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Ᵽøđɍás ȼøn łøs más đᵾɍøs đɇsȺfíøs
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-¡¿Qué está pasando!?-....

-¿¡Quien es él!?-...

-de que estamos huyendo-...

-¡¿QUE SON ESAS COSAS!?-

Esas palabras retumbaban sin cesar en su cabeza, todo esto seguido de agitaciones y jadeos del chico corriendo sin ningún rumbo fijo entre llantos y lágrimas en todo su rostro. Corría entre la densa vegetación del bosque corriendo por su seguridad.

-padres.. ¿Donde están?-... -esto solo es otra pesadilla-.... -tiene que ser.. No es así-

Todo ocurrió tan rápido que ni siquiera pudo pensar de todo lo que pasó esa misma noche... En donde todo comenzó

Todo tiene una explicación....
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Momentos antes

Antes de todo lo dicho antes era una noche normal, fría y llena de un silencio abrumador. Esa misma noche en donde todos dormían plácidamente pero no para alguien.

Después de la cena con sus padres se dedicó un tiempo en admirar el bosque oscuro y silencioso postrado en una roca con los ánimos un poco bajos por unas horas antes. Aún se sentía vacío por dentro no literalmente si no aquel vacio de encontrar a alguien que te comprenda pero a veces no puede ser encontrado -bueno.. Al menos tuve que intentarlo- se decía por lo menos intentar cambiar de opinión a sus padres.

-pero en serio mi vida sera así- se cuestionaba recostandose en la roca mirando las estrellas y la luna, -no podré conocer más allá de lo que hay en este bosque-. Alzaba su mano hacia arriba como si intentará tocar las estrellas anhelando poder ver lo que hay más allá incluso de las estrellas... Pero solo se quedaba en eso.. Un anhelo

-aunque no se el porque mis papás me dicen que soy especial, en cierto modo tienen razón- reflejo una pequeña sonrisa dejando de extender su brazo, -y hablar con rocas no sea del todo malo- después levanto su cuerpo mirando otra piedra al frente de él, -¿verdad rocky?- el que le estaba hablando era.. Una roca. Una roca con una cara dibujada simulando una sonrisa, esa pequeña sonrisa del chico se desvaneció dejando una mueca de disgusto, -retiro lo dicho-.

Soltó un largo suspiro regresando su vista al cielo notando que las nubes se tornaban un tanto oscuras, tal vez es posible que haya una tormenta, -debo irme- el chico salto de la roca empezando a caminar rumbo a casa... Sin saber.. Que alguien.. Lo veía.

Despues de unos dos minutos regreso a su casa bostezando por el sueño que tenia, pero sorpresivamente desde la puerta lo esperaba su padre con un rostros pero tranquilo pero a la vez decía algo más, el se acercó a su padre lo saludo, -hola papá.. Estas bien- pregunto por la forma extraña de como veía a su padre, -si estoy bien..ven entra- él tomo a su hijo del hombro haciéndolo pasar para ver a su madre sentada en el sofá con la misma expresión seria pero tranquila.

Todo esto le resultó extraño pero siguió como normal, -hola hijo- ella hablo tranquila pero en su mirada era seria, algo estaba ocurriendo, -ven siéntate- el chico dudo pero al final se sentó en el sofá al lado de su madre, -¿esta todo bien?- pregunto por el comportamiento inusual de sus padres. A pesar de fingir que todo estaba bien sus expresiones cambiaron a unas serias pero a la vez conservando una sonrisa un tanto decaída, su padre fue el primero en hablar.

-si.. Pero es momento de contarte unas cosas- el tomaba el hombro de su esposa mirándose para luego mirar a su hijo, -pero prometenos que nada cambiara ¿de acuerdo?- la ardilla estaba confundido de lo que querían decirles pero solo asintió. -la razón del porqué no podemos ir más allá del bosque es por tu seguridad- hablo su madre, -si.. Lo se- respondió el chico mirando el suelo, -pero es porque te queremos y.. Eres muy especial de lo que te imaginas-

Mientras ella hablaba toma la mano de su hijo y le entrega un objeto cerrando su mano, -no te lo decimos porque si, de verdad eres muy especial y un día tendrás que estar listo para lo que vaya a venir-. El chico abrio su mano y se sorprendió por lo que dio su mamá, -wow.. Es.. Bonito-. Lo que le había dado era un bello colgante de un árbol, lo sostenía con sus dos manos reflejando una sonrisa, -pensabamos en dártelo en tu cumpleaños pero creo que lo necesitas ahora-.

De inmediato se puso el colgante ahora volviendolo un verdadero critter con todo hecho y derecho, un regalo muy especial -es increíble, gracias- les dio un gran abrazo a sus padres y ellos lo correspondieron, -pero no entendió.. ¿Como que lo que va a venir?- se apartó del abrazo aún teniendo dudas de lo que querían decir, -hay algo que debemos contarte- ahora si sus padres estaban dispuestos a hablar, -hay peligros de los que nadie ha visto, incluso nosotros- dijo el padre, -y nos da miedo de que alguien pueda hacerte daño- dijo la madre.

-¿pero quien quiere hacerme daño?- nuevamente pregunto más intrigado, -es porque eres más que un critter tu eres..- no pudieron terminar ya que de repente se escucharon ruidos desde afuera alertando a ellos. -¿que fue eso?- preguntó el chico un poco asustado, -debió ser.. El viento- supuso el padre.

Pero de la nada los ruidos se intensificaron más como si estuvieran rodeando la casa, esto alertó a la familia intentando ver desde la ventana quien era pero por la densa oscuridad era casi imposible de ver, -hay alguien afuera- era más que obvio por los ruidos, hasta que empezaron a escuchar los ruidos desde la puerta. La familia no sabía que hacer pensando si era alguien intentando hacerles una broma de mal gusto, pero el chico se armo de valentía y empezó acercarse a la puerta, -¿hola?- apuntó de abrirla los ruidos de repente cesaron.

-¿que?- cuándo pensaron que había acabado de repente desde el interior de la casa emergio del suelo un charco negro detrás de sus padres, -¡Cuidado!- alertó a sus papás de lo que estaba detrás de ellos, al darse cuenta rápido se apartaron retrocediendo donde estaba el chico. -¡¿que es eso!?-. El charco se empezó a expandir hasta crear una pared oscura simbolizando a un portal y de él salió una silueta casi indescriptible hasta revelarse por completo. Usaba una capa cubriendo todo su cuerpo y rostro y el portal que estaba detrás de él se desvaneció. -¿quien eres?- preguntó el padre firme por el intruso que estaba en su casa, pero el tipo no respondió solo permanecía inmóvil, -¡te dije quien eres!- esta vez alzó la voz de forma amenazante pero el tipo seguía sin responder hasta que finalmente habló.

-no soy el que debas nombrar- dijo con una voz grave pero elevada, -¿que haces aquí?- esta vez hablo la madre poniéndose al frente de su hijo, -yo.. Vine a resolver un problema que tenía hace ya bastante tiempo- respondió, -sea cual sea no está aquí.. Así que vete- hablo el chico firme atrayendo la atención del enmascarado, -vaya, vaya mira que tenemos aquí.. Mi primer experimento exitoso- dijo alzando sus brazos como de burla, -¿experimento?- dijo confundido, -tu me causaste problemas- con un tono más serio, -mi hijo no ha hecho nada- dijo la madre negando, -tal vez aquí no.. Pero yo nunca olvido-.

-¡escucha no se quien eres y que quieres pero te ordenó que vayas!- dijo el padre de forma retadora, -decuiden me iré.. Si solo me entregan al niño- señaló al ardilla empezando a caminar directo hacia él pero sus padres se pusieron al frente -¡ni se te ocurra!- al ver que ellos lo hacían ver demasiado difícil decidió usar otro método. -si así van a hacer las cosas.. Bien- acto seguido él chasqueo sus dedos y de la nada desde el suelo empezaron a emergir siluetas negras hasta que dieron con su forma, obviamente ellos retrocedieron por esas cosas emergiendo del suelo, -decidan-. No sabían que hacer pero la opción era correr, lentamente el padre se fue acercando hacia uno de los rincones para acto seguido agarrar unos troncos y luego aventarselos, esto distrajo al tipo. -¡Corran!- ellos abrieron la puerta y empezaron a correr, -sera por las malas-- señaló donde ellos corrían y esas criaturas empezaron a perseguirlos.
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Ellos corrían entre el denso bosque mientras eran perseguidos de lo que fueran esas cosas, sin ningún rumbo solo corrían hasta perderlos de vista, -(¿¡que son esas cosas!?)- se preguntaba el chico entre jadeos. -hacia donde- dijo la madre corriendo, -dejame pensar-le respondió su esposo. Entre la oscuridad de la noche era casi imposible ver, y el clima no ayudaba, empezando a cambiar iniciando con un viento atroz.

-ya.. No puedo mas- empezaba a cansarse pero no se fijo y por accidente se tropezó con una roca cayendo al suelo, sus padres lo notaron fueron a ayudarlo, -¿estas bien?- ella le pregunto pero el niño asintió que estaba bien -no podemos seguir así, adonde iremos- después de unos segundo la ardilla mayor tuvo una idea, -tenemos que ir al viejo castillo-.

-¿viejo castillo?-, -es un lugar que descubrí hace poco- dijo el padre, -podrá servirnos-. -que estamos esperando, vamos- sin más por esperar empezaron a correr rumbo al castillo.

-¿Cómo sabes que esta abandonado?- pregunto su esposa, -por la estructura, lleva varios años- le dijo. -todo estará bien hijo- le decía a su hijo pero el no respondió nada, aun corría pero no podía reaccionar lo que estaba pasando. Pero de la nada esas cosas se hicieron presentes y empezaron a talar unos árboles donde corrían ellos, -¡Cuidado!- esquivaban los árboles caídos y aun continuaban en su camino hasta que desde lo lejos se empezaron a ver torres gigantes.. Era el castillo.

Después de unos minutos por fin llegaron a las entradas del castillo, -¡hay que entrar!- al acercarse a las puertas se dieron que eran bloqueadas por unas tablas de madera, -ayúdenme- le hicieron caso y empezaron a quitar las tablas pero los ruidos de ramas romperse y el crujido de las hojas alertaba más a ellos, -¡rápido!- después de unos minutos porfin pudieron quitar todas las tablas abriendo por fin las grandes puertas, -¡entremos!- antes de que pudieran entrar, su padre se detuvo un instante. El chico se dio cuenta y dejo de caminar, -¿Papá que estas haciendo?- pregunto por la inesperada acción de su padre, su padre aun permanecia inmóvil hasta que con rostro lleno de determinación tomo uno de las tablas y se puso en pose de ataque en la entrada, -váyanse, yo los detendré- decía haciéndole señales de que se fueran, -¡No!, no quiero dejarte solo- decían su esposa y su hijo intentando quedarse con él, -no hay tiempo, por favor solo váyanse- no querían dejarlo pero su decisión ya estaba tomada.

-y.. Por favor cuidalo- le dio una dulce sonrisa a su esposa y ella asintió, con el dolor de su corazón tuvieron que dejarlo adentrandose en el castillo.

Él esperaba a las criaturas, armado pero de la nada las criaturas aparecerían desde el suelo acercándose hacia la entrada, pero él lo iba a impedir, -no dañaran a mi familia- sin pensarlo se avalanzo hacia las criaturas hasta que...
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Mientras con los dos aun corrían dentro del castillo hasta llegar al vestíbulo, -hacia donde- preguntaba el chico tomando aliento, -dejame pensar- decía angustiada por no saber a donde ir, y su presión fue aumentando cuándo las criaturas empezaron llegar donde vinieron, -por allá- señaló las escaleras y rápido toma la mano de su hijo y ambos van vestíbulo del segundo piso mientras eran perseguidos por esas cosas.

Entraron a unas grandes puertas llevando un gran salón de baile de la realeza, su madre cerró la puerta pero no los contendria por mucho tiempo, el chico corrió hacia el centro viendo alguna salida posible pero no había nada, -¿que hago, que hago?- por otro lado su madre usaba todo su cuerpo para hacer una barricada evitando que entren pero poco a poco empezó a perder fuerzas.

Regresando con el chico buscaba de manera desesperada pero al revisar uno de los candelabros del techo conectado a una zoga se le ocurrió algo, -mamá tengo una idea- decía atrayendo la atención de su mamá, -deja que entren-, -¿estas seguro?-. -solo hazlo-.

Decidio confiar en su hijo y dejo el acceso a las criaturas, ella corrió hacia su hijo mientras él con sus dientes corto la zoga haciendo que el candelabro caiga encima de la criaturas, aplastandolos al instante. -listo- su madre vio a su hijo sorprendida de la acción que hizo, -todo está bien- su hijo le mostró una sonrisa, pero la madre apuntó de decir algo vio que desde la entrada salió una esfera negra dirigiéndose a su hijo, -¡Cuidado!- al mirar atrás vio la esfera pero por el shock no se movía hasta que su madre lo abrazo protegiendolo y el costo fue que la esfera impacto en ella.

Esto causó una gran onda mandando a ambos a una de las ventanas de cristal de colores atravesandola y junto a eso cayendo a los árboles desde una altura no muy alta pero si lo suficientemente para darte una fractura. Pero por suerte los árboles amortiguaron su caída aunque sufrieron varios golpes por las ramas hasta caer al suelo.

El chico aturdido se quejo por los golpes recibidos levantandose adolorido del todo el cuerpo pero su preocupación llegó cuándo no encontraba a su madre, -¿mamá?, ¡¿Mamá?!- buscaba entre los arbustos desesperado hasta que por fin la encontró tirada, -¡¡Mamá!!- se acercó y se arrodilló moviendola tratando que despertara, pero al ver su espalda vio con horror como su pelaje estaba quemado saliendo una aura oscura como si fuera fuego aparte tenía pedazos del vidrio incrustadas en su pierna, -no, no, no mamá por favor despierta- sus intentos por fin la hicieron despertar pero con un gran quejido.

Ella se retorcía del dolor por el gran impacto que tuvo del ataque, -mamá- ella al levantar vio a su hijo con una cara preocupada, -hijo.. Grh- no podía decir mucho por el gran dolor que sentía, el chico ya nos sabía que hacer, su madre estaba herida y para empeorar vio desde arriba en la ventana rota las criaturas vieron en donde estaba y se esfumaron.

-ahí vienen-. El intentaba poner a su madre de pie para seguir continuando, -hijo.. Es inútil- decía cuándo se puso por fin de pie apoyándose en el hombro de su hijo, -tenemos que seguir- el chico ayudaba a su madre a ponerse en pie caminando poco a poco sin ningún rumbo.
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Pasaron unos minutos y ellos aun seguían intentando escapar pero su madre estaba muy mal sintiéndose que iba a caer en cualquier momento -ya.. No aguanto- le costaba seguir caminando, -no te rindas- decía a su hijo ayudandola. A pesar de la determinación del chico en ayudar a su madre los crujidos y ruidos de los árboles se hacían más presentes.

Aumentaban el paso hasta que por fin dejó de haber árboles, -quizás debemos ir por aq-Woaahh- el chico vio que el camino se había terminado por que estaban casi en la orilla de un acantilado de unos 35 metros, -¿porque?, ¿porque?.. Tenemos que buscar otro camino- apuntó de empezar a caminar su madre cae al piso de rodillas al ya no poder más. -es inútil hijo.. Vete- decía débil sin poder ver a su hijo.

-no digas eso, tu puedes salir de esta- intentaba levantar a su madre pero ella ya no podía, -no te preocupes por mi.. Solo vete de aquí- levanto la mirada a su hijo con una leve sonrisa, -no mamá- empezó a soltar unas lágrimas, -no quiero perderte-.

En eso las criaturas de nuevo se hacen presentes acorrandolos sin poder escapar. Su hijo ayudaba a su madre a retroceder pero estando muy cerca del borde, en un momento la joven ardilla escucho agua cayendo, ella miró abajo y vio que había un gran lago junto a una cascada hasta que se le ocurrió una idea.

Ella se puso al frente de él y le dijo -prometeme que estarás bien- le dijo tomando sus hombros y mirándolo fijamente, -mamá- es lo único que pudo decir para luego darle un último abrazo, -y perdoname por esto- el chico reacciono ante el comentario pero lo que no se esparaba era que su madre lo empuja haciéndolo perder el equilibrio y cayendo al acantilado.

Todo esto visto desde la perspectiva del chico viendo en cámara lenta como su propia mamá lo empuja al acantilado hasta perderla de vista, cayendo hasta caer en el agua.

-lo siento- decía viendo a la nada cerrando sus ojos y saliendole una lagrima -te quiero snurtle-. De repente un charco negro emerge del suelo para dar un portal saliendo el encapuchado acercándose a ella, -y bien- al escuchar el desconocido mira hacia atrás junto a todos sus esbirros dirigiéndose hacia ella -por favor déjenos en paz- decía la madre viendo al desconocido, no obstante el desconocido se fue acercando hacia ella.

-mis condolencias, pero veo que estas herida- el enmascarado se agachó y agarrando del mentón a la joven -te ayudaré.. Si solo me dices en donde esta- lo último lo dijo de forma amenazante, -porque lo quieres, si no ha hecho nada malo- dijo ella entre lágrimas -no es que haya hecho algo, si no lo que contiene ahora dime en donde esta-.

Ella no soltaba ninguna palabra de su boca, pero si respondió con un movimiento brusco apartando su mano de su mentón, -princesa estas haciendo difícil mi trabajo, no querrás estar como él- de su mano apareció un corazón de cristal rojo levitando, no sabía que era eso pero al sentir una presencia familiar la destrozo al instante.. Era su esposo. -no- vio con horror lo que alguna vez fue el amor de su vida ahora convertido en un simple corazón, -¿y bien?- ella con lágrimas y con furia intento pegarle pero por sus heridas era imposible.

-vete al infierno... Idiota- ella ya estaba al borde de desmayarse tirada en el suelo ante los pies del desconocido, -si así van hacer las cosas... ¡Sucumbiras ante la oscuridad!- él agarro el cuello de la chica levantandola del suelo asfixiandola y con la palma de su otra mano tocó su pecho y empezó a extraerle su corazón pero no era un típico corazón, era una forma de corazón color rojizo rubí cristalino. Cuándo le saco su corazón la lanzó al suelo, y cuándo tomo conciencia noto que su cuerpo empezó a desaparecer -aargg- eso fue lo único que pudo decir antes de dejar de existir su forma terrenal.

El desconocido al tener los dos corazones de ellos los hizo desaparecer para centrarse en su objetivo principal. -no importa.. Lo tendré que hacer por mi propia cuenta- acto seguido volvió a chasquear los dedos regresando a las criaturas, -busquen todo este lugar, no debe estar lejos- las criaturas obedecieron y se fueron de ahí dejando al desconocido viendo por última vez el acantilado antes de esfumarse de ahí.
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LA OSCURIDAD TE ESPERA Y TU SUCUMBIRAS ANTE ELLA

Fim del capitulo