Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

C A P I T U L O 24

EDITADO

CAPITULO 24:

Los sabios dicen que la música amansa a las fieras. Y aquí estoy yo para desmentirlo.

Me gusta escuchar música sola, pienso que eso junto con un libro en tu mano es uno de los mayores placeres del mundo.

Lo que para mí no es un placer es estar en un cubículo encerrada con personas que apestan a alcohol y a tabaco.

¿Cómo he acabado aquí?

La razón tiene nombre y apellido.

Lucía Williams.

Sí, mi "cuñada"

Y sí.

"Cuñada" entre paréntesis todavía parece acordarse de que su hermano es mi profesor particular.

A decir verdad que se me refiera así me incomoda un poco, pero sé que no lo hace con mala intención.

-¿Quieres algo de tomar?- Me gritó literalmente en el oído.

-No, lo que quiero son unos nuevos tímpanos, después de esta noche los necesitaré

-Anda Ale, llevas toda la noche con el ceño fruncido, diviértete un poco y suéltate la melena.

Me tome del coletero y solté la coleta rápida que me había hecho antes de salir de casa.

-Ya me he soltado la melena ¿Contenta?

-Ja Ja Ja, me encanta tu humor sarcástico, iré a por un poco de alcohol, a ver si así empiezas a disfrutar un poco.

Sii, yupi, alcohol.

Alcohol + Alexandra = Dormirse y tener sueños eróticos.

Está científicamente demostrado por un estudio que ha hecho el instituto internacional del las paranoias mentales.

Ya ha pasado una semana desde que amanecí en casa de Dani.

Una semana desde que auto imagine como sería mi primera vez con mi mejor amigo.

Dicho así parece que algo falla en mi centro de operaciones, más conocido como mi cabeza.

-Ya vuelvo- dijo Lucía con dos bebidas en sus manos- toma esté es para ti.

-¿Qué es?- pregunté mientras lo olisqueaba.

-Es un sexo en la playa.

Qué casualidad.

Yo no tengo sexo en ningún lado, y menos en la playa.

Mentirosa, tú tienes sexo, no es de cuerpo presente, pero igual es sexo.

Ya estaba tardando en aparecer el pequeño traidor que tengo por subconsciente.

Sí, también tengo novio, es inexistente pero tengo novio.

Eso no es igual.

Claro que lo es, ninguna de las dos cosas ocurren en la realidad.

Tus pensamientos te excitan en la realidad

Vale, creo que acabo de humillarme a mí misma.

Definitivamente, no soy normal.

Un solo de guitarra me sacó de mis pensamientos.

Miré hacia el escenario abarrotado de gente con luces coloridas saliendo disparadas de ciertos lugares.

Las personas comenzaron a gritar emocionadas a su alrededor.

Al escenario comenzaron a salir los músicos las personas empezaron a aplaudir como focas epilépticas.

Después de escucharlas durante un rato tuve que reconocer a mi pesar que eran muy buenos. Tocaron varias canciones conocidas, entre ellas una de "Queen"

-Que, te has quedad embobada ¿Verdad?

-Son bastante buenos he de reconocerlo.

-Para debutar hoy no está nada mal.

-¿Qué? ¿Debutaban hoy?

- Claro, ¿no has reconocido al guitarrista?

Tras esas palabras no pude evitar fijarme en el. Tenía la melena negra completamente despeinada.

Ya sé quien es

Dajan, mi vergonzoso hermanastro.

Aunque no parecía tener tanta vergüenza al lucirse frente un montón de personas.

Y si, he de decir que no recordaba que él mismo me había invitado a su primer debut.

Recuerdo cuando tiré la capeta de "Top Secret"

Que mal se disimular.

Soy una mala hermanastra.

Después de esta semana tan ajetreada no me ha dado tiempo ni de pensar en que tengo que renovar mis bragas.

Eres de lo que no hay

Que no las vea nadie no significa que no tenga que comprarme algún par de vez en cuando.

-¿En qué piensas?- me preguntó Lucía- te has quedado mirando a la nada.

-En bragas.

-Mirar a tu hermanastro te recuerda a que debes comprar ropa interior, por que será- dijo picarona achinando los ojos.

-Eres más mal pensada que yo, y eso ya es decir.

-Tranquila, desde que entré en bachillerato no dejo de comprarme ropa interior. Pensaba que los estudiantes sexys solo estaban en las películas.

Y en tu casa

Y con todos ustedes, señoras y señores, vuelve a realizar una entrada magnifica. Maravilloso, querido subconsciente.

-Mira Ale, el cantante está tremado- decía dirigiéndose a un rubio de ojos grises y facciones bien marcadas.

-Después del concierto van a necesitar una fregona, estas llenando todo esto de babas.

-No es verdad, aunque si fuera así llamaría a mi hermano para que trajera una fregona.- recalcó la palabra hermano más de la cuenta, sabía perfectamente donde quería llegar.

-Por mí como si la trae el mismísimo Brad Pitt

-Ale no trates de ignorarlo, se que entre tú y él hay algo.

-No hay nada más que una relación de profesor alumna.

-¿De veras? Veo como te mira, le brillan hasta los ojos es menos insoportable. ¿Me escuchaste? ¡Menos insoportable!

Hombre, normal que le brillasen los ojos, le dejé con una...

-¿Me escuchaste? ¡Menos insoportable!- repetía Lucía incrédula ante sus propias palabras.

-No creo que eso sea por mí, a lo mejor ya maduró.- disimulé con mis pocos dotes de actriz.

-Ale, mi hermano lo ha pasado muy mal durante toda su vida, verle así, no sé, me da esperanzas para él.- dijo esperanzada

Cierto es que me intrigada cada palabra que salía por la boca de Lucía, aunque yo intentaba a más no poder hacerme la indiferente.

-¿Qué le ha ocurrido para "estar tan mal"?- la pregunté deseosa de conocer respuestas.

-Yo no puedo contarte nada Ale, esa información no me pertenece a mí.

Esa última declaración me había dejado más intrigada de lo que estaba con Brandom.

¿Qué misterios oculta?

La noche pasó muy deprisa, tanto que no sé ni cómo logramos acabar entre bastidores.

Dajan, en este mismo instante nos presentaba a cada uno de los integrantes del grupo.

-Hola chicas, sabía que vendríais- dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

-Como para no acordarme, te has tirado toda la semana dando la tabarra con la guitarrita en el jardín- dijo Lucía riéndose.

Por lo que vi, Dajan no se lo tomó a mal y se rió con ella.

Hola Dajan, aquí tu hermanastra la que también existe.

Tras lograr despejar esa risa comenzó con las presentaciones.

-Bueno, les presentaré. Chicos ella es Lucía, mi vecina y la hermana de Brandom- dijo mientras los dos muchachos asentían y la daban un apretón de manos.

-Ella es Alexandra, mi hermanastra- dijo pasando directamente a mí.

Notaba a Dajan, frío, distante.

Era muy raro en el, sobre todo porque esa labor pertenecía a Brandom.

El moreno con ojos color avellana de al lado de Dajan se presentó.

Este me esbozó una sonrisa amarga y forzada.

Que copiota.

Esa es mi función por hoy.

-Alexandra, Lucía, el es Dane, es el batería del grupo- dijo refiriéndose al moreno amargado.

Acto seguido, el rubio con facciones perfectas saludó con una cálida sonrisa.

Parecen la noche y el día, no solo por apariencia si no por actitud.

-El es Connor, el vocalista.

Noté como Lucía sonreía a mi lado como una boba.

Una de dos

O Cupido está haciendo su función.

O Lucía ha bebido tanto que se enamora hasta de su sombra.

-¿Qué queréis tomar?- preguntó Dajan cordialmente.

Cada uno contestó con lo que a cada uno le apetecía en el momento, en su mayoría era alcohol. Yo pedí una bebida.

No quería alcohol en mi sistema inmunológico durante un tiempo.

Rápidamente nos dividimos en pequeños grupos.

Dajan hablaba con Dane.

Lucía con Connor.

Y yo con el móvil.

Todo muy normal, hasta que mi amiga comenzó a beber de una forma descontrolada.

Notaba como su cara se había convertido en una pequeña manzanita y cómo le costaba hablarme

-Lucía, creo que deberíamos volver a casa, estás un pelín borracha.

-Es cierto- dijo mientras miraba la hora en su teléfono- además es muy tarde y no me encuentro muy bien.

Durante toda la noche había estado pensando en lo que me había dicho Lucía horas antes.

Su hermano esconde misterios.

Y no sé por qué un impulso me anima a descubrirlos. Desde un primer momento sabía que escondía secretos. Es lo primero que vi en la profundidad de sus ojos.

-Si queréis os puedo llevar a casa-dijo Connor-Dajan me dijo antes que se encontraba fatal y que temía no poder irse del lugar.

No teníamos manera de irnos, ninguna tiene carnet de conducir, habíamos ido al lugar en concreto en autobús.

Su idea nos pareció razonable, más bien me lo pareció a mí Lucía no estaba en momento de parecerle nada razonable.

-Vale, aceptamos tu oferta- dije tras echar un vistazo rápido a la pequeña borrachilla que no sabía ni en qué lugar estábamos.

Nos levantamos y caminamos hasta el aparcamiento y yo me subí atrás con mi compañera de fiestas para echarla un vistazo.

El camino era tranquilo, a pesar de que era un fin de semana no había muchos coches.

Un teléfono sonó rompiendo el silencio

Concretamente el de el batería que tiene loca a Lucía

-Si...tío estoy ocupado...ahora mismo no puedo...sé que es importante...joder...venga vale.

Tras colgar el móvil giró en otra calle al sentido contrario.

-Connor, por aquí no se va a nuestras casas.

-Ya lo sé, me ha surgido una urgencia pero ahora mismo os suelto en casa.

Una sensación de mala vibra recorrió todo mi cuerpo en cuanto vi que nos metíamos por un callejón en el que el alcohol y drogas estaban presentes las veinticuatro horas del día.

¿Qué hacemos aquí?

Quería preguntarle, pero el miedo paralizó mi garganta.

Nos adentramos en la oscura calle.

Las pocas farolas que iluminaban lograban mostrar a personas en el suelo.

Decir que estaba asustada se quedaba corto. Lucía no parecía darse cuenta de la situación, puesto que Morfeo la había cogido en sus brazos.

Nos paramos frente a un bar, este tenía los colores desgastados y desde el coche se podía ver que había mucha gente en su interior.

Lo más aterrador fue cuando alguien salió del antro y se dirigió al coche.

Bajó la ventanilla mientras que el susodicho se dirigía a ella.

-Hombre, por fin se te ve el pelo.

Dijo un hombre con voz pesada, se podía ver a kilómetros que no había bebido tan solo una copa.

-Déjate de tonterías, ¿Qué quieres?

-Sabes bien lo que quiero, no te hagas el interesante.

-No quiero seguir con esta mierda.

-Te lo hubieras pensado dos veces antes de decir que sí la primera vez. Ahora amigo, estás metido en el barro hasta las cejas.

Estaba absorta completamente en la conversación.

Pero de repente estornudé.

Lo más normal del mundo, estornudar cuando están hablando de algo probablemente ilegal.

-¿A quién tienes ahí atrás? ¿Una chica diferente a la que te vas a follar este fin de semana?

-No, no te incumbe.- dijo seguro de sí mismo

-¿Te revelas?, tampoco hace falta que te pongas así, vamos, enséñame a quien tienes ahí. No te la voy a quitar amigo mío.

-No te voy a enseñar a nadie, me voy.- Dijo arrancando en coche.

-Espérate.

Notaba como la puerta de atrás se abría.

Mi puerta.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro