Mis ojos estaban cerrados y podía sentir claramente lo cerca que estábamos, su respiración era lenta, tanto que si no estuviéramos a tan cerca, no podría escucharla. Espere unos segundos y al ver que Liam no hacia nada, abrí mis ojos. Él se encontraba con los ojos cerrados y a tan solo unos centímetros de mi, su rostro mostraba tranquilidad y paz, tenía las manos apoyadas en la puerta del elevador a la altura de mi cabeza, pero ninguna parte de mi cuerpo tocaba su cuerpo, la puerta se abrió y nos hizo volver a la realidad, rápidamente me di vuelta hacia la puerta dejando a Liam detrás, oí como se aclaraba la garganta y caminada detrás de mi.

Al llegar a la inmobiliaria e informarles de nuestro problema, nos dijeron que otros chicos habían venido por la misma situación, ya que la chica que estaba a cargo de nuestro contrato era nueva y se había confundido, se nos ofreció hablar con los otros chicos y que alguno de nosotros nos mudásemos y así quedaríamos dos chicos y dos chicas, se nos mostró las fotos del otro apartamento pero los dos nos negamos, este no era nada comparado a el nuestro.

-Mire a mi no me importa si hay diez apartamentos mas - dijo Liam a el encargado -yo quiero ese apartamento y aquí la chica - me señalo -también lo quiere, nosotros pagamos por ese apartamento y ningún otro, así que exigimos que nos de una solución - su tono de voz sonaba cada vez mas irritable

-Señor lo único que podemos ofrecerles es cambiar de apartamento o que nos den un tiempo para intentar buscar algo de su agrado - dijo el hombre que se veía bastante nervioso

- ¡¿Intentar?! -gritó, golpeando la mesa, se paro y comenzó a caminar por toda la oficina con los puños cerrados.

El hombre me miro pidiendo disculpas y yo le di una pequeña sonrisa para que se tranquilizara. Me levante y coloque frente a Liam, el levanto la mirada del suelo y me miro.

-¿Puedes tranquilizarte- dije en el tono mas autoritario que pude -la chica nos pidió disculpas y el señor nos dio la solución,- en realidad yo también estaba muy enojada pero no podía permitir que esto arruinará mis primeros días de universidad -somos nosotros quien la tomamos y yo... - no me dejo terminar.

-¿Me estas diciendo que te iras del apartamento? - dijo con tono calmado y una leve sonrisa de satisfacción en el rostro.

Fruncí el ceño

-Estoy diciendo que ya que ninguno quiere irse, tendremos que vivir juntos hasta que aparezca un apartamento que nos guste o alguno de los dos se rinda y se mude a cualquier otro.

Le dedique una leve sonrisa y me senté de espaldas a el en la silla mirando a el encargado, estaba segura que el Playboy no iba a querer vivir con una mujer y perder todas sus libertades así que tendría que darse por vencido e irse.

-De acuerdo - dijo en un susurro y se sentó a mi lado

¿Qué? ¿Había escuchado bien? ¿Por que había accedido tan fácilmente?

-¿Que dijiste? -pregunte mirando a el Playboy y esperando haber escuchado mal.

-Lo que oíste -respondió, y una sonrisa de problemas asomo en sus labios.

De algo estaba segura este chico me iba a hacer la vida imposible para poder vivir en el apartamento.

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Nos encontrábamos subiendo al elevador del edificio cuando mi celular timbro, no pude evitar que una sonrisa se me escapara al ver la foto de Niall en la pantalla, estaba mojado ya que nos encontrábamos en la pileta, lo que hacia que su cabello no quedara tan claro como realmente es, tenia los ojos mas azulados que siempre por el reflejo del sol, y se encontraba recostado en una de las sillas tomando un jugo.

-Hola - respondí con emoción.

-Hola hermosa, ¿cómo estás? - respondió con esa voz que me encantaba

-Muy bien y ahora que llamaste mejor- mire a el Playboy quien se encontraba mirándome con el ceño fruncido, rápidamente aparte la mirada .

-Entonces que te parece si me pasas la dirección de tu nuevo apartamento y te voy a ver, ¿ya llegaste cierto? - abrí los ojos como platos y comencé a balbucear

No, no, no, me olvide de el pequeño detalle que Niall iba a querer conocer el nuevo apartamento del que tanto le hable y ahora que lo pienso también esta Bibi, ¿Cómo iba a explicarles que iba a vivir con un chico que no conocía durante tiempo indeterminado? no, el problema era: ¿Cómo iba a explicarles que iba a vivir con un chico?

- Amira ¿estás ahí?- pregunto Niall -¿Amira?. . . contesta, ¿me escuchas?

- Em. .. . si. . . lo que sucede . . . es . . . - vamos Amira no seas tan estúpida e inventa algo.

Pude escuchar la risa del Playboy por lo que lo mire con una mirada asesina y este se acerco peligrosamente a mi oído libre, aun con esa sonrisa de burla en sus labios.

-Dile que tienes que arreglar todo y conocer a tu compañera de habitación, seria descortés que trajeras visitas el primer día -susurro y su aliento hizo que me erizara, lo que trate de disimular.

-No quiero mentirle - susurre mientas alejaba el teléfono de nuestra conversación

El playboy se alejo para quedar nuevamente parado junto a mi y miro al frente con las manos en sus bolsillos sonriendo.

-¡Amira!- gritó, Niall al teléfono.

-Si, si aquí estoy, es que estoy en el elevador y no hay buena señal.

¡Genial! y ¿Dónde quedo el "No quiero mentirle"?.

-Bien entonces . . . ¿Que te parece la idea? - su voz me decía que quería decirme algo más.

¡Bien! aquí vamos, miente Amira.

-Me encantaría pero tengo que arreglar las cosas y conocer a mi compañera y ahora no . . .

Niall suspiro

-Esta bien no te preocupes, lo que sucede es que te extraño - dijo en tono tierno

En ese momento las puertas se abrieron y bajamos.

- Si, ya lo se yo también te extraño, pero este fin de semana estaré ocupada arreglando todo.

- Esta bien -suspiro -y recuerda que cuando nos veamos debemos continuar con lo de la ultima noche, y no te preocupes, mi compañero se mudo, así que podremos estar solos. - y colgó

Me sonroje, ya que sabía muy bien a que se refería. La ultima noche que nos vimos (hacía apróximadamente una semana) me llevo a su casa que estaba sola y estuvimos muy cerca de estar juntos (cosa que seria mi primera vez), pero su madre llego de improvisto y ya no hicimos nada, en realidad se lo agradezco, a pesar de que con Niall estábamos juntos ya hacía un año y medio y lo conocía hace dos, no creía estar lista para dar ese paso, pero ya estando aquí estaba segura que no perdería oportunidad para que eso suceda.

Liam estaba abriendo la puerta del apartamento, cuando se dio la vuelta y me miro.

-Creo que ya deberías en darte por vencida -dijo, en tono divertido -no creo que a tu novio le guste que estés viviendo con otro hombre.

-No estoy de humor - dije , empuje la puerta y entre.

-Creo que nuestra relación no va a funcionar si te rebelas -susurro

Me di vuelta rápidamente sorprendiéndolo

-Creo que tenemos que mantener la distancia, tendríamos que tener reglas o algo por el estilo.

Lanzo una carcajada

-¿Reglas? ¿De verdad? Estas mas loca de lo que pensé.

Fruncí el ceño

-¿Pensaste que estaba loca? - pregunte, mientras seguía con la mirada a el Playboy tomar lugar en el sofá.

-¿No puedes tomarte nada en broma? - preguntó tomando el mando del televisor y encendiéndolo.

El playboy palmeo a un lado del sofá para que me sentara junto a el.

-¿Cual habitación esta desocupada? -pregunté, sin sentarme

-Ven - se levanto del sofá y se dirigió hacia una de las habitaciones -mira esta es la mas pequeña, luego la otra es un poco mas grande -su voz sonaba seria a lo que yo lo mire extrañada

-¿Me estás dando a elegir? -dije con una sonrisa.

Me miro por unos segundos y lanzo una carcajada

-Deberías. . . deberías de. . . de haber visto . . . tu . . . tu cara - tenía una mano en el estomago y seguía riendo

-Está bien, entiendo - dije colocando los ojos en blanco, el Playboy seguía riendo mientras caminaba hasta el sofá para continuar viendo el televisor donde estaban dando una película de acción.

Tome mis maletas y me dirigí a el dormitorio, a encender la luz pude ver que era pequeño pero no tanto, tan solo contaba con una cama para una persona, una mesita a su lado y un mueble en una esquina. coloque mis maletas y saque las mantas que había traído, luego de acomodar las pocas en el lugar correspondiente me dirigí a el baño, al pasar por al sala pude ver que Liam se había dormido en el sofá, me acerque lentamente, estaba con la cabeza apoyada en la cabecera del sofá sus manos estaban en su regazo con el mando del televisor, unos pocos cabellos rebeldes caían sobre su frente y tenia la boca entre abierta, se veía tan. . . bien, tan tranquilo.

Quitando las ideas de mi cabeza de jugarle una broma como venganza, me dirigí a el lavado para darme un baño y luego comer algo, cuando estaba saliendo de la ducha solo envuelta por una toalla la puerta se abrió.

Solté un pequeño grito

-¿Que haces? -pregunte con tono molesto

Liam me miro de arriba a bajo abriendo mucho los ojos, aun tenía el cabello desordenado y estaba sin camisa con una toalla colgando de su brazo.

-Yo . . .- se aclaro la garganta y me miro a los ojos, pude notar como se sonrojaba, en realidad era muy divertido y tierno -yo tengo que bañarme- dijo señalando la ducha.

Intente ocultar la risa, verlo nervioso era en realidad divertido

-Eso me lo he podido imaginar pero ¿Por que no has golpeado?

-Tendrías que cerrar con seguro si no quisieras que te viera -su nerviosismo se transformo rápidamente en una sonrisa divertida- Quizás simplemente querías que entrara y te viera -dijo mientras se acercaba sospechosamente hacia mi, sentía mi rostro arder y estaba segura que estaba roja.

-Estoy segura que cerré la puerta con seguro -dije, y desvié mi mirada al suelo

Paso por mi lado dirigiéndose a la ducha

-Bien entonces la próxima vez aségurate mejor - y luego escuche correr el agua

Salí rápidamente tomando mi ropa y me dirigí a mi habitación para vestirme, me coloque unos shorts de tela negro, una blusa lila de tiritas y mis pantuflas blancas en forma de conejito (si quizás era muy infantil pero las amaba) me cepille el cabello el cual era largo hasta la cintura y un poco ondulado. este chico me estaba poniendo muy nerviosa y tenia que dejar los puntos en claro, en ese momento se me cruzo una idea por la cabeza.

Tome un cuaderno y una pluma y me dirigí a la cocina, me senté en un banco apoyando los codos en la barra y espere a que mi detestable compañero saliera del baño, luego de diez minutos este apareció, llevaba la toalla envuelta en su cintura y pequeñas gotas de agua le caían sobre su rostro, se veía malditamente sexy y él lo sabia, por lo cual cuando me vio allí, no dudo en sentarse frente a mi con una sonrisa de conquistador.

Amira no mires su pecho . . . no mires sus brazos. . . no mires su . . . boca. . . mira sus ojos, eso es mira sus ojos.

-¿Sabes? Sé que soy atractivo pero. . .- dijo acercaba a mi rostro sobre la barra- no salgo con chicas con novio - sonrió y volvió a su lugar.

Intente colocar mi mejor cara de indiferencia y dije:

-Y yo no salgo con mujeriegos y. . . no eres atractivo.

-Uy, parece que te puso de mal humor que te viera desnuda.

-¡No me viste desnuda! -levante la voz con el ceño fruncido.

-Esta bien como tú digas -dijo cruzando sus brazos - y eso - dirigió su mirada a mi cuaderno -¿para que es?

Coloque una de mis mejores sonrisas.

-Aquí, vamos a escribir nuestro "contrato de convivencia"

-¿Nuestro que? - preguntó frunciendo el ceño.

-Como hace menos de tres horas que estamos aquí y tu ya rompiste una regla fundamental para dos personas que viven juntas y que no son nada, tendremos que tener reglas y quien rompa tres de ellas tendrá que irse del apartamento - dije sonriendo satisfactoriamente.

Desde muy pequeña me gustaba jugar a este tipo de cosas, como: retos, apuestas y demás, y como deben de imaginarse siempre ganaba así que estaba segura que en esto también ganaría.

-¿Acaso eres una niña? esto es muy infantil.

-Vamos, solo piénsalo quien rompa tres reglas se va y la otra persona se queda con el apartamento para ella sola, ¿tan poca fe te tienes?

De repente pude ver una sonrisa maliciosa en su rostro, lo que hizo que se me estremeciera.

-Si digo que si ¿Que obtendría a cambio?

-¿A que te refieres? - pregunte balbuceando

-Bueno, quien pierda se tendrá que ir del apartamento pero ¿Que pasara con quien gane?

-Quien gane se quedara aquí ¿no es obvio? - conteste rápidamente

-A este juego le falta un poco de diversión - dijo él, mientras se levantaba y rodeaba la barra hasta llegar a mi lado y susurrarme en el oído -Quien gane obtendrá lo que quiera del otro - entonces nuevamente volvió a su lugar.

Este chico era un pervertido, y estaba segura que lo que iba a pedir no iba a ser nada inocente, y a pesar de que estaba segura de que yo ganaría, esto me ponía muy nerviosa, pero esa era la única forma de este chico se fuera de aquí y me quedara con el apartamento.

Esto se estaba transformando en una guerra y yo no quería perder.

-Estoy de acuerdo - dije estirando mi mano para cerrar el trato, este me miro sorprendido y con una leve sonrisa de diversión en su cara.

No sabría como explicar lo que sentí cuando estrecho mi mano, nuestras miradas se cruzaron , mi corazón empezó a latir tan fuerte que tenia miedo de que él pudiera escucharlo, todo mi vello se erizo, podía sentir un cosquilleo en donde Liam me estaba tocando, era como si fuéramos piezas de un rompecabezas y encajáramos perfectas, rápidamente separamos nuestras manos y estaba segura que él había sentido lo mismo por su la manera en la cual me miro.

-Muy bien - dije y me aclare la garganta - Tú pondrás tus reglas y yo las mías - explicaba mientras le pasaba una hoja en blanco - tienen que ser reglas de convivencia, cosas que tengamos que hacer o cosas que no, ya que le molestan a el otro -este me miraba sin expresión alguna

-¿Con que voy a escribir?

-Disculpa, olvidaba que no puedes levantarte - dije con sarcasmo.

El Playboy se levanto y volvió minutos después con una pluma y ya vestido, traía puesto unos jeans y una camisa negra doblada hasta los hombros y con los tres primeros botones sin abotonar, debía admitir que le quedaba muy bien.

-¿Vas a salir? - pregunte en voz baja y mirando mi cuaderno mientras escribía.

-En realidad te iba a pedir permiso - bromeo

Rodeé los ojos.

-Solo pueden ser cinco reglas -informe

-De acuerdo.

Los siguientes cinco minutos estuvimos en silencio y pude ver lo concentrado que se veía cuando escribía, hasta parecía un chico normal.

Reí ante mi pensamiento sarcástico y el Playboy levanto rápidamente su rostro para encontrarse con mi mirada, lo que hizo que yo bajara la mía y me concentrara en escribir, pude escucharlo sonreír por lo bajo.

Termine de escribir y releí mis reglas.

1. NO entrar a el baño cuando yo me encuentro dentro.

2. NO traer a nadie a el apartamento (Incluyendo a tus "amigas" sin excepción).

3. NO andar "semidesnudo" por el apartamento.

4. Ayudar en la limpieza.

5. En caso de hacer las compras juntas, nos turnaremos.

-Ya acabe -aseguro - espero que tu también, por que me están esperando.

-Si ,yo también acabe - Intercambiamos las hojas y comenzamos a leerlas.

Reglas:

1. No hablarme fuera del apartamento.

2. No contarle a nadie que vivimos juntos.

3. No escuchar música en volumen alto.

4. No entrar a mi habitación.

5. (Sin decidir)

-¿Que es eso de "Sin decidir"? -pregunte

-Bueno, quizás quiere decir que aun no lo decidí - dijo en sarcasmo - No me diste tiempo para pensarlo -añadió

Suspire

-Bien pero solo tienes hasta mañana - dije, mientras este seguía leyendo la hoja y riendo -¿Que es lo que te hace tanta gracia? -dije seria.

-Nada, es solo que. . . - dijo y coloco nuevamente esa sonrisa de superioridad - dentro de un tiempo vas a pedir que entre a el baño cuando te estés duchando.

Bien, este chico estaba loco.

-¿Que? -.pregunte

Me miro serio

-Es solo que cuando te enamores de mi vas a querer bañarte conmigo -dijo como si nada.

Lancé una carcajada

-Estas realmente loco, jamás, escúchame bien, jamás me enamoraría de ti.

-Bueno, en eso tienes razón -dijo cruzando sus brazos - simplemente sentirás que no puedes vivir sin mi, te sentirás atada a mi.

- ¿Me sentiré atada a ti? -pregunte, con desconcierto.

-Simplemente atada a mi -respondió

-¿Como puedes estar tan seguro de que no serás tú, el que te enamoraras de mi? -contraataque

-No eres mi tipo de chica -dijo sin más.

Y si, debo de admitir que fue un golpe bajo, pero no me ganaría tan fácil.

-Bien entonces te propongo algo ¿Quién se enamore pierde?-pregunte, desafiante.

Lo pensó un instante

-Bien -dijo acomodándose en su banco y apoyando los codos en la barra - entonces esa será la ultima regla -tomo su hoja, escribió, y me la entrego

5. Queda totalmente prohibido enamorarse uno de otro, si esto sucede, la persona que lo haga tendrá que irse del apartamento.

Ahora entendía a donde quería llevar esto, tiene el ego tan alto que piensa que me voy a enamorar de él y me tendré que ir.

Levante mi mirada

-Entonces solo falta firmar -firme las dos hojas y se las entregue, este hizo lo mismo y se levanto.

-Espera -dije y este se dio la vuelta - ¿Podrías darme el número de alguna pizzeria? es que no conozco el lugar y con todo lo que paso . . .-No me dejo continuar.

-En la nevera hay comida - aseguro y desapareció por la puerta de entrada, no sin antes decir -no me esperes despierta cariño.

Suspire.

Bien, lo que supuestamente iba a ser una gran vida de universitaria independiente, se transformo rápidamente en un caos, además de tener que vivir con un hombre que no conocía y que tenía un ego bastante alto, no sabía que excusa utilizar para que Niall y Bibi no vengan a el apartamento.

Así que mi vida de ahora en adelante se transformaría en mentira, tras, mentira.