C A P I T U L O 14
EDITADO
CAPITULO 14:
-He besado a una chica.
Volvía a repetirme mi hermano por quinta vez consecutiva.
-¿Que tú qué?
-Ale, no te hagas la sorda sabes perfectamente que te he dicho que he besado a una chica.
Mi pequeño pájaro se va haciendo mayor, ha dado su primer beso a una chica.
-Vale, dame detalles, donde fue, como, cuando y lo más importante, con quien.
-Pareces una periodista un poco cotilla, no sé si debería contártelo.
-Pofiiiii- dije poniendo cara de cachorrillo indefenso.
-Agh, no me mires así.
-Porfaaa.
-Vale, tú ganas
Me contó que había besado a Emily, una chica con la que coincidió en el campamento. Tras varios días allí decidieron tener una cita un tanto secreta y pasó eso. Me describió la cita, fue a buscarla a su cabaña y la cita se dio, concretamente, debajo de un roble. Según dice él, la luna brillaba más.
Recuerdo como fue mi primer beso.
Fue desastroso.
Un chico que me gustaba en su momento me tomó del brazo cuando estábamos en una fiesta, confieso que había bebido un poco. Me llevó al jardín exterior, me tomó la cara y cuando iba a besarme...
Le vomité encima.
Afortunadamente me enteré que era una apuesta.
Me quedé destrozada durante un tiempo, pero me auto consolé al no dar mi primer beso con ese idiota.
Nunca he tenido suerte en el aspecto de los chicos.
Mi primer beso "real" fue con un compañero de intercambio que vino al instituto. En realidad fue un accidente, quedamos en su casa para hacer un trabajo. Cuando fui a darle dos besos en las mejillas para saludarle se confundió de lado y pasó eso.
Mi vida amorosa es de lo más entretenida.
Dejamos de hablar del tema, se nos había hecho tarde, preparamos unos sándwiches para cenar.
Me fui a mi habitación y mi hermano a la suya.
No me hizo falta contar ovejitas para dormirme rápidamente.
No sé cómo hice para poder amanecer en casa de Dani, el se acercó a mí y comenzó a besarme apasionadamente.
Notaba como su lengua danzaba con la mía a un ritmo que en principio era lento. Sus manos paseaban por mis curvas provocando que mi piel se estremeciera por cada milímetro por el que pasaba.
Su aliento mentolado me tranquilizaba y me vaciaba la mente cada vez más.
Por cada minuto agotado todo era más intenso.
Mientras me besaba me mordió el labio un par de veces, en cuanto me quise acordar ambos estábamos en ropa interior.
Dani jugueteaba con la sensibilidad me mi cuello. Mi boca emitía varios gemidos y en cuanto pasé mis manos por la espalda de Dani el emitía sonidos grugutales que eran música para mis oídos.
Me encontraba a horcajadas de él mientras meneaba mis caderas de un lado para otro Dani puso las manos en mis caderas para acelerar el ritmo. Notaba como su amigo deseaba que le dieran algo de atención.
La respiración era más rápida y una fina capa de sudor separaba nuestros cuerpos. Me tomó de una pierna dándole libertad de moverme a su gusto hacia donde el deseara. El se encontraba encima de mí, cada vez que nos separábamos para respirar una sensual sonrisa salía de nuestros labios.
Comenzó a trazar con su lengua dibujos sobre mi abdomen el cada vez se acercaba más hacia mi sexo, mi respiración era inexistente.
-Mmm, creo que la ropa interior sobra- dijo mientras se quitaba su bóxer poco a poco.
-Yo creo que tienes razón- respondí
Se volvió a tumbar en la misma posición de antes, notaba su erección contra mí.
Poco a poco iba quitando una tira de mi sujetador dejando al descubierto gran parte de mi pecho. Notaba como manoseaba y exploraba a su gusto. Fui deslizando los laterales de mis bragas hasta que me deshice de ellas.
Los gemidos se iban ralentizando
-Ale- decía entre gemidos- te quiero.
-Dani, yo...
Todo se desvaneció, la casa, el sofá y Dani también.
Pegué un salto en el que llegué al techo en cuanto vi que estaba sumergida en mi cama.
-Venga ya.
Estos sueños cada vez se hacían más constantes
Todo era tan real que pensaba que esa situación ocurría aquí y ahora
-Estaba teniendo sexo en mi mente, con mi mejor amigo- susurre para mis adentros.
Cada caricia y cada beso se habían grabado a fuego, creo que la carta me ha provocado una vista un tanto diferente. No he cambiado de opinión sobre Dani, es mi mejor amigo no sé como sobrellevar esta situación.
Espero no tener que vivir la experiencia en la que mi mente se monta película porno con mi mejor amigo.
Creo que de tanto leer libros eróticos mi mente sabía de dónde escoger.
Ya me había desvelado completamente, cada vez que cerraba un ojo las imágenes se repetían.
Bajé las escaleras con la esperanza de no parecer un elefante en una cacharrería.
Mi madre ya había llegado, desde la entrada veía su bolso y sus zapatos.
Hice el desayuno para todos, preparé la mesa y saqué todos los dulces, galletas y todo lo que se asemejaba de la despensa.
Por fin la familia estaba reunida al completo, mi madre, mi hermano y yo.
Bueno, en realidad falta mi padre, pero nadie le ha echado de esta familia, el tomó una serie de decisiones en las que por lo que se ve nosotros no estábamos incluidos.
Me senté en el sofá y al poco rato aparecieron mi hermano y mi madre de la nada.
Me quedé anonadada mientras mojaba una tostada en mi vaso de leche.
Juraría que ese sueño ha sido de lo más real que he vivido
-Alexandra-Dijo mi madre
-Dime.
-Te he llamado un par de veces, hasta he pasado la mano por tus narices y no te has dado ni cuenta.
-Perdón mamá, estaba...pensando- Dije ingeniosamente con la primera excusa que se me ocurrió.
-Es normal, no pasa nada, debes de estar nerviosa.
No sabía de lo que me estaba hablando, se ve que mi memoria se ha borrado por completo, porque no me acuerdo de nada con importancia.
-Sí, creo que tienes razón.- dije sin entender aún lo que pasaba.
-Entonces, ¿Cuándo nos vas a enseñar tu vestido de graduación?
La graduación era ese pequeño detalle que se me olvidaba.
-No puede ser- dije incrédula- Digo, no te le puedo enseñar, es secreto, pero seguro que te encantará.
Al terminar de desayunar y de recoger la cocina mi pequeño hermano se dirigió hacia mí.
-Hermanita, ¿sigues siendo tan mala en los vídeo juegos?
-¿¡Que!?- dije mientras me ponía melodramática-mente una mano en el pecho-¿Cómo osas preguntarle eso a la persona que te va a patear el trasero en los vídeo juegos?
-Quiero ver eso, esta vez seguro que no me ganas.
Tras un largo rato jugando ya llevaba unas diez victorias grosso modo.
Liam estaba que echaba chispas, pero como soy buena hermana le deje ganar una vez.
-¿Ves como juegas mal? Te dije que las pilas estaban estropeadas y por eso me ganabas antes.
Me acerqué hacia él y le revolví el pelo, sé que no le gusta que le haga eso, pero de vez en cuando me gusta chincharle.
Tras un rato discutiendo y cambiándonos el mando una y otra vez nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones. Tras un rato escuche a mi hermano tener una conversación mediante el móvil. Pegue la oreja a la puerta de su habitación.
-Hola Emy.
-Hola Liamcito.
¿Liamcito? Trate de esconder una gran carcajada que logre retener no por mucho tiempo, tan solo el tiempo justo para llegar a mi habitación.
¿Peinado? Listo, aunque parece un nido.
¿Maquillaje? Listo, aunque la puerta que está a mi lado estaría mucho mejor.
¿Vestido? Listo, creo que esto es lo único al que no le pondré pega
¿Zapatos? Listos, espero no hacerme un esguince.
El móvil comenzó a vibrarme, un montón de mensajes llegaron como si nada.
Hola Ale, soy Lucía.
Siento no haberte escrito antes, pero mi abuelo se encontraba en el hospital.
Hola Lucía.
No pasa nada, espero que tu abuelo esté mejor
Afortunadamente sí, está estable y ayer le dieron el alta.
Me alegro mucho.
Sé que hoy es la graduación, ¿ya llevas el vestido puesto?
Sii, ya me lo he puesto
La mandé una foto ya que creo que ella no vendrá a la gradación.
Ale, es precioso.
Muchas Gracias.
Bueno, tengo unos asuntos que terminar
¿Nos vemos otro día?
Vale, me parece bien
Adiós.
Chao.
Tras bajar las escaleras logré ver a mi madre con un vestido granate y a mi hermano con un esmoquin.
-Alexandra hija, estás preciosa.- Un par de lágrimas tímidas se deslizaron por sus ojos, corrí hacia ella y la di un abrazo, cogí a mi hermano de una manga y le uní a nosotras.
-Hermanita, voy a tener que vigilar a los chicos para que no te miren demasiado.
-Liamcito, no seas tan sobre protector- La cara de mi hermano era todo un poema en cuanto dije su nombre de esa forma.
-Liam ¿Qué?
-Nada mamá, es un mote que le he puesto, a que sí Liamcito.
-¿Liamcito?, es un poco raro
Salimos de casa y nos montamos en el coche, el mismo que me iba a llevar hacía el infier...instituto por última vez.
No había ni un sitio, nos tuvimos que ir hasta el parque para poder aparcar. Desde allí se veían un motón de luces y aún había indicios de música.
-Hermanita, ¿sabes si va a venir nuestro padre?
-Por lo que me dijo creo que sí, aunque hace bastante tiempo que no hablo con él.
Al llegar allí había un cartel enorme.
"Feliz Graduación"
Mis compañeros salían y entraban de un lado para otro, todos iban de etiqueta. La mayoría parecían bastante nerviosos.
Mi padre se dirigía hacia nosotros con aire cauteloso. A pesar de su edad no sé como lo hace para lucir siempre bien.
Mire la cara de mi madre, pero aparentemente ninguna emoción salía a flote, pero con tan solo mirándola a los ojos se veía que almacenaba tristeza, creo que no lo ha superado del todo.
-Hola Alexandra, hola Liam.
-Hola padre- le respondí
-Hola- Dijo Liam lo más seco posible, él probablemente es el que más sufrió con la separación de mis padres
-Buenas tardes Martha
-Hola David.
Estuvieron durante unos segundos mirándose.
Izan, un compañero de clase se dirigió hacia mí.
-Hola Alexandra, los profesores nos están llamando para que nosotros vallamos entrando.
-Vale- dirigí la mirada hacia atrás- mamá, papá, me tengo que ir.
-Está bien- dijeron los dos al unísono.
Seguí a Izan hasta el salón de actos, todos mis compañeros estaban reunidos y los profesores se encontraban allí.
El profesor Williams me llamó desde otro lado del aula.
-Buenas Alexandra
-Hola profesor Williams.
-Sabe que tenía la media de Lengua un poco reñida, tras estar consultándolo con otros profesores hemos decidido suspenderla con probabilidad de aprobado si presenta una clase de trabajos que la mandaré.
No puede ser, la respiración se me agitaba por segundos, notaba que me faltaba el aire. Si tan solo tengo una asignatura pendiente no podré ir a la universidad a la que quiero ir. Todo mi futuro y mis esfuerzos se irán al traste.
-Aleandra, tranquilícese la noto un poco alterada. Como su media rozaba el aprobado hemos decidido darla una pequeña ventaja, tendrá un profesor particular para ayudarla.
Desde luego, eso no me tranquiliza me tendré que tirar el último año que se supone que iba a ser sin ataduras estudiando y haciendo unos trabajos para salvarme el culo.
El profesor hizo un gesto con la mano.
-Espere un momento señorita, voy a llamar a su profesor particular.
Hizo un gesto con la mano.
Estoy deseando ver quién es el profesor particular que se me ha asignado.
Nótese el sarcasmo.
-Señorita, este es...
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