Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 2 "Más que una alianza"

Más que una alianza.

William Ackermann.

Es todo lo que hay en mi cabeza.

Pienso en él, sueño con él. Él es lo único que habita en mi mente.

Han pasado dos días desde mi cumpleaños y no he podido sacarlo de mi cabeza. Sus azulosos ojos me han quitado la paz y tranquilidad que tenía.

Dejo caer el lápiz en mi escritorio. La concentración se fue con él. Creo que su atractivo atrae todo. Un golpe en la puerta me sobresalta, musito un pequeño "pase" y la puerta se abre mostrando la figura de mi padre.

— Hola, nenita.— saluda mientras se sienta al borde de mi cama.

— Hola, papi.— sonrío— ¿Te puedo ayudar en algo?.

— En realidad, yo voy ayudarte a ti.— ladeo la cabeza confundida.

— ¿Cómo?.

— Como ya sabes, vas a casarte.— asiento— Y debido a ese anillo que llevas en tu dedo, supongo que, ya conociste a tu prometido.

Automáticamente miro el anillo en mi dedo. Desde que me lo dió, no he podido quitarlo.

— Liam es un buen hombre, si me lo preguntas.— lo observo detenidamente— Hablé con él, y le sugerí que, sería bueno aprovechar esta semana para conocerce.— dice— La boda es en dos semanas. Y se que, te sentirás más cómoda con él, si sabes cómo es.

Me siento junto a él en la cama y lo abrazo.

— Gracias, papá.— le digo.

— Lo único que quiero es que mis nenitas sean felices.— me sonríe— Estos matrimonios no tienen reversa y si, no lo mantienes a flote serás infeliz toda la vida.

Se levanta de la cama y saca una tarjeta de su bolsillo.

— Esta es su tarjeta. Llámalo si quieres.

Con una última sonrisa, papá sale de mi habitación y me deja llena de curiosidad.

¿Lo llamo?.

Tomo mi teléfono y marco su número.

— Estoy lista, estoy lista, estoy lista.— digo mientras espero que conteste.

— Esa es más información de la que debería saber.— su voz ronca al otro lado de la línea me hace saltar— Creo que deberías guardarte esos detalles para después de la boda, caramelo.

— Eh... yo... no... — ríe y yo me reprendo por lo idiota que debo parecer— Lo siento.

— Tranquila, no tienes que disculparte.— dice con voz calmada— ¿Cómo estás, caramelo?.

— Bien, ¿Y tú?.— cuestiono.

— Excelente.— responde— Pero ahora que me llamas, mucho mejor.

Ay Dios.

— Mi papá habló contigo.— recuerdo, comenzando a caminar por la habitación— Sobre conocernos y eso.

— Si, Christopher me comentó sobre el tema.— dice— Creo que sería buena idea. Así puedes sentirte más cómoda conmigo.

— Si, opino lo mismo.— me siento nuevamente.

— Podemos vernos cuando quieras.

— Supongo que, eres una persona muy ocupada y...

— Si, lo soy. Pero vas a ser mi esposa dentro de poco y tengo todo el tiempo del mundo para ti.

Oh por Dios. Mi respiración se acelera. ¿Por qué este hombre me hace sentir esto?.

— ¿Te parece si nos vemos esta noche?.— pregunta.

— Eh, si. Por supuesto, está noche está bien.

— Nos vemos en la noche, caramelo.

— Adiós.

¡Mierda!, Este hombre no es real. ¿Por qué un hombre tan sexy, imponente, atractivo e importante, quiere casarse con un chiquilla como yo?. Luego mi mente se ilumina, todo es por crear alianzas entre su empresa y la de mi padre.

Me dejo caer de espalda en la cama, suspiro. Que el tiempo lo diga todo.

Jeans negros ajustados, listos. Camisa mangas largas azul marino, lista. Vans negras, listas. Maquillaje natural, listo. Cabello negro liso - ondulado suelto, listo. Teléfono celular cargado al cien porciento, listo. Estoy lista.

Me observo en el espejo y si, me veo bien. Estoy hermosa.

Salgo de mi habitación y en el pasillo me tropiezo con la imagen de mi madre. Me llevo una mano al pecho por el susto.

— ¡Mamá!, me asustaste.— respiro.

— Lo siento, solo vine a decirte que Liam está abajo esperándote.— le da una vista panorámica a todo mi cuerpo y sonríe— Estás preciosa, nenita.

Me da un beso en la mejilla y luego me empuja hacia las escaleras. La miro mal, para tener cuarenta mi mamá es muy infantil. Pero igual la amo.

Bajo las escaleras a trote, cuando llegó al borde me congelo ante tan imponente vista.

William está de pie junto al gran mueble de la sala, lleva puesto unos jeans negros ajustados y una camisa gris y una chaqueta negra. Que sexy.

Bajo el último escalón y él se percata del movimiento. Se da la vuelta y me observa.

— Hola, caramelo.— me regala una sonrisa ladina que hace mis neuronas se derritan.

— Hola, william.— susurro.

— Estás hermosa.— se acerca a mi y enrosca un mechón de mi cabello en su largo dedo índice— ¿Estás lista?.

Asiento y tomo la mano que me ofrece. Salimos de la casa y me guía a su gran auto. Es negro mate. ¡Es divino!.

— ¿Que marca es?.— le pregunto una vez que estamos en marcha.

— Es un Mustang, ¿Te gusta?.

— Es hermoso.— halago su auto— ¿A dónde vamos?.

— A mí restaurante favorito aquí en Núremberg.— informa— Es muy acogedor, espero te guste.

Asiento. Durante el camino y hablamos de cualquier cosa, su color favorito, su comida favorita y viceversa, es cálido estar con él. Me gusta.

Llegamos a un restaurante elegante y al mismo tiempo acogedor— como él dijo— es muy bonito. Una chica de unos veinticinco nos recibió y no dudó en hacerle ojitos a William, no me sorprende. Él es realmente guapo. Nos dirigimos a una zona privada, creo. Y una mesa para dos nos recibe.

El restaurante es italiano, por lo que, ordenamos pasta con salsa blanca y una copa de vino tinto— del más caro, cabe destacar— le dije que no era necesario, pero él insistió y termino comprando la botella entera.

— Si quieres emborracharme, solo tienes que decirlo.— digo divertida.

— Solo creo que, una copa no bastará.— murmura, asiento.

— ¿Desean algo más?.— la mesera que se quiere comer a mi prometido con la mirada pregunta.

— No, eso es todo por ahora, gracias.— William le sonríe y creo que ella casi tiene un orgasmo.

Río por lo bajo, cuando la chica se retira. Meneo la cabeza y William me mira divertido.

— ¿Que está tan divertido?.

— Que la mesera casi se desmaya cuando la miraste.— digo tratando de no soltar una carcajada— ¿Todas las mujeres hacen eso cuando las miras?.

— No lo sé, no me he fijado.— se encoge de hombros— No estoy pendiente de lo que causo en los demás.

— ¿Por eso no tenías novia antes del arreglo?.— pregunto curiosa.

— No, creo que no encontraba la indicada.

— Pero no puedes saber si yo soy la indicada.

— ¿Te soy sincero?.— asiento— Cuando tu padre hablo conmigo acerca del matrimonio, no lo pensé, simplemente acepté. Primero porque, la empresa de tu padre es la más grande del país y me es conveniente unir mi empresa con la suya y hacerla crecer. Segundo porque, mi padre y mi tía quieren nietos. Y tercero, con veintiocho años ya tengo que sentar cabeza y realizar una familia.

Escucharlo hablar tan seguro, me hipnotiza.

— Cuando me hablaron de tí, creí que serías una niña mimada con complejos de muñeca...

— No sabes si soy así, aún no me conoces.— lo interrumpo.

— No hace falta conocerte para saber cómo eres.— coloca sus brazos sobre la mesa y se inclina hacia adelante, yo hago lo mismo— Cuando te vi en tu fiesta, me embrujaste por completo, no solo tu belleza, si no la manera dulce en la que me hablaste, sin miedo, sin pena. Tus mejillas sonrojadas, tal y como están ahora.— sonríe y me sonrojo más— No solo quiero un arreglo para mí empresa, quiero saber todo de ti, tus miedos, tus deseos, tus sueños, tus defectos y virtudes. Quiero todo de ti, caramelo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro