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Ojalá pudiera decirles que después de eso Kenny abandonó a su novia y yo dejé a Todd para huir juntos hacia un lugar extremadamente lejano. Medio Oriente, quizás. Sin embargo, la realidad es que él solo cambió la manera superficial en que me veía. Seguía considerándome una ingenua en todos los sentidos. Una modelo guapa e ingenua, según él, no era lo adecuado para una campaña que buscaba cambiar el rumbo del país. Me explicó, de la manera más amable posible que mi presencia ya estaba generando problemas, que no podía simplemente pasearme con un vestido lujoso y hacer de la campaña mi pasarela.
Creo que él aún no comprendía que los ideales de Thompson no eran ni remotamente parecidos a los míos. Yo quería estar cerca de Kenny. Kenny quería que Thompson ganara las elecciones. No parecía el mismo objetivo. En fin, el resto de la velada fue olvidable. Me parece que tuve que tomarme algunas fotografías y que la gente no dejaba de señalarme y también escuché a un par de ancianos idiotas con trajes finos murmurar entre ellos sobre lo qué había o no debajo del vestido. Con los videos filtrados de Graham, ya deben saberlo.
Después de esa ceremonia llegaron las preguntas. Que si me interesaba la reforma migratoria o la de salud. Que cuándo había comenzado a tener intereses reales. Algunos incluso comentaron en una mesa de supuestos expertos lo que podía significar ese movimiento tan audaz de Silver Blake. Bueno, no tan queridos presentadores que me llamaron The First brainy angel, ¿qué se siente saber que todas esas estupideces que dijeron en realidad fueron para nada?
Hablan mierda porque son mierda. Fin de la mesa de debate de tres horas al día durante una semana.
Si solo hubiera sido la misma prensa de siempre, los mismos cinco idiotas criticando mi cuerpo, mi cara, mi maquillaje, mi manera de andar en la calle y la manera de caminar en la pasarela, tal vez no me habría importado mucho. Porque ya estaba acostumbrada a eso. Ya tenía a una persona desmenuzando pedazo a pedazo mi vida, mi comportamiento, mi manera de expresarme y caminar. Sí, Kristina con K, estoy hablando de ti. Ya todos te conocen por siempre hablar de Silver Blake. Has construido tu imperio de espectáculos a base de destrozar mi imagen. He leído, porque, aunque te sorprenda sé leer, algunos de los artículos donde te refieres a mí como La Zorra contemporánea y La Puta del siglo XXI. Había términos que no entendí y no porque sea imbécil, sino porque era la primera vez que me encontraba con ellos. Y la verdad es que lloré. Me dolieron, lloré, me calmé y seguí con mi vida. Sin embargo, Kenny también las leyó y esa imagen tan horrenda que construiste de mí, era la que él tenía en mente cuando me veía. A sus ojos yo no era yo, era la tonta hueca que tú dijiste que era.
Y podrás defenderte diciendo que no es tu culpa lo que otros creen, pero sí lo es. Es tu culpa cuando has sido tú quien ha difundido por años falsas percepciones sobre mí. Eres la culpable cuando te encargas de atacarme a diario y si crees que deslindarte con un "pues que no me consuma y ya" me basta, estás equivocada. Porque Thompson y sus allegados creían, basándose en tus afirmaciones, que eran libres de llevarme a sus camas porque tú te encargaste de decirle a todo el mundo que Silver Blake era una puta moderna. Y las putas modernas no entienden de política, solo de vergas.
Eso fue lo que dijiste en tu programa donde llevaste una figura de tamaño real mía e hiciste un juego que consistía en adivinar cuál era mi tamaño preferido. Para eso necesitaste figuras de penes etiquetados con los nombres de los candidatos y tus invitados se vendaban los ojos mientras se dirigían hacia mi cara para hacer que la figura entrara en mi boca. Todos se rieron, así que supongo que fue divertido. También quemaste la revista en la que fui portada alegando que premiarme por tener un buen par de tetas era un insulto a las mujeres reales. No sé por qué crees que soy irreal ni tampoco creo que sea correcto ensañarte tanto con alguien menor que tú. Además, Irisa te demandó. No yo, pero tú te encargaste de difundir en tu audiencia anti patriarcal y cien por ciento libre de misoginia que la patética e irreal Silver Blake inició una campaña de persecución en tu contra. Tú eres la razón por la que no creo en la sororidad femenina. Y ya sé que el simple hecho de mencionarte hará que vuelvas a crear otros doscientos artículos donde hables sobre las celulitis que tendré al llegar a los treinta y lo descartable que seré para todos esos hombres que hoy fantasean con llevarme a la cama, pero que nunca me tomarán en cuenta para algo serio.
Supongo que esa sonrisa altanera que me dedicaste cuando inició todo esto fue precisamente porque Graham ya te había confirmado la exclusividad sobre su testimonio. Así que Kristina con K, espero que esto te brinde el material suficiente para jubilar a tus nietos.
Y quédate hasta el final porque lo vas a amar.
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