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Capítulo 23. Simplemente Omega (pt.final)

Do Kyungsoo. Do Kyungsoo se escucha bien.

—Solo alguien realmente estúpido vendría aquí a buscar unos absurdos papeles.

Jeonghan intentó burlarse pero escupió cada una de sus palabras sin un pequeño atisbo de gracia en su voz, era odio, desprecio, pero nada de humor a la vista. Park no podía ser tan idiota como para solo volver por eso ¿Por qué era tan importante? La habitación de Kibum que permanecía escondida detrás de ellos tenía información valiosa que debieron de destruir, pero Jeonghan jamás imaginó que eso sería tan importante para Park como para volver.

Sin embargo le importaba una mierda lo que Park buscara. No le importaba si quería marcar químicamente a los omegas o si quisiera hacerlos sumisos como perros adiestrados, eso no iba a pasar. Estaba preocupado por Kyungsoo y Park podía irse a la mierda.

—No son absurdos.— Dijo Kyungsoo como si Park no le estuviera apuntando con un arma. —Una mordida química es más que una mordida normal, según los documentos, Jeonghan. Con ello no sería necesario utilizar la tradición de la pureza como lo hace tu familia.

Quiso golpearse el rostro ¿en serio Kyungsoo haría esto aquí y ahora? Bien, no sería él si estuviera que callarse cualquier cosa en lugar de solo escupirlo con naturalidad. Así era Kyungsoo y aunque ya estaba un poco acostumbrado a esto no era la situación más indicada para demostrarlo. Aun así Jeonghan no apartó su mirada de Park, y Park tampoco lo hizo de él, los ojos fríos encontrándose de frente y sin titubear.

—De alguna manera, Jeonghan, siempre demostraste no ser muy inteligente.— Dijo Park. Oh, ese jodido tipo. —No esperé que tú lo encontraras. Siempre imaginé, que si alguien lo haría, ese sería Kyungsoo. No tú. Nunca imaginé que fueras tú.

—Si, nadie imaginaba que yo pudiera hacer algo realmente ¿cierto?— Habló solo por hacerlo, porque estaba buscando una solución a este problema. —Kibum quería destruirlo todo.

—Si, por suerte murió antes de hacerlo.

No. Las palabras de Park se oscurecieron despues de decir aquello, como si la muerte del omega hubiera tenido una connotación oscura incluso para él, o solo para él ¿Por qué Park se preocuparía por un omega al que buscó dañar antes? Las notas de Kibum siempre hablaban de lo cuidadoso que tenía que ser respecto a Park, pero también estaban plagadas de una especie de admiración escondida, y Jeonghan podía entender el sentimiento. El hecho de odiarlo, o temerle, no le quitaba el hecho de sentir asombro por él.

—¿Suerte?— Preguntó aun buscando una salida. —Suerte para ti, no me imagino lo celoso que debiste estar todos estos años. Buscaste lo que él encontró, porque tú no pudiste hacerlo.

Algo en Park se tambaleó. Jeonghan no tenía una jodida idea de lo que estaba diciendo pero sabía que era el camino correcto, y Kyungsoo también, porque miró a Jeonghan como si aprobara cada una de sus frases. Ahora ¿Cómo mierda iban a salir de esto? No tenía esperanza de destrozar a Park con un par de palabras, tenían que pensar en algo rápido, pero la cabeza de Jeonghan estaba seca y la de Kyungsoo tenía un arma a un lado ¿entonces? Con un poco de suerte Park no les dispararía a matar.

Y aun si no les disparaba podrían morir. Solo habían logrado entrar a la habitación de Kibum gracias a Seungkwan, porque era el único que podía percibir los aromas en ese laberinto, por lo que, si Park quería entrar allí entonces tendría que hacer lo mismo, y Jeonghan estaba casi seguro de que no entraría solo, y estaba aún más seguro de que mandaría a uno de ellos primero.

—La mordida química podría destrozar la voluntad de un omega.— Dijo Kyungsoo manteniéndose quieto. —Pero aun no encuentro la razón del porqué. Tú ya haces eso, Park.

—Claro, si romper a los omegas era lo que quería. Evidentemente no quería destrozar sus cabezas, Kyungsoo, lo que él hace es solo la versión mala y burda de lo que Kibum investigó. Todos estos años solo tuvo frascos rotos.

Park se mantuvo callado, evidentemente no tenía prisa o algo más estaba pasando, pero Jeonghan no podía descubrir qué. ¿Por qué no simplemente entraba? Jeonghan inhaló profundo buscando una respuesta y solo encontró el aroma de Kyungsoo y el de Park, y algo más. ¿era como sangre? ¿sangre seca? No, no sangre seca, era un aroma casi pútrido y desagradable. Llevó una mano a su nariz intentando ocultar ese aroma, porque una parte de él se estaba paralizando de un extraño pánico.

—Si lo piensan...—Park titubeó. —Es lo mejor para todos. La mordida química de Kibum debe ser perfecta ¿no es así? Sin errores, solo cumpliendo su objetivo.

—¿omegas dóciles?

—Jeonghan, me sorprende que nunca puedas ver más allá de tu nariz. Eres estúpido.

Park estaba burlándose de él, de nuevo.

—Soy estúpido porque esta maldita escuela estaba más interesada por preñarme que por ser educativa.

Sonrió.

—Si, pero nunca fuiste realmente viable. Era tenerte a ti o a una cría tuya. Preferimos tenerte a ti, pero de nuevo, lo arruinaron.

—Quieren tener un omega incapaz de dar un beta.— Dijo Kyungsoo como si la explicación estuviera tardando demasiado. Un omega puro.

—Si. ¿Esperaste demasiado para hablar de esto, Kyungsoo? Si bien recuerdo tú eras el que tenía curiosidad sobre mi trabajo, tú solo viniste a mí.

—Si, pero no esperaba que vendieras cachorros e intentaras modificar a los omegas.

Park asintió llevándose un brazo al rostro para ocultar su nariz ¿era eso lo que le estaba evitando moverse? Los músculos de Jeonghan se sentían tensos y si daba un paso podría caer, así que tenía cuidado con sus propias ideas, aun buscaba una salida, pero se limitaba por la situación y aquello desconocido que se filtraba de algún lado.

—Queremos replicar al omega perfecto.— Dijo Park intentando ocultar el leve temblor de su cuerpo. —¿crees que solo fuiste escogido por tu apariencia? Vienes de dos alfas, Jeonghan, y aun así eres un omega. El ser alfa-beta u omega no es como ser de sexo femenino o masculino, es algo hereditario. Genético. ¿Por qué es necesario que las familias sean puras? Porque los betas arruinan todo. Un solo beta puede manchar un árbol genealógico perfecto y limpio, es por esa razón que se reproducen más rápido de lo que deberían.

—Esto se acaba de volver conspiranoico.— Volvió a hablar solo para comprobar que aun podía mover sus labios, pero su cuerpo pesaba por alguna razón. Ese maldito aroma estaba afectándolos, no solo a los dos omegas, sino también a Park.

¿Qué clase de persona o cosa podría estar haciendo eso?

—Los betas fueron una plaga bastante molesta. Y los omegas comenzaron a desaparecer. Entonces la escuela apareció en respuesta. ¿creen que solo vendíamos cachorros? Todo lo que hicimos fue para ustedes.—Park se burló. —De no ser por la escuela los omegas habrían desaparecido. Tener a un alfa o a un omega es bastante fácil. Pero un omega... Antes de esta escuela no habría más de doscientos omegas regados en el país, todos ustedes fueron gracias a esta escuela. Todos los alumnos solo regresaron al lugar de donde vinieron.

—¿Por eso soy el omega perfecto?— Preguntó mirando la pared. Había agujeros, y había trampas. Seungkwan no había caído en ningunas aunque hubiera sido terriblemente fácil. —Porque soy un omega a pesar de venir de dos alfas.

—Si, pero vienes con defectos. Como tu infertilidad. Eres un omega bastante débil. Por eso también buscaba a alguien como Kyungsoo, quien solo puede dar a luz a omegas.

—Para torturarnos tanto esta escuela parece obsesionada por mantener a los omegas existiendo.— Kyungsoo habló fluido y Jeonghan tuvo una pequeña idea en su cabeza.

—Sin los omegas no hay alfas. El gen de los betas es tan fuerte que una vez que los omegas desaparecieran los alfas comenzarían a hacerlo también. Por eso dije que los betas son una plaga. Ustedes son demasiado jóvenes para entenderlo.

Jeonghan miró a la pared y miró la pequeña trampa detrás de ellos. Solo funcionaría si algo entrara allí ¿ero que? ¿el arma? No, aun con los músculos tensos Park se negaría a soltarla por completo, tenía que ser otra cosa. Aunque... ¿un fuerte golpe no sería suficiente? Aun no sabían a ciencia cierta lo que pasaría pero cualquier cosa era una ventaja en esa situación. Jeonghan llevó una mano a su garganta sintiendo de nuevo ese pestilente aroma a sangre.

Miró a Kyungsoo y este lo miró de vuelta. Jeonghan lo examinó de arriba abajo y vio el rápido movimiento de sus dedos justo a lado de su muslo, como si estuviera ocultándolo, y Jeonghan entendió lo que quiso decir. Kyungsoo estaba convencido de que podría moverse más rápido que Park ¿pero sería más fuerte? Aun con los músculos tensos no era una buena idea enfrentar a Park de la nada. Jeonghan intentó mover su mano, pero su cuerpo seguía pesando.

Aun si Kyungsoo podía moverse rápido Jeonghan no. Pero ¿realmente necesitaba moverse rápido? Su cuerpo estaba pesado y rígido, pero con un pequeño impulso podría ganar una ventaja. Y había algo más. Lo que sea que estuviera apestando afectaba mucho más a Park que a ellos.

Esas ventajas se irían a la mierda si no se movían rápido. A la mierda. Miró a Kyungsoo y asintió discretamente.

Esta vez nada pareció lento.

Apenas pudo ver el golpe de Kyungsoo para cuando tuvo que reaccionar, por suerte reconoció el sonido del arma cayendo al suelo pesado y escalofriante, despues el de Park que en realidad no era tan ágil como pensaban. Este hombre solo había disparado como un cobarde la última vez, cuando tuvo a Hyejin lo hizo a quemarropa, con ella inmóvil y extendiéndose para él, Hyejin había aceptado su destino porque pelear habría acabado con ellos siendo descubiertos y lastimados. Ahora Park no tenía a su montón de lacayos detrás suyo, ahora no tenía a una mujer ocultando a cinco omegas, ahora no tenía nada, ni siquiera el arma que Jeonghan intentó tomar. No procesó donde estaba Kyungsoo ni Park, pero cuando se acercó el aroma le quemó en la garganta sin previo aviso. Ese aroma desconocido que había inmovilizado a Park ahora estaba haciendo lo mismo con Jeonghan. Un aroma a sangre, a peligro. Pero iba a matarse si se detenía ahora. No tomó el arma porque Park fue rápido y lo tomó del cabello, pero Jeonghan se libró fácil y pateó con fuerza hacia la pared, hacia la frágil pared donde estaba el pequeño laberinto. Y Kyungsoo... ¿Dónde estaba Kyungsoo? Por un segundo lo encontró justo con Park, sosteniéndolo con fuerza y ambos impactando contra la pared.

Y todo se detuvo por un momento.

El aroma que se esparció como una bala fue similar al aroma floral de Park Jimin. ¿era eso lo que estaba deteniendo al profesor? Aparte del aroma pestilente ¿esa era su ventaja?

El omega real.

Kyungsoo se apartó de golpe y Jeonghan pateó de nuevo sin pensarlo dos veces. El cuerpo de Park una vez más se golpeó pesado contra la pared, pero esta vez algo se derrumbó dentro. No. Algo explotó.

—¡Kyungsoo!

—¡Vámonos rápido!

Sintió la mano de Kyungsoo tomarlo y apenas fue consciente de lo que pasaba, de la explosión que derrumbó la puerta y de que había perdido de vista a Park, pero al menos pudo sostener al omega y su cabeza trabajó casi milagrosamente acordándose del arma, tomándola en el último momento en el que pudo reaccionar. La explosión no los había afectado directamente, pero estaba haciendo que todo colapsara, las rocas y los escombros cayendo como una especie de efecto dominó mientras que se apresuraban. Como si un pequeño empuje hubiera bastado, pero no lo hizo ¿entonces que lo hizo explotar?

Miró a Kyungsoo de reojo mientras corrían por los pasillos angostos sabiendo que tenían poco tiempo para huir. Jeonghan recordó a Park, recordó que él estaba allá atrás ¿pero dónde? ¿se había quedado justo debajo de los escombros? ¿Había huido? ¿Sobrevivido? No, no podría, o quizás sí, solo recordaba vagamente a Park en el suelo y a Kyungsoo corriendo hacia él. Recordaba que el techo se estaba desmoronando y parte del suelo.

Algo no estaba bien y de alguna forma lo sabía, el aroma a sangre, el aroma del omega real... el aroma del omega había desaparecido dejando por completo a la sangre, y para cuando Jeonghan pudo reaccionar ya estaban a punto de salir a un piso, así que se apresuró escabulléndose más rápido pero negándose a dejar a Kyungsoo atrás.

Y cuando pudo salir el aroma pútrido lo atacó. Sin embargo, el aroma a fresas también estaba allí.

Llegó hasta su omega, solo tenía que encontrarlo.

Wonwoo no podía seguir salvando a quienes se habían quedado atrapados, aunque quisiera algunas zonas eran inaxesibles y sus pulmones se sentían a colapsar, su respiración era mala y comenzaba a ver doble y a marearse. Necesitaba salir y descansar. Mierda, tenía que respirar aire limpio antes de morir asfixiado pero cada que se convencía a si mismo de salir y resguardarse algo nuevo llegaba, como este omega llorón que se había lastimado el tobillo y que no podía correr, o como el idiota que se desmayaba cada cinco minutos o el otro que no servía para una mierda porque estaba temblando como gelatina.

Wonwoo quería pensar que estos chicos habrían encontrado otra forma de salir, pero no, de no ser por él habrían quedado calcinados al fondo de la escuela porque nadie regresaría por ellos, los pisos superiores ya debían estar evacuando gracias a Jeonghan y los inferiores eran un caos de fuego y escombros, nadie más había entrado para ayudar, solo Wonwoo regresó ¿eso no era una mierda? Lo hacía un estúpido.

Wonwoo era un idiota por ponerse en peligro con tal de salvar a estos omegas, y algunos ni siquiera era agradables, se quejaban y lloraban y le reclamaban a él, incluso lo trataban mal a veces diciéndole que no iban a darle las gracias por esto. Algunos eran insoportables, simplemente insoportables, pero Wonwoo aun así los ayudaba porque era un enorme idiota. Un idiota que no estaba ganando nada en realidad más que sacrificar su propia jodida vida ¿al menos no era lo suficientemente basura para cobrarles? Mierda, Wonwoo quería ser un maldito desgraciado y decirles en la cara que los dejaría morir.

Si dejaba morir a estos alumnos de nada serviría haberse quedado dentro de esa escuela. Era su consuelo, la idea de que solo estaba haciendo esto porque era su deber era un consuelo enorme, porque si lo estaba haciendo porque quería arriesgar su culo era una mierda, porque su cachorra estaba fuera, sola, y quizás demasiado confundida y asustada.

Estar con su cachorra sería mejor, mucho, mucho mejor que llevar a ese fastidioso omega a su lado que no podía caminar y que probablemente había sido uno de los causantes de esta tragedia. Demonios, Wonwoo lo odiaba con todo su jodido ser, pero encontró al chico en una habitación aislada y repleta de fuego, casi inconsciente y sosteniendo un celular que marcaba una llamada perdida. Wonwoo debió de dejarlo morir.

—Tengo... Tengo que ir arriba...— Balbuceó el chico.

—Al único lugar a donde vas a ir será a la mierda si no te callas. Idiota.

—Minsook...

Wonwoo lo lanzó contra las escaleras solo para respirar un momento, su cuerpo le dolía tanto por dentro como por fuera y su fuerza comenzaba a agotarse, en cualquier momento iba a colapsar. Tenía que salir de allí, pero dejar atrás a este tipo no le provocaba más que pena y lastima, porque Wonwoo lo odiaba pero lastimosamente ya había dejado ir su oportunidad de matar una vez en la vida.

—Ella te dejó aquí para que murieras, imbécil.

Seokhwa lo miró con ese rostro de nada.

—Ella está arriba... tengo que ir y...

—¿y qué? ¿Vas a sacarla con tu super fuerza? Mírate bien, no puedes caminar, ella te dejó aquí para que murieras.

—Ella no me dejó porque no se ha ido... Ella...

Wonwoo le dio una patada suave en el rostro. Fue suave... y tenía derecho a hacerlo, lo había sacado de su posible muerte.

—Estoy seguro de que tienes algo que ver en toda esta mierda.

Seokhwa lo miró con ese mismo rostro de piedra de siempre ¿a quien engañaba? Wonwoo no era tan idiota como para no creerlo, este chico tenía algo que ver y Wonwoo lo estaba ayudando porque era el tipo de idiota que hacia eso, Seokhwa era otro tipo de idiota, el tipo de idiota que empujaría a todos al fondo del bote con tal de salir, y aun si no salía seguiría empujándolos al fondo. No iba a preguntarle sus razones, porque le importaban una mierda.

El silencio fue un pequeño respiro para Wonwoo, o no, le seguían ardiendo los pulmones y los huesos y estaba sudando como la mierda, pero descansar al menos unos segundos y disfrutar del silencio aunque tuviera los chasquidos de fondo era lo mejor que le había pasado en la ultima hora. Aun no tenía idea de donde estaban sus amigos, de pronto se habían separado de nuevo, pero por ahora quería descansar y...

—Minsook es la única persona que me ha ayudado.

Rodó los ojos.

—No me importa.

—¿crees que no sé qué me odias? Piensas que esto es mi culpa.

—Si, suelo llevar a la gente que odio a un lugar seguro, y si, pienso que es tu culpa.— Dio un largo suspiro sintiendo su cuerpo temblar, en realidad todo tembló. —Hay que irnos, fue otra explosión.

—No pienso irme sin Minsook.

—Pues ve, a mi me importa una mierda.— Comenzó a toser sintiendo sus pulmones comprimidos. —Solo no te metas en el camino de los demás, o voy a joderte.

Seokhwa no se movió de su lugar. Sabía que este insoportable chico terminaría metiéndose en el camino de los demás, haría que otros chicos quedaran atrapados o en peligro y Wonwoo no iba a pasar otra molesta hora ayudándolos a salir. Por eso no iba a soltarlo, si este chico se intentaba mover entonces lo dejaría inconsciente y lo arrastraría fuera del camino. Pero Seokhwa no podía moverse, porque estaba lastimado, alguien lo había lastimado más allá del fuego y de lo que sea que los hubiera dejado dormidos.

Seokhwa se levantó y Wonwoo lo pateó justo en la pierna lastimada.

—¡Idiota!

—Idiota.— Lo imitó rodando los ojos. —Si sigues creyendo que soy un idiota será desventajoso para ti, idiota. ¿crees que te dejaré ir para que pongas en riesgo a los demás? No soy como Minghao quien aun cree que puedes cambiar o como Seungkwan que piensa que aun hay algo rescatable en ti. Sé la mierda que eres y sé que no vas a cambiar.

—Si tanto piensas eso deberías lanzarme al fuego.

—No, porque si soy idiota, solo que no soy tú mismo tipo de idiota.

Tomó a Seokhwa para ayudarlo a ponerse de pie, lo sacaría de allí y ya, si el idiota hacia algo que atentara contra su vida si iba a lanzarlo al fuego o por una ventana, lo que sea con tal de deshacerse de él. Aun así, si esto había sido idea de Minsook ¿Por qué este idiota estaba herido y olvidado en uno de los pisos de en medio? Lejos del primero y del ultimo, no se suponía que era así, si Minsook apreciaba a este omega entonces él debería de estar a salvo.

¿algo había salido mal?

Volvieron a quedarse callados mientras subían las escaleras. Wonwoo no quería llevarlo con los demás, pero era su mejor opción en ese punto, lo llevaría hasta afuera y lo amarraría a un árbol.

—Te equivocas.— Dijo Seokhwa ante el silencio. —Tus amigos tampoco confían en mi. Pero todos son los mismos idiotas.

—Si, solo hay dos tipos de idiotas, y uno de ellos es ser como tú, evidentemente ninguno de mis amigos lo es. Ni yo.— Llegó al nuevo piso y tuvo que soltarlo para descansar. —Deja de hablar ahora.

—¿crees que eres mejor que yo?

—pienso que no me importa.

Seokhwa lo miró casi con desprecio para despues volver a ese rostro de muñeca. Wonwoo sintió su pecho oprimirse, como si algo no estuviera del todo bien, como miedo, y aunque miró a todas partes no había nada alrededor más que ellos. Tenían que seguir, pero ahora su cuerpo estaba un poco más débil.

—Si no piensas que eres mejor que yo entonces piensas que somos iguales.

—Mierda, como hablas...— Suspiró. —Bien, pienso que me importa una mierda tu historia o tu pasaba o lo que demonios quieras, no me importa porque tienes que joder a otros y no me importa lo que Minsook es para ti. Me importa una mierda. No me voy a sentir triste si vienes de la miseria o comías una vez a la semana o algo así, no me importa, y a ti no te importa si yo vengo de un lugar igual de horrible, no quieres empatizar y yo tampoco. No soy como Minghao que piensa que todo se puede de buena manera y siguiendo las reglas y no soy como tú que piensa que todo el mundo tiene que joderse para yo poder avanzar. Me-importa-una-mierda. Solo quiero vivir.

—Mentiroso. Nadie es amable a menos de que quiera algo a cambio, como reconocimiento o...

—Me importa una mierda lo que pienses. Ahora cállate y déjame pensar.

Seokhwa se quedó callado y Wonwoo respiró profundo ¿Por qué este tipo ahora insistía en hablar? ¿y porque el corazón de Wonwoo había comenzado a latir tanto? ¿había algo mal? ¿un error? El fuego estaba acercándose y el humo cada vez abarrotaba más espacio, no podían detenerse por siempre, tenían que seguir, pero el cuerpo de Wonwoo se sentía pesado y había algo en su cabeza que no estaba bien.

Ah. Cierto. Miró a Seokhwa justo antes de que este lo pateara en el pecho con tanta fuerza que cayó escaleras abajo.

Este maldito tipo... Lo odiaba.

Se puso de pie cuando tocó el piso y llevó una mano a su cabeza, por suerte no había ninguna herida aunque ahora su cuerpo entero estaba aun más adolorido y estaba seguro de que tendría más de un moretón, pero mierda, Wonwoo sabía rodar en unas jodidas escaleras porque su padre lo había lanzado muchas veces por unas. Bueno. No muchas veces, como dos o tres veces. Como sea. Ahora tendría que buscar al jodido de Seokhwa.

Se puso de pie y se tambaleó soltando un quejido. Bien, no era tan bueno rodando en las escaleras como pensaba, pero al menos estaba consiente.

Corrió escaleras arriba sintiendo una molestia en su pie derecho pero lo ignoró, no tenía tiempo para lastimarse y quedarse atrás, tenía que ir por Seokhwa y evitar que el idiota terminara lastimando a otro o lastimándose a si mismo. No iba a perderlo de vista, era casi imposible que lo hiciera porque sabía por que pasillos tendría que ir para no encontrarse con una posible muerte, así que solo lo siguió ignorando todo lo demás.

El pasillo estaba solo cuando lo miró, había escombros como si algo se hubiera derrumbado arriba y el polvo no lo dejaba ver, y estaba oscuro, los anteojos de Wonwoo estaban hechos mierda ¿Cómo iba a ver? Al menos con el fuego podía ver algo, ahora todo eran manchas peores que el antepasado. Su vista solo empeoraba, como siempre. Se quitó los inútiles lentes y los lanzó detrás suyo, no los necesitaba si estaban rotos.

—¡Déjame en paz!

La voz de Seokhwa lo guio al interior del desastre.

—Me gustaría pero vas a terminar lastimando a mis amigos, ambos sabemos que es verdad.

—¿y que importa? Solo vete y vive tu jodida vida mediocre.

Halagador. Rodó los ojos. Si dejaba a Seokhwa allí iba a entrometerse en el camino de Jeonghan o en el de Minghao o Woozi, tenía que llevarlo afuera y asegurarse de que no atentara contra la vida de los alumnos. Este chiquillo alumno era la enorme amenaza que Wonwoo tenía que enfrentar ¿era en serio? Que dolor de cabeza.

Caminó con cuidado de no lastimarse entre los escombros, las piedras, cosas de metal o cables, todo era peligroso pero él estaba yendo porque no le quedaba de otra. Era una completa mierda, solo debía darse la vuelta y advertirle a sus amigos. Así que se detuvo y dio un paso atrás.

—Bueno, adiós.— Dijo sin interés.

Se dio la vuelta para irse.

—¿en serio te vas?

—Ajá. Adiós. Ya me lanzaste por las escaleras, se acabó mi "amabilidad"

Hubo silencio.

—¿Por qué los ayudaste? A los otros alumnos. Solo son un estorbo.

Suspiró.

—Porque soy un idiota sentimental. Solo por eso.

—Mentiroso. Nadie ayuda a otros sin esperar nada a cambio.

—Quizás solo espero que no se mueran. Al menos no frente a mí.

Sintió un dolor retumbar en su cabeza que se extendió por su cuerpo, se tambaleó y casi cayó al suelo pero pudo sostenerse de la pared. ¿Qué mierda lo había golpeado? Su cabeza dolía y no podía pensar bien, y cuando llevó la mano a aquella zona notó sangre. Mierda, si estaba sangrando era malo. Escuchó algo metálico caer al suelo y despues una patada a su costado que por fin lo hizo caer. ¿Había sido Seokhwa? Estaba casi seguro de que era él, no había nadie más ¿pero porque mierda? ¿Qué ganaba atacándolo a él?

—En realidad soy yo el que no puede dejarte ir.— Dijo el omega dándole otro golpe que le sacó el aire. —Minsook te quiere, así que voy a entregarte a ella.

—¿Cómo una puta ofrenda? Deja me pongo un jodido moño.

Todo daba vueltas y ahora había un fuerte olor a sangre, su sudor se mezclaba con el otro líquido y le provocaba nauseas, no podía levantarse y cuando el nuevo golpe llegó a su tobillo tuvo que gritar ¿Cómo iba a llevarlo hasta Minsook? Seokhwa no era lo suficientemente fuerte como para cargarlo por todos los pisos. Este idiota solo estaba desesperado por la aprobación de ella. Era lamentable. Gritó de nuevo cuando el dolor se extendió.

—¿sabes? Estoy un poco celoso de ti. Ella te admira porque cree que eres fuerte. Pero solo eres un idiota.

Se preparó para otro golpe apretando todo su cuerpo y cerrando los ojos. No hubo otro golpe, al menos no a él. Escuchó los escombros y los quejidos, pero cuando se giró no podía ver nada más que manchones oscuros.

—¡Hey! ¡No puedo ver una mierda! ¡¿Qué está pasando?!— Gritó arrastrándose hasta la pared para sostenerse de ella. Quería levantarse.

—¡Suéltame!— Escuchó a Seokhwa. —¡Suéltame, mierda...!

Y despues ya no lo escuchó... Wonwoo se quedó quieto mirando alrededor, todo estaba oscuro y sin sus lentes veía una mierda. ¿era algo así como un fantasma furioso? Mierda. Quizás si no se movía... Se quedó quieto poniéndose de pie lentamente sin usar el derecho. ¿Seokhwa estaba bien? ¿Por qué estaba preocupándose por ese idiota? Parpadeó ante una mancha borrosa algunos metros lejos de él. Era grande. Mierda, estaba jodido.

—¿Seokhwa? Dime que estás vivo...— Dijo mirando a la mancha acercarse. —¡Seokhwa!

Intentó dar la vuelta para correr, pero un fuerte brazo lo tomó y casi lo jaló atrapándolo por completo, y por un segundo la cabeza de Wonwoo dio vueltas, hasta que reconoció su aroma y pudo suspirar derritiéndose contra él. Y despues la mancha enorme le puso los lentes que había tirado antes, y pudo ver un poco a Mingyu.

Casi moría de un infarto por su estúpido novio.

—Hola...— Saludó Mingyu como un cachorro.

—Hola, romeo, casi le jodes el corazón a Julieta.— Abrazó a Mingyu cerrando los ojos. Se sentía tan bien abrazar a su sudoroso y sucio y levemente achicharrado novio. —Dime por favor que no mataste a Seokhwa.

—No... Debí. Créeme que debí. — Mingyu se apartó para colocar algo suave justo detrás de la cabeza de Wonwoo. Dolió, pero el rostro de Mingyu lo distrajo. —Te golpeó.

—Estoy bien.— Murmuró respirando sobre su novio. Necesitaba algo más que el aroma agresivo de Seokhwa. Y que su propio miedo. —Hey... Estoy libre el próximo fin de semana ¿nos casamos?

Sonrió ante la mirada sorprendida de Mingyu y lo besó. ¿Qué más iba a decirle? ¿Qué no? pues que le dijera que no despues, para Wonwoo ahora esto era un sí, y cuando Mingyu correspondió el beso se sintió como un verdadero sí. De cualquier forma si le decía que no estaría dispuesto a comprar flores y ocultar un anillo en un pastel o algo así.

Hasta que sintió la mano de Mingyu tomar la suya, y despues se apartó.

—Entonces esto va aquí.— murmuró Mingyu colocando algo en el dedo de Wonwoo. Era un anillo. Un jodido anillo. —Lo conseguí despues del nacimiento de Jeongkwan, pero era demasiado cobarde como para pedírtelo... tú siempre fuiste más valiente, Wonu.— Mingyu le sonrió con los ojos cristalinos ¿iba a llorar? Se veía bien incluso a punto de llorar. —Eres el omega más valiente y hermoso que he conocido en mi vida... Realmente, realmente te amo.

El golpe en su cabeza debía ser demasiado malo porque ahora sentía que alucinaba ¿en serio? Demonios, a pesar de tener una hija juntos ¿esto no se sentía como un paso más allá? Mingyu quería casarse con él, le compró un anillo porque quería casarse, un anillo de compromiso. Wonwoo miró el anillo.

Amaba a este hombre ¿entonces tendrían una familia? ¿Cómo una casa bonita y una hija y un gato? Wonwoo no tenía ni idea de como tener una familia feliz, pero mierda, si que la quería. Su prometido Mingyu, su esposo, su alfa y el padre de su cachorra. Mingyu era...

Mierda.

No tuvo tiempo para pensar, solo giró a Mingyu de golpe empujándolo lejos para que aquello no impactara, aunque sus lentes no servían del todo había podido verlo y reaccionar rápido, solo fue en un segundo cuando salió de entre el polvo y la oscuridad, un solo segundo donde vio los ojos del rostro de piedra y un segundo donde supo que todo estaba mal. Fue solo un segundo que su mirada conectó con la de Seokhwa.

Y en ese segundo pudo ver el miedo y la desesperación de ese chico. Y quizás Seokhwa pudo ver lo decidido que Wonwoo estaba de proteger lo que amaba. Y quizás fue ese mismo segundo que al siguiente este omega sin corazón dudó, y cambió el ángulo de aquel objeto afilado.

El dolor agudo estuvo en sus costillas, y vio la sangre brotar, la suya, y la de Seokhwa que gracias al brusco movimiento se encajó aquella barra de metal en el brazo. Gritó, pero Wonwoo no lo hizo, Wonwoo solo cayó al suelo.

—¡Wonwoo!— Mingyu lo sostuvo antes de golpearse de nuevo. —¡Mierda! ¡Wonwoo! ¡Estás sangrando más!... Wonwoo...

—Estoy despierto.— Se quejó adolorido cuando Mingyu cubrió la herida. Vaya, era mala porque veía su sangre escurrir. ¿se había encajado? Todo era un desastre. —¡Eres un idiota más idiota, Seokhwa!

Seokhwa alzó un brazo, la barra metálica se había atravesado allí, y jodidamente se lo merecía, pero estaba sangrando a mares. Iban a morir dos idiotas desangrados.

—¡¿Por qué mierda puedes tener una jodida vida feliz?!— Gritó Seokhwa. —¡Se supone que ayudas a todo el jodido mundo a pesar de que pasen sobre ti! ¡Deberías ser infeliz! ¡No así! ¡La gente que ayuda a otros jamás es feliz! Siempre... siempre terminan muriéndose... Debí haberte matado... Pero... ¿Por qué puedes ser feliz?

Seokhwa empezó a llorar.

—Chico idiota.— Murmuró extendiendo sus brazos para sostenerse de Mingyu, y Mingyu lo cargó de prisa para sacarlo. —Mingyu, ayúdalo.

—¡No lo ayudaré! ¡Tengo que sacarte de aquí y él intentó matarte! ¡De ninguna manera! ¡Yo... Yo debí de...!

—A-yu-da-lo.— Balbuceó sintiéndose mareado y débil. —No hay razón. Solo somos idiotas. ¿está bien?

Mingyu lo miró como si Wonwoo estuviera enloqueciendo, pero suspiró con fuerza y tomó a Seokhwa del brazo y casi lo lanzó para que caminara. Y Wonwoo sonrió. Seokhwa aun estaba llorando, llorando peor que un bebé.

Bien. Recordó a Dongmin. Ese chico. Ese niño. Cerró sus ojos solo para poder descansar un poco.

"No te duermas."

"Wonwoo, no mueras."

Eso era difícil cuando estaba desangrándose. No quería morir. Pero morir en los brazos de su prometido ¿no era una buena forma de hacerlo?

Podía escuchar su corazón latir, y cuando entreabrió los ojos su anillo brillaba. Si, iba a casarse y a tener una familia. Una linda familia.

Jeonghan.

Jeonghan estaba cerca, su aroma se abría paso en la cabeza de Woozi mientras corría por los pasillos, su aroma a vainilla, justo más allá que la sangre. Pero su corazón se apretó con fuerza, tenía miedo de que Jeonghan saliera lastimado o estaba aliviado de que él estuviera allí, y es que había una maldita loca detrás de él, buscando matarlo con sus feromonas. No quería que este mujer de pronto diera la vuelta y buscara a Jeonghan.

Si los demás alumnos ya habían podido escapar entonces podría permitirse bajar un poco la guardia y realmente huir de la loca sin tener que hacerla perder el tiempo, podía correr a otros lugares, pero no tenía idea de lo que pasaba afuera, ni de lo que pasaba abajo, tenía miedo por los demás chicos porque no sabía nada de ellos.

¿al menos los demás estaban bien?

No, no podía pensar en ese tipo de cosas porque sería dispararse en el pie, Minsook lo quería débil en todos sentidos, incluso mentalmente, así que no podía ponerse a pensar fatalidades y ponerse a la merced de la alfa. Tenía que... ¿al menos sabía lo que tenía que hacer? Estaba corriendo en círculos intentando distraer a una alfa loca, no sabía que hacer, pero cualquier cosa era mejor que quedarse quieto. No podía esconderse de ella porque terminaría encontrándolo con facilidad. Pero vaya mierda que se estaba cansado.

—¿planeas correr para siempre?

—¡Si!

Ella bufó como un animal y comenzó a correr mucho más rápido, y Woozi no tuvo otra opción más que seguir entre los pasillos, alejándose de Jeonghan porque no iba a correr riesgos. Se escabulló con prisa intentando no pensar demasiado, el humo del incendio de abajo ya había llegado para entrar por las ventanas y algunas habitaciones estaban repletas de este, y el maldito calor era insoportable, en algún momento tenían que salir de allí.

Un aroma distinto llegó, uno que conocía pero que nunca esperó encontrarlo allí, y lo estaba llamando. ¿Por qué confiar en él? Porque era mucho mejor guiar a Minsook hasta ese aroma que acercarla a Jeonghan. Giró a su derecha.

Y Justo en ese momento algo explotó. Solo fue capaz de ver el fuego y escucharlo, porque no fue tan cerca como lo pensó, sin embargo terminó en el suelo. Minsook... ¿Dónde estaba Minsook? Giró aun en el suelo sintiendo sus oídos pitar y observó el fuego salir de una de las puertas, quizás era de archivos, no estaba seguro, pero algo debió de detonarlo, y si eso había explotado, entonces la reacción en cadena... Se cubrió cuando escuchó la segunda explosión.

El techo se derrumbó a pedazos. Y todo se volvió oscuro.



Tosió varias veces sintiendo sus pulmones oprimidos, abrió los ojos y volvió a cerrarlos por la molestia ¿Qué mierda había pasado? Le dolía el cuerpo de pies a cabeza así que no podía distinguir una herida en particular. Intentó sentarse y pudo ver, gracias a la poca luz que se colaba de los huecos que todos los escombros estaban a su alrededor, pero ninguno sobre él, como si algo lo hubiese protegido aunque no tuviera sentido en lo absoluto.

Miró sus manos, y aunque estaban golpeadas y con raspones estaban bien, sus piernas y la demás parte de cuerpo igual. Todo estaba bien. Él estaba bien. Su cabeza... todo, estaba vivo. Estaba jodidamente vivo justo cuando pensó que podría morir, porque de repente recordaba la explosión, recordaba los gritos y recordaba caer.

Mierda, estaba vivo.

—Me morí...— Murmuró y su eco golpeó contra las paredes, y algo se sintió extraño, tuvo que golpear su oído. ¿Por qué no podía escuchar bien? —¡Hoshi!

Gritó mirando arriba, había escombros y apenas un rastro de luz, y fuera de eso estaba el pasillo oscuro. Supuso que cayó del piso de arriba dejando un hueco, cayó y estaba vivo, le cayó un montón de escombros y estaba vivo, le explotó una jodida bomba detrás y estaba vivo. Minghao estaba vivo. Vivo por completo.

No. Había muerto. Había muerto como Jun.

Antes no lo entendía, no entendía porque Jun insistía en que había muerto, pero ahora lo hacía, lo comprendía bastante bien y le estaba provocando una burbuja de risa que quería salir de su garganta. Era... Era distinto, como un sentimiento eufórico y nuevo. Estaba vivo. ¿así se había sentido? Como algo que jamás quería repetir en su jodida vida.

¿Dónde estaba Hoshi? ¿él estaba bien? No encontró su cadáver por el lugar así que sospechaba que estaba bien, aun así intentó levantarse, sus piernas temblaban y todo su cuerpo se sentía extraño, como si fuera un sueño, solo que no lo era. Revisó una vez más que todo estuviera en orden, tenía varios rasguños pero eran superficiales, y era un poco doloroso, le gustaba poder sentirlos, porque estaba vivo.

Bien, Minghao no quería morir, eso lo tenía bastante claro. Dio un paso enfrente y casi cayó al suelo, su cuerpo entero temblaba pero estaba bien, eso o se estaba muriendo sin darse cuenta ¿Cómo había caído sin golpearse la cabeza? Todo su cuerpo dolía, así que no pudo descifrar cual parte fue la que cayó primero, tuvo que mirarse los brazos para comprobar, y entonces encontró la respuesta; su brazo derecho comenzaba a tener un hematoma enorme. Claro.

—¡Hao!— El grito desesperado de Hoshi lo hizo mirar al fondo del pasillo, entonces comprobó que su oído derecho no estaba funcionando bien. —¡Por la luna, Hao!

Hoshi llegó hasta él y lo tomó con delicadeza en brazos, lo miró de pies a cabeza examinándolo por completo, y Minghao solo podía sentirse feliz de verlo vivo. Estaba... estaba bien, Hoshi estaba bien, sudando y con algunos rasguños, pero se veía bien, claro, aun tenía sangre seca pero todo estaba bien. Demonios, Minghao tenía que regresar en sí.

—Me morí.

—¡No te moriste! ¡Estás... estás a salvo! ¿Puedes caminar? Hay que salir de aquí. Hay fuego y...

Minghao lo besó. Por qué Hoshi se estaba demorando demasiado en hacerlo, así que solo lo besó tomándolo de las mejillas, esperando que correspondiera el beso. Y cuando lo hizo Minghao pudo respirar de nuevo. Su corazón respiró. O algo así.

—¿puedes sostenerme? Siento... siento que caeré en cualquier momento.— murmuró.

Hoshi asintió tomándolo con fuerza a su lado. Y Minghao sonrió un poco porque estaba colapsando, no físicamente, mentalmente, despues de todo este estrés ¿no era bueno solo descansar un momento? Debió estar inconsciente un par de minutos, lo suficientes para que Hoshi buscara una forma de bajar y supiera por cuales caminos ir y cuáles no, seguramente se guio por su aroma cuando Minghao por fin despertó.

Ahora ¿Cómo salían de allí? Al parecer Hoshi lo tenía resuelto. Lo ayudó a caminar y Minghao sintió como si diera sus primeros pasos, era torpe y se tambaleaba, pero estaba caminando.

—Cuidado, tenemos que ir por ciertos lugares, este piso si está en llamas, pero el de arriba está bien, solo fue... la reacción en cadena se detuvo.

—¿Cómo lo sabes?

—No ha habido más explosiones. Hao.

—¿Cuánto tiempo pasó?

—No lo sé... Te estuve buscando por mucho tiempo, los escombros no me dejaban pasar, ni ver. Tenía miedo... Pensé que...

Hoshi se detuvo para tragar, como si estuviera pasándose un nudo en la garganta y Minghao lo miró por un momento. Lo amaba demasiado.

—Estoy bien.

Hoshi asintió sin permitirse llorar, mantuvo su mirada enfrente y siguió caminando quizás demasiado apresurado por sacar a Minghao de allí, y estaba bien, porque Minghao necesitaba mucho aire libre.

No podía seguir ayudando a los demás, tenía que salir de allí de una vez porque de lo contrario ahora sí terminaría muriendo, así que se concentró en sus pasos temblorosos y en la caminata rápida de Hoshi, se concentró en su cabeza, en los pasillos que conocía. Y se dio cuenta de algo.

—Esta es la escuela.— murmuró. —La escuela donde pasamos tres años. Fue una mierda. Pero... por aquí está la oficina de Hyejin.

—Ajá, es la misma escuela, pero quemándose.

—Los otros alumnos...

—Están bien. Solo importa sacarte de aquí.

—Pero...

—Hao, está bien.— Hoshi apretó los labios y despues los ojos. Los volvió a abrir. —Ahora lo importante eres tú. No importa lo demás ¿está bien?

—Si necesitan ayuda es mejor que hagamos algo...

—No. Terminaste.— Y despues Hoshi suspiró. —También eres un alumno, y aunque eres realmente fuerte y valiente, y astuto y rápido... también eres una persona. También eres importante, y también mereces que te saquen de aquí. Hao. No solo ellos merecen ayuda, tú también.

No podía dejar de mirar a Hoshi. Claro, él también, él también necesitaba ayuda, también merecía detenerse un momento y simplemente caminar sosteniéndose de alguien. Siempre pensó que era mejor ir solo, que era mejor dejar atrás todo y solo seguir, pero ahora... ahora solo quería depender un poco de Hoshi y salir de allí, respirar, descansar por una vez y solo preocuparse por si mismo, aunque estuviera relativamente ileso tenía golpes que estaban preocupándolo. Y aun si no los tuviera estaba demasiado cansado para continuar.

Minghao también merecía caer y quedarse abajo por un momento, caer y ser ayudado a levantarse. Merecía equivocarse. Y arrepentirse. Y morir y vivir.

—Termine...— murmuró. —Si. Creo que ya termine.

Sonrió. Por fin había terminado.



Ni siquiera fue consiente despues de todo lo que tuvo que andar para salir, ni siquiera supo cómo salieron, creyó ver a otros omegas, pero su cabeza estaba nublada y de un momento a otro Hoshi lo había llevado en su espalda. ¿Cómo podía cargarlo? Si bien había dicho que era ligero en realidad Minghao estaba casi inconsciente así que eso debió de hacerlo más pesado. De cualquier manera solo cerró los ojos y esperó.

Y cuando los abrió ya estaban afuera.

Estaba lloviendo, no se había dado cuenta de que estaba lloviendo hasta que las gotas golpearon en él, y observó el cielo nocturno, y el humo y el fuego detrás, y el sendero de luces que les marcaba un camino. Había más personas corriendo a refugiarse a una zona, y había camiones, y... personas, muchas personas, había muchas personas afuera que estaban ayudando a todos los que salían. Minghao entonces reconoció a alguien a lo lejos.

Cha Hakyeon, el líder de la manada de lobos negros, estaba allí repartiendo mantas y dando lugares, y había más gente que hacia lo mismo y otras que estaban trayendo cosas de camiones y todo parecía un caos en orden, era confuso y Minghao no podía entenderlo porque su cabeza estaba nublosa, pero también vio más autos llegar e ir directo a la escuela, bajando camillas o cosas parecidas. ¿de donde había salido esta gente? Había más intentando que el incendio no llegar al bosque, pero Minghao no podía mirar mucho.

—¿de donde salieron todos?— Preguntó Minghao con la voz seca.

—¡¿Ves a los que intentan proteger el bosque y a los que ayudan a transportar heridos?! ¡Son mi manada! ¡La manada de los lobos rojos!— Gritó Hoshi jadeando.

—¿Qué hacen aquí?

—¡Solo pude hacer una llamada antes de que me golpearan! ¡Y ellos vinieron a ayudar!

La manada de los lobos rojos, y la manada de los lobos negros estaban allí. Minghao no quería indagar más en como habían llegado, ni porque la policía ni las ambulancias ni los bomberos no lo hacían, seguramente había sido parte de la escuela Pledis. Y cuando se acercó poco a poco al refugió también observó una camioneta negra con un montón de cámaras apuntando a la escuela ¿eso de donde había salido?

Así que si había gente enterada de que estaban muriendo. Genial. Respiró profundo el aroma de Hoshi y disfrutó del aire y del silencio, antes de llegar a la carpa donde el ruido era mucho mayor, pero eso no importaba de su lado derecho ¿verdad? Aun no escuchaba nada. Había demasiado bullicio, pero Minghao cerró los ojos.

—¡Hoshi! ¡Tráelo acá!

Jun. Casi se puso a llorar cuando escuchó su voz, y abrió los ojos para verlo, Jun estaba... ¿Por qué estaba herido? Tenía varios vendajes, quizás eran quemaduras, no estaba seguro, pero Hoshi se acercó a él pasando entre las personas, las camillas y los vendajes. Y cuando llegó había una camilla donde Hoshi lo dejó. Y su alfa se dejó caer en el suelo, respirando cansado mientras que Minghao solo se recostaba mirando a Jun quien se arrodilló a su lado.

—Morí.— Le dijo a Jun. Y sonrió.

—Morimos.— Dijo Jun.

Jun le dio un pequeño beso en los labios, solo pequeño, y le dio uno más grande en la frente. Demonios, estaban vivos. O muertos, como fuera.

Minghao estaba respirando.

—¡Hey, Minghao, mira!

Esta vez si abrió los ojos de golpe y respiró como si hubiera resucitado, se sentó de golpe y miró a la otra camilla queriendo llorar. Mierda, hasta le dolió el pecho y cuando lo vio fue peor porque ahora estaba preocupado. Muy preocupado.

Wonwoo le estaba sonriendo desde la otra camilla, tenía un vendaje a la altura de las costillas y algunos más pequeños por todo el cuerpo, pero Wonwoo parecía importarle poco porque estaba levantando su mano mostrándole los dedos, mostrándole un anillo.

Wonwoo se rió.

—Me voy a casar.— Dijo el omega muy orgulloso de ello.

Mierda, Minghao casi se lanzó de la camilla gateando hasta Wonwoo. Lo abrazó, solo de los hombros hacia arriba, aunque Hoshi y Jun comenzaron a regañarlo. No le importaba, Wonwoo estaba vivo, mierda, estaba tan jodidamente aliviado de verlo, que podría llorar por horas. Uno de cuatro, uno de cuatro.

—Estás vivo... pero... ¿Qué te pasó?— Comenzó a llorar justo despues de eso.

—Hey... no llores, estoy vivo, me duele como la mierda, pero me voy a casar.— Wonwoo estaba riéndose mientras le acariciaba la cabeza. —Nuestro amigo Seokhwa me apuñaló. Lo pusieron en vigilancia porque el idiota se atravesó la mano para no matarme.

—¡Voy a matar a ese idiota hijo de...!

—¡No vas a matar a nadie!— Seungkwan... ¡Seungkwan! Giró de golpe y lo abrazó, pero estaba negándose a soltar a Wonwoo. —Te vi desde que saliste de la escuela... me preocupaste, pensé que estabas muerto, pero Wonwoo me dijo que si estuvieras muerto Hoshi no podría cargarte así y... ¡Casi me da un paro cardiaco!

—Espera...— Cambió de lado. —Repite la parte desde donde me viste, no puedo escuchar nada del lado derecho.

—¡Eso podría ser una mala señal! ¡Recuéstate!

Se dejó caer contra la camilla que jun había acomodado a lado de Wonwoo y miró a Seungkwan revisarlo. Seungkwan tenía las manos lastimadas pero llevaba pequeños vendajes, aun así estaba ayudando al Mayor... ¿Por qué había tanto llanto de bebés? ¿los habían conseguido salvar a todos? Miró a todos lados sin comprender mucho, y despues encontró a Mingyu sentado en una camilla, meciendo un cachorro mucho más pequeño que Jeongkwan. ¿Dónde estaba Jeongkwan?

Todo se calmó poco a poco, Seungkwan se tomó el tiempo para sentarse y revisarlos, cambió algunos vendajes de Wonwoo y se aseguró de limpiar las heridas de Minghao, entonces hubo un extraño silencio entre ellos. Algo callado y oscuro.

—Jeonghan y Woozi no han podido salir.— Dijo Wonwoo. —Seokmin tampoco, aunque continúan saliendo alumnos aún faltan varios.

—Po ahora no podemos hacer nada. Estás herido, y no creo soportar entrar de nuevo.— murmuró Minghao. —¿crees que Mingyu o Hoshi puedan ir?

—Es absurdo, no saben de los atajos.— Dijo Seungkwan inclinándose cerca. —No podemos entrar de nuevo a la escuela, el fuego está descontrolado.

—¿entonces solo vamos a esperar?

Se quedaron callados, porque no había otra respuesta.

—Van a salir.— Suspiró uno de ellos, no supo cual de los dos lo dijo, pero estaba de acuerdo.

—Lo que podemos hacer es quedarnos aquí y ayudar.— Seungkwan habló. —Ustedes no, ustedes se quedan recuperándose. Dino está cuidando de Jeongkwan pero ahora la traeré para que la cuides, Hao, no dejes que se suba a Wonwoo.

—Está bien.— asintió sentándose de nuevo.

Seungkwan estuvo a punto de irse, pero se quedó de pie varios segundos. En silencio. Y despues volvió a sentarse tomando la mano de ambos.

—Encontré a Jiao.— Murmuró, solo para ellos.

—¿Por qué no lo dijiste antes?— Preguntó Wonwoo casi emocionado, pero el tono de Seungkwan no era bueno. Minghao sintió una presión en el estómago. —¿Dónde está la ardilla torbellino?

Seungkwan no respondió. Su aroma lo dijo todo.

—Lo siento.— Murmuró Kwannie. —Pero él me pidió que antes salvara a su hija. Para cuando regresé no podía hacer nada.

—Ah...— Wonwoo le habló a la nada. —Si... supongo que haría lo mismo, salvar a mi hija... Es... es comprensible... Jiao... Supongo que era un buen papá. Como que... un buen papá...

Minghao abrazó a Wonwoo cuando este comenzó a llorar. Y Seungkwan también lo abrazó, porque el chico también estaba llorando aunque no era momento de hacerlo, pero era algo que no podían aplazar. Lo habían estado buscando por tanto tiempo... y al final... No se podía salvar a todos, al parecer no.

—Byul se quedó con él.— Consoló Seungkwan. —No estaba solo.

No estaba solo. Minghao abrió los ojos percatándose de la luz roja y estridente, de las luces, varias, varias luces que pasaban rápido una tras otra y del sonido que emitían, solo lo podía escuchar lejano pero lo reconoció. Sirenas.

—¡Vernon, ayúdame a abrir paso en la entrada!— Escuchó gritar al mayor. —¡Están llegando!

—¡¿Quiénes?!

¿Quién más? La ayuda que llegó llegar hace horas. ¿Por qué hasta ahora? No, no era la pregunta correcta ¿Por qué ahora? Nadie hubiera venido porque la escuela Pledis había conseguido que no lo hicieran desde un principio, así que alguien más debió obligarlos a venir. ¿Quién?

Vio el auto adentrarse, no solo uno, varios.

"Choi"

Un maldito alivio.

—¡¿Qué fue eso?!

—Un derrumbe, se escuchó de la parte sur.

—¡¿un derrumbe?!

No respondió a esa pregunta porque era obvia, solo concentró su mirada al final del pasillo intentando pensar en algún atajo que los llevará rápidamente a la zona sur. Jeonghan se veía nervioso y asustado, y Kyungsoo aun tenía ese fuerte dolor de cabeza y una pierna lastimada, era el peor de los escenarios, bueno, no del todo, lo peor sería que el pasillo estuviera en llamas y que su pie estuviera cercenado o algo así, por lo que aun podía empeorar.

Ah. Kyungsoo se negó a pensar en ello. Jeonghan ya era quien estaba nervioso y asustado, Kyungsoo no podía unirse a su estado de paranoia y empeorar, aun tenían que encontrar a Woozi y sacarlo de allí, salir todos de allí, y huir de Park. Park, en quien no confiaría que estaba muerto hasta ver su cadáver y asegurarlo, porque nunca había confiado en él.

Ni en primer año cuando se mostró amable, ni en segundo cuando comenzó a dudar, ni en tercer año, cuando lo confirmó, ni este ultimo año, cuando lo odiaba. Odiar a Park gastaba más energía de lo que Kyungsoo pensaba tener, detestar a una persona era cansado, ocupaba su mente y no le gustaba, pero ahora no podía hacer nada al respecto. Odiar a ese hombre aun conociendo sus razones, aun conociéndolo a él.

Odiar era una palabra muy fuerte para Kyungsoo. Pero no encontraba más, así como la palabra amar. Miró a Jeonghan y tomó su mano para guiarlo hasta uno de los atajos, sería más rápido pero no más seguro, algunas partes debían estar dañadas por el derrumbe y no tenían ni idea de lo que esto había afectado, si se encontraban en un laberinto sin salida no podrían salir, pero estar en los pasillos ocultos de la escuela parecía calmar a Jeonghan, los calmaba a ambos.

Esto era algo así como su lugar despues de todo. Algo que ambos conocían, donde ambos podían guiarse.

—¿te gusta? Es nuestro lugar.

—¿nuestro lugar? ¿Por qué nuestro lugar? ¿nuestro lugar no es nuestra habitación? ¿el líder lo sabe? ¿nos deja tener nuestro lugar? ¿todos tienen uno?

—Soosoo, las preguntas...

—Lo siento.

—es nuestro lugar porque aquí estamos cómodos ¿no es así? ¿o prefieres estar con todos esos lobos? Son muy muy estirados. Se la pasan estudiando, no me gusta estudiar.

—A mi tampoco me gusta.

Aunque, si se era honesto consigo mismo Jeonghan solo le había hablado de esto para que Kyungsoo pudiera huir de Park, por lo que no era su lugar, era algo así como un favor, porque los amigos solían hacerse favores. ¿Jeonghan pensaría lo mismo? ¿pensaría en Kyungsoo como un amigo o solo como un compañero más? ¿pensaría en él como alguien cercano? ¿Cómo podía estar seguro? Si comenzaba a pensarlo bien ¿Qué debería sentir ahora por Jeonghan? ¿si quiera era coherente pensar en eso mientras el edificio se venía abajo? Si Jeonghan rechazó sus sentimientos ¿no debería ser todo distinto? ¿Por qué no se sentía distinto ahora? ¿Por qué Kyungsoo seguía teniendo esa clase de sentimientos por Jeonghan a pesar de que fue rechazado?

No esperó nada a cambio, no de Jeonghan, pero sí de si mismo. Esperó que ese enamoramiento se fuera, pero no lo hizo. No dejó de querer a Jeonghan incluso despues de verlo con Woozi. Y no sabía que sentir al verlos juntos. ¿se sentía molesto? ¿celoso? ¿enojado? ¿feliz por ellos? No tenía idea. Antes de que todo esto pasara los había visto juntos, y había olido el cariño de ambos, el amor romántico que expulsaban.

Sabía que Jeonghan amaba a Woozi, y que por lo tanto no podía amarlo a él.

¿eso no debería ponerlo triste?

Su padre solía decir que sus sentimientos eran extraños. Odiar era normal, amar, enojarse, asustarse era normal, pero cuando Kyungsoo lo pensaba había amado muy pocas veces y había odiado aun menos. Nunca odió a su otro padre, pero sí amaba a su padre omega. De nuevo, la palabra odiar era demasiado grande.

Debió odiar a su otro padre, el que apenas le hablaba, el que solía gritar y reclamarle por ser un idiota. Pero nunca lo odió en realidad, tampoco le temía porque si hacía todo lo que él ordenaba entonces nada estaría mal. Y su padre solía enojarse por eso, solía decir que debía odiarlo, porque él lo hacía, pero Kyungsoo no comprendía la razón.

"El odio es muy cercano al amor. Si no puedes odiarlo tampoco puedes amar."

La manada solía burlarse de su padre omega por ser idiota. Así lo llamaban. Un idiota. Y su padre lo odiaba, pero nunca se quejó, prefería ir al campo de flores y desordenarlas, la manada también se enojaba de ello, pero su padre decía que el desorden tenía un orden, que todas las flores eran distintas, y todas necesitaban distintas cosas. Se burlaban de él, y quienes se encargaban de las flores siempre terminaban reacomodándolas por especie y tipo.

¿Por qué estaba recordando esto?

—Kyungsoo...— Jeonghan lo abrazó de pronto regresándolo en sí. Olía a vainilla. —Estamos dando vueltas, necesitamos concentrarnos, el aroma... ese aroma nos está apartando.

¿Qué aroma? ¿el aroma a sangre? ¿Por qué había aroma a sangre? ¿Por qué era distinto al aroma natural de la sangre? ¿Por qué olía tan putrefacto? ¿Por qué temblaba? ¿Jeonghan estaba temblando? ¿Qué debía hacer? ¿Dónde estaba Woozi?

Soosoo, las preguntas.

Cerró los ojos por un momento y respiró.

—Tenemos que acercarnos, pero el mismo aroma nos hace retroceder...

—Lo sé. ¿Qué hacemos? Aun si no respiramos las feromonas nos afectarán.

Kyungsoo miró a Jeonghan intentando pensar rápido, pero su pie comenzó a palpitar recordándole que seguía herido, y su cabeza trajo nuevamente el sonido del disparo. Y las manos de Park, las malditas manos de Park sobre él, era sorprendente como algo tan ligero podría causarle tanto asco. Por eso no odiaba, porque el odio traía emociones fuertes, demasiada energía para gastar. Sin embargo... el hecho de que Jeonghan continuara sosteniendo su mano también era una emoción fuerte.

—puedes percibir el aroma de Woozi.— Dijo dando por hecho de que Jeonghan lo hacia, y cuando asintió estuvo confirmado. — Concéntrate solo en él, y en la idea de que podría morir.

—Eso no me ayuda emocionalmente.

—Pero te ayudará a evadir el otro aroma. Es lo único que necesitamos.

El rostro preocupado de Jeonghan se mantuvo, aunque su aroma se hizo más suave al encontrar el de Woozi. Y Kyungsoo sintió un pinchazo en el pecho. Si, el aroma de Woozi ayudaría a Jeonghan y gracias a eso Kyungsoo podría concentrarse en el aroma a vainilla. Era un poco trágico, enamorarse llevaba demasiada energía. Amar era demasiada energía.

Quizás el odio y el amor si eran demasiado cercanos.

El dolor en su pie regresó de golpe y por un segundo dejó de caminar, ahora toda su pierna era la que dolía, sin embargo detenerse ahora no sería lo mejor. Miró a Jeonghan, miró su mano y sintió que su vista se nublaba. Mantener su cabeza ocupada estaba ayudándolo a lidiar con toda clase de dolor, pero ahora este dolor estaba superándolo, saliendo de adentro hacia afuera. Y no sabía que hacer.

—Jeonghan.— Lo llamó y Jeonghan se giró a verlo. —Solías hablar con la consejera del año pasado.

—¿hyejin? ¿la conocías?

—Ella odiaba a Park. Así que decía que yo le agradaba. Y sé que ustedes tenían alguna relación con ella. Por eso llevaban su muñeca a todos lados.

—Era una amiga. ¿Porque preguntas eso ahora?

—Quiero hablar.— Caminó sintiendo el dolor correr por su pierna, lo ignoró. —Hablé con ella pocas veces.

—Ella odiaba a los hombres. Espero que haya sido amable o le llevaré una rosa a su lugar de descanso.

—No fue amable, fue... solo fue ella, creo.— Se sostuvo de la mano de Jeonghan, porque el dolor comenzaba a intensificarse, y Kyungsoo estaba convencido de que esto era porque estaban acercándose a aquel aroma putrefacto. —Ella dijo que si no le contaba a alguien sobre mi padre entonces no habría rastro de su existencia.

—Se escucha como una basura manipuladora que ella diría.

—Si. Ella solo quería saber cómo murió mi padre.

El silencio fue incomodo e intensificó más su dolor, tenía que mantener su cabeza lejos, concentrarse en lo que veía y no en lo que sentía y en lo que pensaba. Entonces se concentró en Jeonghan, y en el recuerdo de Hyejin burlándose de él, diciéndole que las personas que morían olvidadas simplemente jamás existían. Y su padre había sido olvidado con rapidez, porque no consiguió aprobar el examen de la manada para ser agregado a la larga lista de miembros a lo largo de los años.

No había ningún registro de su padre, más que solo recuerdos.

Y Kyungsoo jamás supo su nombre.

—Está bien, Kyungsoo. Si tú lo recuerdas...

—La manada también quiso saber porque murió mi padre, pero nadie pudo dar una respuesta, su cuerpo fue incinerado pocas horas despues de morir, porque mi padre lo pidió de esa forma al líder. Pero la manada de los lobos negros jamás deja una pregunta sin responder.

Aun recordaba a su padre tendido en la cama, mirándolo mientras acariciaba su mejilla con una mano. Kyungsoo no solía recordar, porque era difícil, porque era doloroso y porque no tenía razón, los recuerdos de su padre no tenían una razón específica, no eran útiles, solo eran recuerdos. Pero, ahora que le había dicho a Jeonghan que estaba enamorado de él estaba reconsiderando todo esto de la utilidad. No tenía que ser útil, no tenía que recibir una respuesta. Solo quería hacerlo.

Quería recordar a su padre.

—¿y tú sabes de que murió?

—Si.

Jeonghan no preguntó.

—Estamos cerca.

De nuevo el silencio.

Incineraron a su padre porque él lo pidió, porque se lo pidió al líder, porque no quería saber nada de la razón por la que estaba muriendo. Pero era mentira. Su padre no quería ser incinerado, quería ser enterrado junto con las flores, solía decírselo a Kyungsoo, una y otra vez dijo que su lugar despues de la muerte serían las flores. Así que eso era mentira, y el hecho de que nadie pudiera determinar la muerte de su padre era... Kyungsoo siempre lo supo. Hyejin intentó saberlo, Park intentó saberlo, su manada, todos. Pero Kyungsoo se quedó callado.

Se quedó callado porque ya no había una razón para decirlo.

—Murió porque fue marcado.

Jeonghan se detuvo en seco y giró a él, mirándolo con grandes ojos azules.

—¿por una marca?

—una marca puede llevarte a la muerte, Jeonghan. Regresé con Park solo para destruir esa habitación.— Levantó su mano mostrando el anillo. —Quería destruirlo desde que supe de él.

—¿Cómo pudo morir por una marca?

—Si aceptas una marca tus feromonas solo reaccionarán a la de tu pareja, la percibirás aun estando lejos y tendrás esa historia romántica de unión.— Se acercó a Jeonghan sin dejar de mirarlo, encontrando la salir, y el aroma fuerte a sangre que hizo que le doliera el cuerpo. Si la rechazas obtienes dos resultados. En uno de ellos pierdes la voluntad de pensar, de tus acciones, desarrollas una obsesión y una necesidad física por las feromonas, vives solo para tu pareja, reaccionas dependiendo de las feromonas sin posibilidad de rechazarlas. Eso es lo que Park quiere con la mordida química, quiere que la mordida sea rechazada a pesar de consolidarse como una marca. Si el alfa se aleja, o muere, o rechaza al omega, entonces el omega no tendrá más opciones que perder la cabeza o morir.

De nuevo, silencio.

—¿y cuál es la segunda opción?

—Morir.

Morir no era una gran opción, decidió mandarlo al fondo de su cabeza mientras que salían de ese pasadizo, Jeonghan no dijo nada más, solo se paralizó, y Kyungsoo también, el aroma putrefacto los hizo retroceder pero los escombros amontonados los hacía querer avanzar, no había razón del porque ese pasillo había colapsado, pero el polvo era tan denso que apenas les permitía respirar, y había algunas cosas que estaban prendidas en llamas, no lo suficiente como para ser una amenaza, pero si para iluminar la pequeña zona.

—¿Qué pasó aquí?— Preguntó Jeonghan aun con asombro. Hasta que se percató del aroma. —¡Woozi!

Jeonghan corrió directo a los escombros. Sin embargo...

—Encontrarte es más fácil de lo que piensas. Kyungsoo.

No de nuevo. Maldijo mientras que sentía el brazo de Park a su alrededor, y lo odiaba, no podía librarse de ese maldito hombre por más que lo intentase, pero el que Jeonghan se alejara un poco fue un alivio, porque había algo relacionado al odio y al amor que entendía bien. Siempre se intentaba alejar lo amado de lo odiado. Odiaba tanto a Park...

Jeonghan giró de golpe y sus ojos azules temblaron conectándose con los de Kyungsoo. Jeonghan tenía miedo, mucho más miedo de lo que había sentido antes. Pero Kyungsoo...

Golpeó a Park con su cabeza justo en la nariz ignorando su propio dolor. Ahora no había una desventaja enorme, Park no tenía el arma y Kyungsoo no era tan débil como para dejarse arrastrar por él, incluso cuando lo soltó no tardó más de tres segundos en componerse y atinar una patada justo en su estomago. Y se giró de golpe para encararlo.

—Ya no eres mi profesor. Y no te necesito para destruir ese lugar.— Le dijo sin darle tiempo a recuperarse, lo golpeó en el rostro.

Park se tambaleó lejos llevándose una mano al rostro.

—Así que ya no tienes miedo...

—No, solo te odio.

—Me odias... Es sorprendente que alguien como tú pueda odiar, Do.

—¡Kyungsoo!— Jeonghan gritó detrás de él. —¡Necesitamos a sacar a Woozi de allí abajo!

La situación no era la indicada para preocuparse por Woozi, Park estaba a solo unos metros de ellos, sin ningún arma pero tenía un aroma desagradable. Y cuando Jeonghan movió uno de los escombros el aroma a sangre se esparció rápido, y el dolor regreso, el inmenso dolor de sus heridas, y de sus pulmones, y de algo más. Tuvo náuseas y estuvo a punto de vomitar, pero a Jeonghan pareció no importarle, porque estaba concentrado en sacar a Woozi de debajo.

Siempre pensó que Jeonghan era un omega especial. Un omega que rechazaba todo tipo de feromonas. Kyungsoo no podía ser igual.

—Si Lee sigue vivo sería una maldita broma.— dijo Park manteniéndose lejos, caminando alrededor y cubriéndose la nariz rota. —Minsook nunca pudo tocar a Lee, nadie pudo ¿pero me dirás que tampoco las cosas inanimadas pueden? Su padre no puede protegerlo de esto... hay fuego debajo de los escombros.

Kyungsoo miró, miró el humo, miró el fuego que intentaba salir para no ahogarse sin el oxígeno, entonces Woozi estaría muerto si no lo sacaban de allí, aunque quizás ya lo estaba. Quizás estaba muerto.

¿Por qué eso hizo un hueco enorme en su pecho? ¿Por qué le dolería tanto la muerte de Woozi? ¿y porque le dolía tanto ver a Jeonghan desesperado por quitar los escombros? ¿Por qué dolía?

—El fuego morirá pronto, estará bien.— Habló distraídamente para girarse un poco, confiando en sus propias palabras.

Distraídamente fue la palabra correcta.

Sintió el golpe por todos lados, su espalda y su cabeza golpearon contra la pared cercana y soltó un grito de dolor al sentir su pierna lastimada, pero no pudo reaccionar a tiempo, Jeonghan tampoco, solo Park que estaba sangrando de la nariz porque Kyungsoo la había roto. Le rompió la nariz, y le facilitó el proceso de liberarse de las feromonas que estaban afectándolo.

Era un idiota.

Un disparo.

—Aléjate de él.— La voz profunda y firme de Jeonghan los hizo girar, y el hecho de que el omega sostuviera el arma que tenía Park en un principio hizo la amenaza más latente.

Jeonghan no tenía buena puntería, pero eso no tenía que saberlo Park.

—Ah... así que allí estaba.

—Aléjate de él ahora.— Jeonghan no estaba dudando.

—¿al menos sabes como funciona? Choi.

—Yoon. Y créeme que sé cómo funciona. De no ser así no hubiera disparado. Aléjate de él.

Por un segundo no respiró.

—Ustedes lo mataron...— murmuró Park, pero Kyungsoo no comprendió. —De cualquier forma, yo ya estoy muerto.

El dolor se detuvo. El dolor de su pierna, el dolor de sus huesos, el de sus pulmones, el de su cuerpo, todo ese dolor se detuvo, incluso el de su cabeza, se detuvo para darle paso al nuevo dolor. Al dolor de los dientes de Park sobre su cuello.

¿Estaba siendo marcado?

Recordó a su padre. Recordó la enorme marca sobre su pecho, recordó que esa parte de él se pudrió. Recordó...

—¡Kyungsoo!

Jeonghan no disparó, quizás por miedo de matarlo a él. Quizás porque las balas se acabaron, o quizás sí disparó. No lo escuchó, su vista se había nublado de pronto y sus manos que se habían sostenido con fuerza de Park estaban aflojándose, No podía sentir nada y su cabeza no podía pensar. Se sentía como si toda su sangre fluyera de la mordida a su cuerpo, solo que esta sangre quemaba todo a su paso. Era caliente.

Las feromonas de Park, su aroma desesperado, por un segundo lo entendió. Entendió que Park estaba resignado y molesto, resignado porque había perdido su único propósito durante tantos años, y molesto, molesto porque Kyungsoo estaba rechazando su mordida. Molesto porque era Kyungsoo. Porque lo quería. Park lo quería.

Park amaba a alguien. Pero no era Kyungsoo, amaba a alguien que no estaba allí, pero que había un pequeño rastro de su aroma. Y Kyungsoo miró el anillo en su dedo. No era eso. Miró a los escombros.

¿Woozi? No, alguien más.

Park lo soltó de golpe y pudo ver su propia sangre volar frente a él, los hilos gruesos que conectaban con la boca de Park, sus colmillos pronunciados, su boca manchada de rojo. Y la herida de bala en su brazo, Jeonghan le había disparado a Park ¿Cuánto tiempo pasó? Solo segundos.

Cayó al suelo.

—¡Kyungsoo!— Jeonghan lo sostuvo, era Jeonghan, estaba seguro de que era él ¿entonces porque lo sostenía con tanta fuerza? No. no lo estaba sosteniendo, estaba empujándolo. No quería que Jeonghan lo tocara. —¡Mierda! ¡Mierda! ¡Acepta su jodida marca si eso te salvará!

—Así no funciona.— Le dijo con las pupilas temblando, porque no podía ver nada. Su corazón latía con tanta fuerza. —Jeonghan, suéltame.

—¡No! Tiene que... ¿podría morderte yo? Kyungsoo... me... me amas ¿cierto? Si...

—Eres un omega.

Se sintió mareado y tuvo que empujar a Jeonghan para poder vomitar. Todo su cuerpo estaba sudando ahora, su corazón acelerado y podía sentir cada toque, desde Jeonghan hasta su propia ropa y el suelo, el aire, el humo y las esporas. Todo. Todo en él estaba sensible. La marca estaba palpitando al ritmo de su corazón, al mismo tiempo, mientras que sus ojos se nublaban y su respiración era caótica.

Y Park... Park estaba herido. Pero aun así estaba alejándose. No le dijo nada a Jeonghan, no le dijo que Park estaba intentando huir y que estaba vivo, porque una parte de él no quería que Jeonghan lo lastimara. No quería que matara a Park.

El odio y el amor eran muy similares.

—¡¿Por qué mierda no le destrozaste la boca en lugar de la nariz?!— Jeonghan gritó.

—Tengo frio... No me grites. Me duele la cabeza... y tengo frio.

—Estás sudando e hirviendo... ¿Cómo voy a sacarte de aquí? Woozi... Woozi también necesita ayuda, no puedo... No sé qué hacer...

Park no estaba huyendo de Jeonghan. Lo único que podía pensar era en él, y la razón del porque estaba huyendo. Miró de reojo los escombros, y como estos comenzaban a moverse. Jeonghan lo ignoró intentando cubrir la herida de su cuello, pero Kyungsoo no podía apartar la mirada.

Ella era la razón del porque su alfa estaba huyendo.

Su alfa.

Maldito-jodido-Park.

—Ah... ¿de pronto estás de regreso, Park?

Jeonghan giró de golpe esta vez, observando a la enorme mujer que salía de allí, ella estaba gravemente herida, tenía sangre por todos lados y parte de su cabello estaba quemado, ella tenía quemaduras grabes, pero aun así estaba de pie, quizás por la adrenalina, o porque era una alfa terriblemente aterradora.

Seo Minsook.

Kyungsoo estaba desprendiendo las feromonas de Park justo ahora, por lo que ella no estaba viendo a Kyungsoo y a Jeonghan, estaba viendo a Park.

¿Dónde estaba Woozi?

Miró justo debajo de ella, debajo de sus pies. Y lo encontró. Minsook había cubierto a Woozi con su cuerpo ¿Por qué? ¿al menos había una razón?

Jeonghan estaba cubriéndose la nariz, tratando de alejarse. Y comenzó a buscar el arma, pero no la tenía porque estaba justo enfrente de los escombros, quizás la dejó caer cuando...

¿Dónde estaba Park? Su cabeza de pronto no podía dejar de pensar en él. De pensar en su alfa. Y en su padre. Su padre murió porque era mucho más fuerte de lo que Kyungsoo algún día podría ser, porque morir era el punto final de aquel omega que rechazaba una marca.

Minsook no podía caminar bien, ella estaba tambaleándose, herida.

—Vete, Jeonghan.

Ordenó.

—No... No puedo moverme... no encuentro el aroma de Woozi...

—Jeonghan... vete... corre...

Jeonghan no se movió.

Minsook estaba cada vez más cerca. Y Kyungsoo no podía soportar el frio, quería que el temblor en su cuerpo se calmara, que el dolor se fuera. Él nunca había sido tan expresivo, pero esto... esto estaba matándolo poco a poco. Tanto que no podía reaccionar.

—Voy a regresarte el favor, Park... Por lo de Hyejin.

Pudo ver los ojos de Minsook, no, Minsook no podía ver, no había forma que ella pudiera ver con toda esa sangre chorreando de las cuencas y su cabeza. Estaba ciega, ciega y loca.

—Hey, perra.

Algo golpeó a Minsook justo por la espalda.

¿Woozi?

Jeonghan estaba cerca.

Su corazón latía lento, y todo su cuerpo dolía, no podía respirar bien y había un dolor más grande en su frente, pero su nariz y todo su ser estaban infestado de ese aroma a sangre. No podía ver nada. Pero sentía, sentía dolor, sentía ese aroma putrefacto, sentía ese vacío en su pecho y sentía que estaba a punto de morir. Sentía el cuerpo de Minsook sobre él. Ella lo estaba protegiendo, porque era ella quien quería matarlo.

Ella quería que muriera por su aroma. Por sus feromonas. Y podría lograrlo.

Pero Jeonghan estaba cerca, podía sentirlo. Y eso hacia que se sostuviera de cualquier pequeña esperanza en su cabeza, solo Jeonghan.

Al final él había sido lo único que había podido librar a Jihoon de las feromonas agresivas de esa mujer.

Cuando estuvo a punto de casarse y recibió la carta pensó en él. Pensó que si sobrevivía a eso entonces quería vivir a su lado, quería casarse, tenerlo siempre. Quería pensar en un futuro más allá que vivir bajo las reglas de sus padres, o las reglas de su familia. Quería ir de frente y no huir, no iba a huir. Pensó que si sobrevivía entonces no volvería a huir.

Estaba enamorado, y quería vivir. Solo eso.

Que sus ocho pasos se fueran a la mierda.

No. No solo pensó en eso. Imaginó algo, o lo soñó, y justo debajo de Minsook ese sueño volvía, ese absurdo y lindo sueño.

—Déjalo dormir.

La voz de Jeonghan era tranquila, pero Woozi no podía dejar de mirar al pequeño bebé en su cuna, sentía que en cualquier momento dejaría de respirar, pero no, continuaba dormido, tranquilo y respirando, y pequeño, muy pequeño.

—Se parece a ti.— Dijo tocando la pequeña cabeza rubia. Su mano temblaba.

—No, se parece a ti.

—No me gusta que se parezca a mí. Prefiero que se parezca a ti.

—él es lindo, está bien que se parezca a ti.

—Tú eres lindo, si se parece a ti... será muy fácil amarlo.

—Ya lo amas.— Murmuró Jeonghan como si estuviera a punto de quedarse dormido. —Solo que aun no te das cuenta que lo haces. Lo amas, tu aroma lo dice. Yoongi.

¿Yoongi?

No era un sueño. Era un recuerdo. La voz de Jeonghan desapareció, dejando en cambio la de Jimin. Era un recuerdo mezclado.

Abrió los ojos encontrándose con los oscuros de su padre.

Despertó de golpe, no con un enorme salto, tan solo abrió los ojos y percibió los aromas, el de Minsook que ahora no estaba martillando en su pecho, y el de Jeonghan, el de su omega, y el de Kyungsoo, el aroma de Kyungsoo alejándose y perdiéndose en el de Park. Se levantó poco a poco encontrando a la mujer de espaldas, caminando a su omega.

No, ella no iba a lastimarlos.

No supo en que momento se puso de pie, mucho menos el momento en que se acercó.

—Hey, perra.

¿la había llamado perra?

La golpeó, estaba seguro de ello porque la sangre salió disparada de su rostro y Woozi observó sus propios brazos, estaban lastimados, muchos rasguños y hematomas alrededor, hematomas negros y grandes. No quiso imaginar como estaba su rostro, o como estaba el continuo dolor de su frente por la parte derecha, ardía y dolía, pero estaba dejando de sentirlo gracias al pánico que le invadió cuando Minsook se mantuvo de pie. Volvió a golpearla con fuerza solo para alejarla de Jeonghan y de Kyungsoo.

Terminó pateándola fuera.

—Woozi...— Jeonghan apenas reaccionó.

—De pie, los dos.

Tomó a Jeonghan del brazo y lo obligó a levantarse, y a Kyungsoo ¿Cómo mierda iba a llevar a Kyungsoo? ¿y porque se veía tan mal? No iba a poder cargar a Kyungsoo, y dudaba que Jeonghan pudiera. Lo sostuvo del brazo y lo ayudó a ponerse de pie mucho más amable de lo que hizo con Jeonghan. Entonces le pidió ayuda al omega observando como Minsook se recuperaba del golpe.

—Solo dale otro golpe y mátala...— murmuró Kyungsoo con apenas voz.

—No, le hice una promesa a una amiga.

No matar a Minsook ¿Por qué prometía ese tipo de cosas? Se movió con dificultad intentando no lastimar a Kyungsoo, y Jeonghan... apenas podía procesar que Jeonghan estaba allí, a salvo, aunque no tenía una jodida idea de como llegó, pero su mirada se alzaba detrás de Kyungsoo solo para verlo, su omega manchado de sangre que no era suya.

El suelo tembló.

—Park...— Murmuró Jeonghan. —¿Qué está haciendo Park?

—¿Ustedes porque no mataron a Park? Vaya mierda.— Suspiró Woozi conteniendo la respiración cuando entraron a uno de los pasadizos secretos que ya no era secreto, la pared estaba rota. —Debe de estar explotando todo el piso, usando los explosivos, me engañó para que fuera directo a uno.

—¿estás bien? Tu frente...

—Estoy bien.

—Woozi, tienes una quemadura del tamaño de una manzana, no puedes estar bien. — Balbuceó Cha.

—Estoy mejor que tú.

—Tu omega se ofreció a morderme.

Miró a Jeonghan de reojo. Y Jeonghan no lo miró a él, mantuvo su rostro enfrente, pero apretaba los labios como si estuviera nervioso. Al menos Kyungsoo estaba lo suficientemente bien como para discutir.

—Cállate y camina.

Kyungsoo se rió.

Cuando volvieron a salir al pasillo había fuego, gracias a Park. De cualquier forma ese hombre estaba dejando un rastro, un rastro que Woozi se negaba a seguir buscando opciones en su cabeza, tenía que pensar más rápido que el loco quemando los pasillos y la loca persiguiéndolos para matarlos. Woozi miró a Kyungsoo y este dejó caer su cabeza sobre su mejilla. Tenían que sacar pronto a este omega antes de que se desmayara y no pudiera arrastrarse más. ¿A dónde ir?

¿Cómo se suponía que iban a salir de allí? No había forma en la que pudieran bajar directamente al primer piso, o afuera, y menos con Kyungsoo apenas caminando, y la loca no iba a dejar de seguirlos, probablemente Park también estuviera bloqueando sus salidas. Miró a Jeonghan intentando buscar una respuesta, y Jeonghan lo miró a él con un gesto preocupado, como si supiera que las cosas solo podían empeorar.

Entonces la idea llegó de golpe.

—La habitación del omega, Jeonghan.— Le dijo descansando un poco. —Hay una forma de salir directo ¿recuerdas?

Jeonghan pareció recordarlo de golpe y asintió.

—Podemos usar los atajos, pero estoy casi seguro de que habrá fuego. No hay otra opción.

Asintió confiando en Jeonghan, sino podían salir por allí entonces tampoco tenían muchas esperanzas de sobrevivir, era eso o nada, por lo que Woozi decidió no pensarlo y confiar ciegamente en Jeonghan dejando que él los guiara, incluso sostuvo más fuerte a Kyungsoo con tal de quitarle peso a su omega para que se pudiera mover libremente. Y solo despejó su cabeza, dejó que fuera Jeonghan el que guiara, dejó que fuera él quien tomara las decisiones, porque no podía hacer más.

Por primera vez Woozi decidió dar voluntariamente un paso atrás. Se lo dejó a su omega.

Entonces se adentraron a los pasadizos. Los pasadizos que le traían malos recuerdos, que lo asustaban y lo hacían sentir ligeramente mareado, pero ahora no estaba solo. Y no estaba a cargo, ahora debía confiar solo en Jeonghan y escuchar lo que él decía o lo que ordenaba, debía dar un paso atrás y ya. Justo ahora no tenía que salvar a nadie, tenía que salvarse a si mismo, y dejarse salvar.

Pero cuando se adentraron a los pasillos había fuego. Tosió.

—No puedo respirar.— Balbuceó Kyungsoo.

—¿no decías que tenías frio?— Preguntó Jeonghan jadeando.

Hacia calor, estaban sudando y el fuego estaba por todos lados, aun podían caminar atraves de él pero era difícil y quemaba, las heridas de Woozi estaban ardiendo al igual que su frente ¿realmente era tan malo? No podía pensar mucho, y sabía que este subidón de adrenalina no duraría para siempre, en algún momento tendría que colapsar. Miró a Kyungsoo de reojo y a la enorme marca en su cuello.

—Encontraremos una manera de deshacer la marca.— Le dijo sin mirarlo.

—No es posible, Woozi.

—Entonces mataremos a Park. Lo que sea posible para dejarte vivir lejos de esta mierda.

Kyungsoo soltó una pequeña risa.

—¿ahora te agrado?

—¿ahora haces preguntas?

Kyungsoo sonrió, y se veía mucho más pálido que antes.

—Kyungsoo, cuéntame de tu padre.— Dijo Jeonghan, quizás para mantener la mente de Kyungsoo ocupada.

—Murió cuando tenía ocho.

—Vaya manera de empezar.— Suspiró Woozi.

—él... no aprobó el examen de la manada, nunca fue bueno con los estudios. Yo tampoco lo era. Yo prefería estar con él en el campo... al aire libre.

—¿No nacieron en la manada?

—No. Mi padre... Mi padre alfa estaba en la manada, consiguió adentrarse y nos llevó con él, aunque nosotros no queríamos. Entonces nuestro apellido fue cambiado y... Y...— Kyungsoo casi cayó de rodillas tosiendo, no podían detenerse ahora, el fuego estaba a solo centímetros de consumirlo, era difícil respirar y Woozi ni siquiera podía ver el camino. —Quisimos irnos de allí. Papá y yo. Quisimos salir de la manada, pero él no nos dejó hacerlo, decía que el líder podría estar decepcionado de nosotros si lo hacíamos.

—Si, bienvenido al club de los malos padres.— Balbuceó Woozi.

—Y marcó a papá, por eso lo marcó.— Kyungsoo volvió a toser. No podía respirar, así que tenían que salir de allí rápido. —Para que no pudiera irse de su lado... y... prefirió morir a que estar junto a él.

Recordó a Jimin.

Jimin, quien probablemente nunca se iría de lado de Yoongi.

Escuchó un gruñido, un grito, como si un animal salvaje estuviera lastimándose, y despues giró de golpe encontrándose con Minsook, ella realmente lastimada pero obsesionada por alcanzarlos. Por alcanzar a Park. Porque si solo había alguien quien Minsook odiara más que a Woozi era Park. Maldijo y soltó a Kyungsoo para que cayera de lado de Jeonghan, y se apartó de ellos ignorando el grito de sorpresa.

—¡Los encontraré despues, por tu aroma!— Le dijo a Jeonghan. —Confía en mi.

Jeonghan dudó. Y despues de algunos segundos apretó los labios y giró.

—¡No me iré sin ti! ¡Si mueres entonces vamos a morir los tres!

—Voy a alcanzarte luego, Jeonghan.

—Lo sé.

Dejó que se fuera y giró hacia Minsook. Esta mujer era casi un monstruo, aun era humana, de alguna manera, ya no corría y solo se tambaleaba débil hacia él, estaba lastimada gravemente y derramaba sangre a cada paso. Quizás su aroma seguía allí, pero a Woozi no podía lastimarlo ahora, de alguna forma se hizo inmune a él. Estuvo tan expuesto que ahora era parte de su normalidad. Esta maldita mujer que ya no podía dañarlo.

Ella se acercó.

—Estás viva solo porque le hice una promesa a Hyejin.

Minsook se detuvo, su cabello se interpuso en su rostro y ella intentó ver, pero estaba ciega. Y por un segundo Woozi pensó que estaba entrando en razón, por primera vez en todo lo que llevaba la noche ella estaba entrando en razón. Solo porque mencionó a HyeJin.

—Esa niña tonta...— murmuró Minsook. —Ella está muerta. Gracias a Park.

—Ella no estuvo sola cuando murió.— Dijo dando un pequeño paso enfrente. —Y me pidió que no te matara.

Intentó encontrar los ojos de Minsook, pero no podía verlos gracias a la sangre. Ella dio dos pasos enfrente tambaleándose, y Woozi no huyó de ella, se quedó allí de pie, observándola, recordando la primera vez que la vio. Esta mujer tan aterradora que era tan amada por Hyejin. Esta mujer que atormentaba a Seungkwan, y a todos. Esta mujer no tenía derecho a ningún rastro de compasión, a nada que demostrara humanidad. Pero esta mujer se veía terriblemente triste.

Triste por una hija que había perdido, más que por los hijos que ella misma alejó.

Cuando ella corrió hacia Woozi no tuvo tiempo para apartarse, ella lo derribó colocándose encima, colocando sus manos alrededor de su cuello y apretando con fuerza, su cuerpo sobre el de Woozi mientras que él intentaba apartarla. Su respiración se cortó de golpe y se mareó, pero por suerte consiguió caer lejos del fuego.

Minsook se acercó a susurrar.

—Ella murió sola, porque de no haberlo estado seguiría viva.— Murmuró esa mujer. —¿crees que no puedo reconocerte, Lee? Aunque no pueda verte reconozco tu asqueroso aroma igual al de tu padre. Y sé que eres igual a él. Sé que me matarías de tener la oportunidad. Despues de todo eso hizo tu padre, mató al hombre que intentó comprarte.

¿hombre? ¿Qué hombre? ¿un hombre había intentado comprarlo? Jadeó sintiendo la mano de Minsook apretarse con fuerza. Su padre solo lo protegía porque quería a Jimin, no porque lo quería a él, pero el sentimiento bajó su pecho, el escondido, quería creer lo contrario. Quería creer que su padre era capaz de amarlo, aunque sea un poco, aun si se pareciera a él. ¿pero porque mierda quería el amor de ese hombre?

Ya tenía el amor de su omega. Y el de sus amigos, y el de la cachorra Jeongkwan. Y el de Jimin. Woozi no necesitaba más.

Miró a los ojos de esa mujer, los ojos ciegos por la sangre.

—Minsook.— La llamó con calma tomando sus manos. —Cuando salgas de aquí... ¿Qué harás?

Ella no respondió. Ella no tenía respuesta.

No iba a matarla. Era ella quien estaba haciéndose esto. En lugar de buscar una salida, en lugar de regresar en sí, ella prefirió hacer esto, seguirlo, lastimarlo. Esta mujer solo era una amenaza para si misma en este punto, la Minsook que tanto temían se fue cuando la traicionaron, porque ella no tenía a nadie. Ahora que Hyejin no estaba ella estaba sola.

No había nada que esperara a Minsook una vez afuera. Pero a Woozi sí.

No eran iguales.

—Estás muriendo.— Le dijo de frente, porque su agarre perdía fuerza a cada segundo. —La sangre que estás perdiendo ahora... dejaste todo un camino, sigues siendo humana despues de todo.

Woozi podía sentir su ropa humedecida por la sangre que escurría de ella, esta mujer sangraba de todos lados, tenía huesos rotos y quemaduras graves, era una extrañeza que siguiera en pie, pero sin duda estaba muriendo. Su aroma adquiría un tinte nuevo. Algo muerto. Y al final, cuando pasaron alrededor de un minuto se la quitó de encima, empujándola, y ella no tenía fuerzas para más, cayó a su costado, respirando con dificultad.

Había un charco de sangre a su alrededor.

Ella estaba realmente sola. No puso sentir más que lastima, porque el odio se fue conforme ella se desangraba.

Colocó su mano sobre la de Minsook.

—Hyejin te amaba.

Minsook abrió la boca pero solo dejó escapar un suspiro.

—Seungkwan...— murmuró. —Cuida de Seungkwan y JinSeol...

—¿ahora resulta que te importan?

—A mi no...— Jadeó, su voz apenas se escuchaba, estaba seca y rasposa. —A Hyejin.

—No mereces ese consuelo.— Murmuró solo para él.

Minsook dejó de respirar segundos despues.

Él no la había matado, y no tenía idea porque se había quedado con ella hasta el final, con esta mujer que lo atormentó tanto. No había razones. Así que cuando ella murió solo se fue de allí en silencio, tambaleándose un poco por la falta de aire y el dolor en su cuerpo.

—¡Woozi!

Jeonghan lo abrazó con fuerza cuando lo vio, lo abrazó y lo besó olvidándose unos segundos de Kyungsoo quien se había quedado dormido con solo dos minutos de descanso. Entonces Jeonghan tomó a Woozi del rostro que lo miraba con una mezcla de cariño y tristeza, y Jeonghan le sonrió sintiéndose inmensamente culpable por alguna razón, quizás por la enorme herida en el lado derecho de su frente. Entonces Woozi tomó sus manos.

—Te lastimaste...— Murmuró señalando los golpes y heridas.

—No puedes decirme eso cuando tú estás peor.

—Kyungsoo está peor.

Kyungsoo abrió los ojos e intentó ponerse de pie, Jeonghan corrió a ayudarlo y lo sostuvo con fuerza observando el pasillo. Ahora la habitación del omega no estaba oculta, estaba al aire libre gracias a las amables explosiones de Park, pero no podían hacer nada al respecto, tenían que salir de allí rápido antes de que Park los encontrara. O... ¿park seguía huyendo? Tomó a Kyungsoo y le pidió ayuda a Woozi para acercarlo a la escotilla.

"Solo en caso de emergencia. Máximo dos personas."

Sí, no era difícil decidir.

—Woozi, sal de aquí con Kyungsoo, yo usaré los atajos para llegar.

Le entregó a Kyungsoo sin darle tiempo de quejarse, y empujó a ambos cerca de la escotilla abierta y lista para que ambos solo se fueran atreves de ella. No quería escuchar quejas, ya lo había pensado y conseguiría salir sin ningún rasguño, estaba claro en su cabeza y quería que estos dos chicos confiaran en él, pero cuando estaba obligando a Kyungsoo a moverse este se detuvo, y se sostuvo fuerte de la pared.

—No.— murmuró Kyungsoo.

—Si, ahora estamos de acuerdo.— Dijo Woozi. —Ustedes vayan, yo buscaré otra...

—Cállate.— Casi le ladró a Woozi. —No quiero escuchar más sacrificios tuyos, estoy cansado de eso, solo... vete con Kyungsoo, yo puedo hacer esto, confía en mí.

—Confió en ti.— Aclaró Woozi. —Pero ahora no me importa. No me importa que puedas hacerlo, no me importa que creas que yo no o que he hecho bastante. No me importa nada de eso. Quiero que ye vayas ahora, porque te amo y no tengo alguna otra razón.

Jeonghan se sonrojó ante el ligero "te amo" ¿eso que tenía que ver ahora? Ya lo sabía, y estaba seguro de ello, así que decirlo ¿no era un poco demasiado? Woozi se veía tan convencido que simplemente fue vergonzoso.

—No...— Kyungsoo volvió a murmurar apartándose de ellos. —No puedo irme.— Y ahora estaba delirando, claro que sí. —Jeonghan, no puedo irme sin Park...

—¿Qué mierda estás diciendo?

Kyungsoo señaló su marca. Su marca que sangraba, que palpitaba.

—Podría irme, pero no quiero hacerlo.— El omega sonrió. —Quiero ver a Park.

El pecho de Jeonghan se oprimió con fuerza. Tenía que ser una jodida broma, Kyungsoo no podría querer a Park nunca, ese alfa que lo había atormentado ¿ahora lo quería? Aun si fuera por la marca ¿eso quería decir que la estaba aceptando? Una marca que no quería en realidad, que odiaba, Jeonghan no podía creerle, y menos cuando los ojos de Kyungsoo estaban vidriosos y temblando, él no podría querer a Park. Nunca, pero cuando intentó acercarse a él, cuando dio algunos pasos enfrente intentando sostener a Kyungsoo...

Escuchó el disparo, pero no supo de donde venía ni a donde fue, hasta que el dolor agudo inundó su cuerpo.

—¡Jeonghan!— Woozi lo atrapó. —¡Mierda! ¡No te muevas!

¿Dónde lo recibió? No podía ver nada. La sangre ¿de dónde venía la sangre? Woozi estaba temblando, y ahora estaba manchado con su sangre. Debía tener miedo, pero miró a Kyungsoo, y lo encontró, encontró su miedo.

—Siempre guardo una bala para una ocasión especial.— Dijo Park dejando caer el arma, y tomando a Kyungsoo contra él, abrazándolo. Y Kyungsoo no hizo nada. —¿Qué clase de omega eres, Lee Jihoon? Mírate, estás aquí.

—¡Vete a la mierda!— Woozi le gritó, pero se negó a soltarlo. Jeonghan casi sintió que Woozi iba a levantarlo, pero se quedaron allí.

—Kyungsoo...— Lo llamó extendiendo su mano.

—¿no recuerdas lo que te dije de una marca, Choi?— Park se burló haciendo una mueca de dolor cuando tuvo que alzar su brazo, se había vendado a si mismo. —Les preparé un explosivo, solo para ustedes. Claro, despues de que pueda salir. Con mi omega. No tenemos mucho tiempo, así que...

—Esta habitación es el cuarto del omega real.— Dijo Woozi para interrumpirlo. —Y ningún jodido alfa puede aprovecharse de ella.

Y park miró sin interés alrededor.

—¿crees que no he estado aquí?— ¿eh? —Kibum me trajo con los ojos vendados, y estuve aquí con Jimin, Kibum, Taemin, y Baekhyun. Esta habitación que usaban para... conspirar contra la escuela. ¿crees que no la conocía? Ellos pensaban que estaba bien si yo entraba.

—Eres una mierda.— Escupió Woozi.

—He de admitir que estaba bastante sorprendido con ellos. Eran excepcionales, eran inteligentes y se movían bien. Kibum era... era un jodido genio. Y los demás tenían suficientes cualidades para destacar. Pero al final eran solo omegas, sin más. No eran del todo especiales. Solo omegas.

—Su único error fuiste tú.— Woozi lo abrazó de nuevo presionando en una parte que hizo a Jeonghan jadear, dolía. ¿era en su estómago? ¿su costado? —Gracias a ellos toda esta mierda va a acabar.

Park sonrió como si quisiera burlarse y tomó a Kyungsoo del rostro solo para comprobar que él siguiera despierto, y Kyungsoo lo miró, sosteniéndose fuerte de Park, y lo abrazó. Jeonghan apretó los ojos con fuerza negándose a creer que Kyungsoo estaba bien con ello, a Kyungsoo siempre le aterró Park, y esto no era más que una tortura.

—No importa donde o como, esto siempre volverá a surgir.— Park sonrió para despues señalar su muñeca, aunque no hubiera nada allí. — Se acaba el tiempo. Tenemos que irnos.

Park dio un paso enfrente, solo uno.

—No puedes irte, Alfa.— Preguntó Kyungsoo con la mejilla sobre el hombro de Park. —Tu nariz puede estar rota, pero sigues reaccionando a mis feromonas, sigues reaccionando a mí. Porque me marcaste. Y No puedes moverte de mi lado.

—¿Qué mierda estás balbuceando?— Park forcejeó, o no.

—No quiero irme.— Habló Kyungsoo mirando directamente a los ojos a Park. —Y no me iré. Y tú tampoco, porque reaccionas a mis feromonas. Y mis feromonas te piden que te quedes.

—Es absurdo...Tú eres el que...

Quédate, alfa.

¿esa era una voz de mando? Park se congeló al instante, como si algo lo hubiera asentado al suelo. Y Jeonghan pudo ver una pequeña razón aparte de Kyungsoo; la habitación del omega estaba repleta del repelente, estaba impregnada en las paredes, en la escotilla... y en Jeonghan. Había sido tan tenue que Park apenas lo había notado, y quizás fue porque el alivio que sintió cuando el aroma de la otra alfa comenzó a desaparecer lo dejó indefenso ante este nuevo aroma.

Es por eso que no podía rechazar la voz de mando de Kyungsoo, la voz de un omega. De un omega que estaba tan acostumbrado a dar órdenes.

—Kyungsoo... tenemos que irnos.— Dijo Woozi tomando a Jeonghan y cargándolo ¿Woozi podía cargarlo? Su corazón comenzó a latir y el dolor regresó. —No hay tiempo...

Y Kyungsoo los miró, primero a Woozi, y despues a Jeonghan.

—¿saben la diferencia entre el odio y el amor?

Una pregunta. Una pregunta de Kyungsoo. Jeonghan inclinó un poco su cabeza.

—Kyungsoo...

—El odio no tiene que ser correspondido.

Kyungsoo sonrió, sonrió de una forma realmente linda que hizo un hueco en el pecho de Jeonghan y Jeonghan extendió de nuevo su mano.

No. Dejó de extenderla y giró su palma recordando el saludo, extendió su aroma hasta Kyungsoo. Y Kyungsoo lo recibió haciendo lo mismo. La manzanilla dándole una respuesta.

—Vete, Jeonghan.— Dijo Kyungsoo. —Woozi.

Y Kyungsoo alzó su mano hacia Woozi. Y él hizo lo mismo.

Sintió que se movían pero no despegó sus ojos de Kyungsoo quien mantenía abrazado a Park, y Park quien estaba desesperado por soltarse, pero había algo dentro de él que lo hacía débil ante Kyungsoo. Realmente frágil. Este hombre que lo había atormentado ahora tenía miedo de tener a Kyungsoo entre sus brazos, tenía miedo de él.

Por primera vez Park tenía miedo de Kyungsoo.

—Respondiendo tu pregunta de que clase de omega soy...— Dijo Woozi sin mirar a Park. —No hay nada especial, Park. Kyungsoo puede decirte.

Kyungsoo se rió.

—Simplemente omega.

Kyungsoo sonrió una vez más para Park, burlándose de él.

—¡Suéltame ahora!— Park gritó con su voz pero no hubo efecto. —¡Cha Kyungsoo! ¡Suéltame ahora!

—Mi nombre es Do Kyungsoo.

Jeonghan cerró los ojos justo antes de escuchar la explosión. No quería saber más.

Do Kyungsoo. Do Kyungsoo se escucha bien.



La lluvia lo hizo despertar, el aire, el sonido de las sirenas y las ordenes, estaban afuera, y respiró profundo intentando ponerse de pie, dejando que Woozi descansara porque él tampoco estaba bien como para cargarlo, pero aun así lo hizo, porque su omega era obstinado y obsesionado con cuidar de él. Lo sostuvo y lo ayudó a caminar sosteniéndose el costado donde Park le disparó, ahora sabía dónde era. Y caminó sintiendo que cada paso su cuerpo se rompía, aún estaban un poco lejos como para ser vistos.

La escuela ya no estaba en llamas. La gente entraba y salía lanzando gritos y ordenes, y había muchas personas tomando fotografías o personas a lo lejos que Jeonghan no podía ver del todo. Decidió no hablar, porque el silencio le daba una paz que aliviaba su corazón herido. Y dejó caer su mejilla en la cabeza de Woozi.

—Falta poco para llegar.— Murmuró su omega. —No mueras, por favor. En serio quiero esa cita.

Sonrió.

—Woozi, tendrás todas las malditas citas que quieras si tú sobrevives.

—Quiero tener todas esas malditas citas contigo.

Se rió y el dolor casi lo hizo caer. No más bromas por el momento, no necesitaban más bromas mientras que intentaban caminar por el pasto verde, se sentía bien, y la gente estaba realmente ocupada. Como si la escuela estuviera aun en llamas y todos los alumnos estuvieran adentros. Que se fueran a la mierda, ellos no hicieron nada, solo llegaron a llevarse el crédito. Jeonghan miró enfrente, y por fin pudo reconocer las luces que marcaban el camino.

Estaban cerca. ¿al menos los demás estaban bien?

Kyungsoo...

No podían salvar a todos ¿cierto? Aunque lo intentaron, aunque hicieron todo para sacar a los alumnos... El vacío que sintió en su pecho fue más grande que su dolor físico.

—¡Jeonghan! ¡Woozi!

Wonwoo.

Woozi se dejó caer de rodillas como si el camino hubiese terminado, y llevó a Jeonghan con él. La lluvia comenzaba a cesar. Y escuchó el suspiro aliviado de su omega, así que sonrió y se acurrucó con él de rodillas, tomando su mano y escuchándolo llorar en silencio. Woozi debió haber estado tan asustado y preocupado, y solo hasta ahora podía llorar. Jeonghan besó su mejilla.

—¡Wonwoo, no corras, se abrirá tu herida!— Seungkwan. —¡Oh mi luna! ¡Woozi, Jeonghan!

—¡Chicos!

Minghao.

El primero en llegar fue Wonwoo abrazándolos a ambos, estaba sangrando bajo unas vendas que cubrían parte de su cuerpo, y Jeonghan miró su propia herida, estaban casi en el mismo lugar. Y despues llegó Seungkwan arrodillándose entre ellos, abrazándolos. Y al final Minghao, quien también se lanzó al suelo para estar juntos.

Y entonces por fin estaban juntos.

Se había sentido como una eternidad. Jeonghan no quería volver a separarse de ellos, nunca. Respiró profundo mientras los abrazaba, mientras que Woozi lloraba al punto de no poder hablar, Mientras que Wonwoo se aferraba a ellos y Seungkwan esparcía sus feromonas para calmarlos, y Minghao también lo hacía, solo para demostrarles que estaba allí. Para demostrarles que confiaba en ellos, y estaba allí.

Sus chicos.

—¡Jeonghan!— La voz de Seungcheol estaba acercándose y algo en su pecho se sintió feliz. —¡Jihoon!

—¡Necesitamos camillas acá.— Gritó Jun.

—¡Wonwoo, tu herida! ¡OH mierda, Jeonghan y Woozi llegaron!

—¡Tenemos que tratar las heridas!

Había tantas voces que conocía bastante bien, pero Jeonghan solo quería concentrarse en los cuatro omegas a su alrededor. Cerró los ojos y sonrió.

Estaban bien. Su pequeña manada estaba junta de nuevo.

Por fin.



...

Ejem... falta solo un capítulo que cuenta más como epilogo (Ya no van a sufrir)

Aclarando: Seungcheol si ayudó pero como la perspectiva siempre estuvo en los chicos no pude ponerlo x'D pero él se trajo a toda la bandita pa ayudar, a los policias, bomberos, reporteros, medicos, etc.

Ahora... si iba a matar a alguno de los chicos, por eso todos estuvieron al borde de la muerte, pero si tengo corazonsito. :)

Perdonen los errores.

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