Noah estaba en el consultorio del doctor, esperando los resultados de sus análisis, el doctor bajó la hoja de papel y lo miró con algo de pena

—Lo siento— dijo —Tienes necrosis interna prehistórica, no hay nada que podamos hacer—

Cuando salieron de ahí todo era silencio entre él y su madre

—Me encargaré de avisarles a todos tus profesores, ¿Seguro que quieres ir a la excursión? ¿Y de intercambio?— preguntó ella asustada

—No puedo tirarme a llorar durante el tiempo que me quede, haré mi vida normal hasta que ya no pueda más— respondió decidido, su madre sonrió, mostrándole su apoyo

Durante la excursión a la selva Amazónica para ver la fauna y flora que ahí vivía, Noah caminaba junto a su amiga Sally, de repente, Cooper y sus amigos los jalaron hasta alejarlos del grupo.

Comenzaron a golpear a Noah, mientras uno de ellos, detenía a Sally. Cuando se hartaron empujaron a Noah que rodó cuesta abajo entre los árboles, ellos rieron y se acercaron a Sally

—Ahora sí preciosa— dijo Cooper, se acercó a ella y comenzó a besarla y tocarla, pero se tardó demasiado.

Noah se detuvo al golpear contra un árbol, de entre las ramas cayó sobre su cara una pequeña pulsera con un abalorio pequeño, redondo y amarillo. Lo tomó y lo miró confundido, escuchó un grito de Sally, se levantó y al intentar correr escuchó una voz.

Espera, ¿La quieres salvar? Te puedo ayudar a cambio de algo.

Noah sintió que se desmayaría, cayó al piso buscando por todas partes pero no veía nada

No te haré daño, al contrario, te ayudaré si tú me ayudas

—¿Qué quieres?— preguntó asustado

Que me dejes entrar a tu cuerpo, lo compartiremos, tengo algunas cosas que hacer, a cambio, te ayudaré en lo que necesites

—¿Me darás dinero?— cuestionó intrigado

Esto no funciona así, me refiero a cosas en las que pueda ayudarte estando dentro de tu cuerpo

—¿Curarás mi enfermedad?—

De hecho, todo lo contrario, mi presencia dentro de tu cuerpo te matará más rápidamente

—Entonces no, gracias— se levantó y comenzó a caminar rápidamente para ayudar a Sally

¿Cómo la vas a salvar?

—No tengo idea, tengo la esperanza de que pueda correr mientras me golpean—

La esperanza es buena, pero no es una estrategia, no es un plan para ir al campo de batalla

—De cualquier manera moriré—

Lo sé, te estoy ofreciendo la oportunidad de hacer del tiempo que te queda algo realmente importante

—¿Seré famoso?— preguntó deteniéndose

No

—Bien, acepto—

Ponte la pulsera

Hasta ese momento se percató de que no la había soltado, aún dudando un poco se la colocó.

Ahora, tomaré el control de tu cuerpo, avísame si quieres que me detenga.

Tomó el control y corrió hacia el lugar donde estaba Sally, Cooper le levantó la blusa y metió las manos.

Noah, se acercó, pero unos chicos le cerraron el paso

¿Listo?

Preparado, listo nunca he sido.

Noah se agachó, puso una mano en el suelo y con un pie hizo caer a uno de los chicos, se levantó, llevó su pierna al cuello del otro chico y la enrolló, empujándolo hacia atrás y cayendo encima de él, se levantó nuevamente, otros dos chicos se acercaron, Noah lanzó una patada al cuello de uno, hizo como si fuera a lanzar un puñetazo a la cara del restante, y cuando esté se agachó para esquivarlo, Noah lanzó una patada a su cara, con eso se deshizo de todos, solo quedaba Cooper que lo miró asustado.

¿Enserio yo hice eso?

Lo hizo tu cuerpo, con mis conocimientos, pero si, para él, lo hiciste tú.

—Está bien, dejémoslo aquí ¿Si?— dijo Cooper retrocediendo.

—No lo creo— respondió Noah. Cooper lanzó un puñetazo, Noah lo detuvo con una mano y con la otra lo tomó por el cuello, lo jaló hacia atrás hasta dejarlo sentado sobre el piso, después paso su pierna izquierda hasta enfrente del cuello de Cooper, con ella hizo presión y sin soltar su mano lo puso en el suelo boca abajo, torciendo su brazo.

—¡Está bien, está bien!— gritó Cooper. Noah lo soltó y se levantó.

Cooper jaló a Sally y la tomó por el cuello

—¡Ja! Idiota, arrodíllate o la ahorco ahorita mismo—

¿Y ahora qué?

Nada

¡¿Cómo que nada?!

Noah quiso recuperar el control de su cuerpo, pero un choque entre ambos le provocó dolor de cabeza, llevó una mano a su frente y cerró los ojos

Espera, no dejaré que le hagan daño, confía en mí

—¿Qué te pasa?— preguntó Sally asustada

—Estoy bien—respondió y los miró

—¿Ahora tienes miedo?— preguntó Cooper

—¿Miedo de ti? ¡Ja! No te creas tan intimidante, pequeño cobarde, tan débil que se hubiera arrastrado ante mi con tal de que no le hiciera daño, y ahora finges ser fuerte, claro, teniendola a ella del cuello, ¿Crees que eso te ayudará en algo? Solo deja más claro el miedo que tienes de sentirte inferior a alguien, ya he tenido suficiente de ti, ¿Sabes lo que puede llegar a pasar cuando se agota la paciencia? Ya me cansé de ti, te puedo asegurar desde ahora que esto terminará mal— amenazó

Cooper tembló un poco —¿Ahora me molestarás como yo lo hice contigo?— preguntó asustado

—¿Ahora tú tienes miedo? Sabes lo horrible que es eso ¿No? Paliza tras paliza, y no poder hacer nada, querer terminar con todo, tus padres no entienden tu sufrimiento, pasar con la cabeza agachada y con las manos en los bolsillos sabiendo lo que te espera, y ni hablar de los profesores que solo lo empeoran, que se rían de ti, querer abrirte las venas pero no tener valor suficiente ni siquiera para eso, cada día aparecen nuevos moretones, eso es lo que yo tuve que soportar, pero se acabó, ya ves, a veces la fuerza puede con la maña, hacerse respetar es complicado, pero aquí estoy, afrontando la situación, ahora voy a hacer algo, estoy cansado, a decir verdad, creo que ya he aguantado demasiado, no lo aguantaré más—

¡Vamos! ¡Hazlo! Quiero que paguen

Noah caminó amenazante hasta acercarse a ellos

—Vamos amigo, no lo hagas, somos buenos chicos—

—Demasiado tarde, ¡Me empujaron al abismo!, llegué al punto en el que todo me da igual, solo siento ira—

Cooper, asustado, soltó a Sally y corrió tan rápido como pudo, Noah lo alcanzó, lo tomó por la cabeza y lo golpeó contra un árbol, seguido de una patada en su espalda, le dió la vuelta y lanzó dos golpes a su cara seguidos de uno en el abdomen.

El cuello, él siempre me tomaba de ahí

Lo tomó por el cuello y lo obligó a levantar la cara, presionó en el borde de su mandíbula, Cooper dejo salir un quejido de dolor.

—Eres un maldito, ¿No te da vergüenza hacer esto?— preguntó, Noah sonrió y apretó con más fuerza

—Anda, sigue ladrando pequeño bastardo—

Cooper guardó silencio ante el dolor, unas lágrimas se asomaron por sus ojos

Basta, ya es suficiente

Lo soltó, lanzó un último golpe a la cara de Cooper y después regresó con Sally, ella corrió y lo abrazó con fuerza

—Ya, todo está bien—

Regresaron con el grupo discretamente, no fue sino hasta la noche que se dieron cuenta los profesores de que faltaban Cooper y sus amigos

—¿Y si les dicen que fuiste tú?— preguntaba Sally preocupada

—No lo harán— respondió Noah tranquilo

—Por cierto, felicidades por lo del intercambio—

—Gracias, pero me preocupa dejarte sola—

—No te preocupes por mi, ¡cumplirás tu sueño! Eso es lo único que importa, ya nos volveremos a ver cuando vuelvas—

—¡Zack!, te llaman en la sala de profesores— le dijo una chica y sonrió para después irse

Zack caminó en dirección a la sala y se detuvo en la puerta

¿Tienes miedo?

Pues la verdad si, lo que hiciste el otro día podría costarme la beca para el intercambio

Yo me encargo

Tomó el control de su cuerpo y entró confiado

—Siéntate— ordenó un profesor, Zack obedeció

—Estamos al tanto de tu cambio, ¿Está todo bien? — preguntó la psicóloga

—Me di cuenta de que no era feliz, así que hice algunos ajustes en mi vida— respondió

—Nos preocupas Zack— intervino un profesor

—¿Qué es lo que les preocupa? ¿Que me desangre o que intente suicidarme otra vez aquí en la escuela? — preguntó, los profesores se miraron entre ellos

—Oh, vamos, no pongan esa caras, sé que mi mamá les contó sobre mi enfermedad desde que entré aquí, me la diagnosticaron desde hace mucho tiempo, incluso desde antes de que aparecieran los síntomas, incluso ustedes dudaron de que fuera cierto, pues bien, ya llegaron los síntomas, ¿Y ahora qué? — cuestionó

—Nos preocupa que tu cambio sea para mal— comentó el director

—Está bien, no se preocupen, el Zack que conocen sigue ahí, no se ha ido a ninguna parte— dijo y sonrió, de alguna manera eso los tranquilizó.

—Bien, si eso era todo, ¿Me puedo retirar? —

Salió de ahí y le devolvió su cuerpo a Zack

—Eso fue increíble— murmuró Zack

—¿Qué fue increíble? — preguntó alguien detrás de él, volteó y se encontró a Joshua

—Nada, eh... solo, eh... ¡Me voy de intercambio! —

—¿Enserio? Qué curioso que... ¡yo también! — Joshua levantó una hoja y Zack la leyó, había obtenido una beca deportiva de intercambio, a la misma universidad que Zack

—No puede ser... — dijo y se miraron emocionados

—¡Me voy contigo! Por fin conoceré al hermano del que tanto me hablas, pero bueno, ahora voy a entrar,¿Me esperas? — Zack asintió y se recargó contra la pared a esperar

Aparecieron unos chicos que al verlo se acercaron, uno de ellos puso a Zack contra la pared

Mira nadamás, los traes a todos locos

No lo creo, ellos son los que molestan a la gente

Solo dime y los detengo

—Ahora te ves mejor, pero no dejas de ser un simple nerd—

De acuerdo, hazlo

Tomó el control del cuerpo de Zack y miró al chico directo a los ojos

—Un nerd que se ve mejor que tú, debe ser un golpe duro— se burló

—Idiota... — iba a decir algo más pero vio un pequeño hilo en el cuello de Zack, lo sacó de su ropa y vio un colgante, una piedra azul

—¿Y ésto que es? — preguntó

—¿Además de tonto, ciego? —

El chico arrancó el collar y corrió, Zack sintió un mareo y se dió cuenta de que había recuperado el control de su cuerpo

¿Qué pasa?

No hubo respuesta

Zack comenzó a entrar en pánico, sin la piedra no tenía esa voz, no sabía qué hacer, sería inútil tratar de recuperarla, pensaba en maneras de intentarlo, pero nada lo convencía, de repente vio a unos chicos entrar acompañados de unos profesores

Por los altavoces se escuchó a un profesor llamando su nombre, entró inmediatamente, Joshua estaba ahí junto con los chicos que no conocía.

—Ustedes fueron escogidos para los intercambios, todos se reunieron aquí para salir juntos, ya que tienen la misma universidad de destino, hoy tomarán clases aquí y mañana saldrán del país— todos parecían felices pero Zack maldijo haber perdido la piedra justo en el peor momento, solo tenía un día para recuperarla.

Cuando terminó la reunión todos salieron y Joshua se acercó

—¿Qué pasa estás bien? — preguntó

Zack dudó pero finalmente le contó, caminaron hasta el patio, Joshua lo escuchaba atentamente, Zack creyó que lo tomaría por loco, pero cuando finalizó no hubo burlas ni nada parecido

—Entonces este "tipo" se metió en tu cuerpo y te ayuda con algunas cosas, a cambio de que tú te vayas de intercambio y busques a unas personas—

Zack asintió

—Pero al estar dentro de tu cuerpo, te hará daño y tu enfermedad te matará más rápido—

Zack asintió de nuevo

—Mira, es tu decisión, pero no quiero perderte antes por esa "cosa"—

—De no ser por esa "cosa", como tú le llamas, habría muerto el día que me lancé al mar— defendió

—De acuerdo, ¿Y como se llama? — preguntó Joshua

—No lo sé, no le pregunté—

—Genial, para ser tan listo, tomas decisiones bastante idiotas, ¿Sabías? — se burló, Zack sonrió, sabía que era cierto

—Pero pues hay que recuperarla antes de irnos, si es tan importante para ti, te ayudaré— dijo Joshua y se levantó, caminaron unos metros, Zack miró a un chico que estaba solo, sentado bajo un árbol leyendo un libro, era uno de las otras escuelas que había ganado la beca.

—Oye, mir—- le dijo a Joshua, él lo miró

—Pues muy guapo no es, pero es pasable— dijo

Zack lo miró y lanzó un leve golpe a su pecho

—Me refiero a su pulsera— espetó

—Ah, pues se especifica— se quejó sobando el golpe —¿Qué tiene la pulsera? —

—La piedra es muy parecida a la de mi collar, solo que la mía es azul—

Joshua lo miró confundido
—No pensarás ir y preguntarle si su pulsera también alberga un ser sobrenatural que toma el control de su cuerpo, ¿Verdad? — preguntó asustado

—Justo eso haré—
Caminó hasta el chico con Joshua detrás, llegó y se sentó a un lado

—Hola— saludó. El chico apartó la mirada de su libro y lo miró

—Hola— respondió y volvió a su libro

Zack no sabía qué más decir, cuando se reúnen dos personas, con nulas habilidades sociales, no se da una charla muy amena, entonces apareció el chico que había robado el collar de Zack, caminaba con sus amigos por lo que no los vio.

—Soy Zack— se presentó

—Soy Noah— al levantar la vista se percató del chico que llevaba en la mano el collar con la piedra azul, clavó la mirada en él. Zack lo observó y se dió cuenta de la manera en que lo miraba, casi confirmando que conocía el secreto de la piedra

—...Lo voy a tirar— alcanzó a oír, justo cuando pasaba junto a ellos. Noah rápidamente cerró el libro, lo puso en el suelo, se levantó y se lanzó sobre el chico, tomó el collar y se levantó

—Me quedaré con esto— dijo sacudiéndolo en el aire, el chico lo miró y vio a Zack

—¿Le pediste que lo recuperara por ti? — cuestionó

Noah miró sorprendido a Zack

—¿Era tuyo? — preguntó, Zack asintió

El chico se alejó refunfuñando

—¿De dónde sacaste esto? — preguntó Noah

—Tal vez, del mismo lugar que tu— respondió

La mirada de Noah cambio, tenía el control de su cuerpo nuevamente

—¿La selva Amazónica? —

—Emmm, no, del fondo del mar—

—¿Sabes lo que es esa piedra? —

—¿Un ser extraño que toma el control de mi cuerpo? — preguntó Zack. Noah sonrió

—Justo eso, lo siento, creí que venías a atacarme con preguntas como todos—

—De hecho si venía a eso— intervino Joshua —Por cierto, soy Joshua—

—Un placer— saludó Noah

—¿También tiene mal carácter el tuyo? — preguntó Zack poniéndose el collar

¿Cómo que mal carácter pequeño malagradecido?

Zack sonrió ante el regreso de esa voz

—De hecho no, al menos conmigo es bastante amable, aunque con los demás si suele ser un poco violento— explicó Noah.

—Sombrío, desalentador y volátil— completo Zack, Joshua lo miró, Noah sonrió.

—Y ni hablar de tu mal carácter y terquedad— se burló Noah.

Zack y Noah se miraron sonriendo

—Leo— dijo Noah

—Hola, Ilan— respondió Zack

Ambos se dieron un fuerte abrazo

—Vaya que las coincidencias si existen— dijo Noah

—Y mira que si— contestó Zack

Después miraron a Joshua que los miraba confundido

—Lo siento, es que ellos se conocían— explicó Zack recuperando el control de su cuerpo

Noah también recuperó el suyo y siguieron conversando un rato.

Al otro día todos subieron al avión rumbo a otro país