19
Egan terminó con la espalda contra un árbol y Zeus apuntándolo con un rayo, se detuvo a pensar un momento, después se hizo invisible y se teletransportó, en cuanto dejó de verlo, Zeus lanzó el rayo que se incrustó en el árbol, entonces Egan le dió una descarga eléctrica que lo aturdió un poco, aún así lanzó un rayo hacia él, parecía que le daría justo en el pecho pero Egan se movió rápidamente unos metros evitando así el arma, apareció Zeus detrás de él y lo sujetó por el cuello, en su hombro clavó un pequeño relámpago que le impedía teletransportarse y después apretó con fuerza, dispuesto a asfixiarlo, Egan dejó salir una descarga eléctrica aún sabiendo que él también la sufriría pero su padre no lo soltó, entonces comenzaron a aparecer heridas por todo el cuerpo de Zeus y dolían más de lo normal, era Alexander ayudando a la distancia, Egan aprovechó y con el codo golpeó el abdomen de su padre que no tuvo más opción que soltarlo, cayó al suelo víctima del dolor que le causaba Alexander, quien no se detuvo, Egan miró a su padre en el suelo, tan solo unos momento después Zeus levantó su rayo, estaba cediendo finalmente su lugar, Egan lo tomó complacido y Alexander detuvo su ataque
Azariel se encontró en el suelo con el tridente de su padre sobre su cuello, inmediatamente se hizo pequeño e hizo temblar la tierra bajo los pies de Poseidón hasta que está se rompió y terminó en dos agujeros de los que no podía liberarse
—¿Y qué harás?— preguntó Poseidón retando a su hijo.
Azariel sonrió y se acercó unos pasos, hizo que comenzara a llover sobre ellos, se hizo pequeño y subió al hombro de su padre que intentaba aplastarlo como si de un mosquito se tratara, aunque no tuvo mucho éxito, Azariel levantó algunas rocas frente a Poseidón y las hizo golpearlo una y otra vez, haciéndolo sangrar, Poseidón no parecía reconsiderar sus opciones, de repente, aparecieron animales venenosos tales como serpientes, ranas, escorpiones y arañas, ese era Damian desde su domo, él no podía salir, pero sus poderes sí, Poseidón lanzó una oleada de agua que se llevó con ella a los animales.
Adriana estaba acorralada contra un árbol, Hades tenía su espada contra el cuello de Adriana, la empujó suavemente hasta comenzar a hacer una herida, unas gotas de sangre escurrieron por el cuello de Adriana, ella hizo aparecer una pequeña navaja en su mano, le quitó todos los sentidos a Hades, se hizo invisible e intentó clavarla, pero él tomó el arma antes de que lo tocara, sus sentidos regresaron y no vió a Adriana pero no sé movió ni un poco, al verse atrapada, Adriana le provocó una herida en la mejilla, otra en un costado y otra más en el brazo, al ser una de sus habilidades, no necesitaba tocarlo para hacerlo, Hades entró en desesperación y movió su espada para cortar el cuello de Adriana, pero entonces, Mik, que había permanecido escondida, bajó de la rama del árbol que se encontraba sobre él y se enrolló en su cuello, Adriana, lanzó una patada hacia su cara seguida de un golpe con el puño haciéndolo caer al suelo
Apolo tomó a Elian por el cuello y lo levantó, Elian hizo subir la temperatura de su cuello al punto de quemar a Apolo, después golpeó el abdomen, la cara y finalmente los pies de Apolo que terminó en el piso, se levantó rápidamente y fue contra su hijo con una flecha en la mano, Elian lo esquivó la primera ocasión, pero en la segunda la flecha se incrustó en su pierna, aún con el dolor usó su visión de rayos x para observar el interior del cuerpo de Apolo, buscando alguna herida interna o hueso roto, pudo ver que una de sus piernas tenía una leve fractura por lo que, deteniéndose solo en su pierna herida levantó la otra y golpeó con fuerza el lugar fracturado terminando por romper finalmente la pierna de su padre, éste lanzó una línea de luz que se enredó en el cuello de Elian asfixiándolo, una ilusión de Cálix lo hizo creer que Elian había caído inconsciente al suelo por lo que lo soltó, recibiendo entonces a una mano en su cuello, Elian apretó con fuerza, aparecieron unas pequeñas llamas bajo Apolo causadas por Kal, Elian se apartó y esas pequeñas llamas se convirtieron en grandes brasas.
Atenea acribilló a Dru con su lanza, él intentaba protegerse y contraatacar pero no lograba causar tantas heridas como las que recibía, finalmente decidió duplicarse y moverse continuamente, así Atenea no sabía a quién debía atacar, los dobles no recibían daño, pero sí podían causarlo, cada uno se hizo de una espada y atacaron en conjunto consiguiendo por fin debilitarla, ella intentaba defenderse de todos los ataques, pero no era tan rápida y por cada dos ataques que bloqueaba, otros dos asestaban, su escudo la protegía así que Dru se alejó de los dobles y de ella, hizo aparecer un arco y lanzó una flecha que dió en la mano de Atenea haciéndola soltar el escudo, él se movió a toda velocidad y lo tomó para después lanzar una patada a la cara de Atenea dejándola en el suelo, después puso la punta de su espada sobre el cuello de su madre.
—Ahora, o me das lo que quiero o lo tomaré yo mismo— amenazó, si sus padres no les cedían el lugar la única manera de obtenerlos sería matándolos.
Atenea dudó un momento pero no cedería su lugar tan fácil.
Athan se encontraba en un domo oscuro, no podía ver nada hacia afuera y había poca luz adentro pero pudo darse cuenta cuando su padre apareció junto a él.
Athan lo miró con cautela, Jano hizo aparecer una llave y la extendió hacia su hijo quien continuaba escéptico
—Te doy mi lugar como dios del tiempo—
Athan tomó la llave con sumo cuidado
—Les recomiendo terminar con esto lo más pronto posible si es que quieren ayudar a sus amigos porque a ellos las cosas no les están saliendo tan bien como a ustedes— aconsejó y desapareció.
Athan hizo aparecer un espejo frente a él que le mostró a Leo, Ilan, Manuel y Teef, al verlos palideció.
—Chicos, ¿Me escuchan?— habló rogando que su poder pudiera traspasar el domo.
—Si— Obtuvo como respuesta
—Nos necesitan, debemos ir inmediatamente— dijo y la mayoría comenzaron a desesperarse
—Damian, ¿Puedes salir?— preguntó Dru
—No— respondió Damian
—¿Alexander?— volvió a preguntar Dru.
Alexander extendió su mano y tocó con su palma el domo que desapareció un instante pero inmediatamente volvió a aparecer
—Tampoco— respondió —Tal vez entre Adri y yo se pueda—
—Intentaremos, Adriana, te cubro— Dru tomó el brazo de Atenea y la lanzó sobre Hades, Adriana saltó sobre el domo de Alexander y colocó su mano en la barrera, Alexander hizo lo mismo y con los poderes de ambos el domo se hizo añicos.
Atenea se levantó y lanzó su espada hacia Adriana, hizo una cortada muy profunda en la pierna de Adriana.
—Vamos, rápido— dijo a Alexander y ambos corrieron al domo de Damian.
Dru se dividió en dos y lanzó una lluvia de cuchillos sobre Hades y Atenea, ella se protegió con su escudo mientras Hades corría hacia Adriana, al llegar a ella saltó y la tomó por el cuello haciéndola caer hacia atrás encima de él, Atenea enfrentó a Dru con su espada y le impidió siquiera ver lo que estaba haciendo Hades.
Alexander hizo aparecer la lanza que había heredado de Ares y la lanzó pero Zeus lanzó un rayo que desvió la trayectoria al tiempo que Poseidón hacía que una esfera de agua lo atrapara en su interior mientras Egan y Azariel se reponían después de haber sido lanzados uno contra el otro.
Adriana se retorcía en el suelo tratando de liberarse pero al no poder hacerlo llamó a Mik, que había permanecido escondida para evitar que mataran a Adriana, pues mientras una siguiera con vida la otra también lo haría. Mik surgió de la tierra en forma de una pequeña hormiga pero rápidamente tomó la forma de una serpiente de enormes proporciones y se enredó alrededor de Hades, pero por la cercanía de su cuerpo con el de Adriana también sujetó algunas partes de su cuerpo y al apretar, también Adriana lo sintió por lo que le ordenó que los soltara.
Azariel lanzó una oleada de agua hacia Zeus que junto con una descarga eléctrica de Egan lo aturdió momentáneamente.
Poseidón se mantenía concentrado en intentar ahogar a Alexander pero Dru lanzó una espada hacia la esfera haciendo un agujero lo suficientemente grande para que Alexander sacara una mano y la colocara sobre el domo de Damian quien al verlos en tantos problemas hizo aparecer animales diminutos que picaron el cuerpo de Hades quien aún con el dolor se negó a soltar por completo a Adriana pero si aflojó su agarre lo suficiente para que Adriana estirara su mano y tocara también el domo de Damian, su poder unido al de Alexander hizo que la barrera desapareciera y Damian, sin perder tiempo saltó y cuando estuvo algunos metros por encima de ellos sopló sobre el campo de batalla.
Adriana se giró para que Hades terminara encima de ella, Azariel cubrió con pequeños domos de agua a sus amigos que no estaban dentro de los domos de Zeus.
Poseidón, Atenea, Hades, Apolo y Zeus se quedaron quietos, Damian les había lanzado esporas que los inmovilizaron, después, Adriana y Alexander les causaron mucho dolor por el que ni siquiera se podían quejar, elevaron los niveles de sufrimiento hasta que los dioses, uno a uno, renunciaron a sus puestos comos dios del cielo y el rayo,
dios del mar,
dios del inframundo,
dios del sol y del arco
y diosa de la guerra y la sabiduría dejando que sus hijos tomaran sus puestos.
Ilan, Leo y Manuel llegaron al frente de la Gran Pirámide de Cholula, conocida por ser la pirámide más grande sobre la tierra.
—¿Listos?— preguntó Manuel. Ilan y Leo asintieron.
Caminaron hasta las escaleras dónde los tres se pusieron de rodillas mirando al piso, después levantaron la mirada hacia el cielo al mismo tiempo, Manuel se convirtió en halcón y lanzó un gañido acompañado por un aullido de Leo, Ilan por su parte, no se transformó, se puso de pie y abrió su palma hacia el cielo, en ella se reunieron dos pequeñas luces, después cerró su mano en puño y los tres aparecieron en el interior de la pirámide, en un pasillo por el cual solo cabía una persona, caminaron unos pasos y se encontraron ante la puerta que los llevaría al recinto interior, al entrar vieron a Kedi esperándolos tranquilamente, apoyado contra la pared contraria.
—Bienvenidos, los tres guías espirituales más poderosos que existen, ya los estaba esperando— abrió los brazos y se separó del muro.
—Aún estás a tiempo, ríndete ahora, por favor— rogó Ilan.
—¿Qué te pasa? Creí que ya lo habías entendido, tenemos el poder de ser dioses, ¿Por qué conformarnos con guiar a inútiles humanos? Somos grandes, tú, Ilan, eres grande, y lo sabes, la rebelión que encabezaste tenía un buen objetivo, tenía futuro y posibilidades de concretarse, pero fuiste débil, cediste ante el Lobo, te rendiste cuando estábamos solo a un paso de lograr la victoria, tú eres el que aún está a tiempo, muy en tu interior, sabes que mereces más, solo di que sí y tendrás todo lo que te corresponde, no tendrás que seguir más órdenes, no más castigos, no más restricciones, ¡serás libre!— dijo Kedi moviéndose en circulos de un lado a otro frente a ellos.
—¡Mientes!— estalló Ilan —Me rendí porque me di cuenta de que estaba equivocado, porque la avaricia no es característica de un dios, entre más lo deseas, menos probabilidades tienes de obtenerlo, ¿Y sabes qué? No estoy tan mal, me gusta lo que soy y hacer lo que hago, no necesito más que esto, tú quieres arrebatarme todo lo que tengo, los chicos son importantes para mí, para nosotros y ustedes quieren matarlos, jamás permitiré ni seré parte de algo tan vil, y aunque lo hiciera, todas tus promesas son falsas, si te ayudo ahora, me matarás en cuanto tengas lo que quieres, no vas a compartir lo que ganes y es justo por eso que no te lo mereces—
—¿Seguro?— apareció una voz y una sombra al lado de Kedi
—Ésta es tu última oportunidad— amenazó Teef.
—¿Tú...?—Manuel estaba perplejo, no creyó que Teef aparecería
—Así es, aquí estoy, ¿Pensaban dejarme fuera?— se burló
—Sabia que vendrías, evidentemente no lo dejarías solo— respondió Leo sorprendiéndolos, nadie esperaba que él ya supiera sobre la traición —Me habría encargado de ti hace tiempo si así fuera—
—¿Así que ya sabías?, igual, pronto los mataremos, yo, los mataré, tal como hice con los demás guías—
—¿Qué pasa contigo?— preguntó Leo descepcionado
—Me cansé de ser tratada como una basura, de no ser más que un guía espiritual, y también me cansé de mendigar por tu amor, una vez tras otra me rechazaste, me apartaste de tu lado, me viste con desprecio—
—Sabes que no es así—
—¡Pues como si lo fuera! Nunca correspondiste mis sentimientos, solo te concentraste en tus malditas responsabilidades, ¡Me hiciste a un lado!— Teef lanzó una hoja de energía hacia el cuello de Leo con la intención de cortarlo, pero él la esquivó y sonrió
—¿Y qué esperabas que hiciera? No eres una niña, yo cumplí con lo que debía, fuiste tú la que se hizo falsas esperanzas, no iba a meter las manos al fuego por alguien que al primer berrinche intentaría matarme, solo mírate, sabía que esto sucedería— habló con molestia, asegurándose de estar bien parado pues Teef no dudaría en atacar, y así fue.
Teef lanzó un lazo de energía que fue esquivado por Leo y desintegrado por Manuel.
Kedi atacó a Manuel con burbujas oscuras que al contacto con la piel estallarían liberando una sustancia que causaría mucho dolor, Manuel esquivó casi todas, solo una logró salpicar su brazo derecho.
Ilan se concentró en crear una pequeña burbuja del veneno más poderoso que pudiera crear, no mataría a nadie, pero daría tiempo suficiente para hacerlo.
Kedi creó y arrojó una gran piedra hacia Leo, él la esquivó pero Teef la interceptó y la golpeó consiguiendo dar en el pecho de Ilan arrojándolo hacia atrás, Kedi apareció frente a Leo y lanzó una patada a su cara, Ilan planeó caer de pie, pero Leo estaba en su camino.
—¡Leo!— gritó, pero él no se movió por lo que ambos terminaron en el piso.
—Lo siento— se disculpó Leo, Ilan se levantó despacio.
—Está bien, un golpe como ese le reinicia la vida a cualquiera— dijo y sonrió.
Leo lo miró con una sonrisa
—¿Piensas besarme ahora?— preguntó.
—Olvídenlo, ahora no— dijo Manuel al pasar volando al lado de ellos, víctima de un golpe de Teef.
Los dos se levantaron, Ilan fue tomado de los tobillos por plantas que lo arrastraron hacia un muro, al perder su punto de apoyo, Ilan cayó al piso, Leo saltó unos metros y lanzó navajas de energía que cortaron las lianas, pero inmediatamente Kedi cayó sobre él y lo llevó de vuelta al piso para después intentar golpearlo, Manuel se lanzó sobre él, con su hombro lo empujó, permitiéndole así a Leo liberarse por fin. Teef corrió hacia Ilan, una vez que estuvo cerca hizo aparecer una daga con la que atacó a Ilan, le causó muchas heridas, pero ninguna era absolutamente mortal.
Kedi se levantó del piso y lanzó una lluvia de cuchillos sobre Leo y Manuel, ambos se separaron y mientras uno creaba un campo de energía alrededor de los dos, el otro se movía hacia atrás de Kedi, al estar a unos metros, Leo hizo aparecer una espada en la mano de Manuel, el arma ya había sido bañada en su sangre por lo que solo debía ser clavada, pero antes de que pudiera hacerlo, Ilan apareció entre los dos, había sido lanzado por Teef, Manuel se detuvo y antes de poder pensar en algo, ya tenía una espada clavada en el abdomen.
Ilan se levantó del piso y se acercó a Manuel, intentó curarlo pero era inútil.
—Mi pulsera...— dijo Manuel —El collar...ustedes...regresen...humanos— dijo y su cuerpo comenzó a desaparecer hasta que no quedó nada.
—Ay pero qué pena— dijo Kedi, levantándose, cubriendo la herida más profunda que tenía en un costado.
—Supongo que ya lo saben, hay tres maneras de matar a un guía espiritual, la primera; con ambrosía, la segunda, por agotamiento, si el cuerpo recibe mucho daño, muere para reponerse, y la última, por el arma de un dios— sonrió.
Leo lanzó una esfera de energía hacia él, Teef creó un campo de energía para protegerlo, pero Ilan, en forma de serpiente, se enredó en sus pies haciéndola caer al piso, mordió uno de sus tobillos e inyectó su veneno, después volvió a su forma humana, la resistencia de Teef le había causado varias heridas en los brazos y las piernas.
Kedi saltó hacia Leo con una daga en la mano, él la tomó y lanzó una patada al abdomen de Kedi que lo hizo chocar contra el muro, después se movió rápidamente hacia Teef que estaba un poco aturdida por el veneno de Ilan, éste la levantó frente a él y la obligó a mantenerse de pie ya que ella no podía hacerlo por su cuenta.
Leo hizo aparecer en su mano la espada con ambrosía y sin dudar la clavó en el pecho de Teef, ella sonrió.
—Felicidades...pero...no me iré sola— susurró
Leo sacó la espada y el cuerpo sin vida de Teef cayó al piso para después comenzar a desintegrarse, pero Ilan se mantuvo de pie, al verlo, Leo palideció, Teef había lanzado un lazo de luz y con él había pegado el cuerpo de Ilan al suyo, de tal manera que la espada, al atravesar el cuerpo de Teef, había perforado también el de Ilan.
—o, no, no, Ilan, no me hagas esto— dijo Leo comenzando a entrar en desesperación
—Lo siento— se disculpó Ilan cayendo de rodillas
—No, no te vayas, ¿Me escuchas? Quédate conmigo— pidió Leo.
Ilan asintió y pegó su espalda a la pared.
Leo volteó hacia Kedi lleno de ira, ya solo quedaban ellos dos
—¿Como en los viejos tiempos?— preguntó Kedi sonriendo
—Como en los viejos tiempos— respondió Leo y ambos se lanzaron a pelear, esta vez, seguros de que alguno de los dos debía morir.
Kedi tomó su forma de felino y atacó el cuello de Leo, él se hizo a un lado y con su puño golpeó el cuerpo del animal lanzándolo hacia la pared, al llegar, Kedi tomó su forma humana y su cabello negro cayó sobre su cara, dejando ver sus ojos cafés, dejando por fin su apariencia de silueta para mostrarse con claridad. Leo iba sobre él para golpearlo, pero Kedi extendió su mano hacia el frente, Leo la tomó y la empujó hacia un lado, pero resultó ser solo una distracción, el verdadero golpe fue una patada a su estómago, Leo se inclinó hacia atrás para detener su inercia y lanzó también una patada a la cara de Kedi haciéndolo caer acostado en el piso.
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