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Capítulo 2.2

Tan pronto Hoshi dejó de hablar Minghao fue el primero en intentar huir, tomó sus cosas y no esperó a nadie, ni siquiera cuando la voz de Wonwoo lo llamó, o cuando los alumnos comenzaron a mirar confundidos mientras que Minghao se ponía de pie antes que todos. Disimuló solo por tres segundos, lo necesario como para que otros alumnos salieran con calma por la puerta y entonces decidió escapar, caminando tan rápido como pudo.

—Minghao ¿puedes quedarte un momento? Creo que hay un problema con tu nombre en las listas.— Habló Hoshi. —Seungkwan, tú también.

Claro. Rodó los ojos tal y como lo hacia Jun y dio varios pasos hacia atrás, dejando que los otros alumnos pasaran. Wonwoo estaba a punto de burlarse y Jeonghan solo sonreía, pero eso no le importaba, Woozi en realidad se estaba riendo y en serio quería golpearlo a él antes que a los otros dos. Al menos con Wonwoo y Jeonghan lo esperaba desde antes. Seungkwan le dedicó una amable sonrisa acercándose al escritorio.

El aula quedó casi vacía, solo con ellos cinco y el profesor que ahora les sonreía con inocencia. Bien, al menos no tenía que quedarse solo con él. Se mantuvo justo detrás de Seungkwan, porque ahora era el único en quien confiaba, él no lo lanzaría cruelmente hacia Hoshi ¿cierto? Ah, Minghao no solía tener estas inseguridades antes, solía ser directo. ¿Por qué el alfa cambiaba tantas cosas en él? Era problemático.

—¿tenemos que seguirte llamando profesor?— Preguntó Wonwoo inclinándose en el escritorio. —¿o te podemos llamar detective?

—No soy un detective.— Respondió Hoshi asegurándose que la puerta estuviera cerrada. —Soy periodista.

—Periodista Kwon.— Habló Jeonghan con interés sentándose en uno de los pupitres, de nuevo. —¿Qué es lo que piensas hacer? ¿seguir trabajando para la escuela?

Hoshi respiró profundo para despues mirar alrededor, por primera vez pareciendo nervioso mientras que apretaba los labios. Minghao lo miró con atención ignorando su corte de cabello y su ceja rasgada producto de una pequeña cicatriz, quizás de la pelea con el alfa con aroma a cigarro. Ah, sacudió la cabeza cuando notó que Seungkwan lo miraba con curiosidad, no era tiempo para pensar en lo apuesto que se veía Hoshi. Era absurdo.

Hoshi suspiró reacomodándose las mangas de la camisa sobre sus codos. Se cruzó de brazos.

—Planeo sacarlos de esto.— Respondió el alfa con seriedad.

—No.— Respondió Woozi de inmediato. —Si quieres dar las excusas de que es demasiado peligroso entonces ahórratelo, lo haremos sin tu ayuda. Ya sabemos de lo que la escuela es capaz.

Woozi se posó frente a ellos, y nadie lo corrigió, era exactamente lo que pensaban. Estaban consciente del peligro, de lo que significaba.

—No, no lo saben.— Hoshi suspiró con molestia. —Intentaron lastimarlos, ustedes están constantemente en la cuerda floja y en cualquier momento los atraparán. Casi lastiman a Minghao. La escuela mató a HyeJin, mató a Jun y...

—Jun está vivo.— interrumpió Minghao más molesto por la mención de Jun que por la suya.

—El punto...— Hoshi exhaló. —Están en una posición vulnerable. Quiero que se olviden de la escuela y se concentren en protegerse ustedes mismos. No intenten lastimarse, no intenten averiguar nada más, no intenten ir en contra de las reglas... MinSook es más peligrosa de lo que piensan y Park tiene sus ojos sobre ustedes.

—Podemos cuidarnos de ellos.— Habló Jeonghan. —Antes no teníamos tu ayuda y aun así estamos aquí. No nos han...

—Park planea utilizar este ultimo año para hacer lo que no ha podido en los otros dos.— Hoshi se apresuró a hablar. —Eso significa; vender tu vientre— Le dijo a Jeonghan. —Y experimentar con tu aroma.— Le dijo a Minghao. —Park quiere que tus feromonas sean capaces de incentivar el libido de los omegas para hacerlos más atrayentes y dóciles.

—¿Qué?— Minghao inclinó la cabeza.

—Tiene planeado mandarte a un laboratorio para ello. Es el mismo laboratorio donde crearon los supresores que usan. Por eso... — El rostro de Hoshi cambió de un momento a otro, mostrando su preocupación. —no puedo dejar que se entrometan más, cualquier movimiento erróneo y ellos no esperaran un año para comenzar a actuar. Pueden perder cuantos alumnos quieran, pero no pueden perderte a ti, ni a Jeonghan. Y...— Miró a Seungkwan. —MinSook no quiere perderte a ti.

—Vaya mierda...— Dijo Wonwoo sorprendido. —¿Cómo lo averiguaste detective Kwon?

—HyeJin reunió esta información para mi.— Minghao pudo ver el momento justo donde Seungkwan abrió los ojos con sorpresa. —Ella y yo trabajamos juntos en contra de Park, yo solo pude reunir la información respecto a Jeonghan, pero ella reunió la de Seungkwan y la de Minghao. Incluso la de Wonwoo, pero... Wonwoo apenas entró de nuevo a "la venta".— Hoshi volvió a suspirar. —HyeJin sabía que Park la vigilaba...nos vigilaba...

—Park también está detrás de ti.— Concluyó Minghao. Sin emociones.

No hubo una respuesta inmediata, pero el lento asentimiento de Hoshi fue suficiente. Minghao odiaba la sensación que subió en él, una preocupación inmensa, terror y pánico mezclándose en su estómago y quitándole el aire del pecho. La misma sensación que tuvo cuando le dieron la noticia de que Jun había muerto. Y era inevitable pensar que si era la misma, entonces Minghao ya estaba dando por muerto a Hoshi. Tan desagradable.

Desvió sus ojos concentrándose en cualquier otra cosa que no fuera el alfa. Hubiera preferido jamás conocer a Hoshi.

—Si, pero Jeonghan es estéril.— Dijo Wonwoo con calma. —¿Qué harán? No importa cuanto semen metan en él, no va a salir nada...saldrá, pero crudo, como entró.

Ah, Minghao miró con molestia a Wonwoo y era exactamente la misma expresión de Jeonghan. Aun no lograba comprender como no le importaba en lo más mínimo los comentarios de Wonwoo, como si no le hirieran, pero cuando Woozi lo decía su mundo caía a pedazos ¿era normal? Minghao detestaba la idea de volverse así con Hoshi. No quería depender de lo que un alfa pensara sobre su persona.

—¿Estéril?— Los ojos de Hoshi se abrieron con sorpresa. —¿estéril? ¿Realmente...? ¿Por qué...? ¿Por qué no saben de ello? No... ¿en serio?

Jeonghan apretó los labios encogiéndose en hombros.

—Me pusieron en una camilla en primer año ¿no pueden saberlo? El doctor que me lo dijo no tardó mucho.— Cuando todas las miradas cayeron en él pareció mucho más incómodo. —No tienes que preocuparte por nosotros. En todo caso preocúpate por ti.— Jeonghan cambió de tema de golpe. —No necesitamos tu ayuda de cualquier forma. Lo hemos hecho solos y estamos aquí.

—No lo haremos solos.— Interrumpió Woozi. —Pero si quieres negarnos tu ayuda.— Miró a Hoshi. —Entonces conseguiremos la de alguien más, pero no vamos a detenernos ahora.

Hoshi golpeó el escritorio como si hubiera explotado, su rostro molesto y brazos sobre la madera tensaron el ambiente, sus hombros rígidos y su postura levemente inclinada sobre ellos lo hacía parecer más grande. Incluso más grande que Wonwoo quien estaba encogido por el susto inicial. Pero Woozi no retrocedió, y tampoco Minghao, ellos ni siquiera alzaron la mirada para darle gusto al profesor, se quedaron estáticos, como si todo siguieran en orden.

Y el aroma de Hoshi se hizo pesado y casi amenazante, tanto que Seungkwan por fin retrocedió hundiendo la nariz en el hombro de Jeonghan. Entonces ya había logrado asustar a tres de cinco omegas. Minghao solo deseó que el hombre no usara su voz porque ese sería el momento donde no podría más. Incluso en ese instante quería retroceder, pero se obligaba a no hacerlo. No podía hacerlo, menos frente a Hoshi.

El rostro amigable del alfa solo desapareció de un momento a otro, casi como si los hubiera atacado.

El silencio fue lo peor.

—¿quieren un aliado?— Hoshi preguntó sin esperar respuesta. —Entonces escúchenme y solo aléjense de este tema. Ya hicieron bastante. No se entrometan más en la escuela Pledis. Yo cuidaré de ustedes si obedecen.

—Y nosotros cuidaremos de ti si nos ayudas.— Dijo Seungkwan con total seguridad. —HyeJin estuvo tan vulnerable como nosotros, eso quiere decir que tú también lo estás. No nos mires como simples alumnos. Somos capaces de cuidarnos y de...

—No, no son capaces.— Hoshi interrumpió sin cambiar su postura. —El año pasado Minghao estuvo en peligro.

Oh. Minghao sintió la vergüenza en sus mejillas.

—¿crees que por salvarlo una vez tienes derecho a decidir por nosotros?— Jeonghan habló.

Hoshi pareció irritarse más y se agachó buscando algo en su escritorio, no tardó mucho, solo lanzó frente a ellos un pequeño libro de color negro, un diario. Algo que reconocieron al instante y que hizo a Jeonghan abrir los ojos de par a par.

—¿Aun creen que pueden cuidarse solos?

—¿Por qué lo tienes?— Preguntó Jeonghan alzando la mirada, encajando sus ojos azules en Hoshi. —Tú... Eras tú...

Hoshi no titubeó.

—¿y si no hubiera sido yo? ¿Qué pensabas hacer? Pude reconocerte al instante, si lo hubiera intentado te habría atrapado en cuestión de segundos.

—Dijiste que Jeonghan habría solucionado cualquier problema.— Interrumpió Minghao. —¿Qué cambia ahora?

—Que estuvieron a punto de lastimarte.— El alfa lo miró directamente. —Antes pensé que podrían hacerlo, pero ahora la situación es diferente. Son más vulnerables de lo que creen.

—Siempre hemos sido más vulnerables.— Dijo Woozi. —Siempre hemos estado en peligro, siempre tuvimos miedo y fallamos tantas veces como acertamos. Ahora no es diferente. Solo es diferente porque eres tú el que tiene miedo. Nosotros no. Estás en una posición vulnerable, bienvenido, nosotros hemos estado allí desde siempre.— Woozi se apartó caminando con tranquilidad, y como si los atrajera los chicos comenzaron a seguirlo hasta la salida. —Si no quieres ayudarnos entonces no nos estorbes.

Woozi dijo eso antes de salir. Uno por uno salieron del aula hasta que Minghao cerró la puerta, quedándose adentro. Miró a Hoshi. Ninguno regresó por él y se sintió aliviado, aunque Woozi había terminado su conversación Minghao aun tenía algo que hacer. Caminó de regreso al escritorio con la mirada del alfa, y este poco a poco suavizó su gesto.

Se cruzó de brazos frente a él.

—¿quieres calmarte? Alfa.— Le habló con la voz firme mientras que Hoshi bajaba la mirada. —¿Qué planeas gritarme que como omegas debemos obedecer? ¿o quieres algo más tradicional? ¿Cómo morderme el cuello y lanzarme debajo de ti?

Hoshi se sentó, su mirada puesta en alguna parte del escritorio, como si de repente el malestar llegara él, casi inofensivo. Pero Minghao no retrocedió, se mantuvo allí de pie con una postura firme. Estaba molesto, pero a la vez una parte suya se encontraba casi enternecida por la forma en la que bajó la cabeza, y de pronto Hoshi había dejado ese rostro frio y fuerte para colocar casi un puchero, y cuando alzó la mirada sus ojos rasgados se veían más brillantes.

—No soy fuerte.— Habló Hoshi. —Hyejin me pateó el trasero una vez... ella se recuperó pronto pero a mi me dolió el cuerpo una semana. Y cuando me enfrente a ese tipo con nombre extraño... cuando fui por ti... estuve a punto de perder. ¿sabes que significa eso?

—¿Qué tienes problemas de inseguridad?— Minghao sonrió de lado. Era gracioso. —Quieres protegernos, pero sabes que eres débil, entonces tu mejor forma de proteger es esconderlos. Esconderlos de lo que no puedes enfrentar. Claro que sé que significa. Tienes miedo. Yo también lo tuve. Pero cuando estás en ambos lados... de proteger y ser protegido, te das cuenta que limitándote solo a tu fuerza no conseguirás nada.— Minghao por fin soltó sus brazos, acercándose al escritorio. —No pienses que debes hacerlo solo.

Rodeó el escritorio quedando frente a Hoshi, quien aun estaba sentado en su silla y lo miraba casi con un puchero. Y Minghao sintió la calma, sintió su corazón latir y el aroma y calidez por la cercanía. Ese aroma que no le gritaba alfa cada cinco segundos. Le gustaba Hoshi, aun si detestaba que le gustara. No poder protegerlo era desesperante, pero debía aceptarlo, debía aceptar que no podía hacerlo solo, que necesitaba que Hoshi también se protegiera a si mismo, sin importar lo que tuviera que hacer.

No tenía que hacerlo solo. Y había comprendido eso gracias a HyeJin.

"Pelea como si tu vida dependiera de ello" Bien, ahora estaba haciéndolo.

—Minghao, es más peligroso de lo que piensas.— El rostro de su alfa parecía realmente preocupado. —Tengo miedo de que salgas lastimado, el año anterior...

—Varias personas ya salieron lastimadas.— Respondió de prisa. —Y no tuvieron ayuda. Hoshi, lo que quiso decir Jihoon antes es verdad. Nosotros siempre estuvimos en peligro, no solo ahora.

El alfa se puso de pie y lo tomó del cuello para acercarlo, su frente golpeándose con la de Minghao mientras respiraba profundo. No se apartó, aun cuando no le gustaba su aroma pudo sentir la necesidad de Hoshi, algo que le pedía respirar profundo y mantenerse cerca. Y cuando el alfa hundió su nariz en su cuello el escalofrió no fue suficiente como para apartarlo. Minghao lo abrazó, reconociendo el aroma temeroso e inseguro.

—Soy un cobarde.— Murmuró el alfa, sus palabras chocando contra su piel. —Ya te he negado, te mentí, ya te lastime y casi te perdí. ¿Qué más debo hacer ahora para mantenerte a salvo?

—Confía en nosotros. Y yo confiaré en ti.

No hubo respuesta por un largo rato. La respiración del alfa viviendo solo de su aroma. Se preguntó si no le molestaba, si no le calaba en la garganta o si no lo mareaba al punto de repudiarlo. Pero Hoshi se mantuvo allí.

—Te quiero demasiado como para aceptar eso...

Oh. Minghao sintió sus rodillas debilitarse de un segundo a otro, y habría caído al suelo si Hoshi no estuviera abrazándolo con tanta fuerza. Extendió sus brazos colocándolos alrededor de su cuello. Se apartó lo suficiente como para mirarlo a los ojos.

—No uses palabras bonitas para decirme que no.— Dijo casi con burla.

Hoshi mantuvo su rostro serio, y justo despues se inclinó para besarlo. Y Minghao cerró los ojos recibiéndolo con gusto.

Deseó nunca haber conocido a Hoshi. Dudaba que la sensación que le provocaba con tan solo tocar su piel pudiera compararse a alguna otra, como si ahora lo único que necesitara fuera a él. Ya ni siquiera le atraían otras personas, ninguna podría ser suficiente si lo comparaba con el alfa que ahora mordía sus labios.

Su corazón latía con tanta fuerza que Minghao simplemente decidió dárselo.

—¿Cómo que no podemos salir? Vamos al templo.— Dijo Seungkwan mirando al hombre que les prohibía el paso.

Estos hombres uniformados no parecían maestros ni parte de la escuela, de hecho, eran casi militares, con los rostros estáticos y todos rectos que intimidaban, estaban por todas partes, desde la mañana, solo que el día anterior no habían estado allí. De cualquier forma ellos hacían que cumplieran las reglas; llevar el uniforme correctamente, no correr, no gritar, no discutir, no pelear, incluso eran tan estrictos que Wonwoo parecía comportarse.

En la mañana lo obligaron a arrodillarse en un aula de clases y a mantener la cabeza contra el suelo, fueron largos minutos hasta que Wonwoo lo salvó, y nadie lo obligó a regresar, al parecer el castigo terminaba cuando los hombres se olvidaban de ellos. Era extraño, y algo que MinSook podría hacer a escondidas de todos. Seungkwan solo estaba esperando que los demás omegas llamaran a sus casas y se quejaran de esto.

Las reglas decían que estaba prohibido salir durante el horario de clases y durante la noche, lo que era jodidamente absurdo. Seungkwan siempre había ido de un lado a otro sin problemas.

—Seungkwan, vámonos.— Le dijo Jeonghan tomándolo del brazo, ni si quiera lo dejaron discutir. —Saldremos, solo cállate y haz un poco de drama.

Miró a Jeonghan con sorpresa y este solo le sonrió como si estuviera ocultando algo, no dijo más, lo arrastró junto a Wonwoo y a Woozi por los pasillos fingiendo que todo estaba bien. Incluso habló de como ahora tenía una cuenta de Instagram que podía usar libremente, sin que su hermano estuviera vigilándola. Pero no era muy interesante, solo subía un par de fotos que le gustaban, para nada como Minghao o Seungkwan.

—¿no puedo salir?— Escuchó una voz conocida y giró de golpe en uno de los pasillos, una de las puertas que llevaba a la salida estaba bloqueada. Y Seokhwa estaba allí. —¿Por qué no?

—Seokhwa.— Seungkwan lo llamó acercándose a él, únicamente porque el aroma desagradable del tipo iba directo como una amenaza para el omega. —Ven con nosotros.— Lo tomó de la muñeca en cuanto llegó.

Seokhwa lo miró con desinterés, su aroma aun siendo plano pero teniendo un tinte amargo, algo que hizo a Seungkwan sentirse apenado por su emoción. Bien, soltó al omega y le dio una amable sonrisa.

—Wow, Byul es más expresiva.— Dijo Wonwoo acercándose a Seokhwa, quien lo miró con indiferencia pero hubo un pequeño rechazo en su aroma. —Seungkwan, desde ahora estoy notando que este chico es un idiota, vámonos.

—¿idiota?— Seokhwa miró a Wonwoo de pies a cabeza, como si fuera un animal extraño. —Qué raro personaje.

—Si, se llama Wonwoo, no sabemos su especie pero estamos casi seguros que es humano.— Bromeó Jeonghan tomando del brazo a Wonwoo para arrastrarlo con él. Despues miró a Seokhwa. —Wow, si pareces un idiota. Seungkwan, vámonos.

Seungkwan respiró profundo, claro, ellos estaban recibiendo el aroma desagradable de Seokhwa, algo que los rechazaba. O no, porque en cuanto apareció Jeonghan el aroma se suavizó añadiéndole un toque dulce. Oh. Abrió sus ojos con sorpresa hasta notarlo.

—Controlas tus feromonas.— Mencionó en voz baja.

No, quizás era su imaginación, porque ningún omega tan joven podría controlar sus feromonas, incluso Jihoon que ahora estaba en tercer año no lo hacía perfectamente. Sacudió su cabeza comenzando a inhalar profundo, pero era inútil, el aroma de Seokhwa fue tan plano que era imposible escarbar más.

Seokhwa lo miró con desinterés comenzando a caminar en el sentido contrario.

Ah. Seungkwan no le perdió el rastro.

—Seungkwan.— Woozi tomó su brazo. —Vámonos ahora.



Jeonghan consiguió sacarlos de la escuela. No fue difícil, solo tuvieron que ARRASTRARSE POR TELARAÑAS Y POLVO. Seungkwan estaba bien con arrastrarse por telarañas y polvo cuando se trataba de vida o muerte, pero con un demonio, no quería hacerlo todos los días de su vida, tampoco lo quería hacer con frecuencia. Ni si quiera lo quería hacer. De cualquier forma, despues de ir al segundo piso y meterse a una de las habitaciones secretas salieron por una ventana, Wonwoo lo ayudó a bajar y Woozi fue tan obstinado que saltó por su cuenta, Jeonghan también lo hizo, pero fue por la única razón que Wonwoo no quiso ayudarlo a él.

—Estoy sacándonos de la escuela para que veas a Jeongkwan.— Se quejó cuando Wonwoo no quiso recibirlo abajo.

—Si, por eso no te lance primero.— Cantó Wonwoo con desinterés. —Pudiste ser manzana aplastada.

Ah, Seungkwan sonrió, Wonwoo había estado buscando la forma correcta de burlarse del cabello rojo de Jeonghan. Miró al interior de la ventana, estaban en una parte de la escuela donde las raíces habían tomado partido, acumuladas alrededor de las paredes y trepando llenando todo de musgo. La parte del bosque era la menos cuidada, quizás porque la escuela no quería lidiar con problemas extras y estaba prohibido acercarse.

Nunca habían estado allí, así que miró a Jeonghan con curiosidad.

—¿Cómo encontraste esta salida?— Le preguntó.

—Solo es otra habitación secreta.— Respondió el omega comenzando a caminar, el templo podía verse del otro lado. —Entrada abajo habitación secreta, entrada arriba túnel secreto.

—Será mejor que dejes de buscar entradas.— Balbuceó Wonwoo comenzando a caminar. —Si te equivocas una vez...

—Estaré bien.

Wonwoo no decidió profundizar en el tema y Seungkwan optó por ignorarlo como los demás, su mente puesta en el templo. Mingyu ya debía estar allí, al igual que Jun quien nunca se fue, así que mientras más rápido llegaran y comprobaran que todo estaba en orden entonces regresarían a la escuela y fingirían que nunca se fueron. Bien, Seungkwan no podía ocultar el nerviosismo respecto a las nuevas personas, cada una de ellas oliendo a nada más que irritación y curiosidad, como cualquier trabajo aburrido.

MinSook no se había presentado nuevamente, ella pareciendo un fantasma sobre todo, como una nube oscura amenazando con llover, aproximándose más y más hasta dejarlos a ciegas. Pero nunca lluvia, o quizás sí, esa lluvia escasa que en segundos te tenía empapado sin que te dieras cuenta. Y no le gustaba. Tenía miedo de esa mujer, pero no era la única. Park tampoco se había presentado ese día.

Cuando se dio cuenta ya estaban a pocos metros del santuario, su vista alzándose en la enorme puerta cerrada que poco a poco se abría para dejarlos pasar, Wonwoo saltando adentro sin preocupaciones y Jeonghan yendo detrás suyo, dejándolo a él con la vista clavada en la arquitectura del lugar.

—¿Qué te preocupa?— Preguntó Woozi sin mirarlo.

—MinSook. Park... Todo.— Miró el listón gris de Woozi y suspiró. —Hay tantas cosas que me siento... abrumado... creo que tengo miedo de lo que dijo Hoshi, si realmente no podemos hacerlo... ¿Qué pasará con nosotros?

—No lo sé.— Woozi respondió con calma, su aroma estable y seguro de su respuesta ¿Cómo podía ser así? —No puedo darte falsas promesas de que todo estará bien. Pero haremos lo posible porque así sea.

—¿y si...?

Woozi lo miró directamente y una sonrisa se asomó por su rostro, su mano sosteniendo el collar que colgaba de su cuello. El aroma a fresas seguía allí, constante y seguro de si mismo, dándole la seguridad a Seungkwan que realmente quería escuchar. Replicó la respuesta respirando profundo y asintiendo. Bien, de nada servía dudar, si quería irse entonces tenía que irse, si quería confiar en los chicos entonces confiaría en ellos, pero no podía quedarse en ese limbo temeroso por siempre. Asintió apretando los labios y levantó la mirada.

Ah. Entonces notó ese pequeño detalle. ¿Dónde estaba su anillo?

—Oh...— Woozi habló con sorpresa mirando hacia la entrada.

—¡Udi!— La suave voz traspasó la madera y llegó hasta a ellos, el aroma a bosque y a cachorro extendiéndose hasta Seungkwan. Bien. Sonrió de inmediato y casi corrió al interior. —¡Seuwa!

—¡Jeongkwan!— La tomó en brazos en cuanto la vio, la pequeña cachorra soltando una aguda risa mientras era alzada. Ella parecía feliz, más grande y ya podía dar pasitos más largos y constantes. —Eres tan linda, cachorrita, te extrañe demasiado.

—¡Udi!— Y ella extendió los brazos hacia Woozi, quien acababa de entrar. —¡Udi!

—Udi no carga bebés babeados.— Respondió Udi con humor mientras pasaba casi de largo, la bebé lo jaló del cabello. —¡Ah!

Wonwoo soltó una larga risa mientras intentaba abrir la pequeña mano de la bebé, Seungkwan se mantuvo cargándola mientras que el alboroto sucedía. Bien, Woozi nunca había sido especialmente cariñoso con ella, casi siempre se mantenía un poco lejos y rara vez la cargaba, y su excusa era que podría caérsela o lastimarla. Pero no, en realidad Woozi solo le tenía miedo a la cachorra porque esta se emocionaba tanto que terminaba haciendo cosas como... jalarle del cabello y pegarle con su cabeza, eso había pasado en las últimas semanas del año anterior, y esperaban que esta vez fuera distinto. Pero no.

—Suelta a Udi, cachorra.— Se burló Wonwoo. —¿quieres hacerle un corte de cabello?

—Ella va a terminar cortándose la mano.— Balbuceó Woozi intentando apartarla. Bien, Seungkwan se la entregó y la bebé por fin abrió su manita. —Toma.

Se la dio a Wonwoo y huyó de allí.

—Lo siento.— Se disculpó Mingyu y Woozi tan solo se ocultó detrás de Jeonghan.

—¿Dónde está Hao?— Jun apareció casi de la nada, como si siempre hubiera estado allí. —¿Por qué no vino a verme? ¡Ah!

Jun estaba a punto de hacer un escándalo, al igual que Mingyu quien quería cargar de nuevo a su cachorra, o a Wonwoo, en realidad no sabía a quién demonios quería cargar porque abrazaba a ambos al mismo tiempo y les repartía besos. Seungkwan apartó la vista intentando ignorar a esos dos.

Como que Mingyu y Wonwoo si eran demasiado pegajosos. Bien, al menos ya no estaban peleados y su cachorra podía estar con ellos.

—Por favor, detengan el escandalo.— La voz femenina los hizo girar con sorpresa. Sus miradas cayeron, y fue allí cuando por fin la encontraron. —El templo no es un lugar para gritos y demostraciones excesivas de afecto. Es un lugar para meditar y conectarse con la luna.

Oh. El silencio se extendió por varios segundos. Ninguno supo que decir.

—¿y esta oompa loompa?— Preguntó Wonwoo apuntándola.

Era una cachorra, una cachorra de estatura bajita y rostro infantil, con sus mejillas aun rojas y sus ojos grandes. Quizás tendría entre diez o doce años, tan bajita y con el cabello largo y recogido y con la ropa que solían usar los menores más jóvenes, los niños. Seungkwan la miró con total ternura y le sonrió acercándose a ella, era tan adorable... pero ella tenía un rostro tan serio que quizás lo incómodo. Olía a templo, y a madera.

—Hola.— Saludó con una enorme sonrisa mientras se agachaba un poco a su altura. —Mi nombre es Seungkwan y...

—¿Seungkwan?— El rostro de la cachorra se oscureció, como si estuviera enojada. —Mi nombre es Melody, soy una menor. Así que no sean condescendientes conmigo.

Oh. Seungkwan sintió que no le agradaba a la cachorra. La suave risa del mayor refrescó el ambiente, el caminando con total calma a través de la puerta.

—Que gusto volver a verlos.— Mencionó Joshua. —Melody está aquí para cumplir con su responsabilidad como menor, pero sigue siendo una cachorra así que tengan paciencia con ella.

—Parece una amargada.— Respondió Wonwoo a lo que Melody miró con el semblante serio. —Uy, lo siento.

—¡Melody es muy mala!— Lloriqueó Jun corriendo detrás de Joshua, pero el Mayor se mantuvo tranquilo.

—¡Está prohibido correr en el templo! ¡El Mayor merece más respeto!— Exclamó la cachorra hacia Jun, pero el beta se ocultó más detrás de Joshua. —¡Es inaceptable un comportamiento tan infantil viniendo de un adulto!

—¡Es feo un comportamiento tan aterrador viniendo de una niña!

—¡Soy una menor!

Oh. Seungkwan miró con curiosidad y se acercó a Joshua saludando tranquilamente. Mingyu y Wonwoo habían comenzado a ignorar la discusión dejando que Jeongkwan persiguiera a Woozi quien insistía en poner a Jeonghan de barrera. Jun y Melody discutieron un poco más. Así que se concentró en el mayor. El año pasado no dejó una buena imagen de si mismo, así que debía arreglarlo, no solo por él, sino por su relación con el templo y la luna.

—Lamento los problemas que cause.— Dijo con seguridad, a lo que Joshua sonrió. —Si hay una forma de arreglarlo...

—¿De que forma podrías arreglar los problemas que dices haber causado?— La voz de Joshua fue tranquila.

—Me gustaría dar una respuesta exacta. Pero no la tengo... Creo que mi única idea era disculparme.

Joshua asintió.

—¿es a mi a quien deberías pedir disculpas?

Asintió.

—Entrometerme en el camino de los menores... O algo así...— Ah, se sonrojó con el solo recuerdo.

—Yo no soy un menor. — Joshua alzó el rostro con un pequeño suspiro. —No es conmigo con el que debes disculparte. Yo hice lo que pensé correcto y entiendo que tú hicieras lo mismo. En todo caso nuestra situación es diferente. Yo fije un camino para mis Menores, en cambio, tú colisionaste con ellos. No puedo controlarlos, ellos actuaron de la mejor manera que pudieron.

Oh. Seungkwan bajó la cabeza respirando profundo, la voz de Joshua calmando todo en él. ¿realmente no estaba molesto? Sintió el sutil aroma de la madera y su vista se desvió hacia los grandes ojos que lo miraban con insistencia.

—Si me permite decirlo...— Dijo Melody. —Me parece una falta de respeto que estos omegas corran y hagan escándalo en este lugar.

—¿te molestamos, Melody?— Preguntó Seungkwan con calma a lo que la menor frunció más el ceño, como si lo odiara. —Ah... No es nuestra intención.

—¿ah? El templo siempre está muy aburrido.— Se quejó Jun saliendo detrás de Joshua. —¿Por qué está mal un poco de ruido? ¡Despues de todo ustedes ya terminaron con sus labores por hoy! Y Shua me prometió...

—¡El nombre del mayor es Joshua!

—Melody, no grites.— Pidió Joshua cuando la pequeña Melody casi saltó sobre Jun, ella parecía una bomba de tiempo. —El templo se adapta a las necesidades de las personas dentro de este. Puede ser lugar para reuniones, o para calma. Pero nunca para actitudes agresivas.

Melody apretó los labios y bajó la mirada con las mejillas rosas, era adorable, y aunque Seungkwan quiso mantenerse callado soltó una pequeña sonrisa que llamó la atención de la niña, y esta lo miró de nuevo, tan enojada que quiso esconderse detrás de Joshua como Jun lo había hecho. Ah. tomó un suspiro y desvió su mirada. ¿Por qué ella estaba allí? Los templos solían tener muchos menores, pero con Vernon y Dino era suficiente, Joshua nunca pareció interesado en agregar realmente a otro menor.

Pero antes de que pudiera preguntar un aroma a rio llegó a él. Alzó el rostro.

—¿Dónde se encuentran Dino y Vernon?— Preguntó, y Melody volvió a apestar a desagrado.



Podía percibir los aromas en el templo; el de Jun, el de Melody, el de Jeonghan, Woozi y Wonwoo... El de Mingyu y Jeongkwan, pero jamás el de Joshua. Sin embargo se había dejado de preguntar por el aroma del mayor, y ahora se concentraba en aquel sutil aroma a rio que lo llevaba a subir las escaleras, cerca de las habitaciones vacías. La madera crujió bajo sus pies y solo allí se detuvo respirando hondo.

No quería seguir molestando a los Menores, ellos tenían un camino que seguir y Seungkwan constantemente se entrometía en él. No quería pensar que era su culpa, pero de alguna manera terminó siéndolo. Besó a Dino antes de irse, realmente, lo besó... y vaya que besó a Vernon, muchas veces. Aunque claro, sus besos no eran más que una muestra pequeña y tierna, no como los obscenos besos que Wonwoo le dio a Mingyu cuando lo encontró. Ah, tenía que dejar de pensar en ellos.

—¿buscas a alguien?— La voz lo hizo saltar de sorpresa, dio un penoso grito mientras giraba y los grandes ojos de Vernon se abrieron de par a par. —Ah. Lo siento... ¿estás bien?

—¡Me asustaste!— Se quejó dándole un suave golpe en el hombro. Vernon solo sonrió. —¡¿y aun te ríes?!

Vernon bajó la cabeza como si quisiera ocultar su risa, pero era tarde, incluso podía ver sus hombros moverse de arriba abajo burlándose de él. Ah, su rostro enrojeció de inmediato y solo atinó a darle otro golpe. Vernon alzó el rostro y tomó la mano de Seungkwan para detenerlo, el tacto frio contrastó con su piel cálida. Y casi por inercia tomó entre sus manos la del Menor, intentando calentarlas.

—Ah...Lo siento.— Se apartó cuando cayó en cuenta de su acto. —No...

Vernon extendió la mano, tocando con la punta de sus dedos la palma de Seungkwan, y tan solo se deslizó, entrelazándose.

—No te preocupes, tenía frio. — La voz le causa escalofríos. —Pero... No me estabas buscando a mi ¿cierto?

Oh. Sostuvo la mano de Vernon llevándosela a los labios. Había estado tan apartado de él que ahora se sentía culpable. Pero el mayor había sido claro, Vernon tenía un camino, algo que cumplir, convertirse en mayor no podía ser tomado tan a la ligera. Besó su mano como forma de disculpa y alzó el rostro esparciendo su aroma para reconfortarlo. Quería decirle tantas cosas pero solo fue capaz de decírselo así.

—Lo siento.— Murmuró. —Es solo que... Yo no debería buscarlos. A ninguno.

—Entonces no lo hagas.— Vernon respondió con simpleza. Como si todo estuviera solucionado. —Nosotros te buscaremos a ti.

Oh. Seungkwan frunció el ceño y le dio un pequeño golpe. Vernon no estaba comprendiendo el punto. Seungkwan tenía que alejarse de ambos para no interferir en sus caminos, así que no debían buscarlo, debían solo seguir lo que estaba marcados para ellos.

—No quiero interferir...

—Yo sí.— Vernon asintió. —Quiero interferir en tu camino. En la decisión que tomes. Y no me avergüenzo de ello. Aun si el Mayor se decepciona de mi. Soy un mal menor, y siempre lo he sido.

¿Cómo podía ser tan honesto? Bajó la mirada y Vernon se acercó tomándole del rostro para mirarlo, su cercanía siendo casi helada. Lo miró a los ojos y respiró profundo, el aroma a lluvia metiéndose hasta sus pulmones, llenándolo e impregnándose en él. Quería apartar a Vernon, quería decirle que dejara de tontear. Que fuera realista y se concentrara en su camino. Joshua tenía todas sus expectativas en él. No podía solo decir que era un mal Menor y comportarse de esa forma.

—Deja de decir eso.— Respondió tomando la mano del beta. —Eres un buen menor. Todos lo saben.

Vernon negó y se acercó a él, su respiración golpeando contra la piel de Seungkwan. Y quizás fue su imaginación, pero el aroma a rio estaba allí. Tan sutil e impregnado que se confundió. No era el aroma normal de Dino, no era que Dino estuviera cerca, era un aroma que Vernon tenía en él, en su piel. No en su ropa.

Lo miró con curiosidad buscando lo que tanto olía a lluvia. Se acercó solo para olfatearlo, casi pegando su cara a la del Menor.

El aroma venía de sus labios.

Seungkwan abrió los ojos con sorpresa y justo en ese momento Vernon lo besó.


...

O-Me-Ga (Segundo año)

Joshua amaba la calma del templo, amaba el sonido de la madera crujir y de algunos animales cerca de las ventanas. Pero Luna, hacia un maldito calor. Incluso cuando el templo estaba frio hacía calor, porque su ropa era tan abrigadora que lo mantenía sudando una cantidad horrible de tiempo. Y era algo que quería ocultar, pero simplemente era demasiado. Todo el día tenía que llevar esa ropa y actuar como si nada. Se suponía que estaba acostumbrado, porque lo estaba, pero el calor del nuevo templo era insoportable.

Fue en segundo año cuando una ola de calor lo hizo sufrir. No solo la ola de calor, sino el té caliente que sus Menores le preparaban para su meditación. Eran las tres de la tarde, nadie quería Té caliente. Pero no podía decir nada. No debía hacer nada. Debía demostrarles a sus menores su resistencia y autocontrol.

—¿té caliente? ¿quieren cocer a Shua?— Preguntó Jun mirando la pequeña mesa. El beta con los ojos bien abiertos. —Shua, diles a estos ingratos que le pongan hielo.

—El hielo no lo ayudará a meditar— Respondió Dino con ese tono plano y estricto de siempre.

—¿cambio el té?— Preguntó Vernon arrodillándose frente a la mesa. —¿o prefiere solo agua?

Agua. Agua sonaba bien.

—¡Claro que no!— Respondió Dino con molestia. —Es el mayor, necesita meditar, ahora déjenlo.

Ah... Dino tenía que aprender muchas cosas aun, pero Vernon iba bastante bien, a pesar de que aceptó las palabras de Dino como si fueran ordenes y se apartó. A veces Joshua pensaba que Dino tenía más autoridad sobre el otro Menor de lo que pensaba. Si a Dino le molestaba algo Vernon no se molestaba en pelear por ello, o en discutir, o alegar, por lo general lo aceptaba, aunque cuando se trataba de Seungkwan todo era distinto.

Escuchó a sus menores irse. Y aceptó el té con una sonrisa. No podía hacer nada más. Tomó la taza y una fresca brisa llegó de su lado derecho. Giró con curiosidad encontrando a jun, quien abanicaba con su mano y soplaba con la boca. Jun lo miró como un cachorro.

—No se lo diré a nadie.— Murmuró quitándole el té de las manos.

Jun se fue directo a la cocina. Y Joshua sonrió con calma.

—Jun.— Lo llamó a mitad de camino. El lobo giró la cabeza. —¿quieres acompañarme al jardín despues? Creo que habrá un poco de viento.

—¡Siempre me pican los mosquitos!

Casi gritó. ¿eso era un sí? Jun había asentido mientras lo decía, pero... soltó una pequeña risa negando. Que lobo tan especial.

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