El sol entraba por la ventana e iluminaba toda mi habitación. No sabía que hora era, ni tampoco quería moverme para saberlo. El brazo de Liam descansaba sobre mi cintura, mi espalda estaba pegada a su pecho y su respiración hacia cosquillas en mi cuello.

Ya había dormido con Liam, pero ahora algo había cambiado además de la forma en la cual dormimos. Había algo mas allá de lo físico y no lograba darme cuenta que era.

Con cuidado coloque mi mano sobra la suya, había intentado volver a dormir, pero no lo logre. Tenerlo aquí, tan cerca, tan él, tan tranquilo, me hizo sentir en paz, en armonía, me hizo sentir que estaba en el lugar correcto.

Mis dedos se deslizaron lentamente sobre el dorso de su mano y lo acaricie, recorriendo cada centímetro y cada uno de sus dedos. Un suspiro ahogado escapo de sus boca y deje de moverme.

-No pares -susurro con voz ronca.

Intente voltearme para verlo pero su brazo me lo impidió, apretándome mas a él.

-Deberíamos levantarnos -susurre.

Su mano tomo la mía y comenzó a trazar pequeños círculos en la palma de esta.

-¿Cómo estás? -pregunto luego de unos segundos.

Cerré los ojos fuertemente, intentando olvidar los recuerdos de ese día. Creí que esos sentimientos de terror y culpabilidad habían quedado encerrados en lo mas profundo de mi corazón, pero al volver a soñar y revivir todo nuevamente, hizo que me sintiera débil, vulnerable, hizo que una gran tristeza se acumulara en mi interior.

-Amy.

La voz de Liam me hizo reaccionar y darme cuenta de que aun no le había respondido.

-Estoy . . .mejor. -aclare mi garganta -gracias.

Liam suspiro.

-Odie verte así.

No puedo explicar en palabras lo que sentí. No era un simple comentario, no era una opinión o algo sin significado. Era una afirmación llena de emociones, de sinceridad, de angustia.

Sentí como mi corazón se acelero y mi cuerpo y alma pedían a gritos abrazarlo.

Me di la vuelta rápidamente tomándolo por sorpresa, escondí el rostro en su cuello y rodeé con mis brazos. Liam se tenso pero inmediatamente me correspondió el abrazo.

-Podría acostumbrarme a esto -susurro y a pesar de no verlo sabía estaba sonriendo.

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-¿Los chicos aún no han despertado? -pregunto Liam saliendo de mi recamara ya vestido.

Llevaba un pantalón de chandal gris, una sudadera color azul y unas converse color negras.

Siempre lo veía usar converse, creo que eso era algo que teníamos en común.

-No. Pero dejemos que descansen, aún es temprano.

Liam se sentó frente a mi en la barra, como ya era costumbre y me observo detenidamente en tanto yo, servía el café y colocaba las tostadas y mermelada frente a él. Luego de terminar me senté y di un trago a mi café.

Él desvió la mirada he hizo lo mismo.

-Soñé con mi madre -dije mirándolo.

Sabía que su mirada se debía a lo que había pasado la noche anterior.

Liam levanto la mirada y me observo con una pequeña sonrisa nerviosa bailando en sus labios.

-Lo se. Ayer . . .decías bastante alto "Mamá".

Asentí

-¿Quieres . . .quieres hablar sobre eso? -pregunto

Negué

-No me verías de la misma forma si te lo contará.

Su gesto se endureció.

-Nada cambiaría la forma en la cual te miro.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al oír sus palabras y ver su mirada fija en mi.

-¿Alguien podría darme una maldita pastilla? Se me parte la cabeza.

La voz de Harry nos hizo girar la cabeza en dirección hacía donde estaba la habitación de Liam.

-No tomarás ninguna pastilla -sentenció Liam con un poco de enfado.

Fruncí el ceño. Harry camino hasta su lado y tomo mi taza de café dando un sorbo, Liam sostenía su taza entre sus manos y miro cada movimiento de Harry, en cuanto la taza fue depositada en la superficie de la barra, le dio un golpe en la cabeza con la palma abierta.

Abrí los ojos sorprendida. ¿Por que le pegaba?

-¡Mierda! ¿Que te sucede? -pregunto Harry de mala manera.

-Te comportaste como un idiota ayer -respondió Liam

Inmediatamente quede roja, recordar lo que había dicho me hacia querer golpearme repetidas veces.

Harry frunció el ceño y se veía que intentaba recordar algo.

Liam me miro y pareció haberse dado cuenta de lo que me sucedía.

-Lo siento -dijo rápidamente.

Yo solo le sonreí tímidamente y tome mi taza de café.

Antes de llevarla a mi boca Liam me la quito y dio la suya.

Fruncí el ceño pero la acepte.

-No recuerdo una mierda -dijo Harry apartándonos de la burbuja que había construido en donde solo existía Liam.

-¿En verdad? -pregunto Liam con los ojos entrecerrados.

Harry asintió.

-Solo recuerdo que jugamos a "Yo nunca . . .", Louis se fue a vomitar y . . . -suspiro -no recuerdo nada mas. Lamento si dije o hice algo mal -dijo mirándonos a ambos con voz sincera.

Un alivio recorrió mi cuerpo al escucharlo decir aquellas palabras. Si hubiera recordado el "Soy virgen" esto sería sumamente incomodo y vergonzoso.

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-Saldré a comprar las cosas que hacen falta para mañana -informo Liam pareciendo frente a mi.

Los chicos ya se habían ido. Luego de despedirme me dispuse a darme una ducha y sentarme a mirar una película comiendo helado.

Liam se sentó a mi lado.

-¿Helado? -ofrecí

Él rió mirando mi helado y negó.

Se estaba burlando de mi por comer tanto helado, lo sabía, pero no me molestaba.

Me encogí de hombros y seguí viendo la película "Diez cosas que odio de ti"

-¿Tú . . .que harás mañana? -pregunto haciéndome girar hacía él y fruncir el ceño.

-¿A que te refieres?

-Me refiero a . . .mañana, te quedarás aquí o. . .

-Aquí -lo interrumpí

Liam sonrió. Parecía aliviado.

Le sonreí de vuelta.

Se levanto de un salto y me tendió la mano desde lo alto.

Fruncí el ceño.

-Debemos comprar todo lo necesario para la cena.

-¿No podríamos terminar de ver la película primero? -pregunte inocentemente

Suspiro divertido y volvió a sentarse a mi lado.

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-¿Que vamos a comer? -pregunté

Nos encontrábamos entrando al supermercado.

-Lasaña -respondió Liam buscando algo con su mirada.

-¿Que buscas? -pregunte un tanto molesta por que no me prestaba atención.

-Los carritos -respondió aun sin mirarme -allí están -dijo y se dirigió a ellos con grandes zancadas.

Apresure el paso y lo alcance, el ser bastante baja no ayudaba mucho.

Liam tomo el carrito y yo comencé a colocar en el todos los ingredientes necesarios. Cebollas, Pimientos ,Zanahorias, Bacon, Carne, Placas de lasaña, Queso rallado, Vino blanco, y demás.

-Hay que comprar cerveza y mas helado -dijo Liam y se dirigió a la sección de los congelados -Oh, mierda -maldijo deteniéndose.

-¿Que sucede?

Liam me miro.

-He olvidado mi billetera en el auto.

-¿Y?

Frunció el ceño

-Tú no vas a pagar esto -sentenció.

Rodeé los ojos.

-Entonces ve a buscarla -sugerí.

-Iras tú.

-¿Que? -lo mire estupefacta.

¿Iba hacerme ir hasta el estacionamiento?

-Si te quedas estoy seguro pagarás antes de que vuelva.

No había pensado en esa idea, en realidad no me importaba quién pagara las cosas. Por supuesto no me gustaría que siempre lo hiciera él, pero ese no era el caso.

Estire la mano y el me tendió las llaves.

-Es muy poco cabelloroso de tu parte hacerme caminar hasta allí -dije y me di la vuelta en dirección a la salida.

-Nunca he dicho que lo fuera -oí su voz mas alta de lo normal.

Luego de unos tres minutos llegue a su auto, entre y comencé a buscar la billetera. Abrí la guantera y allí estaba, la tome y felicite mentalmente.

Estaba a punto de cerrar la puerta del auto cuando un sonido proveniente de adentro me hizo volver a abrirla.

El celular de Liam se encontraba sobre el asiento del piloto y tenía la pantalla encendida. Tome el aparato para entregárselo, pero el "nombre" que apareció en la pantalla y que "accidentalmente" vi, hizo que mi corazón se estrujara y quisiera saber que decía el mensaje.

Entre rápidamente en el carro y senté en el asiento del copiloto. Cerré la puerta y mire por las ventanas para ver si alguien se encontraba allí, pero no había nadie.

Era un mensaje de "La mas linda" ¿Quién podría ser? Liam no tendría a una chica cualquiera con ese nombre. Quizás era su ex novia y aun no había cambiado el nombre, no, ella no podía ser, Liam me había dicho que no la quería, así que no tendría razón para agendarla con esas palabras. Quizás era su hermana, No, él no agendaria a Nicola de esa forma. Debía admitir que esa chica no era una mas, ella era alguien importante, alguien importante para Liam.

Me debatí unos segundos en si debía leerlo o no. Sabía estaba mal, sabía que si Liam leyera mis mensajes me enojaría, pero tenía mucha curiosidad. Presione la pantalla del teléfono y extrañamente Liam no tenía contraseña.

Deslice mi dedo y el aparato de desbloqueo. Cerré los ojos y tome una gran bocarada de aire. Una parte de mi me decía que no debí leerlo y otra aun mas grande me decía que me arrepentiría al hacerlo.

Intente enterrar en lo mas profundo de mi ser esas dudas y abrí la sección mensajes, por suerte en el aparecía el principio del mensaje y al no abrirlo Liam no sabría que lo vi.

Estruje el celular entre mis manos y releí lo que se podía ver del mensaje.

"Quiero verte, te espero hoy . . ."

No era una pregunta, no era un "quizás", era una afirmación.

Una sensación de dolor y celos se instalo en mi sistema. A pesar de lo lindo que se había comportado Liam, él y yo no eramos nada, y eso me transformaba en una mas.

Quería irme, ya mismo, pero no podía hacerlo, así, sin mas.

Intente calmarme unos segundos ya que mi respiración se había vuelto pesada y mis manos temblaban. Una idea se cruzo por mi cabeza, deje el celular en su sitio y salí del auto.

No tenía idea de que significaba yo en la vida de Liam y eso me lastimaba de maneras que jamás imagine.

Solo tenía que esperar a la noche.

Si él salia, seria la confirmación de que yo no significaba nada. Y si no lo hacía, lo tomaría como una señal del destino para arriesgarme e intentar hacer que lo que estaba sucediendo entre él y yo funcionara.

A pasos lentos entre nuevamente en el supermercado y comencé a buscar a Liam. Me dirigí a la sección de congelados ya que allí era donde estaba la ultima vez. Al llegar lo vi de espaldas, estaba concentrado mirando algo de las heladeras pero no podía ver el que, por que su espalda lo tapaba.

-Estoy aquí -informe ya a un metro de él con voz suave.

Liam volteo con una sonrisa que desapareció en el momento que me vio.

-¿Que te sucede? -pregunto preocupado y me inspecciono de arriba abajo.

-Nada, solo estoy un poco cansada. -mentí.

-¿Segura? ¿Es por la pesadilla? -pregunto y acaricio mi mejilla.

Tuve el impulso de dejar caer mi rostro en su cálida mano, pero en vez de eso me aleje ganándome una mirada contrariada por su parte.

-Estoy segura. -di una sonrisa forzada - Toma -dije y le entregue su billetera.

Liam la tomo con el rostro aun mas confundido pero no mencionó nada mas, cosa que agradecí.

En la mitad del camino el móvil de Liam comenzó a timbrar. De reojo vi como miraba la pantalla. Su rostro se mostró sorprendido, con un movimiento brusco aparco el coche y se llevo el móvil a la oreja.

Lo mire mal y sorprendida, pero parecía que para él, yo no estuviera allí.

-¡Hola! -respondió ansioso.

Se veía débil, asustado, nervioso.

Nunca lo había visto así. Trague el nudo que se había instalado en mi garganta. Esa chica era alguien importante para él, ahora estaba segura, tenía que ser ella, la chica del mensaje. Lo notaba en sus movimientos torpes, la sonrisa que se formaba en sus labios inconscientemente, el brillo en sus ojos, su voz ronca. Esa chica no era una mas, era alguien que estaba en su corazón.

-¡Mierda! Creí que no volverías a llamarme . . .-su cara se ilumino y sonrió -¿estás aquí? . . .Si, espérame en donde siempre, estaré allí en media hora -suspiro sonriendo -Te quiero.

Y con eso termino la llamada y con la poca esperanza que quedaba en mi corazón.

Intente abrir la puerta, pero esta estaba trancada. Necesitaba salir de aquí, no soportaba sentirme así. No quería que me viera llorar, no quería sentir como algo dentro de mi se rompía.

