⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Izuku Midoriya debía aceptar que su admiración hacia su amigo de la infancia no era causado por las destacables hazañas que este había tenido a lo largo de su vida. Sin dudas le parecía admirable, después de todo Katsuki Bakugou siempre ha sido una persona genial, con un Quirk asombroso que aprende de sus errores en la batalla y logra ganar de manera inigualable.
Pero eso realmente no le importaba tanto a Izuku como para explicar completamente su devoción. Él podía pasar horas y horas viéndolo sin cansarse. No, debía corregirse:
Él había pasado horas y horas contemplándolo sin cansarse.
Conocía perfectamente su desordenado cabello, ese que parecía que podría lastimarte al tocarlo, pero que inesperadamente era suave y esponjoso apenas hundieras los dedos entre sus hebras. Le divertía que su estilo de peinado no hubiera cambiado a lo largo de su vida, aunque quizá era porque así complementaba su aire explosivo.
¿Y esa mirada? Su blando corazón sufría a muerte cada que podía ver directamente esos ojos rojizos y al mismo tiempo se ponía voluntariamente de rodillas agradeciendo porque lo mirara.
Puede decir con certeza que sus músculos aumentaron desde el último año de secundaria, donde lo veía entrenar a escondidas cuando podía. Lo enloquecían casi tanto como tener una nueva figura de All Might. Izuku admitía únicamente para sí, con demasiada vergüenza, que soñaba todas las noches por ser sostenido por él y solo en sus más oscuras fantasías poder sentir sus brazos rodeando su cuello sujetándose con fuerza.
Eso no era lo único, sus pectorales eran un desarrollo inesperado, producto de su intenso entrenamiento diario. Izuku se sorprendió a sí mismo ansioso por comprobar si se sentían tan blandos como se veían ¿Quizá si fingía una caída accidental podría averiguarlo? Aún debía pensar en eso muy seriamente.
¡Oh! ¿Y esas piernas?
Ah, por todos los cielos. Sus piernas eran la base de semejante monumento que se robaba su atención cada que pasaba cerca de él, no podía creer el maravilloso desarrollo que había tenido su querido amigo de la infancia por esas rutinas de ejercicio.
Pero ¿y si en algún momento tenía que escoger entre su hermoso trasero y sus gloriosos pectorales?
No, definitivamente no había forma de que Izuku pudiera escoger, amaba cada célula de Katsuki.
Haría cualquier cosa por él.
Lo respetaba, lo admiraba, lo idolatraba.
Si fuera por Izuku giraría a su alrededor e incluso ladraría si se lo pidiera para divertirlo. Que se burle, lo insulte y lo golpee brutalmente si así puede ver esos ojos bermellones brillar como si hubieran sido pulidos. Sería su fiel sirviente y su voluntario esclavo simplemente porque le ha permitido respirar su mismo aire que él.
Oh, Dios. Sin estar cerca ya tenía a Izuku de rodillas y Katsuki ni siquiera se enteraba.
Había pasado tanto tiempo viéndolo de lejos que aún se sorprendía de no haber dicho nada, empero, estaba plenamente consciente que su obsesión no era algo por lo que tomarse a la ligera. Solo empeoró conforme siguieron preparándose para ser héroes profesionales.
Cuando se graduaron ya tenía todo un plan-y varios de emergencia-para que su gran admiración no se perdiera. Aunque eso era prácticamente imposible, a sus ojos, Katsuki Bakugou siempre va a sobresalir sin hacer absolutamente nada. Había hecho lo humanamente posible para no perderle el rastro y al mismo tiempo pasar completamente desapercibido para no alterarlo.
¿Tenía una misión peligrosa? Izuku colaboraría junto a varios más de la generación casualmente reunidos.
¿Un trabajo de espionaje? El héroe Deku sería voluntario como soporte.
¿Una fiesta de celebración? ¡Sí! ¡Katsuki con traje! ¡Sin duda estaría ahí!
Si bien su relación ya no chocaba desde hace años, aún le faltaba coraje para poder acercarse tanto para avanzar. Izuku se animó a sí mismo, ese día se armaría de valor ¡Sin duda lo haría! Se había propuesto pasar al menos dos semanas y tener una charla tranquila de héroe a héroe, en su mente era la mejor manera para ser "Discreto".
Solo tenía que esperar y era algo que afortunadamente hacía muy bien.
Hablar con un héroe o dos por separado, un par de entrevistas, interactuar con un grupo de civiles, agradecer el apoyo, unas cuantas preguntas más. Todo eso podía ser hecho en modo automático y su sonrisa parecería auténtica, como si no viera cada tanto hacia la puerta esperando su magnífica llegada que honraría a todos los presentes solamente por tomarse el tiempo de llegar.
— ¡Es Dynamight!
Cuando escucho que aquel Dios griego con rubios cabellos finalmente había llegado, su cabeza gira solo para poder admirar debidamente su hermosura, como lo ha hecho toda su vida.
¿Acaso en su otra vida fue modelo? Porque parecía que estaba en una pasarela.
El suave movimiento de sus pasos, la deliciosa manera en la que la ropa abrazaba su celestial cuerpo, pero, sobre todo, ese perfil de ensueño que se alzaba entre todos los mortales. Aquel rostro había madurado tanto, su carácter y fuerza también ¡E Izuku pudo presenciarlo! Katsuki era sin duda alguien que se abrió paso con su propio pie y poniéndose casi en la cima solo porque lo merecía.
Oh, por...
¿Cómo es que nadie lo veía?
¡Todo el mundo estaba en peligro solo por su existencia!
¡Izuku era el que más debía temer!
Con cada mirada y gesto, algo en su interior se sacudía con fuerza. Un anhelo de tocarlo hormigueaba en sus manos. Él era el único, lo más hermoso ¡A la mierda todos los demás! No eran necesarios, Izuku solo lo necesitaba para estar al cien.
Durante la fiesta sus miradas no se chocaron, pero el silencio también hablaba y la espera apremiaba "Este es el momento" pensó el rubio ceniza empujando la puerta, se adentró en sigilosamente viendo aquella ancha espalda haciéndolo sonreír por semejante victoria que estaba por alcanzar.
Al escuchar el sonido del seguro, Izuku se giró extrañado y no pudo evitar gritar por la sorpresa. Katsuki estaba en su cuarto.
¿Katsuki estaba en su cuarto?
¡Sí, sin duda, Katsuki Bakugou estaba en su cuarto!
Apenas tuvo tiempo de abrir los labios, no logró salir ningún sonido cuando aquella mano rasposa los cubrió con brusquedad. El golpe en su espalda era tremendamente real, no era un sueño, estaba increíblemente consciente de todo a su alrededor, pero aun así para su cerebro no parecía ser suficiente prueba ¿Cómo era posible?
Simplemente no podía creerlo, no debía ser verdad.
¿Estaba soñando? No, no, la fuerza con la que sus latidos golpeaban su pecho era suficiente afirmación. Estaban en un punto donde era doloroso, seguramente el otro podía escucharlo claramente ¡Pero! La probabilidad de que pasara era menos del uno por ciento ¡Incluso con punto cinco ya se sentía que pagaría el resto de sus vidas por tanta suerte!
¿Tan improbable?
Realmente imposible...
Totalmente irrazonable.
¡Evidentemente inalcanzable!
¡¡Sumamente inasequible!!
Y aun así, ahí estaba. Por más que intentó no logró recordar que fuera atacado por un Quirk como para hacer tal locura. Debía ser obra de su propia voluntad. Llegar a esa conclusión hizo que Izuku se sintiera tan nervioso y feliz al mismo tiempo.
¿Qué no tenía escapatoria? ¡Ese no era un problema, felizmente moriría!
Sentía que, aun estando acostado en el suelo, estaba cayendo en un agujero sin fin.
¿Le importaba? ¡En lo absoluto!
Katsuki siempre tiene a alguien cerca o está demasiado ocupado para que Izuku se atreviera tomar siquiera un segundo de su tiempo sin la excusa del trabajo. Pero en ese momento no había nada de eso. Están solos.
S-O-L-O-S.
En un cuarto con tanto ruido de fondo. Lo que hacían ahí se convertiría en un secreto ante el mundo e Izuku estaba dispuesto a guardarlo como si fuera un dragón custodiando una princesa.
Jamás tendría otra oportunidad como esa.
¡Pero estaba tan jodidamente nervioso y no sabía qué decir!
Ni siquiera intentó calmarse ¡¿Cómo sería eso posible?! Agradecía a los dioses por escuchar sus plegarias, pero eso era demasiado, excesivo, tenían que detenerse. Su corazón no dejaba de hacer "Boom, boom, boom".
Realmente ansiaba gritarle al mundo que guardara silencio, todos menos él. Él solo quería escucharlo.
De sus temblorosos labios no salía nada lógico, al rubio le pareció que ni siquiera podía escuchar cuan entupido sonaba ¡Solo quería escucharlo a él! Así que se acercó.
— Silencio... — Susurro el rubio encima de él, relamiéndose los labios.
¿Silencio? Izuku se sentía malditamente sofocado, había guardado tanto tiempo que llevaba en silencio, ya no quería seguir así.
"Oh, mi Dios" pensó siguiendo con su mirada por donde aquellos dedos se deslizaban. Solo pudo pensar "Ah, así que ahí estaba mi codicia".
Quería más. Lo quería. Quería todo.
Lo quería escuchar. A él.
Había avanzado por su propia cuenta.
¿Qué importaba si se quemaba?
¿Qué si no volvía a pasar y era solo por el momento?
Solo lo deseaba a él.
Katsuki sonrió con arrogancia, inclinándose, procurando que sus cuerpos se presionaran aún más. Su aliento cálido chocó contra su oreja erizando su piel.
— Esto definitivamente te gustará.
¡Jesús, María y José! ¡Se van a comer a Deku!
Jajajaja pido perdón por cortarlo en el preciso momento y por informarte que no planeo una segunda parte con detalles deliciosos.
En la esquina hay huevos y papel para que arrojen y se desquiten porque no hay detalles (?)
Muchas gracias por darle una oportunidad y espero me hagas saber en los comentarios que te pareció... O si te da pena, como a mi, los votos son igual de valiosos, me ayudan mucho a seguir escribiendo y compartiendo en esta plataforma.
¡Los quiero!
—Gekko-chan-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro