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KRISTINA CON K
Emisión del jueves 24 de agosto a través de TODAY CHANNEL
— Queridos televidentes... —el silencio es crucial, clave y ha sido meticulosamente calculado por la mujer. Kristina, cuyo nombre se escribe con K, ha sabido construir su carrera televisiva con lo que muchos consideran sombras.
— Nadie quiere mirar en las sombras —le había dicho su madre, una aspirante a crítica de cine que perdió una pierna y las ganas de escribir. ¿Acaso no le sucede a todos lo mismo? No lo de perder una pierna, sino lo otro. Es mucho más fácil hablar, tomar una palabra, conectarla con un nombre y entonces... ¡boom!
— Queridos televidentes —repite a sabiendas que tiene toda la atención de la gente que la sintoniza. La cadena se negó a darle el horario prime time, así que ella consiguió que las 7pm fuese la hora estelar—. La bomba finalmente ha estallado y Silver Blake ha volado en pedazos. Esperemos que le guste la referencia ahora que sabemos que tiene un especial cariño por nuestros soldados, ¿no? En fin, ¿qué sabe ella de la guerra? Lo más cerca que ha estado de ella fue durante su paso por Europa.
Con la ironía habitual, la presentadora de espectáculos dio paso a un montaje de Silver Blake durante su estadía en el viejo continente, aunque modificadas ligeramente. Lo que antes fue una fotografía colorida en la Torre Eiffel, ahora era una borrosa mezcla de blanco y negro con la modelo junto al Mussolini y el ya conocido tirano, Adolf Hitler. Las ediciones ni siquiera habrían pasado la prueba del Photoshop, eran sencillas, cualquiera sin conocimientos en edición podría haberlas realizado. A Kristina la falsedad de las imágenes no le importan. Su objetivo es ridiculizar.
— ¿Recuerdan que se los mencioné? Les mencioné, encarecida y repetidamente, que Silver Blake no era lo que América necesitaba. Tal vez Thompson la necesitara momentáneamente —suelta esa última palabra con una lentitud burlona. Es consciente de lo que va a sugerir y tiene que sugerirlo con claridad. Cada televidente que escuche y vea eso, tiene que entender lo que quiere decir—. Ustedes saben lo que quiero decir, ¿para qué otra cosa requeriría un hombre de los servicios de Silver Blake? Dudo mucho que Todd Wrigth la quiera a su lado para algo serio.
Mantener esa ideología divisora entre mujeres le trajo muchos comentarios negativos e imposiciones de sus superiores, pero era una verdad maquillada. Kristina no le deseaba la muerte a Silver, no, eso la convertiría en la persona terrible que todos decían que era. Sin embargo, odiaba con todo su ser lo que Silver Blake representaba y la manera superficial y vacía en que lo representaba. La rubia era el estereotipo de mujer hueca y carente de voluntad que por años la sociedad se encargó de exigir en cada mujer. Silver no luchaba contra esa opresión, sino que defendía el regimen anterior de belleza, proclamándose como el rostro de Golden Female, desnudándose por dinero e implantando la idea en los hombres de que las mujeres están para complacer sus deseos.
Kristina nunca poseyó la belleza de Silver, pero se esforzó por hacerse un hueco en el mundo, por crear su propio camino donde esquivó a todos los seguidores de la fantasía más absurda del mundo. Silver representaba al mundo en que Kristina sobrevivió y si conseguía destruirla, si con su poder de convencimiento y astucia, podía erradicar por completo aquel mundo irreal de belleza apócrifa, entonces habría esperanza para todas esas niñas a las que se les cierran las puertas por no ser lo suficientemente bellas. Kristina abriría esa puerta para ellas, incluso si era necesario derribarla a patadas.
— Por cierto, tengo una sorpresa para ustedes, mis televidentes —reveló intentando mantener el entusiasmo controlado—. Se las contaré al final del programa. Eso les dará suficiente para hablar durante la semana. Pero por el momento, repasemos uno a uno los ingredientes de este incendio.
Lo equivalente a la leña es, obviamente, Silver Blake: modelo hegemónica, caucásica, títere y marioneta de las elites. La gasolina son todas y cada una de las acusaciones que giran a su alrededor: la infidelidad a Todd Wrigth, el romance ilícito con Graham Phill y su intromisión en la campaña de Thompson. Nadie con el criterio suficiente diría que Blake lo hizo por amor a la política y salvaguardar al pueblo americano. Ese montaje debió tener muchos ceros en distintas cuentas, la de Blake incluida. Y el fósforo es ella: Kristina. La única capaz de ver entre líneas, la persona indicada para prender fuego a la personificación de todo lo que odia.
Kristina la siguió desde el inicio. Ella la señaló como una adicta blanca con delirios de ser la nueva Britney Spears. No obstante, la acusaron de mentirosa y consiguieron acallar su verdad. Esta ocasión sería diferente.
Esta ocasión tenía pruebas y algo más.
— Esta ocasión, tengo la exclusiva con Graham Phill —confesó a la audiencia—. Así es, mis queridos televidentes, yo, su humilde servidora, he conseguido en exclusiva una entrevista con Graham Phill para que nos cuente toda la verdad.
En el plato se miraron unos a otros. Ni siquiera ellos conocían esa bomba. Kristina se guardó el secreto. Incluso su productor le hizo una señal para confirmar si escuchó bien.
La sonrisa en su rostro fue triunfal. Atrapó al ratón y no se detendría con eso, jugaría con él solo para su satisfacción, y, por qué no, para ganar dinero. Si para Blake su vida era n negocio, Kristina bien podría estar entre los beneficiados.
— Preparen su té y nos vemos el siguiente jueves por la tarde, como siempre a las siete.
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