Ya debía de pasar la media noche, intentamos arreglar por todos los medios la puerta, pero ni siquiera contábamos con las herramientas, ya que Liam las había dejado fuera del baño.

Me encontraba sentada en el piso con la espalda apoyada en la bañera, frente a mi se encontraba Liam, lo observe, estaba apoyado en la puerta y con su cabeza ladeada mirando hacia un punto fijo, se veía absorto en sus pensamientos, tenía la mirada neutra y solo llevaba un pantalón fino de dormir y una remera blanca. sus piernas estaban estiradas y sus manos unidas sobre su regazo. Él sintió mi mirada y volteo la cabeza tomándome por sorpresa y haciendo que yo baje la mía inmediatamente.

No dijo nada, ninguno dijo nada. Solo se escuchaba el suave sonido de nuestras respiraciones.

-¿En que piensas? -pregunto él, haciendo que levantara mi cabeza para encontrarme con sus intensos ojos color miel.

Su rostro mostraba genuina curiosidad. No lo preguntaba solo para hablar sobre algo. No pude evitar que mi corazón comenzara a palpitar de una manera fuera de lo normal, pero intente ocultarlo y procurar que mi voz salga sin nervios.

-En nada -dije al fin.

Liam levanto la comisura de su boca y se sentó a el estilo indio.

-Sabes que eso es imposible -afirmo.

No podía decirle que estaba pensando en lo nerviosa que me ponía su mirada sobre mi.

-Pensaba en lo tonto que eres en dejarnos encerrados -dije rápidamente.

Liam lanzo una sonora carcajada que inundo el silencio e hizo que me sintiera extrañamente bien.

-No veo por que te causa tanta gracia.

Ya un poco mas calmado me miro y esbozo una pequeña sonrisa genuina en tanto apoyaba su cabeza en la puerta mirándome.

-¿No vas a decir nada? -pregunte ya un poco irritada.

Él era el que había comenzado a hablar y ahora no respondía.

Negó con la cabeza y cerro los ojos.

Bufe y comencé a pensar donde dormiría ya que el sueño me estaba venciendo. Observe por todo el lugar y solo tenía dos opciones, la primera era dormir en el piso y la segunda la bañera. Sin dudarlo tome unas toallas del mueble y comencé hacer una cama improvisada en la bañera. coloque una gran toalla debajo y doble otra un poco mas pequeña para utilizarla de almohada. Ya lista tome la otra toalla tan grande como la primera y la coloque dentro de la bañera para utilizarla como manta.

-Liam -lo llame pero no respondió.

Aún seguía con su cabeza apoyada y sus ojos cerrados. No podía haberse dormido en tan solo unos minutos.

-Liam -llame nuevamente ahora tomándolo por el hombro y sacudiéndolo suavemente.

Este se exalto y abrió los ojos fijándolos en mi.

-¿Que sucede? -pregunto.

-Necesito que te des vuelta para poder cambiarme

Frunció el ceño.

-¿Que te pondrás? -pregunto

Bufe y tome mi pijama de arriba del lavado, lo había dejado allí cuando Liam comenzó a "arreglar" la puerta y yo me senté a esperarlo.

-Esto -dije mostrando mi ropa doblada en mi mano.

-¿Que es eso? -pregunto observando mis manos con el ceño fruncido.

¿De verdad podía ser tan tonto? Nunca lo había visto tan despistado. seguramente aún no había despertado completamente.

-Liam, es mi pijama. Pero eso no impor. . .

Mis palabras quedaron por la mitad cuando él acerco su mano a mi ropa y saco de entre ella. . .¿mi corpiño? ¡Oh mierda! Pude sentir como mi rostro ardía de la pena.

-Oh, era esto -dijo sujetándolo frente a sus ojos y observándolo como si se tratara de un objeto de lo mas interesante.

-Devuélvemelo -dije al tiempo que estiraba mi mano, pero él fue mas rápido y lo escondió en su espalda, por lo que este quedo aprisionado con la puerta.

-No sabía que usabas ropa tan. . .sexy -dijo levantando una ceja y sonriendo de lado.

-Idiota -dije al tiempo que me agachaba y estiraba mi mano en dirección a su espalda.

Liam tomo mi muñeca antes de que esta llegara a su espalda y levante la mirada furiosa, pero todo se me olvido cuando lo vi tan cerca y con un brillo en sus ojos que jamás había visto. Intente soltarme pero él no me lo permitió y en cambio se dedico a mirarme fijamente a los ojos.

No podía ni quería sentirme de esta manera. No era normal pelear con tu novio esta misma mañana y luego sentir cosquillas en el estomago por un chico que conoces hace dos semanas. Él, solo me miraba, su profunda mirada estaba clavada en mi, y yo aunque lo intentara no podía apartar mi ojos de los suyos.

-Devuélvemelo -susurre y él pareció reaccionar.

Bajo la mirada y saco mi ropa interior de su espalda. Soltó mi mano y yo tome mi corpiño inmediatamente para luego pararme.

Carraspeé y envolví toda mi ropa interior en mi pijama nuevamente.

-Creo . . .creo que voy a dormir vestida -dije luego de unos segundos de silencio incomodo.

Coloque la ropa sobre el lavado nuevamente y me senté frente a él, como en un principio. Tenía la mirada perdida en sus manos y desee saber en que pensaba, que le gustaba, que clase de chico era.

-¿Jugamos? -pregunté con timidez.

Liam levanto la mirada y frunció el ceño.

-¿Acabas de decir "Jugamos"? -pregunto divertido.

Sus cambios de humor me iban a volver loca.

Bufe .

-Ya, déjalo -dije molesta y cruce mis brazos.

Liam rió y se acerco para sentarse a mi lado.

-Juguemos.

Sonreí y lo mire.

-¿A que quieres jugar? -pregunte.

Liam giro su rostro y pude ver lo cerca que nos encontrábamos nuevamente.

-Elije tu -susurro

Aclare mi garganta y mire al frente.

-Bien, que te parece. . .¿las 20 preguntas?.

-No -respondió rápidamente

-¿Por qué?

-No te contare nada de mi vida Ayers -sonrió burlón.

Bufe nuevamente.

-No eres tan importante Payne.

-Creo que tienes un problema -dijo serio.

Fruncí el ceño.

-¿Que problema?

-No lo se, pero has bufado cuatro veces en menos de veinte minutos.

-Eres un idiota.

-Pero atractivo y eso es lo que les importa a las chicas -dijo orgulloso.

-Voy a dormir.

Me levante y saque mis converse dejándolas junto al inodoro. Entre a la bañera y me recosté quedando un poco sentada ya que esta no era tan larga. Liam solo me miraba.

-¿Estás cómoda? -pregunto con seriedad luego de unos cuantos minutos.

-Bueno, si quitamos el hecho de que la bañera es helada y dura, . . .si estoy cómoda.

Liam hizo una mueca y se levanto, impulsando su cuerpo con una mano en el borde de la bañera. Tomo el pomo de la puerta del suelo y se acerco a esta.

-¿Que haces?

-Necesitamos salir de aquí, hace frío y podrías. . .podríamos enfermar -dijo sin apartar la vista de la puerta y con el ceño fruncido

Estoy segura de que estaba preocupado por mi, pero es muy orgulloso como para admitirlo y en cierta forma lo agradezco ya que si lo hiciera estaríamos en una situación incomoda.

-Deberías descansar primero, ya mañana veremos que hacemos.

Liam me observo y dejo escapa un largo suspiro

-Deberías de estar preocupada en este instante ¿lo sabías?

-No creo que nos suceda nada malo -conteste despreocupada.

Nunca nadie había muerto por quedar encerrada en su baño. Mañana ya con mas energías encontraríamos la manera de salir de aquí.

-¡Podríamos morir aquí! Nadie sabe donde vivimos. Seguramente nos encuentren cuando vengan a buscarnos por no pagar el alquiler -dijo con nerviosismo

Y lo único que pude hacer fue reír, reír mucho. En realidad estaba nervioso y no tenía idea de como había podido ocultarlo. Siempre se veía tan varonil que no imagine que se encontrara en ese estado.

-No rías. Es algo serio.

Lo mire y deje de reír. Se encontraba con el ceño fruncido y me miraba con un poco de enojo. Me levante de la bañera y me pare frente a él.

-Liam, no nos quedaremos encerrados por tanto tiempo. Trata de descansar, mañana ya veremos que hacer. -dije intentando calmarlo y sonreí.

Él me miro, me observo nuevamente con ese brillo en sus ojos y . . .me abrazó. Era un cálido abrazo. Sus brazos estaba rodeando mis hombros y su mejilla apoyada en mi cabeza. Mi mejilla estaba sobre su pecho y podía apreciar perfectamente lo rápido que latía su corazón, sin pensarlo más, rodé su cintura con mis brazos y pude notar como se tenso por un segundo, para luego intensificar su agarre. Poco a poco su respiración y corazón se calmaron.

-¿Te encuentras mejor? -pregunte luego de unos minutos en silencio y sin movernos de lugar.

Liam soltó suavemente su agarre de mi, como si se tratara de un gran esfuerzo y se dejo caer en el piso. Inmediatamente me senté a su lado.

-Tenía cinco -dijo luego de un silencio en el cual cada uno miraba a un punto fijo.

Gire mi rostro confundida y él me observo con una mirada triste, que me hizo querer abrazarlo nuevamente.

-Cuando tenia cinco años, estábamos jugando a las escondidas con mis primos. Era una fiesta familiar -suspiro - se me ocurrió esconderme en ático, creí que era el mejor lugar. Luego de un rato, nadie llego a buscarme, por lo que pensé que ya se habrían aburrido, así que me dispuse a salir -apoyo su cabeza en la puerta a su espalda -Cuando quise hacerlo, me di cuenta de que estaba encerrado. Grité esperando que alguien me rescatara, pero nadie llego -rió sin humor alguno -Estuve toda la noche encerrado, hasta que mi niñera llego en la mañana y me encontró durmiendo.

Estaba estupefacta escuchando a Liam, era tan pequeño y le ocurrió eso. Cualquier persona quedaría afectada.

-¿Nadie te escucho gritar?

-Era una fiesta con música muy alta, la casa era enorme y mis padres. . .ellos querían tener todo en orden para los invitados. Al parecer su hijo era menos importante. -dijo con frialdad

Tome su mano y él me observo.

-Saldremos de aquí -asegure.

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Con Liam habíamos colocado las toallas en el piso para intentar disminuir lo duro de este. Nos encontrábamos uno al lado del otro mirando hacia el techo y con la luz pagada. Solo el sonido de nuestras respiraciones.

-¿En que piensas? -pregunto Liam por segunda vez en la noche, haciendo desaparecer el silencio.

-En que al final si supe algo de tu vida -respondí burlona.

Escuche el ronco sonido de su risa.

-Gracias -susurro.

-¿Por qué?

-Por que, si no hubieras estado aquí ahora mismo no se que sería de mi.

-¿Te estabas aguantando para no sentir miedo?

-No, solo estaba ocultando el miedo. No quería quedar como un cobarde delante de una chica.

-No vuelvas a hacerlo.

Sentí como Liam se movía y pude apreciar con la poca iluminación de la luna que entraba por la pequeña ventana a lo alto de la habitación, como apoyaba su cabeza en su mano y se sostenía con su codo mirando hacia mi lado.

-Cuéntame algo -dijo.

Me di la vuelta, mirando el contorno de su rostro.

-¿Que quieres que te cuente?

-¿Lo amas?

Su pregunta me dejo muda, sabía que se refería a Niall, pero no tenía ni la menor idea de por que me lo preguntaba y tampoco podía descifrar el tono de su voz.

-Lo quiero, y quise creer que él era mi destino pero. . .al final resulto no ser el extremo de mi hilo.

No podía apreciar la mirada de Liam y la oscuridad ayudaba a no tener miedo de hablar sobre lo que sentía.

-¿Hilo? -pregunto y pude notar la curiosidad en su voz.

Reí y me coloque nuevamente mirando hacia el techo.

-Hay una leyenda que me contaba mi madre. Dice que un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar, tiempo, lugar o circunstancias. Habla sobre que el hilo puede enredarse o tensarse pero jamás romperse -suspire -se que suena muy cursi pero. . .siempre quise creer que algún día encontraría a esa persona destinada a mi. Por un momento quise creer que ese era Niall, pero muy en el fondo siempre supe que no era así.

Liam no respondió, no se burlo, no rió, solo se acostó nuevamente en su lugar y se acerco a mi, tanto que nuestros cuerpos estaban muy juntos y nuestros hombros tocándose.

-Es una buena historia -dijo luego de unos minutos en silencio.

Sonreí y me deje llevar por el sueño que tenía desde hacía ya unas cuantas horas. Me sentía segura a pesar de estar encerrada en una habitación y que podría ser mi fin, pero Liam estaba a mi lado y con eso me era suficiente.