Zayn se despidió de los chicos con lo que hablaba y comenzó a caminar hacía mi, pero su mirada estaba a mi espalda, donde sabía aun se encontraba Liam.

Sin querer permanecer un segundo mas allí, camine en dirección a Zayn, alcanzándolo.

-Hola -salude en cuanto estuve frente a él.

Zayn me regalo una sonrisa tierna y me señalo con sus ojos que lo siguiera.

Sin mirar atrás, pero sintiendo la mirada de Liam clavada en mi nuca seguí a mi amigo hasta la cafetería.

-¿Desayunaste? -preguntó Zayn en cuanto nos sentamos en una mesa alejada y asentí lentamente.

Esto era incomodo, no por estar con él, sino que por la situación. Sabía lo que Zayn quería conmigo y me dolía en cierta forma no haber podido corresponderle, pero jamás lo había visto como algo mas que un amigo y ahora llegaba el momento de confirmarle que estaba con Liam.

Suspire y Zayn me observo serio.

-Sobre lo que paso . . .yo . . .

-No dejarás de ser mi amiga ¿cierto? -me interrumpió y si no me equivocaba, estaba nervioso.

-No -respondí con la verdad -y lamento si lo que viste no te gusto o . . .

-Lo odie -aseguro, pero una pequeña sonrisa bailaba en sus labios -sabía que esto pasaría, pero no quería enterarme de esta manera -suspiro -En realidad espero que él sepa hacerte feliz.

-Te quiero -dije sin pensar.

Era la verdad, gracias a él mis clases eran divertidas, gracias a él había perdido ese miedo a conducir a causa del accidente de mi madre, gracias a él sabía que no estaba sola. A pesar de haberlo conocido hacía tan solo unos meses, Zayn ya formaba parte de mi vida, una parte muy importante y no quería que se alejara, pero sabía que no podría oponerme si él así lo quisiera.

Zayn se levanto de su silla he inclinándose por sobre la mesa tomo mi rostro con una de sus manos y besó mi frente.

-También te quiero Amy -dijo antes de volver a su lugar.

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Me perdí mi primera clase, matemáticas, ya que decidí quedarme con Zayn y hablar.

A la hora del almuerzo, sabía que tendría que enfrentarme a Liam y a pesar de que las cosas no habían salido tan mal con Zayn, aun estaba enfadada, él no tenía el derecho de hacer lo que había hecho.

Había recibido mensajes y llamadas de su parte desde que me había ido con Zayn, pero no había respondido.

Al entrar a la cafetería lo primero que vi fue a mis amigos y mi novio.

Si, a pesar de todo él era mi novio y en tan solo unos meses lo amaba.

Tranquilamente me encamine a la mesa. Liam conecto sus ojos con los míos y en menos de tres segundos ya se encontraba a mi lado.

-Tenemos que hablar -dijo con mirada seria.

Me crucé de brazos.

-Pienso lo mismo.

-Ahora -aseguro.

-No, no he comido nada aun -dije dejando caer mis brazos a los costados.

La mano de Liam se entrelazo con la mía y delicadamente me saco de allí.

-¿A donde vamos?

Antes de recibí una respuesta por su parte ya nos encontrábamos en uno de los salones vacíos.

Liam cerro la puerta tras de si, sin soltar mi mano y me miro, parecía dolido.

-¿Por que fuiste con él? Te estuve esperando. Eres mi novia, tienes que elegirme -su voz era tranquila y suave.

-Zayn es mi amigo y . . .

-Le gustas -me interrumpió.

-Lo se -respondí y él frunció el ceño.

-¿Aun así hablas con él? -pregunto alterándose.

-Somos amigos, lo quiero como un amigo.

Liam suspiro.

-¿Te gustaría que yo fuera amigo de Mika?

¡Golpe bajo!

-Mika intentaría llevarte a su cama a pesar de que estamos juntos y Zayn me dijo que deseaba que fuera feliz. No es lo mismo Liam.

Me solté de su mano e intente dirigirme a la puerta, pero Liam me tomo de la cintura y estrello su boca contra la mía.

Un beso rudo, posesivo y sexy.

-Me has convertido en un novio celoso -dijo con la respiración entrecortada rozando mis labios.

Sonreí.

-Yo creo que siempre lo fuiste.

Liam gruño y volvió a besarme. La puerta del salón nos hizo separar y me sonroje al ver que era una profesora, por suerte ninguna de las que yo tenía.

-Payne -Saludo la profesora con un asentamiento de cabeza y mirándonos divertido.

-Señorita Rodol -respondió Liam y tomo mi mano -Mi novia -me presento.

La profesora nos regalo una sonrisa.

-Será mejor que vayan a la cafetería. Yo no he visto nada -aseguro la profesora con una sonrisa cómplice.

Si mas paso por nuestro lado y tomo lugar en el escritorio.

Liam rió y me arrastro sacándome de allí. Me sentía completamente avergonzada.

-Que vergonzoso -muculle.

Liam rió nuevamente y lo mire mal.

-Ella debería de estar avergonzada por interrumpir nuestro beso.

Negué divertida.

-Estas loco.

Mi novio detuvo su caminar y se coloco frente a mi tomando mis manos.

-¿Estamos bien? -pregunto

-No podría estar mal contigo Liam. No quiero estarlo y me gustaría borrar las veces que lo hemos estado.

Una sonrisa adorno el rostro de mi chico y volvió a besarme.

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-¿Vas a salir hoy? -pregunte a Liam mientras mordía la manzana que tenía en mi mano.

Su respiración agitada llenaba el silenció en el cual estaba sumergido el apartamento. Me encontraba sentada en uno de los bancos de la barra de la cocina mirando como el chico que amaba hacia flexiones en el piso. Los músculos de sus brazos se tensaban y sobresalían con cada movimiento. Su perfecta espalda sin camisa estaba cubierta de sudor, al igual que todo su cuerpo, pero eso no lo hacia ver mal, sino que todo lo contrario. Estaba extremadamente sexy.

-Si. -respondió el sin dejar de flexionar y sin mirarme.

Suspire.

-¿Cuando hablaremos sobre eso? -pregunte en un susurro.

Liam suspiro y puso de pie secando su rostro con una toalla que se encontraba en el respaldo del sofá.

Me miro serio.

-No hablaremos sobre eso, no hay nada que hablar. -aseguro

Me estaba cansando de eso. Hacía un mes que eramos novios y el no había dejado de salir casi todas las noches y a pesar que no sabía a donde iba estaba casi segura de que se trataba de eso que tenía con Aaron.

Me puse de pie dejando la manzana sobre al barra y me acerque a él rodeando mis brazos en su cuello, sin prestar atención al sudor que corría por su cuerpo. . . su perfecto cuerpo. Liam no dudo un segundo en rodear mi cintura dejando caer la toalla al piso.

-¿Esta todo bien? Sabes que puedes contarme lo que sea . . .

Liam me interrumpió, peor no hablando sino que besándome dulcemente.

Al alejarse pude ver un poco de diversión en su mirada.

-Estoy sudado -me quiso hacer ver, pero yo ya lo sabía.

Me encogí de hombros y volví a besarlo, pero ahora con mas pasión.

Muchas veces habíamos estábamos así, pero Liam se alejaba antes de que las cosas se salieran de control, y a pesar de que se lo agradecía también me maldecía por temer llegar mas lejos.

Liam se separo de mi bruscamente y me miro con una sonrisa.

-¿Que? -pregunte confundida.

-Súbete a mi espalda -ordeno él alejándose y volviendo a colocarse en el piso con sus brazos estirados apoyando sus palmas en la superficie.

-¿Que? -pregunte sorprendida.

Liam giró su cabeza y me observo, me observo con dulzura, como si fuera la única en el universo, como si su vida terminara en mis ojos.

-Súbete a mi espalda Amy, flexionare contigo arriba.

Perdida en sus ojos respondí:

-¿Como?

Liam desvió su mirada al piso y rió negando.

-Ponte. Sobre. Mi. Espalda -dijo recalcando cada palabra.

Reí, pero hice lo que me dijo.

Coloque mis manos en sus hombros para sostenerme y todo mi cuerpo quedo sobre el suyo. Su fuerte espalda estaba contra mis pechos y estomago.

Trague saliva.

-¿Así? -pregunte y sentí como suspiraba.

-S-si -tartamudeo y rápidamente comenzó a flexionar.

Podía sentir claramente cada musculo de su cuerpo tensarse debajo de mi, con cada flexión y como su respiración se volvía cada vez mas pesada.

Conté diez veces hasta que que una risa me asalto, lo quería tanto y me asustaba. Pero nada podía compararse a lo que sentía a su lado, ya no podía, ni quería estar sin él.

-¿Es divertido? -pregunto

-Si, ¿soy pesada?

-Si -dijo pero sabía estaba sonriendo.

Con una de mis manos golpeé su hombro y él fingió dolor dejándose caer en el piso.

-¿Ya esta? Creí que eras mas fuerte -bromé si levantarme de su espalda.

-Cambiemos -dijo y me tambaleé cuando se comenzó a incorporar.

Por supuesto le fue difícil pero al ver que lo lograría levantarse conmigo en su espalda enrolle mis pierna en su cintura, quedando así sujeta en su espalda.

Liam giro su cabeza y lo bese.

-Nunca me habías llevado así. Deberías haberlo hecho antes -bromé bajando mis pies.

Liam se giro y pude notar como sus ojos se habían oscurecido, su mandíbula estaba tensa y su espiración aún agitada.

-Amy -susurro y acerco lentamente a mi.

Su torso desnudo se pego a mi pecho con solo una blusa de tiritas.

Liam me miro detenidamente, cada parte de mi rostro y sus manos rodearon mi cintura. Su boca busco la mía y cerré mis ojos para recibirlo, pero él se detuvo a unos centímetros.

-¿Que pasa? -pregunte en un susurro y sin abrir aun mis ojos.

-Lo intento -susurro -te juro que lo intento pero . . . -lo mire confundida.

-¿Que intentas? -pregunte alejándome un poco para ver claramente sus ojos.

Liam suspiro y apoyo su frente contra la mía cerrando los ojos.

-Esperarte Amy. . . intento esperarte y no querer tirarme encima de ti a cada segundo, pero me es imposible -abrió sus ojos y busco los míos.

Podía ver como eso lo torturaba, como deseaba no decirlo y como se había arrepentido de hacerlo.

Si hubiera escuchado esas palabras de parte de Niall hacia unos meses, hubiera salido corriendo, pero escucharas de la boca de Liam, era diferente. Se sentía bien, correcto, me hacia feliz, dichosa. Me hacia sentir querida y deseada.

-Yo . . .-comencé pero el me interrumpió alejándose.

Una sonrisa tensa tiro de sus labios y tomo la toalla del piso

-Lo siento, en verdad lo siento -se disculpó -iré a bañarme.

Abrí mi boca para hablar pero el ya me había dado la espalda dirigiéndose al baño.

Suspiré y sentí mi corazón palpitar fuerte en mi pecho, entonces lo entendí. Quería estar con él, quería todo con él. Liam era el indicado, Liam era esa persona que había estado esperando toda mi vida, esa persona con la cual quería compartir todas mis alegrías, todas mis tristezas, mis logros y fracasos, él era la persona con la cual quería despertar y dormir cada noche.

Liam era eso que necesitaba para sentirme completa.

Lo amaba y no tenía por que temer, él era el indicado.

Con una gran sonrisa en mi rostro me dirigí a baño. Me apoye en la puerta, pero no escuche el agua correr. Con las manos temblorosas golpeé la puerta.

¿Que iba a decirle? Esto había sido una mala idea.

-Esta abierto Amy. ¿Que . . .que pasa? -su voz flaqueo cuando realizo la pregunta.

-¿Puedo . . . pasar?

Unos segundos de silencio le siguieron a mis palabras y cuando creí que no respondería la puerta se abrió.

Liam aun seguía igual que en la sala con sus pantalones cortos y su torso desnudo. La imagen me llevo inmediatamente a la primera vez que lo había visto y seguramente yo estaba igual o mas nervios que en esa ocasión.

Liam me miro confundido y entonces su rostro se alarmo.

-Solo deje llevarme por el momento Amy, no . . . no tienes que preocuparte, enfadarte o sentirte mal. . . -una sonrisa forzada apareció en su rostro -¿Estamos . . .bien?

Verlo así, afligido, preocupado y mirándome de esa forma, me confirmaban cada vez mas que había tomado la decisión correcta.

-Necesito un baño -dije

Liam frunció el ceño.

-Esta bien, yo me duchare luego -dijo y se dispuso a salir de allí, pero me coloque delante de él.

Me sentía avergonzada.

-Dúchate conmigo -susurre bajando la mirada.

-Oh no -mucullo Liam -No, no, no Amy.

Levante mi cabeza ante la desesperación de su voz. No ¿Que?.

-Liam -lo llame.

Un sonido proveniente de la sala lo interrumpió.

-Es mi móvil -dijo Liam y dudando se dirigió a la sala.

Bufe. No podía irse así como así cuando estábamos hablando de algo tan importante.

Fui detrás de él y al verme se tenso hablando a su teléfono.

-Esta bien. Allí estaré. -sin mas colgó. Fruncí el ceño. Liam me miro he hizo un mueca. -Debo irme antes.

¿Que? ¿Estaba hablando enserio?

Suspire y asentí.

Las grandes manos de Liam tomaron mi rostro y me beso antes de desaparecer por la puerta del baño.

Estaba segura de dos cosas. La primera, debía averiguar a donde salia Liam casi todas las noches y la segunda, lo amaba y deseaba estar con él.