Capítulo 10.2 (Omega)
Los alumnos de tercer año los odiaban. No poquito, tampoco eran indiferente, es que REALMENTE los odiaban, cada que pasaban entre ellos los miraban con desagrado o comenzaban a murmurar, por suerte todos estaban acostumbrados, Jeonghan solía ignorarlos al igual que Minghao y Wonwoo y Seungkwan solo era amable con ellos sin importar la situación, en cuanto Woozi este se limitaba a verlos por segundos y despues apartar sus ojos. No eran un problema grabe, de hecho, era el menor de todos los problemas en la escuela Pledis, pero ese día estaba siendo casi especial.
Ahora los odiaban mucho más porque todos habían reprobado los exámenes menos Woozi y Wonwoo, y la única asignatura que pudieron pasar la mayoría fue la de Hoshi... asignatura que no pasó Minghao, ni Seungkwan, porque Seungkwan reprobó todo como si fuera una competencia. Dejó la mitad del examen sin responder y la otra mitad errada. Literalmente un cero de calificación.
Ahora ¿Por qué los odiaban tanto si no había sido su culpa? Park. Park había dejado en claro que todos estaban por debajo de Wonwoo y Woozi, se había encargado de comparar los exámenes hasta el cansancio y de pisotear los esfuerzos de los demás. También habló de los puntos extras de Seungkwan y Minghao por al menos tener la intención de estudiar y haber pasado horas estudiando en la oficina de Hoshi o en el templo. También habló de Cha, diciendo que él tendría otra oportunidad de presentar el examen porque al menos entregó todos los proyectos de forma correcta.
Park se había esforzado tanto en hacerlos quedar mal en esa última clase que cuando llegó el atardecer nadie quería verlos. Pero al menos Wonwoo se dio cuenta de algo; Woozi no había planeado esto, y era un contratiempo y un imprevisto que parecía afectarle.
Woozi había estado callado todo ese tiempo dentro de las aulas de Hyejin, mientras que Minghao y Seungkwan discutían que era mejor haber reprobado sin entender o haberlo intentado y aun reprobar y mientras que Jeonghan hablaba con Cha sobre dar o no órdenes. Ah, como que Cha no tenía a donde ir porque todos lo odiaban, y porque Park custodiaba el séptimo piso como si estuviera esperando a que fuera a su habitación.
Wonwoo miró por la ventana el cielo anaranjado.
Habían estado comportándose como si no fueran las niñeras de Woozi, y como si Woozi no tramara algo, y como si Cha le agradara a Woozi porque era jodidamente divertido molestarlo.
—La muñeca...— Cha señaló a Byul entre los brazos de Woozi. —Era de la señorita HyeJin.
—Sí, nosotros se la dimos y como se quedó huérfana regresó a nosotros.— Aclaró Wonwoo mirándola entre los brazos de Woozi, quien no la había soltado en casi todo el día. —Por lo general la dejamos en alguna de las habitaciones, los uniformados quitan todo lo que ven y no sean libros.
—Jihoon, préstame la muñeca.— Cha extendió los brazos y Woozi lo miró con fastidio.
—No.
—Me parece extraño que la lleves contigo sin soltarla, y tengo curiosidad de ese sutil aroma que sale de ella.
—¿aroma?— Seungkwan olfateó cerca de la muñeca y despues se alejó cubriéndose la nariz. —Woozi déjame olerla...
Woozi miró a Seungkwan con calma pero no se movió, ahora tenía la mirada de cinco curiosos sobre él, esperando a que extendiera la muñeca hasta Seungkwan o intentara salir corriendo. En el segundo caso Wonwoo estaba listo para taclear al jefe, incluso practicó como hacerlo en la aburrida clase de Park. Estaba listo. Ah, esperaba que Woozi intentara huir, quería derribarlo y lanzar una frase genial.
Woozi exhaló una pequeña risa desviando la mirada.
—Por eso no tienes amigos.— Woozi le dijo a Cha y hasta Wonwoo se sintió mal por el chico. Le extendió la muñeca a Seungkwan, pero este no la tomó de inmediato. —El aroma de HyeJin sigue allí.
Wonwoo se cubrió la nariz de golpe, las feromonas de Woozi habían rodeado el lugar en cuestión de segundos, todo olía a prado, no a fresas a prado que combinaba con el aroma del bosque afuera, y era tan profundo y penetrante que aunque no fuera agresivo le provocaba cierto rechazo en la nariz, como si le estuviera diciendo que era mejor alejarse. No una amenaza, sino una advertencia de peligro, algo que Wonwoo haría para llamar a su cachorra si tenía que huir de algún peligro.
Miraron a Woozi con sorpresa y... Jeonghan le dio un golpe en la cabeza con la mano, no muy fuerte, pero logró confundir a Woozi quien se quedó con la cabeza abajo procesando lo ocurrido. Una risa gutural surgió del pecho de Wonwoo.
Casi pudo escuchar el "bong" del golpe.
—Grosero.— Dijo Jeonghan tomando a Byul. —Pudiste lastimar el olfato de Kwannie y los sentimientos de Kyungsoo, si tienes algún plan malévolo hazlo sin dañar a tus amigos.
—Kyungsoo no es mi amigo.— Respondió Woozi como un reclamo, casi como un niño. —él no tiene amigos.— Concluyó como si quisiera picar alguna herida.
—Tú tampoco tenías.— Defendió Jeonghan. —Ni yo— Jaja. — ni Wonwoo.— Oh. —Pero ahora los tenemos así que deja de comportarte así de idiota.
—Jeonghan tiene razón.— Suspiró Minghao. —Estamos comportándonos como unos idiotas ocultándonos todo. Sin importar la razón... queremos protegernos pero solo estamos haciendo un lio.
—Si, si.— Asintió Wonwoo, y Cha quien parecía no saber que hacer allí.
—Pero no podemos prometernos menos secretos porque no lo prometerás.— Le dijo Seungkwan a Woozi.
—Prometo que no habrá más secretos de mi parte... mañana.— Dijo Woozi tomando la muñeca de regreso. —Cuando Kyungsoo se aleje de una vez.
—No te agrado.— Dijo Cha como se acabase de descubrirlo. —O solo estás molesto porque ocultas algo en esa muñeca.
—No me agradas.
—Si, no le agradas.— Asintió Wonwoo. —Lo cual me preocupa porque son tan parecidos que podría significar que se odia a si mismo.
—No somos parecidos.— Se quejó Woozi.
—Son un poco parecidos.— Minghao se encogió en hombros. —Físicamente no, su "hermosa" actitud y "carismática" forma de ser.
—Y su pésimo gusto por...¡ah!— Jeonghan lo golpeó con un libro antes de que pudiera terminar la frase. Woozi y Cha tan solo lo ignoraron.
Alguien tocó la puerta del pequeño lugar. No era un alumno, los alumnos podían entrar y salir a su gusto en las habitaciones de HyeJin, y no era un uniformado porque estos tenían prohibido si quiera acercarse al lugar. Entonces ¿algún maestro? Uno de los alumnos de segundo que estaba estudiando cerca de la puerta la abrió con curiosidad y la amable fragancia de Seokmin fue lo que entró primero, despues su cabeza curiosa se asomó.
—Seungkwan, tienes una visita.— Dijo Seokmin mirando a Seungkwan.
—Bien, ya es hora.— Dijo Woozi señalando el cielo nocturno. —Es de noche.
¿de vuelta al jodido juego? Que aburrido.
Su habitación se sintió fría en ese momento mientras esperaba su visita, no quería ver a nadie, quería quedarse con Woozi y saber que demonios tramaba, sería capaz de amarrarlo a una silla con tal de protegerlo de lo que sea que hiciera, era capaz de encerrarlo y esconderlo del mundo si eso era necesario. Porque Woozi cuidaba de ellos aun cuando los atacaba ¿cierto? Aunque esparció su aroma a prado tuvo cuidado de que no fuera agresivo, en otra persona hubiera sido insoportable.
Ahora que Jihoon controlaba mejor sus feromonas sabía como usarlas contra Seungkwan ¿entonces también las usaría contra otros? Las feromonas eran la mejor manera de advertir a alguien sin palabra, una comunicación no verbal que podía darle pequeñas ventajas a alguien que no era tan fuerte o grande. Como un truco bajo la manga, porque era más una habilidad que un acto de fuerza o una cualidad al nacer.
HyeJin era buena con las feromonas. Y por eso MinSook la quería, porque MinSook no podía controlar las suyas y parecía débil ante las demás. MinSook parecía frágil a las feromonas, por eso Woozi tenía algo de ventaja frente a ella, por eso ella quedaba como un libro abierto ante la furia o el enojo. Por eso HyeJin era capaz de hacerla entrar en razón. MinSook había querido a HyeJin como una nariz o un inhibidor de aromas.
El aroma a agua lo llamó y lo hizo girar de golpe. Su corazón se detuvo un poco cuando lo vio, el rostro sorprendido aun sosteniendo la puerta para entrar, ninguno se movió de allí.
—Debí tocar...— Murmuró el alfa antes de intentar salir.
—No...— Se apresuró a hablar teniendo un incómodo tartamudeo, dio un paso hacia él. —Ya... ya estás adentro.
El alfa soltó una pequeña risa nerviosa y entró de nuevo cerrando la puerta detrás suyo. Se quedaron en silencio, Seungkwan con las manos sobre su estómago y el alfa con la mirada en algún punto muerto, ninguno sin saber que decir. No se habían visto desde aquel día en el templo, desde que Vernon les dijo que podían dejar de ir habían acatado la orden y ninguno se había reunido. Y ahora que el alfa se encontraba frente a Seungkwan todo era confuso.
Chan. Repitió en su mente. Chan. Chan. Chan. No Dino, Chan. Lee Chan.
—Quería venir antes.— Habló Dino. CHAN. Habló Chan. —Pero no estaba seguro...
Seungkwan asintió lamiéndose los labios. ¿Qué tenía que decirle? ¿pedirle perdón? Sería bueno comenzar desde allí. Dio dos pasitos acercándose a Chan con la cabeza abajo y pasó saliva para despues tomar aire. Se inclinó un poco.
—Lo siento...— Murmuró. —Lamento todo lo que dije y lo que hice... No quería lastimarte de ninguna forma pero termine haciéndolo.
—Seungkwan, está bien.
—No está bien.— Negó. —Fui un idiota.
—Un poco, pero está bien, eso no es nuevo.
Seungkwan respiró profundo mirando con molestia a Chan, este sonrió con burla achicando los ojos. En serio quería pegarle, Seungkwan estaba tomándose el tiempo para aceptar su error y el tonto de Chan iba y se burlaba de él. ¡En serio no lo aguantaba de vez en cuando! Pues bien, tendría su disculpa en diez años más. Apretó los labios y le lanzó la almohada más cercana. Su molesta risa hizo que lanzara otra.
—¡Estoy siendo serio!— Le gritó tomando cualquier cosa y lanzándola igual. —¡Eres un idiota también!
—¡Ah! ¡No acepto tu disculpa si haces eso! Yo me disculpaba con una canasta de frutas y no lanzándote almohadas.— Chan le lanzó la almohada de regreso.
¿una canasta de frutas? ¿de que hablaba? Parpadeó intentando recordar. Las únicas canastas de frutas que recibió habían sido de Vernon en primer año ¿cierto? Solo que Vernon nunca lo mencionó aun cuando Seungkwan había intentado hablar de ello... Aunque si lo pensaba mejor...
Las canastas eran de Chan, no de Vernon. Chan se había disculpado dos veces y Seungkwan jamás lo tomó en cuenta porque pensó que había sido Vernon. Miró a Chan mientras este aun se burlaba de él. Recordó las notas que había dejado junto las rosas cuando amenazaron a Hyejin e hizo la conexión. La misma caligrafía.
Dio dos largos pasos hasta llegar hasta él y lo besó sosteniéndole de las manos, sin explicación o alguna palabra de por medio, tan solo se inclinó hacia él chocando sus labios juntos como lo haría un cachorro. Cuando se apartó apretó los labios y parpadeó un par de veces.
—Lo lamento. Chan.
Los ojos de Chan se abrieron con sorpresa como si no lo hubiera esperado, sus ojos alternando entre la nada y Seungkwan, su aroma a rio casi desbordándose de él, dándole una cálida bienvenida a Seungkwan quien lo aceptó respondiendo con sus propias feromonas. Chan lo tomó de las mejillas y lo besó de regreso, lento y suave, tanto que se sintió mareado por un segundo. Su corazón latía con fuerza en su pecho hasta escucharlo.
—Me gustas.— Dijo Chan de golpe. —Me gustas de forma romántica pero no eres el único.
—Vernon.— Aclaró intentando que el nerviosismo de Chan no se le contagiara. —También me gustas.
—Le gustas a Vernon y me gustas a mi, y a ti te gusta Vernon así que pensé que era mejor si solo me apartaba...
—Si, me gusta Vernon pero también me gustas tú, y yo pensé que a ti solo te gustaba Vernon porque siempre tenías este aroma a... a... a algo cada vez que estaba cerca, lo querías y yo no debía interponerme pero aun así lo hice porque los quería a ambos y porque son uno de los dos únicos lugares donde me sentía seguro y en paz. Y cuando dejaste de ser un menor tenía miedo de tener que enfrentarme al hecho de que tu podrías no quererme igual e irte.
—¡No quiero apartarme de ustedes! Tenía miedo de que ustedes se fueran cuando dejara de ser un menor, lo pensé mucho tiempo.— Chan tomó aire. —No quería volver a ser un menor, pero no quería que me dejaran. Tenía miedo, y aun lo tengo.
Seungkwan bajó la cabeza con las mejillas rojas. Habían hecho pasar por tanto a Chan, ignorando sus sentimientos y solo concentrándose en los propios. Seungkwan no tenía una excusa y tampoco lo quería, solo estaba pensando en lo mal que estaban actuando los tres. Era absurdo. Chan ya no era un menor, pero no quería apartarse de ellos, sin embargo Vernon si lo era.
—Y Vernon tenía miedo de que nosotros dos lo dejáramos aparte...— Murmuró queriendo llorar por alguna razón. —Si no eres un menor y me quieres... y yo te quiero...
—Nada nos impide estar juntos.— Asintió Chan. —Pero él aun es un menor. Pensó que nosotros nos alejaríamos de él.
Se miraron a los ojos preocupados. Claro, por eso Vernon no le había dicho a Seungkwan que Chan ya no era un menor, por eso quería que regresara a serlo y habían hablado sobre ser cobardes y no admitirlo. Vernon se mantenía en el templo pensando que ellos solo se apartarían de él, que lo dejarían atrás y solo alargó el tiempo de espera, pensando que era inevitable. Intentó deshacer la decisión de Chan y no lo logró.
"Entonces ya no tienen que volver al templo"
Las palabras de Vernon habían sido una despedida, o algo así, dejándolos solos.
—¿Entonces qué hacemos?— Preguntó Seungkwan. —No podemos pedirle que deje de ser un menor solo por nosotros.
Chan apretó los labios.
—Y aun si él quisiera dejar el puesto el Mayor no lo dejaría. Vernon siempre ha sido su sucesor, aunque quisiera ocultarlo...
—Tenemos que hablar con él.
—¿y qué le vamos a decir? ¿"Nos gustamos seamos una pareja que no es pareja porque seriamos tres"? O lo acortamos diciendo "triada" suena absurdo. Esto es... La luna es...— Chan sacudió la cabeza. —No, no importa, yo no sé qué quiere ni que busca la luna pero sé lo que yo quiero y... ¿Qué más había dicho Jun? Me lo dijo antes de venir...
Hizo un pequeño puchero abrazando a Chan y recargando su mejilla contra su hombro. ¿Qué eran lo que querían exactamente? ¿estar juntos? Se gustaban, si, ¿y luego que había que hacer? ¿fingir que era normal? Se suponía que solo había un destinado para cada persona, alguien que se complementara. Pero aun si fuera solo Chan o Vernon ¿Qué pasaba despues de que se dieran cuenta que se gustaban? ¿ser una pareja? ¿casarse y estar juntos de pro vida? ¿tener cachorros?
La vida que imaginó Seungkwan no era nada parecido a lo que estaba yendo su vida ahora. Quería un esposo, dos hijos, un perro, una casa, fines de semana en familia, un auto... antes quería eso, ahora solo quería hacerle saber a Vernon que lo amaba tanto como a Chan y Chan lo amaba igual, tanto que no lo dejarían fuera. Era absurdo. ¿Cómo podrían vivir así? Era algún castigo de la luna y...no, Seungkwan se había prometido hacía mucho tiempo que dejaría de culpar a la Luna y se haría responsable de sus actos.
Respiró profundo cerrando los ojos y dejando que el aroma de Chan lo reconfortara.
—Tenemos suerte.— Murmuró ocultando su rostro en el cuello de Chan. —Si no me quisieras... o no quisieras a Vernon sería más complicado. Vernon nos quiere a ambos, su aroma siempre me dejó claro que te quería, por eso estaba confundido.
—Si, Vernon también deja muy en claro lo que quiere, sin necesidad de su aroma— Chan casi se rió. —Que situación tan extraña. Debí suponer que contigo nada sería normal.
Seungkwan le dio un pequeño golpe en las costillas pero aun así sonrió.
—Debemos hablar los tres juntos. Sin rodeos. Tenemos que aclararlo...
—¿Sabes cuánto valor me tomó venir?— Chan lo apartó para mirarlo. —Vernon me llamó la vez pasada y solo por eso fui, tengo miedo de que decidan que es demasiado complicado y lo dejen, si Jihoon no me hubiera llamado quizás no hubiera venido y...
—¿Qué dijiste?— Seungkwan lo interrumpió inclinando un poco su cabeza. —¿Quién te llamó?
—Jihoon... me llamó esta tarde diciendo que querías verme, por eso vine tan rápido como pude... pensé que no te habías animado a llamar así que no lo pensé mucho para venir.
Ese maldito omega tramposo... Le dio un beso rápido a Chan y se apartó caminando hacia la puerta.
—¡Tenemos que hablar con Vernon!— Dijo sin detenerse. —Pero antes tengo que evitar que un tonto omega se ponga en riesgo a si mismo.
—¡¿eh?! ¿Entonces solo regreso y ya?
Se detuvo en seco y apretó los labios. Woozi sabía lo que hacía cuando le pidió a Chan que fuera... ¿pero que quería exactamente? ¿Apartarlo? ¿Distraerlo? ¿el aroma? ¿Qué demonios quería Woozi?
A la mierda, lo pensaría en el camino. Miró a Chan una última vez y tomó un largo respiro antes de regresar y tomar su mano. Lo jaló casi obligándolo a caminar con él entre los pasillos. Tenía que ir con los chicos y enfrentar de nuevo a Woozi, tenía que...
—Seungkwan.— La voz de Vernon los hizo girar. La amable sonrisa del menor le causó escalofríos. —Jihoon me pidió ayuda para alejarte del templo.
—¿alejarme del templo?— Miró el largo pasillo y jadeó. Entonces tenía que ir al templo. Iba a comenzar a correr.
—Y le dije que lo ayudaría.— Habló Vernon señalando el lado contrario del pasillo. —Vamos. Los dos, Seungkwan y...
—Solo dime como quieras.— Dijo Chan resignado.
—Vamos, de cualquier manera dudo que puedas llegar a tiempo, Seungkwan.— Vernon continuó señalando el final del pasillo. —Tenemos diez minutos según Woozi.
—¿diez minutos para qué?
—No me lo dijo.
Seungkwan observó el final del pasillo y apretó los labios. Si Woozi no quería que se acercara al templo entonces él tendría que ir hasta allá... Pero ¿Qué planeaba exactamente? Vernon no lo dejaría ir tan fácil como aparentaba, y aun si lo hacía Seungkwan tendría solo unos minutos para apresurarse. Si tuviera a Jeonghan con él sería mucho más fácil ¿Qué haría con los otros tres? ¿les pondría trampas iguales?
Los había separado por una razón. Bien. Seungkwan tenía que confiar en los otros tres. Cerró los ojos respirando profundo. Su aroma cítrico corrió por el lugar, como si estuviera llamando a un alfa, pero en realidad le advertía a los chicos. Le advertía a Woozi.
Su mejor apuesta por ahora era caer en la trampa de Woozi. Regresó la mirada y apuntó a su habitación Vernon dio un pequeño asentimiento entrando y despues soltó a Chan para que también lo hiciera. Dio un largo suspiro y asintió.
Si no podían detener a Woozi... Sacudió la cabeza.
Podían hacerlo. Caminó hasta el cuarto con eso en mente.
No separarse de Woozi, era lo único que tenían que hacer, no separarse de Woozi. Bien, Minghao sostenía con fuerza el brazo de Woozi mientras caminaban por los pasillos, todo parecía en completa calma mientras que Wonwoo seguía discutiendo con Jeonghan acerca de si Kyungsoo era un gemelo maligno de Woozi o no, y Woozi parecía molesto con todo, aun sosteniendo a Byul mientras que bufaba cada vez que mencionaban el parecido.
A Minghao tampoco le agradaba Kyungsoo, pero el chico parecía necesitar estar a su lado, incluso cuando lo dejaron en el aula de HyeJin Wonwoo se los encargó a los de segundo año quienes aseguraron que lo cuidarían. Y Kyungsoo solo estuvo de acuerdo porque no quería pasar más tiempo con el constante rechazo de Woozi y su mala actitud.
—Haz algo amenazante para que pueda noquearte.— Le dijo a Woozi y este medio saltó impresionado. —Si estas dormido no podrás hacer nada.
—¿quieres saber lo que haré?— Preguntó Woozi observando como Wonwoo y Jeonghan se adelantaban. —Llamé a Dino y a Vernon para que alejaran a Seungkwan.— Aclaró Woozi. —También busque a Seokhwa para averiguar como hacer aquello que aleja a los alfas. Solo Seungkwan sabía como hacerlo y yo lo necesitaba.
—¿Por qué me cuentas todo esto?— Minghao se detuvo en medio del pasillo mirando a Woozi, este apenas parpadeó. —¿es parte de tu jodido plan?
—Si.— Asintió Woozi. —¿o no? La verdad es que mi plan cambió cuando Wonwoo descubrió que lo haría esta noche. Me tomó por sorpresa. Las otras semanas estaba demasiado enfermo como para hacer algo por mi cuenta y eso también afecto. Así que hoy es el día, o la noche.
—Estás muy confiado de que todo te saldrá bien que estas fanfarroneando.— Minghao suspiró con fuerza. —Quiero golpearte.
—Y necesito que lo hagas para que me sueltes.— Woozi le sonrió alzando a Byul. —Ah, y Kyungsoo también me jodió cuando mencionó a Byul. Sé que Wonwoo está planeando detenerme si huyo. Y tú no vas a soltarme.
—¿entonces que demonios tramas?
—Amenazarte.
La sangre de Minghao estaba a punto de hervir. Detestaba estar en el bando contrario a Woozi, pero al menos tendría una excusa para golpearlo. Sacudió la cabeza intentando concentrarse.
—¿crees que voy a tenerte miedo?
—Tú no.
Woozi volvió a sonreírle y extendió sus manos con prisa dirigiéndolo a sus mejillas, fue en un segundo, pero Woozi lo inclinó dejándole un beso en la frente y despues hizo un extraño ademan que no pudo reconocer. ¿Qué demonios estaba tratando de hacer? No lo entendió, no lo entendió por varios segundos hasta que sintió el aroma acercarse con prisa hasta llegar allí, y despues un fuerte golpe en su costado haciéndolo soltar a Woozi y cayendo al suelo al igual que el otro. Fue en un segundo, y fue rápido.
—¡Minghao! ¡¿estás bien?!— Preguntó Hoshi casi encima suyo tomándolo de las mejillas ¿Qué carajos pasó? —¡¿Por qué ese aroma...?!
—¡Se escapa el jefe!— Gritó Wonwoo señalando y comenzando a correr,
Jeonghan se inclinó para ayudarlo a levantarse y Minghao manoteó.
—¡No te quedes conmigo, ve tras él!— Le gritó a Jeonghan mientras intentaba levantarse, pero Hoshi estaba casi encima suyo. —¡¿Qué mierda hacías?!
—¡El aroma era...! ¡Yo pensé que estabas en peligro!— Hoshi se levantó señalándose la nariz. — Fue mi nariz, te lo prometo, de pronto sentí que había algo mal y tuve que buscarte, pensé que te habían lastimado y tu aroma era agresivo y... solo quería cuidarte.
¡Ese idiota estaba provocándolo! Se puso de pie y se detuvo mirando a Jeonghan correr. Lo llamó y casi cojeó hasta él para murmurarle un par de cosas. Bien, estaban un poco desconcentrados y sobreexcitados con todo, tenían que calmarse y pensar con claridad lo que les había dicho Seungkwan. Tenían que pensar bien. Wonwoo estaba cumpliendo su trabajo y Minghao tenía un jodido pie lastimado por el estúpido alfa que le aterrizó encima.
—Haz lo que acordamos.— Le ordenó a Jeonghan. —Solo haz eso ¿está bien?
Jeonghan asintió.
—Descansa ahora. Wonwoo y yo nos encargaremos.
Claro, encargarse de perseguirlo como niños. Miró a Hoshi y suspiró con fuerza tomándolo de la mano. No iba a descansar, iba a obligar al tonto alfa a que lo llevara al templo para llegar antes que Woozi. El aroma cítrico llegó a él desde alguna parte y supo que Seungkwan estaba llamándolos. Miró hacia arriba y suspiró con fuerza mirando a Hoshi. No. No podían detenerse, tenían que ir al templo.
—¡Estaba asustado! ¡pensé que te estaban lastimando!— Se quejó Hoshi cuando Minghao le reclamó.
—¡Puedo defenderme solo! ¡No tenías que taclearme como un animal!— Le gritó caminando por el pasillo observando a los otros alumnos que miraban con curiosidad y algo preocupados. Minghao tan solo les sonreía para que supieran que estaba bien. —La próxima vez voy a golpearte antes de que llegues. Woozi se escapó y es...
—¿Por qué Woozi tendría que escaparse?— Preguntó Hoshi realmente confundido.
Minghao no pudo responder, el ruido y el ajetreó comenzando a venir desde abajo, subiendo poco a poco desde el primer piso. Se inclinó con curiosidad hacia uno de los balcones y sus ojos se abrieron con sorpresa. Demasiada sorpresa ¿Qué demonios estaba haciendo la policía allí? Se estacionaban alrededor, en el césped, donde fuera que hubiera lugar pero tenían las sirenas encendidas e iluminando todo a su alrededor, y los gritos de los alumnos comenzaban a escucharse.
Miró el pasillo y lo entendió; los uniformados estaban encerrando a todos en diferentes salones, no les importaba jalonear a los chicos, tampoco golpearlos un poco para que avanzaran, ellos parecían querer ocultarlos bajo las piedras o algo parecido. ¿Por qué demonios? Cuando uno de los uniformados llegó hasta ellos estuvo a punto de hacer lo mismo hasta que Hoshi alzó la mano y mostró su identificación.
—¡Soy un profesor!— Se apresuró a decir. —¡Explícame que está pasando!
—Las órdenes son llevar los alumnos a sus habitaciones, y si no es posible llevarlos al salón más cercano.
Wow, era la primera vez que Minghao escuchaba a un uniformado hablar. Hoshi negó mientras suspiraba e hizo una señal de que se fuera. Caminó hasta una de las aulas sosteniendo a Minghao y abrió la puerta de golpe. Habían cuatro alumnos allí, tres de primer año y uno de segundo que miraban confundidos, su ropa estaba desalineada y uno parecía estar llorando y era consolado por otros. ¿Qué había pasado?
—¿te lastimó?— Le preguntó Minghao zafándose de Hoshi. El chico lloroso asintió apretando los labios. Minghao lo abrazó un segundo consolándolo. —¿son amigos?— Les preguntó a los otros, ellos negaron. —Ahora lo son, díganme sus habitaciones, los llevaré a la más cercana.
—¿Qué está pasando?— Preguntó uno de los alumnos. —Los guardias empezaron a empujarnos y a decirnos que nos fuéramos a nuestras habitaciones, pero despues se escucharon las sirenas y se pusieron más agresivos.
—¿Empezaron antes de que se escucharan las sirenas?— Preguntó Hoshi llevándolos fuera del aula. Habían alumnos caminando rápido. —¡Chicos, vengan aquí!— Los llamó Hoshi y todos comenzaron a acercarse. —Iremos a uno de los salones cerca de mi oficina, pero necesito que corran la voz a cualquier alumno que pase cerca, no se separen mucho.
Oh. Minghao quiso besar a Hoshi hasta que sacudió su cabeza y comenzó a moverse de nuevo. Ya no le dolía tanto el pie por lo que podía caminar, pero estaba ayudando a los alumnos a agruparse de forma ordenada para que fueran detrás de Hoshi y ninguno de los uniformados llegara a lastimarlos. También sacó de los salones a los chicos que ya estaban dentro, queriéndose asegurar de que ellos estarían a salvo.
Hoshi cuidaría de ellos mejor que nadie.
Habían alumnos corriendo, unos gritando y otros escondiéndose por miedo a los uniformados, pero Minghao se concentró en cada uno de ellos para llevarlos con Hoshi. No tenía tiempo para eso, tenía que ir al templo y asegurarse de llegar antes que Woozi, pero con todo este alboroto ¿no era mejor que el omega cancelara el plan? Que diera todo por terminado y ayudara a todos los alumnos que pudiera en camino, porque esa era su prioridad ¿cierto? Cuidar de los alumnos.
O quizás solo era prioridad de Minghao. No importaba, tenía que hacerse cargo de la situación.
Los gritos de sorpresa y las ordenes comenzaron a aturdirlo, en un segundo todo era un caos, los alumnos quejándose del mal trato y los uniformados obligándolos a seguir, la policía entrando a la escuela desde el primer piso y... Y Hoshi esforzándose por cuidar de los alumnos, dándoles órdenes directas pero no amenazantes. ¿Cómo había surgido este caos? ¿así de la nada?
Cuando no quedaron más omegas en ese pasillo dejó que Hoshi se fuera. Y él se quedó allí, mirándolos irse y tomando aire.
Tenía que buscar a Wonwoo antes de que se peleara con los jodidos uniformados.
Casi corrió buscándolos, si Woozi se dirigía al templo entonces tendrían que bajar al primer piso, el lado contrario a donde los uniformados querían que fuera. Bien. Bien. Iba a correr y a empujar cualquier cosa que se le atravesara. Bien. Dio el primer paso... un omega tropezó contra él. Rodó los ojos.
—Eres realmente inoportuno.— Le dijo al omega quien lo miró confundido. —Si te dejo solo podrías toparte con los uniformados.
—¡The8! ¡su amigo el apuesto está peleándose en el primer piso! ¡Vine a buscarlo! ¡El omega que parece alfa!
De pronto habló el chiquillo y Minghao realmente estaba irritado. Su amigo el apuesto, Wonwoo, el único omega que parecía alfa al parecer. Tomó al chiquillo y caminó detrás de él siguiéndolo por las escaleras, sorprendentemente no había uniformados por allí, quizás porque todos estaban sobre el estúpido omega que intentaba golpear a otros estúpidos omegas.
¡El idiota no estaba peleándose con los uniformados, estaba peleándose con los jodidos de tercer año! ¡Y eran como cinco contra uno y el grandísimo imbécil iba ganando mientras que los jodidos uniformados comenzaban a meterse! Ah, quería golpear a Wonwoo, pero el maldito le ganaría en ese punto. Se limitó a entrar a la jodida pelea para separar a Wonwoo y dejar que los uniformados jalaran a los de tercero, él se llevó a su omega/alfa a uno de los salones.
—¡Eres un idiota!— Le gritó quitándole la sangre de la nariz. Los otro cinco omegas debían verse peor que el desaliñado Wonwoo. —¡¿Dónde está Woozi?!
—¿el jefe?— Wonwoo miró alrededor. —él... ¡Ese idiota hizo una pelea y ni siquiera se quedó para los golpes! ¡¿Sabes que los de tercero ahora golpean más fuertes?! ¡Creo que uno hasta me mordió!
—¡Wonwoo ¿Dónde está Woozi?!— Wonwoo abrió la boca para explicar y Minghao abrió los ojos sorprendido al notarlo. —¿te mordieron el labio?
—¡Esos omegas raros!— Se quejó Wonwoo señalando la puerta. —¡Se me escapó el que me mordió!— Suspiró con fuerza. —Woozi se fue. No sé dónde está. Lo perdí.
Vaya mierda.
El alboroto estaba mareándolo, las personas corrían en dirección contraria empujándose entre sí, gritando y quejándose armando un gran escándalo que era imposible de callar. Los policías y uniformados comenzando a gritarse mutuamente mientras intentaban conservar la calma. Estuvo a punto de caer, pero se sostuvo de una de las columnas sintiendo las náuseas subir de su estómago. Se sentía sofocado y débil, mareado ya que todo daba vueltas en sus ojos.
Dio un paso enfrente y casi vuelve a caer de rodillas, pero fue capaz de sostenerse y buscar con la mirada aquello que se escabullía entre la gente. Tenía que recuperarse e ir. Tenía que huir de los uniformados y de la policía, pero todo el caos en su cuerpo era casi imposible de controlar. Se inclinó a un lado y tuvo una arcada.
No era momento para eso, tenía que concentrarse. Sacudió un poco la cabeza y decidió seguir.
—En realidad no tengo nada más que decir.— Aclaró Vernon mirando a Seungkwan y a Chan. —Todo lo que tenía que decirles está hecho. Solo quería ayudar a Woozi.
Seungkwan tomó aire y caminó hasta Vernon tomando su mano, también tomó la de Chan. Era la primera vez en mucho tiempo que estaban reunido, solos mirándose mutuamente sabiendo que algo pasaba. Seungkwan desearía que todo fuera fácil, que Vernon dejara de oler a esa falsa indiferencia y el miedo de Dino se disipará. Pero no, tenían que enfrentarlo de una vez, dejar de huirse el uno del otro y mirarlo de frente.
Pero Seungkwan no sabía por dónde empezar.
—Esto es muy raro.— Comenzó Seungkwan. —Pero debemos hablar.
—No.— Dijo Vernon quitando la mano de Seungkwan. —Ya he dicho todo lo que tenía. Ustedes tienen que hablar.
—Cállate y escucha.— Se quejó Chan volviendo a tomarle la mano. —Podemos fingir que nada está pasando y volver a separarnos y lloriquear sobre esto, o podemos hablarlo como adultos. Todos somos adultos.
Seungkwan asintió aunque era el menos convencido ¿Qué iban a hacer? ¿decirle sobre la triada a Vernon? ¿convencerlo de que ambos lo querían como si fueran sus padres? Solo que no querían ser sus padres, querían... ¿Qué querían? ¿tener una relación? ¿aceptar que se querían entre todos?¿Cómo Seungkwan había terminado allí metido? Seungkwan quería un esposo y una casa bonita... No, Seungkwan quería a Vernon y a Chan.
Seungkwan amaba a Vernon y a Chan.
Dio un pequeño suspiro.
—Solía pensar que tendría un esposo y dos hijos.— Comenzó a hablar sentándose sobre la cama. No los miró. —Una casa, un perro... y una vida tranquila, incluso quería la típica vida de mantener una casa, solo limpiar y esperar a que mi esposo llegara para tenerle lista la cena...
—Solo que no cocinas tan bien como crees.— interrumpió Chan y Seungkwan lo pateó.
—De cualquier manera lo terminarías comiendo.— Se burló Vernon. —Porque no alcanzarías a olerlo o si quiera a mirarlo. No sabes distinguir lo podrido o mal cocinado de lo bueno.
—¡No lo hace!— Asintió Seungkwan. —Y aun así se queja de mi comida ¡gracias a mí no muere intoxicado!
—¡Lo dice quien le preparó a Vernon una comida con maní!
—¡No sabía que era alérgico en ese entonces!
—¿él no te dio la lista de mis alergias? Creo que debí dártela yo pero lo olvide...— Vernon miró al techo. —Creo que solo es maní.
—Maní y nuez.— Corrigió Seungkwan.
—Y algunos medicamentos, no tengo la lista pero los recuerdo todos.— Asintió Chan.
Vernon sacó una corta y risa y comenzó a negar.
—Aun puedes tener ese futuro Seungkwan, si lo quieres.
—Ese es el punto, ya no lo quiero.— Miró a ambos. —Al menos no ahora... Solo quiero volver a estar con ustedes.
—¿volver?— Preguntó Vernon. —¿Cómo cuando nos conocimos?
—Como amantes, Vernon.— Corrigió Chan un poco harto. —¿estas siendo especialmente difícil para molestar?
—Si.— El menor sonrió sacando otra risa. —Ustedes saben que yo no debo estar entre ustedes. Soy un menor, y como tal debo de...
—Dijiste que tu prioridad nunca fue la luna.— interrumpió Seungkwan. —Dijiste que antes era tu hermana, y despues, al llegar aquí éramos Chan y yo... Si dices que eso es diferente ahora entonces lo aceptaremos y te dejaremos en paz. Pero si no es así...
Hubo un largo silencio.
—No tengo un nombre.— Dijo Vernon con la voz seria. —No tengo un nombre como Lee Chan o Boo Seungkwan. Solo soy Vernon, y he sido Vernon casi toda mi vida... para dejar de ser un menor necesito reclamar mi verdadero nombre. Así como Dino... Chan lo hizo.
Seungkwan y Chan se miraron mutuamente y despues a Vernon.
—Inventa uno.— Dijeron al unísono.
—Ellos ni siquiera te piden explicaciones sobre el nombre, solo invéntalo, de cualquier forma tendrás que conseguir documentos despues.— Chan tomó la mano de Vernon. —La única razón por la que estamos insistiendo tanto es porque aun no escuchamos un "no" de tu parte. Solo tienes que decirnos que te dejemos en paz.
—Tampoco es fácil para nosotros.— Habló Seungkwan. —Acabamos de aceptar que queremos a la misma persona pero aun así nos queremos mutuamente, estamos dando saltos enormes tratando de aceptar una relación extraña.— Suspiró. —Pero si tenemos que saltar alto o muy lejos para que no te apartes de nosotros...
Esta vez era Vernon quien parecía cansado, no molesto o incomodo, solo cansado de toda la situación. Y era entendible, todo estaba pasando muy rápido porque estuvieron detenidos por mucho tiempo, y ahora que podían avanzar todo se acumulaba. Si Vernon los quería entonces se esforzarían por ello, y si les decía que prefería apartarse entonces tendrían que aceptarlo, pero necesitaban la respuesta del menor.
Vernon apretó los labios.
—Cuando tenga un nombre...Iré a ustedes.
El corazón de Woozi latía con tanta fuerza que llegaba a ser doloroso ¿Por qué los uniformados habían actuado antes de que llegara la policía? ¿Si quiera Minghao y Wonwoo habían podido llegar al templo? ¿Vernon había podido guiar a Seungkwan y a Chan? Todo estaba yendo mal, desde que vio el pequeño alboroto hasta que se hizo más grande. Woozi no tenía planeado nada de eso, y fue idiota porque era evidente que la escuela tendría forma de enterarse de la policía.
Ahora los alumnos de primero y segundo estaban gritando por los pasillos quejándose y siendo arrastrados, y los policías no podían calmar ese caos. ¡¿Qué tal si alguno de los chicos salía herido?! ¡¿Dónde carajos estaba Jeonghan?! ¡¿Cómo carajos iban a llegar todos al templo?! Era tarde, ellos no podrían salir de la escuela sin ser vistos y era una mierda que todo colapsara de repente. Woozi había sido cuidadoso, pero no lo suficiente.
Le dolía la cabeza y sentía nauseas, quería mandar todo a la mierda y reunirse con los chicos antes de que algo saliera peor, sin embargo era tarde para arrepentirse, desde que había llegado a aquellos pasillos solitarios era tarde. Los gritos se habían alejado poco a poco y solo era capaz de escuchar sus propios pasos, su respiración siendo tranquila para controlar sus propias feromonas. Respiró profundo tomando su collar.
Debía calmarse o iba a ser atrapado.
Jeonghan podía escabullirse entre las paredes, podían entrar por la escotilla del templo. Pero Woozi tenía otra forma; el mismo castillo era un laberinto sin necesidad de los atajos ocultos, algunos pasillos a los que tenían prohibido pasar llevaban a otros y se conectaban con habitaciones, lo descubrió en primer año y aun lo recordaba, cada camino que se entrelazaba o golpeaba contra una pared como un callejón sin salida. Los atajos de Jeonghan solo eran un laberinto dentro de otro.
Y con nadie vigilando esos pasillos él podía escabullirse. Lo único que le preocupaba era su aroma, razón por la que nunca se arriesgó antes.
Llevó una mano hasta el relicario en su pecho y lo abrió, el mechón rubio aun estaba allí, atado con un delgado hilo rojo. Suspiró. Alzó a Byul sacando de debajo de su vestido una pequeña bolsa que había estado atada a su pierna como si fuera un agente secreto.
—Terminaste tu labor, agente Byul.— Bromeó acomodándole de nuevo el vestido.
Dio un largo suspiro.
"Guardamos algunas cosas en la luna blanca"
¿Cuál luna blanca? ¿En la puerta de los lobos? No, no estuvo allí, aunque Woozi la buscó por todas partes ¿entonces dónde? En la habitación del omega, oculta detrás de una marca, debajo de una luna blanca. Había una pequeña caja con polvo adentro, algunas hojas secas que no tardaron en desaparecer en el contacto con el aire, ni siquiera fue necesario un suspiro cercano para casi hacer volar todo el contenido. Era algo pequeño con una nota;
"Si eres un alfa, estás en grandes problemas." La caligrafía había sido descuidada y amontonada, difícil de leer.
Woozi no era un alfa, pero tuvo grandes problemas; fiebre, dolor de cabeza, estornudos, y un montón de mocos que no lo dejaban respirar. No tuvo cuidado y se enfermó, y sospechaba que fue gracias al contenido de aquella pequeña caja. De cualquier modo puso el contenido en la pequeña bolsa que se encontraba dentro y lo escondió hasta que pudiera retomarlo, en ese entonces los chicos ya habían comenzado a ser sus nanas, por lo que tenía que tomarlo en un momento donde no estuvieran sobre él y llevarlo hasta que pudiera llegar a los pasillos.
Sacó el mechón rubio del relicario y lo colocó en el zapato de Byul.
—Nueva misión, cuídalo por mí.
Respiró profundo de nuevo, colocando la pequeña bolsa en el interior del relicario. El pequeño saco estaba tan percudido y delicado que cualquier pequeño jalón lo terminaría por romper, así que eso hizo, cerró el relicario jalando a tiempo uno de los pequeños hilos. Esporas de polvo salieron alrededor y él se alejó lo más posible de esto.
El reloj que le había dado su padre había estado modificado para que, al intentar ajustar la hora, una de las manecillas rompiera el diminuto saco e hiciera reacción. ¿Quién había planeado esto?
Miró el largo pasillo y apretó los labios. Era hora.
—¿este era tu plan?— Casi gritó ante la voz sorpresiva que llegó por su espalda, giró de golpe. —¿escabullirte por los pasillos de la escuela? ¿tú hiciste este alboroto?
—¿Qué haces aquí?— No hubo una respuesta inmediata. —Se suponía que ibas a quedarte junto a Wonwoo, tenías que detenerlo.
—¿por eso provocaste la pelea? ¿para apartarnos? ¿Distraernos? ¿tu hiciste todo el alboroto afuera?
—Jeonghan...
Jeonghan negó, pero no para Woozi, sino para si mismo.
—No. No debo hacer preguntas.— Jeonghan lo miró, sus ojos azules siendo casi distantes. —Seungkwan sabía que caeríamos en cualquier plan que hicieras, sabía que si intentábamos atacarte en tu campo perderíamos. Por eso no lo hicimos.
—¿Qué? ¿ser mis nanas no era su plan?
Jeonghan volvió a negar, ahora para Woozi.
—No teníamos un plan. Solo teníamos un objetivo.— Jeonghan caminó hacia él, deteniéndose un par de pasos antes. —Si no podemos detenerte entonces lo haremos contigo.
Woozi negó con un largo suspiro ¿en serio ellos no habían tenido nada? ¿en serio solo...? ¿solo fueron tras él y ya? Woozi esperaba que tuvieran algo en su contra, siempre lo esperó y actuó como si todo estuviera bien manteniéndose en alerta, pero ellos jamás tuvieron nada.
Y aun así Woozi había fallado en su objetivo, porque Jeonghan estaba allí.
Se suponía que Jeonghan iba a quedarse junto a Wonwoo, por eso los había dejado al final, porque esos dos se quedarían juntos independientemente del problema. Pero se había equivocado. Bien, aun no estaba del todo perdido. De todos los chicos que se tenía que haber encontrado Jeonghan era el mejor. Porque era su omega.
—No puedes venir conmigo.— Dijo con calma.
—Bien, vete.— Jeonghan se encogió en hombros y se cruzó de brazos. —Anda.
—Vas a seguirme.— No fue una pregunta.
—Si. ¿Qué plan se te ocurre para distraerme a mi? No tengo nada pensado más que seguirte.— Jeonghan le sonrió de nuevo, su preciosa sonrisa cavando algo en Woozi. —¿vas a golpearme? Ya me ganaste una vez. Podrías hacerlo de nuevo. Esta vez no meteré a los chicos, lo prometo.
—Dijiste que no lo pensaste, pero si lo hiciste.— Suspiró con fastidio. —Pensaste de forma correcta. Si alguno de ustedes llegaba a este punto...
—Ibas a perder.— Asintió Jeonghan sabiendo que no terminaría la frase. —No vas a lastimarnos, y en este punto no vas a correr porque eso nos pondría en peligro a los dos. No vas a dejar que me quede aquí, por lo que no puedes huir. No confiarás en que yo regresaré aun si crees convencerme. Te quedan dos opciones; Venir conmigo, o dejarme ir contigo.
Porque todo ese inútil intento de deshacerse de los chicos era solo para mantenerlos a salvo. Si quisiera ponerlos en peligro entonces les habría dicho lo que planeaba. Jeonghan tenía razón; no iba a dejarlo allí a su suerte, por lo que solo podía regresar con él y olvidarse de su objetivo o dejar que lo acompañase y ponerse en riesgo.
¿Quién diría que algo tan simple como pegarse a su espalda iba a ponerlo en esa situación? Jeonghan... Jeonghan ni siquiera había intentado descubrir lo que pasaba, lo dejó hacer todo, incluso le dio más espacio que los demás, lo hizo para llegar a ese momento, sabiendo que era él quien terminaría en ese lugar. Y Woozi no pudo preverlo.
Se concentró tanto en Wonwoo que dejó de lado a Jeonghan.
—¿Solo tengo esas dos opciones?— Jeonghan asintió. —Para no haber tenido un plan parece bien pensado.
—Sí, tenemos una nueva regla. No pelees en terreno ajeno.— Jeonghan inclinó un poco la cabeza. —Planear las cosas es tu terreno. No el nuestro.
Woozi asintió extendiendo su mano.
—Bien, vamos. No voy a desperdiciar la oportunidad que tengo, así que no me queda de otra más que aceptar.
Jeonghan le sonrió una vez más y dio esos últimos pasos tomando la mano de Woozi. Sonrió con cariño, su omega era capaz de ocultar su aroma casi por completo, incluso de él, ni siquiera necesitaba esa mezcla de plantas que Woozi había requerido para ocultar su propio aroma, ni siquiera necesitaba la ayuda de nadie. Seguramente estarían a salvo porque el repelente de alfas comenzaba a funcionar. Estarían bien.
Estarían a salvo.
Solo que con la escuela Pledis nunca se estaba a salvo. Jaló a Jeonghan hacia él en cuanto lo alcanzó.
—También tengo una nueva regla.— Asintió Woozi mirando el rostro sorprendido de Jeonghan. —No lo hagas solo.
Lanzó a Jeonghan contra aquella persona que esperaba detrás y se fue dejando su mente en blanco. No debía preocuparse, sin importar lo que pasara tenía que confiar en aquellos que ya había decidido.
—¡¿Jun?!— Gritó Jeonghan en sorpresa.
—Lo siento, Hannie ¡Pero el jefe dio una buena excusa!— Jun le sonrió a Jeonghan. —Ahora... ¿puedes regresarme al templo? Es peligroso que esté aquí.
Bien, ahora estaba solo. Había buscado a Jun por una razón, y para su sorpresa este era casi invisible cuando quería ocultarse.
"No es un talento, es lo básico que debes saber cuándo comienzas a ser famoso."
Así que Jun había sido su mejor opción, quien lo ayudaría pero no se pondría en tanto riesgo. Jun era un beta por lo que no le molestaría el repelente de alfas. Pero ahora que tenía a Jeonghan lo mejor era que ambos fueran al templo. Estaba solo.
Bien, dejó de pensar en ello.
Jeonghan observó a Woozi irse mientras intentaba zafarse de Jun, y era jodidamente ridículo que no pudiera hacerlo ¡Su estúpido omega se estaba escapando en cuestión de segundos y él estaba atrapado por...! Jun lo soltó. Jun solo lo soltó cuando Woozi casi desapareció por el pasillo, pero eso no sería suficiente como para que escapara de Jeonghan ¿entonces porque lo había soltado? Miró a Jun con curiosidad.
—Si te soltaba cuando aun estaba viendo se le iba a ocurrir algo mejor.— Dijo Jun tomándolo de la mano. —El jefe confía en mí, y no quiero defraudarlo... Me pidió que cuidara su salida a la escotilla, si pasaba algo debía huir al templo de vuelta, si necesitaba algo entonces me llamaría.
Jun le dio una pequeña sonrisa.
—¿estás ayudándome ahora?
—No quiero romper la confianza del jefe, por eso quiero ayudarte a ti. Woozi puede confiar en mi, puede confiar en que tomaré las decisiones correctas.— Jun casi empujó a Jeonghan hacia el pasillo. —Ve con él, voy a cuidar la zona. ¡Asegúrate que no te vea! Cuídalo sin que te note.
—Si no estuvieras muerto me habría casado contigo.
—¡Bohyuk tiene suerte de que lo esté!
Jeonghan dio una pequeña sonrisa antes de comenzar a correr. No le gustaba hablar de ese tema, sin siquiera con Minghao que también lo sabía, pero con Jun... Jun lo hacía sentir mejor, le hacía olvidar la seriedad de todo y solo disfrutar el momento sin importar lo que fuera o como fuera. Tan tranquilo y amable que comenzaba a entender porque Minghao era tan paciente con el beta.
Se concentró en Woozi y comenzó a correr.
Los pasillos largos y oscuros parecían intimidantes a cada paso, la única iluminación siendo los faros de luz fuera del castillo, apenas suaves rayos entrando por las ventanas cerradas. Los balcones se mantenían cerrados, y los pasillos más oscuros que daban a las profundidades de la escuela se encontraban con una tenue luz naranja de lámparas que estaban a poco de dejar de servir. Seguramente en el día tendrían una mejor apariencia, pero de noche todo era inquietante.
Sacudió la cabeza recordando lo que buscaba. O a quien. Camino con duda y silencio, incapaz de escuchar sus propios pasos y sosteniendo con fuerza su collar, Byul lo estaba acompañando aunque ella debía quedarse con Jun, Woozi no tuvo tiempo para dársela.
Recordaba vagamente esos pasillos, en ese piso se llevaba la "importante" ceremonia de la presentación, la venta y subasta de los vientres y de los omegas como si no fueran más que un producto, y la oficina de Park, la verdadera y donde había muerto Hyejin se encontraba a un par de pasillos de donde estaban. Las demás puertas eran desconocidas.
¿Cómo iba a encontrarlo en medio de ese laberinto? Como los profesores los encontraban. Cada pasillo, cada puerta tenía un orden.
Puerta azul. Primer año.
Puerta roja. Segundo año.
Puerta morada. Tercer año.
La señalética al principio de todo era clara, para que todo estuviera en orden, para que nadie perdiera nada. Woozi respiró profundo observando la puerta frente a él. Morada. Y el nombre resaltando entre otros seis. Solo le importaba uno.
Allí estaba.
Intentó abrir la puerta, estaba cerrada. Sabía que era más peligroso en ese punto, la escuela sabía que tendrían un caos gracias a los policías que seguían afuera, así que prepararon a los uniformados de improviso, si no hubieran tenido ni un segundo de ventaja entonces hubiera sido mejor, Woozi ni siquiera habría tenido que escabullirse. En ese momento todos los profesores estaban concentrados en evitar que los policías se adentraran a esos pasillos.
Suspiró con fuerza.
¿Cómo iba a entrar? Quizás, si golpeaba la puerta...
Escuchó algo caer y giró el rostro encontrándose con las pequeñas piedras en el suelo. Como los pasadizos de Jeonghan. Apretó los labios y asintió. Aunque Jeonghan le había advertido de las trampas estaba casi seguro que ese agujero en el suelo no era una. Caminó empujando las pequeñas piedras y se deslizó dentro asegurándose de no dejar nada fuera de orden. El pequeño agujero en el que se había metido era un pequeño espacio y parecía tener varios caminos, pero solo uno lo llamaba; el que mostraba algo de luz al final. Se arrastró como un animal llenándose de polvo, y Byul fue la primera en salir de ese agujero, en realidad no había podido ver una mierda dentro.
Cuando pudo salir la luz de las lámparas lo cegó por un momento. Todo se veía borroso, pero aun podía distinguir una habitación del tamaño de las aulas de clases, pero se parecía a la enfermería, con camillas por todos lados y artefactos alrededor de cada una; suero, una pantalla, cables. Como un hospital. Y había personas. Personas en las camillas.
Miró por todos lados. No había cámaras visibles. Se puso de pie tambaleándose un poco. Habían papeles ordenados a un lado de cada camilla. Y tenían nombres.
"Yi Kyumin."
"Pak Seokwon"
"Tanaka Masato"
"Kim Seohyun"
... "Yang Jiao"
Se incline cerca de la camilla, el chico dormía con calma así que extendió su mano hasta apartarle el cabello del rostro. Se veía un poco más delgado, con el cabello más largo y las mantas cubriéndole la mayor parte del cuerpo. Tomó los papeles a su lado y leyó lo que pudo. Su nombre, su edad, nacionalidad...
"Semana 15"
Su corazón comenzó a latir con fuerza, sus manos temblaron con los papeles y sacudió la cabeza intentando calmarse. Estaba bien. Sabía que estaba pasando y sabía que era lo más seguro, lo más probable, se había preparado para ello, por toda la semana previa a ese día estuvo haciéndose a la idea de lo que iba a encontrar.
Estaba bien. Estaba bien.
Estaba...
Los ojos de Jiao estaban en él, viéndolo desenfocados, y su delgada mano salió de entre las sabanas tomando la muñeca de Woozi. Se congeló allí mismo.
¿Dónde estaba ese chico alegre que siempre estaba detrás de Wonwoo? ¿Quién era casi un torbellino? Sus parpadeos lentos y débiles, el agarre casi inexistente de su mano... Este chico parecía nada. Nada. Sus ojos con una expresión blanca.
—¿Ji...?— La voz de Jiao salió débil y delgada, pequeña. —por...
Hizo una señal de silencio.
—Cállate, Yang.— Escuchó una voz más fuerte provenir de otra camilla. Giró de golpe mirando a "Yi Kyumin" quien no los miraba. —Estoy cansado de tus lloriqueos.
Woozi se quedó callado, sosteniendo la mano de Jiao.
—Kyu...min...— Jiao dejó caer su cabeza contra la almohada. —Estoy... Estoy alucinando de nuevo...
Estaba bien. Estaba bien. Estaba bien. Estaba bien.
—Solo aguanta un poco más.— Kyumin no giró. Quizás porque no podía. Sus brazos y piernas estaban amarrados a la camilla, descubiertos por la sabana. —Cuando ellos saquen lo que quieren podremos irnos... Tendrás una casa como querías ¿lo recuerdas? ¿o también lo olvidaste?
Jiao tragó saliva sin soltar a Woozi, sus ojos aun en él.
—Kyumin... se ve real...
—Todo se ve real.
Woozi tomó la mano de Jiao y la apartó con cuidado volviéndola a acodar debajo de las sabanas. Lo arropó, descubriendo el pequeño bulto en su estómago. Respiró profundo. Estaba bien. Jiao movió un poco sus piernas soltando un sonido mecánico.
Encadenado.
Estaba bien. Estaba bien...
Su ancla... tomó el relicario con fuerza.
No podría sacarlo de allí aun cuando rompiera la cadena, Jiao estaba demasiado débil como para caminar.
—Kyumin... ¿recuerdas a Lee Jihoon?— Jiao dejó caer su vista. Como si Woozi realmente fuera una alucinación.
—Si. Amigo de Boo Seungkwan... Boo Seungkwan fue mi compañero de cuarto en primer año. Lo odiaba.
¿Qué? Woozi... Woozi notó que nunca había sabido su nombre en realidad. En primer año, durante la ceremonia lo había visto, escuchó su nombre, pero no era más que el compañero de Seungkwan en ese momento, un omega desafortunado... y ahora tenía un nombre de la nada, y un rostro que no podía ver. De pronto era una persona.
Todos las personas allí habían sido sus compañeros.
—Creo que estoy viéndolo.— Dijo Jiao. —Lleva una muñeca... la de HyeJin.
Hubo una corta risa.
—Tus alucinaciones son tan raras... ojala yo tuviera algunas. Estoy cansado de esto.
—Jihoon... ¿Cómo está Wonwoo?
Tomó de nuevo la mano de Jiao. Se inclinó cerca y... el relicario golpeó contra el metal de la camilla.
—Jiao...— Kyumin habló. —...¿Jihoon? ¿Realmente estás aquí?
Su corazón latió con fuerza. Una y otra vez. El tortuoso silencio de los pitidos de las máquinas y las respiraciones calmadas de los otros alumnos. Woozi abrió la boca.
Una amarga risa salió de Kyumin. Una risa que se convirtió en un corto llanto.
—No hay nadie.
Estaba bien.
Una de las maquinas comenzó a soltar pitidos y lanzó pequeñas alarmas. Woozi tomó eso como una señal para irse, no quería que lo encontraran, y no quería que el omega sufriera un accidente por su culpa; si un alfa no podía entrar a atenderlo gracias a su repelente entonces el omega podría salir perjudicado. Porque iba a volver por ellos. Escondió sus pasos entre los pitidos y se escabulló de nuevo en el pequeño agujero escuchado algunas quejas de los alumnos. Estaba bien, solo Jiao lo había visto.
Acomodó las piedras y respiró. Estaba bien. Intentó ponerse de pie en medio de la oscuridad. Estaba bien. Tuvo que quedarse en el suelo y arrastrarse. Estaba bien. Se arrastró de regreso sintiendo el polvo, llevándose a Byul. Estaba bien. No podía ver nada. Estaba bien, estaba bien. Casi no podía respirar por el lugar pequeño, y cuando por fin pudo levantarse no encontraba la salida. Estaba bien. Muy bien. Habían pequeños rayos de luz que atravesaban la pared y que dejaban ver los pasadizos oscuros y aterradores. Estaba bien. Respiró con fuerza intentando adentrarse a uno, al que sea, y cayó a un desnivel pequeño que casi lo hizo tropezar, pero estaba bien. Estaba bien, estaba bien, estaba bien.
Todo estaba bien. Bien. Estaba...
Llevó una mano a su cuello intentando respirar.
Estaba bien. Podía hacerlo, podía calmarse ¿por donde había entrado? Estaba bien, solo era cuestión de encontrar el camino correcto. Estaba bien.
Extendió su mano intentando tocar pared pero casi resbaló cuando tocó la nada, oscuridad consumiendo su brazo ¿Cómo salía de allí? Estaba bien, solo necesitaba calmarse. Tenía que calmarse. Estaba calmado, estaba bien.
Tenía que salir rápido.
Bien. Rápido.
Bien. ¿Por dónde? ¿por abajo? ¿tenía que agacharse? Así había entrado, saldría por el otro lado. Estaba bien.
Tenía que salir. Iba a salir. Estaba bien si estaba un poco perdido. Realmente estaba bien, estaba bien.
Estaba...
—Aquí.— La voz calmada de Jeonghan lo llamó, su aroma a vainilla calmando algo dentro de él. Y despues, en un pequeño rayo de luz encontró los ojos azules de su omega. —Omega, aquí.
Jeonghan tomó la mano de Woozi y la llevó a su pecho. Estaba... Estaba confundido y perdido. Y le faltaba aire, estaba sofocándose. Quería salir. Jeonghan lo llevó con calma en ese oscuro pasillo, los ojos de Woozi encajados en los de Jeonghan.
Estaba mal.
Llevar a su omega lejos de todo era su prioridad, no le importó que tanto tuvieran que pasar entre los pasadizos, era consciente de que Woozi estaba hiperventilando y por eso se apresuraba, pero no iba a salir de allí hasta que estuvieran seguros. Y una vez encontró a Jun supo que faltaba poco. Todo fue un borrón de imágenes despues de eso; empujar a Woozi, casi correr junto a Jun, el sonido de sirenas y poco más. Todo estuvo calmado de un segundo a otro.
En un parpadeo por fin estaban dentro del templo. Jeonghan no esperó más, tan pronto sacó a Woozi lo llevó a uno de los cuartos y lo obligó a sentarse para que pudiera respirar. ¿Qué mierda había pasado allí dentro? Jeonghan le había dejado un camino a Woozi para que pudiera entrar a la habitación que quería, pero él no se atrevió a hacerlo, había algo en el interior de Jeonghan que no lo dejó ver. Sostuvo a Woozi por los hombros y Jeonghan comenzó a respirar de forma exagerada y vistosa pero calmada, solo para que Woozi pudiera imitarlo.
Sentía que su omega iba a colapsar en cualquier momento. Los ojos de Woozi no parpadeaban aunque sus pupilas estaban temblando.
Jeonghan tomó la mano de Woozi y la llevó a su pecho. Su omega temblaba. Byul ahora estaba sentada a su lado, con su vestido sucio al igual que sus zapatos y cabello, Woozi también estaba cubierto de polvo. Jeonghan intentó mantenerse en calma mientras esperaba una reacción de Woozi.
Y entonces por fin pasó. Su omega casi se lanzó sobre él, ocultando su rostro en el cuello de Jeonghan y aprisionándolo entre sus brazos. Woozi era un poco pesado pero Jeonghan soportó su peso para no caer, abrazándolo de vuelta y dejando que hiciera lo que necesitaba. Lo escuchó respirar profundo varias veces.
Woozi lo mordió en el hombro haciéndolo dar un leve saltó, sus ojos se abrieron con sorpresa pero volvió a cerrarlos. Woozi estaba intentando calmarse, no intentaba morderlo o marcarlo, intentaba sostenerse de lo que podía, de lo que lo hacía sentir seguro, se controlaba porque a ese paso iba a desmayarse. Jeonghan tan solo confió en que lo haría, que tomaría ese largo gesto y despues podría volver en sí.
Jeonghan le acarició el cabello y poco a poco la mordida fue desvaneciéndose, la mandíbula de Woozi destrabándose.
Y cuando comenzó a llorar fue un alivio para Jeonghan, y para Jun quien miraba preocupado, sosteniendo a Byul para sacudirle el polvo. Jeonghan se mantuvo quieto abrazando al omega, sintiéndose preocupado pero colocando primero a Woozi antes de cualquier cosa.
Y cuando la puerta se abrió de golpe, mostrando a un jadeante Seungkwan, a un agitado Minghao y un desalineado Wonwoo el silencio se extendió. Ellos estaban allí porque Woozi había planeado que se encontraran en el templo, quizás no salió exactamente como lo pensaba, pero estaban allí, reunidos de nuevo.
Vernon y Chan también estaban allí, a las espaldas de Seungkwan.
Melody, quien permanecía varios pasos lejos, oculta tras una pared. El mayor, quien miraba con seriedad desde el pasillo.
Ninguno se movió por varios segundos.
Hasta que Seungkwan se dejó caer de rodillas para abrazar a Woozi por la espalda, y despues Wonwoo tomó de golpe a Minghao para unirlos a ellos. Jeonghan quiso decirles que Woozi necesitaba aire, necesitaba respirar y el espacio sería de ayuda. Pero el aroma de Woozi se extendió, fresas rodeando el ambiente queriéndolos marcar con su aroma.
Woozi estaba bien con tenerlos allí, de hecho, él quería tenerlos allí, junto a él. Su delicado omega los necesitaba.
Y si Woozi los necesitaba entonces estarían allí para él. Iban a cuidar de él, de alguna u otra manera iban a hacerlo.
Nueva regla;
Mantenerse juntos.
...
Nuestro Wonwoo tiene covid y eso me puso más triste y por eso termine el super dramatico capítulo :) Esperemos que se recupere pronto y que Hoshi esté bien <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro