Capítulo 17. El omega (in)útil (pt.1)
Jeongkwan lo había abrazado con tanta fuerza antes de tener que irse que Wonwoo aun sentía sus pequeñas manos alrededor. Cada vez era más difícil apartarse de ella, dejarla ir para que Mingyu pudiera cuidarla como era debido, y no podían dejarla en el templo mientras ocurría el segundo golpe, por lo que solo le quedaba aceptarlo. Estar lejos de su cachorra era una completa mierda, pero el que Mingyu la cuidaba aliviaba un poco esa avalancha de dolor y culpa que siempre llegaba a él.
Con Jeonghan recuperándose en el templo, Hoshi preparando el segundo golpe y los alumnos huyendo de los uniformados no le quedaba tiempo para pensar, los exámenes se aproximaban de nuevo pero eran lo que menos importaba. Wonwoo solo quería que todo acabase, quería poder ir a vivir junto con su cachorra en completa paz, cuidar de ella y dejarle en claro que no estaba abandonándola cada que tenía que irse.
"¡Papi! ¡papi!"
"Despídete de papi, Jeongkwannie" Le había dicho Mingyu mientras que la sostenía.
Jeongkwan se lanzaba hacia enfrente lanzando sus brazos hacia él, a punto de llorar mientras pataleaba.
"No, no" su cachorra comenzó a negar y Wonwoo sintió su corazón romperse. "Papi"
"Dile que lo amas, como aprendiste con tío Chan"
Y Jeongkwannie se dio un golpecito en el pecho con su rostro aun preocupado y rojo. Y continuó dándose golpecitos pequeños que no la lastimaban. Eso provocó una sonrisa en Wonwoo, se llevó dos manos al pecho haciendo un gesto diminuto que ella repitió. Solo dos golpecitos con la mano abierta para que ella no se lastimara.
Y despues la dejó ir. No podía hacer más.
Wonwoo tenía derecho a sentirse como una mierda despues de eso, estaba dejando a su hija de nuevo, a su novio y la posibilidad de huir junto a ellos esa noche, todo porque sabía que no podría ignorar nunca a sus cuatro amigos o a los chicos que lo seguían a todos lados y buscaban protección. No podía solo irse e ignorar todo, algo dentro suyo se negaba a hacerlo.
Sintió un peso extra en su espalda minutos despues de que la clase termino, ni siquiera se había levantado de su asiento y tenía la frente contra el pupitre y el libro. No tenía ánimos de nada. El aroma cítrico de Seungkwan lo invadió y supo que era él quien se había recostado encima, con tanto cuidado y cariño que Wonwoo quería acurrucarse hasta que el sol se ocultara, pero de nuevo, tenían otra clase a la cual acudir.
—¿estás bien?
—Yo no soy el que tiene un ojo morado.
—¡Pero se está desvaneciendo!— Seungkwan se apartó mostrando su cara y Wonwoo solo pudo sonreír, el chico lo había cubierto con maquillaje los primeros días, hasta que los uniformados comenzaron a verlo y estuvieron a punto de causar otro. —No es tan grabe, ella golpeó con más fuerza a Hyejin el año pasado.
—Si, pero HyeJin era más fuerte que recibió un disparo y tardó más de cinco minutos en morir.
Seungkwan hizo un puchero y Wonwoo sonrió. No trataba los temas delicados como temas delicados porque si lo hacía se volvían aun más delicados, y dolían, dolían siendo odiosos en su cabeza como recuerdos que tenía que evitar, y no quería evitar a su bruja favorita en la cabeza, quizás ella se habría burlado más pronto si hubiera sido de otra forma. No eran muy diferentes, pero Seungkwan parecía pequeño y delicado cada que mencionaban a la alfa.
—Aun así estoy mejor.— Aclaró Seungkwan tomándolo del brazo. —Vamos, no queremos que los uniformados nos vean llegar tarde a clase.
Se levantó de mala gana pasando un brazo sobre los hombros de Seungkwan. Minghao y Woozi no compartían la misma clase porque los profesores consideraron que Wonwoo y Seungkwan eran más problemáticos que los demás, así que les colocaron clases sobre clases para mantenerlos ocupados la mayor parte del día, incluso a Cha le pasó, pero Cha solicitó un permiso para tomar clases particulares con el profesor Hoshi, y se lo otorgaron.
Cuando llegaron al aula Wonwoo casi se derritió en su pupitre observando hacia enfrente, el profesor aun no llegaba pero los alumnos ya estaban puntuales allí, todos de tercer año, todos quienes los odiaban y cada vez que miraban a alguno de ellos hacían una mueca de estar oliendo algo peor que la mierda. Y estaba bien la mayor parte del tiempo, a Wonwoo no le importaba que no lo quisieron en lo más mínimo, con tal de que no causaran problemas podrían detestarlo y él estaría en paz.
Bostezó dándose cuenta de lo cansado y el sueño que tenía, no había dormido en toda la noche hablando sobre el jodido Rey y sobre Jeonghan, cuidando de su cachorra e intentando encontrar una forma de replicar el aroma que apartaba a los alfas. Jun había dicho que lo que usaba la escuela pledis para inhibir los aromas podría funcionar, solo tendrían que encontrar ese jodido aparato y aprender como demonios funcionaba para...
—¿Qué haces aquí?— Le preguntó a Cha cuando lo vio sentarse a su lado. —¿Qué no estabas libre de esta mierda?
—Me libre de esto porque pensé que estaría solo. Pero ahora sé que tú y Seungkwan están aquí.— Aclaró Cha arreglando sus cosas como un buen chico. —Le cedí el permiso a un pequeño grupo de primer año que pidieron la hora libre del profesor Hoshi.
—Que considerado.
—Seungkwan me pidió que lo hiciera a cambio de ayudarme a controlar mis feromonas.
—Sigue siendo considerado en tu caso.— Le sonrió apartando la vista un segundo. —Deberías mentir de vez en cuando, para que te quieran más.
—No creo que mentir sea la mejor forma de relacionarse positivamente.
—Cierto eres el de "admítelo" claro que no te gusta mentir.
Cha pareció de acuerdo con Wonwoo y se mantuvo callado mientras sacaba sus cosas, y Wonwoo sonrió. Le agradaba Cha, era diferente a lo que había conocido antes, un poco como el jefe pero aun siendo distinto, este omega no estaba tan obsesionado con ser perfecto y correcto, más bien parecía no entenderlo. Parecía no entender su propia rareza y tampoco entender el comportamiento de los otros ¿para que mentir? Para alcanzar un objetivo, pero al parecer Cha tenía otras ideas de como alcanzarlo. Entendía el bien y el mal, pero dudaba que entendiera el porque de cada acción.
Y aun si lo entendía no lo hacía de la forma correcta.
—Tu también eres bastante honesto.— Escuchó momentos despues de Cha. —No mientes ni ocultas la mayoría de las cosas.
—Si, es porque me importa una mierda lo que piensen o no de mi. Aparte de que no me gusta indagar tanto en mi cabeza. Hay cosas odiosas allí.
—Odiosas... También hay cosas odiosas en mi cabeza.
—¿Cómo Park?— Cha asintió, pero no parecía ser lo único. —En mi cabeza está mi padre. Es lo más odioso que tengo, de hecho, es detestable. No me quiere.
—Entonces puedo suponer que fue quien rompió tus lentes. Y no los has cambiado por...
—¿crees que yo pague esto? Fue Jeonghan. Fue un regalo de su parte.
La mirada de Cha se suavizó. Ah, a Wonwoo le hubiera gustado decirle el estado de Jeonghan, pero pensaron que era mejor mantenerlo en completo secreto. Así que, si Jeonghan no fue a clase fue por alguna idea del Mayor, y aunque Seungcheol intentó sacarlo de allí su estúpido amigo dejó en claro que no quería moverse. Estaba mejor, porque no se había atrevido a decir bien, siempre que le preguntaron dijo "mejor" mejor que antes que estaba muriéndose, pero no era un bien.
—Dijiste que tu padre no te quiere...
—¿quieres saber sobre eso?— Sonrió. —Es un hijo de puta que golpea a sus hijos, pero nunca a su esposa porque eso sería demasiado. No digo que quiero que la golpee, para nada, y tampoco digo que me golpeó todos los días de mi vida, pero es un agresivo de mierda incapaz de ser padre.
—por eso no dejas que golpeen a los otros.
No pudo responder, entró el profesor con cara de pocos amigos y casi lanzó las cosas, no saludó ni se molestó en verlos, tan solo tomó una absurda lista comenzando a decir apellidos. Wonwoo no entendió este acto porque de todas formas no estaba anotando nada, si alguien respondía solo alzaba un poco la cabeza y miraba al individuo para pasarse al otro. Cha se enderezó sobre su asiento mirando con atención y Wonwoo hizo lo mismo, pero menos recto.
"Seo Seungkwan" Wonwoo rodó los ojos, pero Seungkwan respondió con calma. Debía haber algo en ese profesor que era potencialmente peligroso.
Cuando el hombre terminó procedió a dar su aburrida clase, y los alumnos comenzaron a prestar atención, menos Wonwoo. Su cabeza estaba llena, llena de su cachorra, llena de su padre, llena de Mingyu, de Jeonghan, del Rey, de Seungkwan. Prefería no pensar en nada porque los pensamientos se abarrotaban y llegaban todos a la vez. A veces recordaba cosas inútiles como su padre o su madre, como cuando su madre solía decirle que pensara menos y trabajara más, o cuando su hermano insistía en que no lo pensara y solo lo hiciera.
Parpadeó largamente sintiéndose agotado. Mingyu solía contarle sobre su cachorra, como la llevaba a los parques para jugar, como ella corría por todos lados y como era una bebé enorme, Jeongkwan era gigante a comparación con otros bebés de su edad, por eso ella corría junto a los grandes e intentaba jugar con ellos. Pero los cachorros "grandes" no querían jugar con ella, su bebé se lanzaba de un lado a otro y gritaba, reía ¿Por qué no querrían jugar con ella?
Jeongkwan quien comenzaba a balbucear más seguido pero prefería decir bien las palabras que conocía, que se lanzaba de un lado a otro y jugaba con sus peluches como si fueran personas. Era una niña preciosa idéntica a Mingyu, pero ella no solía llorar mucho, se mantenía calmada y cuando algo le disgustaba hacia pucheros y decía que "no" sin embargo ella empezaría a llorar cuando Wonwoo se fuera.
Pensó en Jeonghan. En como se sentiría en realidad porque no lo quiso decir, Wonwoo pensaba que se sentiría traicionado por su hermano y sus padres, que se sentiría preocupado por su propia salud, y que se sentiría aliviado. Porque su rostro tranquilo había sido la emoción más palpable que vio aquella noche. Aliviado de estar vivo y de que no tuviera que preocuparse más por ese cachorro.
Era gracioso, el pro-vida no era tan pro-vida como aparentaba. Jaja. No era gracioso. Y no pudo reírse de eso.
Temas delicados.
—¿estás durmiéndote, Jeon?— preguntó su compañero con cierta malicia, así que solo lo miró con desinterés. —¿Qué estuviste haciendo anoche?
No respondió, pero el profesor dio un fuerte golpe sobre el escritorio que hizo saltar a todos, menos a Wonwoo quien continuó mirando con desinterés ¿el idiota se iba a enojar por dormirse en su aburrida clase? Que se fuera a la mierda. Bostezó intentando volver a dormir, pensando en su cachorra y en Mingyu para alejar todo lo malo.
—¿Quién te dio permiso para hablar?— Preguntó el profesor casi rojo de la furia. Wonwoo abrió un ojo y pudo ver como su compañero se encogía. —Todos están en silencio, debes ser demasiado idiota como para creer que no iban a escucharte.
Ah. El idiota quería estrenar su nuevo privilegio de golpear a un alumno. Wonwoo pestañeó largamente recordando lo que dijo Cha. Claro que no defendía a cualquier idiota, menos a uno que había intentado meterse con él, incluso lo hubiera golpeado con el ánimo correcto. Este profesor era enorme, claro que quería golpear a un estúpido alumno que era más pequeño que Seungkwan, de hecho, apostaba que si hubiera sido Seungkwan el que hablara ahora estaría a punto de golpearlo. Y allí si sería importante.
—Lo siento.— Murmuró el alumno.
—¿Quién te está dando el permiso para hablar? Ponte de pie.
¿este era una clase de fetiche de humillación y exhibicionismo? Cuando el alumno se puso de pie tenía el rostro rojo, y el profesor caminó hasta el con las manos en la cadera. El idiota podría zafarse si escogía bien sus palabras. O si se quedaba callado y no levantaba la mirada, el profesor estaba disfrutando lo sumiso y asustado que se veía, con un poco de suerte lo humillaría solo con sus palabras y se iría.
—¡Pero Wonwoo estaba...!
Que idiota.
El profesor alzó la mano con fuerza listo para abofetearlo con el dorso de la mano, su gran presencia aplastando a todo a su alrededor siendo una enorme masa agresiva. Wonwoo no tenía porque defender a un idiota que había intentado molestarlo y que despues intentó lanzarle el problema, no le importaba y no le caía bien el imbécil. Si hubiera sido de sus alumnos de segundo o primer año entonces habría intercedido. Pero era un omega idiota que se metió en problemas por su propio pie, Wonwoo no tenía que hacer nada.
¿Entonces porque lo hizo?
Era tan predecible.
Pateó tan fuerte el estomago del profesor y desvió su mano que no tocó a ninguno de los dos, se cayó al suelo en medio de las filas emitiendo un sonido estridente. Los otros alumnos se apartaron de pronto para evitar que chocara contra ellos. Y WonWoo lo miró.
"¿Por qué te metes en problemas, Wonu?"
—Lo siento, estaba soñando que un cavernícola corría hacia mi.— Bromeó rodando los ojos. —Solo que esperaba que fuera un poquito más grande, ya sabe. Con más fuerza.
Si hacia enojar suficiente al profesor entonces ignoraría a todos los demás alumnos, y el hecho de que Wonwoo había protegido al otro idiota. Cuando el profesor se levantó con fuerza intentó tomarlo del cabello, su cabello negro y corto que en realidad podía resbalarse de sus manos con facilidad. No era como Jeonghan quien era una bola de pelos roja. Se hizo hacia atrás atinando otro golpe en una de sus rodillas.
Su madre una vez lo tomó del cabello, y lo cortó porque decía que se veía ridículo con el cabello largo y estuvo de acuerdo años despues. Se veía extraño, no ridículo, extraño.
La cara del profesor estaba tan roja y enojada que parecía una caricatura, las arrugas resaltando en su piel, las orejas rojas como semáforo y el cabello despeinado junto con la ropa cubierta de polvo. No se burló, porque no conseguiría nada haciéndolo, solo se quedó de pie mirándolo desde arriba, sin ser tan pequeño como el otro hombre quería creer.
No era pequeño, no era delicado, no era bonito. Y no bajaba la cabeza antes estúpidos que querían pasar sobre él. Al menos ya no.
Estaba jugando con sus dedos sobre el escritorio de Minsook, ella no estaba así que solo lo lanzaron allí mientras que el profesor se calmaba, por suerte la clase terminó poco despues de que le gritara que era un inútil incapaz de comportarse como un omega, y que nadie lo querría, ni un alfa ni un beta porque era asquerosamente extraño. ¿extraño porque? Había visto a omegas más grandes y fuertes, Woozi era un poco fuerte, ahora era más fuerte que antes en realidad, al parecer se había esforzado por no ser un enclenque durante todo ese tiempo.
Minghao era fuerte, y alto. Solo que Wonwoo era un poquito más alto, pero estaba bien porque seguramente el estúpido profesor nunca había visto a un verdadero alfa como Mingyu, enorme y bonito. Pateó con su dedo las servilletas del escritorio y las vio caer para despues correr por el otro lado para tirar su taza. Cayó al suelo pero no se rompió gracias a la alfombra. Sus dedos corrieron a la placa con su nombre y fue pateándola poco a poco haciendo un "pop" con sus labios.
La puerta se abrió de golpe.
—¿crees que tengo tiempo para ti?— Escuchó a MinSook y apenas la miró, ella se dejó caer sobre su silla y Wonwoo se apresuró a tirar la placa. "pop, pop, pop, pop." Minsook lanzó el objeto sin interés. —No soy una puta consejera escolar ni una maestra ¿Por qué mierda te trajeron aquí?
—¿crees que yo lo sé?
—Levanta el rostro.— Ordenó ella con su voz y Wonwoo no hizo caso jugando aun con sus dedos.
Nunca hizo caso a ninguna voz, claro que dolía dentro de su cabeza y oprimía algo dentro de él, pero era similar al miedo que tenía cuando era un cachorro, cuando sus compañeros lo buscaban para burlarse de él y golpearlo. También era similar a lo que sentía cada vez que su padre se acercaba cuando era pequeño y débil, incapaz de defenderse, o como se sintió cuando le dijo que se iba a largar y el hombre optó por golpearlo. Era una sensación familiar, conocida, y podía lidiar con ella. Alzó el rostro cuando se le dio la gana y MinSook tenía un brillo extraño en los ojos.
—¿ya me puedo ir?
Wonwoo había tenido a esa mujer enfrente antes, y le tuvo miedo con sus feromonas afectando en él, pero ahora que conocía el sentimiento no era más que saber cómo sobrellevarlo.
—Eres un omega bastante interesante.— Dijo ella mostrando interés. —No eres tan inútil como mi hijo, ni tan molesto como Lee Jihoon.
¿ella sabía sus nombres? Sus ojos se entrecerraron apenas un poco sintiendo la amenaza en el pecho. La primera vez que vio a HyeJin se sintió algo así, pero esto era mil veces peor.
—No conozco a ningún hijo tuyo que no sea Seo HyeJin. Conozco a un chico que es hermano de Seo HyeJin, pero no es tu hijo y se llama Boo Seungkwan.
—¿Cuál es tu nombre?
¿en serio ella se sabía el nombre de Jihoon pero no el de Wonwoo? HyeJin lo debió haber mencionado antes, pero esta idiota parecía incapaz de recordarlo. De hecho, parecía como si ella lo hubiera visto por primera vez, sus ojos oscuros encajándose en los de Wonwoo. Seungkwan tenía los ojos con un toque miel bastante bonito, ella parecía casi un demonio.
Pensó que era mejor responder.
—Jeon Wonwoo.— Habló fluido.
—Tu edad...
—¿Qué te importa?
—No mides tus respuestas. Pero no eres estúpido. Sabes cuando alguien va a atacar y cuando no.
—Gracias por la observación pero me importa una mierda. Me quiero ir.
El ambiente pesado e incómodo estaba comenzando a afectar en su interior, ella parecía tener interés, interés en la forma que respondía ante una posible agresión o la forma en la que hablaba, o quizás ella tuvo interés porque no retrocedió con su voz y Wonwoo comenzaba a querer retroceder recordando a aquel alfa de primer año.
Cuando el ambiente comenzó a ser aterrador alguien abrió la puerta, y Park entró con calma.
—Seo, yo me encargaré de Jeon.— Dijo Park y Wonwoo se levantó de inmediato.
Temas delicados. De nuevo.
—Necesitamos a Seokhwa.— Dijo Minghao con un largo suspiro cuando por fin pudieron reunirse en las aulas de HyeJin. Wonwoo apenas lo miró. —Solo él puede hacer el repelente, Jun tiene una idea, pero solo puede hacerlo con la base.
—¿base?— Preguntó Seungkwan. —¿la base de los aromas?
—Si, necesitamos que el repelente también funcione en betas.
Wonwoo bostezó. Así que, iban a usar a Seokhwa quien ya los había traicionado antes, o no, podría haber sido Cha pero Wonwoo lo dudaba. De cualquier forma entrecerró los ojos queriendo dormir un momento, estaba verdaderamente agotado, Park le había dado un sermón y le advirtió que dejara de moverse. O iba a pasar algo malo. No usó esas palabras, dijo "desafortunado" y Wonwoo no comprendió a lo que se refería.
Hoshi iba a hacer el segundo golpe esa noche, así que tenían que moverse rápido.
—Minghao y Seungkwan conseguirán la ayuda de Seokhwa.— Dijo Woozi con calma, leyendo un libro. —Wonwoo y yo recuperaremos el reloj para Jun.
—Por lo general siempre voy con Wonwoo.— Dijo Minghao.
—Le gustas a Seokhwa, y Seungkwan no le gusta pero puede ayudar. Así que no hay de otra.— Y despues Woozi lo miró. —Wonwoo.
—¿Cómo conseguiremos el reloj?
—Con ayuda de Kyungsoo.
Todos alzaron el rostro para mirar a Woozi, pero este no pareció preocupado o sorprendido, tan solo continuó leyendo con calma. Así que ¿estaban pidiéndole ayuda a Cha y a Seokhwa? ¿incluso despues de lo que pasó? Wonwoo alzó la cabeza y sonrió divertido, claro, si ya estaban confiando en el Mayor y en Seungcheol entonces podían confiar en esos otros dos. Aunque uno los haya traicionado.
—¿Cómo sabes que no van a traicionarnos?— Preguntó Seungkwan.
—Lo harán.— Respondió Woozi. —Pero quiero ver quien lo hace primero ¿creen que Kyungsoo quiere conocerlos a todos solo por ser su amigo?
¿eh? Tanto Seungkwan como Wonwoo se miraron confundidos y despues Minghao inclinó un poco la cabeza.
—¿Qué intentas decir?
—¿creen que no lo he visto? Rondando entre ustedes preguntando como si le interesara...
Oh, Wonwoo sintió sus mejillas colorarse y se cubrió el rostro apartándose un poco y mirando a Woozi, fingiendo un llanto.
—Jefe, no es lo que parece, es solo un amigo.— Bromeó. —Es que tú ya no pasas tanto tiempo con nosotros.
—Él tiene un aroma honesto, Woozi, no creo que quiera lastimarnos.
—No quiere hacerlo, le damos igual y cuando menos lo esperemos nos lanzara si lo necesita.
—Creo que estas subestimándolo.
—Si es así seré un idiota, si no lo es estaremos protegidos
—Si eres un idiota perderemos la confianza de Cha. Pero no te importa. — Wonwoo suspiró reclinándose en su asiento. —A veces confío más en Cha que en ti, jefe, tu ya nos has engañado antes.
Woozi no respondió.
—Si... Mejor malo conocido que malo por conocer.— Balbuceó Minghao. —Vamos por Seokhwa.
Recuperar el reloj de Woozi de la oficina de Park ¿Qué debían hacer exactamente? Wonwoo no podía dejar de mirar a Cha, el chico había aceptado su ayuda porque Wonwoo se lo pidió, ni siquiera estaba quejándose sobre Woozi o la mala cara que este ponía cada que le hablaba o lo miraba, Cha estaba siendo un buen chico y Woozi un completo estúpido.
—Puedo recuperar el reloj por mi propia cuenta.— Aclaró Cha. —Puedo entrar a su oficina y salir sin ser visto, solo necesito que lo aparten.
—¿Por cuánto tiempo?— Preguntó Woozi.
—Todo el tiempo que puedan. Yo saldré tan rápido como sea posible.
—¿y como lo mantendremos ocupado?— Preguntó Wonwoo.
—No lo sé, lo hará Jihoon.— Aclaró Cha. —Tu me acompañas, Wonwoo. — ¿eh? Antes de que pudiera preguntar Cha continuó. —No necesitas a dos personas para distraer a una, me eres más útil junto a mi.
—Wonwoo puede distraer a Park. Yo iré contigo.
—No.
—¿Por qué no?
—Porque me odias. Solo por eso.
Woozi no respondió, y Wonwoo quiso reírse. No lo hizo.
La oficina de Park era aburrida, espaciosa y con cuadros de su familia alrededor de su escritorio, pero esta no era la oficina de Park, era la segunda oficina de Park, a la que llevaba a los estudiantes para intimidarlos y hacerse pasar por un estúpido profesor, la que Cha parecía conocer a la perfección, porque tan pronto salió del atajo arrastró a Wonwoo hasta uno de los cajones y lo intentó abrir. Vaya sorpresa, estaba cerrado.
Podría preguntarse como Cha sabría donde ocultaba el reloj, pero no le importaba lo suficiente, iba a suponer como todos sus amigos y pensaría que este chico había pasado tanto tiempo acosado por Park que sabría donde escondería algo así. Cha comenzó a buscar una llave o algo entre las cosas, pero apenas podía ver con las luces apagadas y el silencio de la oficina. Wonwoo suspiró jalando con fuerza el cajón hasta casi tirarlo.
—Ya va a saber que estuvimos aquí y que sacamos el reloj ¿Quién más lo querría?— Dio un jalón más fuerte, y entonces Cha pateó el escritorio en respuesta haciendo que todo se derrumbara. —Si... Me gusta el rudo Cha pero necesitábamos al sigiloso Cha.
—Entre menos parezca que lo hicimos nosotros mejor.— Aclaró Cha observando el cajón abierto. Había celulares, una navaja ¿Qué demonios con sus compañeros? Un Gameboy, un tamagochi que ya debía de haber muerto, un llavero, una revista porno de los alfas del mes, una revista de... ¿Mingyu? La tomó abriéndola con curiosidad, Mingyu aparecía allí modelando junto con un perfume. —No es el reloj.
—No, pero es mi novio.
Cha se inclinó para ver.
—Kim Mingyu... Es... apuesto...
—Cha, sé que eres igual de rarito que Jeonghan, evidentemente no te gusta cualquier cosa que grite "alfa".
—No es eso. Siempre me ha sido difícil encontrar atractivo en las personas. Sé que son apuestos o llamativos por lo que generan en la gente alrededor. Pero no en mí.
—Es extraño porque te gusta Jeonghan entonces.
Wonwoo continuó buscando entre las cosas guardándose unas otras y lanzándolas alrededor, intentando ser desordenado para despistar el hecho de que el reloj fuera lo único que faltaba. Se llevaría el gameboy y el tamagochi para encontrarles el dueño, quizás no tomaría los celulares, pero sabía que debía tomar algo con más valor porque nadie se metería en problemas solo por un par de juegos.
—Me gusta Jeonghan por razones distintas. No por su físico.— Cha alzó su mano junto con el reloj. —Lo encontré.
—Y yo encontré algo para disimular.— Wonwoo alzó un anillo.
—No vas a robar.
—Es un préstamo, lo regresaré despues. Solo para encubrir el reloj.— Intentó ordenar todo bajo la mirada de Cha para despues solo girarse y regresar por donde vino. —Por cierto... ¿si te gusta Jeonghan? Tiene novio. Aunque su novio es...
—Lo sé. El hecho de que me guste o no es irrelevante. Deja de hablar de eso.
Wonwoo cerró la boca escabulléndose fuera de la oficina. Cha tardó un poco más de lo debido, un par de minutos donde Wonwoo estuvo a punto de asomarse, pero cuando lo hizo Cha apareció sin decir más. Y pudieron irse.
¿era normal que fuera tan fácil?
Despues de haberle entregado el reloj, ocultar el anillo, hablar con Seokhwa, Minghao y Seungkwan sobre los aromas, ir a buscar plantas, ir con Jun, hablar con el Mayor, discutir con Hoshi sobre el segundo golpe, lidiar con las clases y las malas miradas de los alumnos, una discusión sin sentido sobre como darles el repelente a los omegas, otra discusión sin sentido de como activar el repelente y los regaños de los uniformados y de los profesores... y más. Wonwoo se sentía completamente agotado.
No era solo físico, algo dentro de su cabeza no estaba procesando todo de una buena forma, algo topaba una y otra vez impidiendo el flujo constante de sus pensamientos. No era solo Park y MinSook, era también Jeonghan y Jeongkwan, algo con ellos que sentía que no estaba bien. Y despues de eso había algo oculto debajo de toda la mierda. Sabía que Seokhwa iba a traicionarlos, o Cha, pero Woozi había dicho que no importaba ¿Por qué no importaba? No quería pensar.
Estaba cansado. Quería ver a su cachorra y abrazarla hasta que se quedara dormida, quería sentir su piel suave entre sus manos ásperas y quería darle besos en su cabello delgado y castaño, escuchar su risa de bebé y ver sus pasitos temblorosos. Jeongkwan ya corría, ya podía trepar cosas y solía reírse mucho, ella también jugaba con peluches pero no le gustaban las muñecas. También comía cosas solidad aunque ella seguía queriendo su biberón. Y Wonwoo extrañaba alimentarla.
Quería cargar a su bebé y mecerla. Cuando Jeongkwan nació pasó poco tiempo con ella, poco tiempo cargándola y observándola, la alimentó pocas veces y cambió sus pañales aun menos, Wonwoo apenas y sabía cambiar pañales, tenía miedo de que para cuando pudiera aprender a bañarla, cambiar sus pañales, hacerle su papilla, vigilarla y hacerla dormir ella ya no lo necesitara. Ella crecía tan rápido que Wonwoo estaba perdiéndose todo.
Wonwoo quería rechazar la galleta babeada y mordisqueada que ofrecían todos los bebés. En este punto hasta aceptaría esa galleta.
Jeongkwan lo amaba, pero ella adquiría poco a poco el aroma de Mingyu, y estaba aterrando a Wonwoo. Solo le hacía pensar en cómo poco a poco desaparecía de la vida de su cachorra sin quererlo, y si ella llegaba a dejar de reconocerlo entonces Wonwoo iba a... se iba a morir, o prefería hacerlo porque no podía soportar la idea de perder a su hija. Ella crecería pensando que Wonwoo no la amaba.
Hubiera deseado solo dejar todo atrás cuando ella nació, irse lejos junto a Mingyu y vivir su vida feliz. Sin embargo no podía dejar de pensar en Jiao y en los otros omegas.
¿Cómo iba a explicarle eso a su cachorra?
—Jeon Wonwoo.— La voz de Seokmin lo hizo alzar la cabeza, tenía la frente pegada en el pupitre mientras que el profesor hablaba de responsabilidades o algo así. —Ven conmigo, tienes una visita.
Miró la hora. ¿Quién demonios lo visitaba a esa hora? En primer lugar ¿Quién lo visitaba? Si era Bohyuk golpearía de nuevo su cabeza contra el pupitre. De cualquier forma tuvo que levantarse y tomar sus cosas para seguir a Seokmin.
Esperaba que no fuera nada importante, no tenía cabeza para más.
Seokmin no dijo nada durante el camino, los pasillos se volvían solitarios y el sol comenzaba a ocultarse, había sido un día difícil, ajetreado pero que sintió que fue un parpadeo, y ahora estaba a punto de oscurecer. Solo esperaba que su visita no fuera un idiota y pudiera ir a la cama pronto, o a su habitación para ocultarse de las aburridas clases que amenazaban con aparecer incluso en ese horario. Cuando llegó a una puerta que guiaba a uno de los balcones Seokmin se apartó, dejándole el paso libre para que él mismo entrara.
El rostro de Seokmin no era bueno, y su aroma parecía más alterado que otras veces. Aun así Wonwoo no dijo nada y tan solo le dio unas silenciosas gracias para verlo apartarse más. Observó la puerta frente a él y suspiró. Las puertas de los balcones eran enormes y pesadas, por lo que pocas veces eran cerradas por alumnos, pero esta se mantenía así, como si ocultara algo detrás de ella. De pronto se sintió como Alicia en el país de las maravillas, una etiqueta enorme saliendo de la puerta con una palabra.
"ábreme."
Respiró profundo y sintió el aroma.
Sus ojos se abrieron de golpe y no esperó más, empujó ambas puertas con prisa hasta casi caer, pero se sostuvo con sus dos piernas apresurando levantar el rostro para encontrarlo. Y sus ojos se abrieron mucho más al igual que su boca, un sentimiento amargo y horrible corriéndole por el cuerpo, sus piernas de pronto débiles y su cuerpo pesado mientras intentaba respirar. Y todo quedó en blanco, con solo una palabra repitiéndose una y otra vez.
"No, no, no, no, no, no, no, no"
Su corazón palpitaba tanto que en cualquier momento iba a escapar de su pecho.
"no,no,no,no,no,no"
Su pupila tembló y tuvo ansias de vomitar.
El hombre lo giró a ver, mirándolo desde arriba, y los ojos grandes y castaños se abrieron también y pequeños brazos se extendieron pidiéndole. Y el llanto que lo llamó. Su cachorra estaba llorando pidiendo sus brazos, pidiéndole que la cargara, lloraba tanto porque ella pensaba que iba a estar a salvo con él.
Ella no había llorado antes porque tenía miedo, el mismo miedo que inmovilizó a Wonwoo y le impidió ir hacia ella.
—¿Cuándo pensabas presentarme a mi nieta? Wonwoo.
La voz de su padre era tan dura que caló en ambos. En Wonwoo y en Jeongkwan.
—¿que haces?— Su voz tembló incluso con solo esa pregunta. —Jeongkwan...
Estuvo a punto de lanzarse, pero algo dentro suyo le advirtió que no lo hiciera, aunque Jeongkwan lloraba pidiéndole que la tomara, no podía hacerlo, ni siquiera podía acercarse porque tenía temor de que su padre hiciera algo contra ella. Wonwoo podía soportar los golpes y los gritos de ese hombre, pero su hija era apenas una bebé, ella no tenía que soportar nada de eso. Wonwoo tenía que mantenerla a salvo.
¿Dónde estaba Mingyu?
—Está consentida, ella solo comenzó a llorar cuando te vio.— Dijo su padre comenzando a mecerla.
—¡Tiene miedo! ¡No lloraba porque tiene miedo!— Gritó dando un paso enfrente, pero su padre alzó una mano. —¿Qué le hiciste a Mingyu?
—¿Cuánto tiempo pudiste ocultar algo así? Ella tiene casi dos años. Sabía que eras un idiota pero no tanto como para no registrar a tu propia hija. ¿es porque pensaste que así la encontraría más fácil? ¿la tenías como un secreto? ¿Por cuánto tiempo iba a ser tu secreto?— Su padre comenzó a intentar callar a la niña, meciéndola de un lado a otro aunque ella seguía llorando. —Y no querías que Mingyu lo hiciera solo porque iba a arruinar su nueva imagen de modelo ¿cierto? Son tan idiotas.
—Dame a mi hija...— Su orden sonaba más como una súplica, poco a poco algo dentro de él destrozándose al no poder hacer nada más. —Tiene un año, es una cachorra... No tiene nada que ver contigo...
—Tu hija...— Su padre asintió. Y justo despues lo golpeó con la mano que le quedaba libre, tan fuerte que casi cayó. —¿sabes lo jodidamente inútil que eres? No sirves como omega, no sirves como hijo ¿Qué te hace creer que servirías como padre?
Su niña comenzó a llorar con más fuerza. Wonwoo tenía miedo. Si ella no respiraba correctamente podía darle un ataque. Levantó el rostro limpiándose la sangre de la nariz y ocultándola con sus manos para que ella no lo viera, incluso la limpió con su uniforme. Quería mentirle a su hija y decirle que todo estaba bien, realmente quería mentir.
—Por favor...— murmuró mirando al hombre. —¿Qué es lo que quieres?
El alfa respiró profundo y comenzó a acallar a la niña de nuevo, meciéndola con cuidado completamente distinto a lo que hizo antes, con ella era suave y gentil, pero Wonwoo estaba aterrado. Tenía miedo de que en cualquier momento la lastimara y era por esa razón que se negaba a moverse. Ni siquiera podía llorar o gritarle, porque cualquier acción le mandaba señales de peligro. Se mantuvo quieto ocultando su sangre.
Su padre lo miró casi con asco.
—Tu profesor no dejaba de llamar diciendo que tenía que controlarte, así que estoy haciendo esto. Deja toda la mierda que estés asiendo y sé útil por una vez. ¿entiendes?— Wonwoo asintió sin pensarlo. —¿enserio tenemos que llegar a estos extremos? ¿crees que no sabía sobre ella?
—¿Cómo lo sabías?— Se atrevió a preguntar viendo como su cachorra comenzaba a cansarse. —Déjame...Déjame cargarla.
El hombre se apartó.
—Tu estúpido hermano pensó que podía ocultarlo toda la puta vida. Pero tú y él son igual de inútiles. Tu estúpido hermano no consiguió casarse con el hijo de los Choi y tú tienes una bastarda con un idiota ¿Qué clase de hijos incompetentes son?
—¿casarse? ¿de que hablas?...
—El estúpido de tu amigo dijo que no en el altar. La única oportunidad de que tu hermano sirviera se fue. Al igual que tú.— El hombre suspiró. —Lo único que me queda es empezar de nuevo...
¿empezar de nuevo?
Comprendió demasiado rápido para su gusto.
—¡Es mi hija!— Casi gritó. —¡Es hija mía y la de Mingyu! ¡iba a mantenerla en secreto porque estaba ocultándola de ti!
Su padre sonrió aun meciendo a su niña, y sus manos eran tan grandes alrededor de ella, sobre su espalda, su cabeza, ella era diminuta en comparación al inmenso hombre, como si pudiera ser aplastada en cualquier momento, y el corazón de Wonwoo latía con tanta fuerza que dolía, dolía mucho más que su nariz o su rostro, eso le importaba una mierda. Quería tomar a su hija e huir de allí, quería jamás ver de nuevo a su padre.
—Entonces eres mucho más idiota de lo creí. Me llevaré a la niña conmigo. Y si quieres verla será mejor que te comportes, ya que tú y tu hermano son tan inútiles espero que ella sirva de algo. No quiero escuchar más quejas sobre ti, ni más jodidos problemas.
¿eh? Wonwoo apenas podía procesar cada palabra que salía de la boca de su padre ¿llevarse a su niña? ¿a su hija? ¿él? No. No, no, no, no, no. No podía alejarla así, era su hija, era de Wonwoo, su cachorra que salió de él, la niña que era hija también de Mingyu, su bebé.
No podía quitársela. No podía apartarla de él.
Observó como su padre comenzó a caminar quitándolo del camino, entrando de nuevo mientras que su imponente presencia iba desapareciendo. Se llevaba a su cachorra, ese hombre que lo había lastimado tanto, y que había lastimado a su hermano estaba llevándose a su cachorrita, su cachorra que era diminuta en comparación. Su corazón latía con tanta fuerza que comenzó a calar profundo, una apuñalada en cada latido.
La iba a apartar de él. La lastimaría.
Se movió tan rápido que consiguió marearse, todo su cuerpo se derrumbó tomándolo del brazo con el que no sostenía a la cachorra, y sus rodillas fallaron, todo su cuerpo intentando detener al hombre que se alejaba con indiferencia. Se arrodilló. Estaba arrodillado sosteniendo a ese alfa de un brazo para que no continuara alejándose. Su cuerpo temblaba y estaba manchando a su padre de su propia sangre.
—¡Por favor!— gritó con la garganta desgarrada. —¡Por favor dejara! ¡Es mi hija! ¡por favor!— Se quebró. Por completo. Lloró mientras rogaba. —¡Por favor, papá! ¡papá!
—Eres realmente patético.— Suspiró el hombre mirando sobre su hombro. —Nunca habías hecho esta mierda antes. ¿crees que llorar y lanzarte al suelo va a solucionar las cosas!
—Por favor, por favor...— Continuó murmurando con las gruesas lagrimas cayendo de su rostro, sostenía la mano de su padre con fuerza, incluso golpeándola contra su frente. —Por favor... es mi hija... papá... ella... es lo que más amo, por favor... es mi cachorra...Por favor... papá...No la lastimes... Es mi bebé...
Sentía que iba a morir en cualquier momento, de lo que sea, del dolor en su pecho o en su cabeza, del cansancio, de la desesperación o de su constante ruego. Lloraba tan desesperado y estaba rogando de una forma tan vergonzosa que ni siquiera le importó. Quería que su hija estuviera a salvo, lejos de ese nefasto hombre. Lejos de su padre.
Si había algo dentro de ese hombre que fuera bueno, o que mínimamente lo quisiera entonces dejaría a su hija. Wonwoo no necesitaba el amor de su padre, ni lo quería, pero si había algo allí entonces ese hombre soltaría a Jeongkwan.
—Prométeme que no le darás más problemas a esta escuela.
Asintió con prisa.
—Si, si, lo prometo...— Habló rápido mirando hacia arriba. Ya no podía levantarse. —Te... te lo prometo.
Su voz estaba tan rota y desesperada que era penoso.
—Serás un jodido omega desde ahora. No más estúpidas peleas, ni gritos, ni desobediencias. — Asintió porque su voz no salía. Su padre lo miró casi con fastidio. —No volverás a ver a Mingyu.— Asintió, acatando la orden. —Y harás lo que jodidamente te pida.
—Si, si...
El hombre arrebató su mano dejando caer a Wonwoo.
—Podrás verla cuando regreses a casa.
—¡Papá!— Fue lo único que pudo gritar cuando el hombre comenzó a alejarse, podía ver a su cachorra ahora, ella con el rostro rojo y ojos hinchados de tanto llorar, extendiendo sus brazos hacia Wonwoo. —¡Papá! ¡Por favor! ¡Es mi cachorra!
Se levantó de golpe e intentó correr, pero fue directo al suelo por lo que no le importó arrastrarse. Iba a rogar si tenía que rogar, si tenia que llorar entonces lo haría, no importaba, quería tener a su cachorra a salvo, lejos de aquel hombre que lo había hecho sufrir antes. Jeongkwan era tan pequeñita y frágil que tenía miedo incluso cuando solo la cargaba.
Lo vio alejarse con su cachorra por el pasillo sin poder hacer nada, sin poder correr hacia ellos o arrebatarla de sus brazos, sin poder gritar o rogarle que la dejara. Jeongkwan era su hija, la nieta de ese hombre que ahora la tomaba como suya. Era pequeña y frágil, ella no merecía nada que ese hombre pudiera hacerle. No merecía sufrir o llorar tanto como lo estaba haciendo.
Quería ir por ella y arrebatársela de los brazos, pero iba a lastimarla si lo hacia. Ese hombre no tenía corazón suficiente para que cupiera amor o pena. No cabía remordimiento o culpa, no amaba a sus hijos ¿Cómo iba a amar a su nieta? ¿Qué iba a impedir que la lastimara? ¿y donde estaba Mingyu? ¿Mingyu al menos estaba bien? Su padre se había visto tan impecable y perfecto que no había en su cabeza ningún escenario donde pudiera salir así.
Mingyu jamás se la entregaría por cuenta propia ¿entonces qué pasó?
¿Cómo fue que Bohyuk le contó sobre ella? ¿al menos Bohyuk estaba bien? Su hermano no sería capaz de hacer algo como simplemente decirle... debió haber pasado algo malo. No podía pensar, para cuando pudo ponerse de pie ya no veía a su padre y a su cachorra, tenía que ir detrás de ellos, convencerle de que la dejara en paz. ÉL MISMO IRÍA Y SE ENTREGARÍA A LA JODIDA ESCUELA CON TAL DE QUE DEJARA A SU CACHORRA.
Dio solo un paso hacia enfrente.
—Jeon.— La voz de Park lo hizo girar a verlo, apenas un segundo. —Detente allí... no querrás que llame a tu padre por mal comportamiento. ¿verdad?
Ese maldito hijo de puta. Estaba llorando tanto que todo se veía borroso. Quería matarlo. Quería romper cada uno de sus jodidos huesos.
—Eres una...
—Cuidado con tu lenguaje.— Entonces se quedó callado. —Tuviste un problema esta mañana, por eso llamé a tu padre. Vuelve a tener otro y haré otra llamada. Ahora. Fuiste tú el que tomó las cosas de mi escritorio ¿cierto? ¿o cual de tus amigos fue?
—Fui yo.
Park pareció sorprenderse. Wonwoo se mantuvo callado, mirándolo a los ojos aunque los suyos estaban rojos e hinchados.
—¿Solo tú?
—Solo yo.
—Bien.— Park asintió. —Dirígete a tu habitación si gustas. O al templo. Estoy seguro que ya no serás una amenaza. ¿Verdad?
—...Si.
Park sonrió complacido.
...
El capítulo de Wonwoo ha sido el que más me ha dolido hasta ahora. Y eso que nadie se murió jejes. El capítulo es muuuy largo, incluso tuve que hacer una tercera parte que la voy juntar con el capítulo 18.
Uff. Sin o-me-ga para no arruinar el ambiente. <3
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