Capítulo 23. Simplemente Omega (Pt.1)
Byul aún tenía su pomposo vestido de gala para cuando la noche llegó, Seungkwan tenía la pijama de la muñeca a un lado al igual que la suya sobre la cama, ambas listas para solo ponerse y descansar, incluso su vaso de agua y sus vitaminas estaban en la mesita de noche. Había sido un día agitado, con la boda de Woozi, el tema de las cajas y el pequeño encuentro romántico apenas le quedaba energía para dormir, y vaya que necesitaba dormir.
Mañana sería el ultimo golpe. La graduación y el fin de la escuela Pledis. Aunque mirando el reloj se daba cuenta de que ese mañana se volvía en unas horas, dentro de cinco minutos sería la dichosa fecha y él tendría poco tiempo para dormir, así que se apresuró a quitarle los zapatos a Byul. Jun la había vestido esa mañana así que ella estaba un poco demasiado elegante. Despues de todo habían ido a una boda.
La puerta de su habitación se abrió de pronto dejando pasar el aroma cítrico a limón de Seokhwa, y este apenas cruzó miradas con él, entrando y solo sentándose sobre su cama, arreglando su ropa y su cabello.
Seokhwa siempre había sido una hoja en blanco para Seungkwan, alguien difícil de leer porque controlaba sus feromonas al punto de mantenerlas en una sola línea, sin darle una pista de sus emociones o sus pensamientos, y solo mostrándole la cara que quería. Seokhwa era la única persona que no podía descifrar. Pero estaba seguro de que no le agradaba para nada al chico, y que este tenía cierto rechazo a él.
—Esa muñeca... Todo el año me estuve preguntando porque la llevaban siempre.— Habló Seokhwa con un tono amigable en su voz, y su aroma estaba suavizado, agradable. —¿es importante?
Observó a Byul, su pequeño zapato por fin desprendido de su pie enfundado en una pequeña calceta. Jun se había esmerado tanto en vestirla como vistió a Jeongkwan. Y eso lo hizo sonreír, porque Seungkwan estaba seguro de que Hyejin habría tenido el mismo cuidado con ella.
—Se llama Byul.— Explicó girando hacia Seokhwa para que este pudiera apreciarla mejor. La linda muñeca sin un zapato. —Era de una amiga. Ella ya no pudo cuidarla así que se quedó con nosotros. La cuidamos como ella lo haría.
Seokhwa abrió los ojos como si todo cobrara sentido y asintió.
—¿Quién es esa amiga?
—Su nombre era HyeJin. Seo Hyejin. Ella era buena con su olfato.— Señaló su nariz. — Era tan buena como un sabueso, detectaba las feromonas como si pudiera verlas. Aunque... creo que debiste de haber escuchado antes de ella. Era hija de Minsook.
No hubo cambio en el aroma de Seokhwa, aunque Seungkwan intentó tomarlo por sorpresa. Este chico no cambiaba con nada, siempre con el rostro perfecto e inexpresivo, con su aroma plano y con sus acciones cortadas. Era limpio, era blanco. Lo único que Seungkwan tenía de él era el hecho de que estaba ocultando algo.
Si Seungkwan fuera un poco más idiota, si fuera ingenuo y si su olfato no estuviera entrenado habría confiado en que este cambio de comportamiento era un milagro de la luna, que este chico había cambiado de opinión y que por fin había terminado esa guerra silenciosa. Pero no. Seungkwan no iba a caer en ese truco. Este chico joven y de piedra estaba ocultando algo, lo ocultaba debajo de ese aroma agradable y este ambiente ligero, como si pusiera una venda en los ojos de Seungkwan. Una venda que él mismo podía quitarse.
Miró la postura recta de Seokhwa, miró su cama limpia, y miró las manos entrelazadas, miró la mesita de noche y sus vitaminas sobre esta, su vaso de agua. Algo no estaba bien. De pronto estaba un poco más ansioso que antes. Respiró profundo. Y solo pudo captar el limón. Ah.
El aroma a limón de Seokhwa estaba por todas partes. Este chico estaba intentando ocultarle algo interponiéndose. De nuevo la venda frente a sus ojos. Eso era lo que estaba mal, el hecho de que no pudiera olfatear el pomelo de Byul, o el aroma de sus amigos que debería de estar presente porque pertenecían a una parte de Seungkwan. No podía captar esos aromas porque Seokhwa estaba invadiéndolo con el suyo. Pero este niño estaba subestimándolo.
Seungkwan era sin duda el mejor en esto.
"¡Soy sin duda la mejor en esto! ¡MinSook me ha entrenado durante años! ¡Incluso puedo ver detrás de tus intenciones! ¡Park! ¡Incluso puedo oler el metal y la pólvora en tu mano!"
¿Pólvora? ¿Cómo Hyejin había podido reconocer el aroma a polvora? Si Seungkwan recordaba el aroma de aquella noche las feromonas de Park y Hyejin inundaban ese lugar, cada rincón pequeñito estaba impregnado con sus feromonas. Recordaba haber tenido a Minghao sobre él y aun así no poder distinguir su aroma ¿entonces como Hyejin pudo reconocer ese pequeño aroma del arma de Park? ¿Cómo ella había podido distinguir el metal?
Seungkwan estaba siendo inundado por el aroma de Seokhwa. Era cítrico, y no había una segunda capa, no había nada detrás, solo el limón sin emociones o sorpresas, este chico controlaba perfectamente sus feromonas y estaba rodeando a Seungkwan. ¿Qué podía hacer? ¿Qué había hecho hyejin?
El método de Seungkwan, el método de imitar el aroma de los demás no servía con Seokhwa... entonces...
—Es cítrico.— Le dijo a Seokhwa. —Limón. Es acido, no dulce, tampoco agrio, pica un poco en la nariz, pero es suave. Hueles solo a ti, Seokhwa... y... hueles a las habitaciones de descanso ¿estuviste allí? No... es...
Algo en Seokhwa tambaleó. Recordó a Hyejin, ella quizás no había estado segura de lo que estaba olfateando entre el mar de feromonas, pero habló e hizo un escándalo para tomar por sorpresa a Park, para tambalear su perfecta postura y abrirse paso a sus emociones ocultas. Seungkwan estaba intentando hacer lo mismo, abrirse paso en Seokhwa de cualquier manera, incluso lanzando suposiciones superficiales como las habitaciones de descanso. Por más ligero que fuera el cambio estaba listo para percibirlo.
—Si, estuve allí.
Aun si fuera una verdad o una mentira Seokhwa no cambió su postura.
—Estuviste en los humificadores. Si no el aroma no se habría quedado en ti.— Buscó aclarar su mente. —¿Qué estabas haciendo allí?
—Solo estaba allí.— Seungkwan asintió dándose la vuelta para alejarse de Seokhwa, si no podía conseguir nada de él entonces lo conseguiría de su rastro, del pasillo, o de donde fuera. —¿A dónde vas?
—Recordé que es el turno de Wonwoo para cuidar de Byul, iré a dársela.
—Es tarde.
Seokhwa se apresuró a caminar hasta él, intentando colocarse frente a la puerta, pero Seungkwan fue más rápido tomando el pomo y entreabriéndola. La puerta se azotó, y la pequeña ventisca que entró por ese movimiento brusco llenó de aromas la nariz de Seungkwan.
Se cubrió la nariz con prisa cuando algo dentro de él se alarmó, su instinto fue mucho más rápido que su cerebro, casi saltó hacia atrás, cerca de la ventana cerrada que se apresuró a abrir y sacar la cabeza mientras que Seokhwa lo miraba confundido. Necesitaba aclarar su cabeza pero el aroma cítrico ahora se tornaba oscuro y agresivo, como si Seokhwa intentara intimidarlo de esa manera. Y Seokhwa era un idiota.
Con una emoción de por medio Seungkwan podía reaccionar. Imitó el aroma desagradable y profundo y cítrico del omega tomando a Byul entre sus brazos y encarando al menor. No estaba bien, tenía que buscar a los demás.
—¿Qué demonios están haciendo?— Preguntó intentando recibir la brisa fresca de la noche, había un suave aroma a lluvia aproximándose. —¿Al menos sabes lo que están haciendo? ¡Olí pólvora, Seokhwa! ¡¿es eso lo que tienen la cajas?!
—No sé de lo que hablas...— Seokhwa titubeó. —No hay nada...
—¡Y no solo era pólvora! ¡No se lo que hay allá afuera pero es malo! ¡Huele...! Huele como las pastillas para dormir de mi hermana... ¿Qué demonios están haciendo?
Seokhwa se mantuvo callado, pero no se apartó de la puerta. Tenía que avisarle a Woozi rápido, antes de que las cosas comenzaran a empeorar. Miró el tamaño del omega frente a él y comenzó a cuestionarse su propia fuerza, y la contraria, aunque, si llegaba a la puerta y pudiera al menos lanzar un grito o algo similar los omegas de las otras habitaciones irían a ayudarlo, estaba seguro de ello. Solo tenía que acercarse.
"Luna, sé que últimamente no nos hemos llevado bien..." se dijo mentalmente antes de abrazar con fuerza a Byul. "Pero necesito hacer esto..."
Mandó todo al demonio y se lanzó hacia Seokhwa.
No era tan fuerte como Wonwoo o como Minghao, tampoco era bueno escabulléndose como Jeonghan o Woozi, pero lo único que necesitaba era apartar a este omega.
Sus ojos se concentraron en la puerta, en el hecho de que podía empujarla y en que Byul estaba en sus brazos, no fue consiente de cuantos pasos dio o si era capaz de empujar a Seokhwa, porque su cabeza comenzaba a nublarse poco a poco producto de la avalancha de aromas que llegó de forma repentina, algo que estaba quemando en su garganta mientras que por fin tocaba la madera y la empujaba.
Recordaba haber visto el pasillo, recordaba haber empujado a Seokhwa y haber soltado a Byul. Recordaba los aromas que llegaron a él, pólvora, o algo similar, ese somnífero, el cítrico, polvo, y feromonas, omegas, camillas, sabanas limpias, uniformados. Una persona que no conocía. Recordaba el aroma de sus manos cuando lo sostuvieron del cuello y el aroma agresivo y repugnante, el aroma a sudor y tierra.
Recordaba su grito, sus palabras. Recordaba el golpe en su rostro.
Y despues. Despues ya no recordaba nada.
Alguien estaba en su habitación.
Despertó de golpe y se levantó de la cama tambaleándose, su vista tardó en aclararse mientras veía sombras borrosas que no podía descifrar. Estaba seguro de que alguien había estado adentro, seguro de que alguien lo había intentado tocar y seguro de que se habían ido. Era su constante insomnio, la parte de su cerebro que aun se negaba a dormir profundamente por las noches porque siempre tenía una preocupación, este sexto sentido que desarrolló con los años.
Alguien estuvo allí e intentó tocarlo, no de forma lasciva, sino como si fuera una carga. Sentía la piel hormiguear de un lado y una maldita sensación incomoda. Pero no había nadie. Su habitación estaba vacía y oscura, con la puerta cerrada y su cabeza dolía por alguna razón, estaba mareado y a punto de vomitar ¿Qué demonios estaba pasando? Algo se sentía especialmente mal, como un presentimiento al fondo de su cabeza.
Miró la cama a su lado, su compañero de habitación sobre ella, con el uniforme puesto y fue allí cuando cayó en cuenta de ese detalle. Él también tenía puesto el uniforme, cuando por lo general se colocaba el pijama antes de dormir ¿si quiera recordaba cuando se había quedado dormido? No. No se puso el pijama que estaba en el suelo, no tomó sus pastillas para dormir, y no se quitó el maquillaje.
Era como si de un segundo a otro se hubiera transportado a ese momento. ¿se desmayó? ¿Se desmayó junto a su compañero?
—¡Minghao, despierta!— Se dijo a si mismo golpeándose la cara con las manos abiertas. —Despierta, mierda.
Tenía que encontrar a los chicos. Algo estaba mal.
Caminó a la puerta y la abrió de golpe siendo golpeado por el aroma extraño que le provocó nauseas. Se cubrió la nariz y observó las puertas abiertas de los demás. Todas las puertas abiertas, con todos los alumnos durmiendo... no... no estaban dormidos, algunos se encontraban desmayados sobre el suelo y sus camas, con las pijamas puestas o con el uniforme, sobre sus escritorios, pero lo que más le preocupaba era que faltaban algunos.
¿Qué mierda estaba pasando?
Escuchó el tenue grito de algún lado.
"¡Woozi! ¡Despierta, Woozi! ... ¡Wonwoo! ¡Alguien!"
Seungkwan. Mierda, no tenía tiempo para pensar. Comenzó a correr por los pasillos encontrándose con más puertas abiertas, una tras otras mostrando el interior de los cuartos, y algunos estaban vacíos, algunas cosas estaban regadas en el suelo como objetos personales, como si alguien hubiera saqueado el lugar. Como si alguien se hubiera llevado a los alumnos. Y esa pensamiento lo estaba atormentando. Lo único que tenía seguro en ese momento es que Seungkwan necesitaba ayuda.
No sabía cómo llegar al séptimo jodido piso en cuestión de segundos. Si estuviera Jeonghan con él usarían los atajos, pero...
—¡Minghao!
—Pait...
Giró de golpe encontrándose con Pait corriendo hacia él, sin importarle estar afuera en el pasillo, aunque en ese punto era lo menos alarmante. Recibió al chico en sus brazos y este jadeó con fuerza intentando hablar.
—¡Se llevaron a Ji-ah! ¡Los escuche! ¡Los escuche llevarse a los demás alumnos! ¡Minghao! ¡Tenemos que ir por ellos!— Pait comenzó a hablar jalándolo del brazo. —¡Eran camiones grandes! ¡Creo... no sé...! Los vi... los vi por la ventana de la lavandería... ¡Tenemos que ir por ellos!
¿Qué mierda? No podía acomodar sus pensamientos mientras que escuchaba de fondo, muy tenue, a Seungkwan llamar por ayuda. Todo estaba hecho un desastre ¿Dónde estaba Hoshi? ¿Quién se estaba llevando a los alumnos y que habían hecho para desmayarlos a todos? No tenía ni la más mínima idea de lo que estaba pasando.
Wonwoo... quien más estaba cerca era Wonwoo.
Abrió la boca para decir algo, pero un fuerte estruendo lo interrumpió, algo que tambaleó todo el piso y aturdió sus sentidos. Fue repentino y fuerte, incluso doloroso y aterrador, como un temblor, como si algo hubiera explotado bajo la tierra. Venía de abajo, más abajo que el primer piso, quizás en las habitaciones subterráneas.
—¿Qué fue eso?— Fue su grandiosa pregunta.
—¿un temblor?— Preguntó Pait cubriéndose las orejas. —No sonó como un jodido temblor... fue como una puta explosión... Mierda, no podemos distraernos, necesitamos ir a...
Minghao por fin despertó. No podía perder más el tiempo, tenía que confiar en este chico porque no le quedaba de otra. Tomó la mano de Pait y lo obligó a mirarlo mientras despejaba su cabeza. No estaban solos, así que podían hacerlo, Pait no era solo un alumno más en problemas que necesitaba ser salvado, era también un alumno que podía ayudarlo porque Minghao tenía una idea formulándose.
—¡¿sabes manejar?!— Le preguntó con prisa mirándolo a los ojos.
—No... No sé, y no tengo un vehículo, por eso necesitamos...
Minghao respiró con fuerza asintiendo. Tenía que dejar de lado su desconfianza, este chico estaba confiando en él, así que Minghao haría lo mismo. Tenía que confiarle a este omega una de las cosas que más amaba en el mundo.
Ser valiente también significaba esto. Significaba arriesgarlo todo.
—¡Busca a Wonwoo y despiértalo, si no lo encuentras ve directo por Seungkwan, necesita ayuda!— Se apresuró a decir soltando las manos de Pait. —No voy a perder más el tiempo, voy a ir. Solo puede haber un camino por el cual pudieron irse, los camiones grandes no pasarán por el bosque. ¡Ayuda a Seungkwan y yo iré por los demás!
Gritó comenzando a correr escaleras abajo, la salida más rápida y cercana al templo sería una ventana, y tenía experiencia con las ventanas. Aun así su corazón estaba latiendo desesperadamente, tenía miedo de irse, miedo de no responder el llamado de Seungkwan, de que Wonwoo o Jeonghan o Woozi estuvieran en el mismo peligro. Tenía mucho miedo de dejar a sus amigos, pero por eso estaba confiando en Pait.
—¡Por favor! ¡Salva a Ji-ah!
Gritó Pait mientras comenzaba a correr, confiando ciegamente que Minghao lo traería de vuelta. Y Minghao quería echarse a llorar, pero no tenía jodido tiempo. Su corazón latía tan rápido que comenzaba a hiperventilar. No se dio cuenta del momento en que abrió la boca y soltó una frase que su cabeza no proceso.
—¡Salva a mis amigos! Por favor...
Por favor. Aquello lo murmuró cuando abrió la ventana y el viento nocturno lo azotó limpiando lo que sea que estuviera afectando sus sentidos. Tenía que llegar al templo y apresurarse antes de que los camiones pudieran ocultarse de su camino. Estaba emprendiendo un viaje a ciegas pero confiaba en que no estaba del todo perdido.
"¡Minghao, Wonwoo!"
El grito de Seungkwan lo hizo desear quedarse, pero tenía que confiar en que Pait los ayudaría, porque de otra forma no podrían salvar a ambas partes. Minghao tenía que hacer esto. Y confiar en Pait. Aunque significara arrancarse de la voz de Seungkwan y lanzarse sin pensar por la ventana, siendo casi estúpido pero ágil al sostenerse. No tenía tiempo para ser cuidadoso. Bajó de una forma desastrosa sosteniéndose de lugares poco seguros que rompieron algunas de sus uñas, dos pisos, solo dos pisos y estaba lastimándose.
Se sintió libre y aliviado cuando tocó el pasto, pero ese alivio no duró mucho, miró el templo y se apresuró a correr. Sin embargo una luz apareció de la nada acercándose a él.
Colocó ambas manos frente a su rostro evitando que la luz continuara cegándolo, hasta que el sonido del motor le dio una respuesta clara, y despues la figura de Jun. La figura de Jun sobre su motocicleta.
—¡Oh, por la luna! ¡le pedí encontrarte!— Gritó jun saltando de la motocicleta. —¡En realidad pensaba irme a estrellar contra la puerta de la escuela pero ya que estas aquí ve detrás de los camiones! ¡Shua me pidió que yo lo hiciera pero quiero quedarme!
¿Qué mierda estaba diciendo Jun? No importaba, saltó a su motocicleta y se aseguró de que todo estuviera en orden, solo que Jun continuaba balbuceando.
—Súbete.— Le ordenó.
—¡No! ¡Tengo que quedarme a ayudar a Shua! ¡No entendí muy bien pero la escuela hizo algo! ¡Algo peligroso!
—¡Súbete ahora!
La idea de dejar a jun allí, en el peligro... si dejar a sus amigos había sido difícil, dejar a Jun era imposible, no había parte en Minghao que quisiera apartarse de este chico en medio de esta situación. Tenía que asegurarse de que jun estuviera a salvo, y la mejor manera de mantenerlo a salvo era llevarlo con él siempre. Habían estado juntos en los peores momentos y ahora no tenía por qué ser la excepción.
Pero Jun negó. Jun lo miró con seriedad y colocó una mano sobre la de Minghao, quitándose el casco con la otra y colocándoselo a él.
—Hao. Necesito quedarme. Y tú necesitas irte. Tenemos que separarnos ahora.
¿Qué? No. No tenían que hacerlo. Negó.
—¡No tenemos tiempo para esto, Jun!
—Lo sé.— Jun chocó su frente con la del casco. —Minghao, no te detengas por mi y vete. Aun si no puedo asegurarte de que estaremos bien ambos estaremos haciendo las cosas que debemos. Tú debes irte ahora. Minghao, ahora.
Ahora. Sin jun. Sin sus amigos. Ahora. Solo. Como siempre estuvo, siempre guiado a su camino, sin nadie que lo detuviera ni que se atravesara. Minghao jamás se detuvo por nadie. Jamás esperó a nadie ni decidió acompañarlos. Siempre los abandonó por las cosas que quería hacer. Bueno. Ahora tenía que hacerlo, y no quería.
Apretó las manos con fuerza en el manubrio. ¿Por qué le costaba tanto irse?
Quizás porque no quería.
Tomó la nuca de Jun y le dio un suave golpe con el casco.
—¡No te mueras!— Le gritó antes de soltarlo. —¡No te atrevas a hacerme llorar de nuevo!
Al bajar del árbol siempre estaba Jun. Así como su madre. Así como Hoshi. Minghao ya no quería mirarlos desde arriba, ya no quería sentirse lejos de ellos, quería caer de ese enorme árbol que siempre subía cuando era pequeño, caer de él e ir a los brazos de quien lo esperaba. Regresar, quedarse y seguir.
Arrancó la motocicleta convenciéndose a sí mismo de que iba a regresar.
"¡Despierta, Wonwoo!"
La mano de Mingyu siempre lo reconfortaba. Su aroma, su cuerpo, su voz. Todo en Mingyu siempre había sido perfecto para él. Y Wonwoo lo amaba. Amaba sentirse seguro a su alrededor, amaba sentirse querido y amado, preciado, como si valiera la pena. Porque MinGyu lo hacía sentirse así, y lo hacía sentir más fuerte de lo que era. Este alfa aliviaba su corazón lo hacía sentir más fuerte que nada en el mundo.
Lo hacía sentir orgulloso y feliz.
Mingyu estaba jugando con Jeongkwan frente a sus ojos, le hablaba y se reía, su niña gritaba alegre y corría detrás de él y su hermano, su hermano mayor que era un poco más alto que ella y que era un poco distinto a MinGyu. Dongmin era un niño alegre, y Jeongkwan lo quería porque ella quería a todos ¿pero quién no querría a su hermano? Wonwoo quería al suyo, así que podía aceptar que Jeongkwan quisiera un poco más a Dongmin porque él era su hermano.
Y Mingyu se veía tan feliz con ambos que en serio quería ir y unirse a ellos.
Sus ojos se abrieron con curiosidad cuando Dongmin soltó la mano de Mingyu de pronto ¿A dónde iba ese pequeño? Wonwoo dio un paso hacia él.
—¡Wonwoo, despierta ahora! ¡Seungkwan necesita ayuda!
Abrió los ojos de golpe y se levantó de la misma forma exaltada, su brazo dolía desde la muñeca hasta el hombro y estaba seguro de que uno de los cristales de sus lentes lo había abandonado, el roto, el roto ya no estaba allí, ahora solo quedaba uno por el cual podía ver, el otro eran solo manchas borrosas hasta que enfocó a pait ¿Qué estaba haciendo Pait allí? A la mierda, había escuchado algo de Seungkwan así que se puso de pie.
Se tambaleó y el repentino mareo casi lo hizo vomitar, se mantuvo sosteniéndose de la pared solo para encontrar que su compañero de cuarto no estaba allí, y las cosas de su habitación estaban regadas por todas partes. ¿Qué estaba pasando?
Miró a Pait.
—Seungkwan...— Balbuceó. —¿donde?
—¡En su habitación! Minghao tuvo que irse... Se llevaron a...
No dejó terminar a Pait, comenzó a caminar con prisa ignorando las puertas abiertas y el desastre en el pasillo, su cabeza solo podía ir hasta Seungkwan y quedarse allí. Seungkwan necesitaba ayuda, y lastimosamente Seungkwan estaba en su top 3 de prioridades, no iba a detenerse hasta saber que ese chiquillo estaba a salvo. Así que caminó sosteniéndose de las paredes mientras que Pait continuaba hablando detrás suyo.
Subió escaleras sin pensar, incluso pasó el piso de Cha y Jeonghan pero no pudo detenerse, comenzaba a escuchar los gritos de Seungkwan en medio del silencio así que eso solo hizo que su corazón se acelerara. Regresaría por los demás, pero necesitaba saber que Seungkwan estaba a salvo, y si no lo estaba él necesitaba ponerlo a salvo. Para cuando llegó al sexto piso tuvo que detenerse.
¿Woozi estaría bien?
Su cabeza estaba yendo mil veces más lento que sus piernas así que no se detuvo pensar en todo el panorama, había alumnos desmayados y algunos no estaban, las cosas regadas por el suelo y desde el cuarto piso había camillas esparcidas por donde quiera, era aterrador pensar en lo que habían hecho con todos los omegas desmayados, pero Wonwoo no podía detenerse ahora, si lo hacía tenía miedo de perder la poca fuerza que había estado acumulando con el susto inicial.
—¡Ve por Woozi!— Le ordenó a Pait y este solo asintió corriendo por el pasillo.
Que chico más obediente y útil.
Cuando su mente regresó en si corrió escaleras arriba aun escuchando los gritos de Seungkwan. No entendía una mierda lo que estaba pasando pero lo descubriría despues.
Si es que había un despues.
El repentino mareo casi lo hizo caer pero no se detuvo, pero sí cubrió su nariz, quizás porque había algo en el ambiente que no estaba cuadrando, algo que se instalaba al fondo de su cabeza y le mandaba alertas rojas. Seungkwan tendría que saberlo, o tendría que sufrirlo porque su olfato era tres veces mejor que el de cualquiera, pero también era sensible, era más sensible a las feromonas y a los malos olores.
Confiaba tanto en el olfato de Seungkwan que ni si quiera se detuvo cuando se acercó a la puerta, tan solo pateó la puerta cerca del marco con toda la fuerza que tenía y esperó a que funcionara. Y no se sorprendió cuando lo hizo.
—¡Estás despierto!— Seungkwan se lanzó a abrazarlo. —Tenemos que buscar a los demás y movernos rápido, esto es muy malo, Wonwoo.
—¿Qué está pasando?
—¡No lo sé! ¡Me encerraron despues de que...!
No lo dejó terminar, lo tomó del rostro sorpresivamente y giró su cabeza un poco para ver el feo hematoma que comenzaba a formarse, su Kwannie tenía la esclerótica pintada de rojo, y se veía bastante mal, pero al menos no era su nariz, sintió un gran alivio de que no fuera su nariz porque la necesitaban. Solo allí notó a Byul en las manos de Seungkwan.
—¿Qué hacemos? La mayoría de los omegas están inconscientes.
—Lo sé, necesitamos hacer algo para despertarlos, tenemos que salir de aquí...— Seungkwan comenzó a tartamudear mientras lo tomaba de la mano y con la otra cargaba a Byul comenzó a caminar por el pasillo. —No me gusta, quiero equivocarme... no me gusta, Wonwoo.
Ah, tenía que calmar a este omega primero. ¿Cómo lo calmaba? Con su aroma, claro... ¿y como mierda hacia eso? Woozi era bueno controlando sus feromonas, y Minghao un poco igual, pero Wonwoo y Jeonghan solo sabían ocultarse, Seungkwan les había enseñado a como hacerlo pero también lo hacían de forma inconsciente. Ahora Wonwoo no necesitaba ocultarse, necesitaba calmar a este omega y no sabía cómo.
Recordó a Jeongkwan. Cuando Jeongkwan lloraba en sus brazos y Mingyu no estaba allí para calmarla Wonwoo solía cargarla con cuidado y abrazarla contra su pecho para que ella pudiera escuchar su corazón y su respiración, porque eso solía calmar a Wonwoo, cuando abrazaba a Mingyu y su cabeza se escondía en su pecho lo relajaba a tal punto que era casi adictivo.
Abrazó a Seungkwan obligándolo un poco a colocar su oreja contra su pecho, y Seungkwan se mantuvo callado por un segundo, sus brazos envueltos en Byul. Wonwoo sabía que necesitaba estar calmado para que funcionara, así que respiró profundo hasta que su corazón comenzó a latir con calma.
Seungkwan estaba bien, y eso lo aliviaba.
—Pues al menos no tenemos que presentar exámenes la próxima semana...
Seungkwan emitió una mísera risa apartándose para mirarlo.
—Gracias, Wonu.
—Ahora dime lo que pasa...
Seungkwan abrió la boca para hablar, sin embargo un fuerte temblor y un sonido desastroso y fuerte lo hizo callar, como una explosión. Una explosión que vino de abajo por alguna jodida razón. Sostuvo a Seungkwan con fuerza mientras que escuchaba las paredes rechistar y las cosas caerse.
—¡Es eso!— Gritó Seungkwan. —Tenemos que sacarlos a todos, Wonwoo, hubo una antes, y ahora son dos y...— Seungkwan agitó la cabeza. —Huele a fuego, Wonwoo.
¿Fuego? ¿Qué mierda estaba pasando?
"¡Woozi! ¡Woozi despierta! ¡Woozi!"
Seungkwan.
—¡Jeonghan!— Se levantó de golpe saltando de la cama y miró la habitación vacía, Jeonghan no estaba entre sus brazos, no estaba en la cama y el aroma de Seungkwan estaba comenzando a calar dentro de él. —¡Seungkwan!
Se despertó gracias a las feromonas de Seungkwan, podía saberlo porque su corazón estaba agitado y su cabeza nublada incapaz de pensar, algo le había gritado peligro y él solo despertó, porque sabía que algo andaba mal, haberse dormido tan profundamente al punto de no sentir cuando se llevaron a Jeonghan tenía que ser una señal. Salió del cuarto casi derribando la puerta y miró el pasillo, miró todas las puertas abiertas y las cosas tiradas.
Tenía que salir. No, tenía que despertar a estos omegas pero... ¿Dónde estaba Jeonghan? ¿se lo habrían llevado? ¿y Seungkwan? Miró al techo como si intentara encontrarlo pero no sirvió de nada, tenía que anclarse y pensar por lo que llevó la mano a su pecho tomando el relicario. Su relicario que estaba allí. Respiró profundo y comenzó a reacomodarse, pieza por pieza hasta que encontró su punto.
Apartó la mano de su pecho para verla temblar.
—¡Woozi!
Encontró a Pait corriendo hacia él, se veía agitado y no se detuvo incluso cuando llegó, Woozi tuvo que sostenerlo para que no cayera y miró el rostro alarmado del omega, tenía un aroma picante que calaba en su nariz producto del pánico. Y jadeaba, y tenía los ojos hinchados y la nariz roja. Pero al menos estaba despierto y podía hablar, de toda la mierda que estaba pasando esto era un avance. Lo intentó calmar y lo obligó a callarse.
—Dime que ocurre.
—¡Se llevaron a Ji-ah y a otros omegas. Minghao fue detrás de ellos y Wonwoo me pidió que te buscara mientras él buscaba a Seungkwan! ¡Hubo dos temblores y huele a humo desde las ventanas, creo que está pasando algo en el primer piso! ¡Los alumnos están desmayados!
Y Jeonghan no estaba. Minghao tampoco, eso los dejaba a ellos tres... cuatro, en un lugar repleto de alumnos inconscientes y ¿Dónde estaba Hoshi y Seokmin? Tenían que encontrarlos también pero debían comprobar que pasaba en el primer piso, y debían sacar a estos omegas pero primero despertarlos, su cabeza estaba corriendo cada vez más rápido llevándolo de una pregunta a otra. Los uniformados no estaban, al menos no todos, así que asumía que esto se debía algún plan de Minsook o Park. ¿Tenía que ver con las cajas? Claro que tenía que ver con las cajas. Si olía a humo entonces podría haber fuego, entonces tenían que apurarse.
—Lo tengo.— Se dijo a sí mismo. —Tenemos que buscar a Seokmin y a Hoshi.
—¿pero Wonwoo y Seungkwan?
No fue necesario que Woozi respondiera, los escuchó correr por el pasillo y despues pudo verlos acercarse. Woozi confiaba en que ellos sabrían que hacer, y lo primero que hicieron fue reunirse. Jeonghan y Minghao afuera, pero ¿Dónde estaba Kyungsoo? ¿También se lo habrían llevado? Si había algunos uniformados entonces había la posibilidad de que no fuera todo orquestado por Minsook.
—¡Explosiones!— Gritó Wonwoo. —¡Fueron explosiones, ha habido dos según Seungkwan!
Seungkwan asintió sosteniendo a Byul con ambos brazos.
—Una por debajo de la tierra, creo, y otra un poco más cerca...
Asintió.
—Jeonghan no está.— Les dijo. —Se lo llevaron y Minghao fue detrás de los alumnos secuestrados. Solo estamos nosotros. Necesitamos despertarlos y sacarlos de aquí.
—¿no iremos por Jeonghan y Ji-ah antes?— Preguntó Pait.
—No. Si son explosiones y hay fuego entonces tenemos que sacar a los alumnos que quedan... No hay forma en la que nosotros lleguemos a los demás, tendremos que confiar en Hao. — Comenzó a moverse. —Si encontramos a Hoshi y a Seokmin podremos ir detrás de ellos. Pero por ahora debemos despertar a estos chicos... Y encontrar una salida.
—Podemos ir al primer piso para buscar una salida.— Dijo Wonwoo.
—No. Siento... si hay explosiones no sabemos dónde será la siguiente.— Habló Seungkwan. —No sabemos cuantas serán ni en donde... y... ¡los bebés! ¡por mi luna! ¡tenemos que salvar a los bebés del primer piso! ¡El aroma a fuego está de un lado y los bebés del otro! ¡Tenemos que...!
—¡¿Por qué dejarían a los cachorros?!— Preguntó sintiendo que su garganta se cerraba. —No tiene sentido que los dejen y que se lleven a Jeonghan...— Sacudió su cabeza. —Bien... Ji-ah, Wonwoo, tienen que buscar una salida, Seungkwan y yo buscaremos a Seokmin y a Hoshi.
—¡¿y los bebés?!
Tomó del brazo a Seungkwan sin responder su pregunta. Tenían que encontrar una salida y despues ir por los bebés, no, despues despertar a los omegas... no, ir por Jeonghan y Minghao... Woozí sintió que se quedaba sin aire y tuvo que llevar una mano a su pecho mientras que comenzaba a correr. Era demasiado, y estaban solos.
No podían salvar a todos, ni siquiera podían salvarse a ellos mismos, estaban en grandes problemas y sus prioridades se movían de un lado a otro empujándose entre sí. Quería ir por Jeonghan pero dejar a estos omegas a su suerte era peligroso, y de cualquier forma no tendría como llegar hasta él, por eso necesitaban a Hoshi y a Seokmin. ¿Joshua ya estaría consiente de todo esto? Necesitaban a alguien que avisara el templo y... giró de golpe.
—¡Wonwoo! ¡Encuentra una manera de ir al templo y ve por ayuda!— Le gritó esperando que lo escuchara. Wonwoo alzó una mano y la agitó para darle a entender que lo había escuchado.
—¡Woozi, los bebés! ¡Si los dejamos pueden morir! ¡Tenemos que ir por los bebés!
¿y si pasaba otra explosión? No podía dejar ir a Seungkwan ni podía ir con él, necesitaban a Hoshi y a Seokmin... No era capaz de soltar su brazo, tenía miedo, estaba asustado y no quería estar solo, no quería apartarse de Seungkwan y ni siquiera quiso apartarse de Wonwoo pero era necesario. Estaba al borde del colapso y los cachorros no eran parte de sus prioridades.
Woozi solo era un omega. No podía hacerse cargo de todo, y no podía dejar que sus amigos se pusieran en peligro.
Pensar que era lo suficientemente egoísta como para solo huir de allí con ellos dos e ir detrás de Jeonghan y Minghao estaba carcomiendo su cabeza. Si dejaba a estos alumnos y a esos cachorros morir... no podría vivir con ello.
Podía vivir con sus manos apretando el cuello de un alfa enorme y quitándole la vida, pero no con su propio egoísmo. Tenía que hacer algo para ayudarlos.
Tenía que...
Seungkwan se arrebató a si mismo con un movimiento rápido, y Woozi giró a verlo. El omega lloraba y Byul colgaba de uno de sus brazos.
—No puedo dejarlos... Woozi...
Extendió de nuevo la mano intentando tomar la de Seungkwan, pero este dio un paso atrás. Su corazón palpitaba con una fuerza dolorosa. Su garganta se secó.
—Seungkwan...
—Lo siento...Lo siento...— Comenzó a murmurar, quizás porque Seungkwan podía leerlo por su aroma, podía saber lo aterrorizado que estaba Woozi. —Woozi... estoy oliendo el miedo de sus padres... tienen miedo por sus cachorros... tengo que hacer algo...
—Seungkwan... toma mi mano...
Tenía miedo. Mucho más que otras veces. Y no quería estar solo.
Seungkwan negó.
—Encontraré una manera de encontrarnos de nuevo, despues de ponerlos a salvo. Lo prometo.
Seungkwan comenzó a retroceder en el pasillo. Su corazón se aceleró.
—¡No me dejes solo!— Gritó llevando una mano a su pecho. —Tengo... Tengo miedo, Seungkwan... no me dejes...
—Tú tienes que encontrar a Hoshi y a Seokmin... yo tengo que ir por los bebés... No podemos ir juntos... Pero nos encontraremos ¿bien? Byul...
Seungkwan estuvo a punto de darle a Byul. Y algo dentro de Woozi se aflojó.
Recordó el disparo, y la sangre, y a Hyejin. Recordó lo sola que ella debió de haberse sentido.
—Ella quiere ir contigo.— Consiguió hablar. —Iré solo.
La primera y segunda lagrimas cayeron casi juntas. Se giró y comenzó a correr.
Si iba a morir que ellos no lo vieran.
El cachorro era diminuto en sus brazos, tenía los ojos cerrados y sus pequeñas manos estaban hechas puño tal y como había nacido Jeongkwan, solo que este bebé no era Jeongkwan, era un niño, un niño que estaba en sus brazos. Jeongkwan era una niña así que no podía ser ella, y Jeongkwan estaba viva. Este cachorro no. Jeonghan sabía que este cachorro no respiraba, pero aún estaba sosteniéndolo en sus brazos.
No lloraba. Miró al cachorro por largos minutos hasta que alzó el rostro encontrando el aeropuerto ¿Por qué estaba allí de nuevo? Podía escuchar los aviones pero no veía ninguno, y tampoco había mucha gente.
—¿Está muerto?— Preguntó Jisoo a su lado.
—Ajá.
Jisoo asintió. Aunque él también estaba muerto, murió hace años y no pudo llegar con Jeonghan, pero la paz aún estaba allí, una sensación de calma tal y como la sentía al cargar al bebé.
—¿quieres que me lo lleve?
—Aun es muy pronto.
No, no era pronto, era tarde. El cachorro ya no debería de estar en sus brazos, pero seguía allí por capricho de Jeonghan. Muchas cosas estaban allí por sus caprichos. Aunque a decir verdad ya estaba cansado de culparse por todo, estaba cansado de echarse en cara todos sus defectos e intentar arreglarlos todos. A veces solo quería echarse a llorar y ser egoísta, quería regresar a cuando era consentido y mimado por todos... No, no lo quería, en realidad solo lo extrañaba un poco porque era más fácil.
Estaba seguro de que estaba haciendo las cosas bien, pero era cansado.
Miró al cachorro una vez más.
—Se parece a Woozi.
Jisoo soltó una pequeña risa.
—No, se parece a ti.
—Un poco a ambos... Si hubiera podido vivir...
—Habrías muerto, Jeonghan.
Asintió.
—No quiero morir. Y... me siento culpable de no querer cambiar mi vida por la suya. En otra situación tampoco sería valiente. Pero... ¿es demasiado infantil decir que habría amado tener un cachorro? No me arriesgaría nunca... pero aun así.
Jisoo volvió a reír.
—Mi Jeonghan habría hecho todo para tener a un cachorro. No es infantil pensarlo ni desearlo, pero tú ya no perseguirías algo así.
No, ya no. Quería vivir junto a Woozi, quería ver a los chicos, ver a Jeongkwan crecer, reconciliarse con su padre, ver a Seungcheol y a su madre. Había muchas cosas que quería hacer. Quería vivir. Aprender, equivocarse, acertar, tener miedo y afrontarlo, valor... Quería trabajar porque nunca había trabajado, quería aprender a valerse por si mismo, había planeado vivir un tiempo con Kyungsoo así que quería hacerlo... Quería tener una cita con Woozi y quería decirle a Jeongkwan que Woozi y Seungkwan habían sugerido darla en adopción, quería escuchar a Chan quejarse de que Jeonghan no lo seguía en Instagram y a Jun quejarse de que no publicaba mensajes bonitos sobre él...
Había tantas cosas que quería hacer aún.
¿pero porque estaba pensando como si fuera a morir?
No iba a morir.
Miró al cachorro y apartó un poco la manta de su pequeño rostro. Respiró profundo.
No, quizás si iba a hacerlo. Jun se había muerto una vez, y quizás Jeonghan también lo estaba haciendo.
—Tengo que volver con Woozi.
—Entonces dame al cachorro.
Jisoo extendió los brazos para recibirlo. Jeonghan lo observó por varios segundos sosteniéndolo con fuerza.
Y entonces extendió al bebé dejando que Jisoo lo tomara.
Solo cuando soltó se dio cuenta de cuanto pesaba en realidad, había estado tan cansado que ni siquiera lo notó, pero cuando sus brazos estuvieron libres pudo respirar. Dio un paso atrás comprobando que todo estaba bien, y miró a Jisoo quien le sonreía con el cachorro en brazos.
—Está bien.— Le dijo Jisoo. —Despues de todo es solo un sueño.
—Si. Un sueño.— Sonrió. —Aun así estoy aliviado.
Pero si era un sueño tenía que despertar.
Abrió los ojos de golpe sintiendo el dolor en su cuello y sus manos, no pudo aclarar su vista, el lugar oscuro y la mezcla de aromas era irritante, aun así se esforzó por alzar la cabeza y echar un vistazo; no podía descifrar el lugar, pero había movimiento y había estado dormido en el hombro de Kyungsoo, con sus piernas encogidas y otro omega durmiendo a su costado. Su mente tardó en aclararse. ¿Dónde demonios estaban? ¿un camión? No podía ver bien, no podía respirar del todo y apenas había una delgada franja de luz entrando por un costado.
Debió entrar en pánico, pero no lo hizo, tuvo miedo de que si lo notaran despierto entonces lo cederían o algo así. Le recordó a cuando Park lo llevó en una camilla en primer año, el mismo sentimiento horrible que caía en su estómago y lo hacía querer gritar. Solo que ya no era el mismo Jeonghan que fue cuando estaba en primer año.
Restregó su cabeza en la mejilla y la nariz de Kyungsoo para hacerlo despertar. Estaban amarrados por las muñecas pero sus tobillos estaban libres, y estaban amontonados unos con otros, por suerte no pusieron a un guardia allí, quizás porque no cabía, el lugar parecía un contenedor.
—Debimos pedirle un adelanto a esa perra.— Escuchó venir desde afuera, era muy tenue.
—¿crees que nos lo hubiera dado?— Preguntó alguien más, y Jeonghan reconocía esa voz. Era uno de sus profesores. —Es una loca tacaña. Aunque Park tampoco nos dará un aumento, a pesar de estar haciendo esta mierda por él.
Kyungsoo despertó y Jeonghan por fin pudo apartarse para encararlo, le susurró un "shh" y el omega entendió de inmediato, aunque comenzó a girar la cabeza y a intentar moverse. Nada le sirvió, y pasó un tiempo antes de que asimilara todo. No era muy difícil, era evidente que los estaban transportando como mercancía.
—Era eso o quedarse en la escuela ¿te gusta el calor? Yo lo detesto, prefiero el frio.
—Para ser justo morir quemado es mejor que morir de hipotermia.
¿quemado? ¿Qué mierda estaban haciendo? ¿Qué mierda le habían hecho a la escuela? Miró de nuevo a su alrededor acostumbrándose a la oscuridad, viendo los rostros de los omegas inconscientes. Sus amigos no estaban, solo Kyungsoo, y Kyungsoo lo notó de inmediato. Estos chicos eran de primer, segundo y tercer año, casi no tenían que ver uno con el otro y parecía que los habían metido en camiones al azar.
—La ventanilla...— Kyungsoo murmuró en su oreja y señaló sobre ellos. Jeonghan alzó la mirada encontrando la pequeña ventanilla que le daba ese hilo de luz. Daba a la parte del conductor. —¿puedes pasar tus brazos al frente?
—No, olvídalo, no podré hacerlo.
Kyungsoo suspiró con fastidio y despues miró a Jeonghan. Y sus ojos parecieron iluminarse de un momento a otro. El omega se impulsó con cuidado de no hacer ruido y hundió su rostro en el pecho de Jeonghan para despues elevarse un poco hasta su cuello, pero no dijo nada, y aunque Jeonghan tuvo un pequeño espasmo se mantuvo quieto mientras que Kyungsoo hacía y deshacía alrededor. Jeonghan sintió la manzanilla picar en su nariz.
—Es una suerte que no te hayas quitado el uniforme. — Dijo Kyungsoo con el listón de Jeonghan en la boca. —Y que me hayas escuchado los primeros días.
"Colócate el listón"
Maldito loco autoritario, Jeonghan realmente estaba agradecido con él.
Kyungsoo solo tenía puesto el pantalón y la camisa a medio abotonar, como si le hubieran interrumpido mientras se vestía, y no tenía sentido. Jeonghan se había ido a dormir con el uniforme porque no tenía ánimos ni fuerzas para cambiarse de ropa, y Woozi hizo lo mismo ¿pero los demás? ¿Por qué los demás tenían puesto también el uniforme? Solo pocos tenían puestos sus pijamas u otra ropa, incluso había alumnos con el uniforme deportivo. Jeonghan miró sus pies descalzos.
—¿Qué es lo que recuerdas?
Se dio la vuelta porque Kyungsoo se lo pidió y alzó un poco los brazos. Despues lo sintió hacer algo en su espalda.
—Intenta extender las manos... Cuidado.— Kyungsoo murmuró. —Recuerdo haber estado en mi habitación a punto de ir a la cama, y despues desperté aquí. No hay nada más.
—Necesitamos regresar a la escuela...
—Primero necesitamos escapar de esta situación.
—¿y qué haremos cuando me desates? ¿Golpearlos mientras manejan? Ni siquiera sabemos si hay más camiones detrás o frente a nosotros.
—Cállate.
Ah... a veces lo odiaba un poco demasiado.
—¿Crees que Park nos pague con un omega?— Preguntó su profesor entre risas. —Sería bueno tener a uno de estos.
—No creo. Pudiste haberte traído uno de la escuela. Estos son los omegas de Park, ya sabes, son como sus tesoros o algo así, se esforzó por tenerlos. Los demás no importaban, por eso los dejó... menos uno, que yo me traje.— El otro hombre soltó una risa profunda. —Y ese es mío, fuiste un idiota por no hacer lo mismo.
—¡Si me hubieras dicho antes! El idiota de Park dio las ordenes tan apresuradas que no lo pensé... vaya mierda.
Jeonghan sintió las manos libres y movió los brazos con cuidado de no hacer ruido. Aun tenía los nudos en las muñecas, pero fue fácil deshacerlos. Kyungsoo se giró para que le desatara las manos y Jeonghan se concentró en ello teniendo cuidado en como respiraba y como se movía. Todo estaba siendo una mierda, y esos idiotas no dejaban de hablar de ellos como si fueran jodida mercancía, Jeonghan quería romperles el cuello a ambos.
Cuando estuvo a punto de soltar a Kyungsoo se detuvo en seco y lo miró al rostro, una mala idea formándose en su cabeza, pero al final del día una idea, algo que podría ayudarlos a los dos. Lo hizo girar y lo encaró inclinándose en su oído para comenzar a susurrarles.
—Tengo una idea... pero puedes salir lastimado.
—Si no hacemos algo ahora todos saldremos lastimados.
Jeonghan asintió acercándose para comenzar a murmurar su pésimo pero esperanzado plan. No podían hacer mucho, habían omegas desmayados por todas partes y el espacio era algo pequeño para moverse, así que eso limitaba sus opciones, pero si esto salía bien, si esto les daba al menos una oportunidad entonces podrían intentarlo. Así que Jeonghan volcó toda esperanza en su idea mientras que Kyungsoo escuchaba.
—¿lo entiendes?— Kyungsoo asintió. —Pues primero necesitamos abrirlo...
—Déjamelo a mí.
Minghao consiguió ver a lo lejos los camiones de los que había hablado Pait, al menos uno, eran grandes y no parecían camiones de pasajeros, no, eran camiones de carga, carga como si fueran jodidos objetos, y eso solo consiguió enfurecerlo más. Que se fuera a la mierda Park y Minsook, no podían tratarlos como mercancía, esos malditos no tenían derecho a existir. Minghao jamás había odiado a alguien tanto como los odiaba a ellos.
Y en ese momento su cabeza por fin comenzó a funcionar ¿Qué iba a hacer cuando los alcanzara? ¿iba a detenerlos con su motocicleta? Era absurdo, y si ellos tenían armas entonces estarían perdidos y Minghao formaría parte de esos omegas. Pero... si podía detenerlos lo suficiente y seguirlos entonces...
Detuvo la motocicleta poco antes de llegar, justo en el momento que vio que el camión ya no avanzaba... y vio otro más allí.
¿Qué estaba pasando?
—No te mueras.
—No dejes que me maten, tendrás solo un par de segundos para ver y comprobar ¿bien? En cuanto la veas hazlo... trataré de mantenerlo distraído.
Jeonghan asintió tomando la mano de Kyungsoo para darse ánimos a si mismo. Claro que estaba nervioso y tenía miedo, pero era lo único que podían hacer, y despues de haber movido a los alumnos lo mejor que podían no iban a dar un paso atrás. Así que ambos respiraron profundo y observaron las puertas. Solo bastaba un golpe para abrirlas... Jeonghan se quitó el saco del uniforme y lo sostuvo con fuerza en la esquina del contenedor. Kyungsoo tuvo que sostenerse igual.
No dejaron de mirarse, aun cuando estaban contando en voz baja. Los ojos de Kyungsoo eran su único consuelo, y tenía miedo de dejar de verlos en cuanto comenzaran con el plan. Si perdía a Kyungsoo... No podía perderlo.
Asintieron con la cabeza una vez contando uno.
Jeonghan respiró profundo armándose de valor, empujando el miedo al fondo de su cabeza y pidiéndole a su lobo que soportara, que fuera lo suficientemente fuerte como para afrontar lo que sea que tuviera que llegar.
Dos...
Si morían al menos lo habían intentado. Pero Jeonghan no quería morir. Y tampoco dejaría que Kyungsoo muriera.
Tres.
Patearon con fuerza las puertas que se abrieron de golpe, ya estaban casi abiertas gracias a Kyungsoo, pero necesitaban ese golpe repentino y rápido, y Jeonghan soltó su saco dejando que este se fuera con el viento y el avance de la camioneta.
Entonces captó el viento nocturno, la carretera vacía y el bosque, las estrellas y la oscuridad, la luna, la luna en alto, la luna llena. Y el aroma fresco que llenó sus pulmones y los limpió. No sabían donde estaban, pero tener esa pequeña libertad aclaró su mente. Duró poco. Tan pronto abrieron las puertas Jeonghan llevó sus manos a su espalda y se dejó caer de vuelta en un lugar cercano, cubriendo lo mejor posible y comprobando que los demás omegas no fueran a caerse del vehículo en movimiento.
Frenaron.
Frenaron y esa fue la señal de Kyungsoo, tan pronto frenaron de golpe él se lanzó al pavimento. Y vaya que debió doler. No lo vio porque el trabajo de Jeonghan era ocultarse lo mejor posible y esperar, estar al pendiente a que uno de ellos apareciera, o ambos, lo que sea, su plan tenía varias fugas y podía salir mal. Aun así continuaron.
—¡Espera! ¡Uno se cayó! ¡Creo que está lastimado!
Si eran tan importantes para Park como decían entonces los cuidarían como tesoros. Confiaban en ello. Jeonghan miró el cuerpo de Kyungsoo y esperó que no hubiera salido verdaderamente lastimado del golpe, el chico se había esforzado por caer bien y no salir herido de gravedad. Pero como ya estaba dicho, tenían varias fugas en el plan. No esperaban salir ilesos, solo esperaban salir.
Escuchó los pasos de su profesor acercarse con rapidez, preocupado de que una de sus mercancías fuera a dañarse, y Jeonghan mantuvo un ojo abierto, observó controlando su aroma, escondiéndolo para que este no lo delatara, y controló su respiración olvidándose de sus palpitaciones, porque estaban martillando contra su pecho.
Su corazón estaba palpitando tan fuerte que podía escucharlo.
—¡Mierda!— Escuchó al tipo quejarse a punto de llegar. —Mierda, mierda, mierda, creo que es el favorito...
Entreabrió los ojos observando a Kyungsoo quien no se movía. Lo peor era, que aun si estuviera muerto el plan podría seguir, pero el pensamiento lo horrorizaba tanto que tenía que estuvo a punto de tener escalofríos.
Cuando el profesor apareció en su vista contuvo la respiración de nuevo, su corazón martillando con más fuerza mientras que lo examinaba, y los segundos se volvieron eternos. Fue casi en cámara lenta. Vio el empuje de su pie trasero y el otro acercándose, sus rodillas cayendo al suelo frente a Kyungsoo, primero cayendo una y despues la otra, su espalda encorvándose y sus brazos alzándose alrededor. Jeonghan se movió en silencio, su pie descalzo tocando la carretera sin emitir sonido, su aroma escondido muy dentro suyo, el viento trayéndole el aroma de Kyungsoo y el de su profesor de deportes. Su pierna soportó su propio peso, y despues la otra, un paso firme, luego otro, y su profesor acercando el rostro a Kyungsoo para comprobar que este se encontraba bien.
Las manos de Jeonghan fueron rápidas, pero todo se sentía bajo el agua, incluso el sonido estaba abarrotado de sus palpitaciones. El hombre colocó una mano sobre Kyungsoo dispuesto a girarlo, las puertas abiertas del camión los ocultaban del piloto. Jeonghan se acercó tanto que sintió el aroma desagradable del alfa.
Enganchó sus dedos alrededor de lo que buscaba con cuidado de no tocar a ese hombre, y pudo ver sangre caer de la nariz de Kyungsoo y de su labio. Kyungsoo estaba sangrando, pero no podía detenerse. La tuvo asegurada.
Entonces Kyungsoo abrió los ojos.
Jeonghan le colocó a su querido profesor el cañón del arma en la nuca y quitó el seguro. Había servido ir con Seungcheol y su padre a los campos de tiros en lugar de ver una aburridísima película infantil, aunque Jeonghan lloriqueó todo el camino de ida y de regreso. Ahora lo agradecía. Aunque él no tenía buena puntería.
—No hables.— Le ordenó, y ni siquiera era necesario hacer una amenaza porque el tipo ya había escuchado el clic del arma. —Créeme que sé disparar esta mierda, Estuve dos horas cada semana por ocho meses yendo a los campos de tiro y llorando por un estúpido pato de plástico. Levanta las manos.
El alfa alzó las manos, y el idiota temblaba. Temblaba como si tuviera miedo, y Jeonghan en serio lo odiaba.
—¿sabe actuar? Profesor...— Preguntó Kyungsoo quitándose el amarre de las manos y tomando las del profesor. —Vamos a necesitar que lo haga.
El hombre asintió cobardemente y Jeonghan y Kyungsoo sonrieron.
—Solo dile que Kyungsoo necesita ayuda urgente... y no disparare.— Jeonghan volvió a colocar el arma mientras que Cha tomaba una de las cuerdas que habían preparado y la colocaba alrededor del cuello del hombre. —Yo no jalare el gatillo y Kyungsoo no apretara la cuerda sobre tu cuello... no intentes derribarlo, no podrás en esa posición.
El hombre volvió a asentir completamente asustado, y es que el tipo era un cobarde, siempre se había mostrado como un dolor de cabeza frente a ellos, un tipo valiente como un alfa, incluso los tocaba de más en clases y más de una vez llegó a incomodar a toda la clase entera, Jeonghan aun recordaba como Minghao tuvo que dejar de asistir por un tiempo ya que los toqueteos constantes le hacían recordar la situación del año pasado. Este tipo asqueroso no era más que una mierda cobarde, alguien que tuvo un poco de poder en sus manos y que los hizo sentir como la mierda.
—¡Hey!...— La voz del hombre tembló. —¡Ven a a-ayudar aquí! ¡El chico de Park está muy mal!
—Mierda ¿Qué tan mal?— Respondió el otro a los gritos.
—¡Solo ven y ayúdame!
Jeonghan escuchó un quejido molesto y la puerta abrirse, su señal. Corrió del otro lado del camión, descalzo y rápido mientras que Kyungsoo le aseguraba que estaba bien, y de cualquier forma el profesor no se movería, era tan cobarde que primero orinaba en sus pantalones antes de atacar a Kyungsoo. Era un verdadero inútil. Así que Jeonghan se apresuró siendo callado y rodeando el vehículo asegurándose de que no hubiera otra arma allí dentro, tenía que ser rápido así que solo tomó las llaves viendo la espalda del hombre y se apresuró.
¿no sería más fácil dispararle en la nuca? Su corazón comenzó a latir con fuerza.
Se acercó por detrás y así como con el profesor de deportes extendió su mano... el arma estaba cerca...
—¡¿Qué mierda?!
El tipo giró de golpe evitando que Jeonghan tomara el arma.
Cayó al suelo y se giró apuntando su arma contra el hombre, no le importaba si lo mataba ahora, solo quería asegurarse de estar vivo, así que no lo pensó dos veces y disparó escuchando un quejido de dolor, había conseguido atinar la bala en uno de sus brazos, quizás lo perforó porque escuchó la bala quebrar el espejo retrovisor. Eso solo le ganó tiempo.
Escuchó otro quejido de dolor mientras intentaba levantarse. Kyungsoo había apretado la cuerda de golpe y la había jalado en cuanto el profesor intentó quitárselo de encima. La idea jamás fue asfixiarlo, fue romperle el cuello al menos conseguir golpearlo contra el borde del vehículo, cosa que pasó, la cabeza del alfa impactó con fuerza mientras que Kyungsoo se ponía de pie y se alejaba. Solo que el omega no fue hacia Jeonghan, en cambio corrió a intentar tomar el arma del profesor, enganchando sus manos sobre esta, y forcejeando.
—¡Ustedes malditas perras locas!
Jeonghan apuntó de nuevo el arma y la cargó, pero con tanto maldito movimiento no encontraba forma de disparar sin lastimar a Kyungsoo. Estaba temblando.
—¡Kyungsoo, apártate!
No podía disparar, podía matar a un estúpido alfa pero jamás a Kyungsoo, y no encontraba que hacer, ellos forcejeaban y Jeonghan no podía ayudar, era demasiado arriesgado para todos. Quería ayudar a Kyungsoo y tenía miedo, pero...
Escuchó un disparo y su corazón se detuvo.
No podía...
Kyungsoo se apartó del profesor, tenía la camisa y los brazos repletos de sangre, y temblaba, temblaba mientras miraba con ojos bien abiertos al profesor que se mantenía quieto, casi congelado. Y Jeonghan no podía descifrar la situación. ¿Quién había recibido el disparo? ¿Quién tenía el arma? Su mirada tambaleó como si estuviera a punto de desmayarse, mirando la sangre, las manchas en la ropa de Kyungsoo y del profesor, mirando sus rostros, sus expresiones... y despues miró sus manos.
Kyungsoo tenía el arma.
El profesor se desplomó al suelo mientras que la sangre salía a borbotones de él.
Jeonghan comenzó a respirar de nuevo.
—Lo...Lo siento...— Murmuró Kyungsoo. —Lo siento...
Jeonghan no esperó más, tomó al chico y lo abrazó con fuerza quitándole el arma de las manos para bloquearla, estaba completamente seguro de que había sido el profesor quien le quitó el seguro y disparó, solo que tuvo un error en sus cálculos, o algo así, porque no había manera en la que Kyungsoo hubiera podido hacerlo solo. Fue suerte. O la luna, quien mierda fuera Jeonghan tenía que agradecerle.
—No fuiste tú, tranquilo, no fuiste tú.— Le murmuró en el oído. —Estás bien... Kyungsoo...
Kyungsoo lo abrazó con fuerza.
Cuando se apartó se apresuró a quitarle la camisa solo para que Kyungsoo no tuviera que lidiar con toda la sangre, se la quitó y le colocó la suya que apenas tenía manchones, todo mientras Kyungsoo asimilaba lo que ocurría, y Jeonghan buscó de nuevo en el camión tomando el saco de un alumno para cubrir por completo cualquier rastro de sangre. Sabía que Kyungsoo se sentiría mejor si no se veía como si hubiera sido arrollado.
—Jeonghan... Estoy bien.— Asintió Kyungsoo. —Estoy bien...
—Cállate.
Se colocó la camisa de Kyungsoo para cubrirse del frio, aunque estaba hecha un desastre y tenía sangre húmeda por todos lados, no importaba, con tal de que el chico pudiera sentirse mejor entonces estaba bien.
Ahora...
Observó un auto acercarse a lo lejos y su corazón se agitó, tomó a Kyungsoo jalándolo fuera de la carretera e intentando esconderse mientras que el vehículo se acercaba a alta velocidad. Se detuvo de golpe. Atravesándose en el camino, y la puerta se abrió mientras que él y Kyungsoo se escondían entre los árboles.
—Mierda...— Escuchó una voz femenina. —¡Hey!— Miraron entre los arbustos, una mujer, una mujer que alzo las manos. —¡Mi nombre es Lian! No busco hacer daño, soy detective privada y trabajo para Kim Mingyu... Si, ese Kim Mingyu... ¡Si eres un omega en problemas entonces...!
—Eres la ex novia de Mingyu...— Jeonghan salió del escondite, seguro de que si era una trampa al menos tenía un arma en su mano. —La madre de Dongmin.
Wonwoo se los había contado tiempo atrás, incluso Jeonghan comenzó a reconocerla de las fotografías, porque Wonwoo había intentado familiarizarse con lo que era importante para Mingyu, desde las fotografías hasta algunas cosas de Dongmin... Cosas que Mingyu había guardado con especial cariño.
—¿conoces a Mingyu? En persona... hoy en día todos conocen a Mingyu...
—Soy amigo del padre de su hija... El tio de su hija.
—¡Ah! ¡El tío de Jeongkwannie!— Lian sonrió. —Bien, tio de Jeongkwannie, creo que necesitamos hablar ahora... y socorrer a los maleantes y a las víctimas.
Kyungsoo salió del escondite. ¿de dónde mierda había salido Lian?
Minghao no se detuvo despues de volver a arrancar, se acercó a lo que ahora reconocía como tres camiones amontonados en la carretera, y un auto, y había personas fuera de los camiones. Su cabeza estaba demasiado nublada como para entender, pero aun así continuó. ¿Qué había pasado para que todo el lugar se viera así? Los tres camiones amontonados, y... y vaya mierda, su vista se aclaró y cuando estuvo lo suficientemente cerca tuvo que detenerse.
Jeonghan estaba allí, apuntándole con un arma a un estúpido alfa que caminaba con los brazos levantados mientras que una mujer... una mujer que parecía ser Lian ¿Qué mierda estaba haciendo la ex novia de Mingyu allí? Apuntaba a un pequeño grupo de alfas atados, y Kyungsoo estaba... ¿Qué mierda con esta escena? No entendía nada.
Detuvo la motocicleta solo metros antes de llegar, cuando Jeonghan lo había visto, el chico casi le saltó encima y Minghao tuvo un poco de miedo por su seguridad...
—Estoy tan feliz de verte, Hao...— Murmuró Jeonghan, como si estuviera a punto de llorar. —Pensé que iba a morir...
—¿seguro que sabes disparar el arma?— Preguntó Lian a un omega que asintió apuntando con seguridad. Este alumno tenía la ropa sucia y estaba sudando, al igual que otros que bajaban del segundo camión. —Vaya, llenos de sorpresas.
—¿Qué pasó?— Le preguntó a Jeonghan.
—Lian nos ayudó... Ella apareció de la nada y nos ayudó con los demás camiones... es así como batman.
—En realidad...— Lian se acercó enseñando su celular. —Mingyu me llamó hace dos horas gritándome que me apresurara, ya estaba cerca porque claro que quería la información de la escuela Pledis primero. Estuve investigando tanto a esta escuela que verla caer era mi sueño.
¿Mingyu había estado investigando también? Claro... No soltó a Jeonghan porque este se negó. Kyungsoo estaba a solo un par de pasos, mirando alrededor como si estuviera perdido.
—Tenemos que ir de regreso a la escuela.— Dijo Jeonghan subiéndose a la motocicleta, abrazándolo por la espalda. —Llévame de regreso, Hao.
—¡Ajajaja! ¡No!— Lian grito colocándose frente a ellos. —Miren, mis compañeros tardarán un poco en llegar, y no puedo hacerme cargo de todo, esperen un momento y...
—Lo siento, batman, pero tenemos que ir de regreso.— Respondió Minghao. —Nuestros amigos están en peligro. Y podemos ayudar, Jeonghan y Kyungsoo... Tenemos que ayudar.
—Hombre, ayúdame un poco, Mingyu y Jun me matarán si los dejo ir.
—Si, pero al menos estarán vivos para matarte.— Dijo Jeonghan balbuceando y tomándose fuerte. —Necesito ir con mis amigos y mi omega...
—Y yo con mis amigos y mi alfa, así que quítate del camino. ¡Kyungsoo, ven acá!
Jeonghan negó pegado a su espalda.
—Déjalo, él... no quiero dejarlo porque está mal pero si lo llevamos será peor para él.
—Iré despues.— Dijo Kyungsoo acercándose para tomar la mano de Lian y apartarla. —Me quedaré para ayudar a Lian y despertar a estos omegas, despues, cuando pueda, iré a ayudar... y de cualquier forma no creo poder ser útil... mi cabeza no está bien.
Minghao suspiró.
—Bien, pero yo se los advertí.— Dijo Lian apartándose del camino.
Asintió y tomó un largo respiro observando como los omegas bajaban de los camiones, algunos ya estaban despiertos y otros comenzaban a despertar. Tomó la mano de Jeonghan que estaba abrazándolo y le dio un pequeño apretón. Tenían que ir de regreso, no podían retrasarse porque los demás los necesitaban, así que encendió la motocicleta de nuevo y arrancó dando la vuelta.
—Jeonghan.— Lo llamó.
—¿Qué?
—Te quiero.
Jeonghan guardó silencio por unos segundos.
—¿por si nos morimos?
—Por si nos morimos. —Asintió.
De nuevo silencio.
—Te quiero, Minghao.
Sonrió, y pudo sentir la sonrisa de Jeonghan en su espalda.
En medio de la carretera con la única luz de la moto iluminando su camino, con el frio de la noche y las nubes densas y negras en el cielo, así ban de regreso a la escuela Pledis.
...
Este solo es el comienzo y dios... estoy cansada y apenas empieza, falta un montón x'D literalmente solo es el principio así que por eso la cosa anda leve, falta poquito para que empiece lo bueno.
Ahhhh 1 de las cosas que tanto espere escribir ya pasaron, la escena de Kyungsoo y de Jeonghan me estaba rompiendo la cabeza. Aun falta la de Mingyu, la de Seungkwan, dios, la de seungkwan es mi favorita, y la de Woozi, la de hao, estoy muy emocionada. me falta un monton de cosas por contar.
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