-¿A donde vas? -pregunto, pero no volteé a verlo.

-Necesito . . . salir -dije ronca intentado contener el llanto.

-¿Te sientes mal? -pregunto preocupado.

Como si le importara.

Saco el seguro de la puerta y no dude un instante en bajarme, cerré la puerta y me apoye en ella, tomando una gran bocarada de aire.

No puedes llorar.

No puedes llorar frente a él.

No puedes llorar frente a él y por él Amira.

Liam llego a mi lado y me miro preocupado.

-¿Que sucede?

Coloque los dedos en mis sienes y frote bajando la cabeza.

Debía esperar a la noche, quizás se arrepentía y no se vería con ella, quizás yo . . . le gustaba de verdad.

No podía mostrarme débil, si era débil, sufriría.

Deje caer las manos a los lados de mi cuerpo y lo mire.

Allí estaba él, con la misma expresión de preocupación, esperando mi respuesta.Su cabello revuelto, su barba de dos días, sus grandes labios que me hacían querer besarlo a cada instante, el perfecto lunar en su cuello que me veía tentada a tocar.

Suspire, ¿por que me sentía así? ¿Por que no podía gustarme Zayn o un chico que me quisiera?

Liam me gustaba, mas de lo que era capaz de admitir.

Su mano viajo a mi mejilla y limpio una lagrima que no me había dado cuenta estaba allí.

-No llores. Estoy aquí - beso mi mejilla.

Asentí, queriendo creer que en realidad estaba aquí conmigo, mas allá de su cuerpo. Odiaba llorar y lo estaba haciendo muy a menudo.

Cerré los ojos disfrutando el momento. Sabía estaba siendo débil, como siempre lo era a su lado, pero si esto era lo último y único que obtendría de él lo disfrutaría.

Ya había tomado una decisión. Si él salía a encontrarse con esa chica, yo . . . aceptaría que había llegado el momento de abandonar el apartamento y todo lo que eso significaba.

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Habíamos llegado hacía diez minutos, Liam se metió en el baño enseguida.

A los cinco minutos vi salir con el cabello mojado, unos jeans azules, una camisa blanca y su campera de cuero. Estaba perfecto y todo eso era para esa chica.

Desvíe la mirada al televisor antes de que me descubriera observándolo.

-¿Amy?

Me gire a él y deseé por primera vez que no me llamara por mi nombre. Cada vez que lo oía mis piernas temblaban y una sensación de familiaridad, que temía sentir, se instalaba en mi pecho.

-¿Que? -pregunte utilizando todas mis fuerzas para demostrarme indiferente.

-Yo . . .-rasco su nuca.

¡Vamos solo dilo Liam! "Saldré a ver a la chica que en realidad quiero, tú solo fuiste una diversión de momento y ahora que ella ha vuelto no quiero volver a verte"

-Tú, ¿Que? -insistí, deseando ya saliera de aquí y poder desahogarme.

-Tengo que salir.

¡Lo sabía! Y lo que mas me molesta es que muy dentro de mi, tenía la leve esperanza de que haya decidido quedarse, aquí, conmigo.

Me gire hacía el televisor.

-Bien -respondí fría.

-¿Podrías decirme que te pasa? ¿Es . . . es por la llamada?-dijo desde el mismo lugar detrás de mi.

-No todo lo que pasa en mi vida tiene que ver contigo Liam.

Fría, directa y desinteresada.

Eso era lo que quería transmitir y fue lo que logre.

Oí su suspiro.

-Necesitamos hablar cuando vuelva.

No respondí.

Segundos después oí la puerta cerrarse y solté el aire que sin darme cuenta estaba conteniendo en mis pulmones.

Cerré los ojos intentando calmar las locas pulsaciones de mi corazón y me abrace a mi misma.

Estaba segura que "eso" de lo que quería hablar, era sobre que olvidara todo lo que había pasado los días anteriores.

Me dolía tanto pensar que podía estar enamorado de alguien mas, que sus labios, sus manos, sus palabras, sus ojos estuvieran entregados a otra chica, me hacia sufrir de una manera incontrolable.

Todo esto confirmaba que no debía confiar en él, no debía besarlo, no debía sentirme como me estaba sintiendo, no debía dejar que su esencia se metiera bajo mi piel, y lo mas importante, no debía, ni podía, enamorarme de Liam Payne.