8
—¿De qué quieres hablar Jimin?
—Vamos al parque que está aquí a la vuelta, hablemos ahí ¿Si? —dijo con la voz apagada sonando muy triste.
Yoongi odiaba ver a su Minnie así, pero tenía que ser paciente, ya había esperado tanto tiempo, nada le costaba esperar un poquito más.
Al llegar al parque se sentaron en dos columpios, el parque estaba completamente solo y la noche era fresca.
Ambos veían al frente pero Jimin tornó su mirada hacia el mayor y comenzó a hablar.
—¿En verdad estás saliendo con ese chico? —Y antes de que el mayor pudiera decir algo Jimin siguió hablando. —Yoonie, escucha yo... Tienes que terminar con él. Si, eso.
Yoongi fingió no entender y siguió callado.
—¡Demonios! ¿Por qué es tan difícil decir esto maldita sea? Ok ya... Yoongi, escucha... yo... tu... no puedes estar con él ¿Entiendes? Por qué... por que tu y yo, es decir, nosotros... bueno, yo...
Yoongi se puso de pie y se paró a un lado de Jimin, el rubio no se dio cuenta y seguía hablando mirando al frente, se tropezaba con sus propias palabras, no sabía cómo decir todo lo que había en su cabeza y en su corazón y Yoongi solo lo miraba entre divertido y enternecido.
—Yoongi, me di cuenta de que estoy enamorado de ti. Si, todo este tiempo te he amado y yo no lo sabía, y solo para que lo sepas, terminé con Jungkook, ese idiota... —dijo levantando su puño como si quisiera golpear a alguien. —Eso no importa ahora, el punto es que, se que tarde demasiado en darme cuenta, se que fui un ciego, se que te lastimé, pero todos la cagamos a veces, por favor Yoongi, yo solo... quiero que... yo... que tu... es que... Te amo.
Cuando escuchó esas últimas dos palabras el corazón de Yoongi se saltó un latido, no podía creer lo que escuchaba, parecía sacado de un K-drama, de sus mejores sueños.
—¿Ahora me lo puedes decir viéndome a los ojos? —Yoongi estaba agachado para poder decirle esto en el oído.
Jimin saltó del susto, jamás se percató de la cercanía del mayor, su piel se erizó, se puso de pie y se paró frente a Yoongi, no entendía por qué no podía alzar la mirada y verlo a los ojos, lo había hecho un millón de veces o más, pero ahora simplemente no podía... tenía vergüenza, tenía miedo, pero por fin se atrevió y lo vio a los ojos.
Lo único que encontró en esa mirada fue amor, el amor que siempre había estado en esos ojos al mirarlo, solo que ahora lo veía claro, lo veía perfectamente, pero no ese amor fraternal, si no ese amor que sientes por la persona que mueve todo tu mundo, y ahí estaba reflejado en la mirada de Yoongi.
—Te amo Yoongi, te amo, perdóname por haber sido un toto, por no darme cuenta a tiempo —empezó a lloriquear, hablando más agudo, haciendo pucheros y berrinches a punto de llorar —. Se que no soy nadie para decirte que te alejes de ese chico, es muy lindo, ya lo sé, y mereces ser feliz, pero yo no soporto verte con alguien más, perdón por ser tan egoísta. —A este punto las lágrimas bañaban el rostro de Jimin.
Yoongi borró la poca distancia que los separaba y tomó su rostro con ambas manos, sus manos frías y huesudas que se sentían tan familiares sobre su piel, que le daban tanto confort, el mayor buscó su mirada y le retiró el cabello de los ojos.
—Deja de hacer berrinches, te van a salir arrugas... También te amo Minnie, siempre te he amado.
Jimin abrió los ojos grandes y lo vió con un gesto muy gracioso de sorpresa.
—¿De verdad?
—De verdad, y solo para que lo sepas, Hoseok no es nada mío, solo un amigo, en realidad estoy tratando de hacer que salgan él y Tete.
Esto sorprendió de sobremanera a Jimin.
—¿Entonces no tienes novio?
—No aun.
Fue la respuesta del mayor quien seguía sosteniendo la cara de Jimin que al hacerlo hacía que sus labios se abultaran de una forma sumamente dulce, el mayor se moría por besarlo.
—Eso tiene solución justo en este momento, Yoongi Hyung ¿Aceptarías ser mi novio? Por favor, dame una oportunidad, déjame demostrarghhh...
En ese momento fue interrumpido por unos labios suaves y dulces que le robaban un tierno beso, un beso que hizo que a su alrededor salieran fuegos artificiales de lo hermoso que se sentía.
Jimin tardó en corresponderle, no porque no quisiera sino porque no creía lo que estaba pasando, pero al segundo que reaccionó rodeo la cintura del mayor con ambos brazos y correspondió ese dulce beso.
Se separaron pero sus frentes seguían tocándose.
—Si quiero ser tu novio Jimin.
Y ahora fue el menor quien se abalanzó sobre el mayor, se colgó a su cuerpo como un pequeño mono mientras lo besaba en los labios y después en todo el rostro.
Ambos reían contentos, estaban felices de que por fin podían estar juntos, el mayor de tener al hombre que amó tanto tiempo en secreto y el rubio de estar con el hombre que siempre había amado pero no se había dado cuenta.
Después de un rato de palabras cursis y besos robados, se encaminaron de nuevo al departamento tomados de las manos, las calles estaban vacías así que poco les importó.
—¿Así que me estaban viendo la cara de tonto tu y esos dos desgraciados? —dijo Jimin fingiendo mucho enfado haciendo tiernas muecas.
—Todo fue idea de Tete, a mi no me mires.
—¿Con que si? Ese niño va a sentir la furia.
Ambos reían mientras seguían caminando.
Jimin jamás pensó que una SIMPLE AMISTAD, se convertiría en lo mejor de su vida, que encontraría en su mejor amigo a su compañero, a su amor perfecto, estaba feliz, tan feliz que sentía que no podía expresar toda la felicidad que habitaba en su cuerpo.
Yoongi por su parte se sentía el hombre más enamorado y completo de todo Seúl, ahora todo era perfecto, tenía al hombre que había amado por tantos años a su lado y estaban por comenzar a escribir un nuevo capítulo.
¿Qué podría salir mal?
Al llegar al departamento entraron riéndose pero todo eso cambió, la cara de Yoongi se transformó en la de la bestia, como solía decirle Taehyung cuando su hermano se enojaba de sobremanera.
—¿Se puede saber que mierda hacen?
Taehyung y Hoseok estaban semidesnudos, uno encima del otro, devorándose las bocas con desesperación cuando fueron descubiertos por aquella pareja.
—Te dije que pusiéramos una silla atrás de la puerta. —dijo Hoseok en un susurro tapando su pecho desnudo con el primer cojín que encontró.
—Será mejor que corras solcito, creo que despertamos a la bestia. —le contestó Taehyung a Hoseok de forma nerviosa también susurrando.
Jimin lo jaló hacía la puerta para ir de nuevo a la calle, asomó su cabeza y les dijo a aquellos dos.
—Volveremos en la mañana, usa tu habitación Tete, yo me encargo de Yoonie... disfruten su noche tigres... rawwwrr.. —acto seguido cerró la puerta fuerte y alcanzó a su novio.
—¿En que estábamos solícito? —dijo Taehyung como si no hubiera pasado nada.
Jimin alcanzó a Yoongi quien estaba muy muy enojado.
—Yoonie, espera...
El mayor parecía no escucharlo.
—Amor, espérame. —gritó el rubio, acto seguido Yoongi se frenó en seco haciendo que Jimin se estampara en su espalda.
—¿Cómo me llamaste? —La mirada de Yoongi era de esas indescifrables.
—Amor, te he llamado amor.. Ahora eres mi novio y puedo decirte todos los apodos cariñosos que se me dé la gana.
Yoongi seguía aún serio, pero acto seguido sonrió en grande, tomó a Jimin entre sus brazos y lo abrazó.
—Me gusta como suena. —y dejó un beso en su sien.
—Vámonos, anda... dejemos a esos dos...
—Ni me los recuerdes, mañana le arrancaré las bolas a Taehyung y se las haré comer de desayuno.
Jimin soltó una carcajada. —Déjalos, es normal que quieran hacer cachorritos, lo que te molesta es la imagen mental de tu hermano cog...
—¿Podrías parar ahí por favor? Intento superar mi trauma. ¿Y como que cacchorritos?
—Lo siento, lo siento... Pues creo que Tete y el chico bonito son predestinados.—habían llegado al auto del rubio.
—¿Otra vez eso? ¿Qué mierda significa?
Jimin suspiró incrédulo de que su novio no entendiera.
—En el omegaverse, los alfas marcan a sus omegas, que son sus predestinados y luego tienen cachorritos, por que son lobos, o sea, son hombres y son lobos, pero por dentro... y les hacen una marca, y cuando el alfa le hace la marca al omega ya están unidos para siempre. Créeme no es así de simple pero es la manera mas rápida de explicártelo.
—Tu y Taehyung deberían dejar de leer esos mangas y fanfics, les está afectando su conexión con la realidad.
Se subieron al auto, se abrocharon los cinturones y Jimin encendió el radio.
—¿A dónde vamos? —preguntó el mayor.
—A hacer nuestros propios cachorritos. —contestó el rubio y luego de guiñarle el ojo arrancó el auto haciendo a Yoongi reír.
FIN
—Oye Jimin... ¿Tu eres el omega cierto?
Jimin rio a carcajadas después de aquella repentina pregunta antes de llegar al departamento del rubio.
—Claro que lo soy, y ahora quiero mi marca... Alfa. Así que baja de ese auto y hagamos cachorritos.
Dicho esto salió del auto y Yoongi tras de él siguiéndolo emocionado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro