Al llegar a casa la comida ya estaba en la mesa, y su insignificante ración también. Era frustrante ver cómo sus hermanos comían aquella deliciosa pizza y ella tenía que comer un poco de ensalada y un bocado de pasta.

—Ame, ¿No vas a comer? — pregunto su madre.

—No, no tengo hambre— dio una media sonrisa —Debo prepararme para esta noche—

Subió sin esperar respuesta de su madre, al llegar a su habitación se tumbo en la cama y suspiro, sacó el boleto de  su bolsillo y lo miro.

—Anarchy... Hoy a las 7pm...— murmuraba sacando cuentas, era una buena distracción.

Se levantó lentamente para evitar mareos y preparó su ropa para la presentación; no había tiempo de ir a ningún otro lado esa noche, era el estelar de su vida. Claro, sobre el Cascanueces.
Se puso los audífonos y reprodujo las pistas que bailaria esa noche. Sería en el teatro, justo aun lado del estadio donde sería el concierto.
Repetía las coreografías una y otra vez para que salieran perfectas, aunque internamente el beat que había visto realizar a aquel chico la influenciaba demaciado.

—Vamos Amelie, concéntrate o va a salir mal todo— se dijo a si misma mientras seguía bailando.

A las 5 sonó su alarma, ya debía alistarse, se dio otra ducha y tomó sus cosas, para salir volando hasta el auto de su padre y llegar a tiempo.
Una vez llegó se puso el traje, claramente le quedaba, en una semana había comido aproximadamente lo que una persona comía en dos días; terminó de maquillarse y peinarse mientras que a lo lejos escuchaba una batería sonar. Ella la había visto, había visto esas percusiones.

—Horner, ya vamos a salir— escucho a una de sus compañeras.

—Sí, ya voy— fue a ponerse en posición.

Empezaban todas juntas y luego eran sus solos, así que se consentro en hacerlo bien. La pista comenzo a sonar mientras que ella bailaba como tanto habia practicado antes; fue entonces que comenzó a sonar la música en el estadio, los rostros de extrañeza y desagrado en los asistentes comenzaron a aparecer. En todos excepto en Amelie, ella trataba de concentrarse en bailar lo mejor posible.
Llegó el momento de su solo, era una melodía compuesta por ella, y comenzó a bailar, tan ligera y suave como una pluma, fue cuando el sonido de la batería se mezcló con el del violín, a sus oídos quedaba muy bien, pero eso hizo que el ritmo que llevaba cambiase un poco. Se sentía libre, y fue entonces que justo término el solo de violín cuando la batería dejó de tocar.

Respiraba algo agitada mientras escuchaba las ovaciones del publico, después de que se cerró el telón fue a cambiarse y no pensó dos veces en ir al concierto.

—¿A donde vas? — escucho decir a sus compañeras.

—No importa, si preguntan me sentí mal— tomó la mochila.

Una vez fuera del teatro llegó al estadio presentando el boleto, la dejaron pasar y ahí lo vio, era el vocalista y guitarrista de aquella banda. La sensación que le daba escuchar aquella melodía le gustaba; le corría por las venas ese ritmo.

Lo miraba facinada mientras el chico hacia magia con la guitarra, aunque estaba manchada de sangre por las cuerdas de la guitarra, le brillaban los ojos mientras lo miraba.
Al terminar el concierto noto que seguridad se acercó a ella, lo que no sabía era que ese boleto era también para el meet and greet con aquel chico. Llegó al camerino y cuando el la miro sonrió.

—Seo é mo fhoirmle— la voz del chico sonaba dulce.

—¿Perdona?— Amelie estaba confundida.

—Perdona, quiero decir que he encontrado mi fórmula— se acercó a ella y la tomó de la mano, dejando un beso en el dorso de ésta —Mi nombre es Kyle, ¿Y el suyo bella dama? Pido una disculpa si no fui muy directo—

—Un gusto... — se sonrojó y lo miro — mi nombre es Amelie, ¿a que te refieres? —

—Iba a darte el boleto en mano, pero se me fue el tiempo— se tocó la nuca algo apenado.

Escucharlo hablar le gustaba, tenía un acento distinto al resto.

—Tranquilo, no pasa nada, además, no me conoces de nada—

—Lo se, pero cuando te vi al entrar en el autobús eso fue distinto, aunque no se notara—

No lo admitía, pero ella tambien, las cosas habían sido diferentes. Se había enamorado una o dos veces, y siempre la dejaban por otras chicas con más busto, o más caderas, y simplemente que fueran más "pick me".

—Veo que bailas, ¿vas o vienes? — dijo curioso mientras los dejaban solos.

—Vengo, ya termine, aunque seguro me regañan por estar acá— ya estaba esperando que sonara su celular.

—Me imagino que eres muy buena, apenas te vi supe que eras buena en el ballet—

Kyle le ofreció asiento y saco un pequeño volante de su bolsillo.

—Eres tú ¿no? El estelar de hoy, en el lago de los cisnes— dijo mientras señalaba a la chica en el volante.

—Sí, soy yo... ¿A poco le hicieron tanta bulla?— lo miro apenada mientras el le sonreía.

—Bueno, me parece que eres muy bonita, y cuando te vi en el autobús, creeme que quería hablarte, pero me puse muy nervioso—

—Te pones nervioso por hablarme pero no por cantar enfrente de miles de personas, ¿como funciona eso? —

La chica soltó una risita y él también, estaban conversando tan amenamente que el tiempo voló. Fue entonces cuando sonó el celular de Amelie.

—Perdona, tengo que irme— se levantó y tomó sus cosas.

—Dame tu número, algo para verte de nuevo— dijo tratando de detenerla.

—Claro— dijo mientras lo escribía en una hoja —Nos vemos Kyle—

—Adiós Amelie—

La miro con una sonrisa mientras ella salía de la habitación, Amelie estaba feliz, por fin un chico que la vio salir de un entrenamiento aun creia que era linda.

<< El cree que soy bonita, aunque me haya visto así, tan... Muerta en vida>>

Se dijo a si misma mientras se encaminaba a casa. Al llegar claramente la bombardearon con preguntas, pero no respondió. Subió a su habitación y se tumbo en la cama, pensando en Kyle. En como un chico gustaba de ella.

—Llamame, por favor llamame— miro su celular con suplica.

Y después de unos minutos, llamó.