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Capítulo 30 "Una amarga verdad"

"Una amarga verdad"


Empiezo a empacar un par de jeans y tres sudaderas, un par de mis Vans y una manta. Busco mis audífonos y mi libro, me apresuro a colocarme unos jeans negros y una camisa mangas largas azul marino.

William entra a la habitación y me observa.

- ¿A dónde vas?- cuestiona.

- Con mamá- digo- William se que estás ocultándome algo, tal vez sea por mi bien, pero necesito saber el porqué mi padre viajó a Italia.

- Caramelo... no deberíamos meternos en eso- se acerca a mi pero antes de que tome mi brazo lo esquivo.

- Es mi padre de quién hablamos y es ese monstruo el que no encaja en nada- espeto.

- ¿Monstruo?- ladea el rostro. Mierda- ¿Por qué es un monstruo?.

- Eso no importa ahora- evado y camino hasta el baño para buscar mi cepillo de dientes- No tengo tiempo William.

- Espera- sujeta mi brazo y me pega con delicadeza contra la pared- ¿Qué demonios hizo tu tío para que lo llames monstruo?.

- Eso no...

- No me digas que no importa ahora, porque si que lo hace- dice con voz dura.

Está molesto- ¿Por qué cada vez que lo mencionan tu actúas así?.

- William, por favor- susurro sin saber que hacer.

- Por favor nada, Christel- su rostro está rojo- ¿Por qué cuando te hablé de él esa tarde en el centro comercial tu cuerpo se tenso y trataste de evadir el tema?- pregunta cerca de mi rostro- ¿Por qué ese día que viajaste por la sorpresa de tu madre, mentiste y volviste aquí?, ¿Por qué cunado te llamé ese día sonabas tan rara?.

¿Y ahora qué?.

No sabía que lo había notado.


No sabía que él sospechaba algo.

- William- llevo mis manos a su cara- Te prometo que te contaré todo, ¿Si?- lo haré, creo que es tiempo- Pero ahora necesito saber que está pasando.

Me escabullo y salgo del baño.

- Voy contigo- voy a negarme pero él ya está metiendo su ropa en la maleta- Y no quiero recibir un no por respuesta- teclea en su móvil y segundos después me mira- El jet nos espera.




Subimos al jet y nos sentamos cada quien en su lugar. No hablamos, se que está molesto y también sé que debería contarle mi tan obscuro secreto.

Cuando volvamos a casa se lo diré y tal vez así poder ser completamente transparente con él.

El avión despega y un vacío se instala en mi estómago ocasionando que las náuseas lleguen a mí.

Desabrocho mi cinturón y me levanto para correr al baño.

No sé si es normal, pero mi embarazo consiste en vomitar y vomitar.

Cuando enjuago mi boca salgo del baño y me encuentro con William al otro lado de la puerta, no me gusta que este molesto conmigo. Me acerco a él y beso su mejilla, sus mano sujetan mi rostro y me besa, como si el mundo estuviera a punto de acabarse.

Mi respiración se queda atrapada en mi garganta cuando él no para de besarme, a regañadientes nos detenemos y nuestras frentes se juntan.

No decimos nada, solo nos quedamos así.

Respirando el aire del otro.






Toco la puerta y cuando está se abre, Miriam aparece frente a mi.

- ¡Christel!- sonríe y me abraza- ¿Cómo va el embarazo?.

- Excelente, pero no paro de vomitar- hago una mueca.

- Te prepararé un té de menta, es bueno para los vómitos.

- Tal vez más tarde- asiente- ¿Y mamá?.

- En el estudio- me disculpo con Miriam y me encaminó al estudio.

Siento a William pisarme los talones- literalmente- abro la puerta y me encuentro con el rostro demacrado de mi madre, y al otro lado del estudio el imbécil de Adam.

- Hola, nenita- me sonríe mamá.

- Mamá, pensé que... íbamos hablar- murmuro observando a Adam, este observa a William con el ceño fruncido.

- Si, vamos a hablar- asiente- Y tu tío debe estar presente.

- ¿Qué?- pregunto.

- Si, en el transcurso del tema sabrás el porque- dice.

- Yo los dejo a solas- dice William y besa mi frente antes de salir del estudio. ¿Qué?, ¿Por qué se va?.

- Siéntate- mi madre señala la silla y así lo hago- Nena se que tal vez esto sea... complicado pero, por favor mantén tu mente abierta, ¿Si?.

- ¿Por qué?- mi confusión aumenta- ¿No vas a decirme por qué papá fue a Italia?- ella asiente- ¿Entonces?.

- Por ahí no comienza la historia- suspira y mira de reojo a Adam, ¿Por qué está aquí?- Hace años, tu papá y yo tuvimos problemas. Nuestro matrimonio no estaba del todo bien y estuvimos apunto de divorciarnos- ¿cómo?- Si, puede que sea difícil de creer pero es así.

- ¿Y eso que tiene que ver?- ladeo la cabeza muy, muy confundida.

- Que en ese entonces nada estaba bien, y tu tío Adam fue un gran apoyo para mí- traga duro y sus ojos se cristalizan- Tu padre ya no quería seguir luchando por lo nuestro, aún si Christa estaba de por medio. Él estaba cansado y en cierto modo lo entendía, el matrimonio se deterioró más de lo que yo podría admitir.

- Mamá, no estoy entendiendo nada... - levanta la mano interrumpiendo mi queja.

- Una noche, tuvimos una pelea fuerte, demasiado a decir verdad y no podía quedarme ahí. Lo deje aquí con Christa y yo solo me fui de casa por esa noche, esa noche en la que te concebí a ti- me sonríe a medias- Pero no fue de la manera que esperaba, ese día fui al departamento de tu tío Adam- una lágrima resbala por su mejilla y mi corazón se acelera- Esa noche bebimos de más y... - ¿Qué?- Tu tío y yo... dormimos juntos- mis ojos se abren a tope y mi cerebro convulsiona- Nenita... Adam es... él es tu padre.

El mundo se paraliza.

Mi mundo se paraliza.

Todo a mi alrededor pierde sentido.

Él es tu padre.


Él es tu padre.


¡No puede ser!.

Me pongo de pie de un salto y niego frenéticamente con la cabeza.

- No, eso no puede ser- susurro entrecortado y retrocedo cada vez más.

- Chris, se que es difícil de creer, pero... es verdad- mi madre se levanta y camina hacia mi- Christopher se enteró hace dos semanas y por eso fue a Italia. Para pedirle explicaciones a Adam- sus ojos están empañados en lágrimas- Él cuando se estero de mi embarazo, no quiso divorciarse y yo simplemente... callé.

- Le mentiste- susurro sintiendo las lágrimas bajar- Nos mentiste...

Me doy la vuelta y salgo del estudio, para encontrar a William en la sala. Este al verme se levanta de inmediato.

- ¿Caramelo, estás bien?- sujeta mi rostro y niego- ¿Qué sucede?.

- Quiero irme- suplico- Quiero irme a casa. Llévame a casa.

William me mira confundido y luego lleva su mirada detrás de mi.

- ¡Nena, entiende!- mamá luce alterada- No fue mi intención mentirte, yo solo...

- ¿Qué quieres que entienda, mamá?- mi estabilidad se pierde en un mar sin fondo- ¿Qué quieres que entienda?, Que el maldito que está detrás de ti, que según tu, es mi verdadero padre- mi cordura se fue de viaje a China- Que el sujeto a quien le depositaste tu confianza- lo observo y en su ojos veo incredulidad. Él sabe que llegó la hora- Él desgraciado monstruo al que tú llamas mi padre... me violó.

Y hasta ahora todo toma sentido.

Mi mente ajusta las piezas.

Mi padre me violó.

- ¿Qué?- la voz de William llega a mis oídos- ¿Qué él te hizo que?.

Me giro a verlo y la sorpresa marca sus facciones.

Él grito ahogado de mi madre se hace presente.

Mi verdad sale al aire.

Mi pasado toma posesión de la escena.

- Él me violó- digo.

Por fin lo digo en voz alta.

Mi corazón se siente libre.


Sin importar que lo traicionaron.

Lo que siempre quise hacer.

Dije la verdad.


Dije mi verdad.


¡Otro más!.
Ya explotó esto, ¿Como lo están tomando?.
(NECESITO QUE LEAN LAS NOTAS AL FINAL).
2/4
¡VOTEN Y COMENTEN MUCHO!.

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