60M
La primera vez que vi a Graham fue en la recepción de un hotel en Budapest. Estaba haciendo mucho frío y yo acababa de recuperarme de mis operaciones. Él estaba... Bueno, él llevaba un largo abrigo oscuro, un teléfono en la mano y en la otra sostenía las llaves del vehículo. Algo en su aspecto llamó mi atención. Se veía como esos hombres en las fotos de los escaparates de las tiendas. Excepto que el atuendo se le veía mejor que a los maniquíes. Creo que fue la persona más hermosa que había visto hasta ese momento. Incluso Kenny se veía mal a su lado. Graham no solo le ganaba en aspecto y forma de vestir, también lo superaba en edad, experiencia, fuerza y habilidad.
Kenny siempre fue tímido, pero tras la muerte de su padre terminó por refugiarse aún más en sus libros de historia y política. Los pocos amigos que tenía los hizo en una edad temprana, por lo que no sabía relacionarse con gente nueva y las chicas eran su peor pesadilla. Además, la sobreprotección que su madre le dio, empeoró. Me sorprende que Theodosia no lo envolviera en papel burbuja. Era un niño mimado y Graham, un hombre experimentado. Donde Kenny titubeaba, Graham se plantaba con fuerza y convicción. Sabía tratar a las chicas y siempre se arriesgaba. Tenía esa expresión salvaje y atractiva en cualquier sitio. Podía estar parado detrás de cualquier puerta o mirando hacia las calles y se veía tan atractivo como un actor de películas de acción. Para mí era el equivalente a James Bond y era completamente mío. Yo poseía exclusividad sobre él, cosa que jamás tuve con Kenny. La vida de Graham giraba en torno a mí. Todo lo que él hacía era para cuidarme, para protegerme y eso se sentía perfecto. Por primera vez no era yo intentando entender sobre presidentes y guerras, sino que era Graham sonriéndome, dándome su abrigo para que no pasara frío o esas miradas que me perseguían todo el tiempo. Éramos él y yo mirando las estrellas de un cielo europeo, tomándonos furtivamente de las manos cuando nadie miraba y enamorándonos a bordo de un barco lujoso.
La cruda realidad es que no pude estar más equivocada.
Los hombres como él no se fijan en las niñas como yo por un motivo desconocido y vano como el amor romántico. No. Él no quería saber lo que me pasaba o lo que vivía. No tenía planes de explicarme por qué nuestra política de armas debía sufrir un cambio en pro del bien común y no ser manejado de acuerdo a los intereses de los vendedores de armas. Graham no se sentaría conmigo a contarme la historia del Río Hudson ni trataría de convencerme que la guerra en Medio Oriente debía detenerse. Graham Phill sólo quería desnudarme. Sólo quería poseer a la modelo más guapa de la temporada y presumirlo con sus conocidos.
Al principio fue fácil.
Yo fui fácil.
Accedí a todo lo que me pidió porque él me convenció de lo mucho que arriesgaba su vida por la mía. Me hablaba de tipos a los que enfrentó a la salida de una sesión de fotografías en Milán. Los golpes que recibió para evitar que me rodearan las multitudes. Y le creí.
Le creí porque una de las primeras cosas que descubrí al ser Silver Blake, fue la cantidad de personas que fantasean con tocarme y no tocarme en un buen sentido. Recibí cartas donde detallaban minuciosamente todo lo que me harían si pudieran estar a solas conmigo. Contenía muchos detalles que pueden imaginar. Me dormía llorando, iba a todos esos lugares con miedo y entonces Graham, ¡oh, el valiente Graham Phill!, se desvelaba en mi puerta, protegiéndome. A veces entraba con el pretexto de asegurar las ventanas y cuando supo que me tenía a sus pies, actuó.
Me dio semanas incontables de felicidad absoluta. No lo negaré. Lo amaba con todo mi ser. Incluso olvidé, momentáneamente, al chico que bajaba del autobús para caminar conmigo a casa. También conseguí burlar a Angie para que no me descubriera engañando a Todd. Desobedecí a Irisa tantas veces que perdí la cuenta. Hice muchas cosas alegando que lo hacía por amor. Porque cuando has sido una niña ignorada toda tu vida y de pronto recibes la atención de un hombre como Graham, sientes que has sido bendecida. Ya sabes, finalmente iluminada y la oscuridad del anonimato jamás podrá poner sus garras sobre ti de nuevo.
Hice tonterías. ¿Y qué hizo él? ¿aparte de tomar y tomar lo que quería de mí?
Le puso precio a nuestro amor.
Aun desconozco la cantidad de dinero que recibió por filtrar a la prensa fechas de viajes, lugares de sesiones y contratos que no firmaba. Vendió, al mejor postor, oportunidades para que me encontraran sola y desprotegida. Entonces él aparecía, me salvaba y quedaba como el hombre de mis sueños. Mi héroe perfecto, ¿cómo no podía amarlo?
Con él no conocí a Frank Sinatra ni escuché sobre conflictos de intereses para regular el control de armas. Con Graham Phill conocí el miedo, la manipulación y los golpes. Él me llevó a la guerra conmigo misma, con Irisa, con el recuerdo que tenía de Kenny. Y después, cuando ya estaba por rendirme e izar la bandera de la paz, llevó a cabo sus peores crímenes.
Se suponía que él cuidaría de mí. Eso fue lo que dijo Irisa. Para eso le pagaban. ¿Qué haces cuando la persona que debe protegerte es la que más daño te hace? ¿A quién se lo decía? ¿A mí encargado de seguridad? ¿A Irisa? ¿A Todd, el novio a quien estaba engañado? ¿A Angie, que me odiaba sin conocerme siquiera?
Y no, no podía simplemente echarlo porque sabía demasiado. Graham conoce nuestro secreto y eso es demasiada perdición para Irisa y para mí. Así que hice lo que mejor sabía hacer. Guardé silencio y aguanté.
Si le pedía ayuda a Todd, lo pondría en peligro. Suficiente era para mí saber que lo había traicionado por alguien tan vil y poco hombre, para añadir que le hiciera algo a él o a su fantástica carrera profesional si hablaba. No lo digo porque fuese tan cobarde, sino porque Graham amenazó con lastimarlo si le contaba algo. Además, como encargado de mi seguridad, tenía muchas oportunidades de lograrlo.
— Sería una lástima que se rompiera esa muñeca tan prodigiosa que tiene, ¿no? —amenazó y tal vez nunca lo hubiese hecho, ¿pero si lo hacía? ¿Si en mi consciencia cargaba con el fin de la carrera de Todd Wright? ¿Y si yo le causaba más problemas?
Antes le había causado problemas a Kenny y lo único que conseguí de eso fue que disgustara a su madre. Comparado con eso, habría elegido mil veces hacer enojar a Thedosia que lastimar a Todd.
Y probablemente las palabras de Graham no fueran más que una amenaza vacía. Sin embargo, sus golpes eran reales y el miedo que despertaba en mí, ayudó a prolongar el silencio.
He callado tanto que siento todas esas palabras muertas atoradas en la garganta y, bueno, ha llegado el momento de vomitarlas todas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro