Capítulo 18. Omega
Le dio una gran mordida a su sándwich mirando a la nada. Por lo general el taller era silencioso durante el día, la tarde parecía naranja y sentía el calor del sol y del fuego, un poco cansado, estaba sudando y estaba cien por ciento seguro de que Mingyu no tenía que pasar este tipo de malestares en su trabajo. Como que Mingyu podía decir solo "calor" y alguien estaría detrás de él con un pequeño abanico para quitarle la molestia.
Le dio otra mordida a su sándwich y escuchó el quejido de su abuelo. Rodó los ojos pero lo sintió sentándose a su lado, y escuchó como le dio una mordida a su propio sándwich mientras ambos enfocaban su vista en la entrada del taller. La calle era bonita ese día, un poco más linda que antes y con más vida, pero parecía lejana, distinto a lo que recordaba de cuando era joven y hacía exactamente lo mismo con su abuelo en las horas de descanso.
"Come rápido y deja de holgazanear." Le dijo su abuelo dándole otra mordida al sándwich.
Wonwoo inclinó la cabeza.
"¿no te parece mediocre?" Le preguntó escuchando el sonido del jardín, de los animales, y la suave risa de Jeongkwan quien jugaba a pocos metros siendo cuidada por Jun como siempre. "Es... Es mediocre ¿cierto?"
"¿de que hablas, niño tonto?" preguntó su abuelo. "¿estás diciendo que el taller es mediocre? ¡Es porque no trabajas lo suficiente!"
"Es que me siento feliz." Dijo dándole otra mordida al sándwich. Tenía las manos un poco adoloridas, había estado trabajando durante horas y las piezas de cristal estaban alrededor, y había conseguido hacer las estúpidas decoraciones que eran más difíciles, pero ahora estaba cansado y solo quería regresar a casa con su familia y disfrutar de escucharlos. "Siento que soy feliz con esto y... debe ser mediocre, siempre creí que la gente feliz era de esos idiotas que tenían todo en la vida, joyas, dinero, una casa enorme... pensé que era algo así como un espacio VIP."
Escuchó el quejido de su abuelo y por fin lo miró, el anciano seguía con la vista enfrente, comiendo su sándwich mientras que su cara arrugada mostraba más que serenidad. Ah. Se veía bien, no como cuando estuvo en el hospital muriéndose, ahora se veía como el de antes, cuando era un niño y él solía trabajar todo el día en el taller.
"Pendejadas." Dijo su abuelo. "Los infelices siempre piensan que la felicidad es todo aquello que no tienen, son idiotas que piensan que pueden conseguirla si toman algo. Si eres feliz ahora entonces que lo demás se vaya a la mierda."
Wonwoo exhaló una pequeña sonrisa. Respiró profundo sintiendo el aroma a vainilla y miró hacia la entrada abierta, Jeonghan debía haber llegado. Todo estaba en calma, debía regresar al trabajo y esperar a Mingyu para volver a casa, su casa. Miró su mano ¿Por qué no tenía un anillo? Las personas casadas deberían llevar un anillo, su abuelo lo llevaba siempre, y Jeonghan, Jeonghan siempre llevaba su anillo, Minghao también, solo que Minghao llevaba un montón de ellos ¿Por qué Wonwoo no llevaba uno?
Ah, debía ser por el trabajo. Quizás se lo quitó para no dañarlo. Buscó en su bolsillo pero no encontró nada. Entonces dedujo que lo habría dejado en una de las bolsitas de Jeongkwan o de...
¿de quien?
"Hey, dile a tu niño que deje de merodear. Si quiere trabajar que pida ayuda." Dijo su abuelo señalando la puerta.
Wonwoo alzó la mirada encontrándose al pequeño niño que se asomaba a la puerta. Suspiró una pequeña sonrisa.
"Myungji..." Lo llamó. "¿Qué pasa, bebé?"
Myungji se encogió en hombros pareciendo chiquito y delicado, era un niño adorable pero un poco tímido, nada comparado a su hermana quien era imperactiva y amistosa.
"Myungji, Jeongkwan... ¿Qué tan importantes tienen que ser tus amigos como para darles nombres tan extraños a tus hijos?"
"Muy importantes, sin ellos Jeongkwan no estaría aquí, tampoco Myungji, porque yo habría muerto allí, ya sabes, o arrastrado por mi padre a parir bebés que jamás volvería a ver."
"Tus hijos tienen nombres tan raros, Guangu."
Rodó los ojos y extendió sus brazos hacia Myungji quien corrió a él, lo abrazó con cariño sintiendo su dulce aroma. Era alguien chiquito, más chiquito que Jeongkwan por obvias razones pero aun así más chiquito que cuando ella era así de chiquita. Tenía sentido porque Jeongkwan era una alfa y Myungji un omega.
"Si Mingyu lo permite está bien, a los dos nos gusta."
"No, solo te gusta a ti, pero él debe estar tan loco por ustedes que lo acepta." HyeJin soltó una delgada risa. "Ah... estúpidos hombres, ten otra hija, que sea beta u omega y ponle un nombre mejor."
"Ya tengo una hija." Murmuró besando la cabeza de Myungji. "Jeongkwannie es... ¿Dónde está Jeongkwan?"
Alzó la cabeza, ya no podía escucharla, la suave risa de su cachorra había desaparecido casi por completo y ahora quedaba una incomoda sensación de vacio. Se puso de pie dejando a Myungji junto con HyeJin y miró la entrada del taller. ¿Dónde estaba su bebé? ¿Dónde estaba Mingyu? Mingyu ya debía estar allí, era tarde y tenían que volver a casa, así que... ¿Dónde estaban ellos? Se movió con prisa intentando salir del taller.
"Mingyu..." Lo llamó esperando a que él se asomara por la puerta, ya era de noche así que tendría que haber llegado. "Mingyu..."
Nadie respondió.
Mierda. Casi se empujó a si mismo hacia fuera, pero antes de que pudiera dar más de tres pasos se detuvo, sus ojos abriéndose de golpe mientras que se sentía sostener por alguien a sus espaldas. Giró con sorpresa y su agitación se calmó un poco.
"No sé dónde está Mingyu y Jeongkwan..." dijo señalando la entrada.
"Llegarán pronto." Dijo Woozi con calma jalándolo cerca. "Solo espera un poco más."
"¡¿Cómo mierda voy a esperar?! ¡¿se supone que daba mantenerme tranquilo cuando...!"
"No te pedí que te mantuvieras tranquilo. Te pedí que esperaras. Puedes hacer lo que quieras, pero si esperas van a volver..."
"¡No quiero esperar!"
"Wonwoo ¿crees que los dejaríamos lastimarlos?"
No respondió, porque la respuesta era obvia en su cabeza. Claro que no dejarían que nada les pasara, confiaba completamente en ellos.
Aun así...
—¡No debieron hacerlo sin avisarnos antes!— El grito molesto de Woozi lo hizo qujarse entre sueños. ¿Dónde carajos estaba? Se movió en la cama pero su cuerpo era tan pesado que apenas pudo mover su pierna. —¡Me importa una mierda si lo tenían planeado o no! ¡Si ustedes se mueven sin decirnos...!
—¡No grites en el templo!
—¡Guarda silencio! No me importa lo que hayan planeado, debían decirnos primero por el bien de Wonwoo...
—Wonwoo está bien.
—¡Le tuvieron que dar un puto calmante! ¡Claro que no está bien!— Era la voz de Minghao... Abrió los ojos encontrándose con el cuarto oscuro, estaba solo pero la puerta estaba entreabierta, dejando ver la línea de luz y las sombras que proyectaban los demás. Era de noche. —¡Ustedes quieren saber todo lo que hacemos pero nos dejan de lado cuando se trata de sus planes!
Ah... estaban discutiendo, alzó el rostro y miró alrededor encontrándose con el extraño humo sin aroma que salía de un aparato, era suave y parecía comenzar a desvanecerse, y tenia un suave toque a vainilla, como el aroma de Jeonghan. ¿Dónde estaba Jeonghan? No podía recordar nada, solo que había estado molesto esa mañana... de mañana, ahora era de noche ¿Qué hora era? Buscó algún reloj con los ojos pero no encontró ninguno. Y sintió algo en su mano.
Cerró los dedos y alguien le tomó la mano con tanta suavidad y calma que su corazón se mantuvo tranquilo aun cuando el bullicio de afuera continuaba. Sonrió sin pensar, con los ojos entrecerrados mientras intentaba enfocar su vista, pero había roto sus lentes al punto de que fueran inservibles, así que esas manchas borrosas eran normales. Pero, cuando se dio cuenta alguien estaba inclinándose cerca de su rostro, y pudo verlo.
—Hey, cachorro...
Lo había dicho sin pensar, así que se avergonzó.
—¿Cómo te sientes, Wonu?— La voz cariñosa de Seungkwan alivió algo dentro de él. —Que bien que despertaste, estábamos preocupados.
—¿Por qué no apareciste en mi sueño?— Intentó sentarse, pero el mareo llegó de golpe haciéndolo caer de nuevo contra las almohadas. Seungkwan lo ayudó. —Mierda... Me siento como si estuviera siendo aplastado.
—Es el calmante.— Aclaró Seungkwan con calma. —El mayor consideró que era mejor darte uno, fue... ¿recuerdas lo que pasó?
Recordar... Recordaba el segundo golpe, su cachorra, pero no podía entrar en pánico de nuevo porque algo calmaba su interior, como si estuviera drogándolo. Miró el difusor y supuso que era eso, porque de lo contrario estaría corriendo a golpear al idiota que hizo el segundo golpe aun cuando aclaró que su cachorra estaba en problemas. Y no solo eso. Había algo en el fondo de su pecho que estaba calmado, tranquilo.
Se sentó sobre la cama sintiendo su cabeza vacia, era mejor, pero aun así no podía solo ignorar el tema, se puso de pie con ayuda de Seungkwan y ambos caminaron hasta la puerta, la luz cegándolo por un par de segundos mientras observaba el panorama; Woozi estaba discutiendo con Hoshi y el Mayor, mientras que Minghao parecía quejarse de igual manera dejando a Vernon y Melody fuera de eso, y Jeonghan... ¿Dónde estaba Jeonghan?
¿Dónde estaba Cha?
—De cualquier forma ya está hecho.— Aclaró el Mayor con calma. —Se supone que ya habíamos discutido esto. Les ayudamos en todo lo posible, con los difusores y el repelente.
—¡Esto es distinto!— Gritó Minghao. —¡Wonwoo está...!
—Por favor dejen de gritar.— Pidió Seungkwan con calma haciendo a todos girar hacia ellos, Wonwoo apenas sonrió.
—¡Wonwoo!— Minghao casi le saltó encima tomándolo de las manos. —¡Te prometo que no pusimos en riesgo a...!
—¡papá!
La voz infantil se abrió paso de golpe, algo chiquito entrando por la puerta abierta con un pequeño traje morado, algo que corrió con dos cortas piernas y extendió los brazos mientras que se apresuraba. Wonwoo abrió los ojos con sorpresa incapaz de pensar, de pronto su cabeza estaba en blanco, ligera y olvidando el dolor que había sentido ¿si quiera tenía dolor? Era como un sueño, sintiéndose irreal e increíble.
Las rodillas de Wonwoo fallaron cuando dio un paso hacia enfrente, le importó una mierda caer al suelo mientras extendía sus brazos y atrapaba al pequeño individuo que olía exactamente como él, y como Mingyu.
Su pequeña Jeongkwan lo abrazó, pero aun así Wonwoo tuvo miedo que fuera mentira, que fuera parte de su sueño y que al despertar ella no estuviera, que todo hubiera estado en su imaginación, la abrazó con fuerza enterrando su nariz en su cabello, sin poder llorar o emitir algún sonido, sin poder pensar claramente. ¿realmente estaba allí? La podía sentir entre sus brazos, su bebé con tanta emoción que era increíble.
No parpadeó en ningún momento, temiendo que si lo hacía ella iba a desaparecer.
Y cuando se dio cuenta de que era real las lagrimas brotaron de sus ojos con tanta fuerza que parecían cascadas, una tras otras cayendo el delgado cabello de su cachorra mientras que su garganta continuaba sellada. Realmente estaba allí, tenía a su cachorra entre sus brazos, ella estaba abrazándolo con fuerza dejándole en claro que no era un sueño.
¿Pero cómo?
El mundo había desaparecido de repente.
—Estás...— Murmuró con la voz rota. —Cachorra...
La levantó del suelo solo para abrazarla mejor, hundiendo su rostro en el cuerpo pequeñito y liviano de su hija, sollozando con fuerza pero con miedo de asustarla. Aun se sentía como un sueño, pero sí lo era entonces no quería despertar nunca.
El aroma de Mingyu lo hizo alzar el rostro, siendo consiente que era un desastre de lágrimas y mocos. Su alfa entró en el templo, con una hermosa sonrisa y viéndose como si le hubiera pasado un auto encima, la ropa desaliñada y sucia con un poco de sangre en la camisa blanca, con ojeras de no haber dormido por días, era un desastre, pero era su Mingyu, y de pronto todo el estrés de Wonwoo se disipó tan rápido que casi cayó de nuevo al suelo, su cuerpo siendo ahora ligero y débil, y cuando se dio cuenta alguien lo sostenía de atrás para que no cayera. Miró sobre su hombro encontrándose con Woozi.
—Está bien...— Murmuró Woozi. —Ellos están bien, llegaron hace unos minutos, Wonwoo, están a salvo.
Mierda. Ahora estaba llorando tanto que ni siquiera podía ver, aunque no había mucha diferencia sin sus lentes. De cualquier forma abrazó con tanta fuerza a su bebé que pensó que la lastimaría, pero no, su cachorra se mantuvo callada abrazándolo con cariño, balbuceando pequeños "papi" mientras intentaba brincar, quizás de la emoción. Wonwoo hiperventiló un poco olvidándose de como respirar.
—Wonu, respira amor.— La suave voz de Mingyu ayudó a reconfortarlo, su alfa estaba arrodillado frente a él, sosteniéndole el rostro con una mano mientras lo miraba a los ojos, casi se lanzó a su pecho junto con su cachorra, siendo recibido por los fuertes brazos de Mingyu. —Está bien...
—Papi, no...— Su cachorra intentó limpiarle el rostro con su manita.
Se sintió mareado por el alivio, respirando profundo para tomar los aromas de su hija y su alfa sin querer detenerse, amando el pequeño momento.
Le importó una mierda todo lo demás, los problemas, su padre, su miedo, la escuela, Park... si podía estar con su cachorra y su alfa entonces todo estaba bien.
Tomó a Chan por las mejillas y lo besó, su novio estaba desaliñado, sucio, y con algunos golpes y raspones, pero estaba bien, él había sido quien le avisó que se acercaban gracias a su aroma, pero Seungkwan priorizó a Wonwoo, sabiendo que estaría inconsciente y que podría despertarse desorientado y confundido. Pero ahora que Wonwoo estaba con su cachorra y su alfa podía darle el tiempo y la atención a su novio.
—¿Cómo está Jeonghan?— Fue lo primero que preguntó Chan y Seungkwan mantuvo su sonrisa. —¿y Wonwoo?
—Están bien.— Asintió Seungkwan. —¿Cómo estás? ¿Duele mucho?
—Me duele el cuerpo, pero está bien.— Asintió Chan tomándolo de las manos. —Jeongkwan está bien así que... estamos mejor.
Seungkwan sonrió con ternura dándole otro pequeño beso en los labios. Chan había estado con Mingyu desde el comienzo, desde que el padre de Wonwoo llegó con algunos hombres al departamento para arrebatarles a Jeongkwannie, fueron golpeados, un poco, porque Mingyu decidió entregarle a Jeongkwan por la paz al desalmado hombre para que ella no fuera lastimada, y despues llegaron más golpes. Mingyu lo hizo pensando en su cachorra, así que Chan acató esa orden dejando que se la llevaran.
Y despues Mingyu comenzó a moverse. Tan pronto los hombres los dejaron en paz Mingyu se apresuró a recuperar a la cachorra, ni siquiera se bañó o trató sus heridas, fue directamente a sacar de sus ahorros, pedir adelantos, y pedir un enorme préstamo a una persona que estuvo al tanto de la situación, todo para recuperar a la cachorra, y Chan fue detrás de él manteniendo informado al Mayor y a Jun, quien a su vez le dieron luz verde al segundo golpe cuando Mingyu recuperó a su bebé.
Lo que siguió fue un largo camino para llegar a la escuela Pledis para avisarle a Wonwoo que todo estaba bien, pero para ese momento Wonwoo había entrado en una crisis –de la que no fueron avisados- y el Mayor le dio un fuerte calmante mientras que ellos no tenían ni la más mínima idea.
Jeongkwan había sido recuperada, dieron el segundo golpe y Wonwoo tomó un calmante que lo dejó inconsciente por horas, todo eso mientras Seungkwan, Woozi y Minghao permanecían en la escuela tratando de arreglar el caos que se les venía encima respecto a la escuela, cuando se enteraron del segundo golpe gracias a Minghao fueron a reclamarle al Mayor, y despues se dieron cuenta de Wonwoo y Jeonghan y despues llegó Mingyu y Seungcheol con Chan y la cachorra. Todo eso siendo una jodida sorpresa.
A Seungkwan le dolía la cabeza.
—¿no va a volver a molestarlos?— Preguntó Seungkwan señalando a Wonwoo y a Mingyu con su cachorra. El Mayor intentaba levantarlos del suelo para llevarlos a un lugar mejor. —¿solo lo aceptó y se fue?
Chan asintió.
—Mingyu tendrá que volver a pagarle el siguiente mes, pero por suerte es menos dinero, si toma un par de trabajos extras podrá costearlo...—Chan suspiró y miró a Vernon quien se acercaba, le extendió una mano que el Menor tomó. —Por suerte ya estaba pagada la renta del departamento así que no hay de que preocuparse por ahora. Pero por los daños... tengo mucho trabajo cuando regrese.
—¿Qué pasó exactamente?— Preguntó Vernon limpiando el rostro de Chan con la mano. —Para que los dejará en paz...
—Mingyu le pagó a ese hombre.— Seungkwan suspiró apretando los labios. —Le ofreció más dinero de lo que la escuela iba a pagarle, y le dijo que le mandaría dinero mes a mes si se mantenía lejos de Wonwoo... Como ese hombre no nos creía tuvimos que pagarle de inmediato. Los ahorros de Mingyu se fueron, algunos adelantos, cobró un par de pagos, y pidió un préstamo. Acordamos que el dinero que me otorga el templo por haber sido un Menor sería suficiente para vivir por un tiempo.
Seungkwan suspiró tratando se evitar el sentimiento oscuro en su pecho. Aquel hombre que se hacia llamar el padre de Wonwoo no era más que una persona avariciosa y sin sentimientos, alguien que buscaba la manera de vender a su hijo solo para conseguir vivir de otros, como un parasito que extraía toda la sangre de un individuo. Seungkwan lo odiaba, lo odiaba por no importarle una mierda los sentimientos y el bienestar de sus hijos. Lo odiaba por no tentarse el corazón ni siquiera por una cachorrita como Jeongkwan.
—Así que vendió a su hijo...— Suspiró Vernon.
—No.— La voz de Mingyu se alzó desde atrás, el alfa ni siquiera los miraba. —No le di dinero para comprar a Wonwoo, le di el dinero para que se alejara de él... Nunca aceptaría que vendiera a Wonwoo.
—Le pagaste para que se alejara de tu familia.— Aclaró Seungkwan con un pequeño suspiro. —Al menos Jeongkwan ya está a salvo.
Por el momento era lo único que importaba. Aun así...
—¿Por qué nos ocultaste todo esto?— Preguntó Minghao a Jun, Minghao estaba cruzado de brazos, mirándolo con enojo mientras que Jun se encogía. —Lo sabías, sabías del segundo golpe ¿Por qué lo ocultaste?
—Shua me dijo que Hoshi lo había hecho porque Seokmin le dijo que Seungcheol le había dicho que lo hiciera de una vez.— ¿Quién le dijo a quien? —Seungcheol quiso que lo hiciéramos pronto, al parecer está pasando algo más desde afuera... no lo entendí muy bien. Pero él fue quien trajo a Mingyu y a Channie hasta aquí, se supone que se enterarían cuando estuvieran aquí, pero fue mi culpa que Wonwoo se enterara antes.
—No fue tu culpa.— Negó Minghao con un suspiró extendiendo el brazo para consolar a Jun, que por alguna razón se había vuelto un cachorro regañado. Minghao lo abrazó con cariño, al parecer olvidándose de su enojo inicial. —Ya no hay nada que hacer.
—Siempre te ablandas cuando vas a regañarlo.— Dijo Seokmin al fondo, él había estado allí desde hacia un rato, callado y esperando a que Seungcheol regresara. —Siempre que le hablas fuerte él se agacha y despues lo perdonas fácil...
—¿a ti que te importa?— Preguntó Jun de golpe como un niño pequeño.
Seokmin se encogió en hombros.
—Es que siempre lo hace...
—¿Qué no tienes trabajo o algo? Vete.
Seokmin apretó los labios y bajó la cabeza.
—Estoy esperando a que Seungcheol termine de hablar con Jeonghan.— Aclaró Seokmin.
—¿y porque lo esperas?— Preguntó Seungkwan. —Hay alumnos que te necesitan en la escuela.
—Es mi hora libre....
Oh.
Tenía que pagarle a Wonwoo, no, de hecho, era un empate ya que Seokmin era un hombre beta, lejos de ser un omega y lejos de ser una mujer.
—¿Por qué nuestro padre hizo un pago a un hombre como el tal Jeon?
La pregunta de Seungcheol no provocó ninguna emoción en él, era consciente de que su hermano mayor tenía dudas en la cabeza, tenía ideas, pero Jeonghan no consideraba que fuera el momento para hablar sobre ello. Aun tenían que esperar a Woozi, así que, miró a su hermano con una sonrisa y lo abrazó sin darle aviso, pasando sus brazos entre los rígidos de Seungcheol hasta envolverlo encorvándose un poco para entrar.
—Gracias por lo que hiciste por Wonwoo.— Murmuró sintiendo como poco a poco su hermano se suavizaba. —Sé que le diste el dinero a Mingyu para que pudiera recuperar a su cachorra.
—Es un préstamo.
Pero era mentira. Aunque antes pensaba reconocer sus mentiras, ahora podría ser distinto, pero su hermano no se esforzaría en aclararlo, no era un préstamo, estaba seguro que Seungcheol había tomado dinero de algún lado, de sus ingresos quizás, de sus ahorros, de los de Jeonghan, o quizás vendió algo, o él pidió un préstamo directamente al banco, porque su hermano era así, no solía extender la mano como Jeonghan y esperar recibir lo que pedía, Seungcheol actuaba por cuenta propia.
No sabía cuánto dinero tuvo que darle a Mingyu para que este pudiera pagarle a ese hombre, pero sabía que era una cantidad importante. Como un jodido secuestro. Y si no era tan grande entonces para Seungcheol habría sido tan fácil como tomar de su salario y ya. Jeonghan inhaló profundo el aroma a canela y cerró los ojos sintiéndose por fin abrazado por Seungcheol, era reconfortante tenerlo de vuelta.
Si, Seungcheol lo había engañado, si estaba molesto y estaba confundido, pero era su hermano, y de cualquier forma Jeonghan no se sentía con el derecho de reclamar en su situación. Su hermano le mintió por años y eso quebraba algo dentro de él, pero también fue Jeonghan quien se metió con su prometido y le ocultó cosas. No, no era lo mismo, Jeonghan debía estar molesto y dolido, y lo estaba, pero una parte de él se encontraba confuso, queriendo abrazar con fuerza a su hermano y olvidarse de todo.
Quería llorar en los brazos de Seungcheol y ser consolado. No tenía apellido, tuvo un aborto, ocasionó indirectamente que el padre de Wonwoo secuestrara a Jeongkwannie, descubrió que no era estéril, su familia le mintió por años y... había visto a Wonwoo llorar por su familia, casi destrozado por su aroma, vio a Kyungsoo romperse, así que ahora tenía que aceptar sus errores y seguir.
Se convenció a si mismo de que tenía que pensar en los demás por un momento, y en sí mismo, y en lo que debía hacer él. Si seguía esperando que otros actuaran iba a estancarse de por vida.
No podía seguir así.
Se separó de Seungcheol y le sonrió sintiendo sus ojos húmedos, como si fuera a llorar en cualquier momento.
—Tenemos que hablar.— Aclaró Jeonghan apartándose de Seungcheol y mirando detrás de él, en la puerta, el viento frio haciéndola rechinar. —Woozi, tú también.
Woozi se encogió en hombros mientras se acercaba a paso lento. Los balcones que había en el templo eran mucho más pequeños en comparación a la escuela, pero eran más fríos por alguna razón, y mucho más silencioso. Woozi cerró la puerta detrás suyo y se cruzó de brazos a un lado del alfa, mirándolo como si esperara cualquier cosa. Y en un movimiento llevó la mano a su relicario, sosteniéndolo con fuerza.
Miró a su hermano y a su omega. Y tomó valor.
—Sé que cuando se casen se irán del país.— Habló con calma intentando no alarmar a los dos, pero no funcionó. —Papá me lo dijo, también me dijo que iban a proponerme ir con ustedes.
—¿Por qué papá...?
No dejó a Seungcheol terminar su pregunta.
—Quería ir con ustedes.— Confesó intentando ignorar los ojos grandes y brillantes de Woozi, como si estuviera esperanzado. —Y papá sabía que iba a pasar. Así que me pidió que me casara pronto. Me dijo que aceptaría a cualquier persona con tal de casarme.
—Eso es absurdo.— Dijo Seungcheol de golpe. —¿Por qué haría eso? Es... ¡¿Por qué no me dijiste antes?! ¡Habría hablado con él!
—¿casarte?— Preguntó Woozi realmente pálido, su mano aferrándose al collar.
Ah, Jeonghan necesitaba más fuerza para esto. Respiró profundo recibiendo el golpe de las feromonas, la canela y la fresa queriendo envolverlo como si fuera algo que debían tomar y esconder, pero no lo era.
—Decidí casarme con Bohyuk.— Habló rápido, e intentó no dejar espacio para lo siguiente;— Antier... fui a casarme con Bohyuk, pero me arrepentí y rompí el compromiso, por eso papá le pagó al padre de Wonwoo para enmendar las molestias. Y ese día...
—Tuviste el aborto...— Murmuró Woozi y Jeonghan asintió. —Tuviste un aborto e ibas a casarte... con un alfa... con Bohyuk... Jeonghan, eso es...
—Es una mierda.— La voz de Seungcheol se había tornado oscura, casi atemorizante. —¿Por qué no me lo dijiste? Pude haber hablado con nuestro padre, él no tenía derecho a hacer algo así. Es nuestra decisión vivir juntos o no, él no tenía nada que ver en eso.
—Papá tenía razón en algo.— Interrumpió Jeonghan con una sonrisa amarga. —Yo no debería meterme entre ustedes... No viviré con ustedes, decido que no quiero hacerlo.
—Jeonghan...— La voz de Woozi era casi un susurro. —Esto es...
Woozi intentó acercarse pero Jeonghan dio un paso atrás alzando una mano, poniendo una pequeña barrera entre ellos y él. Sabía lo que pensaban, sabían que estaban confundidos o molesto, las feromonas en el aire eran una mezcla confusa de emociones, pero Jeonghan no iba a detenerse, había tomado una decisión y no quería retroceder. Estaba decidido. Aunque eso solo amargaba parte de su mente. De su corazón.
—No me casaré con Bohyuk para que mi padre o ustedes lo entiendan.— Jeonghan aclaró su garganta. Mierda. —Ya lo decidí.
Su pecho su oprimió, las miradas sorprendidas no eran nada comparado a la avalancha de emociones que estaba dentro de él. Le dolía el pecho y la garganta, estaba temblando y en cualquier momento sentía que iba a llorar, pero se sostuvo, alzó el rostro encontrándose con su hermano y su omega, y aceptó lo que tenía que hacer.
Estaba decidiendo por si mismo. Ya no era un Choi, así que no debía responder a ese apellido, respondía solo como Jeonghan.
—Jeonghan...— De pronto la voz de Seungcheol sonó pequeña. —Sé que debí decirte lo de tú esterilidad, pero...
—Si, debiste.— Aclaró Jeonghan. —Pero no es por esa razón que hago todo esto. Respecto a mi esterilidad no voy a tocar ese tema nunca. No me importa saber las razones porque de cualquier forma ya me las imagino. Querían protegerme, pues bien, no tienen que hacerlo más. Está bien. Yo me encargaré de mi desde ahora. Seungcheol. Yo me haré cargo de saber sobre mí, no voy a preguntarles nada, soy mi responsabilidad.
Hubo un largo silencio que más que incomodar fue suficiente para que Jeonghan volviera a tomar valor, tanto Seungcheol como Woozi parecían sorprendidos y confundidos, quizás preocupados, pero estaba bien, Jeonghan ya esperaba algo así. Tomó aire y se preparó para lo siguiente, aunque le doliera el pecho y algo quebrara dentro de su cabeza. Necesitaba decirlo, necesitaba enfrentarse a ello.
Alzó el rostro despues de tomar un largo respiró y miró a Woozi, y pudo ver como este apretaba con tanta fuerza el relicario que se podría lastimar.
Woozi abrió la boca con miedo.
—Jeonghan... por favor...— Murmuró Woozi, solo para él.
Y dolía.
Su rosa se había estado marchitando poco a poco, incluso con solo unas horas, y Jeonghan esperó hasta que se cayera el primer pétalo para armarse de valor y hacer lo que había decidido, se acercó a Woozi quedando frente a él, ignorando un poco a Seungcheol que parecía no salir de su sorpresa. Miró a su omega y lo aceptó.
Bien.
—No continuaré más con esto, Jihoon, no voy a esperar a que llegues al altar...— Le dijo con una pequeña sonrisa que solo mantuvo porque estaba a punto de quebrarse. —Terminaré esto ahora.
Tomó su mano y colocó el pétalo marchitado, dejándolo sobre la palma con cicatrices del omega. Woozi estaba temblando, y sus ojos se abrían enormes, cristalinos.
—No... Jeonghan...— Woozi volvió a murmurar y sostuvo su mano con fuerza, como si Jeonghan fuera a irse. —Solo...dame más tiempo y...
Jeonghan negó.
—Es mejor terminarlo ahora. No soy tu omega, pero siempre seré tu amigo ¿bien?— Le sonrió con una fingida calma. Se soltó del agarre de Woozi y le tomó de la mejilla para girarle un poco el rostro, le dio un suave beso en la sien. Un pequeño gesto que duró unos segundos. Era su despedida como su omega. —Te amo.
Lo murmuró tan bajo que Woozi pudo no haberlo escuchado.
Se apartó de él soltándolo por completo, y miró a Seungcheol con una sonrisa inclinándose para besarle la mejilla, y se fue. Caminó en silencio abriendo la puerta y saliendo de allí, con el corazón apretado y el nudo en la garganta.
Estaba terminando con todo eso, porque tenía que hacerlo, porque una parte de él estaba aceptando su responsabilidad. Woozi no iba a ser su omega, y no podía seguir fingiendo. No podía seguir esperando.
Dejó de ser un Choi, y dejó al omega.
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