Capitulo 45: Destinado a amarla.
Amira.
Gruñí cuando los golpes en la puerta se hicieron mas fuertes.
¿Por que no llevaba su llave?
-¡Voy! -grite y me puse de pie tambaleándome.
Tenía un sueño de los mil demonios, mire el reloj de la pared antes de salir de mi habitación, las cuatro de la mañana. Si estaba en la casa de Louis ¿por que no se había quedado a dormir allí?
Camine a pasos lentos en el piso y talle mis ojos al encender la luz, gire le llave y abrí la puerta.
No puede reaccionar hasta luego de unos segundos.
¿Me estaba besando? ¿Liam me estaba besando?
Cerré mis ojos y enrede mis brazos en su cuello uniéndolo a mi, era diferente al beso que le di aquella noche, él no estaba borracho, a pesar de que sabía y olía un poco a cerveza, él estaba lucido. Lo notaba en sus movimientos, en la manera de sujetarme, de acariciar mis mejillas, él sabía lo que estaba haciendo y me estaba haciendo feliz.
Liam me sujeto contra su cuerpo y comenzó a avanzar haciendo que caminara hacía atrás. Oí la puerta de entrada ser cerrada y él se alejo de mi.
Sus ojos inspeccionaron mi rostro, cada milímetro, cada detalle. Sus manos sobre mis mejillas se volvieron menos posesivas y con sus pulgares acaricio mis labios. La intensidad de su mirada me cortaba la respiración y por un momento olvide toda la mierda anterior, el hospital, su mirada indiferente, el dolo al temer perderlo, todo se esfumo y solo quedo él, sus ojos, sus labios y el placer que sentía en sus brazos.
-¿Por que no me lo dijiste? -pregunto él en un susurro ronco.
Su respiración era agitada, su pecho subía y bajaba a toda velocidad junto al mió, sus ojos eran casi negros y el brillo de sus pupilas me cegaba.
Sus manos no habían dejado de sujetarme, la proximidad de su rostro al mío me ponía nerviosa, ansiosa, y las ganas de besarlo no habían desaparecido.
-¿Que? -pregunte luego de unos segundos.
Un suspiro cargado de sentimientos fue liberado de sus labios y el tibio aire choco contra mi boca haciendo que casi cerrara mis ojos.
-Lo se todo -aseguro en un susurro y junto nuestras frentes cerrando los ojos -no lograba entender por que me alterabas tanto, por que deseaba besarte o me ponía celoso por cualquier cosa, no lograba entender que tenías para hacerme sentir tan. . .extraño, pero ahora lo se -abrió sus ojos y su mirada se torno demasiada profunda -eras. . .eres mi novia.
El temblor en su voz era igual al de mi cuerpo.
Las ganas de llorar me invadieron y ni siquiera sabía el por que, sabía que no había recordado, no tenía la mirada que tendría si le hubiera recordado, no me miraba con eso ojos que expresaban sus sentimientos.
No tenía idea de que hacer, que decir.
Me aleje de él y le di la espalda intentando no llorar. Había soñado tantas veces con este momento, lo había esperado tanto, lo había deseado decenas de noches, pero ahora que estaba sucediendo, no sabía que decir o hacer.
-¿Quién. . .fueron los chicos? -pregunte la fin intentando contener las lágrimas.
Me dolía que aun no recordara y me hacia dudar de como actuar.
-Si -dijo luego de unos segundos.
Tome aire y volteé nuevamente a él.
Las ganas de llorar llegaron mas fuertes, su mirada era suplicante, me estaba suplicando que, yo misma, le dijera que eramos.
-No se que decir -dije al fin desviado la mirada al suelo.
Unos segundos de silencio le siguieron a mis palabras.
-¿Se supone que yo deba saberlo? -estaba molesto -Me acabo de enterar de que tengo o tenía novia, ya que por tu actitud no estoy seguro de que pasara, ¿que se supone que debo hacer ahora Amira?
Levante mi mirada.
-Yo. . .
-¿No me querías? -pregunto y rió sin humor -¡Oh mierda! -tomo su cabello con desesperación y di un paso en su dirección -Era un completo idiota ¿no es cierto? Era un completo idiota enamorado de una chica que no llegaba sentir lo mismo que yo.
Su ojos se clavaron en los míos.
¿En verdad pensaba que no lo amaba?
-No es lo que piensas, solo estoy. . . confundida. . .
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Liam.
Ella me observaba asustada, como si lo que estuviera viendo y escuchando no fuera real.
-¿Confundida? -la interrumpí y camine hasta estar frente a ella -Es simple. No recuerdo una mierda, pero mis mejores amigos acaban de decirme que te amo, que estaba dispuesto a todo por ti y siento que es cierto. Siento que es cierto por que desde el preciso instante que te vi en el hospital me sentí distinto, me sentí tranquilo, me sentí. . .bien, extremadamente bien. Lo que te quiero decir es que creo que sigo amándote, volví a amarte igual que antes o quizás mas. . .-suspire -ahora la decisión es tuya. ¿Quiere a este Liam o prefieres esperar al antiguo? Aunque no estoy seguro de que ese vuelva a estar aquí.
Ella se vio aturdida por un momento, su cuerpo entero temblaba, su boca se abrió pero, inmediatamente la cerro.
Llevo sus manos a su cabeza y las dejo allí unos segundos alejando su mirada de mi.
Suspire, me sentía un completo idiota en ese momento. Había llegado a pensar que ella me quería, que le importaba, que se alegraría cuando recordara.
"Quizás sea mejor que no recordara"
Recordé su charla con Niall y me quise golpear por idiota.
Era un estúpido por creer que ella me había esperado, seguramente había conocido a alguien mas, seguramente lo quería, quizás . . .
¡No!
-¿Es mío? -pregunte en un susurro. Amy levanto su mirada y me observo confundida, mire su vientre -¿Es mi hijo?
Quería llorar, tenía unas inmensas ganas de llorar.
Levante mi mirada para encontrarme con la de ella, estaba asustada.
-¿De que hablas?
-¡Vi el maldito test Amira! -me acerque a ella enojado -Responde . . .-sentía como las lágrimas amenazaban con salir -¿Es mío o ya me remplazaste?
No lo vi venir.
Su mano impacto con mi mejilla y me hizo voltear el rostro. La mejilla me punzaba y estaba seguro de que se encontraba roja, lleve mi mano allí y la deje unos segundos. Mis ojos volvieron a ella y la vi llorar, sus mejillas se encontraban cubiertas de lágrimas.
-Eres un idiota -susurro -¡El idiota mas grande el mundo!
Tomando toda mi fuerza de voluntad al verla así, pregunte:
-¿Eso que quiere decir?
Amy seco sus lágrimas con el dorso de sus manos y se acerco mas a mi fulminándome con la mirada.
-Que si hubiera bebe sería tuyo -aseguro y quede estático.
"Si hubiera bebe"
¿Eso quería decir. . .
-¿De que hablas? -pregunte desesperado.
Si ella había tenido que pasar sola por un. . .
No quería ni pensarlo.
-Que no lo hay ¿no es obvio? -pregunto.
-¿Lo . . lo per. . .
No puede seguir, las malditas lágrimas salieron sin control. me sentía una completa basura. Le di la espalda y solloze. Seguramente me veía como un idiota, pero o me importaba. No podía ser cierto ¿ella lo había perdido? ¿Cuándo? ¿Cómo?
Sentí sus manos rodear mi cintura desde atrás y me quede quieto sorprendido.
Su sollozos no se hicieron esperara, me sentía lo peor.
Me gire y la estreche en mis brazos.
-Lo siento -comencé -no se que decir. . .
-No es lo que piensas -dijo entre sollozos y fruncí el ceño.
-¿Que?
-Yo. . . no estaba embarazada Liam -dijo susurrado con voz ronca.
La separe de mi e hice que me observara.
-¿Podrías explicarte mejor? -pedí.
Sus ojos miel me observaron y sus pequeñas manos se elevaron a mi rostro limpiando mis lagrimas. Imite su acto y limpie su rostro, aunque las lagrimas no dejaban de caer por sus mejllas.
-Solo fue una falsa alarma -confesó -no estaba o estoy embarazada, los medicamentos alteraron mis hormonas. . .
-Perdón -la interrumpí -soy un completo idiota, no me hubiera perdonado jamás si algo malo te hubiera pasado, perdóname.
Una sonrisa apareció en su rostro.
-Te extrañe -dijo y bajo sus mano hasta rodear mi cintura y apoyar su mejilla en mi pecho -extrañe tanto esto, me sentía tan mal, creí que no volvería a poder abrazarte. . .
-Perdón.
Su cabeza se elevo observándome.
-Esta bien, tú no lo sabías . . .
-Perdón por olvidarte -la interrumpí.
Sus ojos me observaron sin pestañar y luego de unos segundos se elevo para besar mis labios.
No dude un segundo en corresponderle, sus lagrimas y las mías se mezclaban en nuestras bocas, pero a pesar de todo nada podía quitar el sabor dulce de sus labios.
-Te amo -susurro si dejar de besarme y sonreí.
Esas eran palabras que jamás pensé escuchar de una chica y jamás pensé decir. Escucharlas de su boca sabían a vida, a dulce, a ganas de mas, se sentía perfecto.
El beso se hacia cada vez mas urgente, mas deseoso, mas anhelado. Era como si todo acabara allí, en ella, en sus manos rodeando mi cintura, en mi cuerpo unido al de ella, en su boca saboreando la mía, todo comenzaba y acababa en ella. Amira era mi complemento, mi brújula, estaba destinado a amarla.
Sus manos se movieron velozmente a la los botones de mi camisa y comenzó a desabrocharlos, se lo permití. Ahora sabía que aquello no había sido un sueño o alucinación. Aquello era un recuerdo, el recuerdo mas bello.
Sus manos se encontraban temblorosas, dirigí mis manos a donde trabajaban las suyas y la ayude a quitarme la camisa. Amy me ayudo a deshacerme de ella y sonrió en mis labios cuando sus manos se dirigieron a mi pecho y comenzó a acariciar allí.
Lleve mis manos al extremo de su buso de algodón y cole mis manos por debajo acariciando su espalda, su piel se erizo ante mi tacto y me sentí poderoso. Me sentí vivo al ver lo que causaba en ella.
Los besos no se detenían, el calor en mi interior no dejaba de crecer y las ganas de hacerla mía se hacía cada vez mas grandes. Quite las manos de su espalda y le quite el buso.
No tenía sujetador y la vista que tenía era la mejor, sus labios de separaron de mi unos segundos y volví a besarla con mas urgencia cuando su cuerpo se abalanzo sobre mí.
Amy guió nuestro camino hasta el sofá y me hizo sentar en él colocándose sobre mi regazo, su pecho al descubierto se encontraba pegado al mío, el calor de su cuerpo me encendía de manera sobrehumana y su brazos rodeando mi cuello eran la gloría.
Tras unos segundos Amy se separo de mi en busca de aire, yo también lo necesitaba, pero las ansias por tenerla eran insoportables.
Mi boca se dirigió a su cuello y comencé a dejar un camino de besos húmedos en él, bajando lentamente hasta llegar a sus pechos, un gemido escapo de su boca cuando mi boca saboreo su piel y sonreí.
Sujete mas fuerte su cintura y ella llevo sus manos a mi rostro para guiarme nuevamente a sus labios, pero antes de besarme me observo a los ojos con la respiración agitada.
-Te amo -susurro y sonrió.
Lleve mis manos a el borde de su short de algodón y juguete con el elástico.
-Ya hemos estado así ¿cierto? -pregunte.
Ella me observo confundida.
-¿Que?
-En un principió pensé que era un sueño, pero . . . ye te he tendido para mi, así -afirme observando su cuerpo y volví a besarla.
-¿Lo recuerdas? -pregunto alejándose.
Sonreí.
-Luego de que me besaras.
-Pero . . .
-Deberías dejar de hablar y besarme Ayers -asegure y una sonrisa apareció en su rostro para volver a besarme.
Mis manos no abandonaron el elástico de su short.
-Deberíamos quitarte esto -dije sobre sus labios y ella rió para luego ponerse de pie frente a mi.
La observe aun sentado en el sofá, ella no se movió. . .esperaba que yo se lo quitara.
Sonreí y me acerque para poder besar su estomago, su manos fueron directo a mi cabello y acarició allí mientras yo no dejaba de besar su vientre. Mis manos estaban sujetas en su cintura y poco a poco bajaron nuevamente hasta el elástico de su ropa, acabe con ese pequeño short y con la única prenda de ropa interior que le quedaba.
Sus mejillas se sonrojaron y una sonrisa tímida surco su rostro, sonreí y me puse de pie frente a ella rodeando su cintura, la bese con demasiada lentitud, quería disfrutar del momento, quería grabar en mi memoria sus suspiros, sus jadeos, su sonrisa.
Luego de un minuto, baje mis manos para comenzar a desabrochar mi vaquero.
Sus manos detuvieron mi acción y con una sonrisa extremadamente sexy, fue ella quién continuo con el trabajo hasta dejarme solo con boxer, sus delicadas manos rozaron mi parte mas sensible y creí que podría morir allí.
-La primera vez no me atreví a hacerlo -susurro -estaba muy nerviosa y. . .
-¿Por que estabas nerviosa? -la interrumpí succionando el lóbulo de su oreja.
Oí su risa tras un leve gemido.
¡Dios! Esto era el paraíso.
-No estaba acostumbrada a. . .esto -confesó.
Y lo entendí.
Ella había tenido su primera vez conmigo, ella en verdad me amaba.
Me aleje para observarla a los ojos y eleve mi mano acariciando su mejilla, ella ladeo su cabeza disfrutando de mi tacto.
-Te amo -susurre y volví a besárla.
Esa chica era mía, lo sentía en la forma que su piel se erizaba con mi tacto. lo sentía en cada uno de sus suspiros cargados de deseo, lo sentía en cada beso, cada caricia, Amira Ayers me pertenecía y yo, yo le pertenecía a ella.
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Marque a Amy nuevamente. Hacia media hora intentaba comunicarme con ella y no respondía.
Me encontraba supervisando a un nuevo mesero, mi padre me había ofrecido un puesto de Encargado en uno de los restaurantes y había aceptado. Hacía cuatro meses trabajaba aquí, ya no estaba estudiando, luego de "perderme" cinco meses de clases creí que lo mas razonable era centrarme en trabajar e intentar recuperar la memoria, el próximo periodo de clases comenzaba en un mes y comenzaría nuevamente a cruzar segundo año de universidad, seguiría estudiando.
-Señor Payne, lo buscan -me informo John, uno de los meseros y asentí.
Me dirigí a la entrada del restaurante y respire con tranquilidad al verla allí de pie sonriéndome.
-¿Por que no respondías? -pregunte al llegar a Amy y sin dejarla responder la bese.
Esa chica se había transformado en mi anca, en mi camino, en lo mas importante.
Amy rodeo mi cuello y sonrió sobre mis labios.
-Deje el móvil en el apartamento -se alejo un poco observándome -Quise sorprenderte al visitarte en tu trabajo lleno de meseras lindas, pero tú me reclamas por no responderte -hizo un puchero.
La tome por la cintura con una sonrisa.
-Sabes que ninguna mesera linda se compara a ti -sonrió -quizás Cassy, la recepcionista pero . . .Auch -me queje cuando su puño impacto contra mi brazo -eres violenta.
-Y tú un playboy -contraataco y me beso.
Sonreí sobre sus labios.
Amy se alejo.
-Ruth y Niall vendrán al apartamento hoy -dijo sonriendo.
Mi rostro cambio de inmediato, ya no me sentía feliz. Una cosa era que mi hermana estuviera con ese idiota, pero otra era que lo aceptara.
-¿Por que tendría que ir ese imbécil a nuestro apartamento? Sabes que no quiero saber nada de él Amy -suspire.
Ella frunció le ceño.
-¿No crees que ya es momento de que dejes de ser tan rencoroso? Niall ha cambiado Liam, y no puedes alejarte de tu hermana por que no aceptas que este con él -dijo acariciando mi rostro -además si no aceptas les diré que salgamos solo nosotros, sin ti -amenazo
-Tú no irás a ningún lado sin mi -asegure sujetando mas fuerte su cintura y escondiendo mi rostro en el hueco de su cuello.
Su aroma era adictivo.
-Entonces ¿Cena en casa?
Me aleje de ella y la observe con una sonrisa divertida.
-¿Has dicho casa? -pregunte intentando disminuir mi sonrisa.
Se sonrojo.
-Si. . .bueno me refiero a el apartamento . . .
-Me gusta que llames casa a el apartamento, es nuestro hogar -susurre rozando su labios.
-No cambies de tema ¿Aceptas?
Suspire y me aleje observándola.
-Ganas Ayers, pero espero ese idiota se comporte o romperé su nariz.
Amy sonrió y se alejo de mi con una sonrisa.
-Genial. Iré ya mismo al apartamento para tener todo preparado -dijo en tanto me daba la espalda.
¿En serio? ¿Se iría así?
-¡Amira! -hable en voz un poco alta y ella volteó confundida -No te irás de aquí hasta que me des un beso de despedida -asegure y ella sonrió.
Volteó nuevamente hacía mi y camino rápidamente para besarme.
Sonreí como idiota sobre sus labios.
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Gire el pomo de la puerta e ingrese al apartamento, según el mensaje que Amy me había enviado hacia unas tres horas, Ruth y Niall estarían aquí en unas dos horas, así que ingrese tranquilo y mentalizándome de que tenía que tratar bien a Niall, o la menos intentarlo.
Me sorprendí al no verla en la cocina y no escuchar movimiento alguno.
-Amy -llame dejando mi campera y llaves sobre la mesita de al lado de la puerta.
El lugar estaba en silenció.
-¡Amira! -dije abriendo la puerta del baño.
¿Donde se había metido?
No estaba en nuestra recamara y no estaba en su antigua recamara.
Saque mi móvil del bolsillo de mis jeans y marque su número.
Me sorprendí al escuchar el sonido de su móvil desde la cocina, me acerque y lo vi sobre la barra de la cocina.
Fruncí el ceño.
¿Donde carajos se había metido? ¿Habría olvidado su móvil nuevamente?
Mi teléfono timbro en mi mano y fruncí le ceño al ver que era un número desconocido. Deslice mi dedo por la pantalla y respondí la llamada.
-Hola.
-Payne.
Conocía esa voz, la conocía muy bien.
-¿Que quieres Aaron? -pregunte de mala manera y recorrí el apartamento con mis ojos en busca de mi chica.
-Te necesito -dijo la voz rasposa del otro lado de la línea.
Reí.
-Tenía entendido que había terminado con tu mierda Aaron.
-Estas equivocado Payne, aun te queda mucho trabajo por hacer.
Suspire enojado.
Louis y Harry me habían explicado, muy bien, que había participado en las apuestas durante un mes casi todos los días para liberarme de él, a pesar de que no me daban miedo, Aron, Nick y Ashton "el jefe" eran personas peligrosas y para permitirme salir de aquello tuve que ganar una gran suma de dinero.
-¿Estas borracho? No me vengas con tus mier. . .
-¿Cómo está Amira?
Mi sangre se heló.
-¿Qu. . .que?
Que no fuera lo que estaba pensando, por dios.
-Es un poco triste verla llorar de esta manera -aseguro y casi pude sentir como mi corazón dejaba de latir.
-Te matare -asegure -Juro que te matare ¿donde está? ¡¿Que carajos le hicieron?!
Ellos la tenían y quería morir al pensar en todo lo que podrían hacerle.
-Consígueme cinco grandes Payne y la niña sera nuevamente tuya . . .
-¡No se les ocurra tocarla!
Estaba desesperado, quería morir en ese instante.
Amy, mi Amy estaba en manos de esos monstruos.
-Tienes esta noche para acabar con "El Turco", en el lugar de siempre. Si no consigues el dinero. . .la niña será mía.
Sin mas colgó.
Mire el móvil en mi mano y sentí las lagrimas a punto de abandonarme.
Ellos eran lo peor, ellos tenía a Amira, ellos la lastimarían y todo era mi culpa. Todo era mi maldita culpa. Me deje caer en el piso sentado y cubrí mi rostro con las manos.
Necesitaba conseguir ese dinero, necesitaba ser el desgraciado que era cuando jugaba al póquer y necesitaba ganar, necesitaba ganar ese dinero o. . .no quería ni pensar en lo que ese idiota le haría a Amy.
No podía perdérla, daría mi vida por ella, daría mi ser por su sonrisa y no pararía hasta tenerla nuevamente conmigo.
Me levante del piso y dirigí al baño para ducharme, las apuestas comenzaban en media hora y hoy, hoy conseguiría ese dinero y la traería a casa conmigo.
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