Capítulo 20.2
Kibum. Nunca imaginó que recordar su nombre fuera tan difícil. Kibum, como su padre y su abuelo, Kibum porque era un nombre heredado, siempre le molestó no haber tenido un nombre propio como sus hermanos menores, pero ahora, que muy apenas podía recordar quien era, pensaba que fue lo mejor que pudo haberle pasado. Kibum. Kibum. Kibum. Porque su padre omega se llamaba Kibum, y su abuelo omega se llamaba Kibum, y su tatarabuelo omega se llamaba Kibum. Cada omega primogénito de su familia llevaba ese nombre tan importante para ellos.
No recordaba su apellido porque siempre cambiaba de su abuelo a su padre y a él, cuando su abuelo se casó tuvo otro apellido, al igual que su padre, su padre quien solía decir que los alfas solo tenían un apellido pero que ellos tenían historia. Los omegas de su familia tenían una historia con ese nombre, por eso portarlo era de suma importancia. Ahora lo entendía, quizás no por las razones correcta pero lo entendía.
Los alfas siempre tenían un apellido. Los omegas no solían tener nada que fuera de ellos más que su sangre, pero Kibum tenía este nombre, que era suyo, que era de su padre y de su abuelo y de varias generaciones atrás, este nombre que iba de omega a omega sin importar que fuera hombre o mujer, Kibum estaba seguro de que tuvo una tatarabuela con ese nombre, su árbol genealógico estaba bien documentado, así que podía recordarla porque era la última mujer en ese descenso, y hubo otra antes de ella, y otra.
Ahora que lo recordaba; su nombre se pasaba de hijo a hijo y de hija a hija, solo una vez en mucho tiempo se hacía un verdadero cambio de hijo a hija o de hija a hijo, y era cunado la cadena se repetía. Su padre solía decirle que si llegaba a tener una hija entonces su hija tendría una hija y seguirían así por varias generaciones hasta que la cadena volviera a romperse. Era por la loba madre que les dio el nombre.
Si él llegaba a tener una hija quería nombrarla Jimin.
Porque jimin quería nombrar a su hijo Baekhyun. Y Baekhyun solía bromear diciendo que llamaría a su descendiente Taemin.
Entonces Kibum era el nombre que recibiría el hijo de Taemin.
¿Por qué los nombres tenían tanta importancia? Siempre se lo preguntó antes de llegar a la escuela, pero una vez allí lo entendió. Todos los profesores solían llamarlos omegas, solo omegas. Usaban sus apellidos de vez en cuando, apellidos que no eran suyos, a veces solo los señalaban o daban ordenes al aire. Entonces Kibum amó su nombre, su nombre pasado de generación a generación. Su única herencia más allá de ser de una familia pura.
Si tuviera que...
"¿Qué tanto piensas, Kibum?" La voz de Taemin sonó distante y apenas llamó su atención, para cuando alzó el rostro Jimin ya tenía en sus manos el tubo de ensayo. "¿de nuevo en el aire?"
"No recuerdo mi apellido." Respondió tomando el tubo y prestando atención a sus desordenadas notas. Había escrito toda su desesperación por recordar su nombre olvidándose de su propio trabajo. ¿Por qué estaba mencionando a su tatarabuela? "me perdí... tengo que empezar de nuevo con las notas."
"Dijiste cero evidencia pero estás dejando notas a medias por todos lados."
"Las quemaré despues."
"No lo harás. Sé que vas a dejarlo así y será otro acertijo."
"Jimin piensa que está bien."
"Si le dieras a Jimin un acertijo todos los días él pensaría que está bien. Su cerebro siempre tiene que estar pensando, como el tuyo. Al parecer no pueden quedarse en silencio."
"Las drogas dejan mi cabeza en silencio, el ruido me hace regresar, me ayuda a no irme."
"A mi solo me hacen más ruidoso. No puedo concentrarme y no puedo dormir."
Se encogió en hombros regresando su atención a las notas. ¿Dónde se había quedado? Todo era un enorme garabato sobre otro, su letra apenas entendible se amontonaba con los rayones para corregir, incluso había escrito sobre la mesa y no sobre el papel. Suspiró con fuerza apartando las hojas para apreciar la madera y su lápiz. Prefería escribir sobre los objetos, los objetos solidos no podían arrugarse y arrojarse a la basura, estaban allí, justo para que pudiera ver sus errores y rescribirlos, siempre a su vista.
Sus profesores se enojaban cuando escribía en su escritorio, bueno, Park no lo hacía, Park solo lo miraba con interés y hacia correcciones. Hubo una vez donde ambos se quedaron incluso cuando el sol se había ido, hablaron toda la noche de como los supresores cambiaban las feromonas de los omegas, no era que apaciguaran las feromonas, es que había un cambio significativo, algo permanente que era difícil de deshacer, y conforme más se usaban los supresores este cambio se hacía más evidente, por lo que afectaba en como el omega o el alfa se relacionaba con su entorno.
Esa plática fue la primera de muchas, hasta que Baekhyun llegó a él.
Si Park fuera otra persona quizás le hablaría de su reciente descubrimiento. Le hablaría de ese estúpido error que cometía una y otra vez.
"Quieres usar las feromonas de otros omegas para interferir de una manera más directa en el comportamiento de estos." Dijo al aire.
"Umm... tiene sentido." Respondió Taemin. "¿sabes que evolucionamos de los lobos pero no somos lobos? Compartimos similitud con ellos, pero no todas. Nuestra jerarquía era diferente y usábamos las feromonas para relacionarnos en lugar de palabras. Tiene sentido que quiera usar feromonas para controlar... feromonas." Taemin se burló. "Es como el veneno, el veneno aleja a los alfas porque tiene un aroma similar al de un omega preñado, un omega que es hostil para que no se acerquen a su cría."
"Estás jugando en un terreno muy peligroso, Park" Volvió a decir al aire siendo consciente que Taemin ya no se molestaba por ese detalle. "Las feromonas no son capaces de matar físicamente a un omega, no solas, pero si llegas a romper su mente... ¿Qué más les queda? Lo que quieres hacer es inmoral. Ah. olvide decir que ya sé que es lo que buscas."
"¿de nuevo hablando solo?" Baerkhyun entró por la puerta dejando un par de hierbas del bosque, las que había pedido dos horas ante ¿Por qué tardó tanto? "Bien, dile a tu imaginario Park que es lo que descubriste."
"¿no es gracioso? Tenemos a uno que habla con personas imaginarias y a otro que habla consigo mismo. Ah, y a uno que lo escribe en un diario."
"Solo escribo el diario porque no puedo recordar todo."
"Quiere modificar a su gusto las feromonas de los omegas." Aclaró para sus amigos en lugar de Park. Y en eso Park Jimin entró.
"Claro, si hace aromas más llamativos para su mercado entonces la demanda será mayor." Dijo jimin de golpe sin esperar otra explicación. "Es la misma ideología de las botellas transparentes, si puedes ver el contenido la gente tiene más confianza y prefieren buscar ese producto antes que la competencia. Pronto tendremos preguntas como -¿Dónde conseguiste ese omega?- y de nuevo, más demanda. Aunque... no creo que sea solo por eso, Jaebeom ve más allá que un simple mercado, está buscando algo y Kibum lo sabe, por eso está pensando en ello. Por eso no ha salido de aquí. Y sea lo que este buscando comprender es perjudicial. Aun así... ¿las drogas estarán afectándolo lo suficiente como para atrasar su trabajo?"
"Tienes que dejar de hablar así, me confundes." Le dijo a jimin y este solo sonrió.
"Mira quien lo dice..." Murmuró Taemin.
"¡Quiere hacernos reaccionar positivamente a ciertas feromonas!" Casi gritó emocionado. "Ah, eso era lo que se me escapaba."
"También es parte de la venta, si reaccionamos positivamente a las feromonas entonces los clientes estarán satisfechos... Estoy seguro de que hay algo más."
"Oh, si, pero eso ya lo sé." Asintió con una sonrisa. "Este detalle era el que se me escapaba. Lo que quiere Jaebeom es más simple. Quiere marcar un omega sin necesidad de morderlo ¡marcarlo con feromonas!"
"¿Por qué querría eso?" Preguntó Baekhyun.
"¿para venderlos a betas?"
No. No era para venderlos a los betas. Jeonghan no podía pensar claramente mientras intentaba leer los garabatos, era como el diario pero más revuelto y caótico, Kibum hablaba de cosas, cosas que no podía entender del todo, había especificaciones ya notaciones arriba de preguntas que parecían tener un trasfondo peor, como la que aparecía encima de todo ¿para qué quiere una marca por feromonas? ¿Para venderlos a betas? Se quitó el anillo de golpe cuando el ardor fue insoportable y vio las iniciales marcadas.
—Kibum era el némesis del profesor loco, su contra parte, su antiguo compañero.— Comenzó a decir Jun despues de haber leído cada palabra, Seungkwan aun parecía mareado por los aromas viejos. —Pero el escuadrón del omega real llegó para mostrarle el verdadero camino, y desde ese entonces Park tuvo un odio y un rencor por su semejante.
—No eran iguales.— Aclaró Chan en el suelo intentando leer las notas mientras acariciaba el hombro de Seungkwan para calmarlo, aprisionándolo en su pecho. —Kibum parecía ser mejor, aquí lo dice. Al parecer Kibum encontró lo que Park buscaba. Por eso nada puede salir de aquí...
Jeonghan observó las tres reglas marcadas en la pared; esa habitación no existía fuera de esas puertas. Y nada podía salir a menos de que fuera ceniza. La tercera regla era no entrar con alimentos.
Era evidente que Kibum encontró lo que Park había estado buscando y lo escondió de él justo bajo sus narices, lo mantuvo en secreto lejos de la escuela aun cuando estaba dentro de ella. Jeonghan no podía dejar de pensar que había algo malo en todo ello, que algo no estaba bien. Se sentía mal en una forma distinta, algo al fondo de su pecho que desconfiaba.
—¡Encontró una forma para inhabilitar el supresor!— Gritó jun alzando un papel. —Ah, y encontró otra para dar un tratamiento... es para revertir algunas secuelas del suspensor... supresor... que feo escribe.
—No creo que funcionen, Jun.— Habló Chan. —Eso fue hace veinte años. Probablemente Park ya se deshizo de todos los errores que Kibum pudo haber encontrado.
Jun hizo un puchero pero comenzó a acomodar todos los papeles a su alrededor, incluso los que estaba arrugados. Jeonghan lo observó por varios segundos aun con la mente nublada hasta que comenzó a moverse. No quería tocar nada en realidad, sentía que estaba faltando el respeto al trabajo de otro, al trabajo de un omega que se había ido de la nada dejando todo eso así. Un trabajo al que no pudo regresar por una razón.
Las cosas que el omega real dejó atrás siempre llevaban una carga de esperanza en ellas, esperando a que alguien lo encontrara y le diera luz, que alguien terminara con aquel trabajo inconcluso. El omega real parecía en ese punto más un rastro de pan que algo del pasado, un camino que trazaron pero que no pudieron concluir. Y quizás era trabajo suyo llegar a ese lugar que tanto ansiaban.
Dejaron todo listo, pero al final no pudieron hacer nada.
¿Qué le pasaría a ellos?
—Jeonghan.— Lo llamó Jun. —Tengo una idea de lo cual hacer con esto, si confías en mi...
—No puedes sacar nada de aquí.— Aclaró Jeonghan. —No puedes tener evidencia de que esto existe, si quieres algo fuera será mejor que tengas memoria fotográfica y...
—Entonces vamos por Wonwoo.— Jun sonrió. —Vamos por los demás ¡preparé mis mejores argumentos en caso de que nos regañen!
Asintió sin pensarlo mirando la hora en el reloj de Chan, Chan que aun sostenía a un abrumado Seungkwan que parecía no querer saber nada. Tenían poco tiempo antes de que Woozi tuviera que ir a su... al ensayo de su boda, por lo que tenían que moverse rápido. Soltó un largo suspiro y miró a la puerta.
—Vamos, Seungkwan, tenemos que ir por los otros.
—Demasiados aromas.— Balbuceó Seungkwan siendo levantado por Jeonghan, casi cayó sobre él. —Dame un momento, estaré mejor despues de tomar aire... Ah, es tan bueno que vuelvas a oler a ti.— Lloriqueó el omega en su hombro. —Estaba detestando tu aroma, pero ahora si hueles a ti, hueles como antes, no a eso... aun estás triste pero hueles un poco mejor incluso. Te extrañe tanto, Hannie, estoy tan feliz...
—Seungkwan...
—Es como con Byul, Byul estaba tomando mi aroma y yo no quería y me asuste, pero ahora sigue teniendo el aroma de Hyejin y es bueno porque no quiero que su aroma se pierda, tampoco el tuyo. Si no siento sus aromas me pongo muy nervioso.— Seungkwan comenzó a hablar de más mientras caminaban. —Y es muy bueno y...
—Seungkwan solo di lo que quieras decir.
Seungkwan hizo un pequeño puchero y despues lo abrazo cuando estuvieron lejos de Jun y Chan, el abrazo del omega sintiéndose como un acto puro e infantil. Jeonghan regresó el gesto con cariño cerrando sus ojos. Sea lo que sea que Seungkwan había olido en él ahora estaba aliviándose. Sonrió con cariño y aplastó a Kwannie entre sus brazos.
—Estoy orgulloso de ti... Solo eso.
Ah. que omega tan tonto.
—Y yo de ti, Kwannie. Aunque mi olfato no sea tan bueno puedo reconocer cuanto has cambiado y crecido.
Ambos sonrieron.
—A ver, beso de tres.— jun apareció de pronto haciéndolos separarse. —¿de dos?
Increíble.
Sofía era un poco más alta ahora, sus facciones estaban definidas y había algo en ella que se sentía distinto, Vernon apenas podía recordarla como su pequeña hermana, aunque siempre estuvo incorrecto. Para los menores no había padres o hermanos, así que esta chica no podía ser su hermana menor, pero lo era. Ella había llegado a aquel templo el mismo día, a la misma hora, tomados de las manos mientras que Vernon escuchaba las palabras del mayor. Aun lo recordaba, y recordaba ver a Joshua detrás de todos, escuchando con calma.
Para cuando Vernon llegó al templo junto con Sofía Joshua ya era mayor, un Mayor demasiado joven que los miró sin lastima, que tenía moretones en el rostro y una sonrisa tranquila con manos entrelazadas sobre su estómago. Vernon recordaba perfectamente la mirada que compartieron ambos y como se negaron a apartarse, ambos se negaron en bajar el rostro y retroceder, y solo rompieron el contacto cuando otros Mayores comenzaron a hablar.
Vernon en ese entonces jamás había visto a un Mayor tan joven, era más alto que él pero seguía viéndose delgado y pequeño, y a esa edad Vernon podía reconocer la diferencia entre un niño y un adulto. A Joshua lo reconoció como un niño. Y quizás por esa razón Joshua le sonrió primero y le dio la espalda.
Fue la primera vez que se encontró con el Mayor Joshua. La segunda vez fue como un Menor. Lo aceptaron a él y a su hermana como Menores porque ambos aprendían rápido, Sofía era más pequeña que él así que podía adaptarse, pero Vernon ya no estaba en una buena edad, aun así lo aceptaron. Le dieron la opción de ser adoptado por una familia y él se negó porque no quería apartarse de su hermana.
La misma hermana que ahora no podía reconocerlo.
—Hicieron una petición para que viniera.— Dijo Sofía con calma y una sonrisa. —Fue rechazada en un principio, pero el Mayor Joshua hizo una segunda petición. Esa fue aprobada. Vengo a verlo.
Sofía hablaba como una menor, no como su hermana. Y estaba bien, Vernon era consciente que en cuanto se apartara de ella la chica tomaría su propio camino, dejaría de verlo como su hermano mayor y sería una mejor herramienta para el templo. Por eso no quiso dejarla por años, pero cuando fue inevitable se obligó a aceptarlo. Ahora estaba hecho y no tenía sentido llorar por ella. Al contrario, estaba aliviado.
Ella jamás se volvería una Mayor, y era un gran consuelo.
—El Mayor se encuentra en su habitación.— Dijo sin ánimos señalando el pasillo. —Si quieres que te acompañe...
—Quise responder la primera petición.— Dijo Sofía de golpe. —Pero la Mayor Irene me lo prohibió. Consideró que la petición de Lee Chan no era lo suficientemente importante para un viaje tan largo.
—No, Lee Chan no era lo suficientemente importante, sus razones son las mismas que el Mayor Joshua.
—¿tiene que ver contigo, Vernon?
—Sí.
No escuchó los pasos del Mayor ni sintió su aroma, solo se dio cuenta de que estaba allí por la sombra que proyectó en el suelo y la irritante presencia de Melody. Jun no estaba allí para ser su cascabel pero aun así no lo tomó por sorpresa, en cambio Sofía abrió los ojos y miró al Mayor saludando con elegancia y calma. Y Vernon se quedó allí, esperando, esperando a que Joshua comenzara a hablar.
Al menos Chan ni Seungkwan estaban presentes, era lo mejor. Vernon ya no tenía ideas ni mentiras que decir para evitarlos.
Los dos eran un verdadero dolor de cabeza, siempre insistentes y obstinados sin importar cuanto intentara alejarse por ambos. Aun cuando Vernon aprendió de su error ellos no lo dejaron irse con el corazón intacto, ellos querían meterse más bajo su piel y hacer las cosas más difíciles. Vernon no soportaría darles otra mentira al rostro y fingir que estaba bien con ello.
Si pudiera enojarse y odiarlos sería lo mejor.
—¿no tienes una pregunta que hacer, Vernon?— Preguntó Joshua con calma. —Sofía vino de muy lejos solo por mi petición.
Miró a Sofía y la amable sonrisa que se formó en su rostro. Sofía siempre se pareció más a su madre, su madre siempre amable y cariñosa, su padre era un poco más serio pero igual de gentil. Sofía no podía recordarlos, no podría, ella era demasiado pequeña cuando se apartó de ellos, probablemente ni siquiera recordara su vida antes de ser un menor. No la culpaba, para Sofía toda su vida era esto. La luna, los menores, el templo... Pero nunca lo fue para Vernon. A Vernon nunca le importó en realidad.
Siempre consideró que era aburrido.
Que la luna lo castigara. Solo que algo que no tenía una verdadera existencia más que la interpretación a un satélite no podía castigarlo.
—No. No tengo ninguna.— Respondió.
—Tu nombre, quizás.
—¿Mi nombre?— Sus ojos se abrieron como si estuviera sorprendido, pero no lo estaba, en cambio Sofía pareció preocuparse. Claro, ella era demasiado joven para recordar. —Dudo que lo recuerde.
Chan y Seungkwan se habían esforzado por encontrar a Sofía, y ellos pensaban que Vernon no estaba enterado, que ella llegaría de sorpresa con su nombre y podría irse. Pero no era así, el pensamiento infantil y puro era lo que hacía que el corazón de Vernon temblara. Ellos merecían algo mejor. Y comenzaba a preocuparse de que ambos cayeran con personas igual a él, pero peor, personas que no pudieran detenerse a tiempo y arruinaran a ambos.
A su omega y su alfa.
—¿tu nombre?— Preguntó Sofía intentando recordar, pero no había manera en la que pasara. —No estoy muy segura... ¿Chew?
Chew. Ella había sido tan joven en ese entonces que era una sorpresa que si quiera pudiera recordar eso. Pero no, no era Chew. De cualquier forma Melody pareció impacientarse y comenzó a hablar de la importancia de la memoria en los Menores, como si estuviera regañando a Sofía que la miraba hacia abajo. Pero Joshua no deshizo su sonrisa, la mantuvo hasta que la conversación de ambas comenzó a avivarse.
—Tengo tareas que hacer.— Habló dándose la vuelta para irse.
Joshua confiaba en que Sofía no recordaría su nombre, por eso la llevó hasta él. Al menos Vernon había podido verla antes de que ella dejara de verlo como alguien conectado a su persona, Sofía ya no lo veía como su hermano mayor, pero tenía cierto cariño en ella que consoló el interior de Vernon, así que era mejor dejarla, quedarse con ese lindo recuerdo antes de que la pena lo sustituyera. Siempre fue así.
—¡Shua!— La puerta se abrió de golpe dejando ver a jun, y todos giraron a verlo, el chico cargando un montón de papeles en sus brazos asegurándose de no tirar ninguno. —¡Shua! ¡Ayúdame con tu cara de científico loco!
Le sonrió a jun antes de irse.
Woozi sostuvo el relicario con fuerza, Wonwoo ya lo había visto hacerlo un millón de veces, pero esta vez era distinto, Woozi respiraba profundo y sacudía la cabeza como si estuviera intentando despertar, solo que ya estaba muy despierto. Wonwoo quería ir hasta él y encerrarlo en una cajita para que nunca más tuviera que enfrentarse al mundo exterior, pero no podía, y menos cuando el ensayo de su boda estaba ocurriendo.
Por alguna razón Woozi no pudo ir al lugar donde generalmente ensayaba, en cambio trajeron todo a la escuela, tomaron una de las aulas vacías y comenzaron a hacer toda esa pantomima como si fuera normal, y Wonwoo pensaba que fue gracias a Park, su querido profesor que debió de darles el aviso a los padres de Woozi que Wonsik había ido a buscarle. Bien, Wonwoo solo se encogió en hombros observando al manojo de nervios que era su udi.
Dos horas antes había estado bien, escuchó todo lo que Seungkwan y Jeonghan tenían que decirle y llegaron a una conclusión. Jun era dueño de ese lugar. Ese nuevo lugar tenía nuevo dueño y era Jun porque este se esforzó en demostrar que podía hacer un tratamiento para curar las secuelas del supresor, aunque Chan se esforzó en decir una y otra vez que no era posible, de cualquier forma Jun consiguió convencer a Woozi y Wonwoo tuvo que memorizar un montón de mierda que no entendió, Jun también se esforzó en grabarse en la cabeza lo necesario, pero aun así escribió un cuento.
Un cuento para memorizar todo. Jun había dicho que los relatos de su manada no eran más que información revuelta y adornada para cubrir grandes cosas. Entonces hizo un cuento. No, cantó un cuento que estuvo grabándose en la cabeza por dos horas y que aun seguía, pero Wonwoo no pudo seguir, tenía que salir de ese agujero de lugar y respirar aire limpio, pero despues llegó todo el teatro de la boda de Woozi y no pudo dejarlo solo.
—¿Siempre te pones así antes de empezar?— Le preguntó y Woozi saltó en respuesta.
—No, estás ayudándome ahora.
Oh. Cachorrito.
—Hombre, faltan pocas semanas para que te cases. Será mejor que controles eso. Toda la mierda del temblor y la cara de asustado.
—Estoy asustado.— Woozi lo miró aun sin soltar su relicario. —No me gusta saber que todos van a mirarme. No me gusta que me miren.
—¿es una fobia? No sabía que tenías esa fobia, te veías confiado con nosotros en primer año.
—En primer año no me importaba nada más que ser correcto para mis padres, no tenía que pensar por mi mismo, era como una extensión de mis padres. Ahora es diferente.— Woozi suspiró con fuerza llevándose las manos al rostro. —Mierda. Me siento mejor cuando sé que puedo estar entre ustedes, esta vez no tendré a nadie más que a Seungcheol, pero Seungcheol no puede hacer nada por mi.
Alzó las cejas y continuó mirando al nervioso Woozi. Wonwoo no podía decirle que estarían allí para él porque no era verdad. Woozi estaría allí solo, frente a una multitud que desconocía, lejos de sus amigos porque estos estarían hasta la otra punta del lugar. No había consuelo que darle, estaría solo y ya, solo con Seungcheol a quien tendría que darle el sí. Wonwoo se sentía mal por él, quería abrazarlo y cuidarlo hasta que todo pasara, pero era consciente de su posición.
Nadie podía ayudar a Woozi en esto más que él mismo.
Extendió una mano y antes de que se diera cuenta Woozi ya la había tomado con fuerza para reconfortarse.
—Solo será un momento.— Consoló. —Cuando digas que sí todo va a acabar, te casarás con Seungcheol y van a salir de la multitud, tendrán una aburrida fiesta y despues vas a irte lejos. Nadie te verá estando lejos. Ni siquiera nosotros.
Ah. Era consiente de que no era el mejor consuelo del mundo, pero el corazón de Wonwoo también estaba dolido, le gustaría fingir que no le importaba y que aceptaría que se fuera, pero no sería verdad. Extrañaría a Woozi. Y cada que recordaba que él se iría tenía la conocible sensación de querer llorar. Ya no vería al jefe. Y posiblemente ya no sabría nunca de él. Entonces sería el final, despues de la mierda de la escuela Pledis entonces ya no se encontrarían más.
Woozi lo miró con tanta tristeza que sintió que ambos se pondrían a llorar. Tan patéticos. Le sonrió a cambio y asintió.
—Si pudiera quedarme...
—No, tienes que irte para estar a salvo.— Se rió. —Ah... despues podrías llamar de vez en cuando, ya sabes, las amistades por teléfono no duran pero así será menos jodido. Minghao también se va... Jeonghan va a vivir con mi Cha y tendrán su aventura juvenil y Seungkwan será esposo de dos tipos que van a ponerle una linda casa con vayas blancas. Así son las cosas. Supongo que yo también me voy, con mi novio y mi cachorra... Jeongkwan va a extrañarlos. Pero se escucha bien...
Woozi asintió.
—Se escucha bien...
—Pero se escucharía mejor si tú hubieras escrito tu parte.
Woozi exhaló una pequeña risa y comenzó a negar.
—Mi parte... supongo que yo elegiría quedarme con ustedes. Pero no es suficiente... Mi vida solo tiene ocho pasos.
—¿ocho? Son pocos.
—Son simples.
—Si, pero no van a la dirección que quieres.
—No hay otra dirección. Nunca pensé en otra dirección, así que... es todo.
—Entonces piénsala, fantasea y deja de ser una extensión de tus padres.— Se cruzó de brazos y observó a las personas ir y venir. —No dejes que ellos también controlen eso.
Woozi estuvo a punto de decir algo pero cuando Seungcheol entró la gente comenzó a moverse como una señal silenciosa, entonces no dijo nada, ninguno dijo nada y Woozi solo se fue junto a Seungcheol. Wonwoo miró hacia la puerta entreabierta encontrándose con los curiosos ojos azules que miraban como el alfa y el omega desaparecían en la pequeña multitud.
Suspiró. Su vida amorosa ya estaba resuelta así que no podía comprender porque tanto embrollo con esos dos. Si él fuera Woozi solo dejaría al alfa para irse con quien se le diera la gana, le importaría poco los deseos o exigencia de sus padres. Pero él no era Woozi, así que no podía decidir por él, y tampoco era Jeonghan, porque si fuera Jeonghan le pediría a Woozi que no se casara y huiría con él a quien-sabe-donde. Pero de nuevo, él no era Jeonghan, y Jeonghan estaba aceptando que no podía decidir sobre Woozi.
Ah, ellos eran tan complicados.
Miró a Woozi alejarse junto a Seungcheol, sabiendo que dentro de poco tiempo ya no volverían a encontrarse.
Aun les faltaba despedirse.
...
Capítulo 21. El omega ideal
Uff... si, medio apresurado pero prometo mejorar en el siguiente capítulo, lo siento, tenía que salir de esto.
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