¿Die?
Había muerto, era la muerte de alguien, ¿Por qué la celebran?.
Él estaba en prisión, las cosas se ponen fáciles, podría escapar si quisiera; pero no quiere.
Los tres podrían escapar e ir con su líder, ir con Tomura.
Toga, Spinner y Dabi.
Los únicos sobrevivientes de la Liga De Villanos.
No sabían cómo llegaron ahí, tal vez si, o no; sus memorias estaban distorsionadas.
En un momento contaban una cosa y al minuto otra, sin embargo, el trágico final era el mismo.
Cierra sus ojos, intentando recordar todo.
Habían asesinado a su última razón de vivir, a su líder; asesinaron a Shigaraki Tomura.
“—¡Tomura!”.
Grito en aquel momento.
Abre sus ojos, parecía una ejecución pública del siglo XIX, tan humillante. Sus cabellos blancos revoloteaban ante el fresco aire que azotaba en momentos, el molesto flash daña sus orbes turquesa, periodistas, reporteros y personas comunes, todos los veían, a los tres.
La chica no quería alzar la vista, sabía lo que le esperaba, las caras de alegría y gozo con la muerte de una persona, y decían que los villanos eran los malos.
Vio a su líder morir, ella y sus dos compañeros habían derramado lágrimas y sangre por él, mientras los demás reían, sus caras eran adornadas por una sonrisa y lágrimas de felicidad caían por sus mejillas.
“—¡El líder de la liga de villanos, ha muerto!”.
Eran las repugnantes palabras que pasaban de boca en boca, como ella lo recordaba, todo era una reverenda mierda, tenía razón, 𝘯𝘪 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘯𝘪 𝘑𝘪𝘯 𝘦𝘳𝘢𝘯 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘪𝘥𝘦𝘳𝘢𝘥𝘢𝘴 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘴; tampoco es que a ella le importase eso de la asquerosa sociedad, solo que la verdad duele.
Mientras tanto el último, el chico lagartija, Spinner. La mayoría lo vería como un miembro irrelevante, pero él era uno de los más fieles seguidores de la ideología de los héroes de Stain, y por supuesto, su líder, Shigaraki Tomura. La única persona que realmente sintió que se había preocupado por él.
“—… Murió… ¡Realmente murió!, ¡Shigaraki Tomura ha muerto!”.
Ese grito fue el que lo alertó en todo momento, frunce el ceño ante ese recuerdo y alza su vista, si lo van a condenar, si va a morir, si va a sufrir, deseaba no arrepentirse en sus decisiones; eso sería una gran vergüenza como diligente de la ideología de Stain y compañero de Tomura.
—Ey, Toga—llama en un susurro captado por la chica.
—¿Qué pasa, Iguchi-Kun?.
—Que no te moleste lo que digan, lo que hagan o lo que pase, mantente orgullosa de lo que lograste, de lo que Shigaraki-Kun hizo que lograrás, aunque hayas asesinado a tanta gente… Que la muerte de Jin-Kun no sea en vano. Sabíamos que esto iba a pasar, desde el primer momento.
—Tienes ra-.
—¡Silencio!.
La voz del policía los calla de inmediato, tan ridículo.
Touya suspiró, oyendo la conversación se da cuenta que Spinner tiene razón, alza su vista y como lo esperaba, la decepción en sus miradas.
Su padre decepcionado, su madre avergonzada, su hermana asustada, Natsuo manteniéndose serio, y Shoto, el hijo favorito y quién, según él, lo arrinconó hacia donde está ahora, mantenía su cara seria, pero él lo sentía, algo en él estaba roto, era algo como la decepción de ver la verdadera cara de tu ídolo, tan hilarante.
—No me arrepiento—susurra. Asegura que su gruesa voz y duras palabras resonarán en los oídos de su familia.
𑁍𑁍𑁍
Después de unas horas de juicio, todo era aburrido.
—¡Touya Todoroki, Shuichi Iguchi, Toga Himiko; ¿Cómo se declaran?!.
La intimidante y demandante voz del juez resuena en toda la sala.
—Yo… —empieza el chico menor—, Shuichi Iguchi alias Spinner, el quinto miembro reclutado de la liga de villanos, ¡Me declaro culpable!.
Se mantenía firme, no se iba a doblegar ante las miradas juzgadoras, Stain no lo haría, Shigaraki tampoco. Los murmullos no tardaron en llegar, se había declarado culpable, ¿Qué más deseaban?.
—Soy Toga Himiko, y me declaro culpable, tampoco siento haber hecho algo malo, yo sé que hice mal, reconozco todo, Jin no era malo, sin embargo, me hicieron ver que tampoco era humano, señor Juez, al igual que Jin-Kun, yo… ¿Seré asesinada?.
Una pregunta –sin sentido para muchos– absurda sale de su boca, traga saliva sabiendo la respuesta.
—No sé de qué hablas, no he declarado nada.
Fueron las únicas palabras del juez.
Todo el lugar se queda en silencio.
—¿Todoroki Touya?—llama el Juez.
—… Culpable, ¿Qué más puedo decir? Esto es absurdo, mi pasado y mis crímenes son conocidos en todo Japón, si dijera que soy inocente, ¿Me creerían?—pregunta con seriedad y burla, nadie le contesta—… Eso es lo que esperaba, lo sabía.
Los susurros vuelven a escucharse por toda la sala.
—¡Orden en la corte!—el martillo golpea con fuerza la superficie de madera haciendo callar a todos.
Todo el lugar se queda en silencio, dejando al juez leer todo en paz.
—Shigaraki Tomura fue asesinado, ¿Qué piensan de eso?.
Una dura pregunta salió de los labios de una reportera, los espectadores no deberían hacer preguntas, ¿Por qué el juez no los calla?.
—Eso no detendrá la villania, ustedes solo mataron a un chico que fue usado, ni siquiera lo conocían como nosotros a él, sin embargo ya celebran su muerte—fue la respuesta que dió el chico.
—No quiero hablar de eso—suelta la chica.
—… ¿Qué pienso?—una risa burlona y una sonrisa forzada se deja ver—, pienso que es la misma reverenda mierda de siempre, solo asesinan a quién creen que es lo mejor para acabar la maldad, solo piensen, héroes, uno puede elegir ser el bueno o el malo en una historia, pero también la sociedad lo arrincona hasta ser el villano del cuento.
Nadie dice nada, lo mejor era callar.
—Hm—carraspea el Juez—, ¡Los declaró culpables, cadena perpetua sin libertad a fianza!—declara golpeando su martillo en la superficie de madera una vez más.
—Tal y como lo pensé, mejor matenme de una vez, ya no tengo motivos para seguir—susurra la menor mientras es jalada hacia afuera del tribunal.
—Al menos hice lo que pude.
Suelta Spinner mientras es arrastrado junto a Toga.
Los policías agarran con brusquedad y empujan al Todoroki mayor, sometiéndolo a pesar de que él no se esté resistiendo.
—Prefiero morir e ir con Tomura que vivir tras las rejas en un infierno que ustedes se encargaron de hacerme, esto es humillante.
Es lo único que dice, sangre caían de sus dolorosas cicatrices engrapadas en sus ojos.
Las personas mayores solo asumen la exageración en sus palabras vacías, algunos pocos se ponían a pensar de verdad que podía haber tenido una secreta relación con su líder y ese es el porqué de su tristeza, pero, alguien que no quiso ni a su familia, ¿Amaría a un marginado de la sociedad?, No importaba, igual, ambos morirían sin saber los verdaderos sentimientos del contrario.
Porque con tanta pelea antes de la revolución, jamás se dieron aquel tiempo para decirse un “Te amo”.
Ahora solo quedaba él, Dabi, quien en su mente repetía una y otra vez esas palabras que jamás serían escuchadas en la vida, que solo se quedarían flotando en su podrida mente o si bien salían de sus labios, se quedarían flotando en el vacío espacio de la prisión dónde serían ignoradas, tal vez escuchadas y burladas, pero la persona que debería escuchar eso no estaría ahí.
Tomura había muerto, dejando a Dabi y a la Liga completamente solos, todos celebraban dicha muerte, después de todo no le dolería, alguien quien quiso destruir la sociedad y matar a las personas no le importaría escuchar en sus últimos momentos los gritos de alabanza de su muerte. Para todos era un ser sin sentimientos.
Él tenía sentimientos, la lágrima ya seca que estaba adornando sus mejillas era la clave de ello.
Las palabras que se habían quedado flotando en el aire sin ser escuchadas por nadie también era una prueba.
“—Dabi, te… amo…”.
Unas últimas palabras para una pobre alma en desgracia que solo quería ser un héroe.
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