Tenía Que Ser Touya
“El Amor Tiene Un Precio”.
Eso es cruel. ¿No lo creen?
Eso es injusto, no es como si alguien quisiera enamorarse, y en mi opinión, me parece que es estúpido el precio. Lo apuestas todo, tu sensatez, tu inteligencia, tu honestidad, tu dignidad –si es que tienes–, tu tiempo, tu esfuerzo, puede ser que hasta tu vista; en conclusión: tu jodida y estúpida vida.
¿Shimura Tenko? Él pensaba lo mismo.
Apostaba su vida al juego del amor con el riesgo de ser rechazado, no solo por tu Crush, si no ser rechazado de una forma cruel y también ser dejado de lado por la sociedad si cometes un error al punto de ser… Eso.
No sabía porque se había enamorado de un idiota como lo es Todoroki Touya, fue culpa de él de Touya.
Su mejor amigo lo trataba como cualquier otro amigo, no había nada especial, fueron sus pensamientos que lo hicieron apostar todo, dejó de ser alguien que pensara las cosas antes de hacerlas, sus calificaciones bajaron, empezó a mentirle a sus padres, hizo idioteces por él, empezó a dejar cosas a un lado por él, le hizo detalles, empezó a hacer cosas por él, y le sigue diciendo que está guapo, ¿Estúpido, no? Lo hizo todo por un chico.
Vergüenza era la que le debería de dar. Él le decía a su hermana que no hiciera nada, no cambiará ni llorara por un chico, que ella era una mujer fuerte e independiente, además de que los hombres no valían tanto para eso.
Ahora era él el que cambió y lloró por un chico.
Tener el corazón roto es tan… Tan doloroso.
Miró con ojos llorosos sus flores, apretó sus dientes y con frustración las aventó lejos.
Era un completo imbécil.
Se levanta frustrado de la banca, no quería seguir más tiempo ahí.
“—Las flores son para…”
“—¿Para que se las dé a mi novia? Dime qué sí por favor, me salvarías la vida, Tenko”.
“—¿Tu novia…? ¿Tenías novia?”.
Patea una piedra, una y otra vez por el camino en el que iba, en un punto de su estrés la levanta para después aventarla lejos, no sabe dónde cayó y tampoco le importaba.
¿Por qué el precio del amor es tan caro? Lo pagas obligatorio y a lo largo del tiempo se le añaden los intereses, la vida está cada vez más jodida.
Sin duda, el humano era el único animal que pagaba para vivir, y si dejas de pagar, mueres.
—¡Shouto, tu mocoso!—Esa voz masculina, grave y sonora, era una voz perfecta.
Mira hacia aquel lado, era Touya y una chica que intentaba detenerlo de hacerle algo a Shōto.
—¡Déjame, te odio, te odio, te odio!—gritaba con enojo aquel pequeño niño.
De manera inconsciente se acerca hasta quedar a la vista.
El pequeño niño de cabellos bicolores tenía los ojos llorosos y no paraba de gritarle todo el odio que le tenía hacia su hermano.
—¡Ya para, maldito mocoso, no hice nada, ya mete al auto!—la voz que Touya hacia denotaba su frustración y enojo, jamás le gustó tratar con el menor de sus hermanos.
—¡No, yo te odio! ¡Te odio, te odio, te odio! ¡Touya-Nii idiota! ¡Eres el peor! ¡No vuelvas conmigo nunca!—no sabía el inicio de esa discusión, pero su corazón le dolió por alguna razón.
Tal vez era porque su decisión fue alejarse de esa familia, y con ello, de Shoto, el pequeño que lo adoraba.
—¡Ya no me quiero ir a casa! ¡Suéltame, te odio! ¡Quiero… quiero irme! ¡Suéltame, Touya-Nii idiota!
Un pequeño ruido imperceptible se escuchó. Algo inaudible que un niño captó; pensó que nadie lo escuchó, pero Shoto alzó la vista.
—¡Tenko-Shi, ayúdame! ¡Touya-Nii es un idiota! ¡No nos dejes!—grita el niño con tristeza.
Para Shoto era estúpido el drama, puede pelearse con Touya pero no tenía nada que ver con él, ¿Por qué él también tenía que pagar los platos que solo observo romperse?
—Tenko… —Touya alza la vista y el agarre se afloja.
Avergonzado él azabache se da cuenta de su error y sale corriendo de ahí.
—Tenko… ¡Shouto!—el pequeño niño logra ir corriendo tras el azabache.
En un momento se cansa de correr, para y coloca sus manos en sus rodillas intentando regular su respiración.
—¡Tenko-Shi!—El peso extra lo hizo caer, Shōto se le había lanzado.
—Mierda… —gruñe.
—Mhm —nervioso Touya mira hacia otro lado—Shouto, volvamos al auto, o el viejo se preocupara.
Tenko se da la vuelta solo para obtener lo mismo, un niño abrazándolo como si su vida dependiera de ello.
—No quiero, quiero quedarme con Tenko—el menor aclara abrazando más al azabache.
—Shouto, no tienes putos cinco años, no hagas berrinches y vayamos al auto—reclama el mayor con enojo. Ni él a sus cinco años hizo tanto drama.
—¡No! ¡No! —niega.
—¡Shouto!—gritó.
El menor se refugia en Tenko.
El azabache coloca su mano encima de la cabeza del menor y mira a Touya.
—No le grites al niño, imbécil—regaña haciendo a Touya retroceder, era una frase que usaba siempre, pero en ese momento, se sentía nueva, diferente y distante. Aquello no era un regaño, era una distancia, y solo lograba formar un nudo en su garganta.
—No… No es mi culpa, tenemos que irnos—aclara suspirando.
—¡Tenko-Shi, dime qué tú vendrás con nosotros y voy! ¡Cómo lo habíamos prometido, jugaremos toda la noche!—exclama emocionado.
—Shouto… —el ojirubi alza su vista encontrándose con la mirada del ojiturquesa, hace una mueca y mira al menor—, lo lamento Shouto-Kun, yo tomé una decisión y he decidido cumplirla—aclara.
—¡Entonces no voy! O… O… O enojate y aléjate de Touya-Nii pero no de mí—añade.
—Shouto-Kun—llama Tenko—, no puedo hacer eso, lo lamento— se levanta del suelo y alza al menor entre sus brazos, se acerca a Touya—. Son hermanos, es injusto, es imposible para mí, vete con Tou-... Con Todoroki-San—aclara cediéndole a Shoto a Touya.
¿Desde cuándo a Touya su apellido y honorífico correspondiente le dolían tanto?
—Shouto, vamos—ordenó Touya.
El heterocrómico miró a su hermano mayor y enseñó la lengua.
—¡No voy a irme con este tonto! ¡Es un cruel y no lo quiero! ¡Lo odio!—grita enojado abrazando a Tenko.
Touya aprieta los puños.
—Shouto, ¿Por qué no te quieres ir?—La pregunta venía tarde, pero era importante.
—Porque… Porque cuando pregunté por ti Touya-Nii dijo que ya no vendrías y que es por él que ya no irías jamás a la casa, y y y que ya no volverías a jugar conmigo… Probablemente nunca—murmura con ojos llorosos.
—Shouto…
—Tenko-Kun, ¿Nos harías un favor?—Todoroki Rei había aparecido con una cara avergonzada—, ¿Podrías acompañarnos una última vez, por favor? Por Shouto…
—Claro, Rei-San.
…
¿Lo mejor? Mejor hubiera rechazado.
En ningún momento Shouto se alejó de él.
—… No sé qué pasó entre mi hijo y tú, pero sabes cómo es Touya, es impulsivo, si podrás perdonarlo y… —habla con tranquilidad Rei.
—No quiero hablar con Todoroki-San en este momento, Rei-San—aclara Tenko mirando por la ventana mientras Shōto dormía.
—… —Rei hace una mueca y mira hacia al frente, dónde el carro que conducía su esposo iba— Si lo llamas por su apellido y honorífico debio haber hecho algo muy tonto… —admite viendo de reojo a Touya.
—¿Por qué Touya no puede ir en el auto del señor Enji?—pregunta frustrado de tener a Touya escuchando todo.
—Porque a Touya no le gustan los niños, y ahí van Natsuo y su "novia" junto a Fuyumi, lo lamento mucho—se disculpa la albina.
—Entiendo.
—… También lamento lo que haya hecho mi hijo, yo…
—Usted no tiene que disculparse de nada, Rei-San, no es culpa suya.
—Si, claro…
Tenko mira a Touya por el reflejo, seguía viéndolo a él.
Hace una mueca.
Touya pensó que jamás volvería a envidiar a su hermano menor, estaba muy equivocado.
Envidiaba como hacía lucir su emociones sin miedo ni dificultad.
“—¿Tenías novia?”
“—Jajaja, no. No quiero novia en este momento, pero una chica me acaba de pedir salir, salió llorando después de rechazarla”—era cruel la forma en la que se burlaba.
“—… ¿No te interesan los sentimientos ajenos? ¿No te importa que la chica se sienta mal al rechazarla?”—preguntó bajando el tono de su voz.
“—Oh, claro que me importan, por eso la rechace, no quería que creyera que me gustaba, no quería ilusionarla”—apretó las flores que en la mano traía.
“—Entonces no te burles de sus sentimientos haciendo eso un chiste, imbécil”.
“—¿Ah? ¿Por qué estás tan enojado, Tenko?”.
“—¿Por qué? Eres un idiota, no te importan los sentimientos ajenos, no sé cómo se enamoró de ti, probablemente no lo habría hecho si supiera que eras así”.
“—Ya, ya, lo lamento ¿Ok? Pero no te enojes, Tenko”.
Como si eso fuera a solucionarlo.
“—¿Qué no me enoje? ¡No te puedes burlar de los sentimientos amorosos de otros!”—sintió como si fueran sus sentimientos, que si él igual se declaraba él se burlaría con otro chico—“ Eres un imbécil, Todoroki”.
“—Espera, espera, espera, relájate un poco, me acabas de llamar por mi apellido. ¿Qué tal si…?
“—¿Qué tal si soy yo el que me declaraba? ¿Harías la misma burla?”.
Guardó silencio.
“—Sería diferente, tú eres mi amigo...”
“—¿Y si no lo fuera? ¿Y si me declarará en este momento sin ser tu amigo?”
Todo pasaba con rapidez y no quería perder su amistad por un chiste estúpido.
“—Tranquilízate…”— era obvio que no le iba a hacer caso, pero no sabía qué decir.
“—¿Qué me tranquilice? Vete a la mierda”—maldijo.
“—Wow, te enojaste mucho por eso, mejor vayamos al auto, Shouto te espera para jugar videojuegos…”
“—Idiota, me gustas. Así que vete”.
“—¿Qué…? ¿Me das esa revelación y me pides que me vaya? ¿Estás loco? ¿De qué hablas?”.
“—¡Dije que te largaras! Vete a hacer el mismo chiste con Spinner, anda, ve”.
“—¿Cómo? No lo voy a hacer, Tenko-”.
“—Si no lo haces me alejaré”.
“—¿Qué? Estás loco, ya para, solo fue una broma”.
“—Pero lo mío no lo es, ¿Lo ves? Te tomas a juego todo, no te importaron mis sentimientos”.
“—¡Claro que me importan! Por eso me niego a hacer ese chiste si tú estás involucrado”.
“—¿Y por qué los de ella no te importan? ¿Por qué si hiciste ese chiste con ella?”
“—Exageras”.
“—Lo sé, creo que debería darme un tiempo…”
“—¿Un tiempo? ¿De qué?”.
“—De ti, me alejaré de ti y de tu egocentrismo, no me hables, no me mires y tampoco llames a mi teléfono, ¿Si? Hoy no me iré contigo y no creo volver por tu casa hasta que deje de estar enamorado de ti”.
“—Esto va muy rápido, charlemos”.
“—No”.
Siente como unos chocolates son puestos en su pecho con brusquedad.
“—Ay”.
“—Feliz aniversario de amigos, me iré a mi casa”.
Se llevó su ramo de flores con él.
Era solo un chiste que se volvió una confesión confusa.
Decirle eso a su hermano fue un reto.
“—¿Y Tenko-Shi?”.
“—Se irá a su casa”.
“—¿Y nuestra noche de videojuegos? Mhm, bien, jugaremos mañana”.
“—No irá mañana”.
“—¿Cuándo irá Tenko-Shi a casa?”.
“—No lo sé, pero creo que lo que resta de este año no”.
“—¡¿Tango tiempo?! ¡Qué mal!”.
“—Lo lamento, fue culpa mía por no medir mis palabras.”
“—¿Qué hiciste?”—preguntó Rei.
“—Yo… Creo que me pase de la raya pero Tenko se lo tomó muy a pecho y… Y ahora me odia y dijo que no iría más a la casa ni se juntaría más conmigo”.
“—¡¿Qué?! ¡Es tu culpa, Touya-Nii!”.
Tal vez todas las palabras que le dirigió Shōto en verdad se las merecía.
—Pasame a Shouto, a ver.
Con delicadeza Tenko le otorga el niño a su madre.
—Muchas gracias por acompañarnos, si deseas pasar y tomar algo antes de que te devuelva a casa…
—Claro, con gusto Rei-San.
El dolor de su pecho e impulsividad lo hizo de nuevo. Sabía que si Tenko entraba a su casa encontraría la forma de alejarse de él, siempre la encuentra, y cuando salga jamás tendrá otra oportunidad.
Por eso cerró fuertemente la puerta y colocó el seguro, se hizo hacia al frente del auto donde aseguró todas las puertas para que Tenko no saliera, ¿Exagerado? Si ¿Necesario? También.
—¿Qué haces…?
—Necesitamos hablar.
Su confusión se convierte en enojo.
—No tenemos nada de qué hablar, Todoroki-San, ahora déjeme salir—las secas palabras que salieron de su boca le habían dolido.
Se coloca otra vez en los asientos de atrás para poder ver a Tenko bien.
—Claro que tenemos de qué hablar, deberías tomar un poco de agua, sabes dónde está, tus palabras salen muy secas.
—Jajaja, muy gracioso, abres tu o abro yo.
—Ninguno. Hablaremos, iniciemos; mi apellido, hace mucho que no me llamas por él y de verdad me duele el pecho cada vez que lo oigo.
—A si te dicen todos.
—Tú no eres todos. Número dos, ¿Te gustó? ¿Por qué?
—Y… ¿Podrías olvidarlo?
—No. Así que dime.
—… Me voy.
Toma las muñecas de Tenko y las coloca en el asiento.
—Lo lamento, pero no te vas hasta contestarme.
—Todo…
—Me molesta mi apellido… Me duele que mi apellido salga de tu boca después de años de no hacerlo, no lo digas.
—Touya, suéltame.
—Eso me gusta pero no lo haré, dijiste que volveríamos a ser amigos o así entendí yo, seamos amigos ahora.
—Nuestra amistad se arruinó cuando yo me confesé.
—Entonces terminemos de arruinarla, ¿Qué más se puede perder?
—… Estás arriesgando mucho…
—Me gusta apostarlo todo.
Si Touya se enamorara, no cobraría nada. Él lo tiene todo, su Crush podría gustar de él y lo apuesta todo porque sabe que va a ganar.
—Touya, quítate.
—¿En qué momento te enamoraste de mí?
—Cállate y quítate de encima mío.
—¿En qué momento te fijaste en mí como enamorado?
—Que te calles.
—¿En qué momento tu también lo apostaste todo por algo lejano?
—Que… ¿También?
Algo lejano es similar a lo imposible, y Touya no hacía las cosas difíciles. Jamás se arriesgo a jugarse todo si no tenía nada ganado, era imprudente pero inteligente en ello, jamás lo haría. ¿Cómo que también lo apostó todo en algo que no sabía si iba a ganar?
—Touya-
—Tenko, también me gustas… ¿Me crees? ¿Podemos charlar para arruinar nuestra amistad y empezar un amor?
Era estúpido.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro