5
Nota: el pájaro carpintero se llama Uriel
—Pues yo creo que lo mejor es el azul, es un color muy bonito—
Argumentaba Cecilia.
Uriel:Yo creo que lo mejor sería no tener que hacer esto, hay muchas maneras mejores de pasar mi fin de semana que comprando listones para un festival
Jace:Si, cálmate, pero escoge un color
Aún refunfuñando Uriel lo pensó por un momento
Uriel:Morado
Jace:No vamos a decorar de azul y morado
Cecilia:¿Qué tal azul y blanco?
Uriel:Pues tú eres la encargada
Cecilia:Entonces azul y blanco será, vamos, hay una tienda a unas cuadras, tomamos al autobús y llegamos en unos veinte minutos.
Uriel, Cecilia y Jace eran los encargados de la decoración para el festival de fin de curso, Uriel era el más descontento con la situación pero aún así su sentido de la responsabilidad le impedía no cumplir.
Subieron al autobús y se encontraron con que ya iba lleno, así que tuvieron que ir parados, unos metros más adelante, un asiento se desocupó por lo que Uriel y Cecilia se sentaron, a la siguiente parada, una pareja bajó así que se desocuparon dos, Jace caminó hacia allá y se sentó, se puso los audífonos y se dedicó a mirar por la ventanilla, pasaron diez minutos y vio subir a tres sujetos con mochilas, se detuvieron en la puerta y hablaron con todos, Jace no los escuchó pero asumió que eran vendedores, éstos comenzaron a pasar asiento por asiento, cuando llegaron con él uno de ellos abrió su mochila hacia Jace, él solo lo miró y le mostró su palma
Jace:No, gracias
El sujeto se le quedó viendo extraño
"¿Ahora ya no se les puede decir que no?" pensó Jace, con la indignación a tope, los sujetos bajaron e inmediatamente después sintió a alguien sentarse a su lado, volteó y se encontró con Uriel.
Uriel:¿Estás bien?, ¿Qué te quitaron?
Parecía preocupado, pero al verlo quitarse los audífonos su expresión cambió a una confundida
Jace:¿Qué?
Uriel:¿No te quitaron el celular?
Jace:¿Quién?
Uriel:Los ladrones
Jace:¿Cuáles?
Entonces Cecilia se acercó
Cecilia:¿Estás bien?
Jace:Si
Cecilia:¿No te quitaron el teléfono?
Jace:¿Qué les pasa?
Uriel:¿Qué te pasa a tí?, nos acaban de asaltar y tú ni te enteraste
Jace:¿Era un asalto?
Uriel:Pues claro, ¿Qué más?
Jace:Creí que eran vendedores
Cecilia:Pero qué suerte tienen algunos
Jace:¿Y ahora qué vamos a hacer?
Cecilia:Pues regresaremos otro día, acaban de llevarse el dinero.
Uriel:Bravo, osea que ésto sirvió para pura m...
Jace:¡Hey! Calma, tampoco es para tanto
Uriel:Esperen, ¿Estás segura de que tú traías el dinero?
Cecilia:Bueno, eso creo
Uriel:¿Crees?
Cecilia:Pues, ahora que lo pienso, no estoy muy segura
Uriel se giró para que no lo vieran, fingió buscar en su mochila.
Uriel:¿Cuánto era?
Cecilia:Dos mil
Uriel convirtió sus audífonos en dos mil pesos, no quería volver, así que los tomó y se los mostró a Cecilia
Cecilia:¿Cómo...
Uriel:No importa, ahora, vamos a comprar
Al llegar a la tienda Cecilia entró a comprar mientras Jace y Uriel la esperaban en la entrada
Jace:¿Cómo hiciste eso?
Uriel:¿Qué?
Jace:Yo ví cuando Cecilia puso el dinero en su bolsa, y también ví el contenido de tu mochila, tú no tenías dinero
Uriel:Creo que estás confundido
Jace:No, confiesa, ahora.
Uriel suspiró y pensó en lo que diría
Uriel:De la misma manera en que hago esto.
Tomó una roca del piso, la levantó, la puso sobre su palma, cerró la mano y al abrirla se encontraba en su lugar un pañuelo
Jace:Sigo sin entender
Uriel volvió a cerrar la mano y al abrirla, en lugar del pañuelo, estaba un billete de cincuenta pesos.
Jace estaba atónito
Uriel:Guarda el secreto, por favor
Jace asintió, pero sentía que había algo que Uriel no le había dicho
Athan:Supongo que tendré que resignarme
Ilan:Eso parece, después de todo hay muchas personas a las que no les celebran sus diecisiete años
Athan:Pero, por alguna razón, quería hacerlo, en fin, ya no hay nada que hacer, mi cumpleaños es en tres días
Ilan:¿Tres días?
Athan:¿Lo olvidaste?
Ilan:Si, lo siento
Athan:Ya ni me sorprende, de ti se puede esperar cualquier cosa
Ilan:Bueno, tal vez no esperas cualquier cosa, pero bueno, descansa, nos vemos mañana
Se despidieron y colgaron el teléfono.
Ilan lo observaba desde la casa de al lado, la luz de Athan se apagó y unos minutos después se abrió la puerta de la casa y por ella apareció la señora Elena, mamá de Athan, una vez que estuvo en la calle volteó hacia todos lados, parecía buscar algo, Ilan se acercó.
Ilan:¿Qué haces?
Elena:Buscándote
Ilan:¿A mí?
Elena:Si, quería pedirte algo
Ilan:Adelante
Elena:En tres días Athan cumple diecisiete, así que tendrá que irse, ¿No?
Ilan:Así es
Elena:Y no ha vivido nada, se la pasa aquí metido, casi no sale, no se divierte.
Ilan:Bueno, depende de qué concepto tengas tú de diversión
Elena:Quiero que viva, disfrute y cometa los mismos errores que cualquier otro joven de su edad
Ilan:¿Más específicamente?
Elena:No sé, salir con sus amigos, ir a fiestas, cualquier cosa, quiero regañarlo por llegar borracho en la madrugada o por no contestar el teléfono
Ilan:Espera, espera, ya me perdí, haces esto por él o por ti
Elena:Por los dos
Ilan:¿Y eso qué tiene que ver conmigo? Haga lo que haga yo siempre estaré con él cuidándolo
Elena:Exacto, por eso, quiero que tú hagas todas esas cosas con él
Ilan:Quedan tres días, como máximo cuatro, no sé si tenga tiempo, además, si él no quiere, no hay nada que yo pueda hacer.
Elena:Confío en tí, al menos inténtalo
Athan:Quiero ir a comprar un libro, ¿Me acompañas?
Ilan:Si, vamos.
Fueron a la librería, y cuando iban de regreso comenzó a llover, al principio era muy leve pero la intensidad fue aumentando hasta que tuvieron que buscar refugio
Athan:Allá
Señaló una iglesia que estaba a unos metros.
Corrieron hasta ahí, Ilan solo pensaba en la manera de salir, las iglesias, los sacerdotes y él no tenían un pasado muy amistoso.
Athan:Está abierto
Entraron, y se sentaron en una banca,
Ilan no encontraba ninguna excusa para irse, una hora después apareció un sacerdote que al verlos volvió rápidamente al lugar del que había salido.
Ilan:Por favor, no lo hagas
Susurró Ilan, pero de nada sirvió
Sacerdote:¡Sal de aquí monstruo!
El sacerdote salió con agua bendita y se dirigía hacia Ilan, él se levantó y retrocedió.
Athan:Padre, ¿Que pasa?
Sacerdote:¡Aléjate de él muchacho!
Athan:Pero por qué
Sacerdote:¡Ese que tienes a un lado es Lucifer!
Ilan no pudo evitar reír ante semejante idea.
El sacerdote lo vio y se acercó aún más molesto, Ilan seguía retrocediendo hasta que no tuvo más espacio, el religioso llegó hasta él y se dispuso a bañarlo en agua bendita, Ilan solo se pegó lo más que pudo a la pared, se hizo un ovillo en el piso y cerró con fuerza los ojos esperando sentir el terrible ardor del agua, pero eso no sucedió, abrió los ojos y se encontró escurriendo de agua, pero no ardía, sonrió burlonamente y se levantó.
Ilan:¡Qué barbaridad!, Ya no los hacen como antes
El sacerdote estaba confundido pero no se dejó intimidar, sacó un crucifijo y lo colocó entre él e Ilan.
Ilan no dejó de sonreír, se dirigió a Athan
Ilan:Creo que lo mejor será irnos
Athan asintió, caminó hasta la puerta y cuando estaba por salir el padre gritó
Sacerdote:No deberías huir de los sacerdotes después de lo que le hicieron a tu hijo
Ilan se detuvo bruscamente, Athan lo miró y pudo ver el enojo en su rostro.
Ilan:Athan, espérame afuera
Athan asintió y salió pero inmediatamente regresó para ver lo que sucedía sin que Ilan lo viera.
Ilan caminó con calma hasta el sacerdote, después lo tomó de la sotana y lo lanzó con tanta fuerza que el hombre voló por los aires hasta aterrizar en el altar.
Uriel:¿Me escuchan?
Ami:Si
Rafa:Aquí estoy
Fanny:Claro
Ricardo:Adelante
Manuel:Obvio
Sava:Presente
Sara:Escucho
Salem:Yo sí
Karen:¿Qué pasa?
Uriel:¿Leo?
...
Ami:También falta Ilan
Uriel:Necesito a Leo, ¡Rápido!.
Leo y Adriana se habían quedado dormidos mientras veían películas
¡Leo!
Al escuchar el grito se giró rápidamente cayendo de la cama, el movimiento brusco provocó que Adriana también despertara
Leo:¿Qué te pasa?
Adriana:¿Qué te pasa a tí? Me despertaste
Leo:¿No me estabas hablando?
Adriana:No
Oye, soy yo, Uriel
Al escucharlo Leo suspiró y volvió a subir a la cama
Leo:No importa, vuelve a dormir
Pero Adriana no lo hizo, se quedó despierta, escuchando lo que se decía en la mente de Leo
Leo:¿Qué pasa?
Sara:¡Vaya! Creí que no aparecerías
Uriel:No es momento para pelear, tenemos un problema
Leo:Para que quisieras hablar con todos debe ser algo importante
Uriel:Se trata de Ilan
Fanny:¿Qué le pasó?
Uriel:Va a matar a un sacerdote si no hacemos algo pronto
Sava:¿Ilan va a matar a un sacerdote?, ¿Estás seguro?
Uriel:¡Claro! Todos sabemos que los sacerdotes odian a Ilan, mataron a un chico inocente frente a él solo porque le dió la hora
Karen:Eso es porque para la religión cristiana él es el diablo
Uriel:Solo esperemos que no lo bañen en esa maldita agua que arde
Leo:¿Ilan está solo?
Uriel:Athan está con él
Leo:¿Cuánto tiempo tenemos?
Uriel:Aún quedan cuatro minutos
Rafa:Aún tenemos tiempo
Karen:¿Tenemos que ir todos? Porque, Emm, Elián está... Ocupado
Leo:Los que puedan ir, háganlo
Leo se levantó y comenzó a prepararse para salir
Adriana:Voy contigo
Leo la miró, no dijo nada pero su mirada lo delataba
Adriana:Ya no necesitas estar cuidando de mi todo el tiempo
Leo:Está bien, pero te quedas afuera y mantienes a salvo a los demás dioses que vayan
Adriana:De acuerdo, Por cierto, ¿A qué agua se refería Uriel cuando dijo que ardía?
Leo:Al agua bendita, cuando se creó los sacerdotes le recitaban ciertas cosas que la verdad no conozco, pero al entrar en contacto con un cuerpo divino, como los de los guías provocaba que ardiera como el infierno.
El sacerdote no abandonaba su sonrisa cínica.
Ilan sentía cómo su enojo se hacía cada vez más fuerte, comenzaba a perder la cordura.
Ilan:Solo diré ésto una vez así que escucha bien: Él no era mi hijo, yo nunca he tenido ni tendré descendencia, él ni siquiera me conocía, ¡Pero ustedes lo mataron!
Sacerdote:Me hubiera encantado estar ahí, ver la sangre salir de su cuerpo, y verte a ti enloquecer por segunda vez
Ilan:Lástima, ya no se te hizo
Avanzaba hacia él, dió unos pasos y después se convirtió en serpiente pero el sacerdote ni se inmutó, solo sonrió con satisfacción, una reacción sumamente extraña para alguien que está a punto de ser atacado por una mamba negra de cuatro metros.
Ilan se acercó y cuando estuvo lo suficientemente cerca se preparó para lanzar una mordida e inyectar el veneno más letal y doloroso que pudiera crear, pero cuando estaba por encajar los colmillos en la piel del hombre, alguien tomó a la serpiente por la cola y la arrojó lejos.
Uriel transformó una banca de la iglesia en una especie de caja de cristal que colocaron encima de la serpiente, Leo solo los observó.
La serpiente se movía buscando liberarse, ya no era Ilan, estaba actuando como una serpiente genuinamente salvaje, entonces lo entendieron, voltearon hacia el sacerdote y pudieron ver dos espíritus dentro, uno era el verdadero y otro era el que tenía el control.
Leo se acercó y lo tomó por el cuello
Leo:¡Sal de ahí ahora!
Athan veía todo completamente atónito, cuando Ilan estaba por llegar al sacerdote, escuchó unos pasos detrás de él, volteó rápidamente y se encontró con Adriana
Adriana:Hola, ¿Todo bien?
Athan no sabía qué responder
Adriana:Es decir, ¿Tú estás bien? ¿No estás herido o algo?
Athan:¿Tú lo sabes?
Adriana:¿Lo que está pasando allá adentro? Si, soy Adriana
Athan:Soy Athan, un placer
Adriana:¿Eres el único aquí?
Athan:Bueno...
Adriana:Claro, si, además de ellos
Señaló hacia adentro y Athan pudo ver a la serpiente encerrada y a otras diez personas
Athan:Creo que solo somos tú y yo
Adriana:Excelente
Siguieron observando
Sacerdote:Huy, me descubriste
Leo:¿Por qué diablos estás aquí?
Sacerdote:¿Qué? ¿No puedo visitar a mi nene consentido?
Miró a la serpiente que seguía luchando por salir
Leo:Sabes que tu habilidad lo daña mucho, déjalo en paz
Sacerdote: Cálmate
Puso sus manos en los hombros de Leo
Sacerdote:Estás muy alterado, Hermanito
Leo:Cállate y sal de ahí
Sacerdote:No lo creo.
Leo:Ya fue suficiente.
Lo soltó y se alejó unos pasos
Leo:Uriel, Sara, sáquenlo de ahí
Caminó hacia la serpiente y lanzó una patada a la jaula que voló hasta chocar contra la pared junto con la serpiente, ésta de inmediato avanzó hacia Leo, pero él extendió su palma hacia ella, indicándole que se detuviera, la serpiente obedeció y se detuvo, después los ojos de Leo brillaron en azul e Ilan volvió a su forma humana, quedó acostado en el suelo sangrando por la nariz, apenas consciente.
Adriana y Athan veían todo a la distancia, cuando Leo soltó al cura, Adriana percibió algo
Adriana:Hay alguien más
Athan:¿Cómo?
Los dos buscaron a su alrededor hasta que Athan vió a alguien que observaba escondido dentro de la iglesia pero lejos del peligro.
Adriana:Ven conmigo
Despacio y cuidando no ser vistos se acercaron hasta él
Adriana:Oye
Él solo los miró
Adriana:Tranquilo, solo te haremos compañía, soy Adriana, y él es Athan
—Soy Jace—
Nadie dijo nada más y siguieron viendo.
Sara y Uriel se convirtieron en aves y volaron sobre el hombre, picoteándolo hasta que cayó inconsciente, en ese momento, Leo dejó a Ilan en el piso y se volvió hacia él, parecía no haber nadie, pero todos veían a un punto fijo en el que apareció una silueta, era imposible ver su rostro pero se podía deducir que era un hombre.
Leo y la silueta estaban de frente, pero ninguno dijo nada. La silueta desapareció y Leo se quedó mirando a la nada
Ilan comenzaba a reaccionar poco a poco.
Leo:Ya pueden venir
Adriana:Vamos
Se levantaron y avanzaron, entonces se encontraron frente a frente once guías espirituales y tres herederos.
Uriel:¿Jace?
Jace:Nada de "¿Jace?" Explícame ahora mismo lo que pasa
Uriel miró a Leo quien asintió mirándolo a él y a Ilan
Leo:Faltan solo unos días, hablen con ellos
Ami:Antes de eso, ¿No dirás nada?
Leo:No hace falta, todos ya saben lo que pasa
Sara:¿Porqué te quedaste ahí parado viéndolo irse?
Leo la miró molesto
Leo:No tengo por qué darte explicaciones
Sara:Si, sí tienes cuando es algo que puede afectarnos a todos
Leo:¡¿Y crees que no lo sé?!
Sara:¡¿Entonces?!
Leo:Lo arreglaremos en otro momento
Comenzó a caminar hacia la salida, a la mitad del pasillo se detuvo y giró hacia ellos, parecía querer decir algo, pero se mordió la lengua y guardó silencio.
Adriana:Leo no está bien
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