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Capítulo 12.2

Padres de Minghao a salvo. Información rejuntada y lista para salir hecho. Redes sociales de Jun en su punto alto, casi hecho. Solo dos días más y delatarían a la escuela Pledis. Todo iba perfecto, poco a poco con pasitos de cachorro, en medio de los días más calurosos del año, esperando pacientemente al momento. Se habían reunido constantemente en la habitación del omega real porque la escuela no les permitía respirar. Pero ellos se mantenían, podían hacerlo, si todo iba como pensaron entonces no habría contratiempo... PERO SI LOS HABÍA PORQUE SEUNGKWAN ESTABA EN CELO.

Bien, no era tan malo. Solo que si lo era, sui celo comenzaba a ser horrible, y no solo eso, tomó solo un supresor y tuvo una horrorosa fiebre que le duró casi un día, y estuvo tan pálido que fue imposible de ocultar. No fue solo eso, tenía vómitos, vómitos constantes y un terrible dolor de cabeza y de cuerpo, su existencia casi escupió el supresor, y tuvo tanto miedo de inyectarse uno porque definitivamente se prefería vivo.

Los celos de Seungkwan siempre llegaban de un momento a otro, no era como el de Woozi que se desarrollaba poco a poco o como el de Wonwoo que de pronto se levantaba un día y decía algo como "Mi celo llega en una semana, debería hacer ejercicio" Ni siquiera era como el de Minghao que si bien llegaba de improviso este podía manejarlo y solo se ponía de mal humor. Su celo era casi como el de Jeonghan, con malestares, muchos malestares, aunque claro, Jeonghan no parecía morir por ello, solo se desmayaba.

¿Qué clase de celo tenía que tener como para decir que desmayarse era poco?

Los supresores no servían. Bueno, si servían, para joderlo más.

Así que, tenía dos opciones; ahogarse en supresores o... ¿Qué más iba a hacer? ¿Pedirle un consejo a sus amigos?

—Seungkwannie, estoy dispuesto a ayudarte en lo que necesites.— Dijo Minghao con una mano en el pecho, pareciendo preocupada.

—¡Vete a coger con tu profesor y deja a Seungkwan en paz!— Se quejó Wonwoo tomándolo para apartarlo de él. El solo tacto era una oleada de escalofríos. —¡Seungkwan es el que está en celo! ¡No tú!

—¿el año pasado que fue lo que usaste?— Le preguntó Woozi con calma.

—Supresores. Pero este año no importa cuales o cuantos tome, mi cuerpo parece rechazarlos.

—¿ya te había pasado algo así, Kwannie?— Preguntó Jeonghan viéndose preocupado. Apretó los labios. —Si... Si te ha pasado. Nunca te has llevado bien con los supresores. En primer año, despues lo que pasó para que te quitáramos en segundo... y ahora. Incluso caíste en el hospital gracias a eso. Pero, antes de eso... en casa...

—En casa solía pasarme un poco. Tomaba supresores pero terminaba con dolores de cabeza. Pensé que eran normales hasta que un amigo me dijo que no. Pero para ese entonces ya estaba acostumbrado. JinSeol también la pasa mal.

—¿es algo de familia?— Preguntó Wonwoo.

Negó.

—Mamá se hizo pasar por una beta, ella podía controlar bien sus celos.— Hubo un pesado silencio y Seungkwan supo a lo que querían llegar. —No tengo idea de MinSook.

—¿Minsook parece una mujer con problemas eréctiles?— Preguntó Wonwoo. —¿al menos tiene pene? Sé cómo se ven por dentro, pero no tengo idea de cómo es por fuera. Como sea. ¿Parece que tiene problemas de ese tipo? Es una alfa.

—Ella no es tan perfecta como se hace querer ver.— Jeonghan se encogió en hombros. —Tenía a HyeJin porque es mala con las feromonas. Puede ocultar otros defectos.

—Aunque nadie lo quiere así MinSook es tu madre, Seungkwan.— Habló Minghao con ese tono serio que usaba para darles malas noticias. —Hay cosas suyas que están en ti por consecuencia. Aun si no eres como ella.

Asintió sin animo alguno.

—Lo sé.— Suspiro. —Pero no iré a preguntarle. Lo que sea que anda mal con ella, o conmigo, se quedará así por un tiempo porque no podemos salir de la escuela.

—¿y cómo sobrevivirás tu celo?— Preguntó Woozi cruzado de brazos.

Seungkwan respiró profundo oliendo la preocupación de todos, ese pequeño brote protector que emanaban sin darse cuenta. Estaría bien en otra situación, pero en la suya solo hacían que su piel se erizara y su estómago doliera con pequeña corrientes de energía. Era difícil. Seungkwan no podía usar supresores, por lo que tampoco podría controlar sus feromonas y eso lo hacía un blanco fácil para los profesores y uniformados. Si se quedaba dentro de la escuela lo atraparían, si salía esa mujer loca iría por él.

—¿no tiene como dos novios?— Preguntó Minghao. El rostro de Seungkwan enrojeció en tiempo record. —o podría ayudarlo yo.— Ah, llevó sus dos manos al rostro y se hizo bolita en su asiento. —Voy a cuidarte, Seungkwannie.

—Deja de molestarlo.— Regañó Jeonghan. —Seungkwannie nunca ha pasado su celo con alguien, es normal que no quiera hacerlo ahora.

Oh. Más bolita.

—¿y si tener sexo lo empeora?— Preguntó Woozi con tanta naturalidad que Seungkwan soltó un pequeño grito.

—¿Empeoró para ti?— Preguntó Minghao.

—¿No? pero no soy buena referencia, mi celo también es extraño.

—Seungkwan podría no querer tener sexo y vivir en celibato.— Balbuceó Wonwoo.

Y todos se quedaron callados, Seungkwan no podía verlos, tenía los ojos cubiertos con ambas manos mientras intentaba respirar. Tenía la piel roja, erizada y sensible a cualquier tacto alrededor suyo, no quería apartar sus manos solo para descubrir cuatro miradas curiosas sobre él, con solo el aroma era suficiente como para ponerlo nervioso.

—No soy un cachorro.— Fue lo único que balbuceó.

—¡Si quiere sexo!— Anunció Minghao como si hubiera ganado.

SI NO LO MATABA EL CELO IBAN A MATARLOS SUS AMIGOS. Como sea. Seungkwan no era un cachorro, podría estar apenado y ciertamente nunca había pasado el celo con una persona, no de esa manera, pero el deseo estaba allí, clavado en su cabeza y cada parte de su cuerpo. Tenía un libido, y no era tan bueno suprimiendo ese libido como Wonwoo. Wonwoo tenía sexo porque lo quería, Seungkwan casi estaba necesitándolo.

—Seungkwan, duele.— Dijo Wonwoo tomándolo del brazo, como si quisiera descubrirle el rostro.—Duele mucho, aun si lo metes, pregúntale al jefe, duele.

—Duele un poco. Pero se siente mejor despues.

—Y dolerá despues, puede que haya un poco de sangre.— Habló Jeonghan.

—Solo si no saben coger.— Aclaró Minghao. —Ambos eran inexpertos, no sabían. ¡Pero tienes que usar condón aun así!

—Meh...— Escuchó a Woozi y a Jeonghan al unísono. —Castos, sin probabilidad de otra Kimbap...

—¡Aun así!

Seungkwan quería desaparecer del mundo. Estaban a pocos días de exponer a la escuela Pledis, su celo no tenía mejor manera de aparecer. Le encantaba joder a Seungkwan. En muchos sentidos.



Una parte de Seungkwan se apagó durante la noche. Se levantó de la cama y caminó descalzo hasta la puerta, la abrió en silencio sabiendo que habría uniformados en el fondo del pasillo, podía olerlos, caminó con fríos pasos hasta las escaleras y bajó, o subió. Escalón tras escalón hasta que se le hicieron eternos. Los uniformados, los alumnos, los profesores. Era consiente de todo, podía escabullirse gracias a la oscuridad. Evitaba a los uniformados mientras contenía sus propias feromonas.

Sus pies descalzos eran capaces de percibir todo alrededor, pero su mente no lo registraba, la textura del suelo, el frio, el viento, su propio peso, sus propios escalofríos. No podía pensar, solo seguía a su nariz como un perro buscando algo. No le gustaba. De vez en cuando odiaba el hecho de percibir las feromonas mejor que otros, a veces quería sellar su olfato y no enterarse de nada.

Giró de golpe. El viento estaba en su contra, por lo que podía oler lo que buscaba pero no aquello que estaba causándole incomodidad. Vio vacío. Todo oscuro y solitario. Volvió a girar sin detener sus pasos.

Y cuando llegó la puerta se abrió sin aviso.

—Ven.— Escuchó, los brazos extendidos hacia él como si estuvieran recibiéndolo. Dio un paso enfrente y casi cayó de golpe, pero lo sostuvieron. —No puedes caminar...

—Lo llevaré arriba.

Cerró los ojos encantado por los aromas, como si por fin hubiera encontrado lo que buscaba, cómodo y tranquilo mientras despegaba su mente de su cuerpo. No quería saber más, no necesitaba saber más. Solo estar a gusto, entre esos brazos y ese aroma. Entre la sensación placentera que se alojaba en su pecho.

Todo estuvo bien. Perfecto. Calmado.

Todo estaba tan... jodidamente frio.

—¡Ah!— Gritó abrazando su cuerpo para hacerse bolita ¡¿Cómo demonios había llegado allí?! ¡Estaba en una jodida tina con hielos! ¡Con hielos! —¡No saquen mi hígado!

—Cállate, despertarás a todos.— Se quejó Chan lanzándole agua a la cara. —Jeongkwan duerme abajo, así que guarda silencio.

—¿estás bien?— Preguntó Vernon con una pequeña sonrisa.

Seungkwan miró su cuerpo, su pijama estaba empapada y los hielo se metían entre los pliegues de su ropa ¿Por qué demonios habían hecho eso? ¿Por qué demonios estaba allí en primer lugar? Recordaba haber ido, su mente no funcionaba bien y solo se arrastró hasta el templo, pero no recordaba lo demás, como caminar hasta uno de los baños y lanzarse a la tina.

—¡¿Por qué...?!— Comenzó a tiritar.

—Hiciste esto en tu celo pasado, pensé que ayudaría.— Aclaró Vernon tomando toallas y ropa limpia. —Cuando te cambies te daremos una habitación.

—Le darás una habitación, yo solo soy invitado.— Aclaró Chan. —Seungkwan ¿A dónde pensabas ir? Poco más y te pierdes en el bosque.

—Lo siento.— Murmuró poniéndose de pie, el agua cayó como lluvia a la tina, su ropa y cabello empapados. —No estaba pensando.

—Amor, dale la bata.

¿eh? ¿amor? La cabeza de Seungkwan se inclinó encontrándose con el sonrojo de Chan y la sonrisa enorme y burlona de Vernon. ¿Vernon le acaba de llamar "amor" a Chan? ¿Cómo lo hacían las parejas? ¿Cómo...?

—Él solo lo hace para molestar.— Apuntó Chan completamente rojo, dándole la bata a Seungkwan. —Desvístete, no vamos a ver.

—Me dijo que lo llamara como quisiera.— Se defendió Vernon.

Seungkwan sonrió. Claro, Vernon aun no iba a llamarlo Chan, pero al menos ahora no le decía Dino. Se colocó la bata aun sobre la ropa y comenzó a desabotonar los botones, uno por uno mientras sus pies seguían en el agua. No quería salir, temía que al hacerlo su celo reaccionara e hiciera cosas más vergonzosas aun. Pero Vernon se acercó extendiéndole la mano para ayudarlo a salir. Bien, lo tomó.

Y Vernon casi lo cargó fuera de la bañera, abrazándolo contra su cálido cuerpo para alzarlo. Se sonrojó, pero no dijo nada, había un cierto alivio en dejar que ellos cuidaran de él. No tocó el suelo, tocó una toalla en el piso que protegió sus pies. Y Chan le colocó una toalla en la cabeza comenzando a secar su cabello. Era cómodo. Las manos del alfa y del beta lo hacían sentir cuidado y tranquilo, quitando cualquier dolor o miedo en él.

Cuando Chan alzó la toalla pudo verlo, su rostro calmado diciéndole de alguna manera que todo estaba bien. Colocó sus manos sobre las del alfa y sintió lo cálidas que eran.

—Estás demasiado frio ahora.— Balbuceó Chan tomando sus manos para calentarlas. —En cuanto estés seco irás a la cama.

—Quítale la pijama, mis manos están frías.— Dijo Vernon alejándose un momento.

—Ah, tu puedes hacer esto solo.— Aun así Chan desabotonó los últimos botones y deslizó primero la bata para despues hacer lo mismo con la parte superior del pijama. Sintió su rostro enrojecer, pero no dijo nada. —Le dije que debíamos quitarte la ropa primero, ahora está empapada.

—No quería hacer nada sin su permiso.— Aclaró Vernon regresando. —Amor, prepara el cuarto, que no esté frio.

—Ya no soy un menor.

—Lo haces por Seungkwan, no por ser un menor.— Chan se quejó mientras salía del baño. Y entonces Vernon se acercó para colocarle de nuevo la bata. —¿prefieres que te desvista yo o puedes hacerlo?

Seungkwan parpadeó sin responder. ¿Estaban cuidándolo? ¿Cómo un cachorro?... No, estaban cuidándolo como un omega. Extendió los brazos colocándolos sobre el cuello de Vernon, pero no respondió. Vernon exhaló una pequeña risa y asintió pareciendo entender. Terminó de desvestirlo pasando sus frías manos sobre su piel.

Su corazón latió con fuerza. Su mente se quedó, esa consciente de cada movimiento e idea que le pasaba por encima. Los dedos de Vernon terminaron deslizándose sobre sus pies, deshaciéndose de las prendas mojadas.

—Dame tus manos.— Le pidió y su voz salió suave. Vernon las alzó entre ellos.

—Están mojadas y frías.

Asintió, pero las tomó entre sus manos y las llevó a su boca para soplar aire caliente.

Las manos de un menor siempre estaban frías. Pero Seungkwan se había sentido tan incómodo con sus manos helando que no quiso imaginar cómo se sentiría Vernon.

—¿Por qué nunca me dijiste que no eras tú el que me enviaba las canastas de frutas?— Preguntó sin mirarlo.

—Porque tenía miedo de que decidieras que lo amabas más a él. No quería dejarlos. A ninguno.— Confesó el menor tomando de vuelta sus manos. —Pensaba que si los separaba lo suficiente ustedes se quedarían para mí.

—¿separarnos? Nunca intentaste separarnos...

—Lo hice. Sabía que en cuanto se enamoraran yo quedaría afuera. Era tan fácil verlo que me asuste...

—Sabías que Chan y yo te queríamos.

—Sabía que ustedes podían amarse más de lo que me querían.

Seungkwan negó.

—Estaba tan confundido porque los amaba a ambos... Pudimos ahorrarnos muchos problemas.

—Aun creo que si se hubieran enterado antes yo estaría fuera.— Sonrió Vernon tomando a Seungkwan de las manos para llevarlo a la habitación.

—Y yo también habría estado fuera.— Aclaró Chan extendiendo las sabanas sobre la cama. Era una habitación de huéspedes, no de menores. —Estaba tan obsesionado con el hecho de ser un menor que fui idiota. Ahora solo quiero saber como es que duerme Jun con el celular timbrando todo el tiempo.

Seungkwan dio una pequeña sonrisa sentándose en la cama, la ropa seca que Vernon había conseguido para él ahora estaba sobre uno de los muebles. La miró por largo rato escuchando como Vernon y Chan discutían sobre lo frio de la habitación. Debía comenzar a vestirse para dormir. Pasar la noche en el templo e irse en la mañana.

Ah. Su celo no estaba molestándole ahora.

Miró al alfa y al beta hablar, Vernon llamándole "amor" a propósito a Chan para sacarle uno que otro sonrojo aunque él también parecía avergonzado, y Chan respondiendo a pesar del apodo. Chan no estaba molesto por el apodo, solo un poco avergonzado. Sonrió. Había extrañado tanto verlos juntos que ahora parecía un sueño.

—No reaccionas a mi celo porque tu olfato es horrible.— Dijo Seungkwan de repente llamando la atención de los dos. —Y tú eres un beta. Tampoco reaccionas.

—Cierto.— Vernon asintió. —El mayor mintió cuando dijo que él reaccionaba a tu celo, no lo hizo, porque su olfato es pésimo.

—¿pueden dejar de ofender mi olfato?

Seungkwan sonrió.

—Así que todos estamos cuerdos ahora. Sin el efecto del celo.— Concluyó Seungkwan a lo que los otros dos asintieron. —Es un alivio.

Asintieron quedándose callados, la ropa de seca aun estaba sobre el pequeño mueble. Vernon y Chan estaban esparcidos por el cuarto. Seungkwan debería decirles que salieran para que pudiera vestirse, o ellos deberían de intuirlo porque Seungkwan estaba desnudo solo con la bata de baño. Pero nadie hizo nada. Nadie se movió ni habló.

—Estaremos así toda la noche.— Balbuceó Chan. —Es ridículo, Vernon, vámonos.

¿eh? Seungkwan alzó el rostro de inmediato sin contener la expresión sorprendida. Vernon y Chan lo notaron. Y es que, si ellos dos se iban la habitación estaría helada... y sola. Seungkwan no quería estar solo. Bajó la cabeza cuando lo notó.

—Lamento las molestias.— Murmuró. —Pero... ¿podrían quedarse conmigo esta noche?

Hubo silencio. Las luces se apagaron, pero pudo escuchar, y sentir, como Vernon y Chan se acercaban para sentarse lado a lado sobre el colchón. Manos cálidas y frías a su alrededor, sus aromas tan cerca que casi podía bañarse en ellos. Su corazón se sintió tranquilo, al igual que su cabeza y su cuerpo, el celo manteniéndose varios pasos lejos de lastimarlo. Respiró profundo sin moverse.

Había decidido que dejaría de pensar tanto en la luna, en lo que debía o no debía hacer, para concentrarse en lo que quería y deseaba, para dejarle de pedir una vida perfecta y simplemente comenzar a vivir. Aun se sentía bajo ella todo el tiempo, pero ahora era distinto.

Seungkwan podía sentir, equivocarse, y arrepentirse, podía disfrutar, divertirse y relajarse. Podía vivir asustado o enfrentar sus miedos. Se mano se dirigió al nudo de la bata y lo sostuvo con fuerza.

Sintió las manos cálidas y las frías sobre él, y deshizo el nudo.

¿Estaba molesto? Quizás estaba confundido. Muy confundido, o no ¿decepcionado? No, demasiado serio, quizás estaba... ¿Cuál era la palabra? Apretó los labios observando a su lindo Seungkwannie cubierto con las mantas de la cama, claro, estaba desnudo, pero Chan también, y Vernon había salido de la habitación acomodándose la ropa, y lo miró como si estuviera confundido. Así que... Como que encontrar a Seungkwan desnudo durmiendo con alguien no era la gran revelación.

Dos personas, Boo Seungkwan. Con dos personas.

—¿no son lindos?— Preguntó Jun a su lado. —No te preocupes mucho por cualquier cosa, siempre dejo condones en los bolsillos de Channie. Se enoja mucho pero esta vez sirvieron. Y también hay condones en el cajón.

—¿este no es un lugar sagrado o algo así?— Preguntó Wonwoo.

—No se prohíbe tener sexo en el templo, tranquilo.

Y justo despues del "Tranquilo" Seungkwan abrió los ojos. Wonwoo le sonrió.

—Hola, Kwannie.

—¡¿Wonwoo?!— Seungkwan casi saltó sobre la cama cubriéndose el cuerpo entero. Era gracioso, como en una película donde descubrían a la esposa y el amante. —¡¿Qué haces aquí?!

Le sonrió de la mejor manera y Chan despertó dando un grito casi gutural y saltado de la cama, Jun le sonrió de igual forma y ahora eran dos avergonzados con dos sin vergüenzas.

—Vine a ver a mi cachorra y te encontré aquí, nada más.— Aclaró Wonwoo. —Lo de todos los días, salgo por las mañanas me salto las primeras clases, regreso y me castigan por lo que paso horas con los uniformados. Solo que hoy...

Seungkwan estaba todo sonrojado, incluso sus hombros, y Chan igual, el único que no reaccionó asi era Vernon quien salió antes. Y era gracioso, como que quería aclararle a Seungkwan que no estaba juzgándolo, al final del día era un adulto sin importar cuanto Wonwoo quisiera verlo como un cachorrito. Seungkwan sabía lo que estaba haciendo y nadie podía juzgarlo. Pero era mucho más divertido verlo nervioso y tartamudeando.

—¿usaron condón?— Preguntó Jun con calma.

Seungkwan asintió sin mirar. Ah, era un alivio, al menos ellos si eran más responsable que Wonwoo y los otros dos idiotas. Como que Seungkwan si estaba algo joven como para contraer algo, ya sea una enfermedad o un niño. Sonrió con calma y tomó a Jun sacándolo de la habitación.

—¡Iré por mi cachorra, nos vemos luego!

Y tan pronto salió de la habitación se encontró con Joshua caminando por el pasillo, y no era coincidencia. Jun era como un check point de Mayores. Y de una de las habitaciones salió Vernon, junto con su cachorra caminando de su mano. Wonwoo no esperó más y la tomó en brazos. Melody Salió despues, viéndose molesta e irritada.

—Mayor.— Saludo Vernon con calma.

—¿Cuántas reglas planeas romper Vernon?— Preguntó Joshua con calma.

—Las necesarias para que diga mi nombre.— Sonrió Vernon. —No es Vernon.

—No tienes otro nombre.— Dijo Joshua sacando un pequeño suspiro. —Wonwoo, Tengo entendido que Mingyu viene hoy para llevarse a la cachorra. Así que pasa todo el tiempo posible con ella. Te daré un justificante.

Y dicho eso Joshua se fue.

Ah. Demasiado que pensar.

—¡Papi!

—Hola, cachorra.

—Necesito un consejo.

—¿Cómo alfa o como amigo?

—Como amigo.

Seungcheol sonrió para despues asentir. Estaban dentro de sui habitación, el sol entraba por las ventanas y era la primera vez que veía a Seungcheol en mucho tiempo, al parecer ambos estuvieron ocupados. De cualquier forma, ahora el alfa tenía al mapache entre sus brazos mientras estaba sentado en el colchón, Woozi también estaba allí, a su lado mirando la ventana y sintiendo el cálido viento que entraba por esta.

Faltaba poco para el aniversario de Jun, mañana, pensó, mañana iba a ser un gran y cansado día. Tenían todo listo, incluso los padres de Minghao habían aceptado la extraña petición y ahora se hospedaban dentro de una casa principal de manada, al parecer la manada de los lobos negros era cerrada al mundo exterior, no les gustaba convivir con foráneos pero eran amables. Ellos también se encargarían del parto para el señor Fuheng. Pero Kyungsoo les hablaba poco de la situación.

Respiró profundo sacudiendo su cabeza.

—Tuve una cita con Jeonghan.— Habló mirando el cielo.

—¿sabes? Por lo general las personas no hablan de sus amantes con sus prometidos.— Bromeó Seungcheol. —Y menos si su prometido y su amante son hermanos.

—Jeonghan me regaló el relicario y un peluche.— Ignoró las risas de Cheol. —También me hizo galletas. Siento que debería regalarle algo.

—Jeonghan no te da un regalo esperando otro a cambio.— Seungcheol suspiró. —Pero podrías regalarle algo, si gustas.

—¿Qué podría regalarle?

El alfa se encogió en hombros.

—Peluches no, los tortura haciendo una guerra entre ellos y los pone a competir por su amor. No más legos. No le gusta usar joyería, detesta las cosas que van en el cuello.

—Ropa queda descartada.— Habló sin emoción alguna. —Tampoco zapatos y es demasiado perezoso como para cargar cosas... Por eso no tengo idea.

—No necesita cosas como celulares u objetos electrónicos. No le gusta el arte...

—Le gusta, solo que es malo en ello.— Se burló Woozi y Seungcheol también rió. —Perfumes y lociones quedan descartados.

—¿Por qué? Le gustan.

—Esconderán su aroma.

—Ah... Es raro saber que te gusta mi hermano. Sé que Jeonghan puede gustarle a las personas pero es extraño... No puedo ver a mi hermano como otra cosa que no sea mi hermanito.— Seungcheol sonrió. —A veces siento que es más pequeño de lo que debería, pero no, solo nos separan tres años, los mismos años que nos separan a ti y a mi, pero con él es diferente. Se siente abismalmente grande la diferencia.

Woozi miró a Seungcheol y exhaló una risa. Quizás era así, Woozi no podría saberlo porque no tenía hermanos. Sus padres tampoco, o bueno, su padre Jimin quizás tenía uno, no lo recordaba con exactitud pero tenía reminiscencias de haber escuchado algo al respecto. Aun así no podía imaginar una relación de hermanos. Quizás le hubiera gustado tener uno. O no. Sabiendo en las condiciones que fue hecho...

—Aun si nos casamos él te tendría a ti.— Murmuró Woozi con una pequeña sonrisa. —Yo no podría estar con él en un sentido romántico, pero aun te tendría.

—Y si no nos casamos te tendría a ti. Y a mi. Ah... Es una mierda pensarlo pero eres la única persona con la que me gustaría que se casara mi hermano.— El alfa suspiró con fuerza. —Sé que es su vida y tiene derecho a casarse con quien quiera, pero no puedo evitar pensar que cualquier persona lo alejaría de mí. No quiero tenerlo amarrado o prohibirle salir, es solo que... tengo miedo de no volverlo a ver.

—¿Por qué piensas que no lo volverías a ver?

—Jisoo.— Oh. —Jeonghan planeaba escapar con Jisoo y nunca volver, planeaba dejar atrás todo, a su familia, a su amigo... la vida que llevaba. Si Jeonghan hubiera llegado a irse yo no habría sabido nunca más de él. Y la idea me asustó. Amo a mi hermano, quiero verlo crecer y quiero ver la familia que llegue a formar, aun si no tiene hijos me gustaría verlo feliz. Quiero cuidarlo.

—Por eso quieres traerlo con nosotros.— Seungcheol asintió. —También tengo miedo de no volverlo a ver, pero a veces pienso que es lo mejor. Si nos casamos y dejo de verlo él conseguirá a alguien más... y hará su vida. Es bueno ¿verdad? Pensar así... dejar que se enamore de otras personas...

—Si, muy noble. Solo que no lo quieres en realidad.

Ah. Bien, no engañaba a nadie. Quería que Jeonghan se quedara con él y lo amara, y quería amarlo de igual forma. Quería ser la única persona que Jeonghan pudiera amar de esa manera, y nunca dejar ir ese sentimiento. Quizás era celoso y posesivo ¿estaba mal? No pensaba que Jeonghan fuera suyo, pensaba que quería ser su único amor...

Suspiró dejando caer su cabeza hacia adelante.

—Que estrés estar enamorado.

—Estoy de acuerdo.

—¿estás enamorado?— Woozi lo miró de golpe con curiosidad, y Seungcheol solo se rió.

—Algo así.

—¿de quien? Puedes decirme, somos amigos.

Seungcheol respiró profundo mirando al suelo, y despues al techo.

—Quizás amor no sea la palabra correcta, pero es lo más cercano.— Cheol abrazó al mapache mirando a la ventana. —Es solo que me gusta demasiado. Es... Es extraño, es amable, aun cuando se enoja y reclama es amable, se esfuerza a pesar de que dice que no puede hacer mucho y se preocupa por los demás...— Exhaló una risa apartando de nuevo la mirada. —No soy nada especial, la gente también tiene este tipo de sentimientos hacia esa persona. Solo soy uno de los tantos que cayó.

—Dime nombre.

—Es interesante y es una persona muy atractiva.

—¿Quién es? ¿sé de su existencia? Dime nombre.

—Hemos estado hablando por un tiempo, mucho tiempo, y siempre me trata bien. Aunque me trata como todos los demás...

—Dime nombre.

—A veces pienso que también le gusto...

—Dime nombre.

—...Porque sonríe más.

—Dime nombre.

—Jihoon. No te diré su nombre.— Sonrió Seungcheol. —Por qué no tiene caso. Aun si cancelas el matrimonio no pasara. —Ah. Eso sonaba triste. —Yo no tengo libertad de casarme con quien quiera, a diferencia de Jeonghan yo soy el representante de la familia Choi. No puedo decidir.

Oh. Woozi miró a Cheol y la mueca triste en él. Se dejó caer a su costado, su cabeza reposando en su hombro en un intento de consuelo.

—Mientras no estemos casados puedes serme infiel.— Murmuró. —Cuando rompa el compromiso o nos casemos tendrás que dejarle, pero por ahora...

Seungcheol se rió.

—Regálale a Jeonghan flores. Va a amarlas.

—¡Cierto!

La alarma del celular sonó cinco minutos antes de la hora, extendió la mano y lo tomó con pereza. Hoshi rodó sobre él, aun dormido colocándose sobre su espalda y aplastándolo con su peso. No era pesado, pero aun así ponía un poco restringido a Minghao. Suspiró con cansancio y dejó caer su cabeza sobre la almohada. Bien, todo se tornaba extraño.

Seungkwan aliviando su celo con Chan y Vernon, sus padres en la manada de los lobos negros, Woozi citándolos cada maldita noche en la habitación del omega, Wonwoo peleándose con los uniformados en cada oportunidad. Y Jeonghan...

"Tengo fecha para mi boda."

"Lo sé."

"¿seguro que no quieres ser testigo?"

"No quiero ser testigo."

Jeonghan había estado molesto con él, o triste, porque el chico parecía casi desesperado por conseguir un testigo, la fecha se acercaba y aun no estaba del todo preparado. Minghao no iba a ayudarlo con eso, se negaba rotundamente a sellar la infelicidad de Jeonghan, aunque quisiera quitarle ese peso de encima. Se sentía culpable cada vez que se encontraban, culpable y preocupado. Pero no le quedaba de otra.

—¿estás despierto?— Preguntó Hoshi en su oído como si aun durmiera.

—No.

—Bueno.

Y Hoshi volvió a dormir. Sonrió dejando un pequeño beso sobre su brazo, y despues miró el reloj. Era casi la hora. Tenía todo listo.

Respiró profundo y sonrió. Había esperado tanto para regresarle al menos un golpe a la escuela Pledis, por más pequeño que fuera, y estaba listo para lo que vendría despues. Estaba confiado, y aun si algo pasaba lo solucionarían juntos. Respiró con calma sabiendo que todo estaba en orden. Solo debía ser paciente.

"Wen JunHui"

Tan pronto como saliera el sol, a la misma hora del accidente.

Minghao sonrió. Meterse con Wen Junhui, con su Wen Junhui, no había sido buena idea, nunca lo fue, aun cuando las personas que lo atacaban eran más grandes y fuertes que Minghao, aun así lo había defendido.

Era gracioso que atacar a la escuela Pledis sería tan simple como picar un botón.

Otra alarma sonó.

Bien. Estaba hecho.


...

Si lo de Seungkwan no pasaba en este capítulo no iba a pasar nunca. Ya, me tenían harta esos tres, que si se quieren, que si se apartan, que si solo se quieren dos, yaaaa, son bien dramáticos.

Pero bueno. En el siguiente comenzamos con los nombres.

 Capítulo 13. El omega (in)correcto

¿pueden adivinar quien es?

A como vamos esta historia se termina en el capítulo 20. Estoy emocionada, ya vienen las cosas que estuve planeando desde hace bastante <3

No hay O-Me-Ga porque me da flojera.

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