Era un día de clases normal en la U.A., Eri ahora mismo no estaba animada como siempre por el hecho de que el entrenamiento la ha cansado mucho en esos días, ya faltaba una semana para el Festival Deportivo y tenía que estar lista tanto física como mentalmente para ese día.

Kota: Te ves demasiado cansada.

Eri: ¿Cómo vas con tu entrenamiento?

Kota: Bien, estoy aprendiendo a como manipular el agua de mi cuerpo.

Eri: Eso es lo que yo quiero hacer, practicar con mi singularidad, pero mi papá no me deja.

Kota: Debe tener sus razones.

Eri: Lo sé, encuentro nuevas formas de usar mi poder pero no puedo practicar.

Kota: ¿Y si lo haces en secreto?

Eri: Eso hago, pero necesito un mejor entorno.

Katsuma: ¿Están listos? *Llegando*

Eri: ¿Para el festival? No, éste entrenamiento me va a matar.

Katsuma: Si, te entiendo, con una singularidad como la mía también tengo que entrenar mi cuerpo.

Eri: ¿Y no deseas aprender nuevas formas de controlar tu singularidad?

Katsuma: Sí, como todos, pero hay algunos que no tienen las singularidades apropiadas para las situaciones más riesgosas.

Kota: Es cierto.

Eri: Lo sé.

Katsuma: ¿Y cómo te sientes?

Eri: Ya lo dije.

Katsuma: No, me refiero al hecho de que habrá mucha gente viéndote por ser la hija del número uno.

Eri: Ah, eso.

Ese era otro problema que tenía, en sus hombros ella carga con el hecho de ser la hija del héroe numero uno, eso llamaría la atención de cualquiera. En el fondo ella siente miedo por no cumplir las expectativas tanto de la gente como de sus padres.

Elena: Ella debe de hacerlo bien, sino manchará la reputación de Deku.

Kota: Pero lo importante es que te concentres en lo demás, como el hecho de que con esto avanzaremos en nuestro camino a volvernos héroes.

Lory: Y por ello hay que esforzarnos mucho, más de lo habitual, nos tenemos que lucir en el festival.

Viendo como sus compañeros hablaban de distintos temas respecto al festival la hicieron relajarse un poco, ella no tolera que toda la atención vaya dirigida a ella.

Katsuma: Tranquila, todo saldrá bien.

Eri: Eso es lo que espero.

Tsuyu: Todos a sus asientos.

De mientras en la sala de maestros se encontraba Izuku con un cuaderno en sus manos ideando nuevas formas para entrenar a Eri.

Izuku: Tal vez deba reducir el tiempo de cada ejercicio, pero significa que...

Nejire: ¿Estás en tu descanso? *Llegando*

Izuku: Sí, solo hago mi itinerario sobre el entrenamiento de Eri.

Nejire: No seas tan estricto con ella y tampoco le exijas mucho.

Izuku: No lo hago, pero la he visto quejarse mucho, tal vez deba cambiar algunas cosas.

Nejire: Cumplió 14 hace cuatro meses, con el tiempo va a aprender que no todo es fácil.

Izuku: Tal vez le exigimos mucho y no nos damos cuenta de ello.

Nejire: Sí, tienes razón, deberíamos hablar con ella respecto a eso.

Izuku: Comparando esto a los viejos tiempos me doy cuenta de que esta generación no ha sufrido tanto como la nuestra.

Nejire: Esa es nuestra misión, crear un mejor mañana antes de que sea demasiado tarde, poco a poco vamos a estar muy viejos para eso.

Izuku: Apenas voy a cumplir los 23 y tu 25.

Nejire: El tiempo pasa rápido.

Izuku: Tal vez la recompense por todo lo que ha hecho, la llevaré al cine.

Nejire: Suena bien.

Eri en estos momentos se encontraba frustrada consigo misma, ella ansiaba practicar con su singularidad para así poder encontrar nuevas formas de usarlo, pero no podía debido a los entrenamientos físicos que tiene con Izuku. Ella con el paso del tiempo no siente que haya avanzado mucho con sus movimientos o con sus estrategias.

Eri: Odio entrenar.

Izuku estaba en la cocina preparando un tazón de helado.

Izuku: Ya sé que pelicula ir a ver, y esto para alegrarla un poco.

Ella estaba en su habitación descansando de entrenar, debido al cansancio que sentía su singularidad se activaba sin querer. Su cuerno se iluminaba demasiado haciendo que la vista se le nublara.

Eri: Maldita sea.

Con sus manos cubre su cuerno para intentar desaparecer esa luz, pero se fija en como esa luz había cubierto sus manos y al alejarlas esta luz se extendía, era como si ella estuviera estirando una goma de mascar.

Eri: Wow, esto es como la vez en que se me pegó goma de mascar en el cabello.

Viendo eso decidió seguir entrenando en su cuarto con esa cosa, ella prefería practicar con su singularidad que en lo demás, antes solía odiar ese poder con el que nació y ahora lo ama, con ese poder puede ayudar a sus seres queridos como lo hizo cuando su casa fue atacada.

En eso Izuku abre la puerta para ver todo eso mientras que en su mano llevaba un tazón de helado.

Izuku: ¿Eri?

Eri: H-hola, papá.

Izuku: ¿Qué estás haciendo?

Eri: Descubrí estoy con mi singularidad.

Izuku: Es como la vez en que...

Eri: Sí, lo sé.

Izuku: Esto es bueno, de esta forma no tendrás que hacer contacto físico.

Eri: ¿Y por qué estás aquí?

Izuku: Bueno, te traje algo de helado y quise ver si te encontrabas bien, llevamos una semana entrenando.

Eri: Me encuentro bien, solo que no soy buena con el entrenamiento físico.

Izuku: Sí, pero irás mejorando.

Eri: ¿Y si mejor práctico con mi singularidad?

Izuku: Es bueno que lo hagas, pero no debes depender mucho de tu singularidad.

Eri: Pero voy mejorando.

Izuku: Sé que vas mejorando, pero tu también lo tienes que entender.

Eri: ¿Entender qué? ¿Qué mi singularidad es un peligro?

Izuku: No me refiero a eso.

Eri: Entonces déjame entrenar mi singularidad, así no será un peligro.

Izuku: Ya te he dicho que tu singularidad no es un peligro.

Eri: Sí, me lo has dicho muchas veces y aun así no lo entiendo.

Izuku: (Ya está en esa edad)

Eri: No es justo, mis amigos pueden practicar con sus singularidades pero yo no.

Izuku: En primera, la razón por la que no te dejo entrenar con tu singularidad es porque tu también te expones al peligro, apenas puedes controlar estas burbujas y eso puede afectar tanto tu alrededor como a ti misma.

Eri: Que molestia eres.

Izuku: Bueno, eso dolió un poco, ¿qué tal si salimos un rato para relajarnos?

Eri: ¿Podré usar mi singularidad si voy?

Izuku: No.

Eri: Entonces no.

Izuku: Eri, solo intento ser un buen padre para ti.

Eri: Desearía que tu no fueras mi...

Se calla inmediatamente al darse cuenta de lo que iba a decir, pero había sido demasiado tarde.

Izuku: Bueno, eso si dolió, te dejaré tu helado aquí para que lo disfrutes.

Eri: Pa...

Izuku: ¡No! Está bien, tu come mientras que yo voy a hacer...a hacer...no sé que hacer.

Al verlo irse Eri solo toma el helado y se sienta en la cama.

Eri: Y es mi favorito.

Al final ella solo deja el helado en el suelo para abrazar su almohada.

Eri: Que mala hija soy.

Izuku ahora estaba bajando por las escaleras mientras mantenía su vista a la nada.

Nejire: ¿Y qué pelicula van a ver?

Ni recibió ninguna respuesta y solo puede ver como su esposo sale de la casa para ingresar al auto e irse de ahí.

Izuku: ¿Qué estoy haciendo mal?

Fin del Capítulo 43.