lavadora. No quiero otra inundación.
SeokHwa asintió como si se tratase de una orden y su aroma fue agradable para Minghao, no para ellos, fue extraño y dividido que marcó una diminuta diferencia. Ni Wonwoo ni Minghao se percataron de esto, pero Wonwoo le hizo una mueca al alumno y Minghao tan solo le sonrió con calma y amabilidad. Su cabeza se inclinó un poco. Quizás Seokhwa era capaz de controlar sus feromonas al punto de dirigirlas, marcaba una diferencia a su alrededor, algo tan sutil que ni siquiera se daban cuenta. Era incluso más sigiloso que Woozi.
Vio a Seokhwa alejarse en silencio.
Escuchó un golpe cerca de la pared y dio un pequeño salto de sorpresa mirando hacia aquella dirección. Jeonghan se cubría la cabeza mientras sostenía de la pared. Lo miró.
—Lo siento...— Murmuró Jeonghan.
—¿Estás bien?
No hubo respuesta.
Suspiró dejándose caer en su pupitre, sabía que no le agradaba a Park, pero el desgraciado literalmente le dejó una nota que decía "Jeon Wonwoo" en uno de sus pupitres, justo enfrente del escritorio como si estuviera castigado. Tomó la nota y la arrugo observando a los demás entrar por la puerta, Jeonghan del otro lado del aula, y técnicamente un chico en cada esquina, menos Minghao que debería sentarse en medio. ¿Qué tan cobarde era Park?
Miró por la ventana encontrándose con el templo y torció los labios. Su pequeña cachorra estaba allí, con Mingyu, ambos disfrutando su tiempo juntos y Wonwoo tenía envidia. Se había perdido mucho tiempo con su cachorra, y cuando por fin se había armado de valor para irse de su asquerosa casa para formar su familia el desgraciado de su padre jugaba su desgraciada carta truco; golpes y extorsión. Le hubiera gustado decir que ningún alfa lo querría, porque Mingyu tenía todo de Wonwoo, y su cachorra tenía todo de ambos.
Hizo un puchero queriendo salir por la ventana y correr hasta su hija. Ella ya estaba dando pasos más largos, ya estaba diciendo sus primeras palabras y estaba probando sus primeras comidas, todo eso sin que Wonwoo pudiera estar completamente para ella, al menos Jun documentaba cada segundo de su bebé. Ah. Tenía que comenzar a hacer algo con Jun, él no era como Seungkwan, Jun provenía de una manada "La manada de los lobos grises" y estos lobos tomaban a los cachorros como sus protegidos, y le gustaba la idea, sin embargo... Seungkwan estaba molesto cada que lo mencionaban.
La manada de los lobos grises y la manada de los lobos rojos. Había sido divertido escuchar al respecto. La manada de Jun era demasiado tranquila y libertina y la manada de Seokmin demasiado estirada y enojona. O algo así, solo sabía que tenían diferentes lemas de vida y que por eso Jun y Seokmin estuvieron discutiendo un poco.
"Amor, paz, vida y aprendizaje" siendo la manada de lobos grises. "Disciplina, responsabilidad, independencia y justicia" siendo la de los rojos. Era dema...
El libro azoto en el escritorio haciéndolo alzar la mirada de golpe, no notó cuando entró Park, pero su pesado aroma lo invadió en cuestión de segundos intentándolo intimidar. Y Wonwoo quería golpearlo, si el jodido alfa estaba pensando que lo iba a asustar entonces se podía ir a la mierda, Wonwoo le patearía el jodido trasero si se enfrentaran. Pero cuando los ojos de Park cayeron sobre él tuvo que bajar la cabeza.
—Son alumnos de tercer año ahora.— Habló Park. —Pronto se graduarán. ¿ya han pensado en lo que harán despues? Cuando puedan irse de esta escuela y emprender sus vidas...— Park caminó entre los pupitres, como si estuviera burlándose de ellos. ¿Emprender sus vidas? Cuando la escuela solo buscaba arruinarlos... En serio se burlaba de ellos. —Algunos ya tienen su futuro pensado, otros ya lo tienen casi hecho. Pero no es suficiente, pensar en el futuro va más allá de una simple idea. Se trata de construir un presente que lleve a ese futuro. Sin embargo el primer paso para crearlo es idearlo. Por eso me gustaría escuchar lo que ustedes piensan... Joven Cha ¿puede decirnos que piensa de su futuro? Ya tuvo un año para pensar en ello, espero que este año no sea igual, no me gustaría verlo recursar nuevamente.
Uno de los alumnos se puso de pie, como si supiera exactamente lo que quería Park, su mirada fría y rostro intacto eran la clara muestra de un omega tan firme como un alfa. Wonwoo lo miró con interés, porque no lo había visto antes. Cha no miraba a Park, sus ojos estaban puestos al frente, clavados en alguna parte de la pizarra.
—Mis pensamientos respecto a mi futuro no han cambiado, profesor Park.— Respondió Cha sin expresión.
—Entonces volverá a recursar.— Antes de que Park pudiera ordenarle que tomara asiento Cha lo hizo sin objeción alguna. —Joven Jeon. ¿Qué nos puede decir usted?
Oh. Wonwoo miró alrededor buscando a otro Jeon en el aula, no había nadie ¿debía ponerse de pie? Miró a Cha y este lo estaba mirando en silencio y segundos despues le hizo una señal con el dedo índice, así que Wonwoo se levantó de su asiento como si el omega se lo ordenara.
—¿acerca de mi futuro?— Preguntó y Park de inmediato hizo una mueca y asintió. —No tengo idea.
—¿esa es su respuesta?
—Si. La consejera HyeJin me dio un panorama muy triste el año pasado, pero creo que cambió, así que no tengo la menor idea sobre el futuro.— Ni siquiera la mirada de Park fue suficiente para intimidar a Wonwoo. —Supongo que casarme y tener hijos.
—¿Quién se querría casar con un omega así?— Escuchó un murmullo así que miró al omega directamente y le sonrió.
—O golpear a omegas estúpidos, lo que pase primero.
—Jeon.— La voz de Park fue cortante así que Wonwoo se sentó. —Joven Seo...
Nadie se levantó. Pero Seungkwan alzó la mano y segundos despues se levantó de su asiento.
—Mi apellido es Boo.— Aclaró Seungkwan con una sonrisa. —Y me gustaría pensar que mi futuro se encuentra cantando en teatros y ayudando a las personas que lo necesiten.— Y el adorable chico volvió a sentarse.
Park lo miró tal y como miraría a un insecto desagradable. Despues regresó enfrente de todos examinando cada rincón del lugar.
—Joven Lee...
Woozi se puso de pie.
—No tengo pensamientos sobre el futuro.
Y volvió a sentarse. La mirada de Park era tres veces peor con Woozi que con cualquier otro, su aroma agresivo extendiéndose en toda el aula y tensando a los alumnos. Seungkwan se cubrió la nariz y Wonwoo solo pudo buscar la ventana intentando tomar aire fresco. Pero Woozi no se movió, sus ojos oscuros clavados en el alfa como si no tuviera miedo.
Alguien tocó la puerta, y como si hubieran roto un vidrio todos giraron de golpe asustando a Seokmin quien se asomaba, literalmente soltó un pequeño grito.
—Ah... Disculpe la...el...la in-terrupción... Ah...— Seokmin titubeó y separó las palabras de forma extraña. —Bueno... ah... Je...Jeon Wonwoo tiene visita.
Oh.
Cuando llegó hasta su habitación y abrió la puerta Seokmin se quedó un par de pasos atrás para darle espacio. Bien, entró al cuarto y miró al horrible espécimen que se encontraba allí mirando cada detalle del lugar. Era un visión horrible y desagradable que lo hizo rodar los ojos y sacar la lengua para cruzarse de brazos. Y cuando la horrenda criatura lo miró y se acercó a él hubo un largo silencio incomodándolos. Ah, las visitas de Bohyuk eran un estrés.
Su hermano tan solo levantó una mano de la nada y lo abofeteó girándole el rostro. Bien, fue tan repentino que no pudo reaccionar, así que solo alcanzó a patearle la entrepierna. Fue una lastima, quería molerle los testículos.
—¡Ah!— gritó Bohyuk con sorpresa ¿Qué esperaba? ¿un beso? Wonwoo lo volvió a patear en la espalda cuando el idiota se agachó. —¡Basta!
—¿Qué? Pensé que era lo que querías.— Volvió a levantar la pierna y Bohyuk huyó de allí. —¿no te gusta cómo te patee? Puedo hacerlo más fuerte, idiota.
Bohyuk se tambaleó hasta que pudo sostenerse de la pared.
—¡¿Por qué no me lo dijiste?!— Casi gritó Bohyuk poniéndose por fin de pie. —¡Soy tu hermano!
—¿Qué no lo sabías? Si, eres mi hermano, por desgracia.
—¡No me refiero a eso, idiota!
Wonwoo rodó los ojos y se cruzó de brazos. Nada justificaría la bofetada que recibió de su estúpido hermano menor, Wonwoo en serio quería volver a patearlo.
—Dime lo que quieres antes de que te saque a patadas de aquí.
—¡Tienes un hijo!
Sus ojos se abrieron tanto y su jadeo fue tan sonoro que dio un paso atrás. ¿Cómo mierda lo sabía? Llevó una mano hasta su pecho escuchando su corazón latir. ¿lo había investigado? ¿Cómo lo supo? ¿la había visto? ¿Estuvo cerca de ella? ¿Cerca de Mingyu? ¿Había sido la escuela? ¿Quién más lo sabría entonces? ¿Por qué mierdas lo sabía?
—¿Cómo...como lo sabes?— Su voz sonó temblorosa e inestable. —Mierda... tendré que matarte...
—No seas idiota.— Bohyuk jadeo irguiéndose de nuevo. —Investigue a Mingyu porque pensé que estaba engañándote, y seguí haciéndolo despues... Pasé noches siguiendo a ese idiota solo por ti para al final darme cuenta de que tiene un hijo. Y ese cachorro es tuyo... Bien, no sabía que era tuyo pero acabas de confirmarlo.
—¿te tiro por la ventana o te ahorco con el cinturón?— Wonwoo no podía pensar claramente. Bohyuk lo golpeó de nuevo, esta vez más suave y en el hombro. —Bohyuk... No voy a explicártelo, vete a la mierda, te romperé los jodidos dientes para que no puedas contárselo a nadie.
—Wonwoo, lo sé desde hace tiempo.— La mirada de Bohyuk se volvió tranquila, y su voz tan suave que daba escalofríos, como una persona. —Claro que sospechaba que era tu hijo, Mingyu está jodidamente enamorado de ti. Por eso me quede callado hasta ahora, necesitaba que estuviéramos lejos de nuestros padres para hablar de esto...
Miró a Bohyuk por varios segundos, sus ojos tristes tan comprensivos y suaves que generaron una emoción extraña en su estómago. Su hermano parecía una persona decente, alguien con sentimientos que se apiadaba de él. Ah, Wonwoo en serio no sabía cómo reaccionar ¿Qué debía decirle? ¿Rogarle que no dijera nada? ¿Negarlo aunque ya lo había confirmado? Bohyuk se estaba comportando bien, tan comprensivo y delicado que un escalofrió lo recorrió. Llevó una mano hasta su boca y tuvo que sentarse porque sus piernas iban a fallar.
Jeongkwan era su mundo, y su familia siempre destruyó lo que amaba. Su mano recorrió su rostro hasta llegar a su cabeza.
—Ella... tiene un año tres meses...— murmuró. —¿sabes lo que hará nuestro padre si se entera?...
—Puedo imaginarlo tanto como tú. — Bohyuk se sentó a su lado. —No le diré nada a nadie. Solo quería confirmarlo... y preguntarte como mierda le hiciste para pasar un embarazo sin que nadie se diera cuenta.
—Yo tampoco me di cuenta.— Respondió aun mirando en algún punto de la habitación. —Su nombre es Jeongkwan.
—Que nombre tan feo...
—Voy a lanzarte por la ventana.
—El mejor puto nombre del mundo.
Wonwoo respiró profundo inclinándose un poco. Si Bohyuk lo sabía ¿Cuánto tiempo se tardaría su padre en descubrirlo? Tenía que irse de allí u ocultar bien a Mingyu y a su cachorra hasta que pudiera huir por completo, porque no quería que su padre lo encontrara en ningún lado, quería esconderse de él al otro lado del mundo si era posible, huir para nunca volver. Pero los ahorros de Mingyu no eran suficiente y los de Wonwoo no existían ¿entonces que hacer? Si su padre se enteraba ¿Qué haría en respuesta? Le costaba pensar que estaba más seguro dentro de la escuela Pledis que en cualquier otro lugar, pero era así.
Su padre no podía tocarlo mientras estuviera en la escuela. Sintió la mano de Bohyuk en su espalda y este lo abrazó.
—Si alguien se entera de mi cachorra...
—Voy a mantenerme callado, Wonwoo. Es mi sobrina. Quiero que ella se encuentre a salvo y sé de lo que es capaz nuestro horrible padre. No la pondría en riesgo.
Aun si Wonwoo confiaba en las palabras de Bohyuk, el simple hecho de que él lo supiera estaba volviéndolo loco. Su cachorra tenía que estar a salvo, al igual que Mingyu, pero con la escuela por un lado y su padre por el otro... ¿Cuál le aterraba más? Ambos eran horribles. Ambos le daban miedo, porque aunque se enfrentara a su padre jamás podría ganar. Al menos contra la escuela Pledis tenía ese consuelo de no estar solo.
¿Qué demonios iba a hacer?
...
O-Me-Ga (Un año antes del primer año)
Hoshi estaba temblando, la gigantesca casa le recordaban a las malas películas donde The8 había participado, la madera, los pisos, incluso los árboles y las luces, todo parecía una vieja película extranjera, olía a una mezcla de flores y a tierra húmeda, era bonito, pero inmenso, tanto que la persona que lo guio le advirtió que no lo perdiera de vista porque las personas solían perderse con facilidad.
Hoshi tuvo que pasar pegado al beta que caminaba a toda prisa y que en un punto empezó a correr ¡Y Hoshi no tenía ni idea de lo que debía hacer al respecto! Tan solo corrió detrás de la persona sin memorizar los pasillos a donde entró, se golpeó un par de veces y deseó no haber roto nada porque todo se veía como una reliquia antigua. Así que, cuando la persona se detuvo y le dio una nueva orden Hoshi la acató, quedándose en un salón vacío que tenía puertas corredizas y dejaban ver el jardín repleto de flores.
Era la manada de los lobos rojos. Lobos que eran demasiado serios y aterradores, que lo hicieron correr, arrastrase y casi rogar, porque antes de entrar a la casa tuvo que limpiarse con algo que parecía un rallador de queso para humanos. Hizo una mueca y llevó una mano a su pie adolorido. También lo metieron a un sauna donde le exprimieron la última gota de sudor, lo hicieron tomar un té horrible de caballo, lo lanzaron al agua helada, comió un antigua fruta milenaria que era tan picante que le quemó las papilas gustativas, y cargó botes enormes de agua y carbón para llevarlos como ofrenda al líder de la manada. Líder que iba a conocer en ese momento. Ni si quiera había podido ver las actualizaciones de The8 en los últimos días.
Una persona entró por un lado y la pudo reconocer. Seokmin era demasiado amable como para haber pasado por todo eso, así que Hoshi pensó que nacer dentro de la manada ya era un privilegio, pero él, quien era ajeno a ese tipo de cosas tenía que pasar por ese calvario. Le sonrió al beta pero este agachó su cabeza quedándose callado. Y una puerta se abrió de golpe de un segundo a otro, dejando ver a un anciano con ropas holgadas y un sombrero gracioso que Hoshi no podía dejar de ver.
—Así que tú eres el cachorro que quería verme.— Habló el lobo con voz fuerte. Hoshi sonrió. —¿Cuál es tu nombre?
—Ah.. kwo...
—¡No te escucho!
—¡Kwon Soonyoung!
—¡Que voz tan delicada! ¡¿Cuál era tu nombre?!
—¡Kwon Soonyoung!— gritó con fuerza. Su rostro ya estaba completamente rojo. —¡Mi nombre es Kwon Soonyoung! ¡Soy periodista y me gustaría pedir su ayuda para hacer mi trabajo! ¡La escuela Pledis ha estado perjudicando por años a distintos omegas! ¡Es injusto y nadie hace nada al respecto porque el poder de la escuela es tal que podrían desaparecer a casi cualquier persona que lo intente! ¡Incluso a mi! ¡Por eso quiero llevar esta información a la luz! ¡Pero necesito ayuda para infiltrarme dentro de la escuela! ¡Seokmin ha sido grandioso ayudándome con la información que puede sacar pero no es suficiente, necesito cosas que solo lo pondrían en peligro y aun así no sería seguridad que las tuviera! ¡Pero no tengo contactos suficientes como para infiltrarme por mi cuenta y por eso necesito su ayuda! ¡Supe que usted está interesado en ayudar aunque entiendo que no está dispuesto a arriesgar a su manada! ¡¡Yo no tengo nada más que arriesgar que no sea mi propia vida porque me criaron mis abuelos y mi hermana está en otro país!! ¡No tengo nada más que proteger que no sean mis propios principios! ¡Es por eso que quiero intentar ayudar! ¡Soy un periodista que quiere ayudar a aquellos omegas que no pueden ayudarse por si mismos!
Gritó hasta que le dolió la garganta, y cuando alzó el rostro el hombre que lo miraba... se hecho a reír.
—Que buenos pulmones tienes, lobo.— Dijo el hombre golpeando su garganta con el puño, señalándolo. —Bien, supongo que si pasaste el entrenamiento para cachorros puedes hacer más...
—¿entrenamiento para cachorros?— La voz de Hoshi estaba seca.
—Si, antes de venir, es algo que hacen todos los cachorros a los ocho años. — ¿Ocho años? Miró a Seokmin... —Te falta el pre-entrenamiento, y el entrenamiento de iniciación, el entrenamiento para ser un lobo, y el entrenamiento para pintarte de rojo, y el entrenamiento de...
...Mierda.
Algo le decía que no iba a poder ver las actualizaciones de The8 en algún tiempo...
